Disponible en Netflix.
Dos amigos en un fin de semana de recreación. A Marcus -Martin McCann- le gusta la caza. Convence a Vaughn -Jack Lowden- para aventurarse hacia las Tierras Altas de Escocia. Allí, en un bosque extenso y solitario, podrán dar rienda suelta a esta afición. El pueblo es pequeño y llegan a un confortable alojamiento. Les reciben con amabilidad, ya es de noche. Concurren al bar del lugar, unas cervezas, unos whiskies, unas nuevas amigas… En la mañana siguiente comienza la actividad, la caza, pero un hecho inesperado pone de cabeza sus planes y trastoca absolutamente lo planificado.
Esta cinta estrenada en el Festival Internacional de Cine de Edimburgo el año 2018 es el primer trabajo del director Matt Palmer. También a cargo del guion, Palmer presenta un relato que se mueve en diferentes direcciones.
Primero, los dos amigos, viejos amigos, en busca de diversión y escape. La prometida de Vaughn espera un hijo y Marcus quiere que su partner pueda liberarse un poco antes de asumir lo que viene, las responsabilidades propias de la paternidad. Luego un pueblo pequeño. Sin una estructura oficial, Logan McClay -Tony Curran- ejerce como el reconocido y respetado líder comunitario, algo así como el alguacil del lugar. Entabla amistad con dos visitantes, está al tanto de todo lo que sucede en su territorio. A continuación, los sucesos. Se desencadena el drama, los trazos se juntan y se alejan. Marcus y Vaughn a la deriva, todo adquiere una nueva dimensión.
La historia se construye con astucia. El guion, del mismo Palmer, tiene un desarrollo lento pero cada elemento que agrega lo hace más interesante. El suspenso crece, la incertidumbre también. El pulso del metraje es tenso. Advertimos algunos puntos que resultan evidentes, incluso los podemos adelantar, sin embargo aun sí, nos sorprenden sus giros.
A mi modo de ver, lo más interesante del relato es el dilema moral que la cinta presenta. Lo que ambos amigos deben enfrentar es decisivo. ¿Qué es lo correcto? ¿Cómo deben proceder? De cada decisión surge una acción y cada una tiene consecuencias. También profundiza la duda, otorgando bastante tiempo a primeros planos con secuencias largas. Los protagonistas no tienen claro el camino a tomar. Ellos están divididos, hay impulsos, pulsiones, instintos. También sucede algo similar con los habitantes del lugar; emociones, reacciones, decisiones… ¿justicia?
“Calibre” pone su foco en valores morales, en esas disyuntivas profundas a las que nos vemos enfrentados en situaciones límite. A través del agobio nos involucra con los protagonistas. Por momentos, incluso apela un poco al terror, es decir un suspenso que llega a dar escalofríos. Estamos dentro del relato, hacemos nuestro propio análisis y tal vez tomamos opciones. El metraje sigue y nos desenfoca. Cuando concluye, seguimos pensando en él. Mérito de la película y de la propuesta de su creador.
Ficha técnica
Título original: Calibre
Año: 2018
Duración: 100 minutos
País: Reino Unido
Productora: Distribuida por Netflix. Wellington Films, Scope Pictures, Creative Scotland, Tip-Top Productions, Creative England, Head Gear Films, Pont Neuf Productions, Metrol Technology
Género: Thriller. Drama | Caza
Guion: Matt Palmer
Música: Anne Nikitin
Fotografía: Márk Gyõri
Reparto: Jack Lowden, Martin McCann, Tony Curran, Ian Pirie, George Anton, Kate Bracken, Cal Macaninch, Cameron Jack, Kitty Lovett, Therese Bradley
Dirección: Matt Palmer
lunes, 31 de agosto de 2020
domingo, 30 de agosto de 2020
El muñeco de nieve
Disponible en Netflix.
En esta novela del escritor noruego Jo Nesbø, escrita el año 2007, el protagonista es el Inspector Harry Hole. La saga tiene ya doce títulos y este es el séptimo relato. Interpretado por Michael Fassbender, Hole debe que investigar la desaparición de la madre de un pequeño niño. La policía de Oslo se encuentra desconcertada con la situación. Katrine Bratt -Rebecca Ferguson-, una agente novata, es asignada para ayudar a este particular detective. Juntos recopilan las pistas mientras reciben la denuncia de un nuevo caso de características similares.
La trama de “El muñeco de nieve” es bastante enrevesada. Los elementos son parcelados. El comienzo de la cinta nos remite a años pretéritos; un niño cuya madre muere en circunstancias extrañas, ahogada en un lago. ¿Suicidio? En el presente, observamos a Harry Hole con algunos problemas personales. El término de la relación con su novia Rakel Fauke -Charlotte Gainsbourg- y su hijo Oleg, lo tiene intranquilo. La observa a distancia mientras ella rehace su vida con otro hombre, Mathias -Jonas Karlsson-. Asimismo, el relato vuelve nueve años atrás. Sigue una investigación liderada en ese entonces por Gert Rafto -Val Kilmer-, detective a cargo de una búsqueda parecida, otra extraña desaparición femenina.
La cinta puede resultar desconcertante al intentar armar sus piezas desde el comienzo. Calma. No vale la pena apurarse, porque se van a frustrar. Es mejor disfrutar de las amplias escenas, los extensos paisajes y la abundante nieve que cubre todo. Y claro, no es secreto ni spoiler mencionar que una pista fundamental de la trama es esa figura de nieve, el muñeco, recurrente en varios momentos importantes.
Los puntos a favor de esta cinta no están en su relato. Tampoco, incluso, en los protagonistas, a pesar de tener un buen elenco. ¿Dónde entonces? En la filmación y en la edición. La película posee un bello entorno, una fotografía cautivante de exteriores en Noruega y momentos donde la música de Marco Beltrami destaca por sobre lo que sucede en la pantalla.
“The Snowman” cumple con su cartel de thriller. Tiene suspenso, historias paralelas, encrucijadas y caminos que nos confunden. Dudamos de todos los personajes que la cámara nos muestra como sospechosos. Nos invita a anticipar algunos veredictos y los giros del guion nos devuelven un “siga participando”. Regresamos al ruedo, acompañamos a los investigadores. Ya estamos más conectados pero igual volvemos a ser sorprendidos. Insisto, mejor no buscar las fortalezas del relato. Es confuso. Dejemos que transcurra y tratemos de descifrar un poco la historia del ya famoso Harry Hole. Por supuesto, desconocemos mucho de su historia, es la primera vez que lo vemos en pantalla. Pero no importa, sigamos, porque la cinta lentamente va develando sus secretos. Con expectativas mesuradas y sin pedir mucho, son dos horas entretenidas que pasan raudamente.
Ficha técnica
Título original: The Snowman
Año: 2017
Duración: 125 minutos
País: Reino Unido
Productora
Productor: Martin Scorsese. Another Park Film, Universal Pictures, Working Title Films, Perfect World Pictures
Género: Intriga. Thriller | Crimen. Asesinos en serie
Grupos: Adaptaciones de Jo Nesbø
Guion: Hossein Amini, Peter Straughan, Søren Sveistrup (Novela: Jo Nesbø)
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Dion Beebe
Reparto: Michael Fassbender, Rebecca Ferguson, Charlotte Gainsbourg, Jonas Karlsson, J.K. Simmons, Val Kilmer, James D'Arcy, Chloë Sevigny, David Dencik, Michael Yates, Jamie Clayton, Toby Jones, Sofia Helin, Ronan Vibert, Jakob Oftebro, Alec Newman, Silvia Busuioc
Dirección: Tomas Alfredson
En esta novela del escritor noruego Jo Nesbø, escrita el año 2007, el protagonista es el Inspector Harry Hole. La saga tiene ya doce títulos y este es el séptimo relato. Interpretado por Michael Fassbender, Hole debe que investigar la desaparición de la madre de un pequeño niño. La policía de Oslo se encuentra desconcertada con la situación. Katrine Bratt -Rebecca Ferguson-, una agente novata, es asignada para ayudar a este particular detective. Juntos recopilan las pistas mientras reciben la denuncia de un nuevo caso de características similares.
La trama de “El muñeco de nieve” es bastante enrevesada. Los elementos son parcelados. El comienzo de la cinta nos remite a años pretéritos; un niño cuya madre muere en circunstancias extrañas, ahogada en un lago. ¿Suicidio? En el presente, observamos a Harry Hole con algunos problemas personales. El término de la relación con su novia Rakel Fauke -Charlotte Gainsbourg- y su hijo Oleg, lo tiene intranquilo. La observa a distancia mientras ella rehace su vida con otro hombre, Mathias -Jonas Karlsson-. Asimismo, el relato vuelve nueve años atrás. Sigue una investigación liderada en ese entonces por Gert Rafto -Val Kilmer-, detective a cargo de una búsqueda parecida, otra extraña desaparición femenina.
La cinta puede resultar desconcertante al intentar armar sus piezas desde el comienzo. Calma. No vale la pena apurarse, porque se van a frustrar. Es mejor disfrutar de las amplias escenas, los extensos paisajes y la abundante nieve que cubre todo. Y claro, no es secreto ni spoiler mencionar que una pista fundamental de la trama es esa figura de nieve, el muñeco, recurrente en varios momentos importantes.
Los puntos a favor de esta cinta no están en su relato. Tampoco, incluso, en los protagonistas, a pesar de tener un buen elenco. ¿Dónde entonces? En la filmación y en la edición. La película posee un bello entorno, una fotografía cautivante de exteriores en Noruega y momentos donde la música de Marco Beltrami destaca por sobre lo que sucede en la pantalla.
“The Snowman” cumple con su cartel de thriller. Tiene suspenso, historias paralelas, encrucijadas y caminos que nos confunden. Dudamos de todos los personajes que la cámara nos muestra como sospechosos. Nos invita a anticipar algunos veredictos y los giros del guion nos devuelven un “siga participando”. Regresamos al ruedo, acompañamos a los investigadores. Ya estamos más conectados pero igual volvemos a ser sorprendidos. Insisto, mejor no buscar las fortalezas del relato. Es confuso. Dejemos que transcurra y tratemos de descifrar un poco la historia del ya famoso Harry Hole. Por supuesto, desconocemos mucho de su historia, es la primera vez que lo vemos en pantalla. Pero no importa, sigamos, porque la cinta lentamente va develando sus secretos. Con expectativas mesuradas y sin pedir mucho, son dos horas entretenidas que pasan raudamente.
Ficha técnica
Título original: The Snowman
Año: 2017
Duración: 125 minutos
País: Reino Unido
Productora
Productor: Martin Scorsese. Another Park Film, Universal Pictures, Working Title Films, Perfect World Pictures
Género: Intriga. Thriller | Crimen. Asesinos en serie
Grupos: Adaptaciones de Jo Nesbø
Guion: Hossein Amini, Peter Straughan, Søren Sveistrup (Novela: Jo Nesbø)
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Dion Beebe
Reparto: Michael Fassbender, Rebecca Ferguson, Charlotte Gainsbourg, Jonas Karlsson, J.K. Simmons, Val Kilmer, James D'Arcy, Chloë Sevigny, David Dencik, Michael Yates, Jamie Clayton, Toby Jones, Sofia Helin, Ronan Vibert, Jakob Oftebro, Alec Newman, Silvia Busuioc
Dirección: Tomas Alfredson
sábado, 29 de agosto de 2020
Crímenes de familia
Disponible en Netflix.
En La Recoleta, barrio céntrico y residencial de Buenos Aires, Argentina, viven Alicia -Cecilia Roth- e Ignacio -Miguel Ángel Solá-, un matrimonio de muchos años. Tienen un buen pasar. Ignacio es jubilado aunque “se inventa motivos para ir a la oficina” según su esposa. “Mejor, así no lo tengo en casa todo el día”, resume. Les ayuda en las labores de la casa, Gladys -Yanina Ávila-, empleada doméstica “cama adentro”. Ella tiene a Santiago, su pequeño hijo de tres años. La vida apacible termina cuando Daniel -Benjamín Amadeo-, de 35 años, hijo de los dueños de casa, enfrenta una acusación de violación e intento de homicidio de su ex esposa. Un delito que es “agravado por el vínculo”, algo que por supuesto tiene una mayor connotación.
Otra historia corre en paralelo y es lo que sucede con Gladys. La vemos como la asesora del hogar y también como acusada de un delito grave. La cinta intercala saltos temporales y las piezas del puzzle esperan para ser colocadas en su lugar. El comienzo sombrío nos da las primeras pistas. También los relatos de ambos procesos criminales. Son hechos serios. Lo que primero se despeja es lo que sucede con Daniel. Necesita ayuda, y en forma urgente, si no quiere ser condenado por su delito. Las pruebas en su contra son claras, la salida no es sencilla, involucra no solo una buena defensa sino algo más. Sobre Gladys, la situación es transversal al relato. Cualquier idea sobre ello sería un adelanto y se perdería la sorpresa de descubrir la esencia del misterio.
El director Sebastián Schindel dirige una cinta con un alto nivel de producción y un sólido elenco. El guion, firmado por él mismo junto a Pablo Del Teso, está inspirado en hechos reales. Sobre la historia, Schindel señala que la base fue unir “dos crímenes reales, sin relación alguna entre sí, salvo que ambos eran delitos “agravados por el vínculo”, que fue el título preliminar del proyecto durante mucho tiempo”. Profundiza mencionando que este trabajo corresponde a una “película de mujeres, una historia de tres madres y qué son capaces de hacer por el amor a sus hijos”. Schindel señala que “los conflictos que más me gusta trabajar son los conflictos que no tienen solución, que son los de la vida misma.”
La cinta tiene un suspenso adictivo. No conocemos el paso siguiente y tampoco podemos dar por sentada la relación que establecemos previamente. Alicia es la protagonista del relato. Todo remite a ella, todos los caminos conducen hacia Alicia. La relación con su marido, las disputas por la ayuda y protección a su hijo Daniel requieren una definición. También su rol con el hijo de Gladys a quien prácticamente ella misma ha criado y su papel de madre para esta joven empleada semi analfabeta. Asimismo sumamos la distancia obligada que mantiene con su nieto Martín producto de la disputa legal entre su nuera y su hijo. Tres historias, tres caminos, tres encrucijadas.
La cinta expone tópicos con mucha actualidad. La corrupción, la justicia, el feminismo, el abuso, son temas que involucran valores y cuyo derrotero apunta a la actuación de las personas bajo diferentes presiones y circunstancias. ¿Todo vale para ayudar a un hijo? Es probable, pero ¿dónde está el límite, la línea roja? El abuso no se puede permitir y tampoco un crimen puede quedar impune, pero ¿si es un familiar el que está acusado? Asimismo, las atrocidades deben tener un castigo ejemplar, aun cuando existan atenuantes respecto a la acción. Complejo, opinable, sobre todo porque se produce una colisión de valores fundamentales.
“Crímenes de familia” logra atraparnos. Está bien filmada y bien actuada. Solo tengo algunas dudas con la edición y el montaje porque me quedo con interrogantes sobre la unión de las secuencias y los saltos temporales. No estoy seguro si la sensación de tiempos paralelos que se logra al comienzo es intencional o casual. Tampoco se me aclara cuando percibo que puede tratarse de un todo consecutivo. No obstante, con o sin intención, la dirección tomada confunde y agrega al relato un mayor grado de incertidumbre mientras nos acercamos hacia el epílogo. Como en otras producciones me quedo más con la historia y sus detalles que con la realización, reconociendo en esta cinta de Sebastián Schindel un trabajo elaborado, hecho con esmero y dedicación.
Ficha técnica
Título original: Crímenes de familia
Año: 2020
Duración: 99 minutos
País: Argentina
Productora: Distribuida por Netflix. Buffalo Films, Magoya Films, INCAA, Directv, Tieless Media
Género: Drama. Thriller | Drama psicológico. Drama judicial. Thriller psicológico. Crimen
Guion: Sebastián Schindel, Pablo Del Teso
Música: Sebastián Escofet
Fotografía: Julián Apezteguia
Reparto: Cecilia Roth, Miguel Ángel Solá, Benjamín Amadeo, Sofía Gala Castiglione, Yanina Ávila, Paola Barrientos, Diego Cremonesi, Marcelo Subiotto, Claudio Martínez Bel, Santiago Ávila, Marcelo D'Andrea
Dirección: Sebastián Schindel
Otra historia corre en paralelo y es lo que sucede con Gladys. La vemos como la asesora del hogar y también como acusada de un delito grave. La cinta intercala saltos temporales y las piezas del puzzle esperan para ser colocadas en su lugar. El comienzo sombrío nos da las primeras pistas. También los relatos de ambos procesos criminales. Son hechos serios. Lo que primero se despeja es lo que sucede con Daniel. Necesita ayuda, y en forma urgente, si no quiere ser condenado por su delito. Las pruebas en su contra son claras, la salida no es sencilla, involucra no solo una buena defensa sino algo más. Sobre Gladys, la situación es transversal al relato. Cualquier idea sobre ello sería un adelanto y se perdería la sorpresa de descubrir la esencia del misterio.
El director Sebastián Schindel dirige una cinta con un alto nivel de producción y un sólido elenco. El guion, firmado por él mismo junto a Pablo Del Teso, está inspirado en hechos reales. Sobre la historia, Schindel señala que la base fue unir “dos crímenes reales, sin relación alguna entre sí, salvo que ambos eran delitos “agravados por el vínculo”, que fue el título preliminar del proyecto durante mucho tiempo”. Profundiza mencionando que este trabajo corresponde a una “película de mujeres, una historia de tres madres y qué son capaces de hacer por el amor a sus hijos”. Schindel señala que “los conflictos que más me gusta trabajar son los conflictos que no tienen solución, que son los de la vida misma.”
La cinta tiene un suspenso adictivo. No conocemos el paso siguiente y tampoco podemos dar por sentada la relación que establecemos previamente. Alicia es la protagonista del relato. Todo remite a ella, todos los caminos conducen hacia Alicia. La relación con su marido, las disputas por la ayuda y protección a su hijo Daniel requieren una definición. También su rol con el hijo de Gladys a quien prácticamente ella misma ha criado y su papel de madre para esta joven empleada semi analfabeta. Asimismo sumamos la distancia obligada que mantiene con su nieto Martín producto de la disputa legal entre su nuera y su hijo. Tres historias, tres caminos, tres encrucijadas.
La cinta expone tópicos con mucha actualidad. La corrupción, la justicia, el feminismo, el abuso, son temas que involucran valores y cuyo derrotero apunta a la actuación de las personas bajo diferentes presiones y circunstancias. ¿Todo vale para ayudar a un hijo? Es probable, pero ¿dónde está el límite, la línea roja? El abuso no se puede permitir y tampoco un crimen puede quedar impune, pero ¿si es un familiar el que está acusado? Asimismo, las atrocidades deben tener un castigo ejemplar, aun cuando existan atenuantes respecto a la acción. Complejo, opinable, sobre todo porque se produce una colisión de valores fundamentales.
“Crímenes de familia” logra atraparnos. Está bien filmada y bien actuada. Solo tengo algunas dudas con la edición y el montaje porque me quedo con interrogantes sobre la unión de las secuencias y los saltos temporales. No estoy seguro si la sensación de tiempos paralelos que se logra al comienzo es intencional o casual. Tampoco se me aclara cuando percibo que puede tratarse de un todo consecutivo. No obstante, con o sin intención, la dirección tomada confunde y agrega al relato un mayor grado de incertidumbre mientras nos acercamos hacia el epílogo. Como en otras producciones me quedo más con la historia y sus detalles que con la realización, reconociendo en esta cinta de Sebastián Schindel un trabajo elaborado, hecho con esmero y dedicación.
Ficha técnica
Título original: Crímenes de familia
Año: 2020
Duración: 99 minutos
País: Argentina
Productora: Distribuida por Netflix. Buffalo Films, Magoya Films, INCAA, Directv, Tieless Media
Género: Drama. Thriller | Drama psicológico. Drama judicial. Thriller psicológico. Crimen
Guion: Sebastián Schindel, Pablo Del Teso
Música: Sebastián Escofet
Fotografía: Julián Apezteguia
Reparto: Cecilia Roth, Miguel Ángel Solá, Benjamín Amadeo, Sofía Gala Castiglione, Yanina Ávila, Paola Barrientos, Diego Cremonesi, Marcelo Subiotto, Claudio Martínez Bel, Santiago Ávila, Marcelo D'Andrea
Dirección: Sebastián Schindel
viernes, 28 de agosto de 2020
Sumergida
Disponible en Ondamedia.cl
Ángela -Luna Martínez-, es una joven nadadora que vive con su madre que es interpretada por Katty Kowaleczko. Trabaja en una piscina y su vida está lejos de ser sencilla. Tiene problemas con el sueño, toma píldoras para poder dormir. Además, la relación entre ambas genera conflictos. Hay una historia, también frustración y desconexión. El nadar es un factor común, pero al parecer no basta. La rutina carcome y la última discusión provoca que su madre no regrese a casa.
Ángela vive una realidad que es angustiante. Su soledad interior es tremenda. El vacío, la pena, la confusión, aumentan sin la presencia de su madre. Los trastornos del sueño solo son la punta del iceberg. Los medicamentos la ayudan, la desconectan, pero eso le trae problemas. Patricio -Julio Milostich-, su jefe, le llama la atención por sus distracciones en el trabajo. También su compañero, Dani -Nicolás Rojas-, quien le dice “deja esas pastillas”. Ángela está como ausente, perdida. La llegada de la joven Rebeca -Rebeca Pereira- para arrendar una pieza en su casa marca un punto de inflexión.
Estrenada en SANFIC15, el año 2019 donde recibió el Premio del Público, la película literalmente se sumerge en el interior de la protagonista. Su director Andrés Finat es muy claro con su propuesta. La salud mental de Ángela está en el primer plano. El conflicto interior es lo principal y todo lo externo, solo síntomas. El foco es la intimidad y lo desarrolla con gran virtud.
El guion de “Sumergida” es muy interesante. Muestra la vulnerabilidad de la protagonista sin ambages. El tema de la soledad y la depresión no son sencillos de tratar. Finat se arriesga y su trabajo resulta convincente. Nos hace parte, nos involucra, nos interpela. Además, desarrolla el entorno. La amistad de Rebeca, que intenta liberar a Ángela al darle otra perspectiva sobre sus decisiones, juega un papel vital en este relato. “Que nadie te conozca para que puedas hacer lo que quieras”, le dice Rebeca. Puede ser una ventana, una salida, un posible escape.
“Sumergida” trata de carencias y ausencias afectivas. También de familia, de cercanía, de un apoyo necesario. Explora la amistad y también la necesidad de una conexión emocional que permita seguir adelante luego de una pérdida importante, algo que impida “morir de pena”. Una luz al final del túnel, un salvavidas, una oportunidad. Andrés Finat sorprende con este debut, más todavía, conociendo que esta cinta corresponde a su proyecto de egreso. Sensible y comprometido, su cine es cercano y profundo, un relato que logra transmitir emociones y cuyos elementos resuenan al elaborar nuestra propia interpretación.
Ficha técnica
Título original: Sumergida
Año: 2019
Duración: 82 minutos
País: Chile
Productora: Barricada, Universidad del Desarrollo
Género: Drama. Thriller
Guion: Andrés Finat, Lorenzo Galindo, Joaquín Salinas
Música: Cristián Bravo
Fotografía: Benjamín Faz
Reparto: Katty Kowaleczko, Luna Martínez, María Olga Matte, Julio Milostich, Rebeca Pereira, Nicolás Rojas, Gastón Salgado
Dirección: Andrés Finat
Ángela -Luna Martínez-, es una joven nadadora que vive con su madre que es interpretada por Katty Kowaleczko. Trabaja en una piscina y su vida está lejos de ser sencilla. Tiene problemas con el sueño, toma píldoras para poder dormir. Además, la relación entre ambas genera conflictos. Hay una historia, también frustración y desconexión. El nadar es un factor común, pero al parecer no basta. La rutina carcome y la última discusión provoca que su madre no regrese a casa.
Ángela vive una realidad que es angustiante. Su soledad interior es tremenda. El vacío, la pena, la confusión, aumentan sin la presencia de su madre. Los trastornos del sueño solo son la punta del iceberg. Los medicamentos la ayudan, la desconectan, pero eso le trae problemas. Patricio -Julio Milostich-, su jefe, le llama la atención por sus distracciones en el trabajo. También su compañero, Dani -Nicolás Rojas-, quien le dice “deja esas pastillas”. Ángela está como ausente, perdida. La llegada de la joven Rebeca -Rebeca Pereira- para arrendar una pieza en su casa marca un punto de inflexión.
Estrenada en SANFIC15, el año 2019 donde recibió el Premio del Público, la película literalmente se sumerge en el interior de la protagonista. Su director Andrés Finat es muy claro con su propuesta. La salud mental de Ángela está en el primer plano. El conflicto interior es lo principal y todo lo externo, solo síntomas. El foco es la intimidad y lo desarrolla con gran virtud.
El guion de “Sumergida” es muy interesante. Muestra la vulnerabilidad de la protagonista sin ambages. El tema de la soledad y la depresión no son sencillos de tratar. Finat se arriesga y su trabajo resulta convincente. Nos hace parte, nos involucra, nos interpela. Además, desarrolla el entorno. La amistad de Rebeca, que intenta liberar a Ángela al darle otra perspectiva sobre sus decisiones, juega un papel vital en este relato. “Que nadie te conozca para que puedas hacer lo que quieras”, le dice Rebeca. Puede ser una ventana, una salida, un posible escape.
“Sumergida” trata de carencias y ausencias afectivas. También de familia, de cercanía, de un apoyo necesario. Explora la amistad y también la necesidad de una conexión emocional que permita seguir adelante luego de una pérdida importante, algo que impida “morir de pena”. Una luz al final del túnel, un salvavidas, una oportunidad. Andrés Finat sorprende con este debut, más todavía, conociendo que esta cinta corresponde a su proyecto de egreso. Sensible y comprometido, su cine es cercano y profundo, un relato que logra transmitir emociones y cuyos elementos resuenan al elaborar nuestra propia interpretación.
Ficha técnica
Título original: Sumergida
Año: 2019
Duración: 82 minutos
País: Chile
Productora: Barricada, Universidad del Desarrollo
Género: Drama. Thriller
Guion: Andrés Finat, Lorenzo Galindo, Joaquín Salinas
Música: Cristián Bravo
Fotografía: Benjamín Faz
Reparto: Katty Kowaleczko, Luna Martínez, María Olga Matte, Julio Milostich, Rebeca Pereira, Nicolás Rojas, Gastón Salgado
Dirección: Andrés Finat
jueves, 27 de agosto de 2020
Whisky
Disponible en Netflix.
La cámara nos muestra el interior de un auto. Está oscuro. El conductor avanza por calles en penumbra. Amanece. Desayuna en una cafetería de barrio. Jacobo -Andrés Pazos- sigue siempre los mismos pasos. A continuación se dirige a su fábrica de calcetines. En la puerta está Marta -Mirella Pascual-, operaria de confianza, supervisora, siempre puntual. Espera la apertura. Se levanta la cortina de acero, ingresan. Jacobo enciende las máquinas, Marta prepara una bebida caliente. El día comienza siempre de la misma manera. Los mismos hábitos, la misma forma, la misma vida, la misma rutina, día a día, semana a semana.
Se cumple casi un año de la muerte de su madre. Para Jacobo es importante. Se comunica con su hermano que vive hace años en Brasil e inesperadamente, Herman -Jorge Bolani-, anuncia que le visitará. Algo que podríamos ver como tan natural produce un quiebre para Jacobo. Tanto es así que le pide ayuda a Marta para que se quede con él, en su casa, mientras hospeda a su hermano.
Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll dirigen esta película y también son responsables del guion junto a Gonzalo Delgado. Hay un minimalismo expreso, secuencias marcadas, una rutina asfixiante. Son pocos los momentos de apertura antes de la llegada de Herman. La relación de Jacobo con Marta es estrictamente laboral, con incómodos silencios, solo un par de cruces de palabras y monosílabos.
La magia de esta cinta radica en su fino seguimiento de las acciones de los protagonistas. Primero, Marta y Jacobo, en diferentes situaciones, separados y juntos, en su cotidiano día a día. Después, ambos mientras se preparan para recibir a la visita. Luego se suma Herman. Tres personas, tres personalidades, tres vidas que confluyen en un mismo espacio de tiempo. Desde ese momento, nada es esperable, ya no hay rutina, la incertidumbre avanza.
“Whisky” es una película extraña, casi una rareza. Sorprende por su punto de vista. Abre la ventana a la intimidad de sus protagonistas. Muestra su soledad, sus temores, su vulnerabilidad. También sus sueños y sus reacciones cuando aquello que acostumbran, varía. Algunos toques de humor nos alertan. Estamos inmersos en una seriedad y monotonía abismante y en segundos una acción -o también una omisión- nos saca una carcajada. Contradictorio y especial; tensión y reposo; luz y sombra.
La cinta, así como el licor, es áspera. Tal vez, incluso, no sea del gusto de todos. Posee una serenidad inquietante y más que nada, preguntas. Es un cine que se completa con nosotros, con nuestra experiencia y aun más, con nuestro estado de ánimo. Un cine diligente e inteligente, con detalles y atmósferas especiales. Un cine para degustar en dosis justas. “Whisky”, tal como un buen “Scotch”, deja su gusto para saborear y disfrutar.
Ficha técnica
Título original: Whisky
Año: 2004
Duración: 105 minutos
País: Uruguay
Productora: Coproducción Uruguay-Alemania-España;
Género: Comedia. Drama | Comedia dramática
Guion: Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll, Gonzalo Delgado
Música: Pequeña Orquesta Reincidentes
Fotografía: Barbara Alvarez
Reparto: Andrés Pazos, Mirella Pascual, Jorge Bolani, Ana Katz, Daniel Hendler, Adrián Biniez, Leonor Svarcas, Romina Peluffo
Dirección: Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll
La cámara nos muestra el interior de un auto. Está oscuro. El conductor avanza por calles en penumbra. Amanece. Desayuna en una cafetería de barrio. Jacobo -Andrés Pazos- sigue siempre los mismos pasos. A continuación se dirige a su fábrica de calcetines. En la puerta está Marta -Mirella Pascual-, operaria de confianza, supervisora, siempre puntual. Espera la apertura. Se levanta la cortina de acero, ingresan. Jacobo enciende las máquinas, Marta prepara una bebida caliente. El día comienza siempre de la misma manera. Los mismos hábitos, la misma forma, la misma vida, la misma rutina, día a día, semana a semana.
Se cumple casi un año de la muerte de su madre. Para Jacobo es importante. Se comunica con su hermano que vive hace años en Brasil e inesperadamente, Herman -Jorge Bolani-, anuncia que le visitará. Algo que podríamos ver como tan natural produce un quiebre para Jacobo. Tanto es así que le pide ayuda a Marta para que se quede con él, en su casa, mientras hospeda a su hermano.
Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll dirigen esta película y también son responsables del guion junto a Gonzalo Delgado. Hay un minimalismo expreso, secuencias marcadas, una rutina asfixiante. Son pocos los momentos de apertura antes de la llegada de Herman. La relación de Jacobo con Marta es estrictamente laboral, con incómodos silencios, solo un par de cruces de palabras y monosílabos.
La magia de esta cinta radica en su fino seguimiento de las acciones de los protagonistas. Primero, Marta y Jacobo, en diferentes situaciones, separados y juntos, en su cotidiano día a día. Después, ambos mientras se preparan para recibir a la visita. Luego se suma Herman. Tres personas, tres personalidades, tres vidas que confluyen en un mismo espacio de tiempo. Desde ese momento, nada es esperable, ya no hay rutina, la incertidumbre avanza.
“Whisky” es una película extraña, casi una rareza. Sorprende por su punto de vista. Abre la ventana a la intimidad de sus protagonistas. Muestra su soledad, sus temores, su vulnerabilidad. También sus sueños y sus reacciones cuando aquello que acostumbran, varía. Algunos toques de humor nos alertan. Estamos inmersos en una seriedad y monotonía abismante y en segundos una acción -o también una omisión- nos saca una carcajada. Contradictorio y especial; tensión y reposo; luz y sombra.
La cinta, así como el licor, es áspera. Tal vez, incluso, no sea del gusto de todos. Posee una serenidad inquietante y más que nada, preguntas. Es un cine que se completa con nosotros, con nuestra experiencia y aun más, con nuestro estado de ánimo. Un cine diligente e inteligente, con detalles y atmósferas especiales. Un cine para degustar en dosis justas. “Whisky”, tal como un buen “Scotch”, deja su gusto para saborear y disfrutar.
Ficha técnica
Título original: Whisky
Año: 2004
Duración: 105 minutos
País: Uruguay
Productora: Coproducción Uruguay-Alemania-España;
Género: Comedia. Drama | Comedia dramática
Guion: Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll, Gonzalo Delgado
Música: Pequeña Orquesta Reincidentes
Fotografía: Barbara Alvarez
Reparto: Andrés Pazos, Mirella Pascual, Jorge Bolani, Ana Katz, Daniel Hendler, Adrián Biniez, Leonor Svarcas, Romina Peluffo
Dirección: Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll
miércoles, 26 de agosto de 2020
El Ángel
Disponible en Netflix.
Basada en el libro “El Ángel: El egipcio espía que salvó a Israel”, escrito por Uri Bar-Joseph, “El Angel” narra la historia de Ashraf Marwan -Marwan Kenzari-, yerno del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser. Es 1970 y la acción transcurre entre Londres y El Cairo. Nasser no confía en Ashraf, aunque esté casado con su hija. Sus diferencias políticas son marcadas. Ashraf apela a una solución diplomática con Israel y al apoyo de Estados Unidos luego de la derrota en la “Guerra de los seis días”. Por su parte el presidente Nasser teme que esa vía de acción les haga perder el apoyo de la URSS. Pero el escenario cambia.
Nasser muere de un infarto. Le sucede su vicepresidente, Anwar Sadat -Sasson Gabai -, quien convoca a Ashraf como asesor personal luego de descabezar el grupo de confianza del anterior mandatario. Marwan, antes denostado y marginado, ve ahora una oportunidad para posicionarse como hombre clave en la nueva administración. El problema es que pronto se ve acorralado por el Mossad israelí. Una grabación de una antigua llamada telefónica ofreciendo secretos de inteligencia lo hace vulnerable y lo pone contra las cuerdas. ¿Dónde está su lealtad? ¿Con su país, Egipto? ¿Con Israel? ¿Con ambos?
La película es interesante porque remite a hechos reales. ¿Cuánto es verdad, cuánto ficción? La historia es cierta y los sucesos, al menos los más importantes, comprobables. Además, la trama invita a repasar la historia que, en el caso de Medio Oriente, siempre tiene un componente difícil y complejo. Liderazgos fuertes, autoritarios, dictatoriales, disputas políticas, enfrentamientos bélicos, muerte de civiles inocentes, numerosos atentados, acciones de espionaje e inteligencia, etc., son parte de un escenario de permanente conflicto en una zona donde el anhelo de la paz en ocasiones se transforma en una lejana utopía.
“El Ángel” tiene un desarrollo donde las recreaciones de época se destacan. Volvemos el tiempo atrás, hay cuidado en los detalles. El relato, si bien es pausado, no decae gracias a su intriga. Tal vez no logra un gran vuelo pero resulta entretenida. El guion se sostiene por la incertidumbre y los peligros que acechan al protagonista. Son los giros políticos y militares los que se superponen a los personales y sentimentales. No es que no los tenga, solo que en una historia de este tipo pasan a un natural segundo plano.
Ashraf Marwan es una figura reconocida en ambos países, Egipto e Israel. Recién en el año 2002, su identidad como espía fue revelada por el historiador israelí Ahron Bregman. En torno a un personaje de esta naturaleza, al que algunos acusan doble militancia, traición, encubrimiento e incluso enriquecimiento personal, se tejen muchos mitos. La película no profundiza demasiado. Muestra a Ashraf con su esposa Mona Marwan -Maisa Abd Elhadi-, y con la actriz Diana Ellis -Hannah Ware-, de quien, acusan, era amante. También se enfoca en la relación con Alex -Toby Kebbell-, un agente canadiense-israelí del Mossad, a quien reporta. Todas estas historias personales secundan el relato de los movimientos políticos de Ashraf. Son parte de la humanidad de un personaje que influye en la historia y que a través del cine conocemos y dimensionamos.
Ficha técnica
Título original: The Angel
Año: 2018
Duración: 113 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Distribuida por Netflix. Shamai, TTV Productions, Sumatra Films
Género: Drama. Thriller | Basado en hechos reales
Guion: David Arata, Luke Garrett, Ariel Vromen (Novela: Uri Bar-Joseph)
Música: Pinar Toprak
Fotografía: Terry Stacey
Reparto: Toby Kebbell, Chico Kenzari, Hannah Ware, Waleed Zuaiter, Ori Pfeffer, Sapir Azulay, Tsahi Halevi, Bern Collaco, Sasson Gabai, Bashar Rahal, Maisa Abd Elhadi, Mickey Leon, Slimane Dazi, Mali Levi, Leo Hunter, Oliver Trevena, Michael Chapman, Guy Adler, Tim Ingall, Gary Kiely, Neil Malik Abdullah
Dirección: Ariel Vromen
Basada en el libro “El Ángel: El egipcio espía que salvó a Israel”, escrito por Uri Bar-Joseph, “El Angel” narra la historia de Ashraf Marwan -Marwan Kenzari-, yerno del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser. Es 1970 y la acción transcurre entre Londres y El Cairo. Nasser no confía en Ashraf, aunque esté casado con su hija. Sus diferencias políticas son marcadas. Ashraf apela a una solución diplomática con Israel y al apoyo de Estados Unidos luego de la derrota en la “Guerra de los seis días”. Por su parte el presidente Nasser teme que esa vía de acción les haga perder el apoyo de la URSS. Pero el escenario cambia.
Nasser muere de un infarto. Le sucede su vicepresidente, Anwar Sadat -Sasson Gabai -, quien convoca a Ashraf como asesor personal luego de descabezar el grupo de confianza del anterior mandatario. Marwan, antes denostado y marginado, ve ahora una oportunidad para posicionarse como hombre clave en la nueva administración. El problema es que pronto se ve acorralado por el Mossad israelí. Una grabación de una antigua llamada telefónica ofreciendo secretos de inteligencia lo hace vulnerable y lo pone contra las cuerdas. ¿Dónde está su lealtad? ¿Con su país, Egipto? ¿Con Israel? ¿Con ambos?
La película es interesante porque remite a hechos reales. ¿Cuánto es verdad, cuánto ficción? La historia es cierta y los sucesos, al menos los más importantes, comprobables. Además, la trama invita a repasar la historia que, en el caso de Medio Oriente, siempre tiene un componente difícil y complejo. Liderazgos fuertes, autoritarios, dictatoriales, disputas políticas, enfrentamientos bélicos, muerte de civiles inocentes, numerosos atentados, acciones de espionaje e inteligencia, etc., son parte de un escenario de permanente conflicto en una zona donde el anhelo de la paz en ocasiones se transforma en una lejana utopía.
“El Ángel” tiene un desarrollo donde las recreaciones de época se destacan. Volvemos el tiempo atrás, hay cuidado en los detalles. El relato, si bien es pausado, no decae gracias a su intriga. Tal vez no logra un gran vuelo pero resulta entretenida. El guion se sostiene por la incertidumbre y los peligros que acechan al protagonista. Son los giros políticos y militares los que se superponen a los personales y sentimentales. No es que no los tenga, solo que en una historia de este tipo pasan a un natural segundo plano.
Ashraf Marwan es una figura reconocida en ambos países, Egipto e Israel. Recién en el año 2002, su identidad como espía fue revelada por el historiador israelí Ahron Bregman. En torno a un personaje de esta naturaleza, al que algunos acusan doble militancia, traición, encubrimiento e incluso enriquecimiento personal, se tejen muchos mitos. La película no profundiza demasiado. Muestra a Ashraf con su esposa Mona Marwan -Maisa Abd Elhadi-, y con la actriz Diana Ellis -Hannah Ware-, de quien, acusan, era amante. También se enfoca en la relación con Alex -Toby Kebbell-, un agente canadiense-israelí del Mossad, a quien reporta. Todas estas historias personales secundan el relato de los movimientos políticos de Ashraf. Son parte de la humanidad de un personaje que influye en la historia y que a través del cine conocemos y dimensionamos.
Ficha técnica
Título original: The Angel
Año: 2018
Duración: 113 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Distribuida por Netflix. Shamai, TTV Productions, Sumatra Films
Género: Drama. Thriller | Basado en hechos reales
Guion: David Arata, Luke Garrett, Ariel Vromen (Novela: Uri Bar-Joseph)
Música: Pinar Toprak
Fotografía: Terry Stacey
Reparto: Toby Kebbell, Chico Kenzari, Hannah Ware, Waleed Zuaiter, Ori Pfeffer, Sapir Azulay, Tsahi Halevi, Bern Collaco, Sasson Gabai, Bashar Rahal, Maisa Abd Elhadi, Mickey Leon, Slimane Dazi, Mali Levi, Leo Hunter, Oliver Trevena, Michael Chapman, Guy Adler, Tim Ingall, Gary Kiely, Neil Malik Abdullah
Dirección: Ariel Vromen
martes, 25 de agosto de 2020
Una chica fácil
Disponible en Netflix.
Naima -Mina Farid- acaba de cumplir 16 años. Se apronta para disfrutar sus vacaciones de verano mientras ayuda a su amigo Dodo -Lakdhar Dridi- quien ensaya su audición para estudiar actuación. Ella también quiere ser actriz, pero no está segura. La temporada de descanso comienza en Cannes. Paradisiacos entornos son bañados por el sol, con una luminosidad similar a la que emana Sofia -Zahia Dehar-, su prima que viene a pasar con ella el tiempo estival.
Naima es una adolescente normal. Diríamos que algo tímida, prudente y cautelosa. Sofia es lo opuesto, tiene 22 años e irradia una personalidad exuberante. Desinhibida y osada, se aventura sin tapujos en situaciones “desaconsejables”. Es así como acepta una invitación de un “cuarentón” para abordar su barco de lujo. Se trata de Andrés -Nuno Lopes-, un brasileño millonario. Con su amigo Philippe -Benoît Magimel- están de paso en la Costa Azul.
Esta cinta de la directora Rebecca Zlotowski no es tan ligera como parece. Es cierto que su primera capa es liviana y prima el tema sexual, los desnudos de Sofía y el deseo. Pero aquello es engañoso, quedarse solo allí podría ser un poco reduccionista. La película aborda de una manera distinta las decisiones adolescentes. Cuando un modelo resulta atractivo es difícil restarse. Eso es lo que le sucede a Naima al ver a su prima Sofía. Lo que observa es un estilo que cautiva. Acceso a lujos, dinero, a una vida “fácil”. Sin duda deslumbra.
La cinta gira en torno a Sofía pero su centro real es Naima. Ella cambia con la influencia de esta prima mayor. Desconoce a su amigo Dodo, incluso lo deja botado por un panorama mejor. Desconoce a su mamá y también cualquier consejo. La atracción que le produce el actuar de Sofía la seduce y la ciega. No observa a su alrededor, solo quiere ser invitada a formar parte de este nuevo mundo, ahora cercano y accesible.
El relato es hábil para llegar al punto de inflexión. Sofía avanza por su camino pues ya está trazado. Naima aun lo está construyendo y aquello se transforma en su oportunidad. El descubrimiento -autodescubrimiento, tal vez es mejor- de sus principios marca la diferencia. En la medida que Naima se valora, recobra sentido, se cuestiona. ¿Está dispuesta a transar? ¿Qué está dispuesta a transar, específicamente? Lo que ve ahora cercano, ¿vale realmente? La película, en clave simple, muestra una disyuntiva llena de efectos cautivantes, atajos que confunden y generan dudas. Un tratamiento francés para el complejo tema del tránsito de la adolescencia a la madurez.
Ficha técnica
Título original: Une fille facile
Año: 2019
Duración: 92 minutos
País: Francia
Productora: Velvet Films
Género: Drama | Adolescencia
Guion: Zahia Dehar, Teddy Lussi-Modeste, Rebecca Zlotowski
Fotografía: Georges Lechaptois
Reparto: Mina Farid, Zahia Dehar, Benoît Magimel, Clotilde Courau, Nuno Lopes, Lise Lomi, Loubna Abidar, Henri-Noël Tabary, Lakdhar Dridi
Dirección: Rebecca Zlotowski
Naima es una adolescente normal. Diríamos que algo tímida, prudente y cautelosa. Sofia es lo opuesto, tiene 22 años e irradia una personalidad exuberante. Desinhibida y osada, se aventura sin tapujos en situaciones “desaconsejables”. Es así como acepta una invitación de un “cuarentón” para abordar su barco de lujo. Se trata de Andrés -Nuno Lopes-, un brasileño millonario. Con su amigo Philippe -Benoît Magimel- están de paso en la Costa Azul.
Esta cinta de la directora Rebecca Zlotowski no es tan ligera como parece. Es cierto que su primera capa es liviana y prima el tema sexual, los desnudos de Sofía y el deseo. Pero aquello es engañoso, quedarse solo allí podría ser un poco reduccionista. La película aborda de una manera distinta las decisiones adolescentes. Cuando un modelo resulta atractivo es difícil restarse. Eso es lo que le sucede a Naima al ver a su prima Sofía. Lo que observa es un estilo que cautiva. Acceso a lujos, dinero, a una vida “fácil”. Sin duda deslumbra.
La cinta gira en torno a Sofía pero su centro real es Naima. Ella cambia con la influencia de esta prima mayor. Desconoce a su amigo Dodo, incluso lo deja botado por un panorama mejor. Desconoce a su mamá y también cualquier consejo. La atracción que le produce el actuar de Sofía la seduce y la ciega. No observa a su alrededor, solo quiere ser invitada a formar parte de este nuevo mundo, ahora cercano y accesible.
El relato es hábil para llegar al punto de inflexión. Sofía avanza por su camino pues ya está trazado. Naima aun lo está construyendo y aquello se transforma en su oportunidad. El descubrimiento -autodescubrimiento, tal vez es mejor- de sus principios marca la diferencia. En la medida que Naima se valora, recobra sentido, se cuestiona. ¿Está dispuesta a transar? ¿Qué está dispuesta a transar, específicamente? Lo que ve ahora cercano, ¿vale realmente? La película, en clave simple, muestra una disyuntiva llena de efectos cautivantes, atajos que confunden y generan dudas. Un tratamiento francés para el complejo tema del tránsito de la adolescencia a la madurez.
Ficha técnica
Título original: Une fille facile
Año: 2019
Duración: 92 minutos
País: Francia
Productora: Velvet Films
Género: Drama | Adolescencia
Guion: Zahia Dehar, Teddy Lussi-Modeste, Rebecca Zlotowski
Fotografía: Georges Lechaptois
Reparto: Mina Farid, Zahia Dehar, Benoît Magimel, Clotilde Courau, Nuno Lopes, Lise Lomi, Loubna Abidar, Henri-Noël Tabary, Lakdhar Dridi
Dirección: Rebecca Zlotowski
domingo, 23 de agosto de 2020
This is not a Burial, its a Resurrection (SANFIC16, Competencia Internacional)
Entre las enredadas montañas del interior de Lesotho, una viuda de 80 años ordena sus asuntos terrenales, hace preparativos para su entierro y se alista para morir; pero cuando su aldea es amenazada con un desplazamiento forzado debido a la construcción de un embalse, resurge su voluntad de vivir, impulsando un espíritu colectivo de resistencia dentro de su comunidad. En los dramáticos momentos finales de su vida, la leyenda de Mantoa se forja y se hace eterna.
El pueblo es Nazaretha. Un narrador nos cuenta la historia. La religiosidad se siente en un inicio marcado por simbolismos. Mantoa ha perdido a su esposo. Su consuelo, su respuesta a la viudez es su hijo y acaba de morir. Desolación, tristeza, pérdida de sentido; su final está cerca.
El campo es amplio en un valle abierto. El lugar es conocido como las “Llanuras del llanto”. Allí murieron en viaje decenas de personas que no alcanzaron a llegar a la ciudad. Son los ancestros de quienes lo habitan hoy. La viuda convoca a la muerte pero parece que ésta se ha olvidado de ella. Su rostro desencajado lo dice todo. Solo quiere ser enterrada en su tierra.
El proyecto de construcción de una presa cambia el escenario. Significa la inundación de los campos, también de las tumbas y el cementerio. Mantoa se opone. El lugar es sagrado, quienes descansan allí merecen respeto y consideración. Su rostro cambia, se encaja y se dispone a liderar la lucha.
El guionista y director Lemohang Jeremiah Mosese construye una cinta que enfrenta la modernidad con la tradición, el avance estructural con los sacrificios y costos para las comunidades. La cinta tiene abundantes planos sin movimiento. Retrata sentimientos. Su narración es similar a la declamación de un poema, una Elegía.
El metraje avanza lenta y pausadamente. En ocasiones también retrocede. Los detalles son captados por una cámara cercana que no duda en distanciarse cuando el plano general necesita horizontes y vacíos. La religiosidad está siempre presente, el sacerdote es parte de la comunidad, un miembro más. Misioneros franceses construyeron la Iglesia en el lugar en el año 1850 y se aprecia su obra.
“This is not a Burial, its a Resurrection” (No es un Entierro, es una Resurrección) es eminentemente social. En forma directa muestra la división y efectos que produce una decisión que aplasta a una comunidad. Es una imposición, una profanación. Por eso Mantoa cobra nuevo impulso y vida para dar su última batalla. El pueblo está detrás.
Ficha técnica
Productora: Cait Pansegrouw
Productor: Elias Ribeiro
Guionista: Lemohang Jeremiah Mosese
Director de Fotografía: Pierre de Villiers
Directora de Arte: Leila Walter
Editor: Lemohang Jeremiah Mosese
Música: Yu Miyashita
Idioma: Sesoto
Elenco: Mary Twala Mlongo, Makhaola Ndebele, Tseko Monaheng, Siphiwe Nzima, Jerry Mofokeng Wa Makhetha
Director: Lemohang Jeremiah Mosese
El campo es amplio en un valle abierto. El lugar es conocido como las “Llanuras del llanto”. Allí murieron en viaje decenas de personas que no alcanzaron a llegar a la ciudad. Son los ancestros de quienes lo habitan hoy. La viuda convoca a la muerte pero parece que ésta se ha olvidado de ella. Su rostro desencajado lo dice todo. Solo quiere ser enterrada en su tierra.
El proyecto de construcción de una presa cambia el escenario. Significa la inundación de los campos, también de las tumbas y el cementerio. Mantoa se opone. El lugar es sagrado, quienes descansan allí merecen respeto y consideración. Su rostro cambia, se encaja y se dispone a liderar la lucha.
El guionista y director Lemohang Jeremiah Mosese construye una cinta que enfrenta la modernidad con la tradición, el avance estructural con los sacrificios y costos para las comunidades. La cinta tiene abundantes planos sin movimiento. Retrata sentimientos. Su narración es similar a la declamación de un poema, una Elegía.
El metraje avanza lenta y pausadamente. En ocasiones también retrocede. Los detalles son captados por una cámara cercana que no duda en distanciarse cuando el plano general necesita horizontes y vacíos. La religiosidad está siempre presente, el sacerdote es parte de la comunidad, un miembro más. Misioneros franceses construyeron la Iglesia en el lugar en el año 1850 y se aprecia su obra.
“This is not a Burial, its a Resurrection” (No es un Entierro, es una Resurrección) es eminentemente social. En forma directa muestra la división y efectos que produce una decisión que aplasta a una comunidad. Es una imposición, una profanación. Por eso Mantoa cobra nuevo impulso y vida para dar su última batalla. El pueblo está detrás.
Ficha técnica
Productora: Cait Pansegrouw
Productor: Elias Ribeiro
Guionista: Lemohang Jeremiah Mosese
Director de Fotografía: Pierre de Villiers
Directora de Arte: Leila Walter
Editor: Lemohang Jeremiah Mosese
Música: Yu Miyashita
Idioma: Sesoto
Elenco: Mary Twala Mlongo, Makhaola Ndebele, Tseko Monaheng, Siphiwe Nzima, Jerry Mofokeng Wa Makhetha
Director: Lemohang Jeremiah Mosese
¿Hay algo en lugar de nada? (SANFIC16, Competencia de Cine Chileno)
Un grupo de amigos se embarca en la búsqueda de Friendship, una misteriosa isla ubicada en el sur de Chile, supuestamente habitada por seres extraterrestres con grandes avances tecnológicos. A través de su búsqueda, sus historias se entrecruzarán con las de aquellos que se comunicaron con la isla hace décadas.
Se escucha la voz de Cristina y Octavio, Ariel no responde. No alcanzamos a comprender, es algo misterioso. Pronto entendemos que las conversaciones giran en torno a una isla en el sur de Chile. Su nombre, “Friendship”. Un viaje documenta esta historia que tiene varias pistas; casetes con grabaciones de hace más de 30 años de radioaficionados quienes tomaron contacto con personas especiales, según ellos, seres extraterrestres.
De pronto nos encontramos buscando una isla que se torna inubicable. Vemos imágenes de un reportaje de 1998 que conduce Patricio Bañados, se trata del programa “Ovni”, transmitido por TVN en 1999. Ellos están tras el mismo objetivo y tampoco lo encuentran. Apreciamos en el metraje actual numerosos testimonios sobre los contactos, incluso el de la visita de Ernesto de la Fuente Gandarillas al misterioso lugar y su sanación de un avanzado cáncer. Inexplicable, sorprendente, inquietante.
Peter Mcphee filma este documental que sigue a un grupo de amigos que se propone encontrar la isla y también explicaciones. Entrevistas, traslados, búsqueda por aire, mar y tierra. La isla no se deja ver y el misterio se acrecienta. Quienes conocen la historia de primera fuente hablan de invitados y elegidos. Por supuesto solo si quienes forman parte de “Friendship” los necesitan.
Se escucha la voz de Cristina y Octavio, Ariel no responde. No alcanzamos a comprender, es algo misterioso. Pronto entendemos que las conversaciones giran en torno a una isla en el sur de Chile. Su nombre, “Friendship”. Un viaje documenta esta historia que tiene varias pistas; casetes con grabaciones de hace más de 30 años de radioaficionados quienes tomaron contacto con personas especiales, según ellos, seres extraterrestres.
De pronto nos encontramos buscando una isla que se torna inubicable. Vemos imágenes de un reportaje de 1998 que conduce Patricio Bañados, se trata del programa “Ovni”, transmitido por TVN en 1999. Ellos están tras el mismo objetivo y tampoco lo encuentran. Apreciamos en el metraje actual numerosos testimonios sobre los contactos, incluso el de la visita de Ernesto de la Fuente Gandarillas al misterioso lugar y su sanación de un avanzado cáncer. Inexplicable, sorprendente, inquietante.
Peter Mcphee filma este documental que sigue a un grupo de amigos que se propone encontrar la isla y también explicaciones. Entrevistas, traslados, búsqueda por aire, mar y tierra. La isla no se deja ver y el misterio se acrecienta. Quienes conocen la historia de primera fuente hablan de invitados y elegidos. Por supuesto solo si quienes forman parte de “Friendship” los necesitan.
El guion llega a su punto mayor a los dos tercios del relato. Mantiene el interés e incluso asombra. Luego decae, la búsqueda se diluye, el ritmo baja considerablemente. Aparecen muchos conectores largos con preciosos paisajes y tomas aéreas, pero sobre el misterio quedamos donde mismo.
“¿Hay algo en lugar de nada?” presenta preguntas sin respuestas. ¿Creer, no creer? No veo que ese sea su fin. Los testimonios son claros, ¿podemos dudar? Tal vez. Depende de cada uno, de nuestra propia experiencia con un tema de este tipo. La cinta lo expone y lo desarrolla. Nos pide seguir el proceso y quizá profundizarlo. La soledad se comienza a sentir, uno de los amigos decide seguir por su cuenta. Tiene una propia historia, busca a su hermano. El desafío ahora es personal e individual, mientras el fenómeno visualizado y sus implicancias son indudablemente colectivas.
Ficha técnica
Productora: Ana Belén Asfura
Guionista: Peter Mcphee
Director de Fotografía: Peter Mcphee
Editor: Peter Mcphee
Música: Jorge Puig
Director: Peter Mcphee
“¿Hay algo en lugar de nada?” presenta preguntas sin respuestas. ¿Creer, no creer? No veo que ese sea su fin. Los testimonios son claros, ¿podemos dudar? Tal vez. Depende de cada uno, de nuestra propia experiencia con un tema de este tipo. La cinta lo expone y lo desarrolla. Nos pide seguir el proceso y quizá profundizarlo. La soledad se comienza a sentir, uno de los amigos decide seguir por su cuenta. Tiene una propia historia, busca a su hermano. El desafío ahora es personal e individual, mientras el fenómeno visualizado y sus implicancias son indudablemente colectivas.
Ficha técnica
Productora: Ana Belén Asfura
Guionista: Peter Mcphee
Director de Fotografía: Peter Mcphee
Editor: Peter Mcphee
Música: Jorge Puig
Director: Peter Mcphee
sábado, 22 de agosto de 2020
Sanctorum (SANFIC16, Competencia Internacional)
Un niño pequeño y su madre viven en una aldea atrapada en el fuego cruzado entre fuerzas militares y carteles. Un día ella no regresa de los campos de marihuana en los que trabaja. El niño, angustiado, le pregunta a su abuela dónde se ha ido su mamá. Llena de dolor, la abuela le dice que vaya al bosque a rezarle a los elementos naturales para que la madre vuelva sana y salva. Cuando los soldados llegan y los aldeanos se preparan para la batalla definitiva, el asombroso poder de la naturaleza se manifiesta.
Un arroyo en un valle. Agua cristalina que fluye y de pronto se enrojece. Ruidos en el cielo, como una gran campana. Imágenes amplias, aéreas, lejanas. Volvemos. Ahora presenciamos una toma larga, desde lejos; un operativo, movimientos, personas, disparos. Penumbra, silencio, muerte.
“Sanctorum” presenta la ruralidad de un México profundo. Filmada en las montañas de Oaxaca y hablada en lengua mixe y español, narra la historia de un pueblo azotado por la violencia. Los narcos y el ejército se enfrentan en la zona. Los lugareños, al medio, son oprimidos por ambos extremos. No solo oprimidos; asesinados, masacrados, exterminados.
El director Joshua Gil construye un relato sobre familias que trabajan en campos de cultivo de marihuana, mayoritariamente mujeres y niños. Es una historia de sacrificio y supervivencia en el campo mexicano. Allí, un niño pequeño ha perdido a su madre. Su abuela, que lo cuida, le dice que ella podría volver si le reza a la naturaleza y pide un milagro. ¿Fantasía o mito? La cinta tiende un puente poético y desarrolla una metáfora.
Los habitantes del pueblo se saben vulnerables. El maestro rural los lidera. Hay miedo, se comunican entre ellos, la amenaza avanza. Por un lado el cartel, por otro el ejército. Las armas someten. La decisión está tomada, no pueden ganar pero se van a defender. Percibimos el sufrimiento. Aflora un sentido religioso que se manifiesta en todo su esplendor; el amor es fuente de salvación.
Ficha técnica
Un arroyo en un valle. Agua cristalina que fluye y de pronto se enrojece. Ruidos en el cielo, como una gran campana. Imágenes amplias, aéreas, lejanas. Volvemos. Ahora presenciamos una toma larga, desde lejos; un operativo, movimientos, personas, disparos. Penumbra, silencio, muerte.
“Sanctorum” presenta la ruralidad de un México profundo. Filmada en las montañas de Oaxaca y hablada en lengua mixe y español, narra la historia de un pueblo azotado por la violencia. Los narcos y el ejército se enfrentan en la zona. Los lugareños, al medio, son oprimidos por ambos extremos. No solo oprimidos; asesinados, masacrados, exterminados.
El director Joshua Gil construye un relato sobre familias que trabajan en campos de cultivo de marihuana, mayoritariamente mujeres y niños. Es una historia de sacrificio y supervivencia en el campo mexicano. Allí, un niño pequeño ha perdido a su madre. Su abuela, que lo cuida, le dice que ella podría volver si le reza a la naturaleza y pide un milagro. ¿Fantasía o mito? La cinta tiende un puente poético y desarrolla una metáfora.
Los habitantes del pueblo se saben vulnerables. El maestro rural los lidera. Hay miedo, se comunican entre ellos, la amenaza avanza. Por un lado el cartel, por otro el ejército. Las armas someten. La decisión está tomada, no pueden ganar pero se van a defender. Percibimos el sufrimiento. Aflora un sentido religioso que se manifiesta en todo su esplendor; el amor es fuente de salvación.
Ficha técnica
Productores: Marion D'Ornano, Laura Imperiale, Carlos Sosa, Joshua Gil
Guionista: Joshua Gil
Director de Fotografía: Mateo Guzmán, Joshua Gil
Director de Arte: Rafael Camacho
Editor: León Felipe González
Editor: Joshua Gil
Música: Galo Durán
Idiomas: Mixe, Español
Elenco: Erwin Antonio Pérez Jiménez, Nereyda Pérez Vásquez, Virgen Vásquez Torres, Javier Bautista González, Damián Martínez
Director: Joshua Gil
Guionista: Joshua Gil
Director de Fotografía: Mateo Guzmán, Joshua Gil
Director de Arte: Rafael Camacho
Editor: León Felipe González
Editor: Joshua Gil
Música: Galo Durán
Idiomas: Mixe, Español
Elenco: Erwin Antonio Pérez Jiménez, Nereyda Pérez Vásquez, Virgen Vásquez Torres, Javier Bautista González, Damián Martínez
Director: Joshua Gil
Piola (SANFIC16, Competencia de Cine Chileno)
Martin y Charly pasan el tiempo haciendo música rap. Una noche encuentran un arma cargada en las orillas de un cerro, mientras Sol, pierde a su perra. Aunque aparentemente inconexas, estas historias están íntimamente ligadas, formando el retrato de jóvenes chilenos en su difícil paso a la adultez.
En tres historias y seis partes, el guionista y director Luis Alejandro Pérez (1985) filma su comuna, Quilicura, en Santiago de Chile.
El primer capítulo presenta a Martín -Max Salgado-, un adolescente que ama el Rap. La música es todo para él. Vive limitado; siente angustia, vacío, soledad, incomprensión. La desconexión con su familia es desesperante. Un obligado cambio de casa por una solicitud de embargo lo complica aún más, menos espacio tendrá. Su hábitat se encuentra con sus amigos, con su grupo “De la Urbe”, en la música, en sus carretes. Aun así vemos discusiones, discriminación -uno de los amigos es haitiano-, y peleas entre los cabros. Luego de una noche de fiesta, Martín encuentra un arma cargada.
Un segundo capítulo nos muestra a Sol -Ignacia Uribe-, adolescente que vive sola con su madre y su perrita Canela. Sol juega fútbol -es arquera- y es “la otra” en una relación con un “tatuador” algunos años mayor que ella. Presenta otra dimensión, esta vez femenina, de las dificultades propias de la edad. En un descuido de la madre, Canela se escapa. Comienzan a buscarla, no hay pistas ni rastros, solo recriminaciones cruzadas y fuertes entre la hija y la mamá.
El tercer capítulo corresponde a Charly -René Miranda-. Este adolescente, “partner” de Martín en todo, tiene un hijo. Casi no lo ve y cuando lo intenta, la mamá no lo deja. Trabaja en un local de comida rápida, siente la presión laboral y de su jefe. No está a gusto, está obligado por las circunstancias. Charly es una olla a presión a punto de estallar. Su ceño está siempre apretado, su carácter, irreverente, su enojo, permanente.
Los siguientes tres capítulos conectan estas historias, aparentemente independientes. Los temas que aborda Pérez son profundos. La frustración, impotencia y rabia que sienten estos adolescentes es muy marcada. ¿Hay escape? La música. En una entrevista en una radio comunitaria, Martín nos entrega lo más sentido del relato. Para él, con el Rap se puede expresar, puede pensar, ordenar las ideas, exteriorizar la rabia, el sentir de la calle, lo verdadero. Y el Hip Hop es su casa. Es su lugar, su mundo. La letra, señala, es como un hijo. Siente profundo amor por el arte que practica.
El guion del mismo director, Luis Alejandro Pérez, es preciso. Se ve real, se siente auténtico. La cámara casi no se nota, es como si estuviéramos allí, junto a Martín, Charly y Sol. Nos imbuye de sus realidades, nos compromete. Interpela a la sociedad, al sistema, a la falta de oportunidades y también muestra una búsqueda permanente. Resulta interesante que el arte, en este caso una expresión musical con letras de protesta, sea la válvula de escape para un grupo de adolescentes que transitan hacia las siguientes etapas de sus vidas.
Ficha técnica
Productora: Cecilia Otero
Productor: Rolando Santana
Guionista: Luis Alejandro Pérez
Director de Fotografía: Simón Kaulen
Directora de Arte: Camila Mosquera
Directora de Arte: Antonia Mujica
Editor: Sylvana Squicciarini
Música: Pablo Mondragón
Elenco: Max Salgado, René Miranda, Ignacia Uribe, Javier Castillo, Steevens Benjamin, Andrés Rebolledo, Alejandro Trejo, Paula Zúñiga
Director: Luis Alejandro Pérez
En tres historias y seis partes, el guionista y director Luis Alejandro Pérez (1985) filma su comuna, Quilicura, en Santiago de Chile.
El primer capítulo presenta a Martín -Max Salgado-, un adolescente que ama el Rap. La música es todo para él. Vive limitado; siente angustia, vacío, soledad, incomprensión. La desconexión con su familia es desesperante. Un obligado cambio de casa por una solicitud de embargo lo complica aún más, menos espacio tendrá. Su hábitat se encuentra con sus amigos, con su grupo “De la Urbe”, en la música, en sus carretes. Aun así vemos discusiones, discriminación -uno de los amigos es haitiano-, y peleas entre los cabros. Luego de una noche de fiesta, Martín encuentra un arma cargada.
Un segundo capítulo nos muestra a Sol -Ignacia Uribe-, adolescente que vive sola con su madre y su perrita Canela. Sol juega fútbol -es arquera- y es “la otra” en una relación con un “tatuador” algunos años mayor que ella. Presenta otra dimensión, esta vez femenina, de las dificultades propias de la edad. En un descuido de la madre, Canela se escapa. Comienzan a buscarla, no hay pistas ni rastros, solo recriminaciones cruzadas y fuertes entre la hija y la mamá.
El tercer capítulo corresponde a Charly -René Miranda-. Este adolescente, “partner” de Martín en todo, tiene un hijo. Casi no lo ve y cuando lo intenta, la mamá no lo deja. Trabaja en un local de comida rápida, siente la presión laboral y de su jefe. No está a gusto, está obligado por las circunstancias. Charly es una olla a presión a punto de estallar. Su ceño está siempre apretado, su carácter, irreverente, su enojo, permanente.
Los siguientes tres capítulos conectan estas historias, aparentemente independientes. Los temas que aborda Pérez son profundos. La frustración, impotencia y rabia que sienten estos adolescentes es muy marcada. ¿Hay escape? La música. En una entrevista en una radio comunitaria, Martín nos entrega lo más sentido del relato. Para él, con el Rap se puede expresar, puede pensar, ordenar las ideas, exteriorizar la rabia, el sentir de la calle, lo verdadero. Y el Hip Hop es su casa. Es su lugar, su mundo. La letra, señala, es como un hijo. Siente profundo amor por el arte que practica.
El guion del mismo director, Luis Alejandro Pérez, es preciso. Se ve real, se siente auténtico. La cámara casi no se nota, es como si estuviéramos allí, junto a Martín, Charly y Sol. Nos imbuye de sus realidades, nos compromete. Interpela a la sociedad, al sistema, a la falta de oportunidades y también muestra una búsqueda permanente. Resulta interesante que el arte, en este caso una expresión musical con letras de protesta, sea la válvula de escape para un grupo de adolescentes que transitan hacia las siguientes etapas de sus vidas.
Ficha técnica
Productora: Cecilia Otero
Productor: Rolando Santana
Guionista: Luis Alejandro Pérez
Director de Fotografía: Simón Kaulen
Directora de Arte: Camila Mosquera
Directora de Arte: Antonia Mujica
Editor: Sylvana Squicciarini
Música: Pablo Mondragón
Elenco: Max Salgado, René Miranda, Ignacia Uribe, Javier Castillo, Steevens Benjamin, Andrés Rebolledo, Alejandro Trejo, Paula Zúñiga
Director: Luis Alejandro Pérez
viernes, 21 de agosto de 2020
Mi final. Tu comienzo (SANFIC16, Competencia Internacional)
Nora y Aron se enamoran a primera vista – sin embargo Aron muere en un robo. Nora busca el calor de un extraño, pero la invade la sensación de que es alguien que ya conoce… Tres jóvenes serán unidos por un terrible accidente que cambiará sus vidas. Al final, ninguno de ellos será el mismo después de haber descubierto duras verdades sobre el amor, la fe, el valor, el deseo y la culpa. ¿Puede el azar cambiar nuestros mundos sin vuelta atrás, o ya están escritas nuestras vidas?
Este drama de la directora alemana Mariko Minoguchi (Múnich, 1988) está marcado por un hecho trágico. El novio de Nora, Aron, muere en un atraco bancario. No es un adelanto de la historia, es el hecho que marca la historia.
Idioma: Alemán
Productores: Trini Götze, David Armati Lechner
Guionista: Mariko Minoguchi
Director de Fotografía: Julian Krubasik
Director de Arte: Francis Söder
Editor: Andreas Menn
Música: Jack Ritchie
Elenco: Saskia Rosendahl, Edin Hasanović, Julius Feldmeier
Director: Mariko Minoguchi
Este drama de la directora alemana Mariko Minoguchi (Múnich, 1988) está marcado por un hecho trágico. El novio de Nora, Aron, muere en un atraco bancario. No es un adelanto de la historia, es el hecho que marca la historia.
Aron -Julius Feldmeier- defiende su tesis de física. Postula que los “Déjà vu” (en francés “ya visto”) pueden explicarse como recuerdos del futuro. Esto rompe la barrera del tiempo y plantea una teoría diferente. Nora -Saskia Rosendahl-, trabaja en un supermercado como reponedora y cajera. Cuando ambos se conocen, por casualidad, algo de la teoría de Aron se aplica. Es como si se conocieran desde antes, desde siempre. La pareja ideal, flores, mariposas, energía, química; amor total.
La trama de la cinta es simple, pero lo es solo después de armar el rompecabezas. La fortaleza del relato es la forma que elige Mariko Minoguchi para dar cuenta de la historia. Gracias a este recurso temporal -no estamos ante una sola línea, tenemos dos en paralelo-, los hechos se enlazan a través de la teoría expuesta por Aron.
En “Mein Ende. Dein Anfang” hay una tercera dimensión. La provee un desconocido, Natan -Edin Hasanović,-, un joven padre que tiene a su hija pequeña enferma. Pierde su trabajo, su seguro de salud y su matrimonio entra en crisis. Nora se encuentra por casualidad con Natan. Es un extraño, pero, ¿se conocen? La soledad y abandono de Nora le acercan a este sujeto que produce en ella una atracción imprevista. La historia va revelando elementos importantes, variados sentimientos, desolación, búsqueda afectiva y también sorpresas.
Esta cinta compromete porque se desarrolla en base a conexiones emocionales. “No existen las coincidencias, solo falta información”, plantea Aron. Valores fundamentales están presentes en el relato. El amor y la culpa a su vez son transversales. También una necesidad urgente que obliga a traspasar la frontera de la aceptable. La premisa es interesante y con su forma narrativa adquiere una perspectiva diferente. Aunque nos perdamos un poco en el camino, una vez que armamos el puzzle, la visión global de “Mi final. Tu comienzo” resulta alentadora.
Ficha técnica
La trama de la cinta es simple, pero lo es solo después de armar el rompecabezas. La fortaleza del relato es la forma que elige Mariko Minoguchi para dar cuenta de la historia. Gracias a este recurso temporal -no estamos ante una sola línea, tenemos dos en paralelo-, los hechos se enlazan a través de la teoría expuesta por Aron.
En “Mein Ende. Dein Anfang” hay una tercera dimensión. La provee un desconocido, Natan -Edin Hasanović,-, un joven padre que tiene a su hija pequeña enferma. Pierde su trabajo, su seguro de salud y su matrimonio entra en crisis. Nora se encuentra por casualidad con Natan. Es un extraño, pero, ¿se conocen? La soledad y abandono de Nora le acercan a este sujeto que produce en ella una atracción imprevista. La historia va revelando elementos importantes, variados sentimientos, desolación, búsqueda afectiva y también sorpresas.
Esta cinta compromete porque se desarrolla en base a conexiones emocionales. “No existen las coincidencias, solo falta información”, plantea Aron. Valores fundamentales están presentes en el relato. El amor y la culpa a su vez son transversales. También una necesidad urgente que obliga a traspasar la frontera de la aceptable. La premisa es interesante y con su forma narrativa adquiere una perspectiva diferente. Aunque nos perdamos un poco en el camino, una vez que armamos el puzzle, la visión global de “Mi final. Tu comienzo” resulta alentadora.
Ficha técnica
Idioma: Alemán
Productores: Trini Götze, David Armati Lechner
Guionista: Mariko Minoguchi
Director de Fotografía: Julian Krubasik
Director de Arte: Francis Söder
Editor: Andreas Menn
Música: Jack Ritchie
Elenco: Saskia Rosendahl, Edin Hasanović, Julius Feldmeier
Director: Mariko Minoguchi
Lhamo y Skalbe (SANFIC16, Competencia Internacional)
Lhamo y Skalbe no logran inscribir su matrimonio pues Skalbe ya está en una relación conyugal legalmente reconocida. Skalbe se embarca en un viaje en busca de su supuesta ex esposa Tsoyag, y descubre que ella ha renunciado a su vida secular hace cuatro años. La identidad de Tsoyag afecta mucho a Skalbe. Mientras tanto, Lhamo se comporta distante y confusa. Está ocupada con ensayos de una ópera tibetana, la Epopeya del Rey Gesar, representando a la heroína Atak Lhamo, quien cae al infierno por sus pecados. Un secreto enterrado la hace ver las cosas con otros ojos: verá a su personaje con miedo, y a su matrimonio con ansiedad.
Esta cinta oriental trata sobre dos jóvenes. Lhamo es la chica más linda del lugar y su madre la posiciona como tal con el líder del pueblo. Participa en la representación de una ópera tibetana en un heroico y sentido papel principal. Skalbe tiene un camión, es dueño de un caballo de carreras y tiene a su padre muy enfermo. Lhamo y Skalbe quieren casarse pero no pueden. Un certificado de matrimonio anterior complica al joven. ¿Qué pasó? Vamos descubriendo la historia, lentamente.
El quiebre en la joven pareja se advierte desde el inicio. Skalbe deambula sin expresión, perdido, frustrado. La ley se debe cumplir. Debe ubicar a su esposa legal y firmar el divorcio. El tema es que ahora ella se ha convertido en monja; más difícil aun. Lo que sucedió no es clara y deberemos esperar bastante para poder tener alguna pista. En paralelo también se descubre otro secreto; cambia la perspectiva. La tradición, el honor y las apariencias juegan ahora un rol principal.
Con una narrativa difusa cargada de simbolismo, “Lhamo y Skalbe” transcurre con pasiva calma. No hay apuro. El acento está precisamente en el registro de historias íntimas. Son más importantes los gestos y los silencios, que las acciones. El reflejo de la cultura se palpa en el metraje. En general solo observamos. Cuesta compenetrarnos de los sentimientos de los protagonistas. Un par de capas lo impiden, tal vez. Queda, eso sí, la fotografía del entorno y el acercamiento a un mundo distinto, elementos que si superamos las primeras capas nos pueden dejar entrar de manera más profunda en la historia.
Ficha técnica
Productores: Hei Liu, Junjie Chen, Daktze
Guionista: Sonthar Gyal
Director de Fotografía: Meng Wang
Directores de Arte: Daktze Dondrub, Tsering Dondrub
Editores: Matthieu Laclau, Sangdak Jyab
Música: Yang Shuk Tso
Idioma: Chino
Elenco: Sonam Nyima, Dekyid, Sechok Gyal
Director: Sonthar Gyal
Esta cinta oriental trata sobre dos jóvenes. Lhamo es la chica más linda del lugar y su madre la posiciona como tal con el líder del pueblo. Participa en la representación de una ópera tibetana en un heroico y sentido papel principal. Skalbe tiene un camión, es dueño de un caballo de carreras y tiene a su padre muy enfermo. Lhamo y Skalbe quieren casarse pero no pueden. Un certificado de matrimonio anterior complica al joven. ¿Qué pasó? Vamos descubriendo la historia, lentamente.
El quiebre en la joven pareja se advierte desde el inicio. Skalbe deambula sin expresión, perdido, frustrado. La ley se debe cumplir. Debe ubicar a su esposa legal y firmar el divorcio. El tema es que ahora ella se ha convertido en monja; más difícil aun. Lo que sucedió no es clara y deberemos esperar bastante para poder tener alguna pista. En paralelo también se descubre otro secreto; cambia la perspectiva. La tradición, el honor y las apariencias juegan ahora un rol principal.
Con una narrativa difusa cargada de simbolismo, “Lhamo y Skalbe” transcurre con pasiva calma. No hay apuro. El acento está precisamente en el registro de historias íntimas. Son más importantes los gestos y los silencios, que las acciones. El reflejo de la cultura se palpa en el metraje. En general solo observamos. Cuesta compenetrarnos de los sentimientos de los protagonistas. Un par de capas lo impiden, tal vez. Queda, eso sí, la fotografía del entorno y el acercamiento a un mundo distinto, elementos que si superamos las primeras capas nos pueden dejar entrar de manera más profunda en la historia.
Ficha técnica
Productores: Hei Liu, Junjie Chen, Daktze
Guionista: Sonthar Gyal
Director de Fotografía: Meng Wang
Directores de Arte: Daktze Dondrub, Tsering Dondrub
Editores: Matthieu Laclau, Sangdak Jyab
Música: Yang Shuk Tso
Idioma: Chino
Elenco: Sonam Nyima, Dekyid, Sechok Gyal
Director: Sonthar Gyal
Onkel Günter (SANFIC16, Competencia de Cine Chileno)
Una familia chilena descendiente de alemanes debe enfrentar un doloroso episodio ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial. El silencio cede cuando uno de sus miembros se muda a Berlín y empieza a indagar sobre la desaparición del hermano mellizo de su abuelo, quien era piloto del ejército alemán. En un viaje de ida y vuelta entre Chile y Alemania, el director se vuelca sobre su propia historia para reflexionar sobre el rol de la familia en la construcción de la memoria, y en cómo hechos ocurridos en la Alemania Nazi tienen eco en el Chile de hoy.
Una cámara nerviosa registra una discusión familiar. Algo los divide y las posiciones se enfrentan. Es historia familiar. Se trata del hermano mellizo del abuelo del director Juan Francisco Riumalló. ¿Y el hecho? Combatió por Alemania en la Segunda Guerra Mundial y desapareció en combate en febrero de 1941. La historia se encontraba oculta, Juan Francisco la descubre.
Este trabajo documental, a través de testimonios, fotos y viajes, se propone conocer a este miembro de la familia. La reconstrucción implica un recorrido en sentido inverso. Si en el pasado el abuelo llegó a Chile, ahora es Juan Francisco quien viaja a Alemania. Este espejo de la historia es interesante, desde luego, y el director le entrega vida gracias a la transposición de imágenes, tomas en movimiento y retratos desde ángulos diferentes.
El documental es muy honesto, registra opiniones conflictivas y visiones extremas dentro de una misma familia. Juan Francisco Riumalló realiza preguntas agudas y recibe respuestas sin filtro. Hay una mirada diferente de la Guerra -y en primera persona- por parte de algunos de sus familiares. Imágenes antiguas, fotos, lugares, se intercalan en el relato con las tomas actuales. Lo sucedido en la Segunda Guerra Mundial, en especial las barbaridades cometidas, se pone en paralelo con lo acontecido durante la dictadura militar chilena. Es duro, muy duro, este paralelo.
Destapar un pasado negro genera sentimientos encontrados. Hay temor, culpa, vergüenza tal vez; es difícil reconocer ciertos aspectos sin una indudable emoción. Se percibe la necesidad de un Duelo, con mayúsculas. El documental “Onkel Günter” es valiente, demuestra coraje. La historia no se puede ocultar, se abre paso. ¿Cuántas generaciones pasarán para que la historia cobre una dimensión mucho más amplia? Lo que realiza Juan Francisco Riumalló es un paso importante en esa línea.
Ficha técnica
Productora: Soledad Millar
Co-Productor: Nahuel López
Productor Asociado: Víctor Cubillos
Guionista: Juan Francisco Riumalló
Director de Fotografía: Juan Francisco Riumalló
Director de Sonido: Guillermo Fiallo Montero
Música: Macarena Solervicens
Diseño de Sonido: Macarena Solervicens
Diseño de Sonido: Guillermo Fiallo Montero
Editor: Ginés Olivares
Elenco: Angélica Grüzmacher, Karin Grüzmacher, María Luisa Grüzmacher
Director: Juan Francisco Riumalló
Una cámara nerviosa registra una discusión familiar. Algo los divide y las posiciones se enfrentan. Es historia familiar. Se trata del hermano mellizo del abuelo del director Juan Francisco Riumalló. ¿Y el hecho? Combatió por Alemania en la Segunda Guerra Mundial y desapareció en combate en febrero de 1941. La historia se encontraba oculta, Juan Francisco la descubre.
Este trabajo documental, a través de testimonios, fotos y viajes, se propone conocer a este miembro de la familia. La reconstrucción implica un recorrido en sentido inverso. Si en el pasado el abuelo llegó a Chile, ahora es Juan Francisco quien viaja a Alemania. Este espejo de la historia es interesante, desde luego, y el director le entrega vida gracias a la transposición de imágenes, tomas en movimiento y retratos desde ángulos diferentes.
El documental es muy honesto, registra opiniones conflictivas y visiones extremas dentro de una misma familia. Juan Francisco Riumalló realiza preguntas agudas y recibe respuestas sin filtro. Hay una mirada diferente de la Guerra -y en primera persona- por parte de algunos de sus familiares. Imágenes antiguas, fotos, lugares, se intercalan en el relato con las tomas actuales. Lo sucedido en la Segunda Guerra Mundial, en especial las barbaridades cometidas, se pone en paralelo con lo acontecido durante la dictadura militar chilena. Es duro, muy duro, este paralelo.
Destapar un pasado negro genera sentimientos encontrados. Hay temor, culpa, vergüenza tal vez; es difícil reconocer ciertos aspectos sin una indudable emoción. Se percibe la necesidad de un Duelo, con mayúsculas. El documental “Onkel Günter” es valiente, demuestra coraje. La historia no se puede ocultar, se abre paso. ¿Cuántas generaciones pasarán para que la historia cobre una dimensión mucho más amplia? Lo que realiza Juan Francisco Riumalló es un paso importante en esa línea.
Ficha técnica
Productora: Soledad Millar
Co-Productor: Nahuel López
Productor Asociado: Víctor Cubillos
Guionista: Juan Francisco Riumalló
Director de Fotografía: Juan Francisco Riumalló
Director de Sonido: Guillermo Fiallo Montero
Música: Macarena Solervicens
Diseño de Sonido: Macarena Solervicens
Diseño de Sonido: Guillermo Fiallo Montero
Editor: Ginés Olivares
Elenco: Angélica Grüzmacher, Karin Grüzmacher, María Luisa Grüzmacher
Director: Juan Francisco Riumalló
jueves, 20 de agosto de 2020
La hija de un ladrón (SANFIC16, Competencia Internacional)
Sara, de 22 años, acaba de tener un bebé y quiere llevar una vida normal junto a su hermano menor. Luego de años de ausencia y un largo período en la cárcel, su padre, Manuel, decide reaparecer repentinamente en sus vidas. Justo cuando las cosas empiezan a mejorar para ella, Sara tendrá que tomar la más dura decisión de su vida. Tendrá que elegir entre mantener a su padre lejos de sus seres queridos o enfrentarse al temor de empezar desde cero.
La directora Belén Funes presenta una vida al límite. Sara enfrenta problemas serios. Tiene un bebé, vive en un barrio periférico de Barcelona, en un departamento provisto por el Servicio Social que comparte con otras personas en su misma situación. Su padre Manuel -Eduard Fernández-, a quien no ve hace años, acaba de salir de la cárcel. Es una figura ausente que cero referencia para ella, pero se trasunta el cariño. Su hermano menor está en un centro de atención y se escapa recurrentemente. Sara trabaja en lo que puede, en un día a día durísimo, prácticamente sin esperanza de algo mejor.
La cinta habla con crudeza de un permanente agobio y una búsqueda infructuosa. El guion de Marçal Cebrian, sin lirismo, presenta fuertes golpes de realidad. Es una película sobre relaciones y sentimientos. Sobre lazos rotos y responsabilidades. Surgen luces de recomposición, sin embargo las carencias son mayores. Los afectos se han perdido. La situación es aun más evidente cuando vuelve Dani -Àlex Monner-, el padre del pequeño Joel, desde su trabajo temporal en la vendimia. Esta presencia agudiza en Sara sus anhelos de formar familia, una frustración más.
“La hija de un ladrón” es una película social. Una realidad cierta y palpable. La actuación de Greta Fernández conmueve. La cinta es asfixiante porque no se ve salida posible. Cuando parece que hay una luz, la oscuridad se apodera nuevamente de la escena. Angustia, soledad, abandono. Nuevas búsquedas, nuevos impulsos. De nuevo choque frontal contra el muro invisible, duro e inquebrantable de la realidad.
El trabajo de Belén Funes logra su objetivo. Nos sumerge en una realidad de presión continua y también en la intimidad de una joven de 22 años que debería tener todo el futuro por delante. Una cinta sobre el espacio y el lugar en la sociedad. Una cinta sobre el sentido más profundo de la vida.
Ficha técnica
Productor: Antonio Chavarrías
Guionista: Belén Funes
Guionista: Marçal Cebrian
Director de Fotografía: Neus Ollé
Directora de Arte: Marta Bazaco
Editor: Bernat Aragonés
Elenco: Eduard Fernández, Greta Fernández, Àlex Monner
Directora: Belén Funes
La directora Belén Funes presenta una vida al límite. Sara enfrenta problemas serios. Tiene un bebé, vive en un barrio periférico de Barcelona, en un departamento provisto por el Servicio Social que comparte con otras personas en su misma situación. Su padre Manuel -Eduard Fernández-, a quien no ve hace años, acaba de salir de la cárcel. Es una figura ausente que cero referencia para ella, pero se trasunta el cariño. Su hermano menor está en un centro de atención y se escapa recurrentemente. Sara trabaja en lo que puede, en un día a día durísimo, prácticamente sin esperanza de algo mejor.
La cinta habla con crudeza de un permanente agobio y una búsqueda infructuosa. El guion de Marçal Cebrian, sin lirismo, presenta fuertes golpes de realidad. Es una película sobre relaciones y sentimientos. Sobre lazos rotos y responsabilidades. Surgen luces de recomposición, sin embargo las carencias son mayores. Los afectos se han perdido. La situación es aun más evidente cuando vuelve Dani -Àlex Monner-, el padre del pequeño Joel, desde su trabajo temporal en la vendimia. Esta presencia agudiza en Sara sus anhelos de formar familia, una frustración más.
“La hija de un ladrón” es una película social. Una realidad cierta y palpable. La actuación de Greta Fernández conmueve. La cinta es asfixiante porque no se ve salida posible. Cuando parece que hay una luz, la oscuridad se apodera nuevamente de la escena. Angustia, soledad, abandono. Nuevas búsquedas, nuevos impulsos. De nuevo choque frontal contra el muro invisible, duro e inquebrantable de la realidad.
El trabajo de Belén Funes logra su objetivo. Nos sumerge en una realidad de presión continua y también en la intimidad de una joven de 22 años que debería tener todo el futuro por delante. Una cinta sobre el espacio y el lugar en la sociedad. Una cinta sobre el sentido más profundo de la vida.
Ficha técnica
Productor: Antonio Chavarrías
Guionista: Belén Funes
Guionista: Marçal Cebrian
Director de Fotografía: Neus Ollé
Directora de Arte: Marta Bazaco
Editor: Bernat Aragonés
Elenco: Eduard Fernández, Greta Fernández, Àlex Monner
Directora: Belén Funes
De la noche a la mañana (SANFIC16, Competencia de Cine Chileno)
Ignacio emprende un viaje impulsado por las casualidades que juntan la noticia de que su joven novia está embarazada y una invitación a un seminario en Chile casi en simultáneo. El viaje lo hace conectar a Ignacio con una ciudad que lo atrapa y lo hace relacionarse las cosas que le suceden y las personas que conoce y que lo hacen dudar entre si quedarse o volver a su vida normal en Buenos Aires.
Ignacio Roma -Esteban Menis- es docente. Imparte charlas sobre arquitectura. En uno de sus seminarios sobre naturaleza, paisaje y ciudad, dos jóvenes asistentes le invitan a exponer en Chile, específicamente en Valparaíso. ¿Por qué no? Ignacio quería conocer la ciudad y ahora puede adelantar ese futuro viaje. Pero se entera que su novia está embarazada, ¡ups! Un imprevisto cambia todo. ¿En verdad lo cambia? Bueno, en realidad no. Con pocas dudas y el decidido apoyo de su mujer, Ignacio se embarca rumbo a Chile.
El director Manuel Ferrari filma una historia interesante. Este argentino “atípico”, tímido y algo introvertido, es particular. La invitación es poco concreta, las comunicaciones con sus anfitrionas en Chile son difusas; hay luces de lo que puede venir, Ignacio las ignora, sigue con su plan trazado. Y claro, lo que viene mal puede salir peor. Nadie lo recibe, se pierde su maleta… pero él sigue; destino Valparaíso, charla sobre arquitectura no tradicional.
Ignacio es alguien que anda por la vida. Se percibe su temor de tener un hijo pero no duda en aventurarse a un viaje con pocas certezas. Y le pasan cosas. Es lo que podríamos llamar “acontecido”. Las cosas le acontecen. La cámara lo sigue por las calles porteñas, en lo cotidiano, en extraños encuentros, en situaciones simples. También en sus descuidos, en los rincones, calles y ascensores de la ciudad, recorriendo sus paisajes urbanos. Y las cosas que le pasan no son triviales, cualquiera habría abortado el plan con un par de ellas.
Ignacio sigue, no sabemos por qué. Se vincula con personajes especiales. De la charla, nada, pero una joven profesora de la Universidad -Manuel Martelli- se fija en él. Ignacio está como perdido, sin rumbo. El encuentro con un empresario personificado por Alejandro Goic le hace dudar. ¿Eres feliz? ¿Te apasiona lo que haces?, le pregunta. Una oferta suculenta sobre la mesa, muchos ceros y en dólares. Ignacio, aún más perdido.
El tono de comedia de la cinta es perfecto. Goic y Menis están notables, como con los papeles intercambiados. ¿Quién es el Argentino, quién el Chileno? En realidad, la cinta es una tragicomedia. Es un drama profundo lo que vive Ignacio. Las situaciones son cotidianas y naturales, pero el fondo es sustantivo, implica una disyuntiva, una crisis existencial tremenda; se trata de qué hacer con su vida. Tan fuerte es la crisis que se transforma en pánico. Ignacio se desconecta físicamente, parece enfermo.
El guion inteligente y preciso firmado por Manuel Ferrari, Gabriel Medina y Rodrigo Muñoz Gálvez tiene muchísimos aciertos. Lo pasé muy bien con la historia, con cada situación absurda, con todo lo que sale mal y peor. Hace tiempo no me reía de cosas simples pero que dejan pensando. Una cinta de carácter serio sobre el tema probablemente habría resultado desgarradora. El tono elegido ayuda a sobrellevar el drama. Mérito del equipo liderado por Ferrari que da forma a una película original, entretenida y reflexiva sobre el sentido y el rumbo de la vida.
Ficha técnica
Productores: Nicolás Grosso, Federico Sande Novo, Juan Villegas, Celina Murga, Luis Cifuentes
Guion: Manuel Ferrari, Gabriel Medina, Rodrigo Muñoz Gálvez
Director de Fotografía: Fernando Lockett
Dirección de Arte: Ángeles García Frinchaboy, Alonso Machica Serey
Editor: Andrés Quaranta
Elenco: Esteban Menis, Manuel Martelli, Alejandro Goic, Rosario Varela, Sebastián Brahm
Director: Manuel Ferrari
Ignacio Roma -Esteban Menis- es docente. Imparte charlas sobre arquitectura. En uno de sus seminarios sobre naturaleza, paisaje y ciudad, dos jóvenes asistentes le invitan a exponer en Chile, específicamente en Valparaíso. ¿Por qué no? Ignacio quería conocer la ciudad y ahora puede adelantar ese futuro viaje. Pero se entera que su novia está embarazada, ¡ups! Un imprevisto cambia todo. ¿En verdad lo cambia? Bueno, en realidad no. Con pocas dudas y el decidido apoyo de su mujer, Ignacio se embarca rumbo a Chile.
El director Manuel Ferrari filma una historia interesante. Este argentino “atípico”, tímido y algo introvertido, es particular. La invitación es poco concreta, las comunicaciones con sus anfitrionas en Chile son difusas; hay luces de lo que puede venir, Ignacio las ignora, sigue con su plan trazado. Y claro, lo que viene mal puede salir peor. Nadie lo recibe, se pierde su maleta… pero él sigue; destino Valparaíso, charla sobre arquitectura no tradicional.
Ignacio es alguien que anda por la vida. Se percibe su temor de tener un hijo pero no duda en aventurarse a un viaje con pocas certezas. Y le pasan cosas. Es lo que podríamos llamar “acontecido”. Las cosas le acontecen. La cámara lo sigue por las calles porteñas, en lo cotidiano, en extraños encuentros, en situaciones simples. También en sus descuidos, en los rincones, calles y ascensores de la ciudad, recorriendo sus paisajes urbanos. Y las cosas que le pasan no son triviales, cualquiera habría abortado el plan con un par de ellas.
Ignacio sigue, no sabemos por qué. Se vincula con personajes especiales. De la charla, nada, pero una joven profesora de la Universidad -Manuel Martelli- se fija en él. Ignacio está como perdido, sin rumbo. El encuentro con un empresario personificado por Alejandro Goic le hace dudar. ¿Eres feliz? ¿Te apasiona lo que haces?, le pregunta. Una oferta suculenta sobre la mesa, muchos ceros y en dólares. Ignacio, aún más perdido.
El tono de comedia de la cinta es perfecto. Goic y Menis están notables, como con los papeles intercambiados. ¿Quién es el Argentino, quién el Chileno? En realidad, la cinta es una tragicomedia. Es un drama profundo lo que vive Ignacio. Las situaciones son cotidianas y naturales, pero el fondo es sustantivo, implica una disyuntiva, una crisis existencial tremenda; se trata de qué hacer con su vida. Tan fuerte es la crisis que se transforma en pánico. Ignacio se desconecta físicamente, parece enfermo.
El guion inteligente y preciso firmado por Manuel Ferrari, Gabriel Medina y Rodrigo Muñoz Gálvez tiene muchísimos aciertos. Lo pasé muy bien con la historia, con cada situación absurda, con todo lo que sale mal y peor. Hace tiempo no me reía de cosas simples pero que dejan pensando. Una cinta de carácter serio sobre el tema probablemente habría resultado desgarradora. El tono elegido ayuda a sobrellevar el drama. Mérito del equipo liderado por Ferrari que da forma a una película original, entretenida y reflexiva sobre el sentido y el rumbo de la vida.
Ficha técnica
Productores: Nicolás Grosso, Federico Sande Novo, Juan Villegas, Celina Murga, Luis Cifuentes
Guion: Manuel Ferrari, Gabriel Medina, Rodrigo Muñoz Gálvez
Director de Fotografía: Fernando Lockett
Dirección de Arte: Ángeles García Frinchaboy, Alonso Machica Serey
Editor: Andrés Quaranta
Elenco: Esteban Menis, Manuel Martelli, Alejandro Goic, Rosario Varela, Sebastián Brahm
Director: Manuel Ferrari
miércoles, 19 de agosto de 2020
El silencio del cazador (SANFIC16, Competencia Internacional)
En una reserva natural en la selva misionera Ismael Guzmán (Pablo Echarri), un aguerrido guardaparque patrulla diariamente el monte en busca de cazadores furtivos. Orlando Venneck (Alberto Ammann) es un colono de origen europeo, propietario de una chacra y es cazador. Ambos veneran el monte a su manera, pero el uso que hacen de él los pone en lugares opuestos. Sara Voguel (Mora Recalde), una comprometida médica rural casada con Guzmán y ex prometida de Venneck será el vértice de la disputa. Detrás de la postal turística de una reserva natural se esconde un mundo asediado por tensiones y conflictos entre culturas que pelean por su control.
Esta cinta está realizada con oficio. Quinto largometraje de su director, Martín Desalvo, quien, filma de cerca a sus personajes; el relato también es cercano, tal como la historia de sus protagonistas.
Observamos un triángulo en tensión. Ismael Guzmán, un estricto guardaparque, Orlando (el polaco) Venneck, un colono “popular” y Sara Voguel, la esposa de Guzmán y ex novia del polaco. Sara es médico, está al servicio de las comunidades que habitan cerca de la reserva. Orlando es rebelde y desafía las reglas que prohiben la caza en el monte. Guzmán debe cuidar la zona y hacer respetar la ley. ¿Un punto de inflexión? Los encuentros entre Sara y Orlando afectan a Ismael. El antiguo noviazgo entre ellos lo percibe como una amenaza, surgen dudas y también celos.
La historia habla de dos clases de familias. Los colonos de origen europeo que llegaron al lugar y quienes trabajaron para ellos. La familia del polaco es reputada. Su padre, ahora enfermo, hizo mucho en la comunidad y generó riqueza. Tienen posición social en la zona, son respetados e incluso temidos. Guzmán proviene de los trabajadores de la zona y este punto los separa, los opone; en esencia los distancia.
El guion de Francisco Kosterlitz entra directo a las situaciones de poder y abuso. El dinero provoca odiosas preferencias. Parece que compra todo, incluso inmunidad. Los valores se trastocan o al menos se confunden. Se percibe una manifiesta injusticia. Guzmán se rebela ante eso. En este estricto guardia prima el sentido del deber. ¿Es todo? Parece que no. También hay algo personal detrás de sus acciones, pero señala que hace “lo que hay que hacer”. El punto es que los hechos se radicalizan y el conflicto aumenta. ¿Quién se impondrá? La cinta se torna trepidante hasta el desenlace final.
La fotografía de Nicolás Trovato es de los puntos más altos. La cámara en mano, con planos cerradísimos y cercanos, resulta vibrante. La edición también juega un rol importante, imprime gran ritmo al metraje y captura la atención. Un entorno exuberante hace lo suyo, los parajes entregan al relato una natural profundidad.
Martín Desalvo dirige un thriller bien logrado en forma y fondo. No elude ningún tema, los aborda en su justa medida. Coloca las piezas en posición y todas sobre el tablero. Además sazona la trama con un fino hilo conductor, siempre a punto de romperse. Genera incertidumbre y también nos interpela. ¿Tomamos partido? Es posible, incluso podremos cambiar de posición ante decisiones importantes. No somos solo espectadores de esta historia sino que también partícipes de ella.
Ficha técnica
Productor: José Oscar Salvia
Guionista: Francisco Kosterlitz
Director de Fotografía: Nicolás Trovato
Directora de Arte: Daniela Podcaminsky
Editor: Paula Rupolo
Música: Jorge Chikiar
Elenco: Pablo Echarri, Alberto Ammann, Mora Recalde
Director: Martín Desalvo
Esta cinta está realizada con oficio. Quinto largometraje de su director, Martín Desalvo, quien, filma de cerca a sus personajes; el relato también es cercano, tal como la historia de sus protagonistas.
Observamos un triángulo en tensión. Ismael Guzmán, un estricto guardaparque, Orlando (el polaco) Venneck, un colono “popular” y Sara Voguel, la esposa de Guzmán y ex novia del polaco. Sara es médico, está al servicio de las comunidades que habitan cerca de la reserva. Orlando es rebelde y desafía las reglas que prohiben la caza en el monte. Guzmán debe cuidar la zona y hacer respetar la ley. ¿Un punto de inflexión? Los encuentros entre Sara y Orlando afectan a Ismael. El antiguo noviazgo entre ellos lo percibe como una amenaza, surgen dudas y también celos.
La historia habla de dos clases de familias. Los colonos de origen europeo que llegaron al lugar y quienes trabajaron para ellos. La familia del polaco es reputada. Su padre, ahora enfermo, hizo mucho en la comunidad y generó riqueza. Tienen posición social en la zona, son respetados e incluso temidos. Guzmán proviene de los trabajadores de la zona y este punto los separa, los opone; en esencia los distancia.
El guion de Francisco Kosterlitz entra directo a las situaciones de poder y abuso. El dinero provoca odiosas preferencias. Parece que compra todo, incluso inmunidad. Los valores se trastocan o al menos se confunden. Se percibe una manifiesta injusticia. Guzmán se rebela ante eso. En este estricto guardia prima el sentido del deber. ¿Es todo? Parece que no. También hay algo personal detrás de sus acciones, pero señala que hace “lo que hay que hacer”. El punto es que los hechos se radicalizan y el conflicto aumenta. ¿Quién se impondrá? La cinta se torna trepidante hasta el desenlace final.
La fotografía de Nicolás Trovato es de los puntos más altos. La cámara en mano, con planos cerradísimos y cercanos, resulta vibrante. La edición también juega un rol importante, imprime gran ritmo al metraje y captura la atención. Un entorno exuberante hace lo suyo, los parajes entregan al relato una natural profundidad.
Martín Desalvo dirige un thriller bien logrado en forma y fondo. No elude ningún tema, los aborda en su justa medida. Coloca las piezas en posición y todas sobre el tablero. Además sazona la trama con un fino hilo conductor, siempre a punto de romperse. Genera incertidumbre y también nos interpela. ¿Tomamos partido? Es posible, incluso podremos cambiar de posición ante decisiones importantes. No somos solo espectadores de esta historia sino que también partícipes de ella.
Ficha técnica
Productor: José Oscar Salvia
Guionista: Francisco Kosterlitz
Director de Fotografía: Nicolás Trovato
Directora de Arte: Daniela Podcaminsky
Editor: Paula Rupolo
Música: Jorge Chikiar
Elenco: Pablo Echarri, Alberto Ammann, Mora Recalde
Director: Martín Desalvo
Sanguinetti (SANFIC16, Competencia de Cine Chileno)
Valentina, una periodista chilena que ha estado investigando casos de derechos humanos de la dictadura, encuentra a su padre, Mario, en la Ciudad de México después de muchos años sin verlo. Valentina descubre una conexión entre su pasado, su padre y México. Este encuentro tendrá consecuencias terribles para ambos.
Ciudad de México. Un hombre lleva a cabo una marcada y solitaria rutina. El teléfono suena. Descubrimos que es médico. Su expresión es seca, de pocas palabras, trata de forma cortante a sus pacientes. Entonces no es extraño que el encuentro entre Mario -Ernesto Benvenuto-, y su hija Valentina -Natalia Benvenuto- sea distante y frío. Una joven persistente, un hombre que se resiste; un diálogo forzado.
Han pasado muchos años. Valentina tiene vagos recuerdos de su padre. No sabe qué sucedió pero un día Mario se despidió de ella por un viaje al extranjero. No lo volvió a ver pero la semilla quedó allí. Ahora Valentina es una joven periodista que investiga el Golpe de 1973 y la denominada Operación Cóndor. Las pistas conducen a varios países, uno de ellos es México. Encuentra un número de teléfono frecuente en unas cuentas de la casa de su abuela. Llama, llama y nada; decide viajar.
Esta cinta del guionista y director Christian Díaz Pardo vuelve atrás sobre una historia cruda con una mirada dolorosa e intensa. Filma a Valentina escarbando el pasado. Ella quiere saber de su padre pero también qué hacía él antes de abandonarla. Está investigando hechos políticos, torturas, desapariciones de personas, violaciones a los Derechos Humanos. Las puertas se le cierran, seguramente toca a personas importantes. No se publica su reportaje, pero ella sigue adelante. Recaba más información, más pistas. Si el pasado es inquietante y lleno de dudas, el presente, ya estando en México, es intimidante e incierto.
El relato que propone Díaz Pardo es tenso, tal como un teléfono sonando incansablemente o una nota musical repetida de manera implacable. La tensión crece. ¿Qué busca Valentina, qué quiere en definitiva? ¿Qué esconde su padre? ¿Qué sucede en el fuero interno de ese padre y esa hija? La cinta nos conduce a un epílogo que podemos anticipar. Aún así, aumenta nuestro interés. Ya no se trata solo de una investigación o de acercarse a su padre. Entramos en zona peligrosa. El director lo sabe y nosotros lo seguimos.
Ficha técnica
Productora: Susana Carreras
Guionista: Christian Días Pardo
Director de Fotografía: Michel Hadad
Director de Arte: Luis Arenas
Editores: León Felipe González, Christian Díaz Pardo, Pablo Jofré
Música: Galo Durán
Elenco: Natalia Benvenuto, Ernesto Benvenuto
Director: Christian Díaz Pardo
Ciudad de México. Un hombre lleva a cabo una marcada y solitaria rutina. El teléfono suena. Descubrimos que es médico. Su expresión es seca, de pocas palabras, trata de forma cortante a sus pacientes. Entonces no es extraño que el encuentro entre Mario -Ernesto Benvenuto-, y su hija Valentina -Natalia Benvenuto- sea distante y frío. Una joven persistente, un hombre que se resiste; un diálogo forzado.
Han pasado muchos años. Valentina tiene vagos recuerdos de su padre. No sabe qué sucedió pero un día Mario se despidió de ella por un viaje al extranjero. No lo volvió a ver pero la semilla quedó allí. Ahora Valentina es una joven periodista que investiga el Golpe de 1973 y la denominada Operación Cóndor. Las pistas conducen a varios países, uno de ellos es México. Encuentra un número de teléfono frecuente en unas cuentas de la casa de su abuela. Llama, llama y nada; decide viajar.
Esta cinta del guionista y director Christian Díaz Pardo vuelve atrás sobre una historia cruda con una mirada dolorosa e intensa. Filma a Valentina escarbando el pasado. Ella quiere saber de su padre pero también qué hacía él antes de abandonarla. Está investigando hechos políticos, torturas, desapariciones de personas, violaciones a los Derechos Humanos. Las puertas se le cierran, seguramente toca a personas importantes. No se publica su reportaje, pero ella sigue adelante. Recaba más información, más pistas. Si el pasado es inquietante y lleno de dudas, el presente, ya estando en México, es intimidante e incierto.
El relato que propone Díaz Pardo es tenso, tal como un teléfono sonando incansablemente o una nota musical repetida de manera implacable. La tensión crece. ¿Qué busca Valentina, qué quiere en definitiva? ¿Qué esconde su padre? ¿Qué sucede en el fuero interno de ese padre y esa hija? La cinta nos conduce a un epílogo que podemos anticipar. Aún así, aumenta nuestro interés. Ya no se trata solo de una investigación o de acercarse a su padre. Entramos en zona peligrosa. El director lo sabe y nosotros lo seguimos.
Ficha técnica
Productora: Susana Carreras
Guionista: Christian Días Pardo
Director de Fotografía: Michel Hadad
Director de Arte: Luis Arenas
Editores: León Felipe González, Christian Díaz Pardo, Pablo Jofré
Música: Galo Durán
Elenco: Natalia Benvenuto, Ernesto Benvenuto
Director: Christian Díaz Pardo
martes, 18 de agosto de 2020
Contactado (SANFIC16, Competencia Internacional)
Aldo, solitario y diletante, es seducido por un joven, quien dice ser su seguidor e intenta convencerlo de volver a predicar. El duda en revivir su pasado como Contactado, líder de un famoso culto extraterrestre, pero cuando la vanidad logra vencer sus temores, las ambiciones del joven lo sorprenderán.
En el pasado, Aldo -Baldomero Cáceres-, era conocido como Aldemar, un predicador con decenas de seguidores. Ahora apenas subsiste. Subarrienda piezas de su casa y entrega alguna atención a turistas a quienes cuenta historias de lugares sagrados. Es Lima, Perú. Aldo se ve frustrado.
Un joven -Miguel Dávalos- comienza a seguirle. Conoce su historia pero Aldo se resiste. El joven persiste, busca recuperar a Aldemar, un icono, una leyenda. Extraños avistamientos de ovnis se produjeron en Chilca. Allí surge el mito, surge la prédica de Aldemar sobre temblores, terremotos y una base extraterrestre en el mar. El colectivo lo recuerda. Han pasado más de 20 años.
La guionista y directora Marité Ugás presenta una historia particular. Con una ambientación apropiada y una cámara segura, nos sumerge en una trama que se desarrolla en torno al protagonista pero que también involucra varias capas intermedias. Lazos familiares -su madre está en un hogar-, la antigua casa familiar amenazada por el avance inmobiliario, la migración venezolana, la pobreza y marginalidad, entre otros aspectos, hacen muy actual el relato.
Como aspecto medular, la directora aborda la necesidad de creer en algo, de aferrarse, de tener una identidad común, lo que da origen a cultos o sectas. Un líder surge o se moldea según un pensamiento colectivo que le sigue, que le hace caso. Aldo ha dejado atrás a Aldemar, pero ¿qué sucedió, por qué dejó de predicar, por qué desapareció? ¿Puede recomenzar, resurgir? La cinta se interna en la vida actual y pasada de su protagonista, en la influencia que ejerce este misterioso admirador y en un imaginario colectivo ansioso de recuperar algo que les entregue sentido y orientación.
Ficha técnica
Productora: Mariana Rondón
Guionista: Marité Ugás
Directora de Fotografía: Micaela Cajahuaringa
Director de Arte: Aaron Rojas
Editor: Marité Ugás
Música: Pauchi Sasaki
Elenco: Baldomero Cáceres, Miguel Dávalos
Directora: Marité Ugás
En el pasado, Aldo -Baldomero Cáceres-, era conocido como Aldemar, un predicador con decenas de seguidores. Ahora apenas subsiste. Subarrienda piezas de su casa y entrega alguna atención a turistas a quienes cuenta historias de lugares sagrados. Es Lima, Perú. Aldo se ve frustrado.
Un joven -Miguel Dávalos- comienza a seguirle. Conoce su historia pero Aldo se resiste. El joven persiste, busca recuperar a Aldemar, un icono, una leyenda. Extraños avistamientos de ovnis se produjeron en Chilca. Allí surge el mito, surge la prédica de Aldemar sobre temblores, terremotos y una base extraterrestre en el mar. El colectivo lo recuerda. Han pasado más de 20 años.
La guionista y directora Marité Ugás presenta una historia particular. Con una ambientación apropiada y una cámara segura, nos sumerge en una trama que se desarrolla en torno al protagonista pero que también involucra varias capas intermedias. Lazos familiares -su madre está en un hogar-, la antigua casa familiar amenazada por el avance inmobiliario, la migración venezolana, la pobreza y marginalidad, entre otros aspectos, hacen muy actual el relato.
Como aspecto medular, la directora aborda la necesidad de creer en algo, de aferrarse, de tener una identidad común, lo que da origen a cultos o sectas. Un líder surge o se moldea según un pensamiento colectivo que le sigue, que le hace caso. Aldo ha dejado atrás a Aldemar, pero ¿qué sucedió, por qué dejó de predicar, por qué desapareció? ¿Puede recomenzar, resurgir? La cinta se interna en la vida actual y pasada de su protagonista, en la influencia que ejerce este misterioso admirador y en un imaginario colectivo ansioso de recuperar algo que les entregue sentido y orientación.
Ficha técnica
Productora: Mariana Rondón
Guionista: Marité Ugás
Directora de Fotografía: Micaela Cajahuaringa
Director de Arte: Aaron Rojas
Editor: Marité Ugás
Música: Pauchi Sasaki
Elenco: Baldomero Cáceres, Miguel Dávalos
Directora: Marité Ugás
lunes, 17 de agosto de 2020
Viaje Vegetal (SANFIC16, Competencia de Cine Chileno)
A un costado Del Río Ucayali, en la Amazonía peruana, encontramos a una pareja muy particular de curanderos de la etnia Shipibo Conibo. Ambos trabajan codo a codo en las diversas labores del hogar, las cuales se multiplican en ciertas épocas del año cuando su casa se transforma en un pequeño centro de medicina natural. Junto a su numerosa familia reciben aventureros de todo el mundo en búsqueda de sanación, de autoconocimiento y de experiencias psicodélicas. Esta remota selva y su gente introducen al visitante por el misterioso mundo de las plantas maestras.
Una cámara cercana, casi intrusiva, muestra fragmentos. Estamos en la selva, los colores son vibrantes, la naturaleza exuberante. La luz en exteriores es intensa y en la noche, penumbra. En el metraje observamos una pareja de curanderos con una particular cultura. Sanación física y espiritual a través de plantas. Muchas personas les visitan buscando sanarse; encontrarse a sí mismos, descubrir una naturalidad perdida, conectar con lo simple y lo natural.
El trabajo del director Antonio Fernández (1975) es en base a escenas extensas. Muestra a quienes viven en el lugar y a sus visitantes. En lo simple y cotidiano. Les ayudan a conectar. La interacción es diversa, en ocasiones solo están juntos, comparten la mesa, cantan; viven una experiencia.
Este trabajo documental nos invita a un recorrido, un “Viaje Vegetal”. Los fragmentos, o bien la decisión de fragmentar, en mi opinión no colabora. Me mantuvo al margen, aunque como observador privilegiado, y no logró involucrarme a pesar de la belleza innegable de los entornos retratados y la particularidad de las personas del lugar.
Ficha técnica
Idiomas: Español, Inglés
Productora: Amparo Baeza
Editor: Antonio Fernández
Director: Antonio Fernández (1975)
Una cámara cercana, casi intrusiva, muestra fragmentos. Estamos en la selva, los colores son vibrantes, la naturaleza exuberante. La luz en exteriores es intensa y en la noche, penumbra. En el metraje observamos una pareja de curanderos con una particular cultura. Sanación física y espiritual a través de plantas. Muchas personas les visitan buscando sanarse; encontrarse a sí mismos, descubrir una naturalidad perdida, conectar con lo simple y lo natural.
El trabajo del director Antonio Fernández (1975) es en base a escenas extensas. Muestra a quienes viven en el lugar y a sus visitantes. En lo simple y cotidiano. Les ayudan a conectar. La interacción es diversa, en ocasiones solo están juntos, comparten la mesa, cantan; viven una experiencia.
Este trabajo documental nos invita a un recorrido, un “Viaje Vegetal”. Los fragmentos, o bien la decisión de fragmentar, en mi opinión no colabora. Me mantuvo al margen, aunque como observador privilegiado, y no logró involucrarme a pesar de la belleza innegable de los entornos retratados y la particularidad de las personas del lugar.
Ficha técnica
Idiomas: Español, Inglés
Productora: Amparo Baeza
Editor: Antonio Fernández
Director: Antonio Fernández (1975)
Blanco en Blanco (SANFIC16, Competencia Internacional)
En el preludio del siglo XX, Pedro arriba a Tierra del Fuego, un territorio hostil y violento, para fotografiar el matrimonio de un poderoso latifundista. La futura esposa, apenas una niña, se convierte en su obsesión. Tratando de capturar su belleza traiciona al poder que domina al territorio. Descubierto y castigado, Pedro es despojado de sus privilegios. No puede escapar y acaba siendo partícipe y cómplice de una sociedad que convive con el genocidio de los nativos Selknam.
Un retrato en un lugar inhóspito marca el comienzo de la cinta. Se trata de la fotografía de una niña, novia de un terrateniente omnipresente, Mister Porter. Alfredo Castro encarna a Pedro, el retratista, el fotógrafo. 101, 102, 103… la exposición a la luz. Una música disonante y un paisaje bello, blanco, impoluto, nos ponen en alerta.
Los retratos son momentos, solo instancias. El viento blanco cubre el lugar; soledad, ausencia, vacío. Pedro es obligado a dejar su oficio de fotógrafo. Cambia de trabajo, ahora es uno más de los obreros del lugar. La cámara distante descubre una brutalidad. Se persigue a los nativos Selknam, se les caza, se les domina, se les abusa; se les mata. Tomas largas, amplias muestran ahora otro retrato, el retrato de una barbaridad.
Inquietante propuesta del guionista y director Theo Court rodada en Tierra del Fuego y en las Islas Canarias, en Tenerife. Bella fotografía, una dirección artística que destaca y música certera. Excelente trabajo de producción para una profunda historia.
Ficha técnica
Producción: José Alayón, Eva Chillón, Marina Alberti, Giancarlo Nasi
Guionista: Theo Court
Guionista: Samuel M. Delgado
Director de Fotografía: José Alayón
Directora de Arte: Amparo Baeza
Editor: Manuel Muñoz
Música: Jonay Armas
Elenco: Alfredo Castro, Lola Rubio, Lars Rudolph, Alejandro Goic, Ignacio Ceruti, David Pantaleón, Esther Vega
Director: Theo Court
Un retrato en un lugar inhóspito marca el comienzo de la cinta. Se trata de la fotografía de una niña, novia de un terrateniente omnipresente, Mister Porter. Alfredo Castro encarna a Pedro, el retratista, el fotógrafo. 101, 102, 103… la exposición a la luz. Una música disonante y un paisaje bello, blanco, impoluto, nos ponen en alerta.
Los retratos son momentos, solo instancias. El viento blanco cubre el lugar; soledad, ausencia, vacío. Pedro es obligado a dejar su oficio de fotógrafo. Cambia de trabajo, ahora es uno más de los obreros del lugar. La cámara distante descubre una brutalidad. Se persigue a los nativos Selknam, se les caza, se les domina, se les abusa; se les mata. Tomas largas, amplias muestran ahora otro retrato, el retrato de una barbaridad.
Inquietante propuesta del guionista y director Theo Court rodada en Tierra del Fuego y en las Islas Canarias, en Tenerife. Bella fotografía, una dirección artística que destaca y música certera. Excelente trabajo de producción para una profunda historia.
Ficha técnica
Producción: José Alayón, Eva Chillón, Marina Alberti, Giancarlo Nasi
Guionista: Theo Court
Guionista: Samuel M. Delgado
Director de Fotografía: José Alayón
Directora de Arte: Amparo Baeza
Editor: Manuel Muñoz
Música: Jonay Armas
Elenco: Alfredo Castro, Lola Rubio, Lars Rudolph, Alejandro Goic, Ignacio Ceruti, David Pantaleón, Esther Vega
Director: Theo Court
Las mujeres de mi casa (SANFIC16, Competencia de Cine Chileno)
Una familia compuesta por tres generaciones de mujeres, convive y coexiste con sus distintos procesos y etapas de vida en una antigua casa de Ñuñoa. Por un lado, Leonor, debe decidir su futuro, por otro Mónica decide vender la casa en la que han vivido toda su vida, y finalmente, Emilia, debe enfrentarse al Alzheimer, provocando que esta familia se transforme, se disuelva y se una en torno a un mismo espacio y tiempo que se ve reflejado en una casa que está prontamente por venderse.
La propuesta de la guionista y directora Valentina Reyes (1996) involucra tres generaciones. Abuela, madre e hija. Tres mujeres que viven en una casa ñuñoina. La cámara muestra diferentes ángulos y espacios cerrados. Son mínimos los abiertos. Se siente la angustia, la incertidumbre, la pérdida de identidad; la pérdida, a secas.
El arte está siempre presente. La abuela, Emilia -Grimanesa Jiménez-, es pintora. Leonor -Bernardita Nassar-, su nieta, toca guitarra. Hay recuerdos, historias, la casa lo envuelve todo. Mónica -Trinidad González-, entre ambas, debe lidiar y asumir lo inevitable. No puede mantener el inmueble, debe venderlo. Un proceso doloroso, triste.
Surge complicidad entre abuela y nieta. También la rebeldía. Los lazos profundos afloran; el cariño es enorme. En esta ensoñación, en la idealización de un pasado vibrante, todo comienza a desvanecerse. Una pérdida que obliga a soltar el pasado para poder seguir adelante.
Ficha técnica
Idioma: Español
Guionista: Valentina Reyes
Productora: Consuelo González
Director de Fotografía: Felipe Peña
Directora de Arte: Fernanda Gallardo
Editor: Francisco Bilbao
Música: Álvaro Matus
Elenco: Bernardita Nassar, Trinidad González, Grimanesa Jiménez
Directora: Valentina Reyes
La propuesta de la guionista y directora Valentina Reyes (1996) involucra tres generaciones. Abuela, madre e hija. Tres mujeres que viven en una casa ñuñoina. La cámara muestra diferentes ángulos y espacios cerrados. Son mínimos los abiertos. Se siente la angustia, la incertidumbre, la pérdida de identidad; la pérdida, a secas.
El arte está siempre presente. La abuela, Emilia -Grimanesa Jiménez-, es pintora. Leonor -Bernardita Nassar-, su nieta, toca guitarra. Hay recuerdos, historias, la casa lo envuelve todo. Mónica -Trinidad González-, entre ambas, debe lidiar y asumir lo inevitable. No puede mantener el inmueble, debe venderlo. Un proceso doloroso, triste.
Surge complicidad entre abuela y nieta. También la rebeldía. Los lazos profundos afloran; el cariño es enorme. En esta ensoñación, en la idealización de un pasado vibrante, todo comienza a desvanecerse. Una pérdida que obliga a soltar el pasado para poder seguir adelante.
Ficha técnica
Idioma: Español
Guionista: Valentina Reyes
Productora: Consuelo González
Director de Fotografía: Felipe Peña
Directora de Arte: Fernanda Gallardo
Editor: Francisco Bilbao
Música: Álvaro Matus
Elenco: Bernardita Nassar, Trinidad González, Grimanesa Jiménez
Directora: Valentina Reyes
domingo, 16 de agosto de 2020
Gat in die muur
Disponible en Netflix.
Dirigida y protagonizada por Andre Odendaal, esta cinta cuyo título significa “un hoyo en la pared”, es la historia de Riaan. Tras ser diagnosticado de un avanzado cáncer, decide llevar a cabo una inusual despedida. Después de conocer a una joven en la playa, Ava -Tinarie van Wyk Loots-, le ofrece un particular trato; un año de salario por un mes con él. Y convoca desde el extranjero a su único hijo, Ben -Nicholas Campbell-, para que les acompañe en un particular viaje.
Riaan parece haber tenido una vida al límite. Se nota en sus facciones, en su cuerpo, en su ánimo. El cáncer que ahora padece es doloroso: Se sobrepone, sin embargo cuando los dolores se agudizan solo algo de cannabis logra aliviarle. La compañía de Eva y Ben le ayuda aunque no es nada fácil. No conoce a su hijo, tampoco a la joven. ¿Busca conocerles? La respuesta es vaga. Hay una búsqueda, pero no está del todo claro cuál es esta búsqueda.
La cinta está hablada en afrikáans, una lengua germánica derivada del neerlandés medio usada principalmente en Sudáfrica y Namibia, lo que la torna diferente, al menos en la forma. La leyenda local a la que hace alusión el título -los espíritus de los ancestros regresarían a cuidar a las nuevas generaciones- también es un aporte, una lección, una enseñanza. Pero en este escenario de encuentro y despedida la cinta se mueve lento y deja mucho espacio; la relación con lo que sucede se pierde de vista, se escapa.
“Gat in die muur”, bajo mi perspectiva, prentende más de lo que finalmente transmite. Carece de cercanía y de personajes más desarrollados y profundos. Silenciosa, lenta, extensa, no logra emocionar, pese a su temática. El cáncer es una enfermedad difícil y además tratarla en un relato de este tipo es un desafío aun mayor. La actitud de Riaan, eso sí, es relevante. No se echa a morir. Quiere vivir “a concho” sus últimos días y estar acompañado. Pero, ¿y la conexión emocional con sus acompañantes? Acá es donde creo que la cinta falla porque tampoco logra conectar conmigo, espectador. Interesante trabajo por los paisajes y fotografías que descubre durante su metraje. Lamentablemente queda en deuda desde el plano personal y emocional.
Ficha técnica
Título original: Gat in die muur
Año: 2016
Duración: 104 minutos
País: Sudáfrica
Guion: Susan Coetzer (Idea: Andre Odendaal, Johan Vorster)
Música: Andries Smit
Fotografía: Guy de Lancey
Reparto: Andre Odendaal, Tinarie van Wyk Loots, Nicholas Campbell, Bheki Mkwane, Anna Davel
Género: Drama | Enfermedad
Dirección: Andre Odendaal, Johan Vorster
Riaan parece haber tenido una vida al límite. Se nota en sus facciones, en su cuerpo, en su ánimo. El cáncer que ahora padece es doloroso: Se sobrepone, sin embargo cuando los dolores se agudizan solo algo de cannabis logra aliviarle. La compañía de Eva y Ben le ayuda aunque no es nada fácil. No conoce a su hijo, tampoco a la joven. ¿Busca conocerles? La respuesta es vaga. Hay una búsqueda, pero no está del todo claro cuál es esta búsqueda.
La cinta está hablada en afrikáans, una lengua germánica derivada del neerlandés medio usada principalmente en Sudáfrica y Namibia, lo que la torna diferente, al menos en la forma. La leyenda local a la que hace alusión el título -los espíritus de los ancestros regresarían a cuidar a las nuevas generaciones- también es un aporte, una lección, una enseñanza. Pero en este escenario de encuentro y despedida la cinta se mueve lento y deja mucho espacio; la relación con lo que sucede se pierde de vista, se escapa.
“Gat in die muur”, bajo mi perspectiva, prentende más de lo que finalmente transmite. Carece de cercanía y de personajes más desarrollados y profundos. Silenciosa, lenta, extensa, no logra emocionar, pese a su temática. El cáncer es una enfermedad difícil y además tratarla en un relato de este tipo es un desafío aun mayor. La actitud de Riaan, eso sí, es relevante. No se echa a morir. Quiere vivir “a concho” sus últimos días y estar acompañado. Pero, ¿y la conexión emocional con sus acompañantes? Acá es donde creo que la cinta falla porque tampoco logra conectar conmigo, espectador. Interesante trabajo por los paisajes y fotografías que descubre durante su metraje. Lamentablemente queda en deuda desde el plano personal y emocional.
Ficha técnica
Título original: Gat in die muur
Año: 2016
Duración: 104 minutos
País: Sudáfrica
Guion: Susan Coetzer (Idea: Andre Odendaal, Johan Vorster)
Música: Andries Smit
Fotografía: Guy de Lancey
Reparto: Andre Odendaal, Tinarie van Wyk Loots, Nicholas Campbell, Bheki Mkwane, Anna Davel
Género: Drama | Enfermedad
Dirección: Andre Odendaal, Johan Vorster
sábado, 15 de agosto de 2020
Durante la tormenta
Disponible en Netflix.
La premisa de esta cinta del director español Oriol Paulo es el espacio-tiempo. Un fenómeno climático provoca una interferencia temporal que conecta dos realidades. Además, esta conexión provoca una reacción en cadena con cambios radicales. ¿Suena conocido?
Adelantar la trama creo que puede hacer perder la sorpresa. Seré cuidadoso de contar poco para invitarles a descubrir la historia. Me remitiré a los personajes principales. Vera -Adriana Ugarte- está casada con David Ortiz -Álvaro Morte, sí nada menos que “el profesor”- y tienen una hija pequeña. Al cambiarse de casa descubren en el altillo una vieja cámara de video, un televisor y varias cintas. Las exploran. Ven un niño tocando guitarra, cantando. Son imágenes de hace 25 años, 1989, exactamente el 9 de noviembre de ese año, día de la caída del Muro de Berlín. Durante la noche la tormenta arrecia, la televisión se enciende sola y Vera se levanta a ver. Allí se produce la conexión, al otro lado de la pantalla está Nico, el niño de los videos.
En la mañana, Vera despierta desconcertada. Su realidad ya no existe. Su marido no la reconoce y su hija nunca nació. Está descolocada, desorientada, perdida. Recurre a la policía y el inspector Leira -Chino Darín- intentará ayudarla. Hay más detalles y una historia paralela que sucede en una casa vecina. Vera deberá desentrañar los misterios y conexiones que le permitan entender lo que sucede y así recuperar a su hija.
La cinta, indudablemente, nos recuerda “Dark” y por supuesto las comparaciones son odiosas. Es mejor no hacerlo y dejar que la película fluya aunque reconozco que me costó al comienzo. El guion de Oriol Paulo y Lara Sendim se circunscribe solo a dos realidades. Presenta un puzzle, un rompecabezas que debemos armar junto a la protagonista. Las especulaciones nacen espontáneamente. ¿Cuál es la verdadera realidad? ¿Qué sucede en esta conexión? ¿Cambia el presente, el pasado; ambos?
“Durante la tormenta” se pasa literalmente volando. Son 128 minutos que no se notan porque el ritmo es constante y lo que sucede inquietante. Las interrogantes que surgen se responden con giros y la trama se enreda más y más. Claro, hay cabos sueltos y detalles que se podemos pasar por alto sin darnos cuenta. La atención que requiere de nosotros es constante, si pestañeamos puede ser que nos perdamos algo. ¿Cómo se resuelve? No se vislumbra salida. Solo algo inesperado podría dar con la tecla, tal vez, pero no lo sabemos. El mal tiempo continúa, Vera sigue intentando resolver la encrucijada y nosotros la acompañamos “Durante la tormenta”.
Ficha técnica
Título original: Durante la tormenta
Año: 2018
Duración: 128 minutos
País: España
Productora: Atresmedia Cine, Colosé Producciones, Mirage Studio, Think Studio
Género: Ciencia ficción. Thriller | Viajes en el tiempo
Guion: Oriol Paulo, Lara Sendim
Música: Fernando Velázquez
Fotografía: Xavi Giménez
Reparto: Adriana Ugarte, Chino Darín, Álvaro Morte, Javier Gutiérrez, Miquel Fernández, Nora Navas, Clara Segura, Julio Bohigas-Couto, Mima Riera, Francesc Orella, Albert Pérez, Silvia Alonso, Aina Clotet, Ana Wagener, Ruth Llopis, Belén Rueda
Dirección: Oriol Paulo
La premisa de esta cinta del director español Oriol Paulo es el espacio-tiempo. Un fenómeno climático provoca una interferencia temporal que conecta dos realidades. Además, esta conexión provoca una reacción en cadena con cambios radicales. ¿Suena conocido?
Adelantar la trama creo que puede hacer perder la sorpresa. Seré cuidadoso de contar poco para invitarles a descubrir la historia. Me remitiré a los personajes principales. Vera -Adriana Ugarte- está casada con David Ortiz -Álvaro Morte, sí nada menos que “el profesor”- y tienen una hija pequeña. Al cambiarse de casa descubren en el altillo una vieja cámara de video, un televisor y varias cintas. Las exploran. Ven un niño tocando guitarra, cantando. Son imágenes de hace 25 años, 1989, exactamente el 9 de noviembre de ese año, día de la caída del Muro de Berlín. Durante la noche la tormenta arrecia, la televisión se enciende sola y Vera se levanta a ver. Allí se produce la conexión, al otro lado de la pantalla está Nico, el niño de los videos.
En la mañana, Vera despierta desconcertada. Su realidad ya no existe. Su marido no la reconoce y su hija nunca nació. Está descolocada, desorientada, perdida. Recurre a la policía y el inspector Leira -Chino Darín- intentará ayudarla. Hay más detalles y una historia paralela que sucede en una casa vecina. Vera deberá desentrañar los misterios y conexiones que le permitan entender lo que sucede y así recuperar a su hija.
La cinta, indudablemente, nos recuerda “Dark” y por supuesto las comparaciones son odiosas. Es mejor no hacerlo y dejar que la película fluya aunque reconozco que me costó al comienzo. El guion de Oriol Paulo y Lara Sendim se circunscribe solo a dos realidades. Presenta un puzzle, un rompecabezas que debemos armar junto a la protagonista. Las especulaciones nacen espontáneamente. ¿Cuál es la verdadera realidad? ¿Qué sucede en esta conexión? ¿Cambia el presente, el pasado; ambos?
“Durante la tormenta” se pasa literalmente volando. Son 128 minutos que no se notan porque el ritmo es constante y lo que sucede inquietante. Las interrogantes que surgen se responden con giros y la trama se enreda más y más. Claro, hay cabos sueltos y detalles que se podemos pasar por alto sin darnos cuenta. La atención que requiere de nosotros es constante, si pestañeamos puede ser que nos perdamos algo. ¿Cómo se resuelve? No se vislumbra salida. Solo algo inesperado podría dar con la tecla, tal vez, pero no lo sabemos. El mal tiempo continúa, Vera sigue intentando resolver la encrucijada y nosotros la acompañamos “Durante la tormenta”.
Ficha técnica
Título original: Durante la tormenta
Año: 2018
Duración: 128 minutos
País: España
Productora: Atresmedia Cine, Colosé Producciones, Mirage Studio, Think Studio
Género: Ciencia ficción. Thriller | Viajes en el tiempo
Guion: Oriol Paulo, Lara Sendim
Música: Fernando Velázquez
Fotografía: Xavi Giménez
Reparto: Adriana Ugarte, Chino Darín, Álvaro Morte, Javier Gutiérrez, Miquel Fernández, Nora Navas, Clara Segura, Julio Bohigas-Couto, Mima Riera, Francesc Orella, Albert Pérez, Silvia Alonso, Aina Clotet, Ana Wagener, Ruth Llopis, Belén Rueda
Dirección: Oriol Paulo
viernes, 14 de agosto de 2020
Retablo
Disponible en Netflix.
Esta cinta del director Alvaro Delgado Aparicio es delicada. Tanto el argumento como su desarrollo revelan una minuciosa preocupación por los detalles. Y son muchos.
Segundo -Junior Bejar Roca-, de 14 años, trabaja con su padre construyendo retablos. Noé -Amiel Cayo- es reconocido como “el maestro”. Su trabajo artístico es fino y especial. Estos retablos son verdaderos cuadros, describen la emoción a través de sus figuras y el uso de la forma y el color. Segundo colabora con afán. Adora a su padre, es su ídolo, su mentor, su guía, su ejemplo. El amor que le profesa se refleja en sus ojos cuando lo mira, en sus preguntas, en su fiel compañía. Completa el hogar su madre, Anatolia -Magaly Solier-, quien se encarga de la casa que los acoge ubicada en las montañas de la sierra de Ayacucho, Perú.
Entre las labores del taller y las idas a la ciudad a vender sus trabajos, padre e hijo pasan casi todo el tiempo juntos. Los viajes son largos, están lejos de todo. En una de estas salidas, un descubrimiento provoca un quiebre repentino. Segundo observa a su padre en un acto que se contradice con la imagen que tiene de él. Todo se viene abajo, el cuestionamiento hacia su padre nace y crece en su interior, las preguntas sin respuesta son cada vez mayores. Algo ha cambiado.
El director señala algo que sin duda es el sustento de esta estupenda cinta. “…para mí, Retablo es una historia de amor, una historia sobre lo complicado que es la tolerancia. Sobre la diversidad y lo difícil que es aceptarla. Pero también es una historia entre lo complejo y la modernidad y cómo estas dos fuerzas pueden convivir”. Delgado Aparicio realiza un trabajo notable, sensible y conmovedor con éste, su primer largometraje, hablado en lengua quechua.
La emoción se percibe en cada escena. En la mirada de padre e hijo, en el brillo de sus ojos. Junior Bejar, que no es actor profesional, posee un talento único para transmitir con gestualidad lo que siente. Basta ver su cuerpo, su postura, pequeños movimientos musculares de su rostro, etc. Su compromiso es total. Una naturalidad que emerge espontánea y libre, donde fluye el sentimiento.
Esta cinta habla de intolerancia, de machismo extremo, de la vida de una comunidad que tolera algunas cosas mientras otras simplemente las ignora y condena. “Pueblo chico, infierno grande” dice el dicho. Algo de eso hay en este retrato atemporal, moderno o antiguo; transversal. Crudeza, cuando algo es denostado públicamente, tolerancia solo para aquello que conviene o es socialmente aceptado. Un abismo, una fractura; un dolor enorme, inconmensurable. Cuando se cae en desgracia, ¿Qué sentido tiene seguir así? El amor surge como respuesta. "A veces el amor lo vence todo”, nos dice Álvaro Delgado Aparicio.
La belleza del entorno es algo que distingue a esta producción. Hermosa fotografía -Mario Bassino-, colores luminosos, fuertes, vivos. Es la sierra peruana en esplendor, gráfica, extrovertida. Los bailes, fiestas y comparsas, entregan también elementos particulares que nos acercan a la cultura que representan. Y por supuesto, la confección artesanal de los retablos y su intrínseco valor, es también un punto de distinción para una película que se ha ganado un lugar en la historia de la filmografía del Perú y también de Latinoamérica.
“Retablo” conmueve. La relación se Segundo con Noé toca fibras íntimas. Quién no ha idealizado a su padre y luego ha tenido alguna decepción en el camino. La cinta pone de relieve lo que sucede después del quiebre, después de aquel punto de inflexión. Y lo hace con sutileza, con delicadeza, con ternura. “Retablo” es a su vez, un retablo de nuestra vida. Nos podemos ver en él, como observando nuestra propia historia. “Retablo” nos interpela al mostrar el lazo indisoluble del amor, el amor padre-hijo, que nada ni nadie puede romper.
Ficha técnica
Título original: Retablo
Año: 2017
Duración: 95 minutos
País: Perú
Productora: SIRI Producciones
Género: Drama | Familia. Vida rural. Homosexualidad
Guion: Alvaro Delgado Aparicio, Héctor Gálvez
Música: Harry Escott
Fotografía: Mario Bassino
Reparto: Junior Bejar Roca, Amiel Cayo, Magaly Solier
Dirección: Alvaro Delgado Aparicio
Esta cinta del director Alvaro Delgado Aparicio es delicada. Tanto el argumento como su desarrollo revelan una minuciosa preocupación por los detalles. Y son muchos.
Segundo -Junior Bejar Roca-, de 14 años, trabaja con su padre construyendo retablos. Noé -Amiel Cayo- es reconocido como “el maestro”. Su trabajo artístico es fino y especial. Estos retablos son verdaderos cuadros, describen la emoción a través de sus figuras y el uso de la forma y el color. Segundo colabora con afán. Adora a su padre, es su ídolo, su mentor, su guía, su ejemplo. El amor que le profesa se refleja en sus ojos cuando lo mira, en sus preguntas, en su fiel compañía. Completa el hogar su madre, Anatolia -Magaly Solier-, quien se encarga de la casa que los acoge ubicada en las montañas de la sierra de Ayacucho, Perú.
Entre las labores del taller y las idas a la ciudad a vender sus trabajos, padre e hijo pasan casi todo el tiempo juntos. Los viajes son largos, están lejos de todo. En una de estas salidas, un descubrimiento provoca un quiebre repentino. Segundo observa a su padre en un acto que se contradice con la imagen que tiene de él. Todo se viene abajo, el cuestionamiento hacia su padre nace y crece en su interior, las preguntas sin respuesta son cada vez mayores. Algo ha cambiado.
El director señala algo que sin duda es el sustento de esta estupenda cinta. “…para mí, Retablo es una historia de amor, una historia sobre lo complicado que es la tolerancia. Sobre la diversidad y lo difícil que es aceptarla. Pero también es una historia entre lo complejo y la modernidad y cómo estas dos fuerzas pueden convivir”. Delgado Aparicio realiza un trabajo notable, sensible y conmovedor con éste, su primer largometraje, hablado en lengua quechua.
La emoción se percibe en cada escena. En la mirada de padre e hijo, en el brillo de sus ojos. Junior Bejar, que no es actor profesional, posee un talento único para transmitir con gestualidad lo que siente. Basta ver su cuerpo, su postura, pequeños movimientos musculares de su rostro, etc. Su compromiso es total. Una naturalidad que emerge espontánea y libre, donde fluye el sentimiento.
Esta cinta habla de intolerancia, de machismo extremo, de la vida de una comunidad que tolera algunas cosas mientras otras simplemente las ignora y condena. “Pueblo chico, infierno grande” dice el dicho. Algo de eso hay en este retrato atemporal, moderno o antiguo; transversal. Crudeza, cuando algo es denostado públicamente, tolerancia solo para aquello que conviene o es socialmente aceptado. Un abismo, una fractura; un dolor enorme, inconmensurable. Cuando se cae en desgracia, ¿Qué sentido tiene seguir así? El amor surge como respuesta. "A veces el amor lo vence todo”, nos dice Álvaro Delgado Aparicio.
La belleza del entorno es algo que distingue a esta producción. Hermosa fotografía -Mario Bassino-, colores luminosos, fuertes, vivos. Es la sierra peruana en esplendor, gráfica, extrovertida. Los bailes, fiestas y comparsas, entregan también elementos particulares que nos acercan a la cultura que representan. Y por supuesto, la confección artesanal de los retablos y su intrínseco valor, es también un punto de distinción para una película que se ha ganado un lugar en la historia de la filmografía del Perú y también de Latinoamérica.
“Retablo” conmueve. La relación se Segundo con Noé toca fibras íntimas. Quién no ha idealizado a su padre y luego ha tenido alguna decepción en el camino. La cinta pone de relieve lo que sucede después del quiebre, después de aquel punto de inflexión. Y lo hace con sutileza, con delicadeza, con ternura. “Retablo” es a su vez, un retablo de nuestra vida. Nos podemos ver en él, como observando nuestra propia historia. “Retablo” nos interpela al mostrar el lazo indisoluble del amor, el amor padre-hijo, que nada ni nadie puede romper.
Ficha técnica
Título original: Retablo
Año: 2017
Duración: 95 minutos
País: Perú
Productora: SIRI Producciones
Género: Drama | Familia. Vida rural. Homosexualidad
Guion: Alvaro Delgado Aparicio, Héctor Gálvez
Música: Harry Escott
Fotografía: Mario Bassino
Reparto: Junior Bejar Roca, Amiel Cayo, Magaly Solier
Dirección: Alvaro Delgado Aparicio
jueves, 13 de agosto de 2020
Work It, al ritmo de los sueños
Disponible en Netflix.
Nunca he podido bailar. Soy torpe, descoordinado. Algún intento he hecho pero sin obtener resultados. Además, como que no me nace. Quizá el ser músico sea una condicionante, por algo dicen que “los músicos no sabemos bailar”. En fin, no me resulta. ¿Por qué esta introducción? Porque me identifico un poco con la protagonista de esta nueva cinta de Netflix. Veamos de qué se trata.
Quinn Ackerman -Sabrina Carpenter- está a punto de terminar el colegio. Viene la elección de Universidad y ella quiere asistir a Duke. Es su sueño. Cumple bastante bien con los requisitos académicos, es estudiosa y tiene buenas notas. Además, colabora en actividades extracurriculares como el apoyo a un hogar de ancianos y además toca el Cello. Es la alumna ejemplar. Pero en la entrevista de postulación surge algo inesperado. Quien la recibe, Michelle Buteau -Verónica Ramírez-, le dice que ella necesita algo inspirador, una característica que la destaque realmente, que la haga diferente. Quinn, que hace poco ha dejado de ser asistente de iluminación del grupo de baile de la escuela, no sabe qué hacer y se hace una una trampa; le dice que ella también baila.
La trama de esta película es perfectamente predecible. Desde el comienzo observamos las dificultades y también los caminos que conducen a su solución. Entonces, ¿por qué decidí verla? Por lo descrito en el primer párrafo, ya que la protagonista -igual que yo- tiene un tema con el bailar. Y hasta aquí la identificación, porque Quinn va más allá. Al mentir en la entrevista se mete en un tremendo problema y el baile ya no es una opción, es una obligación, algo indispensable y fundamental para conseguir su anhelo de ingresar a la Universidad de Duke.
La pirotecnia de los bailes llama la atención, las coreografías y movimientos son frenéticos. Y también lo que se produce al interior del exitoso grupo del colegio liderado por el engreído pero virtuoso Julliard Pembroke -Keiynan Lonsdale-. De hecho, la mejor amiga de Quinn, Jasmine -Liza Koshy-, tiene una disputa personal con Julliard. Por ello es que cuando Quinn no es aceptada para integrarse al grupo y decide formar uno paralelo, Jas la secunda, con algún temor y varias dudas.
La película es simpática y liviana. La verdad, no pretende nada más. Los estereotipos son clásicos y los temas en juego también. Los hemos visto en muchísimas cintas similares, series, etc. Sumemos un romance, porque Quinn busca un instructor de baile y el elegido es Jake Taylor -Jordan Fisher-, excelente bailarín cuyo camino se ve truncado por una lesión. Los caminos se juntan y … obviamente… se da.
Si bien carece de elementos originales, “Work It” funciona y en estos momentos es de lo más visto en Netflix. Me aventuro a pensar que su confección ligera ayuda mucho para distraernos de los problemas. No necesitamos pensar demasiado sino solo observar y sonreír con la historia. A veces es necesario hacer pausas que nos permitan desconectar. Pasar un rato agradable y disfrutar de coreografías se agradece. Además, sabemos de antemano que eso es todo. Y ojo que tiene algunos temas enunciados que no dejan de ser importantes, pero no es lo medular. Lo central es la entretención, un momento para que la mente se pueda ir a otro lugar y a otro espacio. La música y el baile ayudan y mucho; “Work It” también.
Ficha técnica
Título original: Work It
Año: 2020
Duración: 93 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Distribuida por Netflix. AK Worldwide, Alloy Entertainment, STX Entertainment
Género: Musical. Comedia | Comedia juvenil. Baile. Colegios & Universidad
Guion: Alison Peck
Música: Germaine Franco
Fotografía: Rogier Stoffers
Reparto: Jordan Fisher, Sabrina Carpenter, Keiynan Lonsdale, Michelle Buteau, Drew Tanner, Liza Koshy, Naomi Snieckus, Teya Wild
Dirección: Laura Terruso