jueves, 27 de julio de 2017

Dunkerque

¡Sin palabras!

Al salir es difícil volver a hilar pensamientos o frases. Las emociones persisten, se cruzan, se sobreponen, se contraponen. Las imágenes vuelven, avanzan, retroceden. La música resuena, envuelve, transporta, sobrecoge. Los adjetivos parecen no alcanzar para describir esta experiencia. Christopher Nolan, con mano maestra, lo ha conseguido nuevamente. ¡Y de qué forma! Es tal vez su mejor película a la fecha, algo que no es menor.

Hechos reales ocurridos en las costas de Dunkerque, Francia, en plena II Guerra Mundial. 1940, cerca de 400.00 soldados, mayormente británicos más facciones francesas y belgas han sido arrinconados por el ejército alemán en una situación que parece no tener salida. Enfrentados a una muerte prácticamente segura, solo esperan un milagro, el anhelado rescate que los lleve de regreso a casa.

Narrada con especial cuidado desde tres dimensiones, tierra, mar y aire, “Dunkerque” avanza angustiosamente cada segundo de sus 107 minutos de duración. Y la precisión no es antojadiza. Christopher Nolan tiene una obsesión con el tiempo. Lo hemos vivido con “Memento”, “Inception” e “Interstellar” entre otras. Esta vez hay una relación estrecha entre cada escenario, desde cada perspectiva. Una semana en tierra, un día en el mar y una hora en el aire. Cada visión tiene su línea, ritmo y secuencia. Son tres temas que en un contrapunto perfecto describen con lujo de detalles las sensaciones más intensas que pueden vivir los protagonistas de este “milagro de Dunkerque”, como es recordada esta exitosa evacuación.

Ya sabemos el final de la historia. Conocemos el resultado de la 2a Guerra Mundial. ¿Qué podría ser novedad, o cuál es el valor agregado de una película de estas características? Hay versiones anteriores en el cine y en TV. ¿Cuál es la razón entonces? La respuesta es eminentemente artística. Nolan la entrega con un rodaje soberbio y monumental. Una propuesta arriesgada, con un guión redondo y un desarrollo dramático del mejor nivel.

No solo está presente el contrapunto del tiempo, aquel recurso que se va reduciendo en la medida que el metraje avanza. Hay otros rasgos que están trabajados magistralmente. Uno de ellos es la escasez de diálogos. La cinta tiene muy pocos, lo justo y necesario para afirmar o reafirmar un segmento del relato. La centralidad, por cierto, la tiene la fotografía de Hoyte van Hoytema, se eleva como principal recurso en la paleta impresionista del director. No solo da sustancia al relato sino que entrega planos, relieves y texturas que en conjunto generan sensaciones difíciles de explicar. ¡Y por supuesto la música! Una maravillosa partitura compuesta por Hans Zimmer que se transforma en otro gran protagonista del filme y que cobra por momentos una vida propia, tan llena de angustia como de una paz insondable de acuerdo al contexto relatado.
En síntesis, una obra maestra. Cine macizo y monumental. Una historia íntima, llena de detalles desde la primera escena hasta la última para ser recordada con emoción. En palabras del Primer Ministro Británico Winston Churchill, “un coloso desastre militar” que sin embargo, gracias al sabor a triunfo producto del milagroso rescate, dio nuevos bríos a los británicos y posiblemente cambió el curso de la historia.

Ficha técnica

Título original: Dunkirk
Año: 2017
Duración: 107 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Warner Bros. Pictures / Syncopy
Género: Bélico, Drama, Histórico, Basado en hechos reales
Guión: Christopher Nolan
Música: Hans Zimmer
Fotografía: Hoyte Van Hoytema
Reparto: Fionn Whitehead, Mark Rylance, Kenneth Branagh, Tom Hardy, Cillian Murphy, Barry Keoghan, Harry Styles, Jack Lowden, Aneurin Barnard, James D'Arcy, Tom Glynn-Carney, Bradley Hall, Damien Bonnard, Jochum ten Haaf, Michel Biel
Director: Christopher Nolan

miércoles, 26 de julio de 2017

Siete deseos

Una adolescente de 16 años, una compleja historia familiar, bullying escolar y una misteriosa caja de deseos. ¿Elementos de una nueva serie de Netflix? Podría ser, sin embargo se trata de la nueva cinta del director John R. Leonetti -Expediente Warren, El Conjuro, Annabelle- y escrita por Barbara Marshall. La cinta gira en torno a Claire Shannon -Joey King- quien descubre que la caja mágica que su padre acaba de encontrar y regalar, puede cumplir sus deseos. Lo que Claire no sabe es que cada petición tiene precio en sangre…

Las cintas de suspenso y terror adolescente tienen una forma bastante similar. “Siete deseos” no escapa a la norma y se comporta exactamente de acuerdo a esos códigos. Tal vez es mucho más cercana a una serie televisiva (una teleserie, en realidad) que a una película, sin embargo sus 90 minutos de duración son más que suficientes para adivinar casi todo lo que sucede luego de cada deseo. Si bien hay unas pocas “vueltas” y “revueltas”, no son tan claves e imaginativas para lograr dotar al guión de algún aspecto interesante digno de destacar.

“Siete deseos” está en la medianía de la tabla. No aporta, pero tampoco es totalmente descartable. Tal como tiene una buena filmación, "buen ojo” en algunas tomas y cámaras, más algunos planos y aciertos interesantes, también posee secuencias demasiado obvias y que solo se dan “una de más” para concluir con aquello que estaba anunciado con letras de liquidación.

Es cierto que las temáticas obvias pueden cansar o aburrir. Algo de esto está presente acá. Sin embargo, y obviamente sin ninguna profundidad mayor, el tema del rechazo adolescente, la ambición y el oportunismo, son materias que están siempre presentes en las relaciones de los protagonistas. Claramente el objetivo de una película así no es otro que entretener. “Siete deseos” lo consigue en algunas partes. En otras, definitivamente, parece larga y tediosa. Sin embargo se las arregla para salir adelante y concluir la historia… ¿concluir la historia?

Ficha técnica

Título original: Wish Upon
Guionista: Barbara Marshall
Producción: Broad Green Pictures
Duración: 90 minutos
Genero: Terror
País de origen: EE.UU.
Actores: Joey King, Ryan Phillippe, Elisabeth Röhm, Sherilyn Fenn, Shannon Purser, Ki Hong Lee, Sydney Park, Alice Lee, Daniela Barbosa, Michelle Alexander, Raegan Revord, Sean Jones, Natalie Prinzen-Klages, Josephine Langford, Mitchell Slaggert, Alexander Nunez
Director: John R. Leonetti

miércoles, 12 de julio de 2017

Cars 3

Añorando la primera entrega de Cars, aquella del año 2006, esta tercera versión nos devuelve a la esencia de la historia. En esta oportunidad el gran Rayo McQueen parece vivir del pasado. Sus días de gloria podrían haber quedado atrás pues nuevos y jóvenes corredores que son mucho más rápidos que él, le superan fácilmente en la pista de carrera. Sin embargo, el “95” no quiere dar su brazo a torcer ni menos pensar en su retiro. Aún no es tiempo, aún puede luchar, aún puede defender su liderazgo.

La cinta se construye hábilmente como una metáfora de la vida. Alguna vez McQueen también fue un joven que irrumpió en el circuito de la “Copa Piston” y lo ganó todo, arrasando con sus rivales y provocando el retiro de más de algún histórico. Ahora son otros los que irrumpen en escena, llenos de ímpetu, energía y tecnología. ¿Y Rayo? ¿Perdió su lugar, puede mantenerse en competencia, cuál es su futuro?

Emotiva y situada desde esta otra perspectiva, “Cars 3” funciona muy bien en este estilo de fábula. El mundo va evolucionando y lo que ayer resultaba, no necesariamente tiene el mismo éxito hoy. Los cambios son imposibles de frenar y la adaptación a ellos es requisito fundamental para seguir -literalmente- en carrera.

La película explora una serie de elementos, como ya es clásico en la exitosa fórmula de Pixar. La presencia femenina está encarnada por Cruz Ramírez, joven entrenadora y mecánica de carreras, quien es la encargada de guiar y animar al protagonista para que retome los triunfos con diferentes estrategias, herramientas motivacionales, técnicas y actitudes personales. Otro elemento que aparece como fundamental es aquél que visibiliza el rol que cumplimos en diferentes etapas de nuestra vida. Indudablemente no es el mismo siempre y va sufriendo transformaciones. Saber diferenciar este rol es clave en el proceso de maduración necesario para seguir adelante. Los avances tecnológicos también se destacan y se ponen en relieve en el relato. Son nuevos tiempos y hay nuevos aires. Nuevas formas parecen desplazar todo lo conocido hasta ahora. La prensa insistiendo en el retiro de Rayo, el amor propio que lleva a McQueen a tomar decisiones que terminan en un accidente que casi le cuesta la vida y la inspiración en el fallecido “Fabuloso Hudson Hornet”, su mentor, también son argumentos que suponen giros inesperados en una historia llena de sensibilidad y nobleza.

“Cars 3” retoma mucho del vigor de su primera entrega. Se centra en sus personajes y en su desarrollo sin alejarse. No es tan vertiginosa como sus predecesoras, es cierto, sin embargo la animación es simplemente de lujo, muy bien cuidada en los detalles y con el tratamiento de excelencia al que ya nos tiene acostumbrados Pixar Animation Studios.

Por supuesto, esta vez es el turno de “LOU”, el corto animado que siempre nos sorprende previo a cada una de las producciones. Realmente es una pequeña joyita que vale la pena verla con detención. Otra mini fábula animada que tiene mucho que aportar con una temática relevante y actual para reflexionar.

Ficha técnica

Título original: Cars 3
Año: 2017
Duración: 109 minutos
País: Estados Unidos
Pixar Animation Studios
Género: Animación. Aventuras. Comedia | Coches / Automovilismo. Secuela. Pixar
Guión: Kiel Murray, Bob Peterson, Mike Rich
Historia: Brian Fee, Ben Queen, Eyal Podell, Jonathon E. Stewart
Música: Randy Newman
Fotografía: Jeremy Lasky
Director: Brian Fee

domingo, 9 de julio de 2017

Mi villano favorito 3

Esta tercera entrega nos trae de regreso a la pantalla grande al entrañable Gru, Lucy, a las niñas Margo, Edith y Agnes y sus fieles Minions. Sin la frescura de las anteriores (en especial la recordada y ya nostálgica primera parte), la cinta se comporta algo floja, sin mucha novedad y bastante plana desde el punto argumental. Esta vez el villano de turno es Balthazar Bratt , un personaje televisivo de los 80 que una vez que fue desechado, se dedicó a construir su alter ego real. También es el turno de la introducción de otra parte de la historia. Gru tiene un hermano gemelo, Dru, quien lo ha venido a buscar para poder aprender de él y así seguir la tradición familiar de villanos.

Cuando las historias se van gastando y los personajes comienzan a naufragar en una constante repetición de muletillas y acciones, la entretención se limita solo a las situaciones que pueden alterar en algo la rutina que bien conocemos. Es un poco lo que pasa con esta tercera parte, cuyo ritmo narrativo se pierde al no poder sostener el relato, tal vez por predecible, tal vez por conocido o tal vez por la ya vista separación de los Minions en una saga independiente.

El trabajo de animación, siempre pulcro y detallista, se mantiene técnicamente en gran nivel, pero sin duda al carecer de una buena historia que contar, pierde en esencia gran parte de su reconocida fortaleza artística. Por otra parte, la repetición incansable de escenas y acciones también dan cuenta de un desgaste importante. Ya no basta con ver los gags de los Minions o la ya conocida bondad de Gru. Tampoco logran destacar las niñas y el villano de turno, que es solo una mala copia, aparece en un tono muy menor que no representa problema alguno para los protagonistas.

Con una onda retro ochentena en la estética y en la música, “Despicable Me 3” producida por Illumination Entertainment y dirigida por el mismo director de las anteriores entregas, Pierre Coffin y Kyle Balda, y co-dirigido por Eric Guillon, se sitúa lejos de sus antecesoras lo que es una lástima. Buenas ideas que se van trillando, personajes que pierden naturalidad no contribuyen a mantener en alto el nivel. Sabemos que son productos comerciales sin embargo la exigencia es cada vez mayor. No dormirse en los laureles aunque se tenga éxito desde el punto de vista de taquilla parece fundamental para una cuarta parte que está a solo cinco minutos, que es la pequeña ventaja que Lucy y Gru le han dado a Dru al final de la película para ir tras él.

Ficha técnica
Título original: Despicable Me 3
2017 - 90 minutos
Producción: Chris Meledandri, Janet Healy
Guión: Ken Daurio, Cinco Paul
Música: Heitor Pereira, Pharrell Williams
Montaje: Gregory Perler
Dirección: Pierre Coffin, Kyle Balda, Eric Guillon (Co-Director)

sábado, 8 de julio de 2017

Spider-Man: regreso a casa

En Marvel pueden estar tranquilos. Spider-Man volvió a casa este 2017. Luego de un periplo difícil de entender, sin duda comercial, el querido súper héroe ha vuelto a reiniciar una historia que ya conocemos, la de Peter Parker, un adolescente que tras la picadura de una araña mutada genéticamente, ha desarrollado poderes increíbles.

Peter -Tom Holland- es un tímido estudiante de secundaria en Queens, más cercano a los “nerds” que a los “populares”, víctima de bullying y de bondadoso corazón. Y aquí una novedad que ya había sido esbozada en la última “Avengers”: su mentor es nada menos que Tony Stark -Robert Downey Jr.-, el mismísimo Iron-Man, quien le ha reclutado por su gran potencial para ser parte del equipo de vengadores. Esta vez, el villano de turno es Vulture -un nuevo personaje alado de Michael Keaton- quien se ha apoderado de una tecnología extraterrestre con la que ha desarrollado todo un negocio de armas e ilícitos.

Extenderse en la descripción del relato es revelar una historia que, aunque se basa en la estructura que tienen todas las películas de Comics, en este caso solo se enriquece gracias a las vinculaciones con el universo de Marvel. Escrita en un tono naturalmente más juvenil, ahora Peter no está solo. Su gran amigo Ned Leeds -Jacob Batalon- le acompaña, le acoge, le anima y juntos hacen frente a los desafíos del colegio y también son compañeros en las aventuras de este aspirante a vengador.

La cinta entrega la entretención esperada. El relato, si bien no es tan ágil, resulta medianamente convincente para mantener los 133 minutos de duración. Lo que si extraña de sobre manera es la animación. Esta vez resulta poco reconocible, casi un paso atrás respecto de las anteriores producciones. Los efectos, la fotografía y la velocidad de las escenas más importantes se sienten forzadas. No fluyen, se trancan, pierden dinamismo y con ello frescura. En ese sentido, el contrapunto lo da la naturalidad y simpatía del protagonista, que logra una singular cercanía con el espectador, tanto así que podríamos llegar a pensar que Tom Holland siempre fue Peter Parker, algo extraño luego de tantas recreaciones anteriores.

En una clara intención de mostrar a un joven normal, este regreso a casa del hombre araña marca un nuevo despertar de la saga siempre y cuando crezca en intención, emoción y producción. Ya sabemos que solo el nombre no asegura el éxito, por lo tanto el desafío no es menor si se quiere mantener los niveles de audiencia a los que están acostumbrados. “Spider-Man: Homecoming”, en ese sentido, no es ni la mejor ni la más débil de las entregas a la fecha. Probablemente está situada en un plano intermedio donde con nuevas historias y nuevos personajes -ojo con Michael Keaton- seguramente seguirán interactuando en el futuro lo que nos asegura muchos años más de criminales malvados y superhéroes vengadores.

Ficha técnica

Título original: Spider-Man: Homecoming
Año: 2017
Duración: 133 minutos
País: Estados Unidos
Guión: John Francis Daley, Jonathan Goldstein, Jon Watts, Christopher Ford, Chris McKenna, Erik Sommers (Historia: John Francis Daley, Jonathan Goldstein; Personajes: Steve Ditko, Stan Lee)
Música: Michael Giacchino
Fotografía: Salvatore Totino
Productora: Marvel Studios / Marvel Enterprises / Columbia Pictures / Sony Pictures
Género: Fantástico. Comedia. Acción. Ciencia ficción | Superhéroes. Cómic. Marvel Comics. Adolescencia
Actores: Tom Holland, Robert Downey Jr, Michael Keaton, Marisa Tomei, Zendaya, Jacob Batalon, Jon Favreau, Tony Revolori, Laura Harrier, Angourie Rice, Michael Barbieri, Logan Marshall-Green,  Donald Glover, Tyne Daly, Kenneth Choi, Martin Starr, Hannibal Buress, Abraham Attah, Michael Mando, Bokeem Woodbine, Jona Xiao, Chris Evans, Gwyneth Paltrow
Director: Jon Watts

Perfectos desconocidos

Esta cinta del director italiano Paolo Genovese retrata la reunión de siete amigos (tres parejas y un soltero) que se juntan a cenar en la noche de un eclipse de luna. Eva -Kasia Smutniak- y Rocco -Marco Giallini- son los anfitriones -ella analista y él médico especialista en cirugías plásticas- de Bianca, Cosimo, Carlotta, Lele y Peppe. La cita transcurre como un reencuentro de quienes se conocen por varios años, todos sub 50, amigos que han compartido muchas situaciones de sus vidas. Sin embargo, Eva propone un juego. El juego de la verdad, que significa dejar en la mesa los teléfonos celulares y desde ese momento compartir cualquier mensaje o llamado de forma pública como muestra que nadie tiene nada que ocultar. Todos aceptan pero con marcados reparos, pues claro, en este minúsculo aparato podrían ocultarse los secretos más importantes y trascendentes de nuestra vida secuestrada por la tecnología y el entorno digital.

Más cercana al teatro que al cine, el relato no tiene una definición tan clara. El guión, que sin duda es lo fuerte de la historia, combina inteligentemente variadísimos e intensos diálogos. Salvo un formal comienzo y un final desconcertante, la acción transcurre íntegramente en torno a la cena, en la mesa, en el living o en la terraza observando el fenómeno lunar. Y aquello que en un comienzo llama poderosamente la atención -que es la secuencia dramatúrgica- va perdiendo densidad pues lo observamos a través de un lente que por más que intenta variar de ángulo, no logra cautivar con elementos visuales propios.

Vamos al tema de fondo. La caja de pandora que se abre -predeciblemente- con cada llamado y mensaje va complejizando las relaciones a puntos de tensión que parecen salirse de control. Estos amigos comienzan a visualizar que en realidad no se conocen. Las parejas, todas en crisis por diversas razones, descubren realidades difíciles de mantener unidas y la decepción es el sentimiento más generalizado. El soltero, evidentemente también descubierto en un secreto trascendente, es el contrapunto a los casados en un conflicto que le supera con creces.

No es menor la cantidad de producciones actuales que giran en torno al mundo digital en el que estamos actualmente inmersos. No solo nos llama a reflexionar sobre el tema, sobre nuestra capacidad de relacionarnos cara a cara, sino que con claro acento crítico, pone de manifiesto una central preocupación referida a las decisiones que tomamos cotidianamente. Es cierto que el mundo digital no es sino una extensión de nuestro mundo personal, sin embargo las posibilidades que entrega y la forma en que nos desenvolvemos en dicho entorno marcan indudablemente nuestro comportamiento. Si hay secretos en las relaciones personales también los habrá en las relaciones virtuales. Y las mezclas entre ambos mundos producen aun mayor incógnita.

Tal vez si lo más interesante de este trabajo es su estructura dramática basada en el cuestionamiento a lo que estamos viviendo, lo más decepcionante es el tratamiento cinematográfico a la temática que es bastante plano y pobre en cuanto a elementos visuales y artísticos. No obstante lo anterior, y al más fiel espíritu italiano, una vez más es la comedia la que permite pone en relieve temáticas que de otra forma se harían muchísimo más densas y difíciles de abordar, lo que en si mismo ya es un mérito de Pablo Genovese. Pero no basta con el mérito, esperamos que vaya más allá y lamentablemente ello no se produce, al menos esta vez.

Ficha técnica

Título Original: Perfetti Sconosciuti
Diamond Films Chile
Tragicomedia Italia – 97 minutos
Fotografía: Fabrizio Lucci
Edición: Consuelo Catucci
Música: Maurizio Filardo
Guionistas: Filippo Bologna, Paolo Costella
Actores: GGiuseppe Battiston, Anna Foglietta, Marco Giallini 
Director: Paolo Genovese