jueves, 30 de noviembre de 2017

Detroit Zona de Conflicto

“Detroit” es desgarradora. La directora Kathryn Bigelow es capaz de transmitir, con una fidelidad que asombra, la impotencia y la crudeza brutal de un hecho que marcó la historia aquel 25 de Julio de 1967 en la ciudad de Detroit, Michigan, en Estados Unidos. Una breve presentación animada nos pone rápidamente en contexto. La población afroamericana -principalmente de color- comienza a quedar aislada en verdaderos compartimentos en el centro de la ciudad. Los conflictos escalan de tal forma que el gravísimo incidente del Motel Algiers deja como resultado el aterrador saldo de tres muertos y siete que fueron golpeados arbitrariamente por la policía.

Hay confusión. Observamos un comienzo incierto que sin embargo nos pone de inmediato en alerta. Los disturbios van creciendo en cantidad e intensidad. Se percibe un clima de enfrentamiento donde la menor provocación detona una reacción violenta y decidida. Es por ello que el incidente del motel comienza casi como un juego. Un grupo de amigos que se está divirtiendo provoca una reacción policial desproporcionada y que va complicándose cada vez más en la media que avanzan los hechos.

El relato de Bigelow no da respiro. Su filmación, ya característica, es intensa y golpea directamente. No hay concesión alguna. La narración produce un recogimiento que no se puede ignorar, pues el guión de Mark Boal es nervioso y profundo. Los protagonistas logran transmitir la impotencia de la agresión injustificada. No hay caricaturas ni estereotipos. Todo luce tremendamente real. Es incómodo, agresivo y la verdad es que uno desea que el sufrimiento termine pronto.

Kathryn Bigelow y Mark Boal, con un trabajo detallista y fino, logran una obra que resulta impactante. Cuesta tanto imaginar lo que deben haber sufrido todos quienes fueron violentados en estas revueltas, tal vez de las más grandes en la historia de Estadios Unidos. El ejército en las calles, la policía enfrentada a los manifestantes; clima de guerra. No hay espacio o lugar donde no se viva el conflicto. Y la tragedia es inminente, inmanejable, tal vez imparable.

Sin duda “Detroit” es una de las mejores cintas del 2017 y tiene méritos suficientes para ser candidata a varios premios. Su honestidad es tal, que se presenta casi como un documental sobre un racismo que aun sigue siendo tema en pleno siglo XXI. En el centro del relato hay también una búsqueda de justicia. Se logra percibir también un claro homenaje a las víctimas de los sucesos, por quienes perdieron la vida y también por aquellos que a raíz de lo acontecido vieron truncados sus sueños e ilusiones. Esta película tiene que tener un espacio de reflexión y su tiempo para ser asimilada. Cada minuto es importante y trascendente. No podemos ser indiferentes después de ver “Detroit” y aquello es porque somos conducidos para verlo y sentirlo por nosotros mismos. Esa compenetración del relato con el espectador es perturbador y en mi opinión es el logro más importante de este filme.

Ficha técnica

Título original: Detroit
Año: 2017
Duración: 143 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Annapurna Pictures / First Light Production
Género: Drama | Basado en hechos reales. Años 60. Racismo
Guión: Mark Boal
Música: James Newton Howard
Fotografía: Barry Ackroyd
Reparto: John Boyega, Algee Smith, Will Poulter, Jack Reynor, Ben O'Toole, Hannah Murray, Anthony Mackie, Jacob Latimore, Jason Mitchell, Kaitlyn Dever, John Krasinski, Darren Goldstein, Jeremy Strong, Chris Chalk, Laz Alonso, Leon Thomas III, Malcolm David Kelley, Joseph David-Jones, Joseph David Jones, Ephraim Sykes, Samira Wiley, Peyton Alex Smith, Laz Alonzo, Austin Hebert
Dirección: Kathryn Bigelow

Viento salvaje

Un relato con un excelente ritmo es el que ofrece Taylor Sheridan en su primera película como director. Ya conocíamos sus enormes méritos como guionista en “Sicario”. Esta vez el guión también es de su autoría y es realmente notable. En un complejo rompecabezas, una joven es encontrada sin vida y descalza en el medio de una amplia y nevada reserva indígena, en Wyoming. Quien la descubre es Cory Lambert -Jeremy Renner-, un experimentado cazador de depredadores del lugar. La investigación de la muerte la comienza la policía local, pero dadas las características de “Wind River” -nombre de la reserva y título original de la cinta- el caso llega al FBI quien envía a Jane Banner, una joven agente interpretada por Elizabeth Olsen, a investigar el crimen.

La narración está fragmentada. Las pistas se abren lentamente en la medida que Jane y Cory van conociendo pequeños detalles. Nada es demasiado claro y las dudas son siempre superiores a las escasas respuestas que van encontrando en el transcurso de la investigación. El suspenso y la tensión creciente se apodera del metraje. El resultado es incierto. Con ello se acrecienta la sensación de inquietud que marca la cinta. La fotografía de Ben Richardson es sobrecogedora y permite entregar un marco propicio a esta dramática historia que se va develando poco a poco.

Hay varias temáticas que están presentes en este relato, no solo aquello evidentemente referido a la reserva indígena. La inspiración “en hechos reales” con la que comienza, se refiere a las “miles de historias como esta” y que involucran asaltos sexuales a mujeres en estas reservas, principal fuente de motivación del autor para escribir la obra. Hay abandono, soledad, discriminación y tremendos prejuicios. La propia historia de Cory, su mirada y la relación con su hijo, da cuenta de aquello. El machismo y el abuso también se marcan profundamente en algunas vidas vulnerables y que son transgredidas. Cada uno de los personajes aporta su propia historia al relato. La visita a la casa de los padres de la joven fallecida es durísima. Vemos allí pequeñas luces. Se entreabren puertas -literalmente- que nos permiten observar realidades complejas y difíciles.

“Wind River” es una película intensa. Tiene actuaciones sólidas, tensión creciente y una ambientación envolvente. Este thriller, de los mejores del año, premiado en el 2017 Sundance Film Festival, es absorbente. Es difícil despegarse de la pantalla o distraerse si nos involucramos directamente. Esto es mérito indudable de Taylor Sheridan que nos hace vivir la experiencia con primeros planos que impactan y que se contraponen a los amplios y descriptivos parajes naturales que muestra. Parece clara la relación de esta historia individual con la magnitud de su entorno. Cobra sentido, entonces, el foco del director en su motivación inicial de poner en relieve los muchos casos que nunca obtienen respuesta ni justicia, a través de uno específico, conmovedor y doloroso que consigue reflejarlos a cabalidad.

Ficha técnica

Título original: Wind River
Año: 2017
Duración: 110 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Thunder Road Pictures / Acacia Filmed Entertainment / Film 44 / Ingenious Media / Savvy Media Holdings / Star Thrower Entertainment / Synergics Films / Wild Bunch / Voltage Pictures / Tunica-Biloxi Tribe of Louisiana. Distribuida por The Weinstein Company
Género: Thriller. Intriga | Policíaco. Crimen. Cine independiente USA. Basado en hechos reales
Guión: Taylor Sheridan
Música: Nick Cave, Warren Ellis
Fotografía: Ben Richardson
Reparto: Jeremy Renner, Elizabeth Olsen, Julia Jones, Graham Greene, Jon Bernthal, Matthew Del Negro, Kelsey Asbille, Gil Birmingham, Ian Bohen, Martin Sensmeier, Hugh Dillon, Eric Lange, Mason D. Davis, James Jordan, Teo Briones, Tara Karsian
Dirección: Taylor Sheridan

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Conjuros del más allá

“The Void”, su título original, significa vacío. Ciertamente es mucho mejor que su traducción como “Conjuros del más allá”. Explicaremos por qué. Esta película canadiense del 2016 escrita y dirigida por Steven Kostanski y Jeremy Gillespie, se basa en un grupo de personas atrapadas en un hospital, amenazadas por un grupo de extrañas personas vestidas con una túnica blanca con un triángulo que los identifica. Desde la escena inicial, donde un joven huye despavorido de una casa en el campo, pasando por su rescate en la carretera por un policía que lo lleva al hospital, vemos un intento por construir un terror estilo años 80. Lo que pasa a continuación, lo monstruoso y grotesco que habita en este hospital y lo que les va sucediendo a los protagonistas es justamente vacío.

El guión de Jeremy Gillespie y Steven Kostanski no alcanza para salir de lo cliché, con los recursos típicos del género, aunque la música se destaque de manera especial. Son noventa minutos que parecen mucho más. El suspenso se desdibuja y recorre un camino demasiado obvio para develar el secreto de este culto singular. No es la peor cinta de su tipo, hay algunos momentos logrados, pero es tan irregular en su desarrollo que sinceramente queda al debe y por bastante. Por eso es que su título original es lo que mejor la describe: el vacío.

Ficha técnica

Título original: The Void
Año: 2016
Duración: 90 minutos
País: Canadá
Productora: Cave Painting Pictures / JoBro Productions, Film Finance
Género: Terror. Intriga. Ciencia ficción
Guión: Jeremy Gillespie, Steven Kostanski
Música: Joseph Murray, Menalon Music, Lodewijk Vos
Fotografía: Sammy Inayeh
Reparto: Ellen Wong, Kathleen Munroe, Aaron Poole, Kenneth Welsh, Art Hindle, Daniel Fathers, Stephanie Belding, Amy Groening, Trish Rainone, Evan Stern, Mik Byskov, James Millington, Grace Munro, David Scott, Jason Detheridge
Dirección: Jeremy Gillespie, Steven Kostanski

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Suburbicon

Parece ser el paraíso. Vivir en Suburbicon es idílico, maravilloso y raya en la perfección. Gardner Lodge -Matt Damon- está casado con Rose -Julianne Moore-, y viven en una preciosa casa de este tranquilo barrio junto a su hijo Nick -Noah Jupe- y la hermana gemela de Rose, Maggie, quien es también interpretada por Julianne Moore. La calma se rompe abruptamente cuando se muda al condominio una familia afroamericana que tiene un hijo de la misma edad de Nick. Los nuevos vecinos provocan revuelo en la comunidad, fuertes discusiones junto a una violenta resistencia y abierto racismo hacia los recién llegados, algo totalmente fuera de proporción para un estilo de vida que parece sacado de un libro de cuentos o de un aviso comercial.

La originalidad de los guionistas, los hermanos Ethan y Joel Coen, sumada a la acertada y precisa dirección de George Clooney, hacen de “Suburbicon” una historia oscura, interesante y que asume bastantes riesgos. Por una parte tenemos un thriller policial hecho y derecho y por otro el trasfondo de un racismo que reverdece y se niega a desaparecer. Si sumamos a estos dos elementos centrales el característico y “negrísimo” humor de los Coen, el resultado es notable. No solo está en cuestión el doble estándar de Gardner y de Maggie. Todo es doble estándar y en varios personajes del relato puede incluso haber algo más.

“Suburbicon” tiene tanto de comedia como de drama. La construcción que hace Matt Damon del protagonista es realmente sólida. Nadie debería dudar de este padre ejemplar y esposo ideal. Moore hace un trabajo impecable interpretando a las gemelas. Lo antagónico resultan ser las caricaturas que representan dos desvergonzados personajes que invaden la privacidad de la casa familiar a poco de comenzar la historia. Este hecho aparentemente inconexo y sus posteriores consecuencias, es lo que marca el desarrollo de un metraje que tiene intriga, misterio, traición y venganza, en dosis perfectas y muy bien administradas.

Llama la atención que no hayan sido los hermanos Coen los directores de la cinta y que hayan delegado en Clooney esa responsabilidad. Sin embargo, y a la luz del resultado obtenido, la distancia que logra tomar el director, a pesar de haber participado en la elaboración del guión, dota a la cinta de un particular punto de enfoque. Cercana a la aplaudida “Fargo”, esta nueva cinta pone de manifiesto que donde hay una aparente y tranquila calma, existe una perturbadora y tensa realidad. Los detalles y capas que se observan son innumerables y las escenas que son dignas de mención se suman exponencialmente. En ese sentido debemos disponernos a disfrutar una película que nos atrapará de inmediato y que volverá a nosotros cada cierto tiempo y en diferentes porciones y proporciones. ¡Y es muy gratificante cuando una película vuelve en forma tan natural y precisa que permite saborearla por cuadros! Bravo por este regreso de los Coen. ¡Los extrañábamos!

Ficha técnica

Título original: Suburbicon
Año: 2017
Duración: 105 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Black Bear Pictures / Silver Pictures / Smokehouse Pictures
Género: Cine negro. Drama. Comedia | Neo-noir. Crimen. Años 50
Guión: Ethan Coen, Joel Coen, George Clooney, Grant Heslov
Música: Mlexandre Desplat
Fotografía: Robert Elswit
Reparto: Matt Damon, Julianne Moore, Oscar Isaac, Glenn Fleshler, Michael D. Cohen, Noah Jupe, Steve Monroe, Gary Basaraba, George Todd McLachlan, Carter Hastings, Dash Williams, Alex Hassell, Lauren Burns, Tony Espinosa
Dirección: George Clooney

"Coco"

“Coco”, la nueva cinta de animación producida por Pixar y distribuida por Walt Disney Pictures, es un sentido homenaje a la tradición mexicana del “Día de Muertos”. Miguel, su protagonista, proviene de una familia especial que ha prohibido la música de generación en generación. Sin embargo para este niño de 12 años la música es pasión y energía. Entonces, ocultándose de su familia e inspirado en su ídolo Ernesto de la Cruz, un exitoso y popular cantante que murió aplastado por una campana durante una presentación, Miguel comienza un camino lleno de aventuras que lo llevan hasta la “Tierra de los Muertos” donde ayudado por un esqueleto olvidado, solitario y muy histriónico llamado Héctor, conocerá al mismísimo Ernesto y también con ello, develará la verdadera historia de su particular familia.

La animación de “Coco” es hermosa. Colorida y mágica, posee un atractivo intrínseco que la hace tremendamente llamativa desde el punto de vista visual. El encantamiento de su forma por momentos se ve opacado por un guión algo flojo y que no está a la altura de otras producciones recientes de Pixar. Tal vez la fuerte localización mexicana puede ser un punto que juegue un papel importante al definir sólo una parte del mundo que quiere presentar. No obstante, esta entretenida fábula animada produce un efecto bastante notable al superponer el mundo de vivos y de los muertos ayudando con ello a comprender una ancestral tradición y también a explicar, de manera simple y sencilla, la memoria agradecida que se tiene de los antepasados en la cultura popular de los Estados Unidos de México.

La película pone de relieve de manera vital lo que la música puede llegar a provocar en una persona y en una comunidad. Las razones familiares para “odiar” y oponerse tenazmente a la música también son muy claras. Y esta lucha dual resulta encantadora, porque Miguel, contra viento y marea, logra abrirse paso para realizar su sueño y deseo más profundo. Él quiere ser músico y está decidido a lograrlo a pesar de la contrariedad que aquello provoque en su familia. Ese coraje y vigor es emocionante y nos hace empatizar con Miguel desde el primer momento.

Veremos si “Coco” replica en el mundo el gran éxito que ya ha obtenido en México. Por calidad y producción debería lograrlo sin ninguna duda. También deberemos observar si esta tradición que tan honestamente retrata es acogida en otras latitudes. Tal vez no es una película mayor de Pixar, a la altura de “UP” o “Intensamente”, sin embargo “Coco” logra cautivar gracias a un encanto que ya parece ser marca registrada de sus productores. La sencillez de los personajes y la forma de construir el relato no solo aportan una gratificante y sana entretención sino que además permiten acercarnos a un mundo distinto para admirarlo y comprenderlo, y así dejar libre paso a ese niño rebelde que todos llevamos dentro.

Y una sorpresa. Por tiempo limitado, acompaña a “Coco” un cortometraje encantador. Se trata de “Olaf, otra aventura congelada de Frozen”, dinámico y vivo, sobre las fiestas navideñas y las tradiciones familiares. El mundo de Disney concentrado en 28 minutos de acción, aventura, música y raíces familiares.

Ficha técnica

Título original: Coco
Año: 2017
Duración: 105 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Pixar Animation Studios / Walt Disney Pictures
Género: Animación. Fantástico. Comedia | Pixar. Familia. Música
Guión: Adrián Molina, Matthew Aldrich (Historia original: Lee Unkrich, Jason Katz, Matthew Aldrich, Adrián Molina)
Música: Michael Giacchino
Dirección: Lee Unkrich, Adrián Molina

Extraordinario

Basada en la novela “La lección de August” de R.J. Palacio, esta cinta, a pesar de algunas carencias y lógicas obviedades, logra conquistar un espacio en el corazón. Auggie Pullman -Jacob Tremblay- nació con una deformación facial y producto de ello ha tenido múltiples cirugías e intervenciones en sus cortos 10 años de vida. Ahora, con el apoyo de sus padres -Julia Roberts y Owen Wilson- debe enfrentar un desafío aún mayor que es ir por primera vez a la escuela.

El inicio es ciertamente intrigante. Vamos conociendo la historia relatada por la voz en off del mismo Auggie y pasamos largos -y tensos- minutos sin ver su rostro. Tal vez nos imaginamos lo que viene -en cierta forma como lo debe hacer seguramente la novela- y todo indica que debemos prepararnos para lo peor, algo similar a lo que experimenta el protagonista al descubrir su rostro ante los demás.

Una vez sorteado este primer escollo viene lo más evidente de la película y que es una forma simple de narración basada en la presentación de los personajes, sus padres, sus compañeros de curso y su hermana mayor. En esta parte el relato decae sustantivamente porque todo es anticipable aunque tenga un correcto trasfondo. Sin embargo, y luego de aquello, la película retoma una senda que, sin mucha ambición ni pretensión, resulta honesta.

Efectivamente la película funciona bien como una fábula. Lo que vive Auggie producto del rechazo de algunos compañeros, la lástima que le tienen otros junto con la natural dificultad de relacionarse a esa edad, configura un panorama desolador. Su familia es su soporte, su espacio protegido, pero naturalmente todo gira en torno a él y goza de privilegios que postergan una y otra vez a su hermana mayor. Su madre vive por él y para él. Su padre, tal vez el personaje más débil y menos desarrollado de la historia, es una figura amable y cercana, pero bastante decorativa. Auggie debe sacar extremo coraje para enfrentarse al mundo y así cambiar la forma en que todos lo ven. Esto también incluye, por supuesto, una modificación en su propia forma de verse. Y este es, aún siendo bastante evidente, el principal recordatorio de la película y pilar fundamental de esta emotiva “Lección de August”.

Ficha técnica

Título original: Wonder
Año: 2017
Duración: 113 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Lionsgate / Mandeville Films / Participant Media
Género: Drama | Infancia. Discapacidad
Guión: Steve Conrad, Jack Thorne (Novela: R.J. Palacio)
Música: Marcelo Zarvos
Fotografía: Don Burgess
Reparto: Jacob Tremblay, Julia Roberts, Owen Wilson, Mandy Patinkin, Millie Davis, Izabela Vidovic, Ali Liebert, Elle McKinnon, Bryce Gheisar, Daveed Diggs, Noah Jupe, Kyle Harrison Breitkopf, Gidget, William Dickinson
Director: Stephen Chbosky

La región salvaje

Esta cinta del guionista y director mexicano Amat Escalante resulta bastante incómoda. En una extraña mezcla de ciencia ficción y sexo, “La región salvaje” transita sobre un sendero poco claro que se traduce en mayores debilidades que virtudes. Con un guión por momentos ilegible y actuaciones que no terminan de cuadrar y convencer, la fragmentación del relato es francamente irritante. Ok, dejemos pasar entonces unos minutos para comprender hacia dónde va, sin embargo los cuadros son aún más dispersos, con marcadas separaciones, haciendo que su destino se torne todavía más lejano y brumoso.

Por un lado tenemos a Alejandra y Ángel, un matrimonio joven, con un hijo pequeño y con importantes dificultades de pareja. Por el otro está Fabián, el hermano homosexual de Alejandra que trabaja en el hospital local donde un día llega Verónica, mal herida por una extraña circunstancia pero que ella atribuye a la mordida de un perro. Junto a todo aquello tenemos una enigmática cabaña en el medio de la nada donde se oculta un misterioso y extraño ser “tentacular” que es utilizado por la pareja que vive allí a modo de experimento vivo con quienes llegan al lugar.

Existe en esta película un sentido de realidad y de imaginación que no se alcanza a constituir totalmente. Su dibujo es más bien una caricatura poco concluyente, con un centralismo extremo en la sexualidad, el machismo, la homofobia y la marginalidad de sus personajes. Las relaciones tóxicas y en algunos casos muy forzadas, hacen más crudo y disonante el metraje. ¿Conflicto? Escaso. ¿Valores y principios? Ausentes, al menos a simple vista. Estamos en un pueblo provinciano que lleva una vida tranquila y sin mayores sobresaltos a pesar de estar insertos en el centro mismo del misterio del relato. ¿Sobrenatural entonces? Es poco claro como fenómeno, y menos aún como eje principal de la historia.

¿Qué nos queda entonces? Es cierto que hay cine incómodo que se transforma en un desafío para reflexionar, que no es el caso de esta película. Sus elementos básicos -y no por ello menos importantes- no alcanzan a configurar un relato que permita siquiera alcanzar una mínima unidad en sus cien largos minutos de extensión. Si la búsqueda de su director es, como él mismo señala, “llegar a la esencia de la verdad humana”, esta película se aleja bastante de dicho propósito en mi opinión. Es necesario lograr una profundidad mayor y una condición imprescindible para aquello es el desarrollo de una conexión emocional de los protagonistas con el relato y con el espectador. Acá no se produce. Al contrario, su manifiesta separación, deja en evidencia la debilidad argumental de un cine experimental que por lo mismo es susceptible de recibir todo tipo de críticas. No es de extrañar, entonces, que Escalante ganara el premio al mejor director en el Festival de Cine de Venecia, en medio de ácidas críticas y sentidas alabanzas.

Ficha técnica


Título original: La región salvaje
Año: 2016
Duración: 100 minutos
País: México
Productora: Coproducción México-Dinamarca-Francia-Alemania-Noruega-Suiza; Mantarraya Producciones / Adomeit Film / Bord Cadre Films / Match Factory Productions / Mer Film / Pimienta Films / Snowglobe Films
Género: Drama. Fantástico. Terror | Extraterrestres. Homosexualidad. Drama psicológico
Guión: Amat Escalante, Gibrán Portela
Música: Igor Figueroa, Fernando Heftye, Martín Escalante, Lasse Marhaug, Guro Moe
Fotografía: Manuel Alberto Claro
Reparto: Simone Bucio, Ruth Jazmín Ramos, Jesús Meza, Edén Villavicencio, Andrea Peláez, Óscar Escalante, Bernarda Trueba, Kenny Johnston
Dirección: Amat Escalante

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Good Time: viviendo al límite

Esta es una película urgente. 99 minutos de tensión continua y sin pausa. “Good Time”, escrita por Ronald Bronstein y Joshua Safdie y dirigida por los hermanos Ben y Joshua Safdie transcurre en el bajo mundo de Nueva York. No es el lujo de los rascacielos de Manhattan. Es algo bastante diferente lo que quiere retratar esta cinta de acción que además posee un fuerte componente social desnudando carencia, marginalidad y exclusión en varios niveles. Todos estos méritos la llevaron a competir en la selección oficial de Cannes este año donde obtuvo el galardón a la mejor música incidental y sus directores fueron nominados a la Palma de Oro.

Constantine “Connie” Nikas -Robert Pattinson- y su hermano menor Nick -el mismo codirector “Benny” Safdie-, deciden asaltar un banco para poder trasladarse a vivir tranquilos a Virginia. Y claro, este robo no resulta tan sencillo y comienzan los problemas. Nick -que tiene un grado de discapacidad mental por el que ha estado en terapia- es capturado por la policía, Connie se salva por un pelo y allí comienza una verdadera odisea. Pattinson luce dotes estupendas para un personaje que está construido vertiginosamente. Su accionar es de constante improvisación. Sin un patrón definido, lo único que lo mueve realmente es salvar a su hermano. La primera misión era retirarlo de la terapia, por eso el plan del robo para obtener US 65.000 y así abandonar Nueva York. Ahora, el objetivo es sacarlo de la cárcel, donde seguramente lo va a pasar muy mal y le costará mucho poder sobrevivir. Connie se mueve como pez en el agua en este submundo inquietante de una ciudad de Nueva York escondida, sin las luces y sin el brillo acostumbrado.

“Good Time” es perturbadora y a la vez provocadora. Observamos en ella un meticuloso trabajo de composición de personajes -los secundarios son breves pero muy bien delineados y profundos-, escenarios súper reales y un guión que la hace inquietante, incómoda y a al mismo tiempo alucinante. Es verdaderamente una experiencia que acelera las pulsaciones del espectador y que al mismo tiempo llama a la reflexión sobre la urgencia que implica el tener que sobrevivir minuto a minuto, segundo a segundo en condiciones miserables.

En una de las primeras secuencias de la cinta podemos observar una característica que se hará cada vez más penetrante. La filmación es realizada en primer plano, muy cercano y con mucho movimiento. Esta cámara nerviosa nos hace parte de la escena y nos saca de la comodidad de ser meros observadores. Nos urge, nos provoca y hace que nos sumerjamos en la experiencia de un cine de estupenda factura, donde también nos sentimos protagonistas de lo que sucede en pantalla. En ese sentido, la dirección de los Safdie es brillante. Cada fotograma tiene razón de ser, tiene un color propio, un sentido y un destino. El relato cautiva y como no sabemos bien hacia donde nos lleva, el desafío es dejarnos conducir.

Es realmente sobrecogedor el amor de Connie por su hermano Nick. Este “tipo duro” no duda un instante en poner en peligro su propia vida por intentar ir en su ayuda. Y acá hay un contrasentido muy difícil de dilucidar. ¿Paso por encima de los demás para salvar a mi familia? ¿Cuáles son los límites? La cinta no funciona como una fábula sino que nos interpela directamente. ¿Dónde estamos nosotros si no vemos lo que pasa a nuestro alrededor? Observamos marginalidad todos los días. Cuando caminamos por la calle, en las esquinas, cuando cae la noche y donde menos lo imaginamos. Es carencia material, que es posible visualizar. ¿Y la carencia que no podemos ver a simple vista? Esa marginalidad interior, esa angustia que puede ser aun mas intensa y desoladora? Esta película nos introduce en ella y la actuación de Robert Pattinson, en ese sentido, es realmente sobresaliente.

Ficha técnica

Título original: Good Time
Año: 2017
Duración: 99 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Elara Pictures / Rhea Films. Distribuida por A24
Género: Thriller | Crimen. Cine independiente USA. Robos & Atracos
Guión: Ronald Bronstein, Joshua Safdie
Música: Oneohtrix Point Never
Fotografía: Sean Price Williams
Reparto: Robert Pattinson, Jennifer Jason Leigh, Barkhad Abdi, Cliff Moylan, Phil Cappadora, Souleymane Sy Savane, Buddy Duress, Mahadeo Shivraj, Jibril Goodman, Ratnesh Dubey, Shaun Rey, Laurence Blum, Marcos A. Gonzalez, Tara Lynn Wagner
Directores: Ben Safdie, Joshua Safdie

miércoles, 8 de noviembre de 2017

The Square

La cinta sueca ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2017 resulta difícil y compleja. ¿Por qué? Básicamente, porque es una película que, sin hacer concesiones, es tremendamente perturbadora y por ello resulta cautivante.

Christian -Claes Bang- es director del Museo de arte contemporáneo y mientras prepara "The Square", una especial propuesta valórica de una artista Argentina, debe hacerse cargo de un video promocional diseñado por la agencia a cargo de la difusión mediática que provoca una reacción de tremenda incomodidad en quienes lo ven, ya viralizado en internet. No obstante aquello, circunscribir el relato solo a este escenario sería injusto y limitado. La cinta está conformada por muchas situaciones particulares que, filmadas en unidad y continuidad, son una verdadera exposición audiovisual moderna.

En el análisis, una clave podría estar en el cuadro inicial. Se trata de una entrevista a Cristian realizada por una periodista que intenta despejar algunos confusos conceptos. La respuesta del director es aún más compleja y difusa, sin embargo hay un trasfondo que es importante. Se trata de ¿qué es lo que podríamos denominar arte? Y, claro, no hay una respuesta única, menos si se trata de arte en nuestro mundo contemporáneo, donde las “instalaciones” o “performances” juegan un rol único, particular y en ocasiones bastante contradictorio.

La cinta se nutre de variados criterios. Habla de lo objetivo y lo subjetivo. Enfrenta la censura y la libertad. Contrapone lo absurdo a lo genial y lo práctico a lo creativo. La imaginación del guionista y director Ruben Östlund es expresiva. Entre los variados retratos asistimos al robo de la billetera y celular de Cristian y su extraña reacción. Observamos sus relaciones profesionales, la oculta soledad en que vive y un “affaire interesado”. Presenciamos la relación de Cristian con sus dos hijas en un fin de semana en que él está a cargo de su cuidado. Vemos una brutal “intervención en una Cena de Gala donde un humano-gorila parece trasgredir todo límite aceptable. Caminamos entre el macromundo y el micromundo, desde las súper estructuras sociales a la esencia misma de la persona, en un viaje lleno de impresiones, exaltaciones e incomodidades.

Esta película posee múltiples capas, aun siendo principalmente una cinta lineal, pues el grado de profundidad lo entrega subjetivamente quien la está presenciando. Esto la hace más interesante de analizar que de apreciarla durante la propia exhibición. Y acá hay vasos comunicantes con otras expresiones artísticas como la pintura, la escultura, la escritura y la música por mencionar solo algunas. Recuerdo un ejemplo emblemático de una obra contemporánea para piano. La “performance” consistía en abrir la tapa del piano por un tiempo predefinido y así exponerlo a quienes participaran de esta experiencia. La discusión de si aquello era una obra musical o no, es algo que hasta la fecha tiene admiradores y detractores. A propósito de su música, hay una relación particular con “Cuadros de una exposición” de Modest Músorgski. En dicha obra, un tema central nos permite pasar de una sala a otra en la exposición. En la cinta, este papel podría asimilarse a la reiteración del “Ave Maria” (Bach/Gounod) en versión de Bobby McFerrin y Yo-Yo Ma. Conmueve y cautiva en las ocasiones que acompaña las imágenes, y pasa, en más de una ocasión, a ser también protagonista del cuadro plástico.


“The Square” posee el encanto de su filmación y la incomodidad de su interpelación. Provocativa y tal vez políticamente incorrecta, transcurre en esa incertidumbre propia de las obras inclasificables con una primera lectura. Y en ello, considero, está su mayor valor. No se trata de cualquier transgresión -y aquí adelanto un juicio- sino de la manera como se lleva a cabo dicha transgresión. Ruben Östlund responde a esa delicada ecuación entre fondo y forma que se hace real como expresión artística. Podemos observarla vacía, solo una forma sin demasiado contenido. O por el contrario, podemos descubrir en sus entrañas aquello que cimienta valores y cuestionamientos profundos. No hay una sola mirada y en eso la película es perfecta, porque nos hace transitar entre la profundidad y la levedad en un viaje que también depende de nuestro grado de apertura a todos estos provocativos e incómodos estímulos.

Ficha técnica 

Título original: The Square
Año: 2017
Duración: 142 minutos
País: Suecia
Productora: Plattform Produktion / ARTE France Cinéma / Coproduction Office
Género: Drama
Guión: Ruben Östlund
Fotografía: Fredrik Wenzel
Reparto: Claes Bang, Elisabeth Moss, Dominic West, Terry Notary, Christopher Læssø, Marina Schiptjenko, Elijandro Edouard, Daniel Hallberg, Martin Sööder, Linda Anborg, Emelie Beckius, Peter Diaz, Sarah Giercksky, Jan Lindwall
Director: Ruben Östlund

Asesinato en el Expreso de Oriente

El detective belga Hercules Poirot -Kenneth Branagh- es el centro de este relato. Todo gira en torno suyo en esta adaptación de la magistral novela de Agatha Christie. Su personalidad es extrovertida y extravagante, obsesiva, pulcra y también bastante maniática. Sumemos ahora un extenso viaje en tren, un grupo de particulares pasajeros, crudas inclemencias del tiempo que interrumpen el viaje y un asesinato por resolver, todos ingredientes perfectos para un thriller de género, donde la historia que narra supera su realización.

Kenneth Branagh también dirige esta cinta de 116 minutos. Su trabajo logra caracterizar muy bien a cada uno de los pasajeros del tren que están en manos de un reparto estelar. Penélope Cruz, Willem Dafoe, Judi Dench, Johnny Depp y Michelle Pfeiffer, entre otros, construyen variados personajes, llenos de caricaturas y también ricos en detalles, gestos y formas, que entregan diálogos frescos logrando un interesante -aunque aun así mínimo- contrapunto a la figura del inspector.

Si bien la tensión y la intriga se perciben, se aprecia un menor ritmo y magia de la que entrega el relato original de la escritora inglesa. Es cierto, son lenguajes diferentes, y es ese habitualmente el gran desafío de este tipo de recreaciones. De todas maneras, y a pesar de mostrar algunos ripios en la unión general y fluidez de su trama, “Asesinato en el Expreso de Oriente” se las arregla para salir airosa, entretener, y no caer en los recursos obvios y predecibles de muchas otras películas.

Tal vez el único punto débil del relato es foco excesivo en el personaje de Poirot, que sin duda es la estrella que está llamada a iluminar. Resulta que, según sus mismas palabras, “el mejor detective del mundo”, y que “ve la realidad como debe ser y por ello le resulta tan evidente el error”, se ve enfrentado a un caso que no logra comprender y donde ese “error” no es evidente. Ese personalismo tiende a opacar la fortaleza del guión de Michael Green y la fotografía de Haris Zambarloukos quienes con su trabajo logran configurar en un escenario reducido, un mundo completo y robusto, construido gracias a las sólidas actuaciones de todos sus protagonistas.

Ficha técnica

Título original: Murder on the Orient Express
Año: 2017
Duración: 116 minutos
País: Estados Unidos
Productora: 20th Century Fox / Scott Free / Genre Films / Latina Pictures / The Mark Gordon Company
Género: Intriga. Drama | Crimen
Guión: Michael Green (Novela: Agatha Christie)
Música: Patrick Doyle
Fotografía: Haris Zambarloukos
Reparto: Kenneth Branagh, Penélope Cruz, Willem Dafoe, Judi Dench, Johnny Depp, Michelle Pfeiffer, Daisy Ridley, Josh Gad, Derek Jacobi, Leslie Odom Jr., Lucy Boynton, Sergei Polunin, Tom Bateman, Olivia Colman, Miranda Raison, Marwan Kenzari, Manuel Garcia-Rulfo
Director: Kenneth Branagh

Blade Runner 2049

Esta secuela de la icónica cinta que Ridley Scott realizó en 1982 basándose en la novela de Philip K. Dick, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? editada en 1968, resulta ser toda una experiencia. Esta vez el elegido para construirla es el canadiense Denis Villeneuve, que bien conocemos por sus notables trabajos anteriores (“Sicario”, “La llegada”, entre otros), quien es acompañado por el mismo Scott, esta vez como productor ejecutivo.

Un nuevo Blade Runner, K -Ryan Gosling-, replicante, y agente de la Policía de Los Ángeles, en una misión de rutina descubre algo clave que podría modificar el orden social imperante. Han transcurrido 30 años desde la primera parte y esta pista -los restos de una mujer replicante que murió al dar a luz un hijo- lo lleva a emprender una búsqueda que lo conduce al legendario Rick Deckard -Harrison Ford- de quien se había perdido el rastro durante todos estos años. El guión, muy bien elaborado por cierto, nos presenta a varios personajes que están involucrados con los protagonistas desde diferentes dimensiones. Robin Wright -la teniente Joshi y superior de K- construye un papel elegante y bastante serio (algo similar a la reconocida “Claire Underwood”, eso si). Jared Leto, interpretando a Niander Wallace el poderoso genio creador de los replicantes, personifica al amo y señor de la tecnología, quien decide los destinos de una sociedad ya irreconocible en su forma. Luv -Sylvia Hoeks- representa a la fiel escudera de Wallace y su brazo derecho al momento de hacer todo el trabajo sucio.

En este mundo distópico observamos una estética de devastación, con ciudades destruidas, texturas confusas y relaciones crípticas que dan cuenta de una profunda desolación tanto exterior como interior. El diálogo es escaso y tal vez por ello la fotografía es cautivante y la música resulta ser embriagadora. Hay un eje central en este relato -muy bien construido- y que avanza en forma sólido. Esta centralidad es la búsqueda interior que lleva a cabo el protagonista en base a ciertos lejanos recuerdos, que lo remontan a su propio origen. K, eso si, desconoce si vivió realmente estos recuerdos o le han sido implantados. Esta dualidad es interesantísima, es un cuestionamiento muy íntimo y profundo.

K comparte su vida con Joi -Ana de Armas- un holograma que es tan real que incluso se puede encarnar en cuerpo presente. Los replicantes no tienen sentimientos y tampoco pueden sentir empatía, sin embargo en la relación de Joi con K se percibe mucho de aquello. Sabemos que no es real, al menos en teoría y según la historia, pero la relación entre ambos existe, sin lugar a dudas, y afloran todo tipo de características que podrían perfectamente ser señaladas como “sentimentales”.

Aventurar más detalles de la historia o algunos otros elementos podría restar parte del suspenso al relato. No es una película fácil. Al contrario, y por momentos, el ritmo puede ser tan lento que podría provocar más de alguna incomodidad. Denis Villeneuve, sin embargo, maneja aquello excepcionalmente, sin dejar caer la tensión propia de un relato sólido y bien configurado pues “Blade Runner 2049” es en realidad vivir una experiencia. La música también suele ser un recurso importante para el director. Vangelis compuso la original en 1982 y esta vez el elegido fue el compositor y frecuente colaborador de Villeneuve, Jóhann Jóhannsson, quien no alcanzó a completar el proyecto pues la decisión final del director fue llamar a Hans Zimmer y Benjamin Wallfisch para hacerse cargo de la musicalización. El resultado es una partitura envolvente y descriptiva, que nutre a la cinta de una ambientación perfecta para cada uno de los retratos visuales que contiene.

“Blade Runner 2049” no tenía un camino fácil. La original se transformó en una película de culto. Alabada y criticada, logró sobreponerse a ello y creo a su alrededor toda una generación de seguidores. No sabemos aún si esta segunda parte está a la altura, o más abajo o bien más arriba. Las críticas negativas y las alabanzas son diversas. Al parecer hay quienes la odian y quienes la aman. El arte es así, y no hay mejor medida que cuando una obra produce miradas que son en ocasiones totalmente opuestas. Al menos hay algo en lo que si podemos estar de acuerdo. No produce indiferencia y eso es un valor en sí mismo, por lo que la invitación es a verla y formarse una opinión que sin duda puede ser diferente a lo expresado en estas líneas.

Ficha técnica

Título original: Blade Runner 2049
Año: 2017
Duración: 163 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Warner Bros. / Scott Free Productions / Thunderbird Films / Alcon Entertainment / 16:14 Entertainment / Torridon Films
Género: Ciencia ficción | Cyberpunk. Secuela. Thriller futurista
Guión: Hampton Fancher, Michael Green (Historia: Hampton Fancher; Personajes: Philip K. Dick)
Música: Hans Zimmer, Benjamin Wallfisch
Fotografía: Roger Deakins
Reparto: Ryan Gosling, Harrison Ford, Ana de Armas, Jared Leto, Sylvia Hoeks, Robin Wright, Mackenzie Davis, Carla Juri, Lennie James, Dave Bautista, Barkhad Abdi, David Dastmalchian, Hiam Abbass, Edward James Olmos, Loren Peta, Vilma Szécsi, Elarica Johnson, István Göz
Director: Denis Villeneuve

jueves, 2 de noviembre de 2017

El hijo de Piegrande

Esta película de animación proviene de Bélgica y su estilo y construcción se diferencia bastante de las realizaciones que habitualmente nos llegan desde Estados Unidos. Adam, un tímido adolescente que sufre de buylling en el colegio, se ve de pronto enfrentado a un desafío mayúsculo. Su padre desapareció cuando él era muy pequeño, sin embargo al parecer estaría vivo en medio de la selva. Adam deja atrás a su madre y se sobrepone a los temores para ir en busca de quien resulta ser “Bigfoot”, el Dr. Harrison, quien para proteger a su familia fingió su muerte y vive escondido de una poderosa corporación que quiere obtener su ADN para así hacerse de los súper poderes que permiten, entre otras características, la regeneración vigorosa del cabello.

La cinta tiene un ritmo pausado y la trama se va desplegando en forma bastante natural. No hay un esfuerzo mayor en hacer complejo un guión que es sencillo de seguir y que enfoca su principal característica en la simpatía de Adam en relación con los diversos personajes que va conociendo a través de su aventura. El relato es entretenido hasta al menos dos tercios del metraje, momento en el que va perdiendo tensión y termina diluyéndose hacia el final de la película.

Temas como el buylling de sus compañeros, la abnegada labor de su solitaria madre y la ausencia de la figura paterna, configuran sin duda la personalidad de Adam. Si bien no se profundizan estas temáticas, queda muy clara la intención de contraponer debilidades y vulnerabilidades versus características genéticas especiales que otorgan posibilidades hasta ese momento inexploradas por el protagonista. También la cinta pone de relieve el cómo la lógica empresarial intenta pasar por sobre las personas, en una caricatura sobredimensionada pero que podría ser perfectamente aplicable a ciertas realidades actuales.

En cuanto a la técnica de animación se aprecia sólida y bien lograda. Son tal vez los diálogos los que quedan en un nivel inferior al de los efectos visuales. Además, el poco afortunado doblaje al español (en esta ocasión, mexicano), no ayuda a ponderar un contenido que podría ser quizá un poco más relevante. Aún así, la película entretiene. Hay humor, diversión y aventuras con un pequeño toque de contenido y está muy claro el bien y el mal, algo que ciertamente es vital en una cinta dirigida al público infantil. Y aunque flaquee en su relato, “El hijo de Piegrande” es una interesante opción para los más pequeños, aunque los adultos extrañemos aquellos guiños dedicados a los mayores que presenciamos en las clásicas producciones norteamericanas.

Ficha técnica

Título Original: The Son of Bigfoot 
Cinecolor Films 
Animación, aventuras, comedia 
Bélgica, Francia – 92 minutos 
Fotografía: Jeremy Degruson y Ben Stasen 
Música: Puggy 
Diseño de Prod.: Sylvie Lacoix 
Guionistas: Bob Barlen y Carl Brunker 
Voces originales: Cinda Adams, Bob Barlen, Laila Berzins 
Directores: Jeremy Degruson, Ben Stassen