miércoles, 18 de abril de 2018

La novia del desierto

Paulina García es Teresa. Luego de toda una vida trabajando como empleada doméstica en Buenos Aires, ya no puede continuar ayudando a la familia que la ha contratado. Han debido vender la casa y es imposible seguir junto a ellos. Teresa, entonces, está obligada buscar nuevos horizontes y se traslada a San Juan por un nuevo empleo, una nueva oportunidad, algo desconocido y sin ninguna certeza. En el camino, el bus sufre un percance cerca del Santuario de la “Difunta Correa”, lo que acrecienta su angustia e incertidumbre. Y para colmo, extravía su bolso en la casa rodante de un comerciante ambulante, un “puestero” de las afueras del Santuario.

Estrenada en la sección “Una Cierta Mirada” del Festival de Cannes, esta ópera prima de las realizadoras argentinas Cecilia Atán y Valeria Pivato, ha conseguido varios reconocimientos, premios y nominaciones. En el Festival de Huelva ganó el Colón de Oro al Mejor Largometraje, y el Colón de Plata a la Mejor Actriz y al Mejor Actor, en tanto en la competencia oficial del Festival de La Habana, Cuba, fue elegida como la mejor Ópera Prima, premio que también recibió en la Competencia Oficial de Ficción del Festival de Lima. Estuvo en la sección Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián y en la Competencia Internacional del Festival de Zurich. Además, en el año 2017 Paulina García fue nominada en los Premios Fénix por la Mejor Actuación Femenina.

La cinta entrega el peso del relato a Teresa. Paulina García configura un papel sólido, más que por lo que representa, por aquello que logra expresivamente ocultar y encapsular, de su vida, de su pasado y de su historia. Teresa busca un rumbo. Se siente perdida, ha salido de su zona cómoda y aquello la tensiona. En este camino de soledad, en este tránsito por el desierto, encuentra acogida en el “gringo”, -Claudio Rissi- un hombre que siempre se está moviendo, alegre y también algo charlatán, que comienza a intentar acercarse a ella a pesar de las innumerables trabas y barreras que la protagonista levanta para impedir cualquier tipo de acoso.

“La novia del desierto” es una pequeña oda a la tristeza. El tiempo y el espacio se agigantan y la añoranza del pasado es recurrente sin necesariamente ser urgente. La música de Leo Sujatovich es minimalista, sencilla; doliente. Paulina García logra una interpretación llena de detalles. Uno de ellos es realmente significativo. Una noche, al acostarse, llora. Sus ojos se humedecen con lágrimas que no salen con facilidad y sus ojos se mueven inquietos bajo sus párpados. Allí, como gotas cristalinas, las notas de la partitura se sincronizan con su llanto y con el movimiento. Un ejemplo sutil que encuentra en la fotografía de Sergio Armstrong un correlato con aquellos extensos y hermosos paisajes del norte argentino, cuya amplitud y belleza abren paso a la intimidad más profunda del alma de Teresa.

Ficha técnica

Título original: La novia del desierto
Año: 2017
Duración: 77 minutos
País: Argentina
Productora: Ceibita Films / El Perro en la Luna / Haddock Films
Género: Drama | Road Movie
Guion: Cecilia Atán, Valeria Pivato
Música: Leo Sujatovich
Fotografía: Sergio Armstrong
Reparto: Paulina García, Claudio Rissi
Dirección: Cecilia Atán, Valeria Pivato

Basada en hechos reales

Roman Polanski despliega su oficio para dar vida a la novela de Delphine de Vigan, “D’après une histoire vraie”. Delphine, la escritora protagonista de la historia que es interpretada por Emmanuelle Seigner, acaba de tener un éxito rotundo con su última novela. En medio de la presentación del libro en diversos eventos, ferias, firmas de autógrafos y cenas sociales, ella sabe que tiene un desafío inmediato que es su siguiente trabajo, sin embargo la presión de la “pagina en blanco” la atormenta día y noche. En medio de estas múltiples responsabilidades y una exasperante ausencia creativa conoce a Elle -Eva Green- una mujer decidida y muy segura de sí misma. Algo hace que entre ellas nazca confianza y cercanía, sin embargo esta enigmática mujer va tomando cada vez más protagonismo en la vida de Delphine, quien realmente ha perdido su rumbo y orientación pues está transitando por un momento difícil y comienza a perder su control emocional el que empieza a ser dominado por la misteriosa Elle.

Polanski sabe usar muy bien las cámaras, la línea de tiempo y los contrastes para filmar un thriller psicológico tenso que juega permanentemente con el control, la mentira-verdad y la dependencia emocional. Delphine parece haber encontrado su alter ego. Elle es una mujer sumamente interesante, que escucha, que presta atención y parece conocer cada detalle de la personalidad de la escritora. En el imaginario de Delphine está escribir su próxima obra sobre un relato de ficción, sin embargo Elle le impulsa decididamente a volver la mirada a su propia historia, es decir, basarlo sobre hechos reales, sobre otra historia de su vida.

En el relato está muy bien representada la soledad de esta escritora “best seller”. El éxito público y la aclamación, chocan irremediablemente con el desarrollo plano de su vida, con dos hijos adolescentes que ya no viven con ella y con una pareja “puertas afuera”, un cordial y comprensivo presentador cultural de televisión que se encuentra de gira por Estados Unidos. Inherentemente hay un colapso, algo muy cercano al sentimiento de fracaso personal del cual es muy complejo despegarse. De hecho, Delphine lentamente se ha ido subsumiendo en un círculo vicioso que evidentemente la conduce a una fuerte depresión.

Con este escenario complejo, la relación de ambas mujeres es la que soporta la línea principal del relato, el que por cierto se centra fundamentalmente en aquello que incuba íntimamente la protagonista. El misterio y el suspenso son el resultado de un enigma que tiene tanto de imaginario como de realidad. Aún decayendo en ritmo, profundidad y forma, la narración nos mantiene pendientes en espera de algo que intuimos pero no logramos descifrar. Y la respuesta tampoco llega clara y prístina. Es como si al director se le hubiera acabado el tiempo de filmación urgiéndolo a desarrollar un final abrupto que deja más interrogantes que certezas.

Digno de destacar es el trabajo del compositor Alexandre Desplat. Junto a una banda sonora muy adecuada, solo él puede tener detalles tan finos en los que imprime su sello. Combina una secuencia armónica con el famoso sonido de las sirenas de ambulancia y crea con los avisos auditivos de un nuevo mensaje en un iPhone, que siempre son disrruptivos y molestos, otro momento importante produciendo una atmósfera mágica y sonora. Detalles imperdibles y brillantes, que asoman con luces propias dentro de una cinta que se observa llena de oficio y experiencia pero que resulta sustancialmente opaca en su desarrollo.

Ficha técnica

Título original: D’après une histoire vraie
Año: 2017
Duración: 110 minutos
País: Francia
Productora: Coproducción Francia-Bélgica; Wy Productions / Belga Productions / Belga Films Fund
Género: Thriller. Drama | Thriller psicológico
Guion: Olivier Assayas, Roman Polanski (Novela: Delphine de Vigan)
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Pawel Edelman
Reparto: Emmanuelle Seigner, Eva Green, Vincent Pérez, Damien Bonnard, Camille Chamoux, Josée Dayan, Noémie Lvovsky, Dominique Pinon, Brigitte Roüan, Alexia Séféroglou
Dirección: Roman Polanski

martes, 17 de abril de 2018

...y de pronto el amanecer

Pancho Veloso -Julio Jung- emprende viaje a su tierra natal, Chiloé, en busca de inspiración para escribir algunas crónicas encomendadas por su editor. Lo que Pancho desconoce pero intuye, es que este regreso es mucho más trascendente. Allá están sus raíces, su origen y la mayoría de sus recuerdos. Han pasado más de cuarenta años desde que dejó la zona para establecerse en la capital en el oficio de escritor de artículos de farándula y anecdotarios. En el ser íntimo de Pancho habita un poeta, un escritor que con su vida ha ido construyendo una historia que está a punto de ver la luz, de ser narrada, contada, escrita y también revivida.

Silvio Caiozzi, un artesano del lenguaje cinematográfico, concede al guion escrito junto a Jaime Casas, un ritmo que ya es un sello del director. Lo hemos visto en “Julio comienza en Julio, observado en “La luna en el espejo” y confirmado en “Coronación”. Caiozzi necesita espacio, requiere de un entorno amplio para poder desarrollar estados de ánimo, con un seguimiento cercano y delicado de cada uno de sus protagonistas.

En este viaje al corazón de Pancho hay una belleza expresiva que entrega el maravilloso entorno natural de los parajes del sur de Chile. La fotografía de Nelson Fuentes es preciosa. La poesía fluye con naturalidad en las imágenes, sutileza no siempre presente y coincidente en los textos y narraciones “en off” del escritor.

El relato es entrañable. Esta historia de vida, incompleta hasta ahora, comienza a sumar sus últimos párrafos con una reflexión íntima inundada de profundos sentimientos. Se componen del presente de Pancho, de imágenes intercaladas de su niñez y juventud junto al seguimiento de su vitalidad juvenil llena de sueños e ideales, interrumpida de pronto por una parada brusca provocada por el golpe militar de 1973. Los detalles son incontables y las capas múltiples, en un camino intenso y largo.

La mayor sutileza son los detalles. El tiempo detenido, la pausa justa, el recuerdo añorado y un presente que amenaza con derrumbar lo vivido. La música de Valentina Caiozzi es aún más sutil y comprometida. Un acierto inseparable de la empática narración.

La extensión de la cinta llama indudablemente la atención. Son tres horas y quince minutos que no son sencillos de mantener ni tampoco de seguir, sin embargo son claramente necesarios para dotar a esta obra de una melancolía que trasciende profundamente al espectador.

Hay, en cada uno de los personajes construidos, un mundo propio y particular. En su gran amigo de infancia Miguel -Sergio Hernández-, en Luciano -Arnoldo Berríos-, y en su amada Rosita -Magdalena Müller-, entre otros, vemos figuras que constituyen la vida y personalidad de Veloso. Reviven su dolor, y también su amor y pasión juvenil. Producen quiebre y frustración, sin embargo son un punto de partida para la búsqueda y encuentro de una sanación tan profunda como necesaria.

“...Y de pronto el amanecer” encuentra a Pancho frente a un reencuentro inevitable. Es el reencuentro interior, consigo mismo, y también exterior, con su gran amigo Miguel. La búsqueda parece haber terminado. El recuerdo de su padre, que está siempre presente tratando de capturar el sol del atardecer en su mano, brilla aún más resplandeciente cuando las primeras luces del alba lentamente dejan que los profundos sentimientos y afectos se sobrepongan a cualquier hecho pasado. 

Esa luz de esperanza, ese rayo de sol, es realmente significativo. Es la vida entera, inseparable, indestructible, que cobra fuerza en un hermoso amanecer prístino y cristalino. Es Caiozzi en su máxima realización. Lenguaje, paisaje, imagen y texto. Cine hecho con paciente artesanía.

Ficha técnica  

Título original: …Y de pronto el amanecer
Año: 2017
Duración: 195 minutos
País: Chile 
Género: Drama
Guion: Jaime Casas, Silvio Caiozzi
Música: Valentina Caiozzi
Fotografía: Nelson Fuentes
Reparto: Julio Jung, Sergio Hernández, Arnaldo Berrios, Magdalena Müller, Mauricio Riveros, Pablo Schwarz, Anita Reeves, Pedro Vicuña, Nelson Brodt
Dirección: Silvio Caiozzi