miércoles, 30 de mayo de 2018

Los Versos del olvido

Este largometraje, ópera prima del cineasta iraní Alireza Khatami, presentado y premiado en la sección “Orizzonti” -nuevas tendencias y vanguardias estéticas- del Festival de Venecia del año 2017, narra la historia de un veterano cuidador de una morgue situada al interior de un cementerio. Este anciano, que posee una memoria prodigiosa y sin embargo es incapaz de recordar nombres, es interpretado por el actor español Juan Margallo, quien hace un excelente trabajo desarrollando un personaje cuyo relato son mayormente gestos y acciones, más que diálogos, seguidos muy de cerca por la aguda cámara de Khatami. Su trabajo es ayudar a los visitantes del camposanto en la ubicación de las tumbas y mostrar los cadáveres aún no identificados a quienes vienen en busca de los cuerpos de sus seres queridos. En el relato es acompañado por una anciana que busca incansablemente a su hija desaparecida -Itziar Aizpuru-, un enterrador -Tomás del Estal- que recoge las historias de los difuntos y el conductor de una carroza fúnebre -Manuel Morón-, que no se ha podido liberar de su pasado. Esta rutina se interrumpe de pronto por la llegada de un batallón policial con varios cuerpos que ocupan temporalmente la morgue y que modifican el escenario que el veterano cuidador debe enfrentar.

La cinta es abstracta. No hay tiempo ni lugar reconocible, aunque las locaciones son chilenas y participan en roles secundarios los excelentes actores nacionales Julio Jung, Amparo Noguera, Gonzalo Robles, Willy Semler y Luis Dubó. El director consigue dotar a la película de una atmósfera muy especial y en esto es clave la dirección de arte del chileno Jorge Zambrano junto a la fotografía del francés Antoine Héberlé.

En la presentación del filme, Alireza Khatami menciona que su infancia transcurre entre la guerra entre su país, Irán, e Irak, y que posteriormente pudo descubrir situaciones similares en otros lugares. "Recordar es un acto de resistencia", expresa el director, y tal vez es por ello las licencia narrativas que asume, y lo onírico de algunas secciones del filme. En palabras de uno de los productores, Giancarlo Nasi, “nos gusta hacer cine para cruzar los límites del arte y llevar los límites del cine siempre más allá, hacer cosas atrevidas y novedosas... crea un mundo en el que todo está permitido”.

El punto de inflexión es el descubrimiento que realiza el viejo sepulturero del cuerpo de una joven desconocida, abandonada presumiblemente por error por parte de quienes invadieron el lugar anteriormente. Ante ello, y a la luz de los sucesos, decide hacer lo posible por darle un entierro digno y es en este tránsito en el que transcurre la segunda mitad de la historia.

Esta co-producción entre Francia, Alemania, Holanda y Chile, no es tan sencilla de presenciar. Y tal vez aquello es justamente su mayor valor. A través de un relato aparentemente lineal, el guion permite que busquemos hilos y ramas, que volvamos atrás y vayamos adelante e incluso que incómodamente seamos nosotros mismos los que le demos sentido a la historia. Eso es interesante y se transforma en un trabajo que se disfruta mucho más luego de terminar de verla, momento en el que los elementos retratados y las imágenes comienzan a llegarnos como preguntas, sensaciones y recuerdos.

“Los versos del olvido" tiene algo que es difícil de describir. Es un movimiento constante, una búsqueda, un impulso vital que nace desde lo más íntimo del protagonista. Este “perpetuum mobile” no lo deja tranquilo, lo ahoga y lo obliga a mantenerse alerta, algo que Margallo interpreta de forma notable. Solo hay una frase que tal vez nos puede dar una pista; “olvidar el olvido, ese es el verdadero olvido", algo que naturalmente parece imposible tomando en cuenta la memoria persistente del anciano y que nos recuerda que hay cosas que verdaderamente, por más esfuerzo que hagamos, no se pueden olvidar.

Ficha técnica
Título original: Oblivion Verses
Francia-Alemania-Holanda-Chile, 2017
Duración: 78 minutos
Calificación: Todo espectador +7
Productores: Frédéric Bellaïche, Joost de Vries, Fabian Massah, Giancarlo Nasi, Leontine Petit, Catharina Schreckenberg, Vincent Wang, Dominique Welinski
Dirección de fotografía: Antoine Héberlé
Dirección de arte: Jorge Zambrano
Montaje: Florent Mangeot
Elenco: Juan Margallo, Tomás del Estal, Manuel Morón, Itziar Aizpuru, Julio Jung, Amparo Noguera, Gonzalo Robles, Willy Semler, Luis Dubó
Dirección y guion: Alireza Khatami

Amor de medianoche

Katie -Bella Thorne- es una joven de 17 años que debe permanecer al interior de su casa durante el día debido a una rara enfermedad, la xerodermia pigmentosa (XP), que provoca que la mínima luz solar directa sobre la piel sea mortal. Su padre, comprensiblemente sobreprotector la mantiene encerrada y con el menor contacto posible con el mundo exterior. Solo su mejor amiga de infancia ha podido ingresar en un círculo prácticamente impenetrable, todo esto hasta que una casual coincidencia hace que Katie no pueda evadir a Charlie -Patrick Schwarzenegger-, su amor platónico desde la infancia, quien queda inmediatamente encandilado con ella.

Este drama juvenil del director Scott Speer, con guion de Eric Kirsten y Kenji Bando, está basado en una película japonesa del año 2006 que tenía algo más de relato autobiográfico que de ficción. Los personajes en esta versión son perfectos, la enfermedad mortal y el amor, ideal. Es sin duda un relato previsible, incluso cuando sobreviene el conflicto principal del filme, sin embargo es muy difícil no emocionarse con una historia bien construida y que cumple con lo que se propone.

Tangencialmente observamos temáticas interesantes y que son tremendamente actuales. La amistad adolescente, la popularidad de algunos y la discriminacion hacia otros, el deporte y la música como factores diferenciadores y algunas críticas contra el sistema, son abordados por el metraje sin necesariamente profundizar. La cinta es un drama romántico y no se aparta de ese patrón, sin embargo cuando logra mayor intensidad es justamente al momento de exponer realidades que no se pueden fragmentar, ni evadir, ni pasar por alto. La confianza y la verdad están en entredicho y aquello es el detonante del desarrollo de la tragedia, que aunque es evidente, logra ser intensa.

“Midnight Sun”, es decir sol de medianoche, su título original, nuevamente es mejor que la traducción comercial con la que llega a Chile esta cinta del 2017. ¿Y por qué mi majadera insistencia en este tipo de aspectos formales? Porque el título original no se queda en el drama sino que da lugar a la esperanza, abre el espacio hacia algo diferente, hacia lo que no está escrito ni representado. Se refiere más al valor agregado que nosotros podemos darle a la historia dependiendo el punto de vista en el que estemos situados. Este ejercicio, más racional que emocional, permite destacar lo relevante y disminuir lo accesorio, pues muchas veces lo que realmente importa está oculto bajo capaz de barnices que impiden incluso que podamos observarlo desde perspectivas distintas, fuera del centro en nosotros mismos, es decir, fuera de la comodidad de simples espectadores. Es un desafío para tratar de mirar lo positivo de este relato y quedarnos así con un mejor recuerdo de él.

Ficha técnica 

Título original: Midnight Sun
Año: 2017
Duración: 91 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Wrigley Pictures / Boies / Schiller Film Group. Distribuida por Open Road
Género: Romance. Drama | Drama romántico. Enfermedad. Remake
Guion: Eric Kirsten, Kenji Bando
Música: Nate Walcott
Fotografía: Karsten Gopinath
Reparto: Bella Thorne, Patrick Schwarzenegger, Quinn Shephard, Tiera Skovbye, Jaeda Lily Miller, Kiefer O'Reilly, Allyson Grant, Dean Petriw, Ava Dewhurst, Rob Riggle, Ken Tremblett, Jenn Griffin, Paul McGillion
Dirección: Scott Speer

sábado, 26 de mayo de 2018

Desobediencia

El director chileno Sebastián Lelio dirige este drama que tiene como protagonistas a Rachel Weisz y Rachel McAdams. Ronit -Weisz-, fotógrafa en Nueva York, se entera de la muerte de su padre, Rav Kruschka. Decide volver a su casa, en Londres, para los tradicionales ritos funerarios judios de una familia ortodoxa de la que ella había huido años atrás. Su repentina e inesperada llegada toma a todos por sorpresa. Dovid -Alessandro Nivola-, el próximo rabino de la comunidad y protegido de su padre, está casado con Esti Kuperman -McAdams-. Ellos tres eran grandes amigos de jóvenes, pero no solo eso, las dos mujeres tuvieron en esa época algo bastante más en común que solo su amistad.

Ambientada en la Inglaterra del siglo XX, Lelio compone el guion de esta cinta basado en la novela de Naomi Alderman junto a la escritora Rebecca Lenkiewicz. Y el director imprime su sello, aún cuando en algunos momentos es difícil reconocer su mano debido a un relato algo plano y lineal. Donde si podemos ver a Sebastián Lelio es en todos aquellos planos en que los personajes femeninos son seguidos de cerca por una cámara dispuesta a captar los más mínimos detalles de la femineidad, algo que se ha transformado en marca registrada del realizador chileno.

La película es íntima y entrega su mayor profundidad en las actuaciones de Weisz y McAdams. Prácticamente todo el hilo conductor recae sobre sus hombros y todo lo demás gira alrededor del ritmo entregado por ellas. La religión, la moral, la presión social y el “deber ser”, son temáticas subyacentes a la historia central que vincula a las dos protagonistas, sin embargo están presentes permanentemente como un contrapunto intenso -y visiblemente expuesto- a la química que logran ambas actrices en la configuración de sus roles.

Acá las figuras masculinas son anexas, aunque no menos importantes, en la filmación. Lelio se encarga de dejarnos muy claro los roles que cada uno de los personajes tiene en el rodaje. Las secuencias más logradas e íntimas son sin duda las femeninas. Las demás, o corresponden a entornos argumentales de contexto o a aquellas situaciones que condicionan de alguna forma el actuar de la comunidad, la de los mencionados papeles masculinos y las decisiones que van tomando las dos protagonistas.

Hay en el metraje un estilo distinto a lo observado en anteriores cintas de Lelio. Es posible que ciertos condicionamientos lo hubiesen obligado a seguir caminos diferentes o a tomar otras decisiones. No obstante aquello, el pulso del cineasta está presente, su intención es perfectamente clara y el lenguaje de su “fascinación por lo femenino”, dicho en palabras del propio director, es algo que está en la esencia del trabajo y es sin duda los más valioso de un drama que conmueve por la temática filmada pero que no logra alcanzar un vuelo narrativo cercano y a la altura de “Gloria” o “Una mujer Fantástica”, los dos últimos premiados y exitosos largometrajes del ya consolidado Sebastián Lelio.

Ficha técnica

Título original: Disobedience
Año: 2017
Duración: 114 minutos
País: Reino Unido
Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos-Irlanda; Braven Films / Element Pictures / Film 4
Género: Romance. Drama | Drama romántico. Homosexualidad
Guion: Sebastián Lelio (Novela: Naomi Alderman)
Música: Mathew Herbert
Fotografía: Danny Cohen
Reparto: Rachel Weisz, Rachel McAdams, Alessandro Nivola, David Olawale Ayinde, Mark Stobbart, Cara Horgan, Sophia Brown, Lasco Atkins, Bernardo Santos, Dominic Applewhite, Omri Rose, Liza Sadovy, Dave Simon, Trevor Allan Davies, Cristian Lazar
Dirección: Sebastián Lelio

miércoles, 23 de mayo de 2018

Han Solo: Una historia de Star Wars

Para quienes hemos seguido “Star Wars” desde sus primeros episodios a fines de los años setenta, probablemente aquellos iconos sean siempre nuestros máximos referentes. Sin embargo, en mi caso particular, estoy gratamente sorprendido del rumbo que ha tomado la saga una vez que Walt Disney Studios adquirió los derechos de distribución de la historia. Antes de ello nos encontrábamos admirando los originales y observando, tal vez críticamente, las historias presentadas en la trilogía anterior al Episodio IV, “Una nueva esperanza”, el primero en ser presentado por su creador George Lucas en pantalla grande. Disney Studios corrió el riesgo y movió el límite. No solo diseñó una trilogía final -que ya lleva dos exitosas entregas y concluirá con el futuro Episodio IX- sino que expandió la historia con ramificaciones. “Rogue One” fue una de ellas, una exitosa cinta que se ubica entre los Episodios III y IV. Ahora es el turno de otra “historia de Star Wars”. Se trata de “Solo”, que se remonta a la juventud del famoso personaje inmortalizado por Harrison Ford y que está en el corazón de la saga y en el alma de todos quienes somos fans de la historia de la Guerra de las Galaxias.

Han -Alden Ehrenreich-, joven e impulsivo, quiere buscar nuevos horizontes. Vive en Corellia, planeta situado a corta distancia de Coruscant, la capital de la Galaxia, sueña con ser un gran piloto y junto a su novia Qi’ra -Emilia Clarke- tienen todo arreglado para huir. Sin embargo un contratiempo de último momento no les permite escapar juntos. Luego de tres años, el intrépido protagonista no ha podido cumplir su sueño y quiere regresar por su amada, pero se ha convertido en un simple soldado que está envuelto en guerras de trincheras y en un crudo día a día. Un oscuro traficante llamado Tobías Beckett -Woody Harrelson- le da una chance de poder conseguir un dinero extra para llevar a cabo sus planes los que se ven interrumpidos porque el destino vuelve a juntar a estos dos jóvenes idealistas. La diferencia, esta vez, es que Qi’ra es la asistente y mano derecha de Dryden Vos, uno de los criminales más violentos e implacables de este rincón galáctico, por tanto las aventuras y desventuras de los jóvenes toman un rumbo muy distinto a lo planeado -o no planeado- originalmente.

El relato de la historia es interesante pues conocemos algunos detalles importantes del origen de la amistad de Han Solo con su fiel acompañante Chewbacca y también sobre otro icono de la saga principal que es el “Millenium Falcon”, la famosísima nave que a esta altura es ya una leyenda. También podemos apreciar antecedentes de la rebelión contra el imperio que de manera incipiente se está conformando y comenzando a dar sus primeros pasos.

La película es entretenida. La verdad, supera mis expectativas. Escenas muy bien logradas, vertiginosas, llenas de acción, efectos especiales clásicos, vigor y emoción en un relato que, aunque puede ser bastante lineal y predecible, conduce apropiadamente esta travesía galáctica de 135 minutos. Las actuaciones satisfacen aunque no han estado exentas de polémica, sobre todo lo que dice relación con Ehrenreich, su joven protagonista. Tampoco pasa inadvertido el brusco cambio de dirección producido el año 2017, cuando Ron Howard debió tomar el proyecto luego del despido de la dupla Lord-Miller. Con todo, el resultado es una cinta trepidante, con nuevos bríos juveniles y una puerta abierta hacia la independencia del protagonista hacia su propia historia.

Dejo para el final un aspecto que es esencial para cualquier cinta de “Star Wars” o de las historias que se desprendan de ella. Basada en los temas originales de John Williams, la partitura de John Powell está muy bien compuesta transformándose, también, en un elemento fundamental del metraje.

Muy bien por estas nuevas historias de “Star Wars”. Hay movimiento, creatividad, recursos e ilusión. Podrán gustarnos más o menos, lo que es subjetivo e indudablemente opinable, sin embargo da cuenta que esta “Guerra de las Galaxias” está más viva que nunca y es fuente de inspiración -y también de recursos- para nuevas producciones y relatos que nos lleven a lo sucedido “hace mucho tiempo en una galaxia muy muy lejana”.

Ficha técnica 

Título original: Solo: A Star Wars Story
Año: 2018
Duración: 135 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Lucasfilm / Walt Disney Pictures / Allison Shearmur Productions / Imagine Entertainment
Género: Ciencia ficción. Aventuras | Star Wars
Guion: Lawrence Kasdan, Jon Kasdan (Personaje: George Lucas)
Música: John Powell
Fotografía: Bradford Young
Reparto: Alden Ehrenreich, Emilia Clarke, Donald Glover, Woody Harrelson, Thandie Newton, Phoebe Waller-Bridge, Warwick Davis, Clint Howard, Paul Bettany, Richard Dixon, Joonas Suotamo,  Sarah-Stephanie, Deepak Anand, Slim Khezri, Ian Kenny, Douglas Robson, Omar Alboukharey, Sean Gislingham, Nathaniel Lonsdale
Dirección: Ron Howard

martes, 22 de mayo de 2018

Isla de Perros

Megasaki City, veinte años en el futuro, Japón. Con la contagiosa gripe canina en aumento, el alcalde Kobayashi decide exiliar a todos los perros de la ciudad en una ficticia isla deshabitada usada solo como como un vertedero gigante de basura. El relato sigue a cinco perros que han sido llevados al lugar -Chief, Rex, Boss, Duke y King- y al pequeño Atari Kobayashi, sobrino del alcalde, que en un desvencijado aparatado volador tipo Junior-Turbo Prop XJ750 llega en busca de su fiel perro Spots, el primero de los canes en ser enviado allí al comenzar la cuarentena decretada. Ante el revuelo de esta noticia, el alcalde decide intervenir para traer de vuelta a su sobrino y dejar la isla a su suerte, sin embargo debe enfrentar un movimiento en favor de los perros llamado “Pro Dog”, liderado por la valiente joven Tracy Walker.

Wes Anderson, en su segunda cinta de animación realizada con la técnica de stop-motion, da forma a una historia original coescrita por él mismo, junto a Roman Coppola, Kunichi Nomura y Jason Schwartzman. Anderson, fiel a su lenguaje narrativo, mantiene en esta cinta varios de sus sellos característicos. La película es deliciosa y está repleta de infinidad de detalles, frases y gestos que cautivan a la audiencia desde la primera escena. La elaboración animada es fantástica y el ritmo, otro pulso del director, es implacable.

El relato de este exilio perruno, la actitud dictatorial del alcalde y la rebelión ante la arbitraria medida, divide a los habitantes de la ciudad y marcan un contrapunto importante con las secuencias que protagoniza el grupo de perros en la isla, tanto en su interacción con el joven Atari, como cuando se deben defender de los ataques que reciben con drones y robots. Es notable la caracterización de personalidades en los canes y los estereotipos que configuran a los humanos, todo ello, por supuesto, sazonado en justa medida por el talentoso director.

“Isle of Dogs” tiene un humor inteligente y sin abusos. Posee fina delicadeza en la configuración de cada escena junto con detalles gráficos de elocuente imaginación. Además, funciona perfecta como parábola para los tiempos actuales. Anderson encandila con pequeños giros y sorprende con fragmentaciones que entregan a la película un toque particular y único. Otro aspecto notable es la música incidental de Alexandre Desplat, una partitura variada, rítmica y sencilla que no solo ambienta sino que proporciona al relato diversos grados de tensión que van de la mano y en perfecta unidad con las secuencias visuales.

¡Gran película! Para disfrutar tal vez más de una vez, porque la cantidad de información y preciosuras es extensa. Anderson confirma con esta cinta animada su excelente mano de realizador, honesto y fiel a una narración particular que logra atención y emoción.

Ficha técnica

Título original: Isle of Dogs
Año: 2018
Duración: 101 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Coproducción Estados Unidos-Alemania; American Empirical Pictures / Indian Paintbrush / Scott Rudin Productions / Studio Babelsberg
Género: Animación. Fantástico. Comedia. Aventuras | Stop Motion. Perros/Lobos. Distopía
Guion: Wes Anderson (Historia: Wes Anderson, Roman Coppola, Kunichi Nomura, Jason Schwartzman)
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Animation, Tristan Oliver
Reparto: Animation
Dirección: Wes Anderson

miércoles, 16 de mayo de 2018

Tully

Esta película del director Jason Reitman se inscribe dentro del género de comedia, sin embargo, y como suele pasar a menudo, ello se convierte solo en una excusa y así desarrollar un formato menos duro para poder abordar una temática que es más cercana a los conflictos y al drama.

Marlo -la inconfundible Charlize Theron que subió muchísimos kilos para caracterizar a su personaje- es una mamá que está esperando a su tercer hijo y debe lidiar con el día a día de la crianza de los otros dos, lo que a esta altura la sobrepasa con creces. La relación con Drew -Ron Livingston-, su marido, es normal pero él está fuera gran parte del día y tiene viajes fuera de la ciudad por lo que la responsabilidad y el agobiante trabajo de llevar la casa recae solo en ella. Y verdaderamente ya no da más. Su hermano, al verla tan agobiada, le ofrece una ayuda diferente: contratar a una niñera de noche para que pueda descansar algo más, evitando los desvelos y preocupaciones del bebé recién nacido.

Así es como llega Tully -una joven y atrevida Mackenzie Davis- quien de inmediato toma las riendas de la casa y envía a Marlo a dormir pues ella se encargará de todo. Pero para la protagonista esto no es tan sencillo. ¿Cómo dejar en manos de una extraña a su bebé? No la conoce, no tiene confianza, ¿qué debería hacer? Es en ese momento donde el relato comienza a exponer los momentos de mayor reflexión y profundidad con diálogos precisos entre las dos mujeres que parece que coinciden en demasiados gustos y también da la impresión que se conocieran muy bien. Su relación es franca y abierta, sin tapujos ni temas escondidos.

El guion de Diablo Cody es interesante, agudo e inteligente, y además tiene una lógica distinta a lo habitual. La cinta presenta tres partes muy marcadas. Un comienzo muy intenso y poco extenso que muestra la rutina desesperante de una madre superada por las circunstancias. Un segundo momento, mucho más largo, donde todo parece calzar y ajustarse hacia una comodidad bastante natural y el surgimiento de un repentino último cuarto que recupera y aumenta la tensión inicial, genera el conflicto y conduce hacia su desenlace. Desde la forma es diferente y desde su desarrollo la audacia y la química de las dos protagonistas le dan mucho carácter al metraje. Theron realiza un trabajo notable para expresar con su mirada, tonos de voz y movimientos corporales todo aquello que la hace sentir mal, transmitir sus estados extremos de sensibilidad y sus emociones, provocando natural empatía con los espectadores. Por su parte, Mackenzie Davis entrega a su personaje una fuerza juvenil arrolladora que brilla y provoca al mismo tiempo.

“Tully” es una cinta que está bien narrada. Sus actuaciones son sólidas y en sus variados aspectos muy reales. La transformación que experimenta Marlo es notable gracias al carisma con el que Theron nutre a su personaje, subiendo el nivel de una honesta comedia que acomete temas serios y tremendamente actuales.

Ficha técnica

Título original: Tully
Año: 2018
Duración: 94 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Bron Studios / Right Way Productions / Denver and Delilah Productions
Género: Comedia
Guion: Diablo Cody
Música: Rob Simonsen
Fotografía: Eric Steelberg
Reparto: Charlize Theron, Mackenzie Davis, Mark Duplass, Emily Haine, Ron Livingston, Elaine Tan, Maddie Dixon-Poirier, Lia Frankland
Dirección: Jason Reitman

Deadpool 2

Esta cinta tal vez debió llamarse “Las desventuras de Deadpool”. Habría sido un título algo más apropiado que solo “2”. Además, la acción cae en tantos despropósitos ridículos que me viene a la mente -guardando naturalmente toda proporción- aquella famosa frase de Les Luthiers refiriéndose al “adelantado don Rodrigo Díaz de Carrera; las aventuras en que se vio envuelto y como... se desenvolvió”. Porque así es Deadpool, no termina de desenvolverse de un problema para envolverse en el siguiente.

Ya conocemos bastante bien a nuestro personaje desde la primera entrega. Ryan Reynolds lo encarna con una naturalidad y humor únicos. A diferencia de la anterior, esta vez el personaje alterna mucho más su presencia con y sin su disfraz, pues ya no es sorpresa el rostro de Wade al natural. ¿Y el argumento? Nuestro súper héroe debe luchar contra un malvado que tiene súper poderes. ¿Suena conocido? Pero así es, se los prometo. Lo singular es con quien lucha y lo plural es quienes le acompañan en estas peleas.

Lo inconmensurable de esta película es la cantidad de situaciones que enfrenta el personaje y su capacidad increíble de superar todo obstáculo que se le presenta, incluso, su extrema capacidad de supervivencia a explosiones, balazos y desmembramientos. Es de no creerlo. ¿Es entretenida? Si. ¿Divertida? Bastante. ¿Chistosa? Pocas veces. ¿Irreverente? Siempre.

El desfile de autoreferencias marvelianas es enorme y de todo tipo, naturalmente. Reírse de sí mismo es lo más sano que existe y ello la película lo cumple perfectamente, sobresaliente diría yo. Y me encanta que una de las mayores fábricas de superhéroes se ría de sus personajes y no se tome las cosas tan en serio. Ojo con la escena Post Créditos. ¡Notable!

“Deadpool 2” no sorprende como la primera pero es más sólida y apalancada. El guion es de vértigo en la acción y bastante más remolón en las escenas que la interrumpen. Aún así tiene una gracia que es parte de su esencia y que la saca adelante. No brilla pero cumple. Ni fu ni fa, es más bien Sol*. (Referencia, explicación y spoiler después de la ficha técnica)

Ficha técnica 

Título original: Deadpool 2
Año: 2018
Duración: 111 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Marvel Entertainment / 20th Century-Fox / Donners' Company / Kinberg Genre
Género: Acción. Fantástico. Comedia | Superhéroes. Marvel Comics. Cómic. Secuela
Guion: Rhett Reese, Paul Wernick, Ryan Reynolds (Cómic: Rob Liefeld, Fabian Nicieza)
Música: Tyler Bates
Fotografía: Jonathan Sela
Reparto: Ryan Reynolds, Zazie Beetz, Josh Brolin, Morena Baccarin, T.J. Miller, Karan Soni, Brianna Hildebrand, Leslie Uggams, Jack Kesy, Julian Dennison, Eddie Marsan, Lewis Tan, Bill Skarsgård, Rob Delaney, Terry Crews, Shiori Kutsuna, Hayley Sales, Luke Roessler, Scott Vickaryous, Tanis Dolman, Nikolai Witschl, Andréa Vawda
Dirección: David Leitch

* La referencia es a la escena de la muerte de DeadPool y además al color que para mi representa en la música la nota sol, es decir, amarillo.

viernes, 11 de mayo de 2018

Los inquilinos

Hay algo en esta película que resulta atractivo. No es especialmente el relato ni el ritmo de la historia. Es algo más cercano a la construcción de la atmósfera y al desarrollo de los personajes.

Dos hermanos gemelos interpretados por Charlotte Vega y Bill Milner, viven en una vieja y deteriorada mansión. El lugar es enorme que queda en el medio de un gran bosque, algo alejada del pueblo más cercano. Por supuesto, esta casa tiene secretos de los que conocemos solo pinceladas. Al parecer hay un destino para los hermanos, y justo ahora que han cumplido la mayoría de edad, deben asumirlo o bien rebelarse con las consecuencias que ello conlleva.

Brian O'Malley, el director de la cinta, logra un excelente trabajo con los jóvenes actores. Charlotte Vega, la hermana, y Bill Milner, el hermano, construyen sus papeles en base a gestos, miradas y unas pocas palabras. El resto es justamente esa sensación atmosférica que rodea un relato que si bien no tiene un gran vuelo, en su formato nos conduce lentamente hacia un desenlace que siempre está abierto.

La fotografía Richard Kendrick y la música de Kevin Murphy son parte fundamental de la película y están muy bien logradas. Es la Irlanda de comienzos del Siglo XX, post guerra, y por ello los secundarios giran en torno al joven sobreviviente que regresa al pueblo y al “desocupado” abusador de turno y sus secuaces.

Interesante y atractiva para ser más de suspenso que de terror, “The Lodgers” se las arregla para salir bien parada en un tiempo donde el uso y abuso de estas producciones en serie no tienen más que agobiados, sin presentar novedades ni nada que se salga de los patrones establecidos. En ese sentido trabajo que realiza O'Malley con el guion de David Turpin funciona más que correctamente y sus escasos 92 minutos fluyen con absoluta naturalidad.

Ficha técnica

Título original: The Lodgers
Año: 2017
Duración: 92 minutos
País: Irlanda
Productora: Tailored Films / Epic Pictures Group [USA] / Avatar Audio Post Production / Bowsie Workshop / Outer Limits Post Production / E-Color Studios / Point.360
Género: Terror | Casas encantadas. Años 20
Guion: David Turpin
Música: Kevin Murphy
Fotografía: Richard Kendrick
Reparto: Charlotte Vega, Bill Milner, Eugene Simon, David Bradley, Moe Dunford, Roisin Murphy, Deirdre O'Kane, Emmet Kelly, Emma Whelan, Tara Doyle
Dirección: Brian O'Malley

lunes, 7 de mayo de 2018

Avengers: Infinity War

En esta nueva entrega de “Avengers”, Marvel suma en pantalla una cantidad enorme de super héroes, todos reunidos para evitar que Thanos, un super poderoso malo-malo, logre el objetivo de capturar las gemas que le permitan tener el poder de controlar totalmente el universo.

Y en simple, ese es el argumento y el desarrollo de la historia. Al parecer nada ni nadie puede detener a Thanos. Prácticamente toda la cinta es un desfile de batallas, peleas, efectos visuales y efectos especiales que si bien están tremendamente logrados, al final resultan agotadores si no tienen un trasfondo mayor. Incluyendo el escenario natural de Wakanda, la sorpresa de Marvel con Pantera Negra, su última entrega, no se observa mayor novedad en el resto de los espacios en que se libran estas implacables luchas de titanes.

La sensación que deja “Infinity War” es de una cinta en extremo larga y que básicamente está construida con variaciones sobre el mismo tema. Creo que tantos personajes causan un efecto contrario al esperado, es decir, un mínimo impacto porque en realidad ninguno puede desarrollarse demasiado. Asimismo la cinta abusa de la broma, lo que también se transforma en un recurso repetido y que por lo mismo deja de tener la gracia de entregas anteriores.

En mi opinión, nunca tanto fue tan poco pues los excesos suelen ser catastróficos. “Infinity War” entretiene, si. Ha logrado batir todos los récord de taquilla tanto localmente como mundialmente. La fascinación por las estrellas de Marvel es tal que su reforzamiento con campañas de marketing no ha hecho más que aumentar exponencialmente sus espectadores y su recaudación. Negocio redondo y efectivo. Pero, ¿algo más? A mi modo de ver, queda totalmente al debe.

Dos aspectos si son muy destacables. La música de Alan Silvestri y la fotografía de Trent Opaloch. El resto es material para fanáticos que se van a deleitar con sus héroes y que si pudieran entrarían en la lucha cuerpo a cuerpo con el gran Thanos.

Y como siempre, no se vayan antes de concluir los créditos. Hay dos razones, una mención a Chile y la famosa escena post que siempre esperamos con la esperanza de algo nuevo, un aviso futuro o quizá una escena que cambie el final. No se puede adelantar nada, porque se perdería toda la magia.

Ficha técnica

Título original: Avengers: Infinity War
Año: 2018
Duración: 156 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Marvel Studios
Género: Ciencia ficción. Fantástico. Acción | Superhéroes. Cómic. Marvel Comics
Guion: Christopher Markus, Stephen McFeely (Cómic: Jack Kirby, Jim Starlin)
Música: Alan Silvestri
Fotografía: Trent Opaloch
Reparto: Robert Downey Jr., Chris Hemsworth, Benedict Cumberbatch, Chris Evans, Mark Ruffalo, Scarlett Johansson, Chris Pratt, Tom Holland, Josh Brolin, Elizabeth Olsen, Chadwick Boseman, Pom Klementieff, Terry Notary, Dave Bautista, Karen Gillan, Tessa Thompson, Zoe Saldana, Gwyneth Paltrow, Tom Hiddleston, Cobie Smulders, Paul Bettany, Sebastian Stan, Peter Dinklage, Samuel L. Jackson, Benicio del Toro, Danai Gurira, Benedict Wong, Anthony Mackie, Don Cheadle, Idris Elba, Vin Diesel, Bradley Cooper, William Hurt, Stan Lee
Dirección: Anthony Russo, Joe Russo