“The Cakemaker” es un bello relato, narrado con calma, que hace una delicada descripción de una historia íntima, reflexiva y la vez profunda.
Thomas -Tim Kalkhof- trabaja como pastelero en una pequeña cafetería. Recibe visitas a diario, sin embargo una de ellas capta su atención. Se trata de Oren -Roy Miller-, un constructor israelí que por trabajo frecuenta Berlín. No sabemos detalles, pero ambos se involucran sentimentalmente, a pesar que Oren tiene a su familia, esposa e hijo, en Jerusalén. Luego de un tiempo sin tener noticias del viajero, Thomas se entera que Oren ha muerto en un accidente automovilístico y decide viajar a Israel sin tener claridad de las motivaciones que lo impulsan.
El director y guionista Ofir Raul Graizer elabora en este relato una pequeña joya. Con entornos precisos y cuidados, con una cámara exacta y planos que se notan trabajados en todos sus detalles, nos presenta las ciudades de Berlin y Jerusalén como retratos urbanos y cotidianos. La actuación del elenco es particularmente emotiva. Miradas sencillas, gestos delicados, diálogos perfectamente estructurados, breves y concisos, dan cuenta de simpleza y a la vez muestran el vasto mundo interior de los protagonistas que es enorme y rico en emociones.
Y en Jerusalén, Thomas conoce a la mujer de Oren, Anat -Sarah Adler-, que es propietaria de un café quien le ofrece un trabajo menor como asistente de limpieza. Aun no salen a relucir los talentos de este joven pastelero, sin embargo éstos quedan al descubierto cuando prepara unos bocados especiales para el cumpleaños del hijo de Anat lo que provoca una tensión entre las reglas religiosas de la comida, de conformidad con la ley judaica, y los nuevos sabores que comienzan a ser reconocidos y alabados por los cada vez más asiduos visitantes del pequeño café.
Varios temas están presentes en esta cinta. El abandono, la soledad y el cariño son particularmente importantes especialmente en la vida de Thomas. Su carencia afectiva hace aun más intrigante su actuar, que siempre es tímido y contenido. Su mirada perdida y su concentración en las tareas de la cocina se reflejan en su particular capacidad de disfrutar de las cosas más simples, a la vez de conectar profundamente con la intimidad de quienes le rodean.
La cocina es tal vez una excusa, sin embargo también se muestra como un reflejo particular y transparente de manifestación de amor y de cariño. Thomas tiene una historia de vida que vamos descubriendo lentamente durante el metraje. Cada aspecto que conocemos nos entrega un rasgo diferente de su personalidad y nos permite atisbar un poco más dentro de su interior. Pero no solo Thomas posee este magnetismo. Lo tiene Oren y también su esposa Anat, quien lentamente se va acercando a Thomas sin entender bien por qué. Nosotros, los espectadores, lo intuimos y por ello observamos sus pasos con complicidad y cierta ternura. Cuando nos involucramos con la plenitud de ambos es justamente el punto más alto del relato pues desde ese momento las piezas comienzan a ordenarse y el rumbo de la vida se define por pequeños detalles, acciones y omisiones, que llegan a lo más profundo del corazón de Anat y Thomas.
Ficha técnica
Título original: The Cakemaker
Año: 2017
Duración: 104 minutos
País: Israel
Productora: Coproducción Israel-Alemania; Film Base Berlin / Laila Films
Género: Drama | Cocina. Homosexualidad
Guion: Ofir Raul Graizer
Música: Dominique Charpentier
Fotografía: Omri Aloni
Reparto: Zohar Shtrauss, Sarah Adler, Tim Kalkhof, Roy Miller, Stephanie Stremler, Tagel Eliyahu, David Koren, Sagi Shemesh, Gal Gonen, Tamir Ben Yehuda, Sandra Sadeh, Eliezer Shimon, Iyad Msalma
Dirección: Ofir Raul Graizer
miércoles, 27 de febrero de 2019
Réplicas
William -Keanu Reeves- es un científico especializado en desarrollar el traspaso de información del núcleo cerebral humano al cerebro sintético de un robot. Las pruebas con donantes no han resultado según lo esperado y los pocos avances, en realidad la dudosa efectividad que ha alcanzado la técnica, amenazan con cerrar el proyecto y concluir la investigación. Sin embargo, un accidente automovilístico marca la vida de este científico pues su esposa y sus tres hijos mueren. William en ese momento se obsesiona para recuperarlos a través de la clonación de sus cuerpos y posterior traspaso de su respectivos cerebros.
Esta cinta del director Jeffrey Nachmanoff tiene una premisa interesante. No solo es ciencia ficción sino también aborda temas cruciales y actuales referidos a la manipulación genética, la clonación de las cadenas de ADN y la inteligencia artificial, en este caso focalizada en la posibilidad de conservación y transferencia del cerebro humano hacia máquinas y clones.
También se hace presente en esta película el tema de los receptores de dichas transferencias -posiblemente transados en mercados ilegales- y la manipulación de los recuerdos de los cerebros a traspasar infringiendo con ello un cambio radical y profundo en su secuencia emocional.
Sin dejar de lado la vital motivación familiar, “Réplicas” también incursiona en la disyuntiva moral sobre los medios y los fines. Obviamente detrás de estas costosas investigaciones hay un negocio, un uso económico que perfectamente puede vincularse con el poder y un potencial riesgo de mal uso de los resultados obtenidos de una experiencia de esta naturaleza.
Esta cinta del director Jeffrey Nachmanoff tiene una premisa interesante. No solo es ciencia ficción sino también aborda temas cruciales y actuales referidos a la manipulación genética, la clonación de las cadenas de ADN y la inteligencia artificial, en este caso focalizada en la posibilidad de conservación y transferencia del cerebro humano hacia máquinas y clones.
También se hace presente en esta película el tema de los receptores de dichas transferencias -posiblemente transados en mercados ilegales- y la manipulación de los recuerdos de los cerebros a traspasar infringiendo con ello un cambio radical y profundo en su secuencia emocional.
Sin dejar de lado la vital motivación familiar, “Réplicas” también incursiona en la disyuntiva moral sobre los medios y los fines. Obviamente detrás de estas costosas investigaciones hay un negocio, un uso económico que perfectamente puede vincularse con el poder y un potencial riesgo de mal uso de los resultados obtenidos de una experiencia de esta naturaleza.
Hasta acá todo cuadra bastante bien, pero llevamos apenas veinte y algo minutos de película. De ahí en más, la cinta tiene un declive imparable hasta el final. El guion se debilita y cada vez se vuelve más delgado y carente de sentido. Las actuaciones comienzan a deambular y el rumbo, que en un principio apenas se percibía, desaparece en un mar profundo de lugares comunes y de situaciones que no logran vincularse ni racional ni emocionalmente.
No es la primera vez que una idea interesante no consigue plasmarse en un relato que tenga consistencia, interés, ritmo y tensión. “Replicas” lo intenta, la verdad sin mucho énfasis y casi como un saludo a la bandera. Pareciera que no se definiera bien en el foco del relato y en cuál historia es la que debe prevalecer. De esa forma diluye su contenido hasta, literalmente, desaparecer con los créditos finales.
Ficha técnica
Título original: Replicas
Año: 2018
Duración: 107 minutos
País: Reino Unido
Productora: Coproducción Reino Unido-China-Puerto Rico-Estados Unidos; Company Films / Di Bonaventura Pictures / Riverstone Pictures / Remstar Studios / Fundamental Films / Lotus Entertainment / Ocean Park Entertainment
Género: Ciencia ficción. Thriller
Guion: Chad St. John (Historia: Stephen Hamel)
Música: Mark Kilian, Jose Ojeda
Fotografía: Checco Varese
Reparto: Keanu Reeves, Alice Eve, Thomas Middleditch, John Ortiz, Emily Alyn Lind, Emjay Anthony, Nyasha Hatendi, Aria Lyric Leabu, Amber Rivera, Amber Townsend, Sunshine Logroño, Jeffrey Holsman, Omar Cruz Soto, Jean Pierre Prats
Dirección: Jeffrey Nachmanoff
No es la primera vez que una idea interesante no consigue plasmarse en un relato que tenga consistencia, interés, ritmo y tensión. “Replicas” lo intenta, la verdad sin mucho énfasis y casi como un saludo a la bandera. Pareciera que no se definiera bien en el foco del relato y en cuál historia es la que debe prevalecer. De esa forma diluye su contenido hasta, literalmente, desaparecer con los créditos finales.
Ficha técnica
Título original: Replicas
Año: 2018
Duración: 107 minutos
País: Reino Unido
Productora: Coproducción Reino Unido-China-Puerto Rico-Estados Unidos; Company Films / Di Bonaventura Pictures / Riverstone Pictures / Remstar Studios / Fundamental Films / Lotus Entertainment / Ocean Park Entertainment
Género: Ciencia ficción. Thriller
Guion: Chad St. John (Historia: Stephen Hamel)
Música: Mark Kilian, Jose Ojeda
Fotografía: Checco Varese
Reparto: Keanu Reeves, Alice Eve, Thomas Middleditch, John Ortiz, Emily Alyn Lind, Emjay Anthony, Nyasha Hatendi, Aria Lyric Leabu, Amber Rivera, Amber Townsend, Sunshine Logroño, Jeffrey Holsman, Omar Cruz Soto, Jean Pierre Prats
Dirección: Jeffrey Nachmanoff
jueves, 21 de febrero de 2019
miércoles, 20 de febrero de 2019
El Vicepresidente
Dick Cheney ocupó altos cargos en la Casa Blanca. Jefe de Gabinete del presidente Ford, Secretario de Defensa del presidente George H. Bush y Vicepresidente en los dos períodos -2001 al 2009- de George W. Bush. Esta película es su historia y se centra justamente en esta última posición, donde su poder e influencia se estima marcaron profundamente la historia de la primera década del siglo XXI.
Christian Bale realiza una caracterización excelente y sólida de un político que es tal vez “atípico”. Cultivando un cierto bajo perfil, callado y observador, Cheney fue avanzando en la burocracia gubernamental casi sin proponérselo. Bajo el alero de Donald Rumsfeld -Steve Carell en otro papel distinto a sus acostumbradas entregas- Cheney logra pactar con George W. Bush -un excelente Sam Rockwell- atribuciones especiales para aceptar ser su compañero de fórmula. Y vaya que acuerdo según el relato, pues juega un rol clave en una serie de eventos que están marcados a fuego: los atentados a las Torres Gemelas y al Pentágono, y la invasión a Afganistán junto con la guerra contra Irak, ambas reacciones posteriores a uno de los actos terroristas más significativos de este siglo.
La cinta desarrolla la historia con saltos temporales que nos van entregando un marco de los acontecimientos y de la historia personal del protagonista. Mucho hay de sátira y de comedia. El drama del que da cuenta tal vez no se podría narrar de otra forma porque la política es una fiel muestra de todo ello.
Fundamental en el relato es la esposa de Cheney interpretada por Amy Adams. Una mujer de armas tomar, sostiene e impulsa a su marido en todo momento y se transforma en pieza clave de la cinta. Porque del Cheney de juventud va quedando poco y nada gracias a la fortaleza que su esposa impregna a su lado.
En general, todas las actuaciones son muy buenas y contribuyen a modelar un relato que sobre todo en el primer tercio es desordenado y difícil de entender. Además, sin información previa puede ser aún más complejo, pues los pasillos de la Casa Blanca y los dobleces de la política norteamericana tienen códigos que es necesario conocer, al menos en términos globales.
La cantidad de detalles que entrega la cinta dirigida por Adam McKay es por momentos son abrumadores. Vemos como todos los temas pasan por los despachos del Ala Oeste y las decisiones se toman en poco tiempo. La templanza y sangre fría son atributos imprescindibles para sobrevivir en un mundo tremendamente especial donde la realidad parece superar a la ficción. Por momentos, da la impresión que la excelente “House Of Cards” queda relegada a segundo plano luego de observar algunas acciones que sorprenden e impactan.
Si bien esta película no es un clásico de Marvel, por favor no se retiren de la sala cuando aparezcan los primeros créditos pues viene una escena posterior que es notable. Y es que toda la cinta se desarrolla así, con giros, sorpresas, curvas y recovecos. Son los laberintos del poder que parecen inexpugnables y que sin ningún pudor son expuestos en una de las mejores cintas del año y que no solo impresiona sino que deja mucho, mucho para pensar.
Ficha tecnica
Título original: Vice
Año: 2018
Duración: 132 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Gary Sanchez Productions / Plan B Entertainment / Annapurna Pictures. Distribuida por Annapurna Pictures
Género: Drama. Comedia | Biográfico. Años 60. Política
Guion: Adam McKay
Música: Nicholas Britell
Fotografía: Greig Fraser
Reparto: Christian Bale, Amy Adams, Steve Carell, Sam Rockwell, Jesse Plemons, Eddie Marsan, Alison Pill, Stefania Owen, Jillian Armenante, Brandon Sklenar, Brandon Firla, Abigail Marlowe, Liz Burnette, Matt Nolan, Brian Poth, Joey Brooks, Joe Sabatino, Tyler Perry, Bill Camp, Shea Whigham, Cailee Spaeny, Fay Masterson, Don McManus, Adam Bartley, Lisa Gay Hamilton, Jeff Bosley, Scott Christopher, Mark Bramhall, Stephane Nicoli, Kirk Bovill, Naomi Watts, Alfred Molina, Lily Rabe
Dirección: Adam McKay
Christian Bale realiza una caracterización excelente y sólida de un político que es tal vez “atípico”. Cultivando un cierto bajo perfil, callado y observador, Cheney fue avanzando en la burocracia gubernamental casi sin proponérselo. Bajo el alero de Donald Rumsfeld -Steve Carell en otro papel distinto a sus acostumbradas entregas- Cheney logra pactar con George W. Bush -un excelente Sam Rockwell- atribuciones especiales para aceptar ser su compañero de fórmula. Y vaya que acuerdo según el relato, pues juega un rol clave en una serie de eventos que están marcados a fuego: los atentados a las Torres Gemelas y al Pentágono, y la invasión a Afganistán junto con la guerra contra Irak, ambas reacciones posteriores a uno de los actos terroristas más significativos de este siglo.
La cinta desarrolla la historia con saltos temporales que nos van entregando un marco de los acontecimientos y de la historia personal del protagonista. Mucho hay de sátira y de comedia. El drama del que da cuenta tal vez no se podría narrar de otra forma porque la política es una fiel muestra de todo ello.
Fundamental en el relato es la esposa de Cheney interpretada por Amy Adams. Una mujer de armas tomar, sostiene e impulsa a su marido en todo momento y se transforma en pieza clave de la cinta. Porque del Cheney de juventud va quedando poco y nada gracias a la fortaleza que su esposa impregna a su lado.
En general, todas las actuaciones son muy buenas y contribuyen a modelar un relato que sobre todo en el primer tercio es desordenado y difícil de entender. Además, sin información previa puede ser aún más complejo, pues los pasillos de la Casa Blanca y los dobleces de la política norteamericana tienen códigos que es necesario conocer, al menos en términos globales.
La cantidad de detalles que entrega la cinta dirigida por Adam McKay es por momentos son abrumadores. Vemos como todos los temas pasan por los despachos del Ala Oeste y las decisiones se toman en poco tiempo. La templanza y sangre fría son atributos imprescindibles para sobrevivir en un mundo tremendamente especial donde la realidad parece superar a la ficción. Por momentos, da la impresión que la excelente “House Of Cards” queda relegada a segundo plano luego de observar algunas acciones que sorprenden e impactan.
Si bien esta película no es un clásico de Marvel, por favor no se retiren de la sala cuando aparezcan los primeros créditos pues viene una escena posterior que es notable. Y es que toda la cinta se desarrolla así, con giros, sorpresas, curvas y recovecos. Son los laberintos del poder que parecen inexpugnables y que sin ningún pudor son expuestos en una de las mejores cintas del año y que no solo impresiona sino que deja mucho, mucho para pensar.
Ficha tecnica
Título original: Vice
Año: 2018
Duración: 132 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Gary Sanchez Productions / Plan B Entertainment / Annapurna Pictures. Distribuida por Annapurna Pictures
Género: Drama. Comedia | Biográfico. Años 60. Política
Guion: Adam McKay
Música: Nicholas Britell
Fotografía: Greig Fraser
Reparto: Christian Bale, Amy Adams, Steve Carell, Sam Rockwell, Jesse Plemons, Eddie Marsan, Alison Pill, Stefania Owen, Jillian Armenante, Brandon Sklenar, Brandon Firla, Abigail Marlowe, Liz Burnette, Matt Nolan, Brian Poth, Joey Brooks, Joe Sabatino, Tyler Perry, Bill Camp, Shea Whigham, Cailee Spaeny, Fay Masterson, Don McManus, Adam Bartley, Lisa Gay Hamilton, Jeff Bosley, Scott Christopher, Mark Bramhall, Stephane Nicoli, Kirk Bovill, Naomi Watts, Alfred Molina, Lily Rabe
Dirección: Adam McKay
Mis huellas a casa
Basada en la novela “A Dog's Way Home” de W. Bruce Cameron, esta cinta dirigida por Charles Martin Smith encuentra su nicho en todas las personas que aman a los animales y en especial a los perros. Narra la historia de Bella, quien al verse separada de Lucas -Jonah Hauer-King-, su dueño, emprende un viaje de más de 600 kilómetros para regresar a casa.
El guion firmado por el autor de la novela junto a Cathryn Michon es fluido y sencillo. No presenta mayores sorpresas y el relato es sumamente confortable, a pesar de ciertos giros que en ningún caso provocan sobresaltos. Los temas importantes están igualmente presentes; la familia, el cariño, la acogida y el cuidado, sin embargo no logra profundizar en ellos pues se aprecia que no está en el objetivo central del filme.
Lo que más destaca de esta cinta es que logra captar a Bella y sus compañeros de ruta en ambientes que parecen muy naturales. Sin duda es un gran desafío y el rodaje, que debió ser bastante arduo, lo saca adelante con precisión. La fotografía de Peter Menzies Jr. contribuye enormemente al desarrollo de la historia pues es parte importante de la ternura que transmite la película, que con evidencia se enfoca en tocar nuestras fibras emocionales.
En lo personal me parece siempre complejo retratar a las mascotas como seres humanos. Sin desconocer su empatía, inteligencia y fidelidad me cuesta sintonizar con ello. En esta oportunidad el relato lo lleva Bella y en primera persona, por lo que me resulta aún más difícil. No obstante este punto, reconozco que para quienes logran desarrollar una relación muchísimo más cercana, especialmente con los perros, está historia sin duda les llegará de manera mucho más profunda.
“Mis huellas a casa” es pura bondad y esperanza, algo que en un mundo convulsionado, temeroso y desconfiado, siempre es algo bueno de entregar. El efecto que producen los animales, su cariño sin cálculo y sin frenos, curiosamente nos hace más humanos, más sensibles y menos calculadores. Ojalá que toda esta enseñanza la tuviéramos siempre a mano para sobrellevar lo que el día a día nos provoca y que, asimismo, pequeñas fábulas como ésta nos recuerden siempre que de nosotros depende construir un mundo más acogedor y más cariñoso.
Ficha técnica
El guion firmado por el autor de la novela junto a Cathryn Michon es fluido y sencillo. No presenta mayores sorpresas y el relato es sumamente confortable, a pesar de ciertos giros que en ningún caso provocan sobresaltos. Los temas importantes están igualmente presentes; la familia, el cariño, la acogida y el cuidado, sin embargo no logra profundizar en ellos pues se aprecia que no está en el objetivo central del filme.
Lo que más destaca de esta cinta es que logra captar a Bella y sus compañeros de ruta en ambientes que parecen muy naturales. Sin duda es un gran desafío y el rodaje, que debió ser bastante arduo, lo saca adelante con precisión. La fotografía de Peter Menzies Jr. contribuye enormemente al desarrollo de la historia pues es parte importante de la ternura que transmite la película, que con evidencia se enfoca en tocar nuestras fibras emocionales.
En lo personal me parece siempre complejo retratar a las mascotas como seres humanos. Sin desconocer su empatía, inteligencia y fidelidad me cuesta sintonizar con ello. En esta oportunidad el relato lo lleva Bella y en primera persona, por lo que me resulta aún más difícil. No obstante este punto, reconozco que para quienes logran desarrollar una relación muchísimo más cercana, especialmente con los perros, está historia sin duda les llegará de manera mucho más profunda.
“Mis huellas a casa” es pura bondad y esperanza, algo que en un mundo convulsionado, temeroso y desconfiado, siempre es algo bueno de entregar. El efecto que producen los animales, su cariño sin cálculo y sin frenos, curiosamente nos hace más humanos, más sensibles y menos calculadores. Ojalá que toda esta enseñanza la tuviéramos siempre a mano para sobrellevar lo que el día a día nos provoca y que, asimismo, pequeñas fábulas como ésta nos recuerden siempre que de nosotros depende construir un mundo más acogedor y más cariñoso.
Ficha técnica
Título original: A Dog's Way Home
Año: 2019
Duración: 95 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Columbia Pictures. Distribuida por Sony Pictures Entertainment (SPE)
Género: Drama | Perros/Lobos
Guion: W. Bruce Cameron, Cathryn Michon (Libro: W. Bruce Cameron)
Música: Mychael Danna
Fotografía: Peter Menzies Jr.
Reparto: Ashley Judd, Jonah Hauer-King, Alexandra Shipp, John Cassini, Wes Studi, Edward James Olmos, Chris Bauer, Barry Watson, Tammy Gillis, Patrick Gallagher, Farrah Aviva, Veenu Sandhu, Lucia Walters, Spencer Drever, Jennifer Gibson, Benjamin Ratner, Leo Li Chiang, Lane Edwards, Darcy Laurie, Arielle Tuliao, Kimi Alexander, Javier Lacroix, Troy Rudolph, Sean Quan, Rolando Boyce, Cesar De León, Broadus Mattison, Jesse Miller, Gregory Tunner
Dirección: Charles Martin Smith
Año: 2019
Duración: 95 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Columbia Pictures. Distribuida por Sony Pictures Entertainment (SPE)
Género: Drama | Perros/Lobos
Guion: W. Bruce Cameron, Cathryn Michon (Libro: W. Bruce Cameron)
Música: Mychael Danna
Fotografía: Peter Menzies Jr.
Reparto: Ashley Judd, Jonah Hauer-King, Alexandra Shipp, John Cassini, Wes Studi, Edward James Olmos, Chris Bauer, Barry Watson, Tammy Gillis, Patrick Gallagher, Farrah Aviva, Veenu Sandhu, Lucia Walters, Spencer Drever, Jennifer Gibson, Benjamin Ratner, Leo Li Chiang, Lane Edwards, Darcy Laurie, Arielle Tuliao, Kimi Alexander, Javier Lacroix, Troy Rudolph, Sean Quan, Rolando Boyce, Cesar De León, Broadus Mattison, Jesse Miller, Gregory Tunner
Dirección: Charles Martin Smith
miércoles, 13 de febrero de 2019
Green Book
Esta preciosa historia, inspirada en hechos reales, es cercana y muy empática. Habla de la construcción de amistad entre dos personas que probablemente muy poco tengan en común. El pianista afroestadounidense Don Shirley -Mahershala Ali- y su chofer Tony Vallelonga -Viggo Mortensen- emprenden un largo y rudo viaje por el sur profundo de Estados Unidos a principios de los años sesenta. El pianista, junto a su grupo, debe dar conciertos en diferentes ciudades, tal vez al público más acaudalado de la época y en lugares donde el racismo aun es una condición inexcusable. El guion, escrito por Nick,el hijo de Vallelonga, junto a Farrelly y Brian Hayes Currie, se interna en temas trascendentes de la realidad de la época y no evade ninguna de las problemáticas que de él se desprenden.
Los diálogos son realmente deliciosos y es uno de los aspectos que más destaca en la película. Don Shirley es culto y refinado, sin embargo Tony Lip es lo opuesto, torpe y bruto. Sus orígenes son muy diferentes. Tony es italoamericano del Bronx, con una numerosa y extrovertida familia y sus modales lo describen a la perfección. Por su parte, Shirley vive solo y ha debido superar muchas situaciones para llegar a ser un virtuoso pianista con estudios en la Unión Soviética y que está de regreso en su país desarrollando su arte. ¿Qué hacen juntos y cómo pueden comunicarse estos dos mundos tan opuestos? Tony depende de su trabajo para mantener a su familia y Shirley parece tener resuelta su vida, al menos económicamente. Uno es negro y el otro blanco; ¿qué situaciones de vida podrían ser más extremas?
Las actuaciones de ambos protagonistas son excelentes, vibrantes, están llenas de sensibilidad y transitan por emociones de las más diversas índoles. Es cierto que mucho del guion puede resultar predecible, sin embargo está tan bien narrado que aquello le permite sortear incluso la aparente ausencia de un gran conflicto central. Claro, tal vez no existe un gran conflicto porque todo lo que acontece está en conflicto y tensión, en mayor o menor medida -claro está- desde el primer minuto hasta los créditos finales.
Las historias subyacentes al relato principal están muy bien tratadas. No necesitan detallar demasiado, su construcción apela a personajes secundarios que están precisos en sus intervenciones y en la conexión con los protagonistas. El drama, las dificultades de vida, el racismo y la amistad, brotan así espontáneamente durante todo el metraje. Hay momentos de lujo, como la parada en el camino frente a los trabajadores de la tierra o aquella donde Don Shirley obliga a Tony a retroceder el auto en la carretera. No son solo iconos, son algo más y vale la pena atesorarlas.
La banda sonora es preciosa. Kris Bowers logra reconstruir con canciones una época que estaba cambiando el rumbo de la sociedad norteamericana. Y por supuesto, la música es más que un mero acompañamiento. Hay un contrapunto importante que se manifiesta en el carismático pianista, una veta interior que asoma apenas durante la cinta y que tiene que ver con sus frustraciones más íntimas, sus sueños y el éxito que sin embargo ha logrado alcanzar. Lo mismo sucede con Tony, aunque a su modo, más rústico y menos refinado. Son vetas como las que tiene la madera, que si las miramos en detalle podemos observar que los caminos son múltiples y que las opciones dependen de nosotros. Por ello tal vez el título de la cinta es muy sugerente al hacer mención a aquel “Libro verde”, (“The Negro Motorist Green Book“) una guía anual para viajeros afroamericanos que señalaba hoteles, restaurantes, bares y estaciones de servicio que sí atendían a personas de color y en donde no corrían riesgos. Sin embargo, no es solo el título de la cinta pues naturalmente Don Shirley y Tony Lib no siguen al pie de la letra las indicaciones y se internan en un viaje profundo al interior de su país y también en la profundidad de sus propias vidas.
Ficha técnica
Título original: Green Book
Año: 2018
Duración: 130 minutos
País: Estados Unidos
Productora
Universal Pictures / Participant Media / DreamWorks SKG / Innisfree Pictures / Wessler Entertainment. Distribuida por Universal Pictures
Género
Drama | Basado en hechos reales. Drama sureño. Comedia dramática. Años 60. Racismo. Amistad
Guion: Brian Hayes Currie, Peter Farrelly, Nick Vallelonga
Música: Kris Bowers
Fotografía: Sean Porter
Reparto: Viggo Mortensen, Mahershala Ali, Iqbal Theba, Linda Cardellini, Ricky Muse, David Kallaway, Montrel Miller, Harrison Stone, Mike Young, Jon Michael Davis, Don DiPetta, Mike Hatton, Dimiter D. Marinov, Craig DiFrancia, Gavin Lyle Foley, Randal Gonzalez, Shane Partlow
Dirección: Peter Farrelly
Los diálogos son realmente deliciosos y es uno de los aspectos que más destaca en la película. Don Shirley es culto y refinado, sin embargo Tony Lip es lo opuesto, torpe y bruto. Sus orígenes son muy diferentes. Tony es italoamericano del Bronx, con una numerosa y extrovertida familia y sus modales lo describen a la perfección. Por su parte, Shirley vive solo y ha debido superar muchas situaciones para llegar a ser un virtuoso pianista con estudios en la Unión Soviética y que está de regreso en su país desarrollando su arte. ¿Qué hacen juntos y cómo pueden comunicarse estos dos mundos tan opuestos? Tony depende de su trabajo para mantener a su familia y Shirley parece tener resuelta su vida, al menos económicamente. Uno es negro y el otro blanco; ¿qué situaciones de vida podrían ser más extremas?
Las actuaciones de ambos protagonistas son excelentes, vibrantes, están llenas de sensibilidad y transitan por emociones de las más diversas índoles. Es cierto que mucho del guion puede resultar predecible, sin embargo está tan bien narrado que aquello le permite sortear incluso la aparente ausencia de un gran conflicto central. Claro, tal vez no existe un gran conflicto porque todo lo que acontece está en conflicto y tensión, en mayor o menor medida -claro está- desde el primer minuto hasta los créditos finales.
Las historias subyacentes al relato principal están muy bien tratadas. No necesitan detallar demasiado, su construcción apela a personajes secundarios que están precisos en sus intervenciones y en la conexión con los protagonistas. El drama, las dificultades de vida, el racismo y la amistad, brotan así espontáneamente durante todo el metraje. Hay momentos de lujo, como la parada en el camino frente a los trabajadores de la tierra o aquella donde Don Shirley obliga a Tony a retroceder el auto en la carretera. No son solo iconos, son algo más y vale la pena atesorarlas.
La banda sonora es preciosa. Kris Bowers logra reconstruir con canciones una época que estaba cambiando el rumbo de la sociedad norteamericana. Y por supuesto, la música es más que un mero acompañamiento. Hay un contrapunto importante que se manifiesta en el carismático pianista, una veta interior que asoma apenas durante la cinta y que tiene que ver con sus frustraciones más íntimas, sus sueños y el éxito que sin embargo ha logrado alcanzar. Lo mismo sucede con Tony, aunque a su modo, más rústico y menos refinado. Son vetas como las que tiene la madera, que si las miramos en detalle podemos observar que los caminos son múltiples y que las opciones dependen de nosotros. Por ello tal vez el título de la cinta es muy sugerente al hacer mención a aquel “Libro verde”, (“The Negro Motorist Green Book“) una guía anual para viajeros afroamericanos que señalaba hoteles, restaurantes, bares y estaciones de servicio que sí atendían a personas de color y en donde no corrían riesgos. Sin embargo, no es solo el título de la cinta pues naturalmente Don Shirley y Tony Lib no siguen al pie de la letra las indicaciones y se internan en un viaje profundo al interior de su país y también en la profundidad de sus propias vidas.
Ficha técnica
Título original: Green Book
Año: 2018
Duración: 130 minutos
País: Estados Unidos
Productora
Universal Pictures / Participant Media / DreamWorks SKG / Innisfree Pictures / Wessler Entertainment. Distribuida por Universal Pictures
Género
Drama | Basado en hechos reales. Drama sureño. Comedia dramática. Años 60. Racismo. Amistad
Guion: Brian Hayes Currie, Peter Farrelly, Nick Vallelonga
Música: Kris Bowers
Fotografía: Sean Porter
Reparto: Viggo Mortensen, Mahershala Ali, Iqbal Theba, Linda Cardellini, Ricky Muse, David Kallaway, Montrel Miller, Harrison Stone, Mike Young, Jon Michael Davis, Don DiPetta, Mike Hatton, Dimiter D. Marinov, Craig DiFrancia, Gavin Lyle Foley, Randal Gonzalez, Shane Partlow
Dirección: Peter Farrelly
Battle Angel: la última guerrera
Futuro; sinónimo de guerra y destrucción. Han pasado años desde la crisis -“La caída”- y el mundo conocido está dividido en dos planos: arriba, una ciudad perfecta donde solo los elegidos pueden estar. Abajo, caos, desorden y ley de la selva, sometidos por el poder superior, el objetivo es sobrevivir y de alguna forma intentar escalar a la ciudad de las oportunidades. Con una historia basada en “GUNNM”, creado por Yukito Kishiro entre 1991 y 1995 y publicado en la revista Business Jump, James Cameron colabora en el guion y produce una cinta que lleva su mano, independiente que la dirección esta vez recae en el talentoso Robert Rodriguez.
En este mundo distópico que se nos presenta en pantalla, el doctor Ido -Christoph Waltz- encuentra dentro de la numerosa chatarra una cyborg destrozada y abandonada que es interpretada por Rosa Salazar. Su cerebro y corazón están milagrosamente vivos, por lo que decide repararla entregándole un nuevo cuerpo que le permite aprender a vivir nuevamente en la ciudad. Hugo -Keean Johnson- se transforma en su joven amigo y compañero de aventuras, en especial cuando Alita -que no tiene ningún recuerdo- comprende que su pasado tiene mucho que enseñarle y que posee habilidades de combate únicas que se habían perdido en el mundo desde hace cerca de 300 años. Los peligros en Iron City son crecientes y la búsqueda de esta pequeña guerrera por parte de quienes dominan la ciudad -Mahershala Ali hace un papel excelente junto a Jennifer Connelly, consolidando una pareja realmente de temer- la llevan a luchar por permanecer con vida y acercarse lentamente a conocer más de su pasado para poder salvar a su nueva familia y amigos de una destrucción casi segura.
En este mundo distópico que se nos presenta en pantalla, el doctor Ido -Christoph Waltz- encuentra dentro de la numerosa chatarra una cyborg destrozada y abandonada que es interpretada por Rosa Salazar. Su cerebro y corazón están milagrosamente vivos, por lo que decide repararla entregándole un nuevo cuerpo que le permite aprender a vivir nuevamente en la ciudad. Hugo -Keean Johnson- se transforma en su joven amigo y compañero de aventuras, en especial cuando Alita -que no tiene ningún recuerdo- comprende que su pasado tiene mucho que enseñarle y que posee habilidades de combate únicas que se habían perdido en el mundo desde hace cerca de 300 años. Los peligros en Iron City son crecientes y la búsqueda de esta pequeña guerrera por parte de quienes dominan la ciudad -Mahershala Ali hace un papel excelente junto a Jennifer Connelly, consolidando una pareja realmente de temer- la llevan a luchar por permanecer con vida y acercarse lentamente a conocer más de su pasado para poder salvar a su nueva familia y amigos de una destrucción casi segura.
La realización de la película es fascinante. La técnica del “Live-Action” está desarrollada de manera impecable y no hay nada que no parezca real. La combinación de animación con actores es excelente, los efectos son naturales, en ocasiones deslumbrantes, y no desvían por ello la atención principal de la historia. Las peleas, las batallas, las carreras de “Motorball” y, en general, cada uno de los escenarios en donde transcurre la acción, están perfectamente dibujados y animados, con una dosis de realismo que en ocasiones nos hace dudar si estamos viendo cuadros y escenas solo con animación.
Párrafo aparte para Christoph Waltz y para Mahershala Ali que le entregan un peso propio a la cinta. Actores de su calidad aportan bases sólidas a la construcción del relato, teniendo un protagonismo preciso para que las figuras emergentes, en este caso los dos jóvenes, crezcan junto a ellos. La cinta también explora temáticas interesantes, aunque no sean determinantes para la acción y la entretención que se desarrolla. Están presentes valores fundamentales sobre la familia, otros referidos a la discriminación, la sociedad y por supuesto al abuso de poder físico, político y económico de quienes gobiernan el mundo para su propio beneficio.
“Alita, Battle Angel” es una grata sorpresa, entretiene y refresca la cartelera del verano. Recomendada en IMAX 3D, tiene todos los elementos que logran sacar partido a la pantalla extra grande. No debemos olvidar que James Cameron tiene un gran oficio en ello y que sin duda logra constituir al cine en una experiencia que va más allá de la historia que nos narra.
Ficha técnica
Título original: Alita, Battle Angel
Año: 2019
Duración: 121 minutos
País: Estados Unidos
Productora: 20th Century Fox / Lightstorm Entertainment / Troublemaker Studios / TSG Entertainment
Productor: James Cameron
Género: Ciencia ficción. Acción. Romance. Thriller | Cyberpunk. Robots. Manga. Live-Action
Guion: James Cameron, Laeta Kalogridis, Robert Rodriguez (Novela gráfica: Yukito Kishiro)
Música: Junkie XL
Fotografía: Bill Pope
Reparto: Rosa Salazar, Christoph Waltz, Jennifer Connelly, Jackie Earle Haley, Ed Skrein, Mahershala Ali, Lana Condor, Keean Johnson, Michelle Rodriguez, Jorge Lendeborg Jr., Eiza González, Leonard Wu, Elle LaMont, Marko Zaror, Jorge A. Jimenez, Derrick Gilbert, Billy Blair, Jeff Fahey, Casper Van Dien
Dirección: Robert Rodriguez
Párrafo aparte para Christoph Waltz y para Mahershala Ali que le entregan un peso propio a la cinta. Actores de su calidad aportan bases sólidas a la construcción del relato, teniendo un protagonismo preciso para que las figuras emergentes, en este caso los dos jóvenes, crezcan junto a ellos. La cinta también explora temáticas interesantes, aunque no sean determinantes para la acción y la entretención que se desarrolla. Están presentes valores fundamentales sobre la familia, otros referidos a la discriminación, la sociedad y por supuesto al abuso de poder físico, político y económico de quienes gobiernan el mundo para su propio beneficio.
“Alita, Battle Angel” es una grata sorpresa, entretiene y refresca la cartelera del verano. Recomendada en IMAX 3D, tiene todos los elementos que logran sacar partido a la pantalla extra grande. No debemos olvidar que James Cameron tiene un gran oficio en ello y que sin duda logra constituir al cine en una experiencia que va más allá de la historia que nos narra.
Ficha técnica
Título original: Alita, Battle Angel
Año: 2019
Duración: 121 minutos
País: Estados Unidos
Productora: 20th Century Fox / Lightstorm Entertainment / Troublemaker Studios / TSG Entertainment
Productor: James Cameron
Género: Ciencia ficción. Acción. Romance. Thriller | Cyberpunk. Robots. Manga. Live-Action
Guion: James Cameron, Laeta Kalogridis, Robert Rodriguez (Novela gráfica: Yukito Kishiro)
Música: Junkie XL
Fotografía: Bill Pope
Reparto: Rosa Salazar, Christoph Waltz, Jennifer Connelly, Jackie Earle Haley, Ed Skrein, Mahershala Ali, Lana Condor, Keean Johnson, Michelle Rodriguez, Jorge Lendeborg Jr., Eiza González, Leonard Wu, Elle LaMont, Marko Zaror, Jorge A. Jimenez, Derrick Gilbert, Billy Blair, Jeff Fahey, Casper Van Dien
Dirección: Robert Rodriguez
Feliz Día de tu muerte 2
Lo más interesante de esta secuela es la conexión que hace con la primera historia. Claro, la idea es la misma; revivir un día, el del cumpleaños, una y otra vez y reiniciarlo cada vez que la protagonista muere. Sin embargo en esta ocasión, se agrega un elemento que le da variación y le permite a la historia escapar de una monotonía casi asegurada.
Theresa "Tree" Gelbman -Jessica Rothe- vuelve a entrar en ese ciclo temporal sin proponérselo. Sus amigos están involucrados -en realidad son los causantes- y lo que parecía haber concluido definitivamente toma una nueva dimensión. Ahora Lori -Ruby Modine- es asesinada y Tree debe desenmascarar al asesino para poder escapar del bucle. Obviamente no todo sale bien y junto con los problemas comienzan los esfuerzos y búsquedas para tratar de resolver el puzzle del tiempo.
La cinta escrita y dirigida por Christopher Landon es entretenida aunque se alargue un poco. El guion fluye y la recapitulación a la primera historia -para explicarla o bien recordarla, según sea el caso- está muy bien hecha y no necesita forzar ningún elemento. El elenco juvenil posee mucha química y funciona perfecto en el enganche con el público. Los personajes, sin bien son caricaturas, están bien esbozados y dejan entrever varias de las problemáticas más actuales.
Volviendo a la historia, es un pié forzado muy frecuente encontrar el efecto “deja vu”. Las variaciones sobre el tema son múltiples y adquieren variadísimas perspectivas. La película vincula ese concepto y se hace cargo de agregarle una nueva dimensión, por lo que el “leitmotiv” se enriquece a pesar de mostrarnos, una y otra vez, que estamos sobre terreno más que conocido.
Con una buena realización, actuaciones frescas y grandes dosis de humor, “Feliz día de tu muerte 2” es una buena alternativa para pasar un rato sin mayores expectativas ni compromisos.
Ficha técnica
Título original: Happy Death Day 2
Año: 2019
Duración: 100 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Blumhouse Productions / Digital Riot Media. Distribuida por Universal Pictures
Género: Terror. Intriga. Thriller | Viajes en el tiempo. Slasher. Secuela
Guion: Christopher Landon
Música: Bear McCreary
Fotografía: Toby Oliver
Reparto: Jessica Rothe, Israel Broussard, Suraj Sharma, Sarah Yarkin, Ruby Modine, Rachel Matthews, Charles Aitken, Steve Zissis, GiGi Erneta, Tenea Intriago, Laura Clifton, Sylvia Grace Crim, Blaine Kern III, Phi Vu, Cariella Smith, Rob Mello, Kenneth Israel, Kaleb Naquin, Lindsey G. Smith, Ramsey Anderson
Dirección: Christopher Landon
La cinta escrita y dirigida por Christopher Landon es entretenida aunque se alargue un poco. El guion fluye y la recapitulación a la primera historia -para explicarla o bien recordarla, según sea el caso- está muy bien hecha y no necesita forzar ningún elemento. El elenco juvenil posee mucha química y funciona perfecto en el enganche con el público. Los personajes, sin bien son caricaturas, están bien esbozados y dejan entrever varias de las problemáticas más actuales.
Volviendo a la historia, es un pié forzado muy frecuente encontrar el efecto “deja vu”. Las variaciones sobre el tema son múltiples y adquieren variadísimas perspectivas. La película vincula ese concepto y se hace cargo de agregarle una nueva dimensión, por lo que el “leitmotiv” se enriquece a pesar de mostrarnos, una y otra vez, que estamos sobre terreno más que conocido.
Con una buena realización, actuaciones frescas y grandes dosis de humor, “Feliz día de tu muerte 2” es una buena alternativa para pasar un rato sin mayores expectativas ni compromisos.
Ficha técnica
Título original: Happy Death Day 2
Año: 2019
Duración: 100 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Blumhouse Productions / Digital Riot Media. Distribuida por Universal Pictures
Género: Terror. Intriga. Thriller | Viajes en el tiempo. Slasher. Secuela
Guion: Christopher Landon
Música: Bear McCreary
Fotografía: Toby Oliver
Reparto: Jessica Rothe, Israel Broussard, Suraj Sharma, Sarah Yarkin, Ruby Modine, Rachel Matthews, Charles Aitken, Steve Zissis, GiGi Erneta, Tenea Intriago, Laura Clifton, Sylvia Grace Crim, Blaine Kern III, Phi Vu, Cariella Smith, Rob Mello, Kenneth Israel, Kaleb Naquin, Lindsey G. Smith, Ramsey Anderson
Dirección: Christopher Landon
miércoles, 6 de febrero de 2019
Beautiful Boy
Difícil película y con un contenido aún más complejo. Basada en la historia real de Nic Scheff que es relatada por su padre David en el libro “Beautiful Boy: A Father's Journey Through His Son's Addiction”, narra la visión de un padre desesperado por la adicción de su hijo a las metanfetaminas.
Dirigida por Felix Van Groeningen y con un guion escrito por Luke Davies, la cinta da cuenta del drama de manera implacable. Es densa y también extensa, no tiene ventanas ni posibles salidas; es un golpe duro como un ladrillo, con un peso que abruma durante todo su metraje. El ritmo de la filmación tampoco ayuda a poder soltar un poco la extrema tensión de las circunstancias que describe con lujo de detalles.
Steve Carrel interpreta a David con mucho oficio y solidez. Logra compenetrarse. Verlo construir un personaje muy distinto a los que nos ha tenido acostumbrados es fascinante, aunque la ausencia de matices podría ser extraño para un actor tan versátil y talentoso. Es posible que el condicionamiento lo haya tenido demasiado comprimido y por ello enfocado en una menor diversidad y más en demostrar estamos de ánimo. David es periodista y por ello el relato fluye, sin embargo mucho del texto del guion es dejado en manos de largas tomas que más que transmitir emociones lo que hacen es reducir el impacto dramático.
Timotheé Chalamet está muy bien en su papel de Nic. Su desplante natural colabora muchísimo a la configuración de la personalidad cambiante del joven. Más que mal, el drama es justamente lo que le sucede a este adolescente adicto, su lucha interior, su lucha exterior y todo lo que dificulta la comprensión del estado vital en que se encuentra, los peligros que enfrenta y lo difícil que resulta intentar superar una condición de esta naturaleza.
Hay algo que la cinta consigue mostrar muy claramente. Es el gran dilema parental frente a un caso de esta magnitud donde no solo está en juego la vida del adicto sino también los ambientes en los que normalmente es acogido y también cuando no lo es. El proceso de rehabilitación es ingrato. Las recaídas son violentas y por ello surgen los cuestionamientos por el curso de la vida que se ha elegido, las decisiones tomadas, las responsabilidades y el acompañamiento brindado. En todo ello la película es muy clara, ilustrativa e incluso aleccionadora. Sin embargo, un exceso de elementos descriptivos y pasivos no le permiten al relato posicionarse con más brío. Decae y diluye la atención y ese peso que describimos en las primeras líneas se hace muy difícil de sobrellevar.
“Beautiful Boy” tiene una excelente factura, sin embargo lamentablemente falla en su construcción. Aun reconociendo lo difícil que es abordar el tema, queda al debe en lo más importante que es la empatía con los protagonistas y la historia. A pesar de vernos representados como padres -o hijos- no logra superar las dos capas iniciales y aquello frustra las expectativas que se postergan hacia un final que podemos deducir o anticipar en algunas de sus posibles versiones. Una lástima, pues sin duda se aprecia que podría haber sido diferente sobre todo al leer y escuchar el texto final que cierra -y encuadra- naturalmente la historia.
Ficha técnica
Título original: Beautiful Boy
Año: 2018
Duración: 111 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Big Indie Pictures / Plan B Entertainment / Starbucks Entertainment / Amazon Studios
Género: Drama | Drogas. Adolescencia
Guion: Luke Davies, Felix Van Groeningen (Memorias: David Sheff, Nic Sheff)
Fotografía: Ruben Impens
Reparto: Steve Carell, Timothée Chalamet, Maura Tierney, Amy Ryan, Christian Convery, Kaitlyn Dever, Oakley Bull, Amy Forsyth, Stefanie Scott, Julian Works, Jack Dylan Grazer, Kue Lawrence, Marypat Farrell, Mandeiya Flory
Dirección: Felix Van Groeningen
Dirigida por Felix Van Groeningen y con un guion escrito por Luke Davies, la cinta da cuenta del drama de manera implacable. Es densa y también extensa, no tiene ventanas ni posibles salidas; es un golpe duro como un ladrillo, con un peso que abruma durante todo su metraje. El ritmo de la filmación tampoco ayuda a poder soltar un poco la extrema tensión de las circunstancias que describe con lujo de detalles.
Steve Carrel interpreta a David con mucho oficio y solidez. Logra compenetrarse. Verlo construir un personaje muy distinto a los que nos ha tenido acostumbrados es fascinante, aunque la ausencia de matices podría ser extraño para un actor tan versátil y talentoso. Es posible que el condicionamiento lo haya tenido demasiado comprimido y por ello enfocado en una menor diversidad y más en demostrar estamos de ánimo. David es periodista y por ello el relato fluye, sin embargo mucho del texto del guion es dejado en manos de largas tomas que más que transmitir emociones lo que hacen es reducir el impacto dramático.
Timotheé Chalamet está muy bien en su papel de Nic. Su desplante natural colabora muchísimo a la configuración de la personalidad cambiante del joven. Más que mal, el drama es justamente lo que le sucede a este adolescente adicto, su lucha interior, su lucha exterior y todo lo que dificulta la comprensión del estado vital en que se encuentra, los peligros que enfrenta y lo difícil que resulta intentar superar una condición de esta naturaleza.
Hay algo que la cinta consigue mostrar muy claramente. Es el gran dilema parental frente a un caso de esta magnitud donde no solo está en juego la vida del adicto sino también los ambientes en los que normalmente es acogido y también cuando no lo es. El proceso de rehabilitación es ingrato. Las recaídas son violentas y por ello surgen los cuestionamientos por el curso de la vida que se ha elegido, las decisiones tomadas, las responsabilidades y el acompañamiento brindado. En todo ello la película es muy clara, ilustrativa e incluso aleccionadora. Sin embargo, un exceso de elementos descriptivos y pasivos no le permiten al relato posicionarse con más brío. Decae y diluye la atención y ese peso que describimos en las primeras líneas se hace muy difícil de sobrellevar.
“Beautiful Boy” tiene una excelente factura, sin embargo lamentablemente falla en su construcción. Aun reconociendo lo difícil que es abordar el tema, queda al debe en lo más importante que es la empatía con los protagonistas y la historia. A pesar de vernos representados como padres -o hijos- no logra superar las dos capas iniciales y aquello frustra las expectativas que se postergan hacia un final que podemos deducir o anticipar en algunas de sus posibles versiones. Una lástima, pues sin duda se aprecia que podría haber sido diferente sobre todo al leer y escuchar el texto final que cierra -y encuadra- naturalmente la historia.
Ficha técnica
Título original: Beautiful Boy
Año: 2018
Duración: 111 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Big Indie Pictures / Plan B Entertainment / Starbucks Entertainment / Amazon Studios
Género: Drama | Drogas. Adolescencia
Guion: Luke Davies, Felix Van Groeningen (Memorias: David Sheff, Nic Sheff)
Fotografía: Ruben Impens
Reparto: Steve Carell, Timothée Chalamet, Maura Tierney, Amy Ryan, Christian Convery, Kaitlyn Dever, Oakley Bull, Amy Forsyth, Stefanie Scott, Julian Works, Jack Dylan Grazer, Kue Lawrence, Marypat Farrell, Mandeiya Flory
Dirección: Felix Van Groeningen
Vox Lux
Luego de un comienzo brutal, esta cinta del director Brady Corbet se desdibuja entre la descripción de la vida de una cantante que ha alcanzado la fama y una historia personal intensa y particularmente emotiva. La violencia del comienzo, el sentimiento de indefensión, el valor para superar el trauma y la resiliencia de la protagonista no se condicen con el progreso dramático que la cinta intenta construir a lo largo de sus 110 minutos de duración.
La historia pertenece a Celeste -una sólida joven Raffey Cassidy- quién sobrevive a un brutal ataque al comienzo del año escolar en un tiroteo que deja muchas víctimas fatales. Su rehabilitación se transforma en un icono nacional y junto a su hermana componen una canción en homenaje a las víctimas que llega a ser un verdadero himno. Las diferencias y los naturales celos entre hermanas aumentan con la maduración y el crecimiento de ambas jóvenes, tema que también queda a medio camino en esta primera parte de la narración.
El relato es presentado en capítulos, por ello nos saltamos muchos años para observar a Celeste en pleno apogeo de su popularidad. Ahora, encarnada por Natalie Portman, la agenda de la artista es manejada por su representante -Jude Law- y la cantante de 31 años tiene una difícil relación con su hija adolescente, rol entregado con propiedad a la misma Raffey Cassidy.
El director Brady Corbet señala en los créditos finales que la cinta “es un retrato del Siglo XXI”. Y tiene toda la razón, pues sin duda los caminos y rumbos que toma la protagonista tienen que ver con sus propias decisiones y también con las presiones ajenas, entre las que influyen fuertemente aquello que dictan los modelos sociales y económicos imperantes. Hay un tremendo vacío y soledad en el personaje desarrollado por Portman quien sin duda lo logra transmitirlo muy bien. Además observamos un clarísimo conflicto interior, desprotección y tristeza. Mucha tristeza acumulada y que la mayoría de las veces la hacer tropezar, caer, retroceder, volver a empezar, reconstruir, sobreponerse y tal vez disfrazar en forma de show aquello que verdaderamente le es trascendente.
Sabemos que la fama, el dinero y las drogas son probablemente pan de cada día dentro del ambiente artístico. La película no pretende darnos lecciones de ello, sin embargo se transforma en una ventana para observar la decadencia a la que puede ser arrastrada una artista dependiendo de su personalidad y del manejo que se haga del “producto”. La cinta no entrega ninguna esperanza, más bien nos llena de interrogantes. Tampoco juzga, sólo presenta las situaciones sin señalar lo bueno o lo malo. Posiblemente lo podremos inferir, porque tenemos nuestra propia opinión y nuestros propios juicios sobre varios de los temas que allí se exponen abiertamente.
“Vox Lux”, nombre de la película y que corresponde simbólicamente al álbum más reciente de la famosa artista, nos deja con una sensación incompleta. Tal vez sea por su formato “tipo documental”, o por su separación en capítulos o bien por ser un retrato de la música pop -la australiana “Sia” se une a Scott Walker para componer una vibrante banda sonora- que produce un cruce de géneros con los que la película no se identifica plenamente. Es quizá por ello que la construcción se percibe inconclusa y no logra consolidar el relato, todo aquello a pesar de los enormes esfuerzos que realiza Natalie Portman para intentar lograrlo, esfuerzos que sin duda merecen reconocimiento pero que aún así no llegan a ser suficientes.
Ficha técnica
Título original: Vox Lux
Año: 2018
Duración: 110 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Killer Films / Andrew Lauren Productions (ALP) / Bold Films / Sierra Affinity. Distribuida por Neon [USA]
Género: Drama. Musical | Música
Guion: Brady Corbet
Música, Canciones: Sia
Fotografía: Lol Crawley
Reparto: Natalie Portman, Jude Law, Raffey Cassidy, Stacy Martin, Jennifer Ehle, Susanna Guzman, Chris Banks, Matt Servitto, Natasha Romanova, Daniel London, Nastasha Strang, Fred Hechinger
Dirección: Brady Corbet
La historia pertenece a Celeste -una sólida joven Raffey Cassidy- quién sobrevive a un brutal ataque al comienzo del año escolar en un tiroteo que deja muchas víctimas fatales. Su rehabilitación se transforma en un icono nacional y junto a su hermana componen una canción en homenaje a las víctimas que llega a ser un verdadero himno. Las diferencias y los naturales celos entre hermanas aumentan con la maduración y el crecimiento de ambas jóvenes, tema que también queda a medio camino en esta primera parte de la narración.
El relato es presentado en capítulos, por ello nos saltamos muchos años para observar a Celeste en pleno apogeo de su popularidad. Ahora, encarnada por Natalie Portman, la agenda de la artista es manejada por su representante -Jude Law- y la cantante de 31 años tiene una difícil relación con su hija adolescente, rol entregado con propiedad a la misma Raffey Cassidy.
El director Brady Corbet señala en los créditos finales que la cinta “es un retrato del Siglo XXI”. Y tiene toda la razón, pues sin duda los caminos y rumbos que toma la protagonista tienen que ver con sus propias decisiones y también con las presiones ajenas, entre las que influyen fuertemente aquello que dictan los modelos sociales y económicos imperantes. Hay un tremendo vacío y soledad en el personaje desarrollado por Portman quien sin duda lo logra transmitirlo muy bien. Además observamos un clarísimo conflicto interior, desprotección y tristeza. Mucha tristeza acumulada y que la mayoría de las veces la hacer tropezar, caer, retroceder, volver a empezar, reconstruir, sobreponerse y tal vez disfrazar en forma de show aquello que verdaderamente le es trascendente.
Sabemos que la fama, el dinero y las drogas son probablemente pan de cada día dentro del ambiente artístico. La película no pretende darnos lecciones de ello, sin embargo se transforma en una ventana para observar la decadencia a la que puede ser arrastrada una artista dependiendo de su personalidad y del manejo que se haga del “producto”. La cinta no entrega ninguna esperanza, más bien nos llena de interrogantes. Tampoco juzga, sólo presenta las situaciones sin señalar lo bueno o lo malo. Posiblemente lo podremos inferir, porque tenemos nuestra propia opinión y nuestros propios juicios sobre varios de los temas que allí se exponen abiertamente.
“Vox Lux”, nombre de la película y que corresponde simbólicamente al álbum más reciente de la famosa artista, nos deja con una sensación incompleta. Tal vez sea por su formato “tipo documental”, o por su separación en capítulos o bien por ser un retrato de la música pop -la australiana “Sia” se une a Scott Walker para componer una vibrante banda sonora- que produce un cruce de géneros con los que la película no se identifica plenamente. Es quizá por ello que la construcción se percibe inconclusa y no logra consolidar el relato, todo aquello a pesar de los enormes esfuerzos que realiza Natalie Portman para intentar lograrlo, esfuerzos que sin duda merecen reconocimiento pero que aún así no llegan a ser suficientes.
Ficha técnica
Título original: Vox Lux
Año: 2018
Duración: 110 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Killer Films / Andrew Lauren Productions (ALP) / Bold Films / Sierra Affinity. Distribuida por Neon [USA]
Género: Drama. Musical | Música
Guion: Brady Corbet
Música, Canciones: Sia
Fotografía: Lol Crawley
Reparto: Natalie Portman, Jude Law, Raffey Cassidy, Stacy Martin, Jennifer Ehle, Susanna Guzman, Chris Banks, Matt Servitto, Natasha Romanova, Daniel London, Nastasha Strang, Fred Hechinger
Dirección: Brady Corbet
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