Con una fotografía deslumbrante y una calidad de producción excelente, “Los Reyes”, de los realizadores Bettina Perut e Iván Osnovikoff, es un documental que no nos deja indiferentes. Centrado en la observación cuidadosa y detallada de dos perros -Fútbol y Chola-, la fotografía de Pablo Valdés descubre a través de la mirada de estos canes una realidad marginal, la mayor de las veces reprimida, oculta e ignorada, de un grupo de adolescentes que patinan en skate y que comparten su vida a través de sus diálogos, con el Parque Los Reyes y la ciudad de Santiago de Chile como telón de fondo.
Las imágenes son elocuentes. La cámara fija, en diferentes dimensiones, planos abiertos y acercamientos, es una ventana que nos permite enfocar la mirada; un ojo que observa un mismo lugar en diferentes momentos y que en paralelo nos adormece para escuchar las voces -sin rostro, solo siluetas- de los jóvenes que allí se reúnen. Las conversaciones son intensas, fuertes y también provocan más de alguna sonrisa. Dan cuenta de sus dificultades cotidianas, de sus sueños futuros y lejanos como el deseo de vivir en otra comuna, de sus frustraciones -estudios incompletos y la urgencia de trabajar en algo-, del consumo y venta de droga, la falta de oportunidades, el abuso infantil, la opresión en familias disfuncionales y el abuso policial. Estos jóvenes que exponen una condición de vulneración social que probablemente es imposible modificar, también conversan sobre la amistad que los une y dejan entrever valores como un embarazo adolescente y la decisión de tener al bebé. La crudeza y realidad de estos diálogos parecen estar en las antípodas de lo que es retratado con las imágenes de los perros. Es un discurso fuerte, permanente, activo, que no visualiza ninguna luz de esperanza; está allí para quedarse.
Bettina Perut e Iván Osnovikoff originalmente querían mostrar las historias de estos jóvenes, sin embargo lo convencional que podía llegar a ser ese relato no les convencía del todo. En ese momento, Fútbol y Chola aparecen en el Parque y cambian su perspectiva. Ahora la observación recae en estos encantadores y tiernos perros que juegan con todo tipo de pelotas, interactúan con su entorno y con los jóvenes, se acompañan, se cuidan, son protegidos por empleados municipales y ladran a todo tipo de desconocidos que atraviesan por el parque. Ellos son los anfitriones y vemos todo a través de sus ojos. Es especial el cómo, observando sus miradas, gestos, instintos y costumbres, logramos visualizar el espacio-tiempo; tan minimalista por un lado y tan global por otro.
El resultado de este material es de excelencia. Premiado en varios festivales internacionales, el fruto del trabajo dedicado y paciente de sus creadores nos abre a otras perspectivas que no habíamos imaginado en un comienzo. Es difícil describir la sensación que producen sus 78 minutos y creo que es porque se deslizan muchísimos sentimientos y emociones durante su desarrollo. Podemos mirarlo con más o menos profundidad, deslizar teorías sobre lo que racionalmente nos quisieron comunicar o bien dejar que espontáneamente la emotividad nos inunde. En cualquiera de los casos -y tal vez también hay muchos otros-, esta cinta nos impulsa a pensar, a sentir, a discernir y a observar con mayor profundidad temáticas crudas y dolorosas, presentes cada vez con más fuerza en nuestra realidad actual, entrañablemente guiados por Fútbol y Chola a quienes aceptamos de inmediato como nuestros guías y observadores privilegiados.
Ficha técnica
Título original: Los reyes
Año: 2018
Duración: 78 minutos
País: Chile
Productora: Coproducción Chile-Alemania; Perut + Osnovikoff / Dirk Manthey Film
Género: Documental | Perros/Lobos. Skateboard. Amistad
Fotografía: Pablo Valdés
Reparto: Documentary, Sebastián Añigual, Paulina Herrera, Sebastian Alcalde, Tomas Alul, Victor Bañados, Elizabeth Cabeza, Ignacio Bañados
Dirección: Bettina Perut, Iván Osnovikoff
viernes, 29 de noviembre de 2019
martes, 19 de noviembre de 2019
El pasado que nos une
Esta cinta del director Bart Freundlich narra la particular historia de la responsable de un orfanato en India que necesita imperiosamente recursos económicos para seguir desarrollando su labor. Una interesante oportunidad se abre pues una donación cuantiosa ofrecida por una empresaria norteamericana puede cambiar la vida de muchísimos niños y niñas en situación de vulnerabilidad.
Isabel Anderson -Michelle Williams- tiene dudas sobre el dinero involucrado y por sobre todo de la exigencia de la donante, Theresa Young -Julianne Moore-, quien quiere que viaje a Nueva York para conocerla y definir los términos del millonario aporte. Pese a su reticencia inicial, Isabel accede a la petición; todo es demasiado hermoso para ser real. La donación es verdadera y también lo es la intención genuina de Theresa de ayudar a la noble causa. No obstante hay algo más; una boda se celebra en esos días. Se trata del matrimonio de Grace, hija de Theresa y su esposo Oscar -Billy Crudup-, e Isabel es invitada a compartir en el evento familiar. En ese momento se une la historia presente con su pasado, las opciones, los caminos y las decisiones que tomó, junto a todo aquello que ha configurado su vida desde entonces.
La película es un remake de la exitosa cinta danesa del mismo nombre -“After the Wedding”- que el año 2006 fue nominada al Oscar como mejor película extranjera. La historia es potente, llena de significaciones y con una emocionalidad a flor de piel. Esta versión, sin embargo, no conecta en ese sentido pues carece de un guion que le permita desarrollar y profundizar el tejido del relato, dotar a los personajes de mayor sensibilidad y configurar una narrativa que conduzca hacia los puntos de mayor tensión sin que estos parezcan fuera de contexto.
Dos tomas aéreas abren y cierran la película, casi como si se tratara de unas comillas. Pueden tener un significado diferente, como tomando distancia, pero parecieran ser una cita a la cinta original. Los actores también se encuentran “entre comillas” pese a tener solidez y gran experiencia. Verlos a la deriva durante varios momentos del filme da la sensación que algo quedó trunco en el camino, en la producción o tal vez en los tiempos y la forma de filmación. Hay escenas que parecen rodadas en otro contexto y que al momento de editarlas y componerlas como parte del desarrollo narrativo no se visualizan como resultado de un progreso dramático, pese al esfuerzo evidentemente desplegado por sus actores.
“El pasado que nos une” tiene su mayor debilidad en la falta de desarrollo de una idea que sin duda es rica en matices y originalidad. Tal vez la urgencia de hacer una nueva versión pudo jugar en contra o tal vez la adaptación resultó más difícil de realizar. No obstante estos reparos, la cinta no se hace densa y sus 110 minutos transcurren con cierta fluidez. Lo anticipable de las situaciones que se muestran y la mezquindad narrativa en la que cae por largos minutos -diálogos cotidianos, lentos y sin banda sonora- alargan innecesariamente una cinta que perfectamente podría haberse limitado en duración y contenido, para conseguir un resultado distinto.
Ficha técnica
Título original: After the Wedding
Año: 2019
Duración: 110 minutos
País: Estados Unidos
Productora: MPATW / Paradox Studios / Rock Island. Distribuida por Sony Pictures Classics
Género: Drama | Remake. Familia. Melodrama
Guion: Bart Freundlich (Guion original: Susanne Bier, Anders Thomas Jensen)
Música: Mychael Danna
Fotografía: Julio Macat
Reparto: Julianne Moore, Michelle Williams, Billy Crudup, Will Chase, Alex Esola, Abby Quinn, Eisa Davis, Azhy Robertson, Doris McCarthy, Alex Cranmer, Ron Simons, Amelia Workman
Dirección: Bart Freundlich
Isabel Anderson -Michelle Williams- tiene dudas sobre el dinero involucrado y por sobre todo de la exigencia de la donante, Theresa Young -Julianne Moore-, quien quiere que viaje a Nueva York para conocerla y definir los términos del millonario aporte. Pese a su reticencia inicial, Isabel accede a la petición; todo es demasiado hermoso para ser real. La donación es verdadera y también lo es la intención genuina de Theresa de ayudar a la noble causa. No obstante hay algo más; una boda se celebra en esos días. Se trata del matrimonio de Grace, hija de Theresa y su esposo Oscar -Billy Crudup-, e Isabel es invitada a compartir en el evento familiar. En ese momento se une la historia presente con su pasado, las opciones, los caminos y las decisiones que tomó, junto a todo aquello que ha configurado su vida desde entonces.
La película es un remake de la exitosa cinta danesa del mismo nombre -“After the Wedding”- que el año 2006 fue nominada al Oscar como mejor película extranjera. La historia es potente, llena de significaciones y con una emocionalidad a flor de piel. Esta versión, sin embargo, no conecta en ese sentido pues carece de un guion que le permita desarrollar y profundizar el tejido del relato, dotar a los personajes de mayor sensibilidad y configurar una narrativa que conduzca hacia los puntos de mayor tensión sin que estos parezcan fuera de contexto.
Dos tomas aéreas abren y cierran la película, casi como si se tratara de unas comillas. Pueden tener un significado diferente, como tomando distancia, pero parecieran ser una cita a la cinta original. Los actores también se encuentran “entre comillas” pese a tener solidez y gran experiencia. Verlos a la deriva durante varios momentos del filme da la sensación que algo quedó trunco en el camino, en la producción o tal vez en los tiempos y la forma de filmación. Hay escenas que parecen rodadas en otro contexto y que al momento de editarlas y componerlas como parte del desarrollo narrativo no se visualizan como resultado de un progreso dramático, pese al esfuerzo evidentemente desplegado por sus actores.
“El pasado que nos une” tiene su mayor debilidad en la falta de desarrollo de una idea que sin duda es rica en matices y originalidad. Tal vez la urgencia de hacer una nueva versión pudo jugar en contra o tal vez la adaptación resultó más difícil de realizar. No obstante estos reparos, la cinta no se hace densa y sus 110 minutos transcurren con cierta fluidez. Lo anticipable de las situaciones que se muestran y la mezquindad narrativa en la que cae por largos minutos -diálogos cotidianos, lentos y sin banda sonora- alargan innecesariamente una cinta que perfectamente podría haberse limitado en duración y contenido, para conseguir un resultado distinto.
Ficha técnica
Título original: After the Wedding
Año: 2019
Duración: 110 minutos
País: Estados Unidos
Productora: MPATW / Paradox Studios / Rock Island. Distribuida por Sony Pictures Classics
Género: Drama | Remake. Familia. Melodrama
Guion: Bart Freundlich (Guion original: Susanne Bier, Anders Thomas Jensen)
Música: Mychael Danna
Fotografía: Julio Macat
Reparto: Julianne Moore, Michelle Williams, Billy Crudup, Will Chase, Alex Esola, Abby Quinn, Eisa Davis, Azhy Robertson, Doris McCarthy, Alex Cranmer, Ron Simons, Amelia Workman
Dirección: Bart Freundlich
martes, 12 de noviembre de 2019
Estafadoras de Wall Street
Esta cinta tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Toronto y de inmediato se transformó en una sorpresa por la recepción del público y de la crítica. Escrita y dirigida por Lorene Scafaria y basada en el artículo de prensa del año 2015, “The Hustlers at Scores” de Jessica Pressler, la película -protagonizada por Jennifer López, Constance Wu, Cardi B, Keke Palmer, Julia Stiles y Lili Reinhart- narra la historia de un grupo de bailarinas de striptease que se confabulan para estafar a sus clientes, todos ricos ejecutivos del mundo financiero de Wall Street, quienes incautamente caen en sus redes de alcohol, sexo y diversión. Todo comienza a peligrar cuando una periodista del New York Magazine comienza a investigar los hechos y este naciente y lucrativo “negocio familiar” empieza a tambalear poniendo en jaque la lealtad de las amigas.
“Hustlers” -su título original- presenta a Jennifer López interpretando a Ramona Vega, como líder del grupo. Su actuación, llena de desplante y carisma, seduce desde un comienzo y se complementa a la perfección con el resto del reparto. Cada una de las protagonistas tiene sus propios problemas, situaciones económicas y familiares que resolver. Es por eso que la idea de obtener beneficios de estos nuevos “clientes” les despierta más esperanza que temor. No obstante, observamos a poco andar que el engranaje no está exento de dificultades y puede hacer agua en cualquier momento pues no es fácil mantenerse firme si se ven amenazadas por el descubrimiento paulatino de la verdad.
La película está inspirada en hechos reales, lo que es significativo, porque dota a la historia de realismo. La madeja se va componiendo en forma lenta, nada es apresurado e incluso por momentos pareciera que el ritmo decae por prestar atención en detalles importantes pero no fundamentales en el desarrollo del guion. En esos momentos es que destacan aun más las actuaciones, porque Jénnifer López llena la pantalla y el coro responde espléndido para mostrar un ambiente lleno de lujuria y desenfreno; Constance Wu como Destiny -Wu-, Keke Palmer como Mercedes y Lili Reinhart como Annabelle, están todas en alto nivel.
En un tono de comedia, la película también cumple un rol de denuncia. Como bailarinas son abusadas, les pagan menos de lo que les corresponde, están expuestas a todo tipo de malos ratos y actos denigrantes provocándoles frustración y rabia. Sin embargo, al proponerse dar vuelta la situación, son ellas las que ahora abusan y roban a otros, usando su belleza, sus encantos y su máxima seducción. Esta premisa también es denuncia; si los ejecutivos de Wall Street le han robado a todo el mundo, ¿por qué ellas no pueden hacerlo? “El juego está arreglado y no premia a los que si siguen las reglas”, menciona Ramona como una bandera de lucha.
La ambición, el poder, el dinero y las mentiras son adictivas pero tienen límites. La vulnerabilidad de la cadena permite que se corte en los lugares más débiles, es decir, cuando la amenaza recae en cada una, individualmente, y deben decidir si velar por su propia causa o mantener la lealtad con un grupo que se ve cada vez más acorralado.
Visualmente atractiva y con un fondo muy actual, “Las estafadoras de Wall Street” responde a las expectativas de su recepción y resulta ser una cinta interesante que aporta niveles de lectura inesperados para su género junto al tratamiento abierto de una temática que nunca es fácil ni sencilla de abordar.
Ficha técnica
Título original: Hustlers
Año: 2019
Duración: 110 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Gloria Sanchez Productions, STXfilms, Annapurna Pictures. Distribuida por STX Entertainment
Género: Drama. Comedia | Basado en hechos reales
Guion: Jessica Pressler, Lorene Scafaria
Fotografía: Todd Banhazl
Reparto: Jennifer Lopez, Constance Wu, Lili Reinhart, Julia Stiles, Cardi B, Mercedes Ruehl, Keke Palmer, Trace Lysette, Vanessa Aspillaga, Mette Towley, Lizzo, Madeline Brewer, Tia Barr, Tommy Bayiokos, Tommy Beardmore, Steven Boyer, Kristoffe Brodeur, Kristina Asriyan
Dirección: Lorene Scafaria
“Hustlers” -su título original- presenta a Jennifer López interpretando a Ramona Vega, como líder del grupo. Su actuación, llena de desplante y carisma, seduce desde un comienzo y se complementa a la perfección con el resto del reparto. Cada una de las protagonistas tiene sus propios problemas, situaciones económicas y familiares que resolver. Es por eso que la idea de obtener beneficios de estos nuevos “clientes” les despierta más esperanza que temor. No obstante, observamos a poco andar que el engranaje no está exento de dificultades y puede hacer agua en cualquier momento pues no es fácil mantenerse firme si se ven amenazadas por el descubrimiento paulatino de la verdad.
La película está inspirada en hechos reales, lo que es significativo, porque dota a la historia de realismo. La madeja se va componiendo en forma lenta, nada es apresurado e incluso por momentos pareciera que el ritmo decae por prestar atención en detalles importantes pero no fundamentales en el desarrollo del guion. En esos momentos es que destacan aun más las actuaciones, porque Jénnifer López llena la pantalla y el coro responde espléndido para mostrar un ambiente lleno de lujuria y desenfreno; Constance Wu como Destiny -Wu-, Keke Palmer como Mercedes y Lili Reinhart como Annabelle, están todas en alto nivel.
En un tono de comedia, la película también cumple un rol de denuncia. Como bailarinas son abusadas, les pagan menos de lo que les corresponde, están expuestas a todo tipo de malos ratos y actos denigrantes provocándoles frustración y rabia. Sin embargo, al proponerse dar vuelta la situación, son ellas las que ahora abusan y roban a otros, usando su belleza, sus encantos y su máxima seducción. Esta premisa también es denuncia; si los ejecutivos de Wall Street le han robado a todo el mundo, ¿por qué ellas no pueden hacerlo? “El juego está arreglado y no premia a los que si siguen las reglas”, menciona Ramona como una bandera de lucha.
La ambición, el poder, el dinero y las mentiras son adictivas pero tienen límites. La vulnerabilidad de la cadena permite que se corte en los lugares más débiles, es decir, cuando la amenaza recae en cada una, individualmente, y deben decidir si velar por su propia causa o mantener la lealtad con un grupo que se ve cada vez más acorralado.
Visualmente atractiva y con un fondo muy actual, “Las estafadoras de Wall Street” responde a las expectativas de su recepción y resulta ser una cinta interesante que aporta niveles de lectura inesperados para su género junto al tratamiento abierto de una temática que nunca es fácil ni sencilla de abordar.
Ficha técnica
Título original: Hustlers
Año: 2019
Duración: 110 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Gloria Sanchez Productions, STXfilms, Annapurna Pictures. Distribuida por STX Entertainment
Género: Drama. Comedia | Basado en hechos reales
Guion: Jessica Pressler, Lorene Scafaria
Fotografía: Todd Banhazl
Reparto: Jennifer Lopez, Constance Wu, Lili Reinhart, Julia Stiles, Cardi B, Mercedes Ruehl, Keke Palmer, Trace Lysette, Vanessa Aspillaga, Mette Towley, Lizzo, Madeline Brewer, Tia Barr, Tommy Bayiokos, Tommy Beardmore, Steven Boyer, Kristoffe Brodeur, Kristina Asriyan
Dirección: Lorene Scafaria
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