Inspirada en hechos reales, esta película del director brasileño Fernando Meirelles -“Ciudad de Dios”- se interna en uno de los sucesos más relevantes para la Iglesia Católica en siglos. En febrero del año 2013, el Papa Benedicto XVI -el alemán Joseph Ratzinger- renunció a su cargo, algo tan inesperado y fuera de lo común que no se había visto en casi 600 año. Este hecho sorpresivo y radical obligó una nueva elección y el Cónclave eligió como nuevo Pontífice al argentino Jorge Mario Bergoglio, entonces Cardenal Arzobispo de Buenos Aires.
El guion elaborado por Anthony McCarten es muy interesante y ameno. Mezclando historia, especulaciones y aquello que podría llamarse “intrigas vaticanas”, el relato gira entorno a una ficticia visita del Cardenal Bergoglio al Vaticano hacia fines de 2012 para entrevistarse personalmente con el Santo Padre y conseguir de él la aceptación de su renuncia ya presentada por escrito a pesar de no haber cumplido aún la edad de retiro de los obispos, es decir 75 años.
La caracterización de la historia recae en dos actores que llenan la pantalla con su carisma y solidez. Jonathan Pryce, quien además se parece bastante físicamente, interpreta a Bergoglio y Anthony Hopkins a Benedicto XVI. Ambos realizan un trabajo de estupendo, imprimen detalles que reflejan una parte de la personalidad de sus representados gracias a la solidez de sus gestos, tonos de voz y miradas, con diálogos certeros y precisos. Meirelles sabe sacar partido a sus actores y filmar estos encuentros. Su uso de primeros planos destaca muchísimos detalles, la movilidad inquieta de su cámara se enfoca en incertidumbres y dudas, todo con un excelente trabajo de fotografía que realza las locaciones con recreaciones muy convincentes de los rincones vaticanos y sus entornos.
La cinta presenta una mirada que tal vez exagera algunas de las características de sus protagonistas. Por una parte, Benedicto XVI es presentado como una persona solitaria, en extremo conservadora, apegada a normas y tradiciones que no puede evadir. Por la otra, Bergoglio es alguien que transita por un camino rupturista de aquellos lejanos formalismos, con autenticidad y gestos que desconciertan a sus interlocutores. Ambos son presentados en veredas opuestas lo que también se refleja en las opiniones que expresan sobre temas de actualidad eclesial como el celibato, la comunión a los divorciados, la homosexualidad y tantos otros.
El relato resulta entretenido y sin pausas. El peso dramático lo mantienen ambos protagonistas durante casi todo el metraje y solo en el caso del Cardenal argentino observamos una caracterización del tiempo en que era un joven sacerdote en una época crítica cuando, durante la dictadura militar, desempeñaba el cargo de superior de la Compañía de Jesús en su país.
“Los Dos Papas” es un acierto desde muchos puntos de vista. La polarización asumida por Fernando Meirelles ayuda al relato pues amplifica el conflicto. Las actuaciones personifican a ambas figuras de manera vibrante, usando un tono más cercano a la comedia cuando el drama amenaza con tomarse la historia. La simpatía de los dos actores y una química natural entre ellos permite alcanzar un alto vuelo durante varios momentos de sus múltiples encuentros. Así, la cinta motiva al espectador a profundizar para formarse su propia opinión pues el Papa Francisco está plenamente activo y Benedicto XVI aún vive pese a su avanzada edad y delicado estado de salud. Conocerlos un poco más puede ser un desafío que comience con esta película para alguien que no conoce demasiado y no es cercano a la Iglesia. Para los católicos, una mirada fresca y diferente como esta, ofrece un ángulo que bien vale la pena explorar para recordar momentos importantes de los últimos años y también para acercarse a ambas figuras desde otra perspectiva, tal vez caricaturizada pero también más humana.
Ficha técnica
Título original: The Two Popes
Año: 2019
Duración: 126 minutos
País: Reino Unido
Productora: Coproducción Reino Unido-Italia-Argentina-Estados Unidos; Netflix. Distribuida por Netflix
Género: Comedia. Drama | Religión. Basado en hechos reales
Guion: Anthony McCarten
Música: Bryce Dessner
Fotografía: César Charlone
Reparto: Jonathan Pryce, Anthony Hopkins, Juan Minujín, Cristina Banegas, Sidney Cole, Luis Gnecco, Federico Torre, María Ucedo, Thomas D Williams, Pablo Trimarchi
Dirección: Fernando Meirelles
martes, 24 de diciembre de 2019
jueves, 19 de diciembre de 2019
Star Wars: El Ascenso de Skywalker
No es sencillo escribir sobre Star Wars. Y no es por la calidad de la producción, o la siempre difícil comparación con la trilogía original de George Lucas, o los nuevos personajes, historias y universos creados desde que Disney tiene los derechos exclusivos de la franquicia, o por el estilo de J.J. Abrams, alabado por algunos y criticado por otros. La verdad es que la dificultad radica en mi propio compromiso emocional con una historia que me acompaña hace 42 años y que hoy concluye, al menos formalmente, en su diseño original de tres trilogías.
“El ascenso de Skywalker” es el Capítulo IX de una saga que marcó mi generación y por cierto a muchas otras. Ahora, al completarse con la pieza que faltaba para cerrar el ciclo, podemos tomar distancia, analizar en perspectiva y valorar en forma integral lo que hemos podido observar durante años y que posiblemente nunca dejaremos de tener presente.
No se trata de la historia de este capítulo en particular ni de los personajes, de los nuevos que recién se incorporan o de quienes ya nos han dejado. La sustancia, lo medular es aquello que sucede conmigo desde el primer acorde musical y las letras inclinadas que forman parte de una obertura que es ya clásica. Lo que sucede que me toca la fibra, me despierta recuerdos de infancia y hace que mis emociones broten sin contención. Tal vez es por ello que agradezco la oportunidad de disfrutar “Star Wars”. Dejo que fluya naturalmente, me entrego al relato y a las andanzas espaciales para volver a ser ese niño de 8 años que vio el Episodio IV cuando se estrenó en el Cine Centenario de La Serena en 1977 y que dio inicio a este universo.
Volviendo a la película, las cosas están así. Kylo Ren -Adam Driver- líder supremo de las fuerzas, viaja al planeta Exogol gracias al dispositivo Sith Wayfinder -hay solo dos y el otro está extremadamente oculto-, para enfrentar a Palpatine -sí, el mismísimo Ian McDiarmid-, el poderoso Emperador de la Primera Orden y que planea la realización de un ataque aniquilador a gran escala con una flota impresionante de destructores. Por su parte, la resistencia liderada por la Generala Leia Organa -gran homenaje a Carrie Fisher-, intercepta información sobre el viaje de Kylo. Leia dispone una misión liderada por Rey -Daisy Ridley-, Finn -John Boyega- y Poe -Oscar Isaac-, cuyo objetivo es ubicar el Wayfinder para luego llegar a Exogol y destruir la amenaza. Las peripecias se suceden en forma continua, la acción es por momentos frenética y la tensión nos mantiene alertas durante todo el metraje. El regreso de viejos personajes, conocidos en las anteriores entregas, nos conectan con esta trilogía final y otros, iconos ya a esta altura, con el resto de la histórica saga, manteniendo siempre a la vista las vertientes y nueva savia de los jóvenes héroes.
“El ascenso de Skywalker” es un épico final para Star Wars. Conmueve porque apela a la emocionalidad de toda esta larga historia permitiendo que afloren rápidamente los recuerdos. En varios pasajes nos reflejamos en los personajes, hacemos nuestro el valor y coraje de la resistencia que transforma esta guerra desigual en un desafío esperanzador. Esta lucha contra el lado oscuro de la fuerza -el mal encarnado-, que por años han liderado los Jedi, la asumimos empáticamente y tal vez la llevamos a la vida diaria, a lo que sentimos o tal vez vivimos en nuestros entornos. La unidad que se logra con “la fuerza” forma una familia llena de valores; lealtad, amor, comprensión, contención, arrojo y valentía surgen espontáneamente; se transforman en caminos y rumbos a imitar y seguir.
La dirección de J.J. Abrams no deja nada al azar. Los escenarios, las coreografías, las batallas, los efectos especiales, todo está en su lugar y al servicio de un guion firmado por él junto a Derek Connolly, Colin Trevorrow y Chris Terrio.
¡Qué decir de la música! esencial y fundamental, núcleo del relato y una vez más a cargo del maestro John Williams. Escribo estas líneas escuchando y gozando los detalles de la banda sonora con los que me vuelvo a encantar. Esta gran “ópera espacial”, repleta de motivos, armonías, explosiones de los bronces, con percusiones arrebatadas y melodías inconfundibles, desarrolla una partitura inseparable de la imagen, con vida propia y que tal vez es de los elementos más logrados del filme, algo que ya es característico en estas películas.
Star Wars llega a su fin, al menos en lo que respecta al diseño original de sus tres trilogías. Ahora el desafío tal vez sea continuar la historia con nuevos bríos, nuevos personajes, nuevas aventuras que se desprendan de este cuerpo vital, de esta idea que tiene mucho que entregar y que está totalmente abierta a la imaginación de creadores y guionistas para entretener y emocionar a más generaciones. Y como no es bueno hacer anticipos, solo concluyo estas palabras señalando que hay muchos detalles presentes en la cinta que tal vez en una primera lectura pasen muy rápido. Yo, al menos, quiero verla de nuevo para apreciar con más calma varios de ellos, disfrutar aún más con algunos retornos y “cameos” -físicos y también de voces-, y escuchar nuevamente la música que hace de Star Wars una experiencia mágica y única.
Ficha técnica
Título original: Star Wars: The Rise of Skywalker
Año: 2019
Duración: 142 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Lucasfilm / Bad Robot / Walt Disney Pictures
Género: Ciencia ficción. Fantástico. Aventuras. Acción | Aventura espacial. Secuela. Star Wars
Guion: J.J. Abrams, Chris Terrio (Personajes: George Lucas)
Música: John Williams
Fotografía: Daniel Mindel
Reparto: Daisy Ridley, Adam Driver, John Boyega, Oscar Isaac, Domhnall Gleeson, Kelly Marie Tran, Joonas Suotamo, Ian McDiarmid, Carrie Fisher, Keri Russell, Billie Lourd, Lupita Nyong'o, Naomi Ackie, Richard E. Grant, Billy Dee Williams, Anthony Daniels, Dominic Monaghan, Mark Hamill, Matt Smith
Dirección: J.J. Abrams
“El ascenso de Skywalker” es el Capítulo IX de una saga que marcó mi generación y por cierto a muchas otras. Ahora, al completarse con la pieza que faltaba para cerrar el ciclo, podemos tomar distancia, analizar en perspectiva y valorar en forma integral lo que hemos podido observar durante años y que posiblemente nunca dejaremos de tener presente.
No se trata de la historia de este capítulo en particular ni de los personajes, de los nuevos que recién se incorporan o de quienes ya nos han dejado. La sustancia, lo medular es aquello que sucede conmigo desde el primer acorde musical y las letras inclinadas que forman parte de una obertura que es ya clásica. Lo que sucede que me toca la fibra, me despierta recuerdos de infancia y hace que mis emociones broten sin contención. Tal vez es por ello que agradezco la oportunidad de disfrutar “Star Wars”. Dejo que fluya naturalmente, me entrego al relato y a las andanzas espaciales para volver a ser ese niño de 8 años que vio el Episodio IV cuando se estrenó en el Cine Centenario de La Serena en 1977 y que dio inicio a este universo.
Volviendo a la película, las cosas están así. Kylo Ren -Adam Driver- líder supremo de las fuerzas, viaja al planeta Exogol gracias al dispositivo Sith Wayfinder -hay solo dos y el otro está extremadamente oculto-, para enfrentar a Palpatine -sí, el mismísimo Ian McDiarmid-, el poderoso Emperador de la Primera Orden y que planea la realización de un ataque aniquilador a gran escala con una flota impresionante de destructores. Por su parte, la resistencia liderada por la Generala Leia Organa -gran homenaje a Carrie Fisher-, intercepta información sobre el viaje de Kylo. Leia dispone una misión liderada por Rey -Daisy Ridley-, Finn -John Boyega- y Poe -Oscar Isaac-, cuyo objetivo es ubicar el Wayfinder para luego llegar a Exogol y destruir la amenaza. Las peripecias se suceden en forma continua, la acción es por momentos frenética y la tensión nos mantiene alertas durante todo el metraje. El regreso de viejos personajes, conocidos en las anteriores entregas, nos conectan con esta trilogía final y otros, iconos ya a esta altura, con el resto de la histórica saga, manteniendo siempre a la vista las vertientes y nueva savia de los jóvenes héroes.
“El ascenso de Skywalker” es un épico final para Star Wars. Conmueve porque apela a la emocionalidad de toda esta larga historia permitiendo que afloren rápidamente los recuerdos. En varios pasajes nos reflejamos en los personajes, hacemos nuestro el valor y coraje de la resistencia que transforma esta guerra desigual en un desafío esperanzador. Esta lucha contra el lado oscuro de la fuerza -el mal encarnado-, que por años han liderado los Jedi, la asumimos empáticamente y tal vez la llevamos a la vida diaria, a lo que sentimos o tal vez vivimos en nuestros entornos. La unidad que se logra con “la fuerza” forma una familia llena de valores; lealtad, amor, comprensión, contención, arrojo y valentía surgen espontáneamente; se transforman en caminos y rumbos a imitar y seguir.
La dirección de J.J. Abrams no deja nada al azar. Los escenarios, las coreografías, las batallas, los efectos especiales, todo está en su lugar y al servicio de un guion firmado por él junto a Derek Connolly, Colin Trevorrow y Chris Terrio.
¡Qué decir de la música! esencial y fundamental, núcleo del relato y una vez más a cargo del maestro John Williams. Escribo estas líneas escuchando y gozando los detalles de la banda sonora con los que me vuelvo a encantar. Esta gran “ópera espacial”, repleta de motivos, armonías, explosiones de los bronces, con percusiones arrebatadas y melodías inconfundibles, desarrolla una partitura inseparable de la imagen, con vida propia y que tal vez es de los elementos más logrados del filme, algo que ya es característico en estas películas.
Star Wars llega a su fin, al menos en lo que respecta al diseño original de sus tres trilogías. Ahora el desafío tal vez sea continuar la historia con nuevos bríos, nuevos personajes, nuevas aventuras que se desprendan de este cuerpo vital, de esta idea que tiene mucho que entregar y que está totalmente abierta a la imaginación de creadores y guionistas para entretener y emocionar a más generaciones. Y como no es bueno hacer anticipos, solo concluyo estas palabras señalando que hay muchos detalles presentes en la cinta que tal vez en una primera lectura pasen muy rápido. Yo, al menos, quiero verla de nuevo para apreciar con más calma varios de ellos, disfrutar aún más con algunos retornos y “cameos” -físicos y también de voces-, y escuchar nuevamente la música que hace de Star Wars una experiencia mágica y única.
Ficha técnica
Título original: Star Wars: The Rise of Skywalker
Año: 2019
Duración: 142 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Lucasfilm / Bad Robot / Walt Disney Pictures
Género: Ciencia ficción. Fantástico. Aventuras. Acción | Aventura espacial. Secuela. Star Wars
Guion: J.J. Abrams, Chris Terrio (Personajes: George Lucas)
Música: John Williams
Fotografía: Daniel Mindel
Reparto: Daisy Ridley, Adam Driver, John Boyega, Oscar Isaac, Domhnall Gleeson, Kelly Marie Tran, Joonas Suotamo, Ian McDiarmid, Carrie Fisher, Keri Russell, Billie Lourd, Lupita Nyong'o, Naomi Ackie, Richard E. Grant, Billy Dee Williams, Anthony Daniels, Dominic Monaghan, Mark Hamill, Matt Smith
Dirección: J.J. Abrams
sábado, 14 de diciembre de 2019
Historia de un matrimonio
Los procesos de ruptura de una pareja son siempre dolorosos y complejos por lo que muchas veces al observarlos en una película no permiten acercarse a una realidad difícil de describir y también de entender si no se ha vivido. Por ello, lo que hace el guionista y director Noah Baumbach con “Historia de un matrimonio” es notable. Logra desarrollar un relato profundamente emotivo y real, cuyo resultado es desgarrador.
Charlie -Adam Driver- y Nicole -Scarlett Johansson- son una pareja de artistas. Su vida gira en torno a las artes escénicas: él un talentoso y exitoso director de teatro, ella una bella y versátil actriz cada vez más reconocida. Se conocieron compartiendo los mismos intereses, se casaron, tuvieron un hijo y su vida se ha desarrollado por casi 10 años entre ensayos, funciones y su hogar en Nueva York. Podríamos, con estos antecedentes, caer en el “cliché” de decir que son una pareja normal, sin embargo la realidad dice otra cosa. A pesar de unos profundos y sentidos escritos donde cada uno reconoce lo mejor del otro, aquello que le encanta y por qué se enamoraron, se ven enfrentados a sus diferencias y con ello se precipitan al fin de su relación.
Baumbach escribe un guion estupendo, repleto de contenido y detalles. Justamente por ello es sumamente exigente. Hay mucho texto, muchos niveles, variadas lecturas y sub lecturas, por lo que los actores deben esforzarse al máximo. Secciones del relato corresponden a monólogos, otras a discusiones fuertes que, sin caer en la violencia física, son en extremo hirientes. Los dos protagonistas, Scarlett Johansson y Adam Driver logran un realismo conmovedor con sus actuaciones. No solo viven sus personajes, sino que ellos viven en sus cuerpos y mentes todo el tiempo. Ante este desafío a gran escala, el talento de ambos arrasa con un trabajo que será reconocido y recordado por mucho tiempo.
La cinta mantiene una tensión emocional permanente. Por instantes agobia, porque es imposible sustraerse a lo que sienten y expresan Nicole y Charlie. El director Noah Baumbach filma delicadamente cada escena, con el tiempo y el espacio para que la acción se desarrolle con su propio ritmo, con sus pausas y con dinámica cuando así lo requiere. Para ello cuenta con un reparto de lujo que además incluye a la cada vez más vibrante Laura Dern interpretando a Nora Fanshaw, la estilosa abogada de Nicole, y al carismático Ray Liotta como Jay, su contraparte jurídica.
“Historia de un matrimonio” llega directo a la emoción. Se inscribe con letras mayúsculas dentro de los relatos más directos sobre conflictos de pareja. Además tiene una virtud aún más interesante. Genera reflexiones posteriores, se sigue recordando por días y junto con ello vuelven las escenas, los diálogos, las situaciones y nuevas emociones. También surgen preguntas, muchas preguntas… ¿Qué sucedió, cuándo? ¿Qué no vimos, qué no hicimos? ¿Por qué pasó? ¿En qué nos equivocamos? ¿Cuándo nos perdimos? Todas son preguntas abiertas que buscan alguna respuesta en momentos que tal vez ya sea demasiado tarde…
Punto especial para “Being Alive” la canción del musical “Company”, de George Furth y Stephen Sondheim y que casi al finalizar la cinta es cantada por Charlie en un bar, rodeado de sus amigos y actores de la compañía. Su sentida interpretación enmarca muy bien la sensación que queda -y es para ambos- al final de un proceso tan angustiante como devastador; un juicio de divorcio que les daña profundamente y que deja un vacío muy difícil de llenar. Mirar hacia adelante en un momento así se hace cuesta arriba, se ve como una montaña casi imposible de subir, sin embargo existe algo fundamental para poder volver a creer y sentir; aquello es tomar verdadera conciencia de “estar vivo”
Charlie -Adam Driver- y Nicole -Scarlett Johansson- son una pareja de artistas. Su vida gira en torno a las artes escénicas: él un talentoso y exitoso director de teatro, ella una bella y versátil actriz cada vez más reconocida. Se conocieron compartiendo los mismos intereses, se casaron, tuvieron un hijo y su vida se ha desarrollado por casi 10 años entre ensayos, funciones y su hogar en Nueva York. Podríamos, con estos antecedentes, caer en el “cliché” de decir que son una pareja normal, sin embargo la realidad dice otra cosa. A pesar de unos profundos y sentidos escritos donde cada uno reconoce lo mejor del otro, aquello que le encanta y por qué se enamoraron, se ven enfrentados a sus diferencias y con ello se precipitan al fin de su relación.
Baumbach escribe un guion estupendo, repleto de contenido y detalles. Justamente por ello es sumamente exigente. Hay mucho texto, muchos niveles, variadas lecturas y sub lecturas, por lo que los actores deben esforzarse al máximo. Secciones del relato corresponden a monólogos, otras a discusiones fuertes que, sin caer en la violencia física, son en extremo hirientes. Los dos protagonistas, Scarlett Johansson y Adam Driver logran un realismo conmovedor con sus actuaciones. No solo viven sus personajes, sino que ellos viven en sus cuerpos y mentes todo el tiempo. Ante este desafío a gran escala, el talento de ambos arrasa con un trabajo que será reconocido y recordado por mucho tiempo.
La cinta mantiene una tensión emocional permanente. Por instantes agobia, porque es imposible sustraerse a lo que sienten y expresan Nicole y Charlie. El director Noah Baumbach filma delicadamente cada escena, con el tiempo y el espacio para que la acción se desarrolle con su propio ritmo, con sus pausas y con dinámica cuando así lo requiere. Para ello cuenta con un reparto de lujo que además incluye a la cada vez más vibrante Laura Dern interpretando a Nora Fanshaw, la estilosa abogada de Nicole, y al carismático Ray Liotta como Jay, su contraparte jurídica.
“Historia de un matrimonio” llega directo a la emoción. Se inscribe con letras mayúsculas dentro de los relatos más directos sobre conflictos de pareja. Además tiene una virtud aún más interesante. Genera reflexiones posteriores, se sigue recordando por días y junto con ello vuelven las escenas, los diálogos, las situaciones y nuevas emociones. También surgen preguntas, muchas preguntas… ¿Qué sucedió, cuándo? ¿Qué no vimos, qué no hicimos? ¿Por qué pasó? ¿En qué nos equivocamos? ¿Cuándo nos perdimos? Todas son preguntas abiertas que buscan alguna respuesta en momentos que tal vez ya sea demasiado tarde…
Punto especial para “Being Alive” la canción del musical “Company”, de George Furth y Stephen Sondheim y que casi al finalizar la cinta es cantada por Charlie en un bar, rodeado de sus amigos y actores de la compañía. Su sentida interpretación enmarca muy bien la sensación que queda -y es para ambos- al final de un proceso tan angustiante como devastador; un juicio de divorcio que les daña profundamente y que deja un vacío muy difícil de llenar. Mirar hacia adelante en un momento así se hace cuesta arriba, se ve como una montaña casi imposible de subir, sin embargo existe algo fundamental para poder volver a creer y sentir; aquello es tomar verdadera conciencia de “estar vivo”
Ficha técnica
Título original: Marriage Story
Año: 2019
Duración: 136 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Netflix / Heyday Films. Distribuida por Netflix
Género: Drama | Comedia dramática. Teatro
Guion: Noah Baumbach
Música: Randy Newman
Fotografía: Robbie Ryan
Reparto: Scarlett Johansson, Adam Driver, Laura Dern, Azhy Robertson, Alan Alda, Julie Hagerty, Merritt Wever, Mary Hollis Inboden, Amir Talai, Ray Liotta, Wallace Shawn, Emily Cass McDonnell, Matthew Maher, Ayden Mayeri, Kyle Bornheimer, Mark O'Brien, Gideon Glick, Brooke Bloom, Matthew Shear, George Todd McLachlan, Annie Hamilton, Juan Alfonso, Justin Claiborne, Mickey Sumner
Dirección: Noah Baumbach
Título original: Marriage Story
Año: 2019
Duración: 136 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Netflix / Heyday Films. Distribuida por Netflix
Género: Drama | Comedia dramática. Teatro
Guion: Noah Baumbach
Música: Randy Newman
Fotografía: Robbie Ryan
Reparto: Scarlett Johansson, Adam Driver, Laura Dern, Azhy Robertson, Alan Alda, Julie Hagerty, Merritt Wever, Mary Hollis Inboden, Amir Talai, Ray Liotta, Wallace Shawn, Emily Cass McDonnell, Matthew Maher, Ayden Mayeri, Kyle Bornheimer, Mark O'Brien, Gideon Glick, Brooke Bloom, Matthew Shear, George Todd McLachlan, Annie Hamilton, Juan Alfonso, Justin Claiborne, Mickey Sumner
Dirección: Noah Baumbach
jueves, 12 de diciembre de 2019
Doctor Sueño
La expectativa es alta. Se promociona como la secuela de "El resplandor" -1980- dirigido por Stanley Kubrick y la historia es del mismísimo Stephen King quien ha alabado esta realización del director Mike Flanagan. No obstante todos estos títulos, “Doctor Sueño” queda al debe y por varias razones.
El relato sucede algunos años después de los hechos que narra "The Shining”. Esta vez sigue a un ya adulto Danny Torrance -Ewan McGregor- que tiene severos traumas y problemas graves con el alcohol. Sus habilidades psíquicas se mantienen aunque están algo alteradas por su condición actual, asunto que no le impide tomar contacto telepático con Abra Stone -Kyliegh Curran- a raíz de un brutal asesinato que un culto de psíquicos conocido como el “Nudo Verdadero” ha cometido en su búsqueda insaciable del escaso y fundamental “vapor", elixir producido en los momentos de la muerte de personas con habilidad brillante y que para quienes lo reciben implica retrasar el envejecimiento.
Hasta allí, lo que va de cinta es interesante y no hay mayores pistas sobre lo que viene a continuación. Rose the Hat -brillante y divina Rebecca Ferguson-, quien lidera el culto, va acercándose lentamente tanto a Abra como a Dan. Los poderes mentales se enfrentan y disputan una cerrada lucha a distancia que tiene tanto de misterio como de inexplicable fuerza sobrenatural. Justamente es en ese momento cuando la cinta se torna evidente y cede terreno al exponer los elementos demasiado explícitos dejando poco y nada a nuestra imaginación.
La extensión desde su segundo tercio se siente. Existe un alargue innecesario que cae en la pereza sin aportar demasiado a la centralidad del argumento. Al entrar al último tercio todo pareciera encarrilarse cuando la historia vuelve al escenario del famoso y recordado “Hotel Overlook”. Y en parte casi lo logra, porque la recreación es estupenda pero al mismo tiempo la configuración del relato nuevamente cae en lo lineal y en lo evidente.
“Doctor Sleep” es víctima de sus propias y altas expectativas. ¡Cuán diferente es imaginarse los relatos de las novelas y luego observarlos en imágenes! Aquí, sin haber leído la novela, podemos inferir que la gran imaginación de Stephen King debe plantear en sus diferentes capítulos un desafío enorme. Recogerlo en formato guión y luego filmarlo debe ser tremendamente difícil, en especial por la cantidad de posibilidades que tiene y las limitaciones que implica la toma decisiones para configurar una película. La deuda entonces queda, no ha sido saldada y “El Resplandor” aún goza de excelente salud a pesar de no ser del agrado del escritor. Quienes la recordamos como un icono del cine del Siglo XX la continuamos admirando y su impronta se engrandece cada día más.
Ficha técnica
Título original: Doctor Sleep
Año: 2019
Duración: 151 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Warner Bros. / Intrepid Pictures / Vertigo Entertainment. Distribuida por Warner Bros.
Género: Terror. Thriller | Thriller psicológico. Sobrenatural. Secuela
Guion: Akiva Goldsman, Mike Flanagan (Novela: Stephen King)
Música: The Newton Brothers
Fotografía: Michael Fimognari
Reparto: Ewan McGregor, Rebecca Ferguson, Kyliegh Curran, Zahn McClarnon, Carl Lumbly, Alex Essoe, Bruce Greenwood, Jacob Tremblay, Catherine Parker, Robert Longstreet, Carel Struycken, Emily Alyn Lind, Selena Anduze, Jocelin Donahue, Chelsea Talmadge, Juan Gaspard, Deadra Moore, David Michael-Smith, Kevin Petruski Jr., Mistie Gibby, Met Clark
Dirección: Mike Flanagan
El relato sucede algunos años después de los hechos que narra "The Shining”. Esta vez sigue a un ya adulto Danny Torrance -Ewan McGregor- que tiene severos traumas y problemas graves con el alcohol. Sus habilidades psíquicas se mantienen aunque están algo alteradas por su condición actual, asunto que no le impide tomar contacto telepático con Abra Stone -Kyliegh Curran- a raíz de un brutal asesinato que un culto de psíquicos conocido como el “Nudo Verdadero” ha cometido en su búsqueda insaciable del escaso y fundamental “vapor", elixir producido en los momentos de la muerte de personas con habilidad brillante y que para quienes lo reciben implica retrasar el envejecimiento.
Hasta allí, lo que va de cinta es interesante y no hay mayores pistas sobre lo que viene a continuación. Rose the Hat -brillante y divina Rebecca Ferguson-, quien lidera el culto, va acercándose lentamente tanto a Abra como a Dan. Los poderes mentales se enfrentan y disputan una cerrada lucha a distancia que tiene tanto de misterio como de inexplicable fuerza sobrenatural. Justamente es en ese momento cuando la cinta se torna evidente y cede terreno al exponer los elementos demasiado explícitos dejando poco y nada a nuestra imaginación.
La extensión desde su segundo tercio se siente. Existe un alargue innecesario que cae en la pereza sin aportar demasiado a la centralidad del argumento. Al entrar al último tercio todo pareciera encarrilarse cuando la historia vuelve al escenario del famoso y recordado “Hotel Overlook”. Y en parte casi lo logra, porque la recreación es estupenda pero al mismo tiempo la configuración del relato nuevamente cae en lo lineal y en lo evidente.
“Doctor Sleep” es víctima de sus propias y altas expectativas. ¡Cuán diferente es imaginarse los relatos de las novelas y luego observarlos en imágenes! Aquí, sin haber leído la novela, podemos inferir que la gran imaginación de Stephen King debe plantear en sus diferentes capítulos un desafío enorme. Recogerlo en formato guión y luego filmarlo debe ser tremendamente difícil, en especial por la cantidad de posibilidades que tiene y las limitaciones que implica la toma decisiones para configurar una película. La deuda entonces queda, no ha sido saldada y “El Resplandor” aún goza de excelente salud a pesar de no ser del agrado del escritor. Quienes la recordamos como un icono del cine del Siglo XX la continuamos admirando y su impronta se engrandece cada día más.
Ficha técnica
Título original: Doctor Sleep
Año: 2019
Duración: 151 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Warner Bros. / Intrepid Pictures / Vertigo Entertainment. Distribuida por Warner Bros.
Género: Terror. Thriller | Thriller psicológico. Sobrenatural. Secuela
Guion: Akiva Goldsman, Mike Flanagan (Novela: Stephen King)
Música: The Newton Brothers
Fotografía: Michael Fimognari
Reparto: Ewan McGregor, Rebecca Ferguson, Kyliegh Curran, Zahn McClarnon, Carl Lumbly, Alex Essoe, Bruce Greenwood, Jacob Tremblay, Catherine Parker, Robert Longstreet, Carel Struycken, Emily Alyn Lind, Selena Anduze, Jocelin Donahue, Chelsea Talmadge, Juan Gaspard, Deadra Moore, David Michael-Smith, Kevin Petruski Jr., Mistie Gibby, Met Clark
Dirección: Mike Flanagan
El Guru
Este documental chileno sigue de cerca al boxeador Carlos “Guru” Ruiz. Filmado en blanco y negro y con un inquieto trabajo de cámaras y edición, muestra un trabajo diferente a lo acostumbrado. Su mirada nos abre una ventana a lo cotidiano de la vida de Ruíz, quien se gana el sustento como operario en una industria de alimentos para salmones en Castro, Chiloé.
Rory Barrientos Lamas desarrolla un trabajo casi unipersonal con este filme pues el sonido, el montaje, la fotografía, el guion y la dirección están bajo su firma, mientras las cámaras a cargo de Lester Rojas Romero, Jerman Catalán Barros y Henry Bórquez entregan perspectiva a un relato que se centra en el protagonista sin dejar de lado el entorno familiar y social que le rodea.
En sus 70 minutos, el tiempo transcurre corre a favor del joven púgil. En un comienzo no sabemos mucho de qué se trata y qué camino tomará la historia. A poco andar podemos enlazar elementos y sentimos algo de tierra firme. Al avanzar y profundizar, empatizamos con las situaciones que observamos y llama especialmente la atención el carisma y sencillez de “el Guru” despertando nuestra simpatía pues, incluso en los combates en los que participa, ya somos parte de sus seguidores.
Este trabajo documental tuvo su estreno mundial el año 2019 en el prestigioso festival de documentales “Visions du Réel” -Nyon, Suiza-, participó recientemente en la competencia de cine chileno en el Festival de Valdivia y también en FIDOCS, el Festival Internacional de Documentales de Santiago.
Carlos “Guru” Ruiz va por la gloria y nosotros lo apoyamos en su desafío. También quisiéramos acompañarlo; ya nos hemos encariñado con él. El boxeo es duro, una disciplina que es siempre cuestionada por ser un deporte que provoca daño y cuyo fin es aturdir al rival, sin embargo logramos superar esa difícil primera capa para entrar en el interior del “Guru”, dejarnos encantar por su insospechado espíritu de superación, por su deseo incontenible de vencer, por representar fervientemente a su pueblo y también con ello a su país.
Ficha Técnica
Dirigida por: Rory Barrientos Lamas
Guion: Rory Barrientos Lamas
Casa productora: Hay que Hacerlo Producciones - Storyboard Media
Producción ejecutiva: Carlos Núñez - Gabriela Sandoval - Rory Barrientos Lamas
Dirección de fotografía: Rory Barrientos Lamas
Montaje: Rory Barrientos Lamas
Sonido: Rory Barrientos Lamas
Rory Barrientos Lamas desarrolla un trabajo casi unipersonal con este filme pues el sonido, el montaje, la fotografía, el guion y la dirección están bajo su firma, mientras las cámaras a cargo de Lester Rojas Romero, Jerman Catalán Barros y Henry Bórquez entregan perspectiva a un relato que se centra en el protagonista sin dejar de lado el entorno familiar y social que le rodea.
En sus 70 minutos, el tiempo transcurre corre a favor del joven púgil. En un comienzo no sabemos mucho de qué se trata y qué camino tomará la historia. A poco andar podemos enlazar elementos y sentimos algo de tierra firme. Al avanzar y profundizar, empatizamos con las situaciones que observamos y llama especialmente la atención el carisma y sencillez de “el Guru” despertando nuestra simpatía pues, incluso en los combates en los que participa, ya somos parte de sus seguidores.
Este trabajo documental tuvo su estreno mundial el año 2019 en el prestigioso festival de documentales “Visions du Réel” -Nyon, Suiza-, participó recientemente en la competencia de cine chileno en el Festival de Valdivia y también en FIDOCS, el Festival Internacional de Documentales de Santiago.
Carlos “Guru” Ruiz va por la gloria y nosotros lo apoyamos en su desafío. También quisiéramos acompañarlo; ya nos hemos encariñado con él. El boxeo es duro, una disciplina que es siempre cuestionada por ser un deporte que provoca daño y cuyo fin es aturdir al rival, sin embargo logramos superar esa difícil primera capa para entrar en el interior del “Guru”, dejarnos encantar por su insospechado espíritu de superación, por su deseo incontenible de vencer, por representar fervientemente a su pueblo y también con ello a su país.
Ficha Técnica
Dirigida por: Rory Barrientos Lamas
Guion: Rory Barrientos Lamas
Casa productora: Hay que Hacerlo Producciones - Storyboard Media
Producción ejecutiva: Carlos Núñez - Gabriela Sandoval - Rory Barrientos Lamas
Dirección de fotografía: Rory Barrientos Lamas
Montaje: Rory Barrientos Lamas
Sonido: Rory Barrientos Lamas
martes, 10 de diciembre de 2019
Entre Navajas y Secretos
Todo gira en torno a una reunión familiar. Se trata del cumpleaños número 85 del famoso novelista Harlan Thrombey -Christopher Plummer-. Pero esto lo sabremos después, luego de una excelente obertura audiovisual que da paso a la primera sorpresa: Harlan es encontrado muerto en el altillo de su mansión.
La cinta se visualiza como una obra de teatro o, haciendo un paralelo musical, como una “película de cámara”. Hay pocos exteriores y la acción se desarrolla principalmente al interior de la lujosa y antigua casa en sucesivas reuniones del grupo familiar que compartió la celebración del octogenario magnate. Lo primero que observamos es una nueva sesión de interrogatorios por parte de la policía, esta vez acompañados de una enigmática figura que no se revela desde el comienzo y que es Benoit Blanc -Daniel Craig-, un carismático detective privado que ha sido anónimamente contratado para indagar sobre las causas de la muerte del anciano y sus circunstancias.
Desfilan por el filme los hijos de Harlan, sus familias, sus nietos y también las personas que ayudan en la casa, su enfermera personal y la encargada del servicio. Nos vamos enterando poco a poco que cada uno tiene una relación particular con el difunto millonario. La cinta agrega imágenes de lo sucedido en la fiesta, diálogos, conversaciones escuchadas detrás de las paredes, tomas desde diferentes ángulos y las declaraciones de los involucrados, en la mayoría de los casos no coincidentes con la verdad de lo sucedido.
El director y guionista Rian Johnson hace un trabajo de joyería con esta película. Con muchos toques de humor y caracterizaciones muy logradas -Jamie Lee Curtis, Michael Shannon, Chris Evans, Don Johnson, Toni Collette y Ana de Armas están geniales-, conduce esta intriga con ritmo de comedia. El guion es inteligente y asertivo; nos hace recordar las novelas clásicas de investigación de Arthur Conan Doyle, Agatha Christie con ingredientes de investigadores modernos tipo “Columbo”. Los hilos se van enredando cada vez más porque la visión de cada uno de los familiares protagonistas vela por su propia conveniencia. Es cierto, hay coincidencias, pero en temas de fondo claramente cada uno tiene su propia verdad y por supuesto tiene objetivos distintos.
Convertida en una sorpresa desde su inicio, “Knives Out” es embriagante. No solo la historia resulta muy entretenida sino también la forma en que Johnson la relata. Las confusiones generadas y las diferentes salidas que va vislumbrando su intrincada trama nos mantienen alerta y concentrados en cada uno los detalles. Además, es mucho lo que está en juego sobre la mesa cuando se trata de una familia extensa, con evidencias disfuncionales y que además se encuentra “ad portas” de una cuantiosa herencia. El carisma de cada uno de sus protagonistas -muy bien equilibrados en participación y definición- aporta al excelente resultado final, un resultado que es a la vez sólido y gratificante.
Ficha técnica
Título original: Knives Out
Año: 2019
Duración: 130 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Filmnation Entertainment / Ram Bergman Productions / Media Rights Capital (MRC). Distribuida por Lionsgate
Género: Intriga | Crimen
Guion: Rian Johnson
Música: Nathan Johnson
Fotografía: Steve Yedlin
Reparto: Daniel Craig, Ana de Armas, Chris Evans, Jamie Lee Curtis, Toni Collette, Don Johnson, Michael Shannon, Christopher Plummer, Keith Stanfield, Katherine Langford, Jaeden Martell, Riki Lindhome, Edi Patterson, Raúl Castillo, Frank Oz, M. Emmet Walsh
Dirección: Rian Johnson
La cinta se visualiza como una obra de teatro o, haciendo un paralelo musical, como una “película de cámara”. Hay pocos exteriores y la acción se desarrolla principalmente al interior de la lujosa y antigua casa en sucesivas reuniones del grupo familiar que compartió la celebración del octogenario magnate. Lo primero que observamos es una nueva sesión de interrogatorios por parte de la policía, esta vez acompañados de una enigmática figura que no se revela desde el comienzo y que es Benoit Blanc -Daniel Craig-, un carismático detective privado que ha sido anónimamente contratado para indagar sobre las causas de la muerte del anciano y sus circunstancias.
Desfilan por el filme los hijos de Harlan, sus familias, sus nietos y también las personas que ayudan en la casa, su enfermera personal y la encargada del servicio. Nos vamos enterando poco a poco que cada uno tiene una relación particular con el difunto millonario. La cinta agrega imágenes de lo sucedido en la fiesta, diálogos, conversaciones escuchadas detrás de las paredes, tomas desde diferentes ángulos y las declaraciones de los involucrados, en la mayoría de los casos no coincidentes con la verdad de lo sucedido.
El director y guionista Rian Johnson hace un trabajo de joyería con esta película. Con muchos toques de humor y caracterizaciones muy logradas -Jamie Lee Curtis, Michael Shannon, Chris Evans, Don Johnson, Toni Collette y Ana de Armas están geniales-, conduce esta intriga con ritmo de comedia. El guion es inteligente y asertivo; nos hace recordar las novelas clásicas de investigación de Arthur Conan Doyle, Agatha Christie con ingredientes de investigadores modernos tipo “Columbo”. Los hilos se van enredando cada vez más porque la visión de cada uno de los familiares protagonistas vela por su propia conveniencia. Es cierto, hay coincidencias, pero en temas de fondo claramente cada uno tiene su propia verdad y por supuesto tiene objetivos distintos.
Convertida en una sorpresa desde su inicio, “Knives Out” es embriagante. No solo la historia resulta muy entretenida sino también la forma en que Johnson la relata. Las confusiones generadas y las diferentes salidas que va vislumbrando su intrincada trama nos mantienen alerta y concentrados en cada uno los detalles. Además, es mucho lo que está en juego sobre la mesa cuando se trata de una familia extensa, con evidencias disfuncionales y que además se encuentra “ad portas” de una cuantiosa herencia. El carisma de cada uno de sus protagonistas -muy bien equilibrados en participación y definición- aporta al excelente resultado final, un resultado que es a la vez sólido y gratificante.
Ficha técnica
Título original: Knives Out
Año: 2019
Duración: 130 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Filmnation Entertainment / Ram Bergman Productions / Media Rights Capital (MRC). Distribuida por Lionsgate
Género: Intriga | Crimen
Guion: Rian Johnson
Música: Nathan Johnson
Fotografía: Steve Yedlin
Reparto: Daniel Craig, Ana de Armas, Chris Evans, Jamie Lee Curtis, Toni Collette, Don Johnson, Michael Shannon, Christopher Plummer, Keith Stanfield, Katherine Langford, Jaeden Martell, Riki Lindhome, Edi Patterson, Raúl Castillo, Frank Oz, M. Emmet Walsh
Dirección: Rian Johnson
jueves, 5 de diciembre de 2019
Contra lo imposible
Basada en el libro de A.J. Baime e inspirada en hechos reales, “Ford v. Ferrari” se centra en los esfuerzos desplegados por el equipo dispuesto por la fábrica norteamericana de automóviles para derrocar a la italiana Ferrari de su dominio hegemónico en las famosas 24 Horas de Le Mans. Años de triunfos consecutivos de la famosa “Scuderia” junto a sus pobres resultados en ventas, detonan la decisión de Ford de construir un auto para competir al más alto nivel en el automovilismo mundial.
La tarea no se ve sencilla. Es más, prácticamente es imposible. No obstante aquello, el enorme desafío recae en el prestigioso Carroll Shelby -Matt Damon- otrora piloto triunfador en Le Mans y ahora convertido en exitoso fabricante y vendedor de autos. Shelby no duda un segundo en aceptar un encargo que proviene del mismísimo Henry Ford II a través de su ejecutivo Lee Iacocca: construir un veloz deportivo desde cero para desbancar a Ferrari teniendo para ello un cheque en blanco pero solo 90 días de plazo. Carroll puede hacer su parte pero necesita si o si al mejor piloto. Aquello se transforma en lo más complejo, porque su elección, Ken Miles -Christian Bale-, es decidido, arriesgado y tal vez el más veloz y preparado de todos, pero su fama -en realidad no solo su fama sino realmente sus reacciones- de díscolo frena toda confianza en él por parte de los ejecutivos mandamases.
La dinámica de la cinta es vertiginosa. No solo tiene escenas magníficas de los autos, tanto en sus etapas de preparación, pruebas y en carrera, sino que adiciona una serie de detalles técnicos que aportan lo suyo al relato sin ser demasiado específicos o mayoritariamente aburridos. Observamos con extrema claridad que la competencia es de autos, o sea de fierros, piezas y ensamblajes, sin embargo también se explicita lo importante que es el papel del piloto para tener éxito. Es fundamental tener un conductor que conozca en profundidad la mecánica de los bólidos y que pueda aportar desde su experiencia en el desarrollo del coche en forma conjunta con los ingenieros, diseñadores y mecánicos que tienen a cargo las exigentes responsabilidades técnicas. Miles reúne todas las condiciones; empuja, cuestiona y también pelea contra sí mismo, contra su carácter y rebeldía.
La cinta funciona de manera espléndida por muchas razones. Su guion es fluido y equilibrado, los diálogos son certeros, las imágenes por momentos impactan y las escenas más reposadas están llenas de una emocionalidad a flor de piel que recae principalmente en la familia de Ken, en su cariñosa esposa y en su hijo pequeño, quizá el más fiel de sus admiradores. Emotiva es la escena entre ambos contemplando “la vuelta perfecta”, también lo es cuando el pequeño escucha por radio una carrera y cuando ven Le Mans por televisión junto a su madre.
La templanza, el coraje y el riesgo son fundamentales y, sobre todo, si deben sobreponerse a la comodidad de los ejecutivos de escritorio que toman decisiones solo en base a informes y a conveniencias políticas y comerciales, ignorando la realidad cotidiana. Shelby y Miles forman una dupla explosiva que tiene sus mayores detractores y competidores al interior de la misma compañía, algo difícil de entender si supuestamente todos están alineados hacia un objetivo común. Es por ello que en la lectura de esta cinta el antagonista no sea la poderosa competencia italiana sino que sea un ejecutivo de la propia empresa, de cuello y corbata, quien no se ensucia las manos y solo vela por sus propios intereses particulares.
“Contra lo imposible”, su deficiente título en español, ofrece dos horas y media de tensión de la que no podemos escapar. Si conocemos la historia, sabemos el final y si no la conocemos, sospechamos como se puede resolver el argumento. Por ello tiene mayor valor aún la forma de narrar elegida por el director James Mangold pues logra suspenso y emoción permanente agregando el aporte sustantivo que la dupla actoral Damon-Bale entregan a una película que es pura humanidad -sueños, fracasos, algunos éxitos, amistad, lealtad, amor, contención, valor y coraje- con una competencia de fábricas de autos como telón de fondo.
Ficha técnica
Título original: Ford v. Ferrari
Año: 2019
Duración: 152 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Coproducción Estados Unidos-Francia; Chernin Entertainment / 20th Century Fox
Género: Drama. Acción | Biográfico. Coches / Automovilismo. Amistad. Años 60
Guion: Jason Keller, James Mangold, Jez Butterworth, John-Henry Butterworth (Libro: A.J. Baime)
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Phedon Papamichael
Reparto: Matt Damon, Christian Bale, Jon Bernthal, Caitriona Balfe, Noah Jupe, Josh Lucas, Tracy Letts, JJ Feild, Ray McKinnon, Rudolf Martin, Ward Horton, Bridie Latona, Lachlan Buchanan, Christopher Darga, Sean Carrigan, Ian Harding, Wallace Langham, Wyatt Nash, Jonathan LaPaglia, Stefania Spampinato, Jenelle McKee, Marisa Petroro, Benjamin Rigby, Brea Bee, Andrew Burlinson, Adam Stuart, Roberta Sparta, Remo Girone
Dirección: James Mangold
La dinámica de la cinta es vertiginosa. No solo tiene escenas magníficas de los autos, tanto en sus etapas de preparación, pruebas y en carrera, sino que adiciona una serie de detalles técnicos que aportan lo suyo al relato sin ser demasiado específicos o mayoritariamente aburridos. Observamos con extrema claridad que la competencia es de autos, o sea de fierros, piezas y ensamblajes, sin embargo también se explicita lo importante que es el papel del piloto para tener éxito. Es fundamental tener un conductor que conozca en profundidad la mecánica de los bólidos y que pueda aportar desde su experiencia en el desarrollo del coche en forma conjunta con los ingenieros, diseñadores y mecánicos que tienen a cargo las exigentes responsabilidades técnicas. Miles reúne todas las condiciones; empuja, cuestiona y también pelea contra sí mismo, contra su carácter y rebeldía.
La cinta funciona de manera espléndida por muchas razones. Su guion es fluido y equilibrado, los diálogos son certeros, las imágenes por momentos impactan y las escenas más reposadas están llenas de una emocionalidad a flor de piel que recae principalmente en la familia de Ken, en su cariñosa esposa y en su hijo pequeño, quizá el más fiel de sus admiradores. Emotiva es la escena entre ambos contemplando “la vuelta perfecta”, también lo es cuando el pequeño escucha por radio una carrera y cuando ven Le Mans por televisión junto a su madre.
La templanza, el coraje y el riesgo son fundamentales y, sobre todo, si deben sobreponerse a la comodidad de los ejecutivos de escritorio que toman decisiones solo en base a informes y a conveniencias políticas y comerciales, ignorando la realidad cotidiana. Shelby y Miles forman una dupla explosiva que tiene sus mayores detractores y competidores al interior de la misma compañía, algo difícil de entender si supuestamente todos están alineados hacia un objetivo común. Es por ello que en la lectura de esta cinta el antagonista no sea la poderosa competencia italiana sino que sea un ejecutivo de la propia empresa, de cuello y corbata, quien no se ensucia las manos y solo vela por sus propios intereses particulares.
“Contra lo imposible”, su deficiente título en español, ofrece dos horas y media de tensión de la que no podemos escapar. Si conocemos la historia, sabemos el final y si no la conocemos, sospechamos como se puede resolver el argumento. Por ello tiene mayor valor aún la forma de narrar elegida por el director James Mangold pues logra suspenso y emoción permanente agregando el aporte sustantivo que la dupla actoral Damon-Bale entregan a una película que es pura humanidad -sueños, fracasos, algunos éxitos, amistad, lealtad, amor, contención, valor y coraje- con una competencia de fábricas de autos como telón de fondo.
Ficha técnica
Título original: Ford v. Ferrari
Año: 2019
Duración: 152 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Coproducción Estados Unidos-Francia; Chernin Entertainment / 20th Century Fox
Género: Drama. Acción | Biográfico. Coches / Automovilismo. Amistad. Años 60
Guion: Jason Keller, James Mangold, Jez Butterworth, John-Henry Butterworth (Libro: A.J. Baime)
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Phedon Papamichael
Reparto: Matt Damon, Christian Bale, Jon Bernthal, Caitriona Balfe, Noah Jupe, Josh Lucas, Tracy Letts, JJ Feild, Ray McKinnon, Rudolf Martin, Ward Horton, Bridie Latona, Lachlan Buchanan, Christopher Darga, Sean Carrigan, Ian Harding, Wallace Langham, Wyatt Nash, Jonathan LaPaglia, Stefania Spampinato, Jenelle McKee, Marisa Petroro, Benjamin Rigby, Brea Bee, Andrew Burlinson, Adam Stuart, Roberta Sparta, Remo Girone
Dirección: James Mangold
Un día lluvioso en Nueva York
La perseverancia de Woody Allen no deja de sorprender. Una película al año, su máxima desde hace mucho tiempo, se cumple una y otra vez. Esta vez, la mirada del cineasta se posa en una joven pareja de estudiantes del Yardley College. Gatsby Welles -Timothée Chalamet- y Ashleigh -Elle Fanning- tienen algunos intereses en común y además los une el dinero de sus familias. Un trabajo universitario de Ashleigh los impulsa a concretar un anhelado fin de semana en Nueva York para que ella entreviste al reconocido cineasta Roland Pollard -Liev Schreiber- mientras Gatsby le enseña su ciudad, el hogar de su infancia, sus barrios y algunos de sus atractivos turísticos culturales.
Allen va progresando en un guion que lentamente nos introduce en los mundos internos de los dos protagonistas. Descubrimos así, entre otras cosas, la ingenuidad de Ashleigh y la profunda soledad de Gatsby. A través de diálogos intensos y profundos, dotados de brotes de simplicidad y comedia, hurgamos en las vidas de los dos jóvenes. Además, y producto de sus encuentros en la ciudad y las decisiones que van tomando, concurren otros personajes -Selena Gomez, Jude Law y Diego Luna- que profundizan nuestro acercamiento a la personalidad de ambos.
“Un día lluvioso en Nueva York” tiene el particular sello de Woody Allen. Liviana por momentos, encantadora en otros y también perturbadora, con giros, desencuentros y equívocos, nos produce calma, inquietud, risa y emoción, con contradicciones que a lo largo del metraje se suceden sin tropiezos y configuran una madeja que se va enredando y complicando cada vez más.
La salida del relato no es sencilla pero el director neoyorquino siempre tiene un “As” bajo la manga y lo ocupa con habilidad para cerrar un nuevo capítulo de su extensa filmografía -algunos señalan que sería un último homenaje a su Nueva York inspirador- aplaudida por quienes gozamos de su estilo y de su mirada siempre original, única y por ello diferente.
Ficha técnica
Título original: A Rainy Day in New York
Año: 2019
Duración: 92 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Gravier Productions / Perdido Productions
Género: Romance. Comedia | Comedia romántica
Guion: Woody Allen
Fotografía: Vittorio Storaro
Reparto: Timothée Chalamet, Elle Fanning, Selena Gomez, Jude Law, Diego Luna, Liev Schreiber, Annaleigh Ashford, Rebecca Hall, Cherry Jones, Will Rogers, Taylor Black, Kathryn Leigh Scott, Kelly Rohrbach, Edward James Hyland, Natasha Romanova, Suki Waterhouse, Griffin Newman, Claudette Lalí, Jacob Berger, Elijah Boothe, Dylan Prince, Olivia Boreham-Wing, Liz Celeste, Catherine LeFrere, Tyler Weaks, Chris Banks, Gurdeep Singh, Suzanne Smith, Geoff Schuppert, Deniz Demirer, George Aloi, Cole Matson, Marko Caka, Shannone Holt
Dirección: Woody Allen
Allen va progresando en un guion que lentamente nos introduce en los mundos internos de los dos protagonistas. Descubrimos así, entre otras cosas, la ingenuidad de Ashleigh y la profunda soledad de Gatsby. A través de diálogos intensos y profundos, dotados de brotes de simplicidad y comedia, hurgamos en las vidas de los dos jóvenes. Además, y producto de sus encuentros en la ciudad y las decisiones que van tomando, concurren otros personajes -Selena Gomez, Jude Law y Diego Luna- que profundizan nuestro acercamiento a la personalidad de ambos.
“Un día lluvioso en Nueva York” tiene el particular sello de Woody Allen. Liviana por momentos, encantadora en otros y también perturbadora, con giros, desencuentros y equívocos, nos produce calma, inquietud, risa y emoción, con contradicciones que a lo largo del metraje se suceden sin tropiezos y configuran una madeja que se va enredando y complicando cada vez más.
La salida del relato no es sencilla pero el director neoyorquino siempre tiene un “As” bajo la manga y lo ocupa con habilidad para cerrar un nuevo capítulo de su extensa filmografía -algunos señalan que sería un último homenaje a su Nueva York inspirador- aplaudida por quienes gozamos de su estilo y de su mirada siempre original, única y por ello diferente.
Ficha técnica
Título original: A Rainy Day in New York
Año: 2019
Duración: 92 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Gravier Productions / Perdido Productions
Género: Romance. Comedia | Comedia romántica
Guion: Woody Allen
Fotografía: Vittorio Storaro
Reparto: Timothée Chalamet, Elle Fanning, Selena Gomez, Jude Law, Diego Luna, Liev Schreiber, Annaleigh Ashford, Rebecca Hall, Cherry Jones, Will Rogers, Taylor Black, Kathryn Leigh Scott, Kelly Rohrbach, Edward James Hyland, Natasha Romanova, Suki Waterhouse, Griffin Newman, Claudette Lalí, Jacob Berger, Elijah Boothe, Dylan Prince, Olivia Boreham-Wing, Liz Celeste, Catherine LeFrere, Tyler Weaks, Chris Banks, Gurdeep Singh, Suzanne Smith, Geoff Schuppert, Deniz Demirer, George Aloi, Cole Matson, Marko Caka, Shannone Holt
Dirección: Woody Allen
martes, 3 de diciembre de 2019
El Irlandés
La altura y solidez de este edificio audiovisual construido por Martin Scorsese es admirable. No se trata solo de una historia riquísima y llena de matices que está interpretada por un magnífico trío de actores sino que es la historia de toda una época relatada en forma épica.
Frank Sheeran -un soberbio Robert De Niro- es quien concentra y conduce la narración. Veterano de la Segunda Guerra y camionero de oficio, su vida da un giro radical al comenzar a relacionarse con la familia Bufalino, reconocidos gánsteres de extenso currículum. Frank ya andaba en malos pasos poniendo en riesgo su fuente laboral pero al entablar amistad con Russell Bufalino -Joe Pesci impresionante-, comienza a desarrollar la base de lo que será su sello: estafador, sicario y mafioso. El trío principal de protagonistas se completa con Jimmy Hoffa -vibrante Al Pacino- a quien Frank sirve de mano derecha provista por Russell en una especie de “comisión de servicio”. La amistad, la lealtad, la familia, los negocios y una velada búsqueda de redención son aspectos fundamentales de un relato que abarca una vida completa, la vida de un irlandés que busca su lugar en el mundo y que quedará para siempre en la historia.
El relato se basa en el libro biográfico "I Heard You Paint Houses", de Charles Brandt y el guion lo firma Steven Zaillian -La lista de Schindler- lo que otorga al argumento un peso que no es fácil de llevar. La crónica describe la maraña intrínseca del crimen organizado, su mundo interior y las rivalidades permanentes junto con la peligrosa y a la vez lucrativa relación con la política. Además, y por si fuera poco, el escrito se hace cargo de hacer una hipótesis sobre el misterio de la desaparición del legendario sindicalista Jimmy Hoffa. Ante este contenido, vasto y disímil, aparece Martin Scorsese como un director de orquesta que es capaz de leer la partitura completa y determinar los tiempos, la intensidad y los detalles que se deben tomar en consideración y luego complementar y canalizar para lograr un metraje que atrapa desde el primer minuto, con fluidez, sin prisa y sin pausa, y que resulta sencillamente delicioso.
Profundizar en aspectos de la historia me parece que es poco necesario. Es mucho mejor tener la oportunidad de descubrirlos como una experiencia porque la multiplicidad de detalles presentes son enormes y la batuta del director no escatima elementos ni tampoco tiempo para encantarnos. Hay tantas herramientas cinematográficas puestas al servicio del arte que cada una se disfruta y se goza a pleno. Prodigiosas actuaciones, encuadres que alucinan, escenas largas provistas de una coreografía y coordinación maravillosa, finas ediciones, cortes perfectos, enlaces sobresalientes, cámara ultra lenta, etc., son algunos de los elementos a los que se se suma un extraordinario trabajo digital de rejuvenecimiento y envejecimiento de los actores que permite abarcar muchos años en paralelo y también en forma lineal.
“The Irishman” es probablemente “la película” de este año 2019. Y que esté disponible en NETFLIX tiene lo que podría ser una ventaja y una desventaja en su origen. Por una parte, posee la facilidad de estar al alcance de la mano, en casa y a un click para millones de personas, pero por otra, disfrutarla en el cine no tiene comparación porque este es CINE con mayúsculas. La duración de la cinta, sus casi tres horas y media, algo que ha estado también en el debate, tiene puntos a favor y en contra, sobre todo en tiempos donde nuestro nivel de atención disminuye cada vez más y nos cuesta concentrarnos. No obstante esta realidad, el riesgo asumido por el director reditúa con creces porque la cinta se merece cada minuto de su duración.
Recomiendo ver “El Irlandés” en el cine pero, si no es posible, sugiero desconectar todo y determinar un lapso de tiempo sin interrupciones, sin mensajes y sin distracciones. Sentarse frente a la televisión también es posible, pero, insisto, evitando distracciones. Lo importante es prepararse para disfrutarla porque su visualización es una experiencia, es algo que nos debe traspasar, cuestionar y remecer de tal forma que luego de vivirla no seamos los mismos. Este es el desafío que Martin Scorsese nos propone y que una vez aceptado, nos eleva hacia alturas que difícilmente podemos intuir o sospechar.
Ficha técnica
Título original: The Irishman
Año: 2019
Duración: 209 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Netflix / Sikelia Productions / Tribeca Productions. Distribuida por Netflix. Productor: Martin Scorsese
Género: Thriller. Drama | Biográfico. Crimen. Mafia. Vejez. Amistad. Años 70. Años 60
Guion: Steven Zaillian (Libro: Charles Brandt)
Música: Robbie Robertson
Fotografía: Rodrigo Prieto
Reparto: Robert De Niro, Al Pacino, Joe Pesci, Stephen Graham, Harvey Keitel, Bobby Cannavale, Anna Paquin, Ray Romano, Kathrine Narducci, Jesse Plemons, Jack Huston, Domenick Lombardozzi, Jeremy Luke, Gary Basaraba, Steve Van Zandt, Welker White, Action Bronson, Chelsea Sheets, Kate Arrington, Sebastian Maniscalco, Stephanie Kurtzuba, Aleksa Palladino, Marin Ireland, Jake Hoffman, Paul Ben-Victor, Louis Cancelmi, Aly Mang, Jennifer Mudge, Patrick Gallo, Rebecca Faulkenberry, Larry Romano, Margaret Anne Florence, Barry Primus, Bo Dietl, J.C. MacKenzie, Thomas E. Sullivan
Dirección: Martin Scorsese
Frank Sheeran -un soberbio Robert De Niro- es quien concentra y conduce la narración. Veterano de la Segunda Guerra y camionero de oficio, su vida da un giro radical al comenzar a relacionarse con la familia Bufalino, reconocidos gánsteres de extenso currículum. Frank ya andaba en malos pasos poniendo en riesgo su fuente laboral pero al entablar amistad con Russell Bufalino -Joe Pesci impresionante-, comienza a desarrollar la base de lo que será su sello: estafador, sicario y mafioso. El trío principal de protagonistas se completa con Jimmy Hoffa -vibrante Al Pacino- a quien Frank sirve de mano derecha provista por Russell en una especie de “comisión de servicio”. La amistad, la lealtad, la familia, los negocios y una velada búsqueda de redención son aspectos fundamentales de un relato que abarca una vida completa, la vida de un irlandés que busca su lugar en el mundo y que quedará para siempre en la historia.
El relato se basa en el libro biográfico "I Heard You Paint Houses", de Charles Brandt y el guion lo firma Steven Zaillian -La lista de Schindler- lo que otorga al argumento un peso que no es fácil de llevar. La crónica describe la maraña intrínseca del crimen organizado, su mundo interior y las rivalidades permanentes junto con la peligrosa y a la vez lucrativa relación con la política. Además, y por si fuera poco, el escrito se hace cargo de hacer una hipótesis sobre el misterio de la desaparición del legendario sindicalista Jimmy Hoffa. Ante este contenido, vasto y disímil, aparece Martin Scorsese como un director de orquesta que es capaz de leer la partitura completa y determinar los tiempos, la intensidad y los detalles que se deben tomar en consideración y luego complementar y canalizar para lograr un metraje que atrapa desde el primer minuto, con fluidez, sin prisa y sin pausa, y que resulta sencillamente delicioso.
Profundizar en aspectos de la historia me parece que es poco necesario. Es mucho mejor tener la oportunidad de descubrirlos como una experiencia porque la multiplicidad de detalles presentes son enormes y la batuta del director no escatima elementos ni tampoco tiempo para encantarnos. Hay tantas herramientas cinematográficas puestas al servicio del arte que cada una se disfruta y se goza a pleno. Prodigiosas actuaciones, encuadres que alucinan, escenas largas provistas de una coreografía y coordinación maravillosa, finas ediciones, cortes perfectos, enlaces sobresalientes, cámara ultra lenta, etc., son algunos de los elementos a los que se se suma un extraordinario trabajo digital de rejuvenecimiento y envejecimiento de los actores que permite abarcar muchos años en paralelo y también en forma lineal.
“The Irishman” es probablemente “la película” de este año 2019. Y que esté disponible en NETFLIX tiene lo que podría ser una ventaja y una desventaja en su origen. Por una parte, posee la facilidad de estar al alcance de la mano, en casa y a un click para millones de personas, pero por otra, disfrutarla en el cine no tiene comparación porque este es CINE con mayúsculas. La duración de la cinta, sus casi tres horas y media, algo que ha estado también en el debate, tiene puntos a favor y en contra, sobre todo en tiempos donde nuestro nivel de atención disminuye cada vez más y nos cuesta concentrarnos. No obstante esta realidad, el riesgo asumido por el director reditúa con creces porque la cinta se merece cada minuto de su duración.
Recomiendo ver “El Irlandés” en el cine pero, si no es posible, sugiero desconectar todo y determinar un lapso de tiempo sin interrupciones, sin mensajes y sin distracciones. Sentarse frente a la televisión también es posible, pero, insisto, evitando distracciones. Lo importante es prepararse para disfrutarla porque su visualización es una experiencia, es algo que nos debe traspasar, cuestionar y remecer de tal forma que luego de vivirla no seamos los mismos. Este es el desafío que Martin Scorsese nos propone y que una vez aceptado, nos eleva hacia alturas que difícilmente podemos intuir o sospechar.
Ficha técnica
Título original: The Irishman
Año: 2019
Duración: 209 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Netflix / Sikelia Productions / Tribeca Productions. Distribuida por Netflix. Productor: Martin Scorsese
Género: Thriller. Drama | Biográfico. Crimen. Mafia. Vejez. Amistad. Años 70. Años 60
Guion: Steven Zaillian (Libro: Charles Brandt)
Música: Robbie Robertson
Fotografía: Rodrigo Prieto
Reparto: Robert De Niro, Al Pacino, Joe Pesci, Stephen Graham, Harvey Keitel, Bobby Cannavale, Anna Paquin, Ray Romano, Kathrine Narducci, Jesse Plemons, Jack Huston, Domenick Lombardozzi, Jeremy Luke, Gary Basaraba, Steve Van Zandt, Welker White, Action Bronson, Chelsea Sheets, Kate Arrington, Sebastian Maniscalco, Stephanie Kurtzuba, Aleksa Palladino, Marin Ireland, Jake Hoffman, Paul Ben-Victor, Louis Cancelmi, Aly Mang, Jennifer Mudge, Patrick Gallo, Rebecca Faulkenberry, Larry Romano, Margaret Anne Florence, Barry Primus, Bo Dietl, J.C. MacKenzie, Thomas E. Sullivan
Dirección: Martin Scorsese
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