lunes, 29 de junio de 2020

7500

Disponible en Amazon Prime.

Es un vuelo de rutina para el Primer Oficial Tobias Ellis -Joseph Gordon-Levitt-. La ruta Berlin-Paris no presenta mayores dificultades y solo unas pequeñas turbulencias en el despegue anuncian algo de movimiento. Junto al Capitán Michael Lutzmann -Carlo Kitzlinger-, realizan los controles previos del vuelo, preparan la carga del avión, autorizan abordar e incluso bromean. La perspectiva es una noche apacible. Pero la cabina es atacada por secuestradores y allí se desata la emergencia. Tobias logra cerrar la puerta de seguridad. Los secuestradores amenazan con matar a los pasajeros si él no los deja entrar. La situación es dramática y agobiante. El peso de la responsabilidad está sobre sus hombros. De sus acciones depende su vida y la de los demás. El destino está en sus manos. 

El director Patrick Vollrath ofrece un relato vibrante. El guion escrito por él mismo y basado en la historia de Senad Halilbasic es inversivo y profundamente tenso. Admiro las películas capaces de contar historias en dos metros cuadrados, donde no solo el espacio es reducido sino que casi no hay movimiento posible. La actuación de Gordon-Levitt es brillante. Gracias a su excelente interpretación, vemos reflejado en su rostro y en sus movimientos lo que siente en cada momento. El traspaso de sus emociones al espectador es uno de los puntos mejor logrados de la película. 

“7500”, su título, es el código de emergencia que se emplea cuando un avión es secuestrado. Tobias llama al control de tráfico, entrega el código y recibe instrucciones. A 30 minutos está el aeropuerto de Hannover y allí se prepara un aterrizaje de emergencia. Además, dos bombarderos le acompañarán en el camino. Se le unirán en 18 minutos. Finalmente, recibe perentorias instrucciones que bajo ningún punto de vista puede abrir la cabina, pase lo que pase, suceda lo que suceda en el avión. Pero no es fácil, Tobias está herido y en la cabina está inconsciente uno de los secuestradores. 

La cinta transcurre a un ritmo acelerado. No nos damos ni cuenta y ya llevamos dos tercios cuando la presencia de Vedat -Omid Memar-, el más joven del grupo de terroristas con tan solo 18 años, provee a la historia un curso diferente. En ese momento el vértigo comienza a decrecer para dar paso a una conclusión mucho más lenta con énfasis en lo que el piloto y el secuestrador sienten en veredas opuestas. 

“7500” tiene bastantes detalles que se pueden anticipar pero muchos otros que son inesperados. El texto juega con ambos y por ello no perdemos concentración ni interés. Es cierto que el ritmo disminuye en el último tercio pero es perfectamente entendible la decisión. De alguna manera se debe bajar la velocidad del relato para poder concluir adecuadamente.  

Sólido debut cinematográfico de Patrick Vollrath con una propuesta bien desarrollada y bien filmada. Sostener la tensión en un espacio claustrofóbico, con primeros planos asfixiantes, con situaciones al límite y con mínima capacidad de movimiento es una gran virtud. Sus tomas son precisas y una cuidadosa edición ayudan a que podamos visualizar perspectivas diferentes dentro de una cabina que se aprecia realmente pequeña. Si sumamos a ello el estupendo trabajo de Joseph Gordon-Levitt, tenemos una cinta con gran energía, un relato que entrega vértigo y que nos mantiene en la punta de la silla por 92 minutos. 

Ficha técnica 

Título original: 7500 
Año: 2019 
Duración: 92 minutos 
País: Alemania 
Productora: Augenschein Filmproduktion 
Género: Thriller. Drama | Terrorismo. Secuestros / Desapariciones 
Guion: Patrick Vollrath (Historia: Senad Halilbasic, Patrick Vollrath) 
Fotografía: Sebastian Thaler 
Reparto: Joseph Gordon-Levitt, Aylin Tezel, Max Schimmelpfennig, Aurélie Thépaut, Christian Skibinski, Denis Schmidt, Nino Porzio, Omid Memar, Carlo Kitzlinger, Anna Suk, Hicham Sebiai, Cornel Nussbaum, Passar Hariky, Christoph Wielinger, Paul Wollin 
Dirección: Patrick Vollrath

sábado, 27 de junio de 2020

Nadie sabe que estoy aquí

Disponible en Netflix.

Memo Garrido -Jorge Garcia- vive en el sur de Chile. Es la zona de Llanquihue y junto a su tío Braulio -Luis Gnecco- llevan una vida apacible curtiendo pieles. El paisaje es paradisiaco, de gran belleza y naturaleza exuberante, algo que contrasta con la intimidad del protagonista. Memo casi no habla. Sus pocas palabras denotan además un acento extraño. Claro, cuando niño vivía en Miami y esa es la historia que marca su vida. Su voz privilegiada no calzaba con su físico y su padre Jacinto -Alejandro Goic- aceptó un trato para que Memo fuera la voz de Angelo Casas, otro cantante con mejor “look”. Memo ahora lo recuerda con nostalgia, escucha “Nobody knows I’m here”, el gran éxito con su voz y aun sueña con los escenarios.

El director Gaspar Antillo filma un guion escrito en conjunto con Enrique Videla y Josefina Fernández que tiene su centro en aquello que Memo siente y no expresa. Solo la llegada de Marta -Millaray Lobos García- produce un quiebre. Es ella quien percibe a Memo, diríamos que lo toma en cuenta, que advierte su presencia y se le acerca lentamente, respetando sus silencios y sus temores.

Son varios los detalles que contiene la cinta y no todos tienen una explicación satisfactoria. Durante su exposición, el lenguaje es parcelado. Micro cápsulas nos dan el contexto, son varias escenas independientes que parecen no tener mayor relación entre si. Solo nos permiten comprender el entorno, qué hace el protagonista en ese idílico paraje y alguna que otra cosas que divisamos. Por ejemplo, Memo entra a casas sin moradores y sueña que son suyas. Acto seguido ayuda a su tío, comen juntos -casi sin hablar- y luego se encierra en sus audífonos para que su mente divague. En el desarrollo, la interacción en la cinta es un poco mayor. Marta está más presente y Memo está obligado a abrirse gracias a la asertividad de una mujer que se muestra genuina y libre de todo prejuicio. El último tercio de la cinta agrega el regreso del padre de Memo por el conflicto que se ha desatado al hacerse viral un video subido a la red con Memo cantando “Nobody knows I’m here”. En ese momento la película deja de ser íntima y explora otros escenarios, eso si sin vulnerar el espacio interior de su protagonista.

Esta cinta, debut del director Gaspar Antillo apoyado por un gran trabajo de productora de “Fabula”, es también la primera película chilena para Netflix. La figura de Jorge Garcia, recordado por interpretar a Hurley en la serie “Lost”, naturalmente se transforma en un gancho para esta producción que se estrena con altos niveles de audiencia y también con altas expectativas. Si bien no defrauda, el estilo de narración merece reparos, básicamente porque no explora en profundidad sus personajes. No obstante imágenes aéreas y tomas abiertas preciosas, carece de primeros planos que muestren un mayor compromiso emocional. De hecho se percibe la intención de visualizar sentimientos pero se mantienen atrapados en capas intermedias que no necesariamente se abren con facilidad. Queda así a nivel muy subjetivo el cuánto nos involucramos con la historia y también con la forma de ser de de Memo y Marta.

“Nadie sabe que estoy aquí” viene a ser una propuesta diferente, con un entorno marcado por una fotografía  amplia y hermosa de Sergio Armstrong y con poco texto explícito. Largas escenas sin diálogos hacen que el trabajo de los actores por comunicar su sentir sea aun más valorado aunque en ocasiones no logren totalmente el objetivo. Aun así la historia mantiene el interés. Con un ritmo pausado, lento, propio de la zona donde se desarrollan los hechos, la película se abre paso hacia un desenlace que no es conclusivo y cuyo énfasis está más en la reflexión, en lo que la historia nos deja y en la impresión que genera en nosotros lo que Memo ha vivido, sus temores, sus traumas, sus sueños e ilusiones.

Ficha técnica

Título original: Nadie sabe que estoy aquí
Año: 2020
Duración: 91 minutos
País: Chile
Productora: Distribuida por Netflix. Fabula
Género: Drama
Guion: Enrique Videla, Gaspar Antillo, Josefina Fernández
Música: Carlos Cabezas
Fotografía: Sergio Armstrong
Reparto: Jorge Garcia, Luis Gnecco, Millaray Lobos García, Nelson Brodt, Juan Falcón, Julio Fuentes, Alejandro Goic, María Paz Grandjean, Solange Lackington, Gastón Pauls, Eduardo Paxeco, Roberto Vander
Dirección: Gaspar Antillo

Bala Perdida

Disponible en Netflix.

“Balle perdue” es una película francesa escrita y dirigida por Guillaume Pierret. Narra la historia de Lino -Alban Lenoir-, un mecánico diestro en optimizar el rendimiento y resistencia de los autos. Detenido por un atraco frustrado, Charas -Ramzy Bedia-, el jefe de la policía antidrogas, lo recluta para poner sus habilidades al servicio del departamento. Lino tiene una segunda oportunidad, sin embargo todo se complica cuando Charas es asesinado. 

Este thriller tiene un relato condensado. Sus 92 minutos de duración son precisos para mostrar todo cuanto quiere ofrecer. Sin gran vuelo pero efectivo, centra sus recursos en la acción. No hay rodeos, ni tampoco demasiadas explicaciones. De alguna manera, vamos directo al grano y esto es una virtud para este tipo de películas. Ofrece entretención y cumple con ello. 

La cinta tampoco pretende explorar más allá en sus personajes. Del protagonista sabemos poco y nada. Ingenioso y habilidoso mecánico, trabaja con un amigo, quien a la primera de cambios huye y lo deja a su suerte. La cinta los junta de nuevo más adelante pero las condiciones han variado. Quentin -Rod Paradot- ahora trabaja para una banda de narcos sin sospechar que hay otros policías involucrados en la acción. Son momentos donde el relato es algo más confuso pero que suceden rápido para dejar solo incógnitas pasajeras. 

Los estereotipos abundan. El policía corrupto más todos quienes se cuadran tras él. Una jefatura algo distante de la realidad y que no logra tomar cartas en el asunto. Otra policía, Julia -Stéfi Celma-, leal a su jefe pero involucrada sentimentalmente con Lino, queda “fuera de juego” con los eventos y no logra descubrir lo que realmente sucede. Y otros varios actores secundarios que se pierden en la escena y que no gravitan en absoluto. 

¨Bala perdida” sin embargo funciona. Tiene acción, algo de intriga y un final que se empieza a vislumbrar desde la medianía del metraje. Eso no es malo, porque no anticipa nada. Al contrario, nos distrae con secuencias, persecuciones, enfrentamientos, peleas y un “corre que te pillo” que finalmente concluye. Pasan los 92 minutos muy velozmente, paradójicamente como la velocidad de los autos, y dejan buen gusto. Podemos remarcar que aun podemos obtener películas más que correctas en un género que, en ocasiones, deja mucho que desear. 

Ficha técnica 

Título original: Balle perdue 
Año: 2020 
Duración: 92 minutos 
País: Francia 
Productora: Distribuida por Netflix. Inoxy Films, Nolita TV, Versus Production 
Género: Acción. Thriller | Crimen 
Música: André Dziezuk 
Fotografía: Morgan S. Dalibert 
Reparto: Alban Lenoir, Ramzy Bedia, Nicolas Duvauchelle, Stefi Celma, Rod Paradot, Pascale Arbillot, Sebastien Lalanne, Patrick Médioni, Arthur Aspaturian 
Guion y Dirección: Guillaume Pierret

lunes, 22 de junio de 2020

La Red Avispa

Disponible en Netflix.

René González -Édgar Ramírez-, roba un avión, vuela bajo los radares y aterriza en una base militar en Miami. Huye de Cuba para iniciar una nueva vida en Estados Unidos y justifica su deserción porque en la isla escasea todo; la electricidad y la comida. Atrás queda su esposa Olga Salanueva -Penélope Cruz- y su hija Irma, lo que hace aun más difícil su radical decisión. Corren los años 90 y los cruces en balsa desde la isla a las costas de Florida están en pleno apogeo. René, recién llegado, se une a un grupo de exiliados cubanos y opositores de Castro denominado “Hermanos al rescate”, que es liderada por José Basulto -Leonardo Sbaraglia-, y que vuelan sobre el espacio aéreo cubano para ayudar a los balseros a completar su anhelado viaje. Este grupo también realiza operaciones militares para degradar la industria turística cubana y tiene más de alguna conexión con el contrabando de drogas y armas en centro américa. 

Dirigida por Olivier Assayas e inspirada en el libro “The Last Soldiers on the Cold War” de Fernando Morais, “Wasp Network” está basada en el caso denominado “Miami Five”, cinco oficiales de inteligencia cubanos destinados a observar e infiltrarse en los grupos terroristas “Alpha 66”, los “Comandos F4”, la “Fundación Nacional Cubano Americana” y “Hermanos al Rescate” formando una red de contraespionaje llamada “La Red Avispa” dirigida por Manuel Viramontez, también conocido como Gerardo Hernández que es interpretado por Gael García Bernal. 

El guion escrito por el mismo Olivier Assayas abarca muchos personajes. Por ejemplo, otro piloto cubano, Juan Pablo Roque -Wagner Moura-, escapa del régimen militar nadando aguas peligrosas, solicita asilo político en la Base Naval de Guantánamo y llega a Miami. La película lo muestra como una estrella, se establece en territorio norteamericano y se casa con Ana Margarita Martínez -Ana de Armas-. Poco después regresa a La Habana dejando clara su misión de infiltrado en asociaciones anticastristas como primer aviso que las cosas no son lo que parecen y que en realidad nuestro protagonista, René González, no es un “gusano” sino un verdadero héroe de la revolución. 

La cinta tiene una premisa interesante que lamentablemente se enreda por la forma sinuosa que adquiere el relato. Si bien la acción se centra en René y en Olga, la aparición y desaparición de otros personajes diluyen la tensión narrativa. Es allí donde se confunden los roles, de buenas a primeras entendemos poco lo que está pasando y solo algunas luces nos dan cuenta que en realidad “La Red Avispa” es una contra organización castrista. Al despejar incógnitas, la trama se hace más interesante, los hechos reales cobran protagonismo y las bombas C-4 detonadas en hoteles de La Habana en septiembre de 1997 marcan un giro radical en la historia. 

“La Red Avispa” tiene un elenco potente. Vemos a sus actores adoptar el acento cubano, como la española Penélope Cruz, el argentino Leonardo Sbaraglia y el venezolano Edgar Ramirez. Ellos se notan algo forzados en varias escenas aunque pasan la difícil prueba con altos y bajos. Gael García Bernal, quien entra a escena desde la mitad del relato, se ve bastante cómodo. Con él, la cinta adquiere otro tono e incluso otro ritmo, ya que se transforma en el contrapunto de los protagonistas que han sido un poco abandonados a su propia suerte. 

Son numerosos los cabos sueltos que deja la cinta. El director juega al menos a dos bandas -en contra y a favor del régimen cubano, apoyando y criticando a las agrupaciones anticastristas norteamericanas- sin tomar un partido definitivo por alguna de las partes. Por momentos un aspecto documental asoma en el relato pero se abandona rápidamente cuando las piezas no terminan de cuajar. Aquello genera más confusión en una película que se alarga y que al final no profundiza en ninguno de sus aspectos más importantes. Lo bueno, eso si, es que deja tarea para la casa. Nos insta a investigar un poco más sobre la historia de los “Miami Five”, con lo sucedido con estas redes de espionaje-contraespionaje en los albores del siglo 21 y la realidad actual de Cuba a más de 60 años de la revolución. 

Ficha técnica 

Título original: Wasp Network 
Año: 2019 
Duración: 123 minutos 
País: Francia 
Productora: Coproducción Francia-España-Bélgica-Brasil; CG Cinéma / RT Features / Nostromo Pictures / Scope Pictures 
Género: Thriller | Años 90. Espionaje 
Guion: Olivier Assayas 
Fotografía: Denis Lenoir 
Reparto: Penélope Cruz, Edgar Ramirez, Wagner Moura, Gael García Bernal, Ana de Armas, Leonardo Sbaraglia, Harlys Becerra, Julian Flynn, Gisela Chipe, Steve Howard, Michael Vitovich, Brannon Cross, Stephen W. Tenner, Johanna Sol, Eric Goode, Thomas Dubyna, Ruairi Rhodes, Julio Gabay, Adria Carey Perez 
Dirección: Olivier Assayas

martes, 16 de junio de 2020

5 Sangres

Disponible en Netflix.

Cuatro ex veteranos de guerra regresan a Vietnam. El presente es muy diferente a lo que dejaron atrás a principios de los años setenta. Ho Chi Minh City -Saigon- una ciudad moderna, luminosa y con gran presencia de la cultura occidental es el contrapunto de la selva donde pelearon la más cruda de sus batallas. Ellos eran cinco y se llamaban “5 sangres”. Pedieron a su referente, al jefe del escuadrón, al mejor soldado. Paul -Delroy Lindo-, Otis -Clarke Peters-, Eddie -Norm Lewis- y Melvin -Isiah Whitlock, Jr.-, vuelven entonces con dos objetivos claros: encontrar los restos de Norman -Chadwick Boseman-, para llevarlo de regreso a casa, y desenterrar un millonario tesoro destinado al pago del ejército vietnamita que dejaron oculto en el lugar. 

Spike Lee y Kevin Willmott firman un guion construido sobre una historia escrita por Danny Bilson, Paul De Meo y Matthew Billingsly. Los guiños son permanentes y el tono de comedia negra y sátira no abandona el metraje. Lee se sumerge en los traumas de la guerra, en la injusticia y principalmente en el racismo. Muchas imágenes de esos años entremezcladas con las del presente evocan el envío de afroamericanos a Vietnam destinados al sacrificio de la primera línea; en secuencias crudas lo revivimos y observamos las cuestionadas decisiones de la época. Todo es veloz. Parodia, lírica y otros géneros se cruzan en pantalla y por momentos nos desorientan, sin embargo la batuta del cineasta, con convicción, no pierde nunca de vista el objetivo final. La cinta es un homenaje a los abatidos en la guerra que pasa por un explícito recuerdo de “Apocalypse Now” de Francis Ford Coppola, un referente indispensable para Lee sobre Vietnam. Pero no solo recuerda a los soldados muertos. Cuando descubrimos uno a uno a los protagonistas vemos las profundas secuelas que sufren, aquello que les atormenta, sus conflictos internos y el pulso vital que aun les mantiene con vida. Es fuerte pues no solo vemos, sino que además lo llegamos a sentir gracias a planos cercanos, llenos de detalles y de emociones.

Concebida “a gran escala”, como el mismo director señala, esta búsqueda del hermano caído y de honrar su memoria se dificulta por la codicia que despierta en cada uno de ellos el tesoro redescubierto. Esta dualidad es peligrosa, atenta contra sus principios esenciales y hace que los ex combatientes pierdan fácilmente el horizonte de realidad y también la razón. Los mismos actores se representan de jóvenes, no hay trucos ni maquillajes, algo que llama la atención y produce confusión temporal aunque la pantalla se recoja en esos momentos. Solo cobra sentido posteriormente al conocer la visión del director quien lo explica por carencia de presupuesto y las condiciones del lugar. Lee agrega que le pareció interesante “transportar el físico de los viejos a sus yo juveniles, así el espectador observa a personajes que se contemplan a sí mismos”. 

La banda sonora proporcionada por Terence Blanchard es muy interesante. Colaborador de años con el cineasta, el compositor combina canciones, trozos musicales y una partitura escrita especialmente para la película. Destacan los temas de Marvin Gaye y por supuesto la famosa “Cabalgata de las valquirias”, en otro enlace con “Apocalypse…”. El oficio de Blanchard se explaya en variadas secuencias que por momentos parecieran no congeniar con la escena y que sin embargo cobran luego un valor particular. 

Las referencias políticas son marcadas especialmente cuando aparecen en pantalla los ex-presidentes Lyndon B. Johnson y Nixon. En contraposición observamos la enorme figura de Martin Luther King junto a intervenciones de Muhammad Ali y muchos otros. Nada es ajeno para el cineasta quien también endurece el tono contra Donal Trump -el detalle de la gorra de campaña que usa Paul es notable- sin esquivar ningún tema. “Da 5 Bloods” es controvertida y tal vez por ello se siente tan actual. Spike Lee, fiel a su lenguaje audaz, nos provoca, nos hace sentir, nos desafía y nos lleva a reflexionar. El cine es mayormente emoción y el director nos lo recuerda secuencia tras secuencia. La fotografía nos maravilla, la música nos sumerge y el relato, que se toma bastante tiempo para un pausado desarrollo narrativo, nos llega a fascinar al recorrerlo junto a los protagonistas. Es difícil ser solo espectadores de una cinta de esta naturaleza pues indudablemente logra que nos involucremos. Lee, con talento y maestría, sabe ubicar cada elemento para lograrlo y en “5 Sangres”, una vez más, lo consigue con creces. 

Ficha técnica 

Título original: Da 5 Bloods 
Año: 2020 
Duración: 154 minutos 
País: Estados Unidos 
Productora: 40 Acres & A Mule Filmworks. Distribuida por Netflix 
Género: Bélico. Drama | Guerra de Vietnam 
Guion: Spike Lee, Kevin Willmott (Historia: Danny Bilson, Paul De Meo, Matthew Billingsly) 
Música: Terence Blanchard 
Fotografía: Newton Thomas Sigel 
Reparto: Delroy Lindo, Clarke Peters, Norm Lewis, Isiah Whitlock Jr., Chadwick Boseman, Jonathan Majors, Jean Reno, Paul Walter Hauser, Veronica Ngo, Mélanie Thierry, Jasper Pääkkönen, Rick Shuster, Mav Kang, Alexander Winters, Devin Rumer, Casey Clark, Andrey Kasushkin 
Dirección: Spike Lee

miércoles, 10 de junio de 2020

La fiebre del ladrillo

Disponible en Netflix.

Escrita y dirigida por Cüneyt Kaya, narra la historia de Viktor -David Kross-, un joven que se muda a Berlín en busca de oportunidades y un futuro mejor. Cuando conoce a Gerry -Frederick Lau-, se propone explotar el negocio inmobiliario y transformarse en millonario. La vida de Viktor no ha sido fácil. La infancia y adolescencia con un padre cariñoso y preocupado pero lleno de deudas forja en el protagonista un especial espíritu de resiliencia al punto de confundir la realidad. “Sonríe y conquistarás el mundo” le dice su padre, y es lo que Viktor ha decidido poner en práctica.

La película posee un ritmo ágil y tiene mucha similitud con otros trabajos que conocemos. Algo del aroma de “Atrápame si puedes” y una conexión mayor con la trama de “El lobo de Wall Street” es lo que el metraje se propone desarrollar. El texto se interna en los negocios turbios, en la corrupción y en las estafas; específicamente en cómo estos socios con la ayuda de una joven ejecutiva bancaria, Nicole -Janina Uhse-, van tejiendo una red implacable que avanza sin consideraciones legales, morales ni éticas con el solo objetivo de ganar dinero.

“La fiebre del ladrillo” -“Betonrausch” su original y “Rising High” en inglés”- juega siempre con un doble estándar, no solo en la forma de actuar de Viktor sino también con el tono con el que narra la historia. Hay tanto de drama como de comedia, el relato se nutre de ello y lo desarrolla a través de un “racconto” conducido por el propio Viktor.

El guion tiene varios cabos sueltos. No desarrolla demasiado la forma en que se producen los fraudes, especialmente los que dicen relación con los préstamos de dinero y las nuevas inversiones del negocio. Destaca a las víctimas porque desde un punto de vista el propio Viktor es una de ellas, Así la historia esboza a quienes quedan en el camino porque el éxito de Viktor es también su fracaso. Su matrimonio con Nicole es el día más feliz de su vida y también el comienzo del fin.

La conciencia de que el éxito no se puede comprar y que las estafas tarde o temprano se descubren -o se desmoronan por los impuestos- es lo que Viktor entiende cuando ya es demasiado tarde. En ese momento debe emplear al máximo su resiliencia y resignificar su vida. No está claro que lo pueda hacer y tampoco la historia profundiza en ello. La rueda gira y sigue girando. Tal vez la reinvención es necesaria para comenzar un nuevo ciclo. No lo sabemos, pero conocemos la sonrisa de Viktor y entendemos que con ella está decidido a conquistar el mundo.

Ficha técnica

Título original: Betonrausch
Año: 2020
Duración: 94 minutos
País: Alemania
Productora: Distribuida por Netflix
Género: Comedia | Bolsa & Negocios
Música: Christopher Bremus
Fotografía: Sebastian Bäumler
Reparto: David Kross, Emily Goss, Frederick Lau, Dejan Bucin, Janina Uhse, Jerry Kwarteng, Uwe Preuss, Silvina Buchbauer, Heike Hanold-Lynch, Alexander Yassin, Jimmy Gutzeit, Enrico Lo Verso,  David Haack, Sophia Thomalla, Anne Schäfer
Guion y Dirección: Cüneyt Kaya

martes, 2 de junio de 2020

Emboscada Final

Disponible en Netflix.

Basada en hechos reales, “Emboscada Final” relata la historia de Bonnie & Clyde -una de las parejas de villanos más famosas de Estados Unidos- desde una óptica diferente; una mirada puesta en quienes logran interrumpir su sangriento camino de crímenes y asaltos en varias ciudades norteamericanos.

Corre 1934. Bonnie Parker y Clyde Barrow logran liberar convictos desde la Granja de Prisiones Eastham, en Texas. Este hecho y un tiroteo devastador en Missouri llevan a que el Jefe del Departamento Correccional de Texas, Lee Simmons -John Carroll Lynch-, convenza a la Gobernadora Miriam “Ma" Ferguson de contratar al ex Texas Ranger Frank Hamer -Kevin Costner- para capturar a los delincuentes al mismo tiempo que se desarrolla una operación altamente coordinada con control de carreteras y vigilancia aérea a cargo del FBI. Hamer duda de la misión encomendada pero la acepta dada la crudeza de los robos a mano armada y asesinatos a sangre fría que la pareja ha cometido. Y no está solo en esto, Maney Gaultun -Woody Harrelson- otro ex Ranger, se le une en un desafío que resulta tan complejo como riesgoso.

Esta cinta dirigida por John Lee Hancock y escrita por John Fusco posee una sólida producción. Las locaciones se ven muy bien y el ambiente de época refleja la vida de esos años. Costner y Harrelson hacen excelente dupla, tienen química y deben asumir el protagonismo en largas escenas en las que son los únicos en pantalla. El ritmo del metraje es lento y se agudiza esta percepción porque sabemos que el momento del encuentro de ambos con los delincuentes tarde o temprano va a llegar; lo que no sabemos es cuándo y cómo se va a producir.

Al conocer la premisa de la historia -su título en español adelanta en parte el desenlace pues el original, “The Highwaymen” es totalmente distinto- no es sencillo abstraerse de la forma en que se genera la tensión. En el primer tercio la película va de menos a más, se va haciendo más interesante cuando comenzamos a ver el despliegue de esta singular caza. “Han ido demasiado lejos, vamos a derribarlos”, arenga Hamer. No obstante, en la medianía del relato, la narración dedica más tiempo a configurar el entorno que a continuar con la dinámica de la persecución, del “corre que te pillo”. A pesar de esta pausa, que permite percibir la simpatía que la pareja de bandidos despierta en parte de la población que los ve como unos “Robin Hood” modernos, la película arremete en el cuarto final con mayor brío y así consigue sus mejores resultados.

“Emboscada Final”, además de sus actuaciones protagónicas, tiene otro mérito. Impulsa a investigar y conocer más de la historia de Bonnie & Clyde, qué sucedió con ellos y cuánta certeza hay en los sucesos narrados en la cinta. Imágenes de los protagonistas verdaderos y registros de la época aumentan más la curiosidad, incluyendo revisar la película del año 1967 -considerada una de las mejores películas de gánsteres- dirigida por Arthur Penn y protagonizada por Warren Beatty y Faye Dunaway.

Ficha técnica

Título original: The Highwaymen
Año: 2019
Duración: 132 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Media Rights Capital (MRC) / Universal Pictures / Casey Silver Productions. Distribuida por Netflix
Género: Thriller | Crimen. Policíaco. Años 30. Robos & Atracos
Guion: John Lee Hancock, John Fusco
Música: Thomas Newman
Fotografía: John Schwartzman
Reparto: Kevin Costner, Woody Harrelson, Kathy Bates, Kim Dickens, Jane McNeill, Mike Young, Johnny McPhail, Dean Denton, Karson Kern, Arvin Combs, Thomas Mann, W. Earl Brown, Jason Davis, Dean J. West, Billy Slaughter, Jesse C. Boyd, Brian F. Durkin, Jeff Pope, David Furr, David Born, David Dwyer, Mitch Eakins, Luke Loveless, John Carroll Lynch
Dirección: John Lee Hancock

lunes, 1 de junio de 2020

Perdida

Disponible en Netflix.

Impulsado por “La Corazonada”, película argentina recién estrenada en Netflix, quise explorar la cinta anterior del director Alejandro Montiel también basada en una novela de Florencia Etcheves. Corresponde a una realización del año 2018 sin embargo en orden cronológico los hechos suceden años después. La policía Manuela “Pipa” Pelari -Luisana Lopilato-, trabaja afanosamente en casos de secuestros de menores. Con algunos problemas con su jefatura producto de su personalidad y de decisiones solitarias y arriesgadas, Pipa tiene un gran caso pendiente; cuando era adolescente, su mejor amiga Cornelia Villalba, desaparece en el medio de los bosques patagónicos sin dejar rastros. La investigación se cierra sin encontrar el cuerpo y tampoco responsables. Se cumplen 14 años de ese suceso y Pipa no renuncia al deseo de investigar lo acontecido.

La narración de esta cinta es más simple que en “La Corazonada”, su precuela. El relato gira en torno al caso principal y a los antecedentes que le rodean. No obstante esta línea trazada, muchas interrogantes quedan sin respuesta al ser solo enunciadas. Al mismo tiempo, varios personajes secundarios carecen de un mayor desarrollo lo que dificulta que enganchemos más con la historia y su contexto. Incluso algunos de los principales protagónicos pecan de lo mismo al no configurar del todo el personaje que representan.

En cuanto a la producción, destacan los paisajes del sur argentino, los nevados y la naturaleza, en contraste con el frío Buenos Aires, mayormente retratado desde la altura y con vistas al Río de la Plata y Puerto Madero. El guion contiene los elementos del género y por ello el thriller se desenvuelve con soltura, sin grandes sobresaltos ni novedades, pero sin perder interés en su foco principal. Incluso cuando ya vislumbramos lo que puede haber pasado, el relato da nuevos giros para intentar sorprendernos.

“Perdida” muestra una historia oscura y los deseos de una joven policía de encontrar la verdad y revelarla. Es interesante la fuerza que Luisana Lopilato quiere imprimir a su personaje a pesar que no siempre lo consiga. En esta cinta se le ve más libre y más impetuosa aunque no convenza del todo en su papel de policía. Su actuación visceral resulta mejor, cuando se observa espontánea y sin tantos resguardos. Algo similar sucede con sus co-protagonistas que también funcionan mejor cuando dejan de lado rigideces que los encasillan y aplanan. Con todo, esta película de Alejandro Montiel funciona en lo básico de su género y sin hacerse muchas expectativas cumple con lo que promete y ofrece.

Ficha técnica 

Título original: Perdida
Año: 2018
Duración: 103 minutos
País: Argentina
Productora: Coproducción Argentina-España-Perú; Bowfinger International Pictures / Cornelia la Película / INCAA / MyS Producción / Telefé / Tondero Producciones
Género: Thriller | Secuestros / Desapariciones
Guion: Jorge Maestro, Alejandro Montiel, Mili Roque Pitt (Novela: Florencia Etcheves)
Música: Alfonso G. Aguilar
Fotografía: Guillermo Nieto
Reparto: Luisana Lopilato, Amaia Salamanca, Rafael Spregelburd, Nicolás Furtado, Oriana Sabatini, Julián Serrano, María Onetto, Carlos Alcantara, Arancha Martí, Pedro Casablanc, Sara Sálamo
Dirección: Alejandro Montiel