miércoles, 31 de marzo de 2021

Terror en el Aire

Disponible en Cinemark.cl 


Madrugada del 14 de mayo de 2018. Un día cualquiera, una operación de rutina, un nuevo vuelo desde Chongqing con destino a Lhasa, en China. Pero para el Capitán Liu Changjian -Zhang Hanyu-, esa fecha sí es un día especial. Su pequeña hija está de cumpleaños y le ha prometido regresar por la tarde para la celebración familiar. 

Los procedimientos están en orden. Hay nubes y amenazas de tormenta, sin embargo la ruta se encuentra en condiciones para realizar el vuelo. Los pasajeros abordan, la tripulación les recibe y fuera de algún conflicto al pedir apagar los celulares, nada augura lo que sobrevendrá con el correr de los minutos. 

Cuando el vuelo 3U8633 de Sichuan Airlines nivela su altitud a unos 32.000 pies, repentinamente se resquebraja el parabrisas derecho de la cabina. A los pocos segundos estalla, se rompe por completo, y el primer oficial Xu Yichen -Ou Hao-, es absorbido por el cambio de presión; medio cuerpo afuera, medio cuerpo adentro, el capitán lo logra retener, el avión pierde algunos instrumentos, la radio no se escucha, el frío aumenta y la ausencia de oxígeno amenaza con dejarles inconscientes. Caos total. 

Esta película dirigida por Andrew Lau mantiene la atención a pesar de conocer su final. Y es un mérito innegable, porque es capaz de construir un relato que genera tensión creciente, que se sostiene gracias a una adecuada edición y que además posee actuaciones convincentes. 

La historia no es ficticia, es totalmente real, y es tal vez aquello lo que genera mayor empatía. Si bien, la mayoría de los elementos de la cinta están expuestos en formas que ya hemos visto en múltiples ocasiones, la condición de su realidad emerge acá explícitamente. Vemos las operaciones de control de tráfico, los seguimientos ante el reporte de la emergencia, el trabajo de equipo en tierra y principalmente las actitudes heroicas en el aire, dentro del avión, en situaciones de máxima tensión y apremio, estando todos al límite de sus capacidades. 

La cinta es un homenaje a la tripulación, y principalmente a las decisiones tomadas por su capitán. A las condiciones meteorológicas imperantes, nubes espesas y una tormenta eléctrica en pleno desarrollo, se suman las montañas del sector que impiden que el avión descienda a niveles apropiados para recuperar el oxígeno. El uso de las máscaras de emergencia permite la respiración de los pasajeros pero eso es una solución transitoria. Es necesario un descenso de emergencia, un aterrizaje arriesgado y peligroso que el capitán ha decidido realizar en el aeropuerto de Chengdu Shuangliu. ¿De qué manera podrán sortear los obstáculos, cómo iniciarán las maniobras, existirán nuevas complicaciones y mayores condiciones adversas? 

“El Capitán”, título más adecuado y cercano a su original, expresa el valor de la prudencia, el resultado de horas de entrenamiento, el oficio de la experiencia y por supuesto el verdadero trabajo en equipo. Destaca a cada miembro de la tripulación -como por ejemplo la jefa de cabina Bi Nan, Yuan Quan, quien es capaz de mantener la calma en momentos en que cualquiera pierde los estribos-, sus trabajos coordinados, muchas veces ciegos, sin comunicación, pero con una vocación de servicio y un sentido de unidad y del deber, únicos. 

La película resulta entretenida, seguramente también por el bien sabido final feliz. A pesar de ello, la tragedia y el caos se sienten en todo instante, por momentos estamos al borde de la silla, pero también sabemos que afortunadamente todo resulta bien. El asunto es que desconocemos cómo suceden los hechos y esa es la parte más atractiva del relato. No importa tanto que el metraje no profundice en personajes o que ciertos aspectos carezcan de desarrollo o sean bastante cliché. Podemos ser benevolentes y dejarlo pasar, porque el foco está en otra dimensión. Está en ese “Capitán chino”, de gesto adusto, serio, concentrado, enfocado, incluso corto de genio, que logra mantener su centro, evitando con ello una catástrofe de proporciones incalculables para los 119 pasajeros y 9 tripulantes de ese rutinario vuelo 3U8633 aquella inolvidable mañana del 14 de mayo de 2018 

Ficha técnica 

Título original: Zhongguo jizhang 
Año: 2019 
Duración: 111 minutos 
País: China 
Productora: Bona Film Group, Huaxia Film, Emei Film Group, Chongqing Film Group, Bona Entertainment, Wanda Media 
Género: Acción. Drama | Basado en hechos reales. Aviones 
Guion: Yonggan Yu 
Reparto: Chen Shu, Du Jiang, Joyce Feng, Ge Gao, Huang Zhizhong, Jiao Junyan, Qingzi Kan, Li Mincheng, Li Qin, Xian Li, Oho Ou, Ilar Parsa, Alex Pychtin, Wu Yue, Xiaoai, Qiru Yang, Yu Ailei, Yolanda Yuan, Zhang Hanyu, Zhang Tianai, Yamei Zhang, Zhou Bo, Zhu Yawen 
Dirección: Andrew Lau

martes, 30 de marzo de 2021

Noche de Paz

Disponible en Cinemark.cl


El viaje en bus tiene un destino que no conocemos, pero la cámara en las manos de Adam -Dawid Ogrodnik-, sí tiene un fin muy claro: obtener registros para su bebé próximo a nacer. Ya en la ciudad y luego de arrendar un auto caro, vemos al protagonista dirigirse a su casa natal para celebrar la Navidad junto a su familia. 

La llegada es inesperada. Adam lleva años viviendo en Países Bajos -con Aśka, su prometida- y su regreso provoca inquietud. Quienes le reciben, le acogen con cariño pese a desconocer las motivaciones de su visita, las que, por supuesto, no son evidentes, porque Adam tiene un plan que necesita de la colaboración de su familia. Se trata de la venta de la casa del abuelo para poder iniciar un negocio y luego devolverles a cada uno su parte. 

Cada personaje en esta cinta del director polaco Piotr Domalewski posee una hebra fina con un desarrollo profundo. La reunión familiar desnuda las relaciones internas de esta disfuncional familia. Sin la necesidad de ser del todo explícitos, los conflictos aparecen en varios niveles, existen problemas no resueltos, rencillas, dudas, envidias, desconfianzas, rencores y principalmente una marcada frustración. 

El desarrollo es tenso. Es nochebuena y el ánimo es celebrar, pero eso también permite ocultar la realidad. Abunda el alcohol para ahogar las penas y decepciones, principalmente masculinas. Las mujeres en la cocina mientras los hombres beben y fuman, se transforma en el reflejo de un marcado machismo que parece asumido sin mayor contrapeso. No obstante, observamos cómo el rol femenino se muestra empoderado, pues quien realmente lidera la casa es Teresa -Agnieszka Suchora-, la madre de Adam. A su manera, con su estilo, con su forma de ser, intenta conducir todo hacia un buen puerto, obteniendo naturalmente dispares resultados. 

Volviendo a la configuración de personajes, cada uno deja entrever parte de su historia sin ser protagonista principal. Con Adam en el centro, el relato presenta a sus abuelos, a sus padres, a su hermanos, a sus tías y a sus primos, entre algunos otros, en unas horas que se prevén fraternas. Se visualizan sentimientos, tormentos, la historia de sus vidas sumidas en la desesperanza, remitidas a su pueblo, a su país. Lo que debiera ser una grata velada, de pronto comienza a transformarse en una dinámica nerviosa, cuyas apariencias se desmoronan fácilmente al momento de develarse las verdaderas intenciones de Adam. 

En “Cicha Noc”, aparentemente, no sucede mucho, no existe demasiada acción, incluso, a simple vista, podría parecer una reunión familiar más. Y es que la acción está en el fuero íntimo, en la profundidad de cada una de las personas allí reunidas, en lo que muestran y principalmente en lo que ocultan y callan. La destreza de la dirección de actores sobresale, porque todo resulta tan natural que por momentos parece una filmación documental en tiempo real. Ayuda a esta sensación, el efecto paralelo de la cámara casera, ofreciendo pausas al retrato con una mirada desde otra perspectiva, cercana y tal vez más auténtica. 

El debut de Piotr Domalewski se percibe auspicioso. Con pocos elementos logra configurar un mundo complejo sobre el cual podemos reflexionar. Sabemos que las apariencias engañan y siempre existe un detonante que rompe las barreras y hace caer los resguardos y la compostura. ¿Será el caso de esta particular Noche de Paz? 

Ficha técnica 


Título original: Cicha Noc 
Año: 2017 
Duración: 100 minutos 
País: Polonia 
Productora: Studio Munka - Polish Filmmakers Association, Canal+ Polska, Polski Instytut Sztuki Filmowej 
Género: Drama | Comedia dramática 
Guion: Piotr Domalewski, Artur Gortatowski, Katarzyna Janicka, Michal Stalinski (Historia: Helena Szoda-Wozniak) 
Música: Waclaw Zimpel, Krzysztof Dys 
Fotografía: Piotr Sobocinski Jr., Leszek Starzynski 
Reparto: Dawid Ogrodnik, Tomasz Zietek, Agnieszka Suchora, Arkadiusz Jakubik, Maria Debska, Tomasz Schuchardt, Pawel Nowisz, Elzbieta Kepinska, Jowita Budnik, Mateusz Wieclawek, Artur Steranko 
Dirección: Piotr Domalewski

lunes, 29 de marzo de 2021

Amor en las montañas

Disponible en Cinemark.cl

En las bellas tierras de Irlanda se desarrolla esta historia entre dos jóvenes herederos de las granjas de sus familias. Adaptación del musical "Outside Mullingar”, de John Patrick Shanley, la cinta narra la historia de Rosemary -Emily Blunt- y Anthony -Jamie Dornan-, quienes no pueden esquivar los conflictos familiares y el destino de sus vidas. 

Se trata de los Muldoon y los Reilly, con una historia de enemistades, que lejos de disminuir con el tiempo, se mantienen como marcas indelebles, presentes, muy a la vista. El asunto es que Rosemary ama en silencio a Anthony, y este ha dicho siempre que no se casará jamás. Ante tal negativa, su padre Adam -Jon Hamm-, lo amenaza con cederle la granja a su primo Tony -Christopher Walken-, dejándolo así sin ninguna herencia. Rosemary, por su parte, no se resigna a perder. Está decidida a conquistarlo aunque para ello deba armarse de paciencia y buscar diversas estrategias. 

Reconozco que me costó encontrarle la vuelta a esta película. En ese sentido, es una suerte poder escribir sobre ella porque me permite, justamente, buscar información, revisar detalles y también recordarla con unos días de perspectiva para complementar una opinión que, de buenas a primeras, podría estar más influida por su capa exterior. Y es curioso, porque con el correr de las horas algunas de las percepciones iniciales han aumentado y otras se han morigerado. Vamos por parte. 

Dentro de las que han aumentado, distingo claramente la ausencia de un conflicto central que provoque una mayor tensión. Sí, es verdad que ambos protagonistas se enfrentan, son muy distintos, y aquello en sí mismo es un foco de división. Sin embargo, y a mi modo de ver, aquello no alcanza para completar un argumento que exija un resultado diferente al esperado. Y acá el segundo punto; desde el minuto uno esperamos que se produzca el ansiado encuentro, entonces es solo cosa de tiempo y de paciencia, pero es tan evidente, tan claro, tan predecible, que pierde toda su novedad y por cierto su capacidad de sorprender. 

Pasando a las que se han visto moderadas con el paso de las horas, me cuesta un poco más encontrarlas. Tal vez comprendo mejor las decisiones del guion en el sentido de no comprometer la prestancia de Rosemary y la timidez de Anthony, pero un poco más de riesgo no habría estado nada de mal. Quizás, por otra parte, entiendo mejor la calma del relato y lo que por momentos se hace largo y tedioso. Es porque pone énfasis en la construcción de escenarios, en la muestra de costumbres, es decir permite respirar a los protagonistas y con ello también alarga nuestra espera. 

Pensando un poco diferente, el romanticismo de la cinta está dado por la negación y el orgullo de ambos. La historia que han vivido desde pequeños y las tradiciones familiares son tan marcadas que tal vez solo cuando quedan realmente a cargo de sus vidas pueden desprenderse de dicha carga y tomar decisiones sustantivas. O tal vez no. Allí radica el juego del guion, para ir y venir hacia algo que sabemos que vendrá, en esta oportunidad más tarde que temprano, coronando nuestras expectativas acerca de la historia. 

Creo que los mayores logros de este trabajo dirigido por su mismo autor, John Patrick Shanley, están dados por su perspectiva estética. Los paisajes son preciosos, amplios, coloridos. La fotografía es detallista, cada enfoque y cada cuadro está dominado por un sentido del gusto que siempre expresa belleza. Y la actuaciones son interesantes aunque no definitivas, porque aunque Emily Blunt sobresale con su rol y Jamie Dornan consigue un papel muy diferente a sus interpretaciones más conocidos, destacan Christopher Walken y Jon Hamm con excelentes caracterizaciones que entregan un sólido soporte en todo el metraje. 

“Wild Mountain Thyme”, que es el nombre de la canción central, no se aleja de su formato original como obra de teatro. Aquello se percibe sobre todo en las escenas finales, en el diálogo más extenso entre Anthony y Rosemary. Con altos y bajos, es ese cuadro el que permite que la cinta concluya adecuadamente y deje un sabor dulce. Nuevamente un título equívoco en español nos distrae, porque las formas del amor son múltiples y diversas. Y acá es mejor quedarse con la canción, fiel al original y que comprende mejor el trasluz de la historia. 

Ficha técnica 

Título original: Wild Mountain Thyme 
Año: 2020 
Duración: 102 minutos 
País: Reino Unido 
Productora: Co-production Reino Unido-Estados Unidos; Likely Story, Mar-Key Pictures, Port Pictures, Amasia Entertainment, Aperture Media Partners, Sea Around Us (Distribuidora: Lionsgate UK) 
Género: Romance. Drama | Drama romántico 
Guion: John Patrick Shanley (Obra: John Patrick Shanley) 
Música: Amelia Warner 
Fotografía: Stephen Goldblatt 
Reparto: Emily Blunt, Jamie Dornan, Jon Hamm, Christopher Walken, Dearbhla Molloy, Lydia McGuinness, Danielle Ryan, Abigail Coburn, Jon Tenney, Darragh O'Kane, Don Wycherley, Clare Barrett, Anna Weekes, Barry McGovern, Tony Reidy, Des Cafferty, Dana Delany, Tommy O'Neill, Rosemary Muldoon, Paige Bestington 
Dirección: John Patrick Shanley

viernes, 26 de marzo de 2021

Cherry

Disponible en Apple TV +. 


El hilo central de esta cinta conmueve. Y es que se percibe la profundidad de los sentimientos en que están sumidos los protagonistas pese a las dificultades producto de las decisiones tomadas en cuando al despliegue de su forma narrativa. 

Basada en el libro de Nico Walker, “Cherry” retrata la historia de vida del autor. Con un futuro prometedor y desafiante, todo cambia cuando se enrola en el ejército para participar en la Guerra en Irak. Luego de una experiencia durísima en el campo de batalla, Cherry -Tom Holland-, regresa a casa con la firme idea de que ya lo ha presenciado todo. Emily -Ciara Bravo-, su novia, le ha esperado pacientemente pero, producto del trastorno de estrés postraumático que sufre, el joven se transforma en una bomba de tiempo que se encuentra siempre a punto de estallar. 

La frustración y la impotencia llegan a tal nivel que solo las drogas permiten evadir una realidad que no ofrece ningún camino de esperanza. La dependencia se hace absoluta, el confinamiento angustiante, la desesperación creciente, la salida improbable. Y las drogas necesitan financiamiento, entonces las deudas arrecian y las opciones son mínimas. ¿La solución? Robar... robar y robar. ¿A qué costo? A cualquier costo; lo único que importa es evitar la dolorosa realidad, oscura, trágica, deprimente, inhumana, invivible. 

El guion recoge la idea central del libro y separa la cinta también en capítulos. No obstante tener un inicio situado en un tiempo intermedio, la secuencia global es lineal. Conocemos la niñez de Cherry, sus primeras frustraciones y el encantamiento adolescente con Emily. Las primeras diferencias entre ambos provocan reacciones dispares y marcan lo que vendrá más adelante, como consecuencia de sus decisiones y los caminos escogidos. 

El desarrollo de la cinta frustra algunas de las características más ricas del relato. Se percibe alguna confusión en la narración y ciertamente aquello desconcentra, pero el hilo conductor, fino y delgado, se agudiza. La desesperación es innegable y ante ese estado de cosas, Cherry y Emily ceden una y otra vez. 

En la escena más impactante de la cinta está probablemente la mejor cinematografía. Con el Aria “Vissi d'arte” -Tosca de Puccini-, como telón de fondo, los hermanos Anthony Russo y Joe Russo logran algo que no consiguen en otros momentos del metraje. Sin palabras, solo con música y una imagen lenta y amplia, transmiten la máxima aspiración de su protagonista, la obtención de algún grado de redención mediante un sacrificio mayor. Y esta descripción no es un spoiler. Corresponde a “el detalle” de la cinta, gracias al cual su extenso desarrollo cobra un sentido único, mayor, decisivo y completo. 

“Cherry”, pese a sus bruscos altos y bajos que no convencen del todo, permite que nos quede una mejor impresión con el transcurso de las horas. Tal vez se deba a los procesos que se asientan con el tiempo, o a esa cierta magia que se produce posterior a cualquier visualización. En esos momentos, de recuerdos, de profundización interior y también al escribir sobre la película, es que se va completando lentamente, adquiriendo otras dimensiones y dejando en la retina lo que sin duda configura lo más trascendente de la historia. Pero ojo, ya no es la misma cinta, es nuestra propia interpretación, nuestra propia versión tal vez, a veces más dura, por momentos más complaciente, sobre un trabajo fílmico que quizás quedó incompleto. Pero así es el arte del cine, lo finalizamos los espectadores con nuestra opinión crítica, con nuestras experiencias de vida y con lo que sentimos luego de contemplar la historia.  

Ficha técnica 

Título original: Cherry 
Año: 2021 
Duración: 141 minutos 
País: Estados Unidos 
Productora: AGBO, Kasbah-Film Tanger, The Hideaway Entertainment (Distribuidora: Apple TV+) 
Género: Drama | Basado en hechos reales. Robos & Atracos 
Guion: Jessica Goldberg, Angela Russo-Otstot (Libro: Nico Walker) 
Música: Henry Jackman 
Fotografía: Newton Thomas Sigel 
Reparto: Tom Holland, Ciara Bravo, Jack Reynor, Forrest Goodluck, Michael Gandolfini, Kelli Berglund, Thomas Lennon, Jeffrey Wahlberg, Pooch Hall, Anna Colwell, Nicole Forester, Presciliana Esparolini, Robbie Cox, Brian Andrus, Craig Hurley, Nelson Bonilla, Olivia Bird, Daniel R. Hill, Sherry Hudak-Weinhardt, Suzie Coker, Roger Petan, Alonda Shevette, Anthony Garcia, Davis Aguila, Todd C. Adelman, David Goebel, Ron L. Haynes, Patrick Bentley, Dave Moody, Christopher Rowe, Bobby Rodriguez, Shari Neumann Dodge, John Fecek, Logan Fry, Donn R. Nottage, Branislav R. Tatalovic, Adam Long, Jamie Brewer, Fionn O'Shea, José Pablo Cantillo 
Dirección: Anthony Russo, Joe Russo

miércoles, 24 de marzo de 2021

Lavaperros

Disponible en Netflix. 


Don Óscar -Christian Tappán- es un narco en caída libre que repentinamente se encuentra en problemas. Su esposa está embarazada a pesar que él es estéril, está siendo vigilado de cerca por la policía a través de dos hombres que pasan por obreros en la construcción de una casa vecina y lo buscan por todo el pueblo por deudas impagas que le pueden costar su vida. Entonces, nada mejor que esconderse para capear el temporal. 

Lo que no considera Don Óscar es que los secuaces que trabajan para él también están en problemas y que solo es cosa de tiempo para que claudiquen en su lealtad y lo entreguen a cambio de su propia libertad. Solo hay una oportunidad de salir ileso, o al menos con menos rasguños, y es pagando la deuda con un tesoro escondido. El problema es que aquel dinero ya no está a salvo, ha sido descubierto y provoca aún más problemas. 

Esta segunda película del director colombiano Carlos Moreno se torna difícil de clasificar. Por momentos es una sátira, en otros una radiografía sin filtro, parte comedia negra y parte drama, denuncia crítica y también caricatura de una sociedad que se ve enfrentada a una creciente e inevitable decadencia.  

Es que “Lavaperros” arremete con temas complejos. La droga es solo uno, tal vez lo más visible. Pero también encontramos falta de oportunidades, diferencias sociales, estigmatización, opulencia pasada y desgracia actual. Cual más cual menos, todos sus personajes están al límite, con mínimo margen de movimiento. 

Ambientada en Tuluá, Valle del Cauca, Colombia, la cinta no escatima esfuerzos en mostrar una realidad que se cae a pedazos. No solo con ejemplos materiales como una mansión abandonada, piscinas sucias, paredes descuidadas, manchadas y con muros a medio construir. También presenta el deterioro social, cuesta abajo y en picada, representado por personajes sin rumbo, perdidos, que apenas sobreviven sin comprender el verdadero sentido de su propia existencia. 

“Lavaperros”, cabe consignar, es un vocablo que hace referencia a quien tiene el menor rango de importancia en el negocio de narcotráfico. Y es interesante como Moreno logra una dualidad con el término, al entregarle dicho rol a Bobolitro -Ulises Gonzalez-, que es todo menos un matón y que resulta tener la mayor cantidad de hebras en la historia transformándose, con ello, en su natural hilo conductor. 

Carlos Moreno consigue actuaciones honestas. La fotografía de Juan Carlos Gil, colorida y pintoresca, entrega cercanía a la cámara del director que juega con la inestabilidad y la incerteza de sus protagonistas. La película en general fluye, aunque al guion le cuesta configurar un punto final más elaborado, más acorde con el amplio desarrollo de la trama y más allá de la corta vida de algunos de sus personajes. 

El dinero fácil, la mentira y las apariencias reinan en este relato de corte oscuro, donde todo va hacia abajo, sin salida, sin salvación. La caricatura crece en proporciones hasta desconfigurar la misma realidad, tal vez en un afán para mostrarla más transparente, más auténtica, más real. Allí es cuando sale a flote lo peor de la naturaleza humana, tal vez como último recurso, quizás como única opción, ante un vacío desolador que amenaza con destruir absolutamente todo. 

Ficha técnica 

Título original: Lavaperros 
Año: 2020 
Duración: 103 minutos 
País: Colombia 
Productora: 64-A Films 
Género: Drama | Comedia negra 
Guion: Carlos Moreno 
Música: Gustavo Pomeranec 
Fotografía: Juan Carlos Gil 
Reparto: Christian Tappán, Anderson Ballesteros, John Álex Toro, Isabella Litch, Ulises Gonzalez 
Dirección: Carlos Moreno

lunes, 22 de marzo de 2021

La Bruja

Disponible en Netflix. 


Nueva Inglaterra, año 1630. Una familia de colonos cristianos tiene dificultades en el lugar donde viven. Las disputas religiosas son profundas y a raíz de ello son expulsados de la comunidad. William -Ralph Ineson-, el padre, toma la decisión de trasladar a su familia a un solitario sitio ubicado al lado de un extenso y asilado bosque para construir allí su propia granja. Le acompañan su mujer Katherine -Kate Dickie- que está pronta a dar a luz a su quinto hijo, su hija mayor Thomasin -Anya Taylor-Joy-, su hijo Caleb -Harvey Scrimshaw- y los pequeños gemelos Mercy y Jonas. 

A pesar de lo idílico del lugar, las cosas no andan bien, los cultivos no prosperan, hay disputas familiares y, para colmo, el recién nacido desaparece misteriosamente. El mal les persigue, y aunque rezan con mayores bríos, no parece detenerse. Entonces no resulta sorprendente que Caleb se extravíe en el bosque y que Thomasin sea señalada por los gemelos como la causa de todas las desgracias, de esta serie de sucesos sin explicación que cada vez les atormentan con mayor intensidad. 

Este debut de Robert Eggers como guionista y director es expectante. La confección de la atmósfera del lugar junto a los inquietantes hechos, resulta además cautivante. El terror o el horror no se reflejan en efectos a los que ya estamos acostumbrados sino que recorre las entrañas del relato en direcciones diferentes. La aguda visión de Eggers es traspasada a la cámara, y aquello nos permite atisbar no solo lo que el director desea mostrar sino que también deja traslucir nuestra propia visión al respecto. 

La cinta posee una estética y un diseño que llama la atención. Colores apagados, un persistente gris y coloraciones muy cercanas al blanco y negro impregnan el metraje con algunos contrastes. Cada locación, elegida con mucho cuidado, representa no solo el lugar donde ocurren los hechos sino también el grado de intensidad que quiere ser transmitido.  

Con un ritmo cadencioso, un lento comienzo y un posterior desarrollo pausado, Robert Eggers nos sitúa en el lugar preciso para poder absorber sus muchos detalles. Por lo mismo no se apura. Este es un trabajo que se cocina a fuego lento, muy lento, y que solo en la medida que nos dejemos interpelar, podremos disfrutar a cabalidad. 

Respecto a las actuaciones, Anya Taylor-Joy naturalmente brilla, y por cierto es merecedora de una mención especial. Le acompañan actores que realmente lo hacen muy bien, en especial Harvey Scrimshaw que interpreta a su hermano Caleb. Muy a la altura están los gemelos Mercy y Jonas, interpretados por Ellie Grainger y Lucas Dawson, y en los papeles parentales, la solidez de Ralph Ineson y Kate Dickie permiten entregar un soporte dramático adecuado en todas las secuencias en las que ambos participan. 

“The Witch” resulta mucho más interesante en su lectura profunda, es decir, en aquello que recorre sus vertientes principales. El horror externo es la exterioridad de los horrores internos. Muchas veces, en películas de este tipo, vemos muy bien representado el terror producido por los miedos y fantasmas de los protagonistas. En este caso, no solo se produce aquello, sino que va un paso más allá. La culpa, las faltas morales, y lo que se reconoce débil, es tan fuerte, que cada uno de los personajes siente un peso tan insoportable como inexplicable. La confusión que eso produce es tal que, tarde o temprano, la realidad será permeada por la aflicción y los sucesos serán el reflejo de aquello que se configura en sus mentes, en sus pensamientos y en su espíritu. 

“La Bruja”, si bien es un aporte al género, no lo reinventa. Tal vez le da una vuelta de tuerca más que interesante lo que le entrega un renovado atractivo. Se trata de un terror distinto, mucho más íntimo, más profundo tal vez, menos evidente y al mismo tiempo mucho más certero y creciente. Es por eso que resulta interesante. Se trata de una película que no debemos dejar pasar ni menos ver con superficialidad. En la medida que nos sumergirnos en su esencia, sale a la luz su valor verdadero, valor que va de la mano de una estética fina junto a una crítica social y religiosa que bien vale la pena sopesar y discernir. 

Ficha técnica 

Título original: The Witch 
Año: 2015 
Duración: 92 minutos 
País: Estados Unidos 
Productora: Co-production Estados Unidos-Canadá-Reino Unido; A24, Code Red Productions, Pulse Films, Scythia Films, Rooks Nest, Maiden Voyage Pictures, Mott Street Pictures 
Género: Terror | Siglo XVII. Brujería. Religión. Drama psicológico. Cine independiente USA. Familia 
Guion: Robert Eggers 
Música: Mark Korven 
Fotografía: Jarin Blaschke 
Reparto: Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Lucas Dawson, Ellie Grainger, Julian Richings, Bathsheba Garnett, Sarah Stephens, Jeff Smith 
Dirección: Robert Eggers

viernes, 19 de marzo de 2021

Sound of Metal

Disponible en Amazon Prime. 


Los conciertos se suceden. Los lugares no son muy grandes pero el fervor se siente como si fuera un estadio con 80.000 personas. Se trata de las presentaciones del dúo de metal “Blackgammon”. Ruben -Riz Ahmed-, el baterista, y su novia Lou -Olivia Cooke-, son dos seres itinerantes que recorren el país en su casa rodante, van de evento en evento, viven al día, no tienen rumbo fijo y se dirigen donde el arte que desarrollan los conduzca. Pero un hecho inesperado trastoca su existencia. 

Repentinamente, Ruben percibe que está en dificultades. Escucha mucho menos e inmediatamente se preocupa porque no es normal. Ante la consulta médica, el diagnóstico es tan inesperado como desgarrador: está perdiendo su capacidad auditiva que en este momento se sitúa entre un 20% y un 30%. El proceso es irreversible. A lo más puede intentar cuidar lo que le queda de audición pero eso no le asegura que el deterioro avance y quede totalmente sordo en muy poco tiempo. 

El dilema es instantáneo. Ruben quiere seguir con los conciertos, asunto que se transforma en algo imposible. Surge la alternativa de un centro de tratamiento pero implica alejarse de Lou, es decir, pierde por todos lados. La decisión es compleja, implica renuncias, opciones, separación. ¿Qué debe hacer? ¿Cuál es su camino? ¿Cuál será el destino al que será conducido? 

Esta obra con la que debuta el director Darius Marder remueve las fibras más íntimas. No solo resulta poderosamente brutal sino que provoca una empatía absorbente y sincera. Para poder entrar en profundidad es necesario distinguir algunas de sus capas y subtextos. 

Un primer nivel, a flor de piel, nos relata el hecho principal de la historia, la pérdida del sentido de la audición. Esto ya configura un escenario devastador para quien lo sufre y también para quienes le rodean. Cuando sucede, repentinamente, sin aviso, abruptamente, el desconcierto en Ruben es absoluto. Por supuesto, no sabe qué hacer, lo rechaza, se rebela, lo niega. ¿Quién no? Es tal el impacto que probablemente la oscuridad sea total y eso haga que se aferre a cualquier posibilidad como si fuera la única opción. 

Un segundo nivel, un poco más interno, refiere al oficio de Ruben, el ser músico. Entonces, el sentido que pierde es la pérdida de su razón de ser, de su identidad, de su personalidad, de su razón de existir. Ni siquiera el amor de su novia puede contrarrestar el desgarro de perder, tal vez, lo más central en su vida. 

Un tercer nivel tiene que ver con la condición de sordera y lo que implica para quienes lo sufren. El camino es azaroso y arduo. Bien lo menciona Joe, cuando recibe a Ruben en el centro de acogida, “estamos buscando una solución para la mente, no para la audición”. Esta frase resume la esencia principal y delimita el objetivo de cualquier ayuda, tratamiento, acompañamiento o guía al respecto. 

Entre los subtextos más visibles encontramos la negación, la ilusión de continuar con el oficio a pesar del daño que pueda seguir causando, la obstinación por una solución física -una riesgosa intervención quirúrgica-, y por supuesto el autoengaño de pensar que se puede regresar a una antigua normalidad. Junto a ello vemos las relaciones humanas, sus decisiones de vida, las carencias, la ausencia de vínculos afectivos sólidos, la desprotección, el abandono, la soledad, la depresión y la angustia, entre muchos otros. Perder un sentido es un golpe radical, algo que obliga a una vida diferente, algo que incide justamente en las debilidades más profundas y las mayores vulnerabilidades de un ser humano. 

La película encuentra solidez en cada vertiente que encara. Por ejemplo, en las actuaciones. Riz Ahmed brilla, no solo por construir un rol creíble sino por su capacidad de transmitir cada emoción que va sintiendo en su proceso interior y exterior. Largas escenas sin palabras, solo con desplazamientos, miradas, gestos y flexiones corporales, dan cuenta de su alma, de su ser íntimo, de su pena, de su angustia y aquella mínima ilusión que le impulsa a intentar lo improbable. Paul Raci, que interpreta a Joe, el guía del centro de acogida-, lo sostiene con vigor, en un papel que resulta increíblemente acogedor y firme, al mismo tiempo, una mano amiga y noble, pero dura y sin dubitaciones respecto al rol que le corresponde asumir. Y Olivia Cooke está muy cerca, con humildad y prestancia, con muchas dudas, pero con un corazón abierto y totalmente entregado al amor de su vida. 

Otro aspecto en el que la cinta destaca, y de sobremanera, es la forma como representa la audición de Ruben. Pasamos del estruendo del metal al silencio total. También escuchamos efectos de transición, donde es difusa la línea que separa la confusión auditiva de la sordera propiamente tal. Mención aparte para la manera de mostrar la capacidad auditiva modificada, algo que realmente resulta perturbador al oido de cualquiera, remedio que literalmente puede ser peor que la enfermedad. 

Muchas otras características destacan en esta cinta y por ello su gran cantidad de premios y nominaciones. Es un trabajo redondo, muy emotivo, sensible, cuidadoso, con terminaciones finas y elementos que quedan impregnados en nuestra retina, tanto visual como auditiva. No solo permite reflexionar, al mismo tiempo cuestiona. Es inevitable ponerse en el lugar del protagonista y preguntarse ¿qué me pasaría a mí, qué haría yo? Esa interpelación, que surge natural y espontánea, es mérito del trabajo realizado, porque nos sitúa dentro de la problemática y nos hace parte sin que podamos siquiera resistirnos. Entramos en el mundo de Ruben, vivimos con él el proceso, sonreímos con sus pequeños avances y lloramos con sus frustraciones. Eso resulta notable. Pocas películas consiguen este nivel de compromiso, honesto, desprovisto de prejuicios, transparente y artístico. 

“Sound of Metal” merece atención. Tal vez, incluso, más de una visualización, por la gran cantidad de detalles que presenta y que podríamos dejar de ver o de sentir. Se transforma en un “imprescindible” sobre el tema, una ventana privilegiada para visibilizar desde otra perspectiva una condición que reconocemos pero que muchas veces negamos o simplemente evitamos. Esta película pone todo aquello en el centro y lo desarrolla de manera espléndida, con acierto y maestría, con una innegable belleza artística y un delicado tratamiento audiovisual. 

Ficha técnica 

Título original: Sound of Metal 
Año: 2019 
Duración: 130 minutos 
País: Estados Unidos 
Productora: Caviar Films (Distribuidora: Amazon Prime Video) 
Género: Drama | Música. Discapacidad. Discapacidad auditiva. Cine independiente USA 
Guion: Darius Marder, Abraham Marder 
Música: Nicolas Becker, Abraham Marder 
Fotografía: Daniel Bouquet 
Reparto: Riz Ahmed, Olivia Cooke, Paul Raci, Mathieu Amalric, Tom Kemp, Bill Thorpe, William Xifaras, David Arthur Sousa, Michael Tow, Marisa Defranco, Lauren Ridloff, Jamie Ghazarian, Chris Perfetti, Hillary Baack, Chelsea Bond 
Dirección: Darius Marder

Akelarre

Disponible en Netflix. 


Hasta un lejano poblado del País Vasco llega la fuerza de la inquisición. El Rey quiere purificar toda la región por lo que envía al juez Rostegui -Àlex Brendemühl- a acometer dicha misión. Ana -Amaia Aberasturi- y sus amigas son acusadas de participar en alabanzas a Lucifer por lo que son violentamente detenidas y encarceladas. La forma de juzgarlas se basa en que confiesen lo que hacen, que denuncien a sus amigas, que declaren que efectivamente participan en akelarres de iniciación; en síntesis, que realmente son brujas. 

Corre el año 1609 y poco podemos hablar de derechos y deberes. Las jóvenes están indefensas. Los hombres del pueblo se han ido a la mar y faltan días aun para su retorno, que está previsto para poco después de luna llena. Por lo mismo, se configura el momento propicio para apersonarse en aldea y consumar el juicio con la complicidad, ademas, del inconsistente sacerdote del lugar. 

Pero lo que este tribunal especial no considera es la fortaleza interior que poseen las mujeres, quienes no se amedrentan ni ante la fuerza física ni tampoco frente a las infundadas acusaciones. La luz de esperanza es tenue y escasa, no obstante, mientras exista, harán lo imposible para no ser declaradas culpables y ser quemadas vivas en la hoguera. 

Lo que de inmediato llama la atención de esta cinta es la confección artística del relato. Colores vivos, iluminación sugerente y hermosos cuadros plásticos, dotan a la narración de características adecuadas para que la historia fluya y adquiera esas tonalidades lúgubres y oscuras de una persecución inquisitiva y brutal. 

El hilo argumental es sencillo y profundo. La estrategia de ganar tiempo recuerda muchas otras tramas, sin embargo, en esta ocasión, no es solo una distracción sino que tal vez constituye la única vía posible para rodear un final que se presume inexorable. 

La acusación es grave. Compromete la moral y buenas costumbres de la época. Se refiere a un explícito desafío a Dios, a la corona, a la tradición. Pero, ¿hay pruebas? Ninguna concreta, solo habladurías, chismes y cuentos. Las jóvenes solo se divierten con sus danzas y juegos en el bosque, pero de ahí a realizar un rito satánico hay un océano de diferencia.  

Las actuaciones son frescas y naturales. Nos hacen sentir rabia hacia los cancerberos y lástima por las jóvenes. No podemos entender cómo se puede llegar al punto que enfrentan, un punto sin salida, sin retorno, sin ninguna posibilidad de entendimiento. 

El empoderamiento femenino emerge, entonces, como acto de defensa frente a una represión sin sentido. Un escape, una salida, una posible liberación aunque sea al menos mental. La acusación de brujería se trastoca; ahora son ellas quienes la utilizan para resistir, para encantar, para seducir, para transformar, para enloquecer. 

La fotografía de Javier Agirre Erauso es preciosa en la amplitud del paisaje, y en extremo minuciosa en las escenas nocturnas. Con diseños interiores asfixiantes, los cuadros se superponen unos con otros y resultan desgarradores. Se puede palpar la opresión y la angustia en las jóvenes. Las imágenes son crudas, bárbaras, inhumanas. 

Párrafo aparte para la banda sonora compuesta por Maite Arrotajauregi y Aránzazu Calleja. Desde sus primeros destellos destaca y nos pone en alerta. Cuerdas intrigantes, ritmos contagiosos y tensión permanente, son algunas de sus muchas características. Mientras transcurre el metraje la sonoridad y densidad aumenta, produce un efecto de inmersión total y no podemos escapar de su recuerdo altisonante, permanente, penetrante. 

“Akelarre” no solo resulta interesante desde el punto de vista artístico sino que además conjuga tradición, oscurantismo, ignorancia y redención. Ante la adversidad surge la resiliencia. La fortaleza se obtiene del comportamiento, del espíritu interior, del resistir una injusticia e intentar torcer la mano de la historia. Cuando leemos el epílogo, la cinta adquiere más fuerza, fiel reflejo de una época a través de un relato que absorbe, cautiva y captura nuestra atención 

Ficha técnica 

Título original: Akelarre 
Año: 2020 
Duración: 90 minutos 
País: España 
Productora: Co-production España-Argentina-Francia; Sorgin Films, Tita Productions, Kowalski Films, Lamia Producciones, La Fidèle Production 
Género: Drama | Siglo XVII. Brujería 
Guion: Pablo Agüero, Katell Guillou 
Música: Maite Arrotajauregi, Aránzazu Calleja 
Fotografía: Javier Agirre Erauso
Reparto: Amaia Aberasturi, Àlex Brendemühl, Daniel Fanego, Jone Laspiur, Daniel Chamorro, Iñigo de la Iglesia, Yune Nogueiras, Elena Uriz, Asier Oruesagasti, Garazi Urkola, Irati Saez de Urabain, Lorea Ibarra Dirección: Pablo Agüero

miércoles, 17 de marzo de 2021

Pelé

Disponible en Netflix. 


Pelé, el ídolo; Pelé, el futbolista; Edson Arantes do Nascimento, el hombre. 

Sin escarbar demasiado, este trabajo resulta emocionante. ¿Por qué? Antes de responder, debemos recordar algunas cosas. 

Pelé es considerado por muchos el mejor jugador de fútbol de la historia. El título que le han otorgado como el “rey del fútbol” no es menor y se condice plenamente con su notable talento y sus múltiples premios. No solo es el único jugador que ganó tres Copas del Mundo con la selección de su país, Brasil (1958, 1962 y 1970), sino que maravilló con su destreza a millones de espectadores que lo vieron jugar, en vivo o en la televisión, en su época de oro. 

Recuerdo haberlo visto en su paso por el Cosmos de Nueva York. Era ya su etapa final, aquella que lo impulsó a potenciar el fútbol en Estados Unidos con un ideal más comercial que deportivo. Pero ese desafío no mermó su gloria y su brillantez como un jugador diferente, aquel que marcaba distancia de sus compañeros, el que podía resolver en milésimas de segundo y coronar con un hermoso gol alguna jugada de ensueño. 

Pero Pelé no solo fue una estrella deportiva. Su aparición en escena, en los años 50, se produjo poco después del famoso “Maracanazo”, cuando Brasil, de local, perdió la final del mundo frente a Uruguay. La decepción fue total y recuperarse de aquello, una ilusión lejana. Allí apareció Pelé, en el club de toda su vida, el “Santos Futebol Clube” y desde un inicio encandiló. Lo que vino después, su ascenso y extraordinaria carrera, la historia lo relata de muchísimas formas, con abundante material en video y con una fama que lejos de disminuir, creció siempre de forma exponencial. 

“Pelé”, el documental, se aparta un poco de lo tradicional, de aquello que ya conocemos, para explorar otras vertientes. Sí, la historia está presente, cómo no, pero lo más importante es el foco al que apunta este trabajo periodístico y de edición: un acento específico en los años que transcurren entre los mundiales de 1958 en Suiza y de 1970 en México. Lo que en un comienzo es algo puramente deportivo, se transforma con un paralelo de total trasfondo social. Y es que esta pieza se sumerge en el Brasil de los años 60 y en los efectos de su brutal dictadura militar. 

Como deportista, Pelé no toma partido. El juega al fútbol, declara no entender nada de política y señala que el mayor bien que puede hacer por su gente, por su pueblo, es jugar al fútbol. Es por eso que el fracaso de su selección en el Mundial de Inglaterra, en 1966, cala hondo en el jugador y principalmente en la persona. 

Pero, entonces, ¿por qué emociona? Tal vez, una de las razones es porque quien relata la historia es el propio Pelé, ahora de 79 años, con movilidad reducida, sentado en una silla de ruedas, apoyado de un andador y con la emoción a flor de piel. También quizás por su honestidad y sinceridad, cuando no elude las infidelidades juveniles y tampoco esquiva los difíciles años en los que la dictadura trató de aprovecharse de su imagen, liderazgo, carisma y atracción. Aporta a este cúmulo de emociones las voces de sus compañeros de selección, Zagallo, Amarildo, Jairzinho, Rivelino, entre otros, junto a familiares, amigos, periodistas, líderes políticos y sociales, etc. La composición del relato les entrega espacios amplios que permiten que se despliegue la narración sin sobresaltos, siempre fluctuando entre la admiración, la emoción, y sin perder nunca de vista el foco del profundo cambio social de la época. 

“Pelé” deja varias interrogantes y también, opiniones diversas. Que podría haber profundizado más, que se centra en unos pocos años, que no describe más la vida personal del “rey”, que no desnuda del todo sus inconsecuencias en los años duros, que no presenta al Pelé político de los años 90, etc., etc., etc. Pero claramente, en poco menos de dos horas, no se puede abarcar todo y las decisiones respecto a ello son vitales. Para quienes disfrutamos el fútbol es un regalo revivir la acción del mejor de la historia, y para quienes nos encanta el cine, es interesante observar una perspectiva diferente que intenta abordar al ser humano desde otro ángulo, desde su influencia en la sociedad de la época hasta la marca indeleble que deja en todo un pueblo, en un país completo, en un continente, y en el mundo. 

Ficha técnica 


Título original: Pelé 
Año: 2021 
Duración: 108 minutos 
País: Reino Unido 
Productora: Pitch International (Distribuidora: Netflix) 
Género: Documental | Fútbol. Biográfico. Documental deportivo 
Música: Felipe Kim 
Fotografía: Michael Latham 
Reparto: Documental, (intervenciones de: Pelé) 
Dirección: David Tryhorn, Ben Nicholas

lunes, 15 de marzo de 2021

Emma

Disponible en HBO Go. 


Basada en la novela homónima de Jane Austen, esta cinta narra la historia de Emma -Anya Taylor-Joy-, una joven aristocrática de solo 21 años que logra influir en la vida amorosa de todo el círculo de personas que le rodea. Emma no tienen rivalidad alguna, su opinión trasciende y su oficio de casamentera cobra cada vez mayor relevancia. Cuando debe buscar una nueva dama de compañía, inesperadamente se ve inserta en una historia de idas y vueltas, de engaños y desengaños, para finalmente tropezar directamente con sus propias trampas. 

La película consigue su atractivo gracias a un colorido diseño estético. La representación de sus personajes, los estereotipos, las relaciones, influencias, y todo aquello que rodea la vida social de la época, infunden al metraje variadas características que atrapan al espectador. Anya Taylor-Joy se luce interpretando a Emma con cada matiz de su rostro, con sus luminosos ojos, en sus movimientos y por supuesto con sus filosas intervenciones. Johnny Flynn le sigue el paso muy de cerca, junto con un reparto que ciertamente está a la altura de las circunstancias. 

La cuidadosa puesta en escena se observa especialmente en el trabajo de decorado de los grandes salones junto con algunos detalles que habitualmente no se encuentran en producciones de este tipo. Por ejemplo, las coreografías de los bailes son bellas y precisas, y están acompañadas de música interpretada por un conjunto de cámara que toca de verdad, es decir, no son extras que solo hacen mímica. Incluso, la atención en estos detalles se intensifica porque justamente en estas piezas, la afinación no es del todo correcta lo que, además, entrega ese aire de naturalidad que impregna todo el ambiente. 

Los enredos de la historia no representan nada nuevo, sin embargo la sutileza de la narración permite seguirles la pista, aunque siempre con algún grado de dificultad. La gran cantidad de personajes confunden aún más, sobre todo en la primera mitad, no obstante el guion se encarga lentamente de armar las relaciones y hacer calzar cada pieza en el lugar que le corresponde. 

“Emma” no utiliza una construcción tradicional. Es más, el conflicto central demora en ser expuesto. Gran parte de la cinta transcurre mostrando las rutinas de sus personajes usando un modo de narración muy coloquial, cercano a la gracilidad de una comedia. El tono es, en general, optimista y, cual más cual menos, todos los personajes se amoldan a estructuras previsibles. En este sentido, la tensión va por dentro. Algo no tiene tranquila a Emma; ella no quiere fallar, no quiere equivocarse ni tampoco dar su brazo a torcer. 

Es por lo anterior que, cuando se presenta abruptamente la dificultad mayor de la trama, a la cinta ya le queda poco espacio para su desarrollo. Esto sería un problema para la mayoría de las películas, pero “Emma” lo sortea con elegancia, esquivando las irregularidades y recorriendo el último cuarto apurando su velocidad. 

A mi modo de ver, las mayores fortalezas de esta adaptación son las actuaciones de sus protagonistas y la banda sonora a cargo de Isobel Waller-Bridge y David Schweitzer. Es un lujo de partitura que no solo acompaña la escena sino que se transforma en un personaje más de la acción. Bien ejecutada, logra un realce impecable, y es difícil imaginar cada cuadro sin sus sonidos respectivos.  

La cámara de Autumn de Wilde pone en relieve la fotografía de Christopher Blauvelt quien logra planos abiertos realmente bellos y perfectas locaciones interiores con la cantidad exacta de luz con especiales tonalidades. Privilegiando la estética por sobre cualquier otro elemento, logra una conjunción de estilo visual y sonoro que no solo resulta agradable sino que traspasa la esencia de lo que vemos en pantalla. 

“Emma” es una grata sorpresa; encantadora, amable, cordial y sencilla. Logra que la disfrutemos con particular gusto. Nos remonta a la época de la Regencia, en Inglaterra, sin embargo presenta historias cotidianas que no tienen un tiempo y lugar definido, porque cuando se trata de líos amorosos, vida social, familias influyentes, manipulaciones particulares e intervenciones de todo tipo, la época en que transcurran no tiene mayor importancia. Lo fundamental aquí son los sentimientos y si se cumplen o no los designios sociales de cada persona. 

Ficha técnica 

Título original: Emma 
Año: 2020 
Duración: 124 minutos 
País: Reino Unido 
Productora: Working Title Films, Blueprint Pictures (Distribuidora: Focus Features) 
Género: Comedia. Drama. Romance | Drama de época. Siglo XIX 
Guion: Eleanor Catton (Novela: Jane Austen) 
Música: Isobel Waller-Bridge, David Schweitzer 
Fotografía: Christopher Blauvelt 
Reparto: Anya Taylor-Joy, Angus Imrie, Letty Thomas, Gemma Whelan, Bill Nighy, Aidan White, Rupert Graves, Edward Davis, Johnny Flynn, Miranda Hart, Esther Coles, Mia Goth, Myra McFadyen, Josh O'Connor, Nicholas Burns, Callum Turner, Tanya Reynolds, Chloe Pirrie, Suzy Bloom, Anna Francolini, Lucy Briers, Connor Swindells, Amber Anderson, Isis Hainsworth, Christopher Godwin, Charlotte Weston, Oliver Chris 
Dirección: Autumn de Wilde

viernes, 12 de marzo de 2021

Descuida, yo te cuido

Disponible en Netflix. 

La necesidad es inminente. Cuando una persona mayor no es autovalente necesita ayuda. Y si no tiene a quién recurrir, el estado se preocupa de ella o de él, y le asigna un tutor legal. De esta forma, la persona será cuidada en la etapa final de su vida en una residencia especializada. El propósito es perfecto, pero la realidad es muy diferente. Marla Grayson -Rosamund Pike- conoce muy bien la ley y sabe usarla, pero a su favor. El objetivo no es el bienestar de sus representados; muy por el contrario, el fin último es su enriquecimiento personal y el de su socia y compañera Fran -Eiza González-. 

Como el “negocio” va bien, surge una oportunidad que vale oro. La Dra. Karen Amos -Alicia Witt-, principal socia de Marla y responsable de los falsos informes médicos que permiten vulnerar el sistema, tiene una nueva paciente en la mira. Se trata de Jennifer Peterson -Dianne Wiest-, una mujer mayor, jubilada y adinerada que, al parecer, no tiene descendencia ni familia que se pueda interponer. Se transforma en la presa perfecta pues luego de investigarla de arriba a abajo, no encuentran nada que les haga sospechar. El problema es que por deficiencias de información o exceso de confianza, han marcado un blanco incorrecto; se han involucrado con la persona equivocada. 


Escrita y dirigida por J Blakeson, esta cinta tiene al menos dos premisas interesantes en el trasfondo de su trama. La primera tiene que ver con el abuso de la condición física o mental de ancianas y ancianos débiles, sin muchas redes, logrando sentencias en base a antecedentes fraudulentos que entregan la tutoría legal a una inescrupulosa profesional que, en vez de velar por su bienestar, usufructa de sus bienes y su dinero a través una red creada para esos efectos. La segunda es que la película no tiene personajes que representen nada bueno; los hay malos y los hay peores… y, además, pelean entre ellos. 

El desarrollo del guion atrapa desde el comienzo, sobre todo, diría, en los primeros dos tercios. La edición es rápida, los hechos suceden vertiginosamente y el escenario queda claro desde el inicio. Parte fundamental de esta exposición y primeros minutos del desarrollo es la notable actuación de Rosamund Pike, quien personifica a una mujer que avanza sin transar, con gran prestancia y seguridad, prácticamente sin grietas que la hagan vulnerable y que, además, está decidida a alcanzar la cima. Su caracterización es sólida y, aunque por momentos exagerada, configura un personaje creíble desde la ambición y arrogancia que demuestra sin miramientos de ningún tipo, actuación que se le ha reconocido con un reciente Globo de Oro. 

Como contraparte tenemos al siempre versátil Peter Dinklage. Encarnando a Roman Lunyov, un frío y despiadado mafioso ruso y principal interesado en la condición de la anciana secuestrada, Dinklage se potencia junto a Pike, logrando ambos, los mejores pasajes del relato. Por separado o juntos, sostienen el metraje con sus miradas penetrantes y sus gestos particulares. El resto del elenco les acompaña de cerca, siempre dejándolos en posición central para que brillen sin contraste alguno. 

Thriller entretenido, con matices de comedia negra, humor en gotitas y un dejo de sabor amargo, “Descuida, yo te cuido” se hace ágil y liviana. El problema radica en su último tercio, cuando lo improbable se apodera de la pantalla, cuando el guion quiere producir quiebres para enrielarse y cuando, a poco de concluir, hace imprescindibles ciertos giros argumentales para poder cerrar una historia que ya se escapa de las manos. Son los minutos más flojos, en los que pasa poco y que funcionan como una carga de arrastre en comparación con la dinámica construida anterioriormente. 

“I Care a Lot” podría haber conseguido algo mejor amarrando de otra forma su parte conclusiva. Aquello no le quita mérito a su atinente temática que devela profundos quiebres morales e incorpora importantes dilemas éticos. Si bien no posee marcados contrapesos, al menos no se olvida del origen primigenio de la temática sobre la que está basada esta gran estafa. 

Ficha técnica 

Título original: I Care a Lot 
Año: 2020 
Duración: 118 minutos 
País: Reino Unido 
Productora: Black Bear Pictures, Crimple Beck (Distribuidora: Netflix, GEM Entertainment) 
Género: Thriller. Drama | Comedia negra 
Guion: J Blakeson 
Música: Marc Canham 
Fotografía: Doug Emmett, Mike Valentine 
Reparto: Rosamund Pike, Peter Dinklage, Eiza González, Dianne Wiest, Chris Messina, Isiah Whitlock Jr., Macon Blair, Damian Young, Arthur Hiou, Jamie Ghazarian, Kayla Caulfield, Georgia Lyman, Leah Procito, Jose Guns Alves, Kevin McCormick, Adam Desautels, Cassidy Neal, Scott Sederquist, Ava Gaudet, Lin Hultgren, Elaine Victoria Grey, Nicholas Logan, Celeste Oliva, Daniel Washington, Michael Malvesti, Jeff Bouffard, Marinko Radakovic, Alicia Witt, Janelle Feigley, Heidi Garrow, Rob Lévesque 
Dirección: J Blakeson

miércoles, 10 de marzo de 2021

Noticias del Gran Mundo

Disponible en Netflix. 


Jefferson Kyle Kidd -Tom Hanks- recorre pueblo tras pueblo dando a conocer las noticias de los periódicos. Kyle Kidd es un veterano de la Guerra Civil de Estados Unidos. Solo han pasado cinco años. Las marcas permanecen en su rostro y en su forma de enfrentar la vida. En el Estado de Texas, y en uno de sus tantos peregrinajes, Jefferson descubre un incidente. Una carreta ha sido asaltada violentamente dejando como resultado un soldado de color muerto y una niña de diez años desamparada. El ex capitán no rehuye la responsabilidad. No puede dejar a la niña sola, abandonada a su suerte, por lo que intenta entregarla a las autoridades pero no es acogido en su gestión. Surge entonces una idea, un nuevo propósito. Leyendo la bitácora que encuentra junto a la pequeña, se entera que la niña se llama Johanna -Helena Zengel-, que ha sido secuestrada seis años atrás por la tribu india Kiowa, y que tendría unos parientes en Castroville. Con todos estos antecedentes, decide emprender el largo viaje hacia ese pueblo, un trayecto no exento de problemas y lleno de dificultades que incluso ponen en peligro sus propias vidas. 

Esta película encuentra su fondo narrativo en al menos tres aspectos fundamentales. El primero dice relación con las heridas personales, la soledad, el desarraigo y el abandono. Los dos protagonistas se enfrentan a ello desde dimensiones muy diferentes pero que, sin embargo, conectan desde lo más íntimo. 

Un segundo punto tiene que ver con las consecuencias devastadoras de una brutal guerra civil por un lado, y la segregación y disputa violenta que afecta a los pueblos originarios, por otro. Kyle no ha logrado siquiera avanzar en la comprensión de lo que ha vivido y tal vez solo intenta evadirlo y mantenerse en pie estando ocupado. Johanna, por su parte, aun no alcanza a entender su situación, solo la vive de manera instintiva, con temor y desconfianza, con rabietas, pero también con ternura cuando es tratada con cariño.  

Un tercer aspecto dice relación con la necesidad de escuchar historias y de contar historias. El oficio de Jefferson Kyle Kidd no es solo leer las noticias. Él las adorna y por supuesto inventa otras; las relata, pero también realiza una cuidada puesta en escena. Johanna comienza a ser parte de aquello, sin saberlo ni proponérselo. Nace algo profundo, no verbal, en sintonía, que permite que ambos se acompañen en la medida que van descubriendo sus particularidades. 

“News of the World” se basa en la novela de Paulette Jiles y funciona bien ofreciendo un Western diferente. Los elementos clásicos están presentes en el guion escrito por Luke Davies y el también director Paul Greengrass, pero sin duda se suman otros detalles complementando un fondo que se visualiza difuso y que emerge intermitente durante su desarrollo. 

La producción resulta interesante. Su duración, casi dos horas, parece extensa para una acción que se reduce al objetivo del viaje, pero allí está la magia. La mezcla de acción, los peligros que juntos deben enfrentar y esa conexión que va surgiendo entre dos almas tan diferentes, que ni siquiera comparten el recurso del idioma, se transforma en el nervio central de la cinta. Por lo mismo adquieren más importancia las miradas y los gestos. Conocemos la capacidad de Tom Hanks para transmitir sensaciones que captamos solo con observar su postura, sus ojos, o percibir su tono de voz. Pero no sería suficiente sin la sorprendente actuación de la pequeña Helena Zengel que, por momentos, se roba la escena y el corazón de la audiencia. 

“Noticias del Gran Mundo” deja un sabor dulce. De la mano de una partitura sobria y adecuada compuesta por James Newton Howard, el relato nos presenta un punto de vista distinto de una historia tal vez conocida y retratada en innumerables trabajos. Es un viaje al pasado, pero también un reflejo de nuestro presente. Carencias afectivas, divisiones, maldad, buena voluntad, coraje y decisión, componen un argumento que va transformando lentamente a sus protagonistas. Hay temas que fluyen delicadamente y otros que tal vez necesitan un poco más de desarrollo, pero aquello no dificulta su comprensión. Lo que queda es, en parte idealismo, en parte redención, aspectos suficientes para dotar de una buena base a una película que se ubica un tanto más allá de la media. 

Ficha técnica 

Título original: News of the World 
Año: 2020 
Duración: 118 minutos 
País: Estados Unidos 
Productora: Playtone, Pretty Pictures, Universal Pictures, Perfec World Pictures Co (Distribuidora: Universal Pictures, Netflix) 
Género: Western. Drama | Road Movie. Secuestros / Desapariciones. Siglo XIX 
Guion: Paul Greengrass, Luke Davies (Novela: Paulette Jiles) 
Música: James Newton Howard 
Fotografía: Dariusz Wolski 
Reparto: Tom Hanks, Helena Zengel, Neil Sandilands, Elizabeth Marvel, Ray McKinnon, Mare Winningham, Bill Camp, Chukwudi Iwuji, Thomas Francis Murphy, Tom Astor, Michael Angelo Covino, Fred Hechinger, Annacheska Brown, Christopher Hagen, Stafford Douglas, Michelle Campbell, Stephanie Hill, Clint Obenchain, Cheo Tapia, Winsome Brown, J. Nathan Simmons, Cynthia Casaus, Francheska Bardacke, William Sterchi, David Hight, Brenden Wedner, Randy Ritsema, Bob Knowlton 
Dirección: Paul Greengrass

lunes, 8 de marzo de 2021

Malcolm & Marie

Disponible en Netflix. 


Escrita y dirigida por Sam Levinson, esta cinta presenta al director de cine Malcolm Elliott -John David Washington-, y a su novia Marie Jones -Zendaya-, la noche del estreno de su película. El desarrollo se produce al regresar a su hogar, la Caterpillar House, una casa privada ubicada en Carmel-by-the-Sea, California. 

La esencia de la cinta es teatral. Solo dos actores, dos personajes, que dialogan extensamente durante casi toda la noche sobre el arte de las películas, sobre el papel de la crítica, sobre sus vidas, sobre la sociedad, y por sobre todo, sobre su propia relación de pareja. 

Malcolm llega eufórico luego de la buena acogida de su trabajo cinematográfico por parte del público y de los críticos presentes en la función. Marie, algo distante, le cocina unos macarrones con queso y escucha sus divagaciones. En poco tiempo, el peso dramático cambia. Es ella, ahora, quien se adueña del discurso y comenzamos a observar las primeras fisuras. Los diálogos se van turnando, largos momentos para uno y otro, crece la tensión, aumentan las recriminaciones, sube el tono y también las fricciones. 

Sam Levinson construye un texto interesante, por momentos abrumador. Entrega, a cada personaje, líneas que reflejan una emotividad que brota desde las entrañas. El trabajo de Zendaya y Washington transpira oficio actoral, completando sus respectivas voces con acentos corporales que reflejan un prominente lenguaje no verbal. 

La cinta transcurre en una sola locación, otro desafío mayor para el rodaje. Es de noche y, aunque la casa es amplia, la acción se circunscribe a unos pocos espacios que encierran aun más a los protagonistas. 

La cámara de Levinson tiene muchos elementos interesantes, movilidad, cambios de perspectivas y primeros planos crecientes. Sin embargo, en algunos momentos, estos recursos se tienden a agotar, ya sea por repetición o bien porque no aportan necesariamente una mirada diferente dentro de la larga discusión que presenciamos. 

“Malcolm & Marie” carece de encuentros sexuales sin embargo se percibe especialmente sensual. La tensión entre ambos es innegable, existe química y atracción. Incluso, en los instantes más álgidos, se percibe ese imán invisible que hace que sus cuerpos se acerquen. 

Uno de los méritos de la película es su minimalismo. Filmada en blanco y negro -aunque no entiendo el por qué de la decisión-, apunta a resaltar contrastes, tanto en los argumentos como en los diferentes planos que captura. Al ser rodada de noche, cobra aun más relevancia la iluminación utilizada para cada escena, como asimismo la continuidad que se debe observar para conservar la unidad de la narración. 

Si tomamos en cuenta que la cinta fue escrita durante la pandemia y filmada entre junio y julio de 2020, resulta interesante el trabajo desarrollado. Si bien no denota la influencia del COVID-19, la película aborda otros tipos de confinamientos, exclusiones y discriminaciones a través de sus generosos párrafos. Las temáticas abordadas son múltiples, sin embargo las más llamativas tienen que ver con los sentimientos que Malcolm y Marie tienen en su interior y lo que que recriminan a su pareja. Esta montaña de emociones es frenética, intensa, desgarrante, arrebatadora, incesante. 

“Malcolm & Marie” es más una obra de teatro filmada que un trabajo cinematográfico puro. Aquello no le resta mérito a la estupenda fotografía de Marcell Rév ni a su apropiada banda sonora. Por el contrario, se transforma en una verdadera experiencia donde muchas escenas se potencian gracias a primeros planos muy cercanos y también producto de ciertos ángulos de cámara que enfocan perspectivas atractivas. Aun así, creo que su esencia responde más al teatro que al cine, límite que por cierto se hace difuso y por cierto debatible. 

El desafío actoral para Zendaya y John David Washington es superado satisfactoriamente. Ambos sostienen un metraje extenso y de gran intensidad. El respiro tarda en llegar, sin ser de ninguna manera conclusivo. ¿Llegará la luz de un nuevo día para augurar el inicio de un nuevo ciclo de dos personas íntimamente conectadas y cuyo amor se percibe más allá de sus profundas discusiones y diferencias vitales? 

Ficha técnica 

Título original: Malcolm & Marie 
Año: 2021 
Duración: 106 minutos 
País: Estados Unidos 
Productora: Little Lamb, The Reasonable Bunch (Distribuidora: Netflix) 
Género: Drama. Romance | Drama romántico 
Guion: Sam Levinson 
Fotografía: Marcell Rév (B&W) 
Reparto: Zendaya, John David Washington 
Dirección: Sam Levinson

viernes, 5 de marzo de 2021

Un sueño extraordinario

Disponible en Cinemark.cl 


“Astronaut” es una bella película que contiene un delicado mensaje familiar. Si bien habla de los sueños, su título en español dista bastante de la esencia del filme. Incluso, predispone la mirada hacia otro lado. Y es que la historia de este hombre viudo y solitario, que debe asumir la pérdida de su esposa y encarar su nueva condición, tiene muchos componentes que podrían desviar el foco. El primero tiene que ver con una vida recorrida, que se reconoce bien vivida y con un legado palpable en su hija y en su nieto. Otro paralelo, es la soledad de la edad avanzada y el lugar que puede ocupar este abuelo en un hogar en el que siente su presencia como algo forzado, irrumpiendo tal vez, desconectado con los adultos, donde su único punto en encaje es la cercana acogida del más pequeño de la casa. Y un tercero, aunque no definitivo, es la experiencia, esa bitácora de conocimientos no teóricos sino prácticos, empíricos, esos que no se entregan en la academia sino que se obtienen del haber investigado, trabajado y profundizado muchos años con dedicación y pasión. “Astronaut” enlaza, junta, divide y reúne esas diferentes vertientes entregando una reflexión final. Veamos su desarrollo. 

Angus -Richard Dreyfuss-, mira el cielo con su telescopio. Su nieto le acompaña maravillado, quiere ser astronauta. Angus lo ha soñado toda la vida por lo que le dice “puedes ser lo que tú quieras”. Coincidentemente, ambos ven el anuncio de un particular concurso cuyo premio es un cupo en el primer viaje espacial comercial. Los límites de edad son claros y también la condición de salud de Angus; tiene 75 años y problemas en su corazón por tanto no reúne los requisitos básicos para siquiera calificar, sin embargo su traslado a un Hogar de Ancianos le despierta nuevos bríos. Se anima a participar y, por supuesto, resulta ser uno de los elegidos para disputar el anhelado cupo. 

La cinta recorre la relación de Angus con su hija, con su yerno y su nieto. Ademas, ya en su nuevo destino, explora las simpatías que genera en los ancianos residentes. Su vitalidad se sobrepone a sus problemas físicos. Su fuerza interior, su intelectualidad, son el motor para continuar e ilusionarse con un desafío largamente soñado. Las dificultades del camino y las decepciones son obstáculos mayores, sin embargo al interior de Angus existe algo inquebrantable: un sentido de responsabilidad que se descubre gigante cuando percibe algunos inconvenientes con la nave y la pista elegida para el despegue del vuelo. 

Richard Dreyfuss se roba la película con carisma y simpatía. Recoge el peso de un relato, irregular en su concepción, que logra sostener con esa sabiduría que dan los años. Shelagh McLeod, guionista y directora, construye una narración predecible y cuyo final proyectamos con mucha anticipación, a la que, sin embargo, agrega detalles que pretenden comunicar algo más. Aunque no los desarrolla, al menos están ahí, algunos emergen, otros solo quedan flotando en la retina. 

“Un sueño extraordinario” tiene pocos giros y en algunos momentos sus escenas parecen desconectadas entre sí. Hay cambios de parecer que no se explican y modificaciones de carácter que parecen corresponder a decisiones de edición o bien a la necesidad de encuadrar un determinado tiempo de duración. Incluso, la música a cargo de Virginia Kilbertus, en mi opinión, no conecta con el relato visual en gran parte del filme. Es curioso, se secciona la narración, se compartimenta, y eso hace que pierda tono y fluidez. 

No obstante sus carencias, la cinta deja su reflexión final y un gusto agradable. El cariño que despierta Angus traspasa la pantalla y logra nuestra empatía. No importa su entorno, Angus tiene clara su misión, su sueño, su papel y su incidencia. Para eso lucha con la poca fuerza que le queda, para cumplir un propósito que va más allá de su propia valoración u oportunidad. La recompensa es más que merecida y el reconocimiento singularmente simbólico. El cariño, la protección, el apoyo y la unión familiar emergen como pilares fundamentales en una cinta que resalta la validez y pertinencia de valores centrales que nunca debemos olvidar. 

Ficha técnica 

Título original: Astronaut 
Año: 2019 
Duración: 91 minutos 
País: Canadá 
Productora: Buck Films, Eggplant Pictures (Productor: Lyriq Bent, Richard Dreyfuss) 
Género: Drama 
Guion: Shelagh McLeod 
Música: Virginia Kilbertus 
Fotografía: Scott McClellan 
Reparto: Richard Dreyfuss, Lyriq Bent, Colm Feore, Krista Bridges, Art Hindle, Richie Lawrence, Graham Greene, Jennifer Phipps, Joan Gregson, Mimi Kuzyk, Karen LeBlanc, Colin Mochrie, Lori Hallier, Paulino Nunes, Shelagh McLeod, Maria Ricossa, Mike Taylor, Chris Gleason, Judy Marshak, Alex Hatz, Rhona Shekter, Anthony Bekenn, Sandra Beech 
Dirección: Shelagh McLeod

miércoles, 3 de marzo de 2021

Punto Rojo

Disponible en Netflix. 


Una escapada a las montañas parece la mejor oportunidad para reencontrarse como pareja. Una excursión para vivir y observar la aurora boreal puede ser lo más cercano al paraíso. Entonces comprendemos la ilusión de Nadja -Nanna Blondell- y David -Anastasios Soulis- por este viaje mágico que, a poco andar, encontrará inesperados imprevistos. Un cruce desafortunado en una estación de servicio, algo menor en un principio, parece adquirir ribetes mayores porque al subir a la montaña, la maravillosa tranquilidad del lugar se termina con un misterioso aullido y la presencia de un punto rojo que les comienza a seguir. 

Esta joven pareja tiene una historia particular. Desde la solicitud pública de matrimonio realizada por David desde un baño y pasando por los conflictos propios de una novel vida en común llena de recriminaciones, un hecho tiene una marcada influencia. Nadja está embarazada pero todavía no le cuenta a su pareja. Aún así, emprenden el viaje. Ya se dará la oportunidad. Pero las cosas cambian y de un viaje soñado pasan a vivir la peor pesadilla de sus vidas. 

Esta cinta sueca del director Alain Darborg juega con lo predecible de su argumento. Basta solo leer el extracto de avance, observar el trailer y visualizar los minutos iniciales para anticipar qué nos vamos a encontrar. Lo que puede ser un punto de partida conocido resta interés, porque los dos primeros tercios de la película no presentan nada que no conozcamos. El miedo, el terror y la incredulidad de la pareja aumenta en la medida que los minutos avanzan. ¿Cuál es la razón, la causa de semejante ensañamiento hacia ellos? Hasta ese momento, nada sabemos, solo hipótesis, luces, obviedades. Sin embargo, la cinta gira y encontramos el contenido de fondo en su último cuarto, cuando tal vez ya nos hemos decepcionado. Por más que intenta repuntar, lo consigue solo a medias, dejando en evidencia las intermitencias y baches del relato a pesar de su clásica construcción. 

“Punto Rojo” promete mucho más de lo que entrega, no obstante cumplir con un mínimo apenas tolerable. En ese sentido, es un ejemplo palpable de una cinta promedio y que no explota la idea de fondo que su guion esconde. La irregularidad y predictibilidad de lo narrado ocasiona pérdida de tensión, y aunque la pareja protagónica intenta recuperarla, se siente forzada y muy poco natural. 

Cine de entretención y poco más. Los bellos parajes, la fotografía amplia y un ritmo creciente, no son suficientes para elevar el nivel de la cinta, sin embargo, “Punto Rojo”, al menos permite salir un poco de nuestras preocupaciones, desarrollando un thriller sencillo sin mayor pretensiones. 

Ficha técnica 

Título original: Red Dot 
Año: 2021 
Duración: 85 minutos 
País: Suecia 
Productora: SF Studios (Distribuidora: Netflix) 
Género: Thriller. Drama. Terror | Naturaleza. Supervivencia. Thriller psicológico. Venganza. Racismo 
Guion: Alain Darborg, Per Dickson 
Música: Carl-Johan Sevedag 
Fotografía: Benjam Orre 
Reparto: Nanna Blondell, Anastasios Soulis, Johannes Kuhnke, Kalled Mustonen, Tomas Bergström, Anna Azcarate, Thomas Hanzon 
Dirección: Alain Darborg

lunes, 1 de marzo de 2021

Palmer

Disponible en Apple TV + 


Han pasado 12 años. Ha sido duro. Un largo tiempo en prisión antes de poder volver a casa. Eddie Palmer -Justin Timberlake-, exjugador de fútbol americano, regresa a su hogar para rehacer su vida. Le espera su abuela Vivian -June Squibb-, y un difícil camino que no es sencillo, menos para un exconvicto. Tiene que trabajar, ganarse la vida, y las oportunidades parecen no existir. El rechazo se huele a la distancia hasta que una luz aparece en el horizonte: un empleo de limpieza y mantención en un colegio. 

Eddie oculta sus sentimientos. Es un tipo duro. El pasado lo condena. Su cara de pocos amigos y el ceño fruncido dan cuenta del dolor interior por una acción de la que no puede desprenderse. Los tiempos cambian, pero él no. Se ha quedado anclado en ese duelo.  

En el remolque estacionado enfrente de su casa descubre a Shelly -Juno Temple-, con su hijo. El pequeño sufre. Su madre lo deja solo por largos períodos y Vivian se tiene que hacer cargo en su ausencia. Se trata de Sam -Ryder Allen-, un niño inocente que actúa diferente, que es apartado por sus gustos y es víctima de bullying por parte de sus compañeros y también por parte de algunos adultos. 

Ambos tienen personalidades muy diferentes pero se reúnen en la marginación y en el dolor. El abandono y el drama social que vive Sam emerge con envergadura y poco a poco Palmer se sensibiliza con su situación. El ambiente tóxico al que Sam es sometido en su propio hogar vulnera toda condición y se transforma en algo intolerable. Palmer quiere tomar distancia pero no puede. Se ha producido una conexión. 

Esta cinta dirigida por Fisher Stevens, con guion de Cheryl Guerriero, es una historia de redención. Habla de esfuerzo, de lucha contra corriente, de asumir errores y de arrepentimiento genuino. Sin embargo, lo anterior no es suficiente para salir adelante porque el camino se torna demasiado difícil. Palmer es considerado primero un criminal, segundo un expreso y quizás en tercer lugar, un hombre que busca reiniciar su vida. Por otro lado, Sam es visto como un niño extraño; él no hace lo que debería hacer, tiene gustos diferentes, no se esfuerza en ocultarlo. 

Palmer señala que “no era bueno en nada … hasta Sam”. Es una clara sentencia que habla de recuperar los valores, también de enseñanza, de ejemplo y de una nueva motivación. Un extenso alejamiento de Shelly provoca que Palmer deba acoger a Sam en su casa. Comienza una amistad. La compañía mutua les brinda apoyo y cuidado, protección; en definitiva, cariño y amor. 

La película es cuidadosa en su filmación. Enfoca detalles a pesar de tener una forma clásica de narrar los hechos. La historia está bien contada pues genera cercanía y emociona en los momentos en que se debe desplegar el sentimiento. No representa ninguna novedad pero cumple con sus expectativas.  

Respecto a las actuaciones, destaca el gran trabajo del pequeño Ryder Allen. Con formas y expresiones naturales más un carisma encantador, se roba las miradas siempre que está en pantalla. A su vez, Justin Timberlake parece el indicado para el papel, porque esconde su simpatía en beneficio de la construcción de un personaje tosco y huraño, con sedimentos de su pasado violento y conflictivo, expresando la subyugada vida de su personaje. Mención importante para Juno Temple y la caracterización de su rol de soporte; es tan creíble que llega a ser odiosa, y eso que tiene pocos minutos de presencia en el metraje. 

“Palmer” funciona como un relato intenso de realidades marginales. A veces no se dimensionan los daños que sufren las personas diferentes producto de variadas acciones. Tampoco parece conmover demasiado el esfuerzo sobre humano que debe hacer alguien que comete un error y queda marcado para siempre. Eddie Palmer junto a Sam nos ponen enfrente sus vidas, sus dolores, frustraciones y también sus sueños. No se trata de nada de otro mundo. Es el natural deseo de acogida, reconocimiento, contención y apoyo. Básico, diríamos, pero que en ocasiones no se encuentra por ningún lado o bien es negado por las complejas circunstancias. El camino se hace más difícil aún, pero cuando se logra avanzar, aunque pequeños pasos, en la consecución del objetivo, la satisfacción es dulce y reconforta. 

Ficha técnica 

Título original: Palmer 
Año: 2021 
Duración: 110 minutos 
País: Estados Unidos 
Productora: Sidney Kimmel Entertainment, Rhea Films (Distribuidora: Apple TV+) 
Género: Drama | Familia. Infancia 
Guion: Cheryl Guerriero 
Música: Tamar-Kali Brown 
Fotografía: Tobias A. Schliessler 
Reparto: Justin Timberlake, Juno Temple, Alisha Wainwright, June Squibb, Dean Winters, Wynn Everett, Jesse C. Boyd 
Dirección: Fisher Stevens