Disponible en cines.
Si hay algo que caracteriza a “Rápidos y Furiosos” es que siempre comienza vertiginosamente. Y acá lo tenemos, pero esta vez corresponde al pasado. Es solo un anuncio, un antecedente para comprender lo que veremos a continuación.
Otra característica distinguible es que habitualmente todo se inicia en paz y un hecho particular desencadena la acción. Por supuesto, esta no es la excepción, porque Dominic Toretto -Vin Diesel-, se encuentra retirado y asilado del mundo cuidando a su hijo, Brian, junto a su esposa Letty Ortiz -Michelle Rodriguez-, cuando recibe la visita de Roman Pearce, Tej Parker y Megan Ramsey. El tema es delicado, porque el avión del Sr. Don Nadie ha sido atacado, se ha estrellado, y en un difuso mensaje de auxilio, implora que le encuentren pues trae consigo algo que puede ser en extremo peligroso si cae en las manos equivocadas.
El equipo se reúne y emprende la búsqueda. Al grupo, también se suma Mía, la hermana de Dom, por lo que el contingente es numeroso, aún sin sospechar que quien está detrás del ataque es Jakob -John Cena-, nada menos que el hermano desaparecido de los Toretto. Así las cosas, la amenaza es de escala mundial, por lo que esta especial “familia”, debe esforzarse al máximo para desactivar el complot y protegerse de una cantidad exhorbitante de peligros.
Esta cinta, la versión 9 de la franquicia, es dirigida por Justin Lin y posee todos los elementos que esperamos que contenga. Principalmente acción, carreras, persecuciones, vuelos, situaciones insólitas, complejas maniobras, sincronizaciones perfectas, audacia, riesgo y muchísimas de las secuencias que se han transformado en su sello a lo largo de los años. También tenemos humor, cosas ridículas pero amenas que permiten soltarnos y relajarnos entre medio del estrés que genera toda esa grandilocuente espectacularidad. Se suman a lo anterior las pausas argumentales -obvias-, para explicar los nexos o explorar nuevas aristas y por supuesto las sorpresas, que en algunos casos pueden llegar a ser significativas respecto al universo construido en torno a estas historias.
Así las cosas, la película cumple perfectamente lo que se propone. Entretiene, estresa, divierte y juega con nosotros. A veces parece un video juego y otras, una cinta que no permite que perdamos atención gracias a sus inyecciones constantes de adrenalina. Y vaya que funciona, porque es justamente lo que uno busca al entrar al cine a ver algo de este tipo. Transportarse, olvidarse del mundo y disfrutar de los efectos especiales a gran escala, reír de cosas simples y vaciar la mente de preocupaciones. Una película de manual, pero de un buen manual.
El éxito de taquilla está garantizado y posiblemente también para nuevas entregas de la saga hasta que el desgaste lo permita. Este es un tipo de Blockbuster, de esos industriales que se parecen entre sí, que en términos argumentales no aporta nada nuevo, que no vale por su contenido o por sus disquisiciones profundas. No. Vale por ser capaz de entregarnos diversión y escape, una evasión necesaria que en los tiempos actuales se ha transformado en algo vital. “Rápidos y Furiosos 9” lo consigue y con herramientas claras, abusando de estereotipos y clichés pero sin esconderlo ni por un segundo. Por eso vamos y seguiremos yendo; porque a pesar de los años, se ha sabido reinventar y ofrecer lo que mejor sabe hacer.
Ficha técnica
Título original: Fast & Furious 9
Año: 2021
Duración: 142 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Coproducción Estados Unidos-Tailandia-Canadá; Universal Pictures, Original Film, One Race Films, Roth/Kirschenbaum Films, Perfect Storm Entertainment. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Acción. Thriller. Ciencia ficción | Coches/Automovilismo. Familia. Secuela
Guion: Daniel Casey, Gary Scott Thompson. Personaje: Gary Scott Thompson. Historia: Justin Lin, Alfredo Botello, Daniel Casey
Música: Brian Tyler
Fotografía: Stephen F. Windon
Reparto: Vin Diesel, Michelle Rodriguez, Jordana Brewster, Tyrese Gibson, Ludacris, John Cena, Charlize Theron, Helen Mirren, Kurt Russell, Sung Kang, Lucas Black, Finn Cole, Vinnie Bennett
Dirección: Justin Lin
viernes, 30 de julio de 2021
miércoles, 28 de julio de 2021
Cruella
Disponible en Disney+.
Corre la década de 1970. Estella Miller -Emma Stone-, una joven ambiciosa, estafadora y aspirante a diseñadora de moda, ve una oportunidad. Junto a sus socios ladronzuelos, Jasper -Joel Fry-, y Horace -Paul Walter Hauser-, emprende el camino para vengarse de la baronesa von Hellman -Emma Thompson-, una estrella de la moda, narcisista empedernida y dictadora. ¿La razón? Estella la acusa de la muerte de su madre porque descubre en su nueva jefa un collar que a ella le pertenecía. ¿La vía? Explotando su versión más oscura, malvada y cruel.
Las aventuras se suceden unas tras otras, raudamente, en una serie de episodios narrados con un particular estilo, donde prima el sentido del humor, el ridículo y por supuesto las situaciones tan insólitas como increíbles.
Dirigida por Craig Gillespie, “Cruella” se inserta en la franquicia “101 Dálmatas”, de Disney, como precuela. Al ser una cinta de efectos, la atención principal la tienen los diseños, la producción y la banda sonora. Los elementos de entretención, algunos dosificados y otros que en mi opinión se usan en exceso, resultan ser lo más llamativo, incluso en detrimento del relato, de la historia y de la construcción de los personajes.
La película avanza pero se hace algo larga. La dinámica no es suficiente para sortear de manera apropiada sus 134 minutos. El metraje cansa e inevitablemente uno se distrae. Pecado del guion, tal vez, un texto que pretende abarcar mucho y por lo mismo pasa superficialmente por un montón de caricaturas y estereotipos.
Sin duda, esta cinta tiene un estilo, que podemos compartir o no, una concepción estética atrevida y una audaz propuesta para componer el pasado de la protagonista. Lo que expone el metraje puede ser acogido en mayor o menor medida y por cierto constituye un riesgo para la franquicia, y también una oportunidad, porque se abren ventanas que proponen hilos nuevos que mantienen con vida la historia principal.
El despliegue que se observa en pantalla es grandilocuente. La edición permite crear magia en cada escena, solo que cuando debe tomarse una pausa para explicar o desarrollar, el ritmo decae y afloran algunos baches narrativos. Tan marcada es la tendencia, que la propia cinta rehuye de sus momentos más profundos, los esconde, los trata de sortear rápido para que pasen en forma inadvertida.
Aunque las actuaciones se ven algo pasadas de revoluciones y quizás un poco exageradas, están correctas en general, por más que cueste reconocer a Emma Stone y Emma Thompson -dos portentosas actrices-, al interior de lo enrevesado de sus personajes.
“Cruella”, no obstante lo señalado anteriormente, no deja de cumplir su principal misión que es entretener. Tampoco afloja en su intensión de unir pasado y presente para generar más posibilidades y nuevas creaciones. Podríamos decir que son dos pasos adelante y uno atrás, un resultado positivo pero que por su naturaleza podría haber sido mejor. Tal vez vendrá a futuro, tendremos que esperar. Por ahora “Cruella” se deja ver aunque quede en la sección “promesas”.
Ficha técnica
Título original: Cruella
Año: 2021
Duración: 134 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Walt Disney Pictures, Gunn Films, Marc Platt Productions, TSG Entertainment. Distribuidora: Disney+
Género: Comedia. Thriller | Moda. Crimen. Perros/Lobos. Robos & Atracos. Precuela. Años 70
Guion: Dana Fox, Tony McNamara. Historia: Aline Brosh McKenna, Kelly Marcel, Steve Zissis. Novela: Dodie Smith
Música: Nicholas Britell
Fotografía: Nicolas Karakatsanis
Reparto: Emma Stone, Emma Thompson, Joel Fry, Paul Walter Hauser, John McCrea, Emily Beecham, Mark Strong, Kayvan Novak, Kirby Howell-Baptiste, Jamie Demetriou, Niamh Lynch, Andrew Leung, Ed Birch
Dirección: Craig Gillespie
Corre la década de 1970. Estella Miller -Emma Stone-, una joven ambiciosa, estafadora y aspirante a diseñadora de moda, ve una oportunidad. Junto a sus socios ladronzuelos, Jasper -Joel Fry-, y Horace -Paul Walter Hauser-, emprende el camino para vengarse de la baronesa von Hellman -Emma Thompson-, una estrella de la moda, narcisista empedernida y dictadora. ¿La razón? Estella la acusa de la muerte de su madre porque descubre en su nueva jefa un collar que a ella le pertenecía. ¿La vía? Explotando su versión más oscura, malvada y cruel.
Las aventuras se suceden unas tras otras, raudamente, en una serie de episodios narrados con un particular estilo, donde prima el sentido del humor, el ridículo y por supuesto las situaciones tan insólitas como increíbles.
Dirigida por Craig Gillespie, “Cruella” se inserta en la franquicia “101 Dálmatas”, de Disney, como precuela. Al ser una cinta de efectos, la atención principal la tienen los diseños, la producción y la banda sonora. Los elementos de entretención, algunos dosificados y otros que en mi opinión se usan en exceso, resultan ser lo más llamativo, incluso en detrimento del relato, de la historia y de la construcción de los personajes.
La película avanza pero se hace algo larga. La dinámica no es suficiente para sortear de manera apropiada sus 134 minutos. El metraje cansa e inevitablemente uno se distrae. Pecado del guion, tal vez, un texto que pretende abarcar mucho y por lo mismo pasa superficialmente por un montón de caricaturas y estereotipos.
Sin duda, esta cinta tiene un estilo, que podemos compartir o no, una concepción estética atrevida y una audaz propuesta para componer el pasado de la protagonista. Lo que expone el metraje puede ser acogido en mayor o menor medida y por cierto constituye un riesgo para la franquicia, y también una oportunidad, porque se abren ventanas que proponen hilos nuevos que mantienen con vida la historia principal.
El despliegue que se observa en pantalla es grandilocuente. La edición permite crear magia en cada escena, solo que cuando debe tomarse una pausa para explicar o desarrollar, el ritmo decae y afloran algunos baches narrativos. Tan marcada es la tendencia, que la propia cinta rehuye de sus momentos más profundos, los esconde, los trata de sortear rápido para que pasen en forma inadvertida.
Aunque las actuaciones se ven algo pasadas de revoluciones y quizás un poco exageradas, están correctas en general, por más que cueste reconocer a Emma Stone y Emma Thompson -dos portentosas actrices-, al interior de lo enrevesado de sus personajes.
“Cruella”, no obstante lo señalado anteriormente, no deja de cumplir su principal misión que es entretener. Tampoco afloja en su intensión de unir pasado y presente para generar más posibilidades y nuevas creaciones. Podríamos decir que son dos pasos adelante y uno atrás, un resultado positivo pero que por su naturaleza podría haber sido mejor. Tal vez vendrá a futuro, tendremos que esperar. Por ahora “Cruella” se deja ver aunque quede en la sección “promesas”.
Ficha técnica
Título original: Cruella
Año: 2021
Duración: 134 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Walt Disney Pictures, Gunn Films, Marc Platt Productions, TSG Entertainment. Distribuidora: Disney+
Género: Comedia. Thriller | Moda. Crimen. Perros/Lobos. Robos & Atracos. Precuela. Años 70
Guion: Dana Fox, Tony McNamara. Historia: Aline Brosh McKenna, Kelly Marcel, Steve Zissis. Novela: Dodie Smith
Música: Nicholas Britell
Fotografía: Nicolas Karakatsanis
Reparto: Emma Stone, Emma Thompson, Joel Fry, Paul Walter Hauser, John McCrea, Emily Beecham, Mark Strong, Kayvan Novak, Kirby Howell-Baptiste, Jamie Demetriou, Niamh Lynch, Andrew Leung, Ed Birch
Dirección: Craig Gillespie
lunes, 26 de julio de 2021
Regreso a Hope Gap
Disponible en Cinemark.cl
El entorno geográfico es hermoso. En un pequeño pueblo cerca de los acantilados de Hope Gap del Parque Nacional South Downs, Inglaterra, se desarrolla esta cinta escrita y dirigida por William Nicholson. Allí viven Grace -Annette Bening- y Edward -Bill Nighy-, una pareja próxima a cumplir 29 años de matrimonio.
El hijo de ambos, Jamie -Josh O'Connor-, estudia lejos y les visita muy poco. La vida de ellos, entonces, es solitaria, y en estos momentos transcurre mientras ella compone una antología de poemas, él continúa dando lecciones de historia.
Hay algo en Edward que requiere una acción que no puede seguir siendo postergada. Ha decidido dejar a su mujer, y ese difícil paso no se siente capaz de darlo solo. Por eso llama a su hijo para que venga un fin de semana y no de entrega ninguna luz al respecto.
La llegada de Jamie al hogar parece algo normal, sin embargo él percibe la tensión del ambiente. Silencios de su padre, discusiones, incluso arrebatos violentos de su madre. Algo no está bien. El presentimiento se confirma cuando Edward le confidencia su verdad, su plan de dejar la casa y rehacer su vida con otra mujer.
La película es triste y absolutamente íntima. Adaptada de la obra de 1999 “The Retreat from Moscow”, del propio director, la narración se centra en diálogos profundos que dan cuenta de los sentimientos y reacciones de sus protagonistas. Los bellos paisajes que acompañan el relato, los recuerdos de infancia de Jamie, la necesidad de explicaciones y la urgencia de encontrar una salida, se transforman en elementos que representan signos importantes de lo que cada uno está viviendo. La historia es rica en reminiscencias y sensaciones, en imágenes y metáforas, en no mostrar demasiado, en una posible falta de audacia y una constante mesura.
La crisis matrimonial no tiene vuelta atrás. Son dos personas muy distintas y hay recriminaciones mutuas en tonos muy diferentes. Grace es extrovertida, incisiva, incluso algo dominante. Edward es más callado, tímido podríamos decir, introvertido. No es sencillo enfrentar la situación, para ninguno de los dos, aunque Grace lo exteriorice con facilidad y Edward la calle en soledad.
El guion se transforma en la cinta transportadora de los mensajes y hay que poner atención, como con las referencias sobre el “conversar”, lo que se puede o no hacer, las recriminaciones y las culpas personales, entre otras. Hay varias capas en sus líneas que podrían parecer unívocas, pero tienen una mayor profundidad de la que aparentan.
El acantilado de Hope Gap es lo más descriptivo de la cinta. Representa, justamente, ese abismo que nos muestra el inconmensurable desgarro interior que deben enfrentar Grace y Edward. Se confunden las expectativas con la realidad, porque ciertamente algo no funciona y el desenlace resulta inevitable e impostergable.
¿Y Jamie? Él ama a sus padres, no puede tomar partido, tampoco sabe qué hacer, qué decir, o cómo actuar. Naturalmente le remece en lo más profundo y también le hace sentido aquello que se refiere a su propia vida amorosa. La visión de esta crisis matrimonial, madura, tardía, es diferente cuando pasa a través del prisma de un hijo, y aquí es donde la película explora otros caminos en busca de una perspectiva distinta.
“Hope Gap” representa un duro trance, un quiebre inevitable y también la necesidad de fortaleza y resiliencia. No es nada de fácil. La mascota que acompaña a Grace “Edward”, o las tratativas de un divorcio compensado, solo acrecientan el dolor y la dificultad presente. El camino parece ir en otra dirección. Tal vez una pista la podemos encontrar en lo que expresa una cita de la película: “Perdóname por necesitar que siempre seas fuerte, perdóname por temer tu infelicidad. Si sufres, también voy a sufrir. Dame la mano y vamos por el antiguo camino por una última vez.”
Ficha técnica
Título original: Hope Gap
Año: 2019
Duración: 100 minutos
País: Reino Unido
Productora: Immersiverse, Origin Pictures, Protagonist, Sampsonic Media. Distribuidora: Screen Media Films
Género: Drama | Familia
Guion: William Nicholson
Música: Alex Heffes
Fotografía: Anna Valdez-Hanks
Reparto: Annette Bening, Bill Nighy, Aiysha Hart, Josh O'Connor, Nicholas Burns, Rose Keegan, Sally Rogers, Steven Pacey, Nicholas Blane, Derren Litten, Ryan McKen, Ninette Finch, Joel MacCormack
Dirección: William Nicholson
El entorno geográfico es hermoso. En un pequeño pueblo cerca de los acantilados de Hope Gap del Parque Nacional South Downs, Inglaterra, se desarrolla esta cinta escrita y dirigida por William Nicholson. Allí viven Grace -Annette Bening- y Edward -Bill Nighy-, una pareja próxima a cumplir 29 años de matrimonio.
El hijo de ambos, Jamie -Josh O'Connor-, estudia lejos y les visita muy poco. La vida de ellos, entonces, es solitaria, y en estos momentos transcurre mientras ella compone una antología de poemas, él continúa dando lecciones de historia.
Hay algo en Edward que requiere una acción que no puede seguir siendo postergada. Ha decidido dejar a su mujer, y ese difícil paso no se siente capaz de darlo solo. Por eso llama a su hijo para que venga un fin de semana y no de entrega ninguna luz al respecto.
La llegada de Jamie al hogar parece algo normal, sin embargo él percibe la tensión del ambiente. Silencios de su padre, discusiones, incluso arrebatos violentos de su madre. Algo no está bien. El presentimiento se confirma cuando Edward le confidencia su verdad, su plan de dejar la casa y rehacer su vida con otra mujer.
La película es triste y absolutamente íntima. Adaptada de la obra de 1999 “The Retreat from Moscow”, del propio director, la narración se centra en diálogos profundos que dan cuenta de los sentimientos y reacciones de sus protagonistas. Los bellos paisajes que acompañan el relato, los recuerdos de infancia de Jamie, la necesidad de explicaciones y la urgencia de encontrar una salida, se transforman en elementos que representan signos importantes de lo que cada uno está viviendo. La historia es rica en reminiscencias y sensaciones, en imágenes y metáforas, en no mostrar demasiado, en una posible falta de audacia y una constante mesura.
La crisis matrimonial no tiene vuelta atrás. Son dos personas muy distintas y hay recriminaciones mutuas en tonos muy diferentes. Grace es extrovertida, incisiva, incluso algo dominante. Edward es más callado, tímido podríamos decir, introvertido. No es sencillo enfrentar la situación, para ninguno de los dos, aunque Grace lo exteriorice con facilidad y Edward la calle en soledad.
El guion se transforma en la cinta transportadora de los mensajes y hay que poner atención, como con las referencias sobre el “conversar”, lo que se puede o no hacer, las recriminaciones y las culpas personales, entre otras. Hay varias capas en sus líneas que podrían parecer unívocas, pero tienen una mayor profundidad de la que aparentan.
El acantilado de Hope Gap es lo más descriptivo de la cinta. Representa, justamente, ese abismo que nos muestra el inconmensurable desgarro interior que deben enfrentar Grace y Edward. Se confunden las expectativas con la realidad, porque ciertamente algo no funciona y el desenlace resulta inevitable e impostergable.
¿Y Jamie? Él ama a sus padres, no puede tomar partido, tampoco sabe qué hacer, qué decir, o cómo actuar. Naturalmente le remece en lo más profundo y también le hace sentido aquello que se refiere a su propia vida amorosa. La visión de esta crisis matrimonial, madura, tardía, es diferente cuando pasa a través del prisma de un hijo, y aquí es donde la película explora otros caminos en busca de una perspectiva distinta.
“Hope Gap” representa un duro trance, un quiebre inevitable y también la necesidad de fortaleza y resiliencia. No es nada de fácil. La mascota que acompaña a Grace “Edward”, o las tratativas de un divorcio compensado, solo acrecientan el dolor y la dificultad presente. El camino parece ir en otra dirección. Tal vez una pista la podemos encontrar en lo que expresa una cita de la película: “Perdóname por necesitar que siempre seas fuerte, perdóname por temer tu infelicidad. Si sufres, también voy a sufrir. Dame la mano y vamos por el antiguo camino por una última vez.”
Ficha técnica
Título original: Hope Gap
Año: 2019
Duración: 100 minutos
País: Reino Unido
Productora: Immersiverse, Origin Pictures, Protagonist, Sampsonic Media. Distribuidora: Screen Media Films
Género: Drama | Familia
Guion: William Nicholson
Música: Alex Heffes
Fotografía: Anna Valdez-Hanks
Reparto: Annette Bening, Bill Nighy, Aiysha Hart, Josh O'Connor, Nicholas Burns, Rose Keegan, Sally Rogers, Steven Pacey, Nicholas Blane, Derren Litten, Ryan McKen, Ninette Finch, Joel MacCormack
Dirección: William Nicholson
sábado, 24 de julio de 2021
Mr. Six
Disponible en Netflix.
El “Señor Seis” es una persona especial. Respetado en su barrio, viene a ser como “el sabio de la tribu”. Con pausa y paciencia, sin alterarse nunca, es capaz de llamar la atención a un joven por su mala educación, de resolver una disputa entre la policía y una persona de la calle, entre otras cosas. Son sus años, es su experiencia, es la formación que la vida le ha entregado.
Pero no todo es tranquilo para nuestro protagonista, porque Xiaobo, su hijo, se encuentra en problemas. Hace mucho que no lo ve, pero no duda un instante en acudir en su auxilio. Y el lío no es menor; se trata de una disputa con el líder de una pandilla de carreras callejeras, un asunto amoroso que también implica un feo rayón a un lujoso Ferrari. Para poder liberar a Xiaobo se deben cubrir las deudas, y es por eso que recurre a sus viejos amigos. Pero aún así no es suficiente. Los problemas crecen. Además Mr. Six está enfermo y no se quiere tratar. Fiel a su línea, el protagonista no quiere desplegar violencia alguna, sin embargo los hechos que se suceden a continuación terminan desencadenando una guerra.
Esta película del año 2105, dirigida por Guan Hu, habla de valores y principios. Cocinado a fuego lento -muy lento-, la cinta se construye en forma clásica y argumentalmente no presenta complicación alguna. No tenemos saltos temporales, tampoco rebuscados enredos ni subtramas enrevesadas. Observamos un desarrollo lineal, una confección precisa y un desarrollo de personajes que nos deja en claro cuánto calza cada uno.
Los elementos de la cultura china están muy presentes y resultan evidentes. Está en juego el honor, la lealtad y la justicia, y también los caminos para alcanzar los objetivos. El aire oriental está siempre presente e incluso resulta paradójico, porque también podemos asociarlo fácilmente a nuestra cultura occidental. Hay valores transversales que emergen de los principios que fundan el razonamiento de Mr. Six. No es difícil perderse o extraviarse, porque la cinta oportunamente los releva y siempre remite a ellos en perspectivas abordables, sencillas de comprender.
“Mr. Six” es un thriller con todas sus características y también un drama fundado en relaciones familiares, códigos de honor y principalmente el respeto. La cinta resulta interesante por su contenido de fondo y también por la forma de composición que adopta para presentar la figura central y las situaciones que le rodean. Por momentos puede ser exasperante, por su caminar cansino, su tensión subterránea o, incluso, por lo probable de algunas reacciones. Pero no hay que dejarse llevar por los primeros impulsos, debemos ir un poco más allá, hacia las capas interiores, aquellas que se enuncian mas no se evidencian. En ese interior -que podría ser el de nosotros mismos-, están sus respuestas y lo más íntimo del relato. Será ese el momento de reflexionar y sacar nuestras propias conclusiones, será el momento de cerrar la historia y comprender un poco mejor el carácter y la impronta de este enigmático y magnético “Señor Seis”.
Ficha técnica
Título original: Lao pao er (Mr. Six)
Año: 2015
Duración: 137 minutos
País: China
Productora: Huayi Brothers
Género: Drama. Thriller | Crimen
Guion: Guan Hu, Dong Runnian
Música: Dou Peng
Fotografía: Luo Pan
Reparto: Feng Xiaogang, Zhang Hanyu, Li Yifeng, Liu Hua, Jing Liang, Kris Wu, Ning Hao, Zhang Yishan, Bai Ju-Gang, Karry Wang, Jiang Shan, Tao Zeru, Yu Ailei, Zhang Yi
Dirección: Guan Hu
El “Señor Seis” es una persona especial. Respetado en su barrio, viene a ser como “el sabio de la tribu”. Con pausa y paciencia, sin alterarse nunca, es capaz de llamar la atención a un joven por su mala educación, de resolver una disputa entre la policía y una persona de la calle, entre otras cosas. Son sus años, es su experiencia, es la formación que la vida le ha entregado.
Pero no todo es tranquilo para nuestro protagonista, porque Xiaobo, su hijo, se encuentra en problemas. Hace mucho que no lo ve, pero no duda un instante en acudir en su auxilio. Y el lío no es menor; se trata de una disputa con el líder de una pandilla de carreras callejeras, un asunto amoroso que también implica un feo rayón a un lujoso Ferrari. Para poder liberar a Xiaobo se deben cubrir las deudas, y es por eso que recurre a sus viejos amigos. Pero aún así no es suficiente. Los problemas crecen. Además Mr. Six está enfermo y no se quiere tratar. Fiel a su línea, el protagonista no quiere desplegar violencia alguna, sin embargo los hechos que se suceden a continuación terminan desencadenando una guerra.
Esta película del año 2105, dirigida por Guan Hu, habla de valores y principios. Cocinado a fuego lento -muy lento-, la cinta se construye en forma clásica y argumentalmente no presenta complicación alguna. No tenemos saltos temporales, tampoco rebuscados enredos ni subtramas enrevesadas. Observamos un desarrollo lineal, una confección precisa y un desarrollo de personajes que nos deja en claro cuánto calza cada uno.
Los elementos de la cultura china están muy presentes y resultan evidentes. Está en juego el honor, la lealtad y la justicia, y también los caminos para alcanzar los objetivos. El aire oriental está siempre presente e incluso resulta paradójico, porque también podemos asociarlo fácilmente a nuestra cultura occidental. Hay valores transversales que emergen de los principios que fundan el razonamiento de Mr. Six. No es difícil perderse o extraviarse, porque la cinta oportunamente los releva y siempre remite a ellos en perspectivas abordables, sencillas de comprender.
“Mr. Six” es un thriller con todas sus características y también un drama fundado en relaciones familiares, códigos de honor y principalmente el respeto. La cinta resulta interesante por su contenido de fondo y también por la forma de composición que adopta para presentar la figura central y las situaciones que le rodean. Por momentos puede ser exasperante, por su caminar cansino, su tensión subterránea o, incluso, por lo probable de algunas reacciones. Pero no hay que dejarse llevar por los primeros impulsos, debemos ir un poco más allá, hacia las capas interiores, aquellas que se enuncian mas no se evidencian. En ese interior -que podría ser el de nosotros mismos-, están sus respuestas y lo más íntimo del relato. Será ese el momento de reflexionar y sacar nuestras propias conclusiones, será el momento de cerrar la historia y comprender un poco mejor el carácter y la impronta de este enigmático y magnético “Señor Seis”.
Ficha técnica
Título original: Lao pao er (Mr. Six)
Año: 2015
Duración: 137 minutos
País: China
Productora: Huayi Brothers
Género: Drama. Thriller | Crimen
Guion: Guan Hu, Dong Runnian
Música: Dou Peng
Fotografía: Luo Pan
Reparto: Feng Xiaogang, Zhang Hanyu, Li Yifeng, Liu Hua, Jing Liang, Kris Wu, Ning Hao, Zhang Yishan, Bai Ju-Gang, Karry Wang, Jiang Shan, Tao Zeru, Yu Ailei, Zhang Yi
Dirección: Guan Hu
viernes, 23 de julio de 2021
Horario Estelar
Disponible en Netflix.
Polonia se prepara para celebrar el cambio de milenio. Se vive la última noche de 1999 y la expectativa es alta. La televisión quiere estar a la altura de las circunstancias y prepara sorpresas; un concurso en vivo para que un televidente gane un automóvil cero kilómetros. Pero lo que no se espera es que la verdadera sorpresa provenga desde fuera de la pantalla. ¿Qué sucede? Veamos.
La presentadora Mira Kryle -Magdalena Popławska-, llega atrasadísima al último programa del año. Su productora, enfadada, la reprende, pero faltan pocos minutos para salir al aire, en vivo y en directo. Al momento de tomar contacto telefónico con el ganador del sorteo, Sebastian -Bartosz Bielenia-, un joven de 20 años, irrumpe en el estudio, dejando a todos -televidentes y personas presentes- perplejos. ¿Se trata de un asalto? ¿O tal vez de un ataque terrorista? ¿O una simple locura? Lo cierto es que el muchacho tiene un arma, ha reducido a Grzegorz -Andrzej Klak-, un circunspecto guardia de seguridad, y ahora ha sumado como rehén a la propia conductora.
Por supuesto, la emisión en vivo se corta abruptamente. El flamante ganador, aún al teléfono, no sabe qué es lo que pasa y el ambiente en el estudio de televisión se ve totalmente revolucionado. Sebastian exige salir al aire para entregar un mensaje. Es importante, trascendente, vital. Parece no querer ceder un ápice en su solicitud, pero quienes están a cargo de la transmisión tampoco quieren dar su brazo a torcer. Llega la policía, el equipo negociador, hasta el presidente de la cadena televisiva viene en camino. Nadie sabe los motivos, todo resulta ser una incógnita.
Esta cinta dirigida por Jakub Piatek y escrita en conjunto con Lukasz Czapski posee una premisa que ciertamente infunde curiosidad. La temática no es nueva pero es interesante observar el desarrollo que los autores le puedan entregar a una eventualidad que siempre ronda en los medios de comunicación. En esta oportunidad, el resultado adquiere ribetes mixtos, porque por un lado la película mantiene el suspenso, pero por otro, se va quedando sin combustible en la medida que avanzan los minutos.
Parece contradictorio lo enunciado en el párrafo anterior, es decir que, aunque vaya en picada, mantenga la tensión. ¿Cómo es esto? La paradoja ocurre porque las preguntas iniciales y que obviamente nos surgen, necesitan respuesta. ¿Qué mensaje quiere emitir Sebastian? ¿Cuáles son sus motivaciones? ¿Amorosas, políticas, sociales, fanáticas? ¿Hay alguien más detrás de esta acción? ¿Cómo va a terminar todo? ¿Habrá salida pacífica, negociada, violenta, mortal?
La película juega con esas y otras interrogantes mientras poco aporta en la sustancia sobre la que sostiene su columna vertebral. Si a los 20 minutos nos preguntamos si saldrán del estudio, lo mismo hacemos a los 40 y a los 60. Y esto no es un spoiler, porque desde antes sabemos que el escenario donde transcurrirá la acción es el estudio de TV. Así las cosas, los elementos dramáticos serán entregados por aquello que ocurrirá en su interior, vale decir, el conflicto lo proporcionará la relación que desarrollará el captor con los secuestrados, las reacciones de quienes deberán tomar decisiones y las acciones que emprenderán los responsables finales.
“Prime Time” funciona pero a medias. Se queda como una propuesta permanente. ¿Inquieta? Sí. ¿Desarrolla tensión? A veces y de forma irregular. ¿Marca puntos de inflexión? Pocos y algo deslavados. No obstante, los detalles más interesantes se encuentran detrás de capas que tal vez pasemos por alto y tampoco son desarrollados. La situación del país, de sus jóvenes ciudadanos que lo único que desean es emigrar; la historia familiar de Sebastian; las apariencias y auto preocupación de Mira; la introspectiva personalidad Grzegorz; las fallas de la policía; la ineficacia del equipo negociador; la auto complacencia de los mandamases, etc. Son muchos temas y poco desarrollo. 93 minutos de intrigas y de interrogantes. ¿Se resolverán?
Ficha técnica
Título original: Prime Time
Año: 2021
Duración: 93 minutos
País: Polonia
Productora: Watchout Productions
Género: Thriller. Drama | Televisión. Secuestros / Desapariciones. Nochevieja / Año nuevo
Guion: Lukasz Czapski, Jakub Piatek
Fotografía: Michal Luka
Reparto: Bartosz Bielenia, Magdalena Poplawska, Malgorzata Hajewska-Krzysztofik, Cezary Kosinski, Dobromir Dymecki, Juliusz Chrzastowski, Michal Kaleta, Andrzej Klak, Pola Blasik, Monika Frajczyk, Adam Nawojczyk
Dirección: Jakub Piatek
Polonia se prepara para celebrar el cambio de milenio. Se vive la última noche de 1999 y la expectativa es alta. La televisión quiere estar a la altura de las circunstancias y prepara sorpresas; un concurso en vivo para que un televidente gane un automóvil cero kilómetros. Pero lo que no se espera es que la verdadera sorpresa provenga desde fuera de la pantalla. ¿Qué sucede? Veamos.
La presentadora Mira Kryle -Magdalena Popławska-, llega atrasadísima al último programa del año. Su productora, enfadada, la reprende, pero faltan pocos minutos para salir al aire, en vivo y en directo. Al momento de tomar contacto telefónico con el ganador del sorteo, Sebastian -Bartosz Bielenia-, un joven de 20 años, irrumpe en el estudio, dejando a todos -televidentes y personas presentes- perplejos. ¿Se trata de un asalto? ¿O tal vez de un ataque terrorista? ¿O una simple locura? Lo cierto es que el muchacho tiene un arma, ha reducido a Grzegorz -Andrzej Klak-, un circunspecto guardia de seguridad, y ahora ha sumado como rehén a la propia conductora.
Por supuesto, la emisión en vivo se corta abruptamente. El flamante ganador, aún al teléfono, no sabe qué es lo que pasa y el ambiente en el estudio de televisión se ve totalmente revolucionado. Sebastian exige salir al aire para entregar un mensaje. Es importante, trascendente, vital. Parece no querer ceder un ápice en su solicitud, pero quienes están a cargo de la transmisión tampoco quieren dar su brazo a torcer. Llega la policía, el equipo negociador, hasta el presidente de la cadena televisiva viene en camino. Nadie sabe los motivos, todo resulta ser una incógnita.
Esta cinta dirigida por Jakub Piatek y escrita en conjunto con Lukasz Czapski posee una premisa que ciertamente infunde curiosidad. La temática no es nueva pero es interesante observar el desarrollo que los autores le puedan entregar a una eventualidad que siempre ronda en los medios de comunicación. En esta oportunidad, el resultado adquiere ribetes mixtos, porque por un lado la película mantiene el suspenso, pero por otro, se va quedando sin combustible en la medida que avanzan los minutos.
Parece contradictorio lo enunciado en el párrafo anterior, es decir que, aunque vaya en picada, mantenga la tensión. ¿Cómo es esto? La paradoja ocurre porque las preguntas iniciales y que obviamente nos surgen, necesitan respuesta. ¿Qué mensaje quiere emitir Sebastian? ¿Cuáles son sus motivaciones? ¿Amorosas, políticas, sociales, fanáticas? ¿Hay alguien más detrás de esta acción? ¿Cómo va a terminar todo? ¿Habrá salida pacífica, negociada, violenta, mortal?
La película juega con esas y otras interrogantes mientras poco aporta en la sustancia sobre la que sostiene su columna vertebral. Si a los 20 minutos nos preguntamos si saldrán del estudio, lo mismo hacemos a los 40 y a los 60. Y esto no es un spoiler, porque desde antes sabemos que el escenario donde transcurrirá la acción es el estudio de TV. Así las cosas, los elementos dramáticos serán entregados por aquello que ocurrirá en su interior, vale decir, el conflicto lo proporcionará la relación que desarrollará el captor con los secuestrados, las reacciones de quienes deberán tomar decisiones y las acciones que emprenderán los responsables finales.
“Prime Time” funciona pero a medias. Se queda como una propuesta permanente. ¿Inquieta? Sí. ¿Desarrolla tensión? A veces y de forma irregular. ¿Marca puntos de inflexión? Pocos y algo deslavados. No obstante, los detalles más interesantes se encuentran detrás de capas que tal vez pasemos por alto y tampoco son desarrollados. La situación del país, de sus jóvenes ciudadanos que lo único que desean es emigrar; la historia familiar de Sebastian; las apariencias y auto preocupación de Mira; la introspectiva personalidad Grzegorz; las fallas de la policía; la ineficacia del equipo negociador; la auto complacencia de los mandamases, etc. Son muchos temas y poco desarrollo. 93 minutos de intrigas y de interrogantes. ¿Se resolverán?
Ficha técnica
Título original: Prime Time
Año: 2021
Duración: 93 minutos
País: Polonia
Productora: Watchout Productions
Género: Thriller. Drama | Televisión. Secuestros / Desapariciones. Nochevieja / Año nuevo
Guion: Lukasz Czapski, Jakub Piatek
Fotografía: Michal Luka
Reparto: Bartosz Bielenia, Magdalena Poplawska, Malgorzata Hajewska-Krzysztofik, Cezary Kosinski, Dobromir Dymecki, Juliusz Chrzastowski, Michal Kaleta, Andrzej Klak, Pola Blasik, Monika Frajczyk, Adam Nawojczyk
Dirección: Jakub Piatek
miércoles, 21 de julio de 2021
Nomadland
Disponible en Cines.
Fern -Frances McDormand-, queda sin trabajo luego del cierre de la planta USG en Empire, Nevada. Junto a su marido, fallecido tiempo atrás, vivieron largos años en esa ciudad rural que se lograba sostener gracias a la minería de yeso. Al acabarse la extracción, el sueño se termina, el lugar es abandonado, y queda un pueblo fantasma.
Fern decide vender casi todas sus pertenencias y emprender el viaje en su camioneta. Nada la ata al pasado; desea explorar fuera de los márgenes conocidos, buscar una ruta, encontrar un camino, salir de su zona, abrirse a lo nuevo.
“Lo que se recuerda, vive”, nos marca la protagonista, al mismo tiempo que lamenta haber pasado mucho tiempo de su vida solo recordando.
Sin un rumbo fijo, toma trabajos temporales en un centro logístico de Amazon, en el Parque Nacional Badlands, en un restaurante, en una planta de remolacha. También, va descubriendo compañeros en su peregrinar, y así conocemos a Linda -Linda May-, a Swankie -Charlene Swankie-, a Bob -Bob Wells-, y a Dave -David Strathairn-, entre otros. Linda, Swankie y Bob se interpretan a sí mismos, son viajeros en la vida real, por lo que su testimonio realza aún más la cuidada puesta en escena.
Fern comienza a formar parte de aquellas personas que pueden viajar a cualquier lado. Los llaman nómades -modernos-, los asimilan a los pioneros y a una antigua tradición norteamericana. ¿Es una persona sin hogar? Ella prefiere decir “sin casa”, que es muy distinto. Y cuando le mencionan una posible jubilación anticipada, ella retruca que necesita trabajar, que le gusta trabajar.
Basada en el libro “Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century” escrito por Jessica Bruder, esta cinta escrita y dirigida por Chloé Zhao transcurre con extrema calma y serena parsimonia. Si bien la película transmite esa tranquilidad, también genera inquietud, en una combinación difícil de describir y aún más compleja de ejecutar. Cada escena, trabajada hasta en sus detalles más pequeños, nos muestra solo lo esencial, lo mínimo, aquello que es sustantivo sin necesidad de usar ningún aspaviento. La fotografía ayuda a crear atmósferas junto con juegos de planos cercanos y también amplios. Observamos grandes momentos de silencio, cortes de secuencias, miradas contemplativas, diálogos justos y precisos, todo ello junto a una contenida emoción. La música de Ludovico Einaudi se inscribe también en el minimalismo de cada cuadro, resulta evocadora, genera una suave placidez espiritual.
Fern se ve siempre melancólica. Su mirada al horizonte, amplia y a veces perdida, da cuenta de una necesidad vital. El viaje es físico pero principalmente se desarrolla en su interior. Esa visión extendida de las montañas, donde la luz del atardecer o del amanecer cobra colores preciosos, se transforma en un motivo, tal vez en una esperanza, en que hay algo más allá por descubrir. Una ensoñación o tal vez algo referido a que en la vida nómade no existen las despedidas sino un “te veré en el camino”. ¿Será aquello el impulso para seguir adelante? ¿Es una búsqueda de libertad o una forma de reencontrase a sí misma?
Siempre en tránsito, siempre en movimiento, la película puede ser incluso contradictoria al apelar a algo profundo y especial. Fern ya no quiere anclarse a un lugar, a un determinado estado emocional, a ninguna aparente comodidad. Su avance es propio, porque considero que no tiene un fin, sino que se transforma en un medio para satisfacer una creciente necesidad interior. Ella no se ve triste ni tampoco feliz. Se encuentra en pleno proceso, en plena transformación, en una búsqueda inquieta de algo que desconoce pero que presiente y que a la vez anhela, algo que la mantiene viva. Ni siquiera la declaración que le hace Dave resiente su convicción más íntima, aquello que la lleva a permanecer en marcha por un camino que se construye al andar.
Reconozco que al terminar de ver esta película mis sensaciones fueron contradictorias. Tenía muchas expectativas por los premios, por las críticas y los comentarios que la cinta había recibido. En ocasiones, eso quita perspectivas y genera prejuicios, y en este caso creo que me afectó bastante. Pero luego de algunas horas comienzan a surgir preguntas e inquietudes. Y al conversar sobre ella, también opiniones diferentes. Escribo estas líneas días después y me doy cuenta que la película madura en mi interior. La siento diferente, la recuerdo distinto, se ha quedado conmigo una sensación especial y han desaparecido varías de esas contradicciones iniciales.
Dotar de sentido este viaje, del que solo hemos visto una pequeña fracción, es tal vez el mayor desafío que nos provoca “Nomadland”, y la intensidad de la actuación de Frances McDormand resulta ser un factor determinante. La actriz ES la película, sobre su rol se construye el relato, la narrativa se sostiene gracias a su figura. Bien merecidos los reconocimientos por su notable actuación e indudablemente por la apropiada dirección de Chloé Zhao, quien es capaz de elaborar una película que cuestiona subterráneamente.
“Nomadland”, como exploración, nos acompañará por mucho tiempo. Es una película diferente, reflexiva, humana y sensible, tal vez no a flor de piel, pero sí en capas profundas que debemos ser capaces de descubrir para poderlas acoger adecuadamente. Implica trabajo, no es sencillo, pero vale la pena el esfuerzo aunque la recompensa no se obtenga de inmediato, porque puede tardar más o menos, pero finalmente llega. Y tal como lo expone la cinta, es un camino que implica desprendimiento y alivianar la carga para viajar ligero; una invitación extendida a encontrarnos con los valores esenciales presentes en lo más íntimo del ser humano.
Ficha técnica
Título original: Nomadland
Año: 2020
Duración: 108 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Highwayman Films, Cor Cordium Productions, Hear/Say Productions. Distribuidora: Searchlight Pictures, Walt Disney Pictures
Género: Drama | Road Movie. Crisis económica 2008. Cine independiente USA
Guion: Chloé Zhao. Libro: Jessica Bruder
Música: Ludovico Einaudi
Fotografía: Joshua James Richards
Reparto: Frances McDormand, David Strathairn, Linda May, Charlene Swankie, Bob Wells, Gay DeForest, Patricia Grier
Dirección: Chloé Zhao
Fern -Frances McDormand-, queda sin trabajo luego del cierre de la planta USG en Empire, Nevada. Junto a su marido, fallecido tiempo atrás, vivieron largos años en esa ciudad rural que se lograba sostener gracias a la minería de yeso. Al acabarse la extracción, el sueño se termina, el lugar es abandonado, y queda un pueblo fantasma.
Fern decide vender casi todas sus pertenencias y emprender el viaje en su camioneta. Nada la ata al pasado; desea explorar fuera de los márgenes conocidos, buscar una ruta, encontrar un camino, salir de su zona, abrirse a lo nuevo.
“Lo que se recuerda, vive”, nos marca la protagonista, al mismo tiempo que lamenta haber pasado mucho tiempo de su vida solo recordando.
Sin un rumbo fijo, toma trabajos temporales en un centro logístico de Amazon, en el Parque Nacional Badlands, en un restaurante, en una planta de remolacha. También, va descubriendo compañeros en su peregrinar, y así conocemos a Linda -Linda May-, a Swankie -Charlene Swankie-, a Bob -Bob Wells-, y a Dave -David Strathairn-, entre otros. Linda, Swankie y Bob se interpretan a sí mismos, son viajeros en la vida real, por lo que su testimonio realza aún más la cuidada puesta en escena.
Fern comienza a formar parte de aquellas personas que pueden viajar a cualquier lado. Los llaman nómades -modernos-, los asimilan a los pioneros y a una antigua tradición norteamericana. ¿Es una persona sin hogar? Ella prefiere decir “sin casa”, que es muy distinto. Y cuando le mencionan una posible jubilación anticipada, ella retruca que necesita trabajar, que le gusta trabajar.
Basada en el libro “Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century” escrito por Jessica Bruder, esta cinta escrita y dirigida por Chloé Zhao transcurre con extrema calma y serena parsimonia. Si bien la película transmite esa tranquilidad, también genera inquietud, en una combinación difícil de describir y aún más compleja de ejecutar. Cada escena, trabajada hasta en sus detalles más pequeños, nos muestra solo lo esencial, lo mínimo, aquello que es sustantivo sin necesidad de usar ningún aspaviento. La fotografía ayuda a crear atmósferas junto con juegos de planos cercanos y también amplios. Observamos grandes momentos de silencio, cortes de secuencias, miradas contemplativas, diálogos justos y precisos, todo ello junto a una contenida emoción. La música de Ludovico Einaudi se inscribe también en el minimalismo de cada cuadro, resulta evocadora, genera una suave placidez espiritual.
Fern se ve siempre melancólica. Su mirada al horizonte, amplia y a veces perdida, da cuenta de una necesidad vital. El viaje es físico pero principalmente se desarrolla en su interior. Esa visión extendida de las montañas, donde la luz del atardecer o del amanecer cobra colores preciosos, se transforma en un motivo, tal vez en una esperanza, en que hay algo más allá por descubrir. Una ensoñación o tal vez algo referido a que en la vida nómade no existen las despedidas sino un “te veré en el camino”. ¿Será aquello el impulso para seguir adelante? ¿Es una búsqueda de libertad o una forma de reencontrase a sí misma?
Siempre en tránsito, siempre en movimiento, la película puede ser incluso contradictoria al apelar a algo profundo y especial. Fern ya no quiere anclarse a un lugar, a un determinado estado emocional, a ninguna aparente comodidad. Su avance es propio, porque considero que no tiene un fin, sino que se transforma en un medio para satisfacer una creciente necesidad interior. Ella no se ve triste ni tampoco feliz. Se encuentra en pleno proceso, en plena transformación, en una búsqueda inquieta de algo que desconoce pero que presiente y que a la vez anhela, algo que la mantiene viva. Ni siquiera la declaración que le hace Dave resiente su convicción más íntima, aquello que la lleva a permanecer en marcha por un camino que se construye al andar.
Reconozco que al terminar de ver esta película mis sensaciones fueron contradictorias. Tenía muchas expectativas por los premios, por las críticas y los comentarios que la cinta había recibido. En ocasiones, eso quita perspectivas y genera prejuicios, y en este caso creo que me afectó bastante. Pero luego de algunas horas comienzan a surgir preguntas e inquietudes. Y al conversar sobre ella, también opiniones diferentes. Escribo estas líneas días después y me doy cuenta que la película madura en mi interior. La siento diferente, la recuerdo distinto, se ha quedado conmigo una sensación especial y han desaparecido varías de esas contradicciones iniciales.
Dotar de sentido este viaje, del que solo hemos visto una pequeña fracción, es tal vez el mayor desafío que nos provoca “Nomadland”, y la intensidad de la actuación de Frances McDormand resulta ser un factor determinante. La actriz ES la película, sobre su rol se construye el relato, la narrativa se sostiene gracias a su figura. Bien merecidos los reconocimientos por su notable actuación e indudablemente por la apropiada dirección de Chloé Zhao, quien es capaz de elaborar una película que cuestiona subterráneamente.
“Nomadland”, como exploración, nos acompañará por mucho tiempo. Es una película diferente, reflexiva, humana y sensible, tal vez no a flor de piel, pero sí en capas profundas que debemos ser capaces de descubrir para poderlas acoger adecuadamente. Implica trabajo, no es sencillo, pero vale la pena el esfuerzo aunque la recompensa no se obtenga de inmediato, porque puede tardar más o menos, pero finalmente llega. Y tal como lo expone la cinta, es un camino que implica desprendimiento y alivianar la carga para viajar ligero; una invitación extendida a encontrarnos con los valores esenciales presentes en lo más íntimo del ser humano.
Ficha técnica
Título original: Nomadland
Año: 2020
Duración: 108 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Highwayman Films, Cor Cordium Productions, Hear/Say Productions. Distribuidora: Searchlight Pictures, Walt Disney Pictures
Género: Drama | Road Movie. Crisis económica 2008. Cine independiente USA
Guion: Chloé Zhao. Libro: Jessica Bruder
Música: Ludovico Einaudi
Fotografía: Joshua James Richards
Reparto: Frances McDormand, David Strathairn, Linda May, Charlene Swankie, Bob Wells, Gay DeForest, Patricia Grier
Dirección: Chloé Zhao
lunes, 19 de julio de 2021
Black Widow
Disponible en Cines y Disney+ (Premier Access)
La espera ha terminado. Luego de varias postergaciones producto de la Pandemia mundial, “Black Widow” ya se encuentra entre nosotros. Y vaya que sí, el tiempo que ha demorado ha merecido la pena.
Con guion de Eric Pearson y dirigida por Cate Shortland, esta cinta, que lleva el número 24 en el UCM, sigue a Natasha Romanoff -Scarlett Johansson-, en un plano más personal. Tenemos, entonces, una historia que se sumerge en sus orígenes y en la que luce en esplendor esta entrenada agente, ex KGB y ex SHIELD.
El relato se remonta al año 1995, en Ohio. Conocemos aspectos de su niñez y el entorno con su familia. La película parte suave y tranquila, pero muy pronto se pone a tono con lo que será el sello permanente del metraje, el que muestra a Romanoff siempre huyendo y enfrentada a monumentales conspiraciones.
El núcleo central de la trama se concentra en el objetivo de desactivar la famosa “Sala Roja”, a cargo del general Dreykov -Ray Winstone-, un líder ruso que entrena un ejército de viudas negras a quienes controla mental y físicamente. Para cumplir con la misión, Romanoff acude a su hermana Yelena Belova -Florence Pugh-, quien posee un sofisticado entrenamiento en ese lugar y es considerada una verdadera arma mortal. Parta continuar, deben sacar de la cárcel a Alexei Shostakov -David Harbour-, y están en eso cuando se enteran que su madre, Melina Vostokoff -Rachel Weisz-, aún está viva aunque permanece oculta.
Nuevamente reunida, esta especial familia debe enfrentar dificultades mayores y usar diferentes estrategias para completar el plan propuesto. El nivel de angustia sube en la medida que avanzan los minutos, al tiempo que se despliega en pantalla una sucesión trepidante de hechos y sucesos que parecen infinitos. Que la fortaleza de la “Sala Roja” es inexpugnable, que Taskmaster es el principal escollo a superar, que hay un antídoto que libera a las viudas negras, etc. etc.
“Black Widow” es acción pura y vibrante. Está bien elaborada de comienzo a fin y posee una edición prolija que va en directo beneficio de su narración. Con escenas estilosas, propias del Universo Marvel, presenta una fotografía que resulta espectacular, junto a una dirección vertiginosa, que saca partido a cada uno de los elementos que cuidadosamente intercala en sus 132 minutos de duración.
La temática se enriquece cuando el texto argumental explica varios vacíos de la historia de la protagonista. Es así como ingresamos a su vertiente más humana, a sus orígenes antes de ser una Vengadora, observamos sus lazos familiares y las principales motivaciones en su vida.
Salvo su sección central, que se percibe un poquito lenta con un ritmo que decae bastante, esta precuela es dinámica y absolutamente entretenida, e incorpora buenas dosis de humor, principalmente a cargo de Harbour. Las persecuciones son también “de película”, acciones que sorprenden por la amplitud de los movimientos capturados y también por la energía que surge de cada una de esas vertiginosas secuencias.
También hay bastantes luchas cuerpo a cuerpo, coreografías muy bien delineadas, aunque no respondan al nivel de constituir su plato fuerte. La química entre las dos hermanas, junto a la explicita sucesión, es quizá lo que más destaca en esta película que, valga señalarlo, transcurre antes de los sucesos de “Endgame”, en los que conocemos el fatal desenlace de nuestra heroina.
Al verla en streaming, más ganas dan de verla en pantalla grande. Los efectos especiales brillan y parecen gritarnos ¡corran al cine!, a la pantalla más grande y con el mejor sonido disponible, para disfrutarlos en toda su magnitud. Por supuesto, este es cine de entretención en su grado máximo, en el que las actuaciones y la historia están siempre al servicio de deslumbrantes escenas, llenas de colorido, que nos logran maravillar, incluso, en pantallas de televisión.
En síntesis, “Black Widow” corresponde a una película largamente esperada y que no defrauda en lo absoluto. Una vez más, el UCM entrega un producto de entretención garantizado y que, de seguro, tendrá un más que auspicioso éxito en la taquilla.
Ficha técnica
Título original: Black Widow
Año: 2021
Duración: 132 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Marvel Studios, Zak Productions. Distribuidora: Walt Disney Pictures
Género: Acción. Aventuras | Espionaje. Superhéroes. Cómic. Marvel Comics. Precuela
Guion: Eric Pearson. Cómic: Don Heck, Stan Lee, Don Rico. Historia: Jac Schaeffer, Ned Benson
Música: Lorne Balfe
Fotografía: Gabriel Beristain
Reparto: Scarlett Johansson, Florence Pugh, Rachel Weisz, David Harbour, William Hurt, Ray Winstone, O.T. Fagbenle, Michelle Lee, Olivier Richters, Nanna Blondell, Joakim Skarli, Obie Matthew, Paul O'Kelly
Dirección: Cate Shortland
La espera ha terminado. Luego de varias postergaciones producto de la Pandemia mundial, “Black Widow” ya se encuentra entre nosotros. Y vaya que sí, el tiempo que ha demorado ha merecido la pena.
Con guion de Eric Pearson y dirigida por Cate Shortland, esta cinta, que lleva el número 24 en el UCM, sigue a Natasha Romanoff -Scarlett Johansson-, en un plano más personal. Tenemos, entonces, una historia que se sumerge en sus orígenes y en la que luce en esplendor esta entrenada agente, ex KGB y ex SHIELD.
El relato se remonta al año 1995, en Ohio. Conocemos aspectos de su niñez y el entorno con su familia. La película parte suave y tranquila, pero muy pronto se pone a tono con lo que será el sello permanente del metraje, el que muestra a Romanoff siempre huyendo y enfrentada a monumentales conspiraciones.
El núcleo central de la trama se concentra en el objetivo de desactivar la famosa “Sala Roja”, a cargo del general Dreykov -Ray Winstone-, un líder ruso que entrena un ejército de viudas negras a quienes controla mental y físicamente. Para cumplir con la misión, Romanoff acude a su hermana Yelena Belova -Florence Pugh-, quien posee un sofisticado entrenamiento en ese lugar y es considerada una verdadera arma mortal. Parta continuar, deben sacar de la cárcel a Alexei Shostakov -David Harbour-, y están en eso cuando se enteran que su madre, Melina Vostokoff -Rachel Weisz-, aún está viva aunque permanece oculta.
Nuevamente reunida, esta especial familia debe enfrentar dificultades mayores y usar diferentes estrategias para completar el plan propuesto. El nivel de angustia sube en la medida que avanzan los minutos, al tiempo que se despliega en pantalla una sucesión trepidante de hechos y sucesos que parecen infinitos. Que la fortaleza de la “Sala Roja” es inexpugnable, que Taskmaster es el principal escollo a superar, que hay un antídoto que libera a las viudas negras, etc. etc.
“Black Widow” es acción pura y vibrante. Está bien elaborada de comienzo a fin y posee una edición prolija que va en directo beneficio de su narración. Con escenas estilosas, propias del Universo Marvel, presenta una fotografía que resulta espectacular, junto a una dirección vertiginosa, que saca partido a cada uno de los elementos que cuidadosamente intercala en sus 132 minutos de duración.
La temática se enriquece cuando el texto argumental explica varios vacíos de la historia de la protagonista. Es así como ingresamos a su vertiente más humana, a sus orígenes antes de ser una Vengadora, observamos sus lazos familiares y las principales motivaciones en su vida.
Salvo su sección central, que se percibe un poquito lenta con un ritmo que decae bastante, esta precuela es dinámica y absolutamente entretenida, e incorpora buenas dosis de humor, principalmente a cargo de Harbour. Las persecuciones son también “de película”, acciones que sorprenden por la amplitud de los movimientos capturados y también por la energía que surge de cada una de esas vertiginosas secuencias.
También hay bastantes luchas cuerpo a cuerpo, coreografías muy bien delineadas, aunque no respondan al nivel de constituir su plato fuerte. La química entre las dos hermanas, junto a la explicita sucesión, es quizá lo que más destaca en esta película que, valga señalarlo, transcurre antes de los sucesos de “Endgame”, en los que conocemos el fatal desenlace de nuestra heroina.
Al verla en streaming, más ganas dan de verla en pantalla grande. Los efectos especiales brillan y parecen gritarnos ¡corran al cine!, a la pantalla más grande y con el mejor sonido disponible, para disfrutarlos en toda su magnitud. Por supuesto, este es cine de entretención en su grado máximo, en el que las actuaciones y la historia están siempre al servicio de deslumbrantes escenas, llenas de colorido, que nos logran maravillar, incluso, en pantallas de televisión.
En síntesis, “Black Widow” corresponde a una película largamente esperada y que no defrauda en lo absoluto. Una vez más, el UCM entrega un producto de entretención garantizado y que, de seguro, tendrá un más que auspicioso éxito en la taquilla.
Ficha técnica
Título original: Black Widow
Año: 2021
Duración: 132 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Marvel Studios, Zak Productions. Distribuidora: Walt Disney Pictures
Género: Acción. Aventuras | Espionaje. Superhéroes. Cómic. Marvel Comics. Precuela
Guion: Eric Pearson. Cómic: Don Heck, Stan Lee, Don Rico. Historia: Jac Schaeffer, Ned Benson
Música: Lorne Balfe
Fotografía: Gabriel Beristain
Reparto: Scarlett Johansson, Florence Pugh, Rachel Weisz, David Harbour, William Hurt, Ray Winstone, O.T. Fagbenle, Michelle Lee, Olivier Richters, Nanna Blondell, Joakim Skarli, Obie Matthew, Paul O'Kelly
Dirección: Cate Shortland
jueves, 15 de julio de 2021
Luca
Disponible en Disney +.
Alegre aventura animada sobre la adolescencia, la amistad y ser diferentes.
En el precioso pueblo de Portorosso, ubicado en la Riviera italiana, vive Luca Paguro, un monstruo marino adolescente que se dedica a cuidar peces cabra. Sus padres, Daniela y Lorenzo, no lo dejan explorar los entornos ni menos hurgar en la superficie. Allí están todos los peligros que este joven debe, a toda costa, evitar.
Luca es inquieto y quiere descubrir lo que hay fuera de agua, mas no se atreve. El miedo se apodera de él cada vez que lo intenta y no consigue dar el decisivo paso. Pero un día, otro monstruo adolescente, Alberto Scorfano, lo encuentra cerca de la orilla, lo anima a acompañarlo y ambos salen a la playa. ¡Cuál será la sorpresa de Luca al transformarse en humano en la medida que su cuerpo se seca y luego volver a ser un monstruo cuando se moja! ¡Se descubre viviendo algo increíble!
El joven Paguro alucina con lo que es capaz de hacer y de sentir, pero se entusiasma aún más al encontrar en Alberto un nuevo amigo. Su compañía es entretenida, sus historias llenas de aventuras y un detalle le llama poderosamente la atención: se trata de un cartel que muestra una motocicleta “Vespa”, impulso preciso para que ambos se propongan construir una réplica propia. Alberto y Luca pasan tardes completas conversando y riendo, jugando y soñando. Luca mantiene todo en secreto para no importunar a sus padres, sin embargo ellos obviamente se enteran y deciden que, con la excusa de mantenerlo a salvo, lo enviarán a vivir con Ugo, un hermano de Lorenzo que vive en las profundidades marinas.
Ante tal escenario, Luca se rebela y huye hacia el pueblo de Portorosso junto a Alberto para encontrar una motocicleta de verdad y así viajar por el mundo. A poco andar se topan con Ercole Visconti, altanero y matón, quien posee una hermosa “Vespa” y además es campeón de la “Portorosso Cup Race”. Cuando los amigos se meten en problemas, aparece Giulia Marcovaldo, una joven rebelde además de enconada rival de Visconti, quien les invita a su casa donde vive junto a su padre Massimo, que es un pescador experto. Los tres jóvenes se proponen vencer a Ercole en la nueva competición que está pronta a comenzar, objetivo para el que se asocian como equipo. En paralelo, los padres de Luca ya lo están buscando en la superficie y los dos amigos hacen lo imposible para no revelar su secreto, algo que les dejaría expuestos e indefensos.
Esta nueva fábula de Pixar está conducida por Enrico Casarosa. En varias notas de prensa, el director se ha referido a la historia como algo “profundamente personal”. Es más, menciona que el relato está inspirado en su propia infancia en Génova, Italia, donde el personaje principal es él mismo y Alberto, retrata a su mejor amigo Alberto Surace. “Mis veranos los pasaba en la playa ... Conocí a mi mejor amigo cuando tenía 11 años. Era muy tímido y encontré a este chico alborotador que tenía una vida completamente diferente… Quería hacer una película sobre ese tipo de amistades que te ayudan a crecer “, señala Casarosa.
La cinta es fresca y está llena de colorido. La animación es liviana y jovial, una aventura repleta de giros, con mucho humor y varias situaciones imprevistas. En palabras del mismo director, representa una “celebración de la amistad”, algo que se percibe en todo momento gracias a la vibración de los dos jóvenes protagonistas. Pero el argumento no se reduce solo a aquello. Agrega el encanto de la costa italiana y sus hermosos paisajes, elementos que dan cuenta de la belleza del entorno además de la idiosincracia y costumbres de los habitantes del lugar.
Los lazos formados en la infancia y adolescencia son perdurables, marcan rumbo y en ocasiones definen las personalidades. Por esto, el centro de la historia busca representar aquello en forma de aventura, en un relato vigoroso, entretenido, e italianamente arrebatador.
“Luca” difiere un tanto de lo que tradicionalmente nos ha ofrecido la historia de Pixar. Posee una forma diferente y también busca explorar otras vertientes. Las comparaciones pueden resultar odiosas, por lo que es mejor ingresar a la esencia de esta nueva producción sin ponerla al lado de otras de su tipo. Así podemos disfrutarla mucho más, sobre todo esa aparente sencillez que denota en sus líneas y también la simplicidad que expresa su línea narrativa.
Este estreno animado contiene muchos valores adicionales a la ya mencionada amistad. Se sumerge -literalmente- en la diversidad, en la necesidad de derribar todas aquellas caretas que levantamos para ser aceptados en uno u otro entorno. Habla también de salir de la zona de comodidad, de arriesgar, de soñar, y de liberarse de las ataduras convencionales. Como buena fábula, nos entrega un mensaje de fondo, sustantivo e inequívoco. Lo intenciona, además, transitando por numerosos subtextos presentes en la historia y que hacen referencia a temáticas muy actuales.
Encantadora de comienzo a fin, esta aventura es para reír, conversar y disfrutarla en familia. Además, permite de forma lúdica, abordar varios temas de discusión que son ideales para propiciar ambientes formativos y de sano debate. Esto último constituye una ventaja de las películas animadas actuales, que no son solo un “producto infantil” sino que van más allá, pues incorporan ejes transversales donde los adultos también nos sentimos parte y naturalmente interpelados.
Ficha técnica
Título original: Luca
Año: 2021
Duración: 95 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Pixar Animation Studios, Walt Disney Pictures. Distribuidora: Disney+
Género: Animación. Infantil. Comedia. Fantástico | Infancia. Amistad. Años 50. Cine familiar. Pixar
Guion: Jesse Andrews, Mike Jones
Música: Dan Romer
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Dirección: Enrico Casarosa
Alegre aventura animada sobre la adolescencia, la amistad y ser diferentes.
En el precioso pueblo de Portorosso, ubicado en la Riviera italiana, vive Luca Paguro, un monstruo marino adolescente que se dedica a cuidar peces cabra. Sus padres, Daniela y Lorenzo, no lo dejan explorar los entornos ni menos hurgar en la superficie. Allí están todos los peligros que este joven debe, a toda costa, evitar.
Luca es inquieto y quiere descubrir lo que hay fuera de agua, mas no se atreve. El miedo se apodera de él cada vez que lo intenta y no consigue dar el decisivo paso. Pero un día, otro monstruo adolescente, Alberto Scorfano, lo encuentra cerca de la orilla, lo anima a acompañarlo y ambos salen a la playa. ¡Cuál será la sorpresa de Luca al transformarse en humano en la medida que su cuerpo se seca y luego volver a ser un monstruo cuando se moja! ¡Se descubre viviendo algo increíble!
El joven Paguro alucina con lo que es capaz de hacer y de sentir, pero se entusiasma aún más al encontrar en Alberto un nuevo amigo. Su compañía es entretenida, sus historias llenas de aventuras y un detalle le llama poderosamente la atención: se trata de un cartel que muestra una motocicleta “Vespa”, impulso preciso para que ambos se propongan construir una réplica propia. Alberto y Luca pasan tardes completas conversando y riendo, jugando y soñando. Luca mantiene todo en secreto para no importunar a sus padres, sin embargo ellos obviamente se enteran y deciden que, con la excusa de mantenerlo a salvo, lo enviarán a vivir con Ugo, un hermano de Lorenzo que vive en las profundidades marinas.
Ante tal escenario, Luca se rebela y huye hacia el pueblo de Portorosso junto a Alberto para encontrar una motocicleta de verdad y así viajar por el mundo. A poco andar se topan con Ercole Visconti, altanero y matón, quien posee una hermosa “Vespa” y además es campeón de la “Portorosso Cup Race”. Cuando los amigos se meten en problemas, aparece Giulia Marcovaldo, una joven rebelde además de enconada rival de Visconti, quien les invita a su casa donde vive junto a su padre Massimo, que es un pescador experto. Los tres jóvenes se proponen vencer a Ercole en la nueva competición que está pronta a comenzar, objetivo para el que se asocian como equipo. En paralelo, los padres de Luca ya lo están buscando en la superficie y los dos amigos hacen lo imposible para no revelar su secreto, algo que les dejaría expuestos e indefensos.
Esta nueva fábula de Pixar está conducida por Enrico Casarosa. En varias notas de prensa, el director se ha referido a la historia como algo “profundamente personal”. Es más, menciona que el relato está inspirado en su propia infancia en Génova, Italia, donde el personaje principal es él mismo y Alberto, retrata a su mejor amigo Alberto Surace. “Mis veranos los pasaba en la playa ... Conocí a mi mejor amigo cuando tenía 11 años. Era muy tímido y encontré a este chico alborotador que tenía una vida completamente diferente… Quería hacer una película sobre ese tipo de amistades que te ayudan a crecer “, señala Casarosa.
La cinta es fresca y está llena de colorido. La animación es liviana y jovial, una aventura repleta de giros, con mucho humor y varias situaciones imprevistas. En palabras del mismo director, representa una “celebración de la amistad”, algo que se percibe en todo momento gracias a la vibración de los dos jóvenes protagonistas. Pero el argumento no se reduce solo a aquello. Agrega el encanto de la costa italiana y sus hermosos paisajes, elementos que dan cuenta de la belleza del entorno además de la idiosincracia y costumbres de los habitantes del lugar.
Los lazos formados en la infancia y adolescencia son perdurables, marcan rumbo y en ocasiones definen las personalidades. Por esto, el centro de la historia busca representar aquello en forma de aventura, en un relato vigoroso, entretenido, e italianamente arrebatador.
“Luca” difiere un tanto de lo que tradicionalmente nos ha ofrecido la historia de Pixar. Posee una forma diferente y también busca explorar otras vertientes. Las comparaciones pueden resultar odiosas, por lo que es mejor ingresar a la esencia de esta nueva producción sin ponerla al lado de otras de su tipo. Así podemos disfrutarla mucho más, sobre todo esa aparente sencillez que denota en sus líneas y también la simplicidad que expresa su línea narrativa.
Este estreno animado contiene muchos valores adicionales a la ya mencionada amistad. Se sumerge -literalmente- en la diversidad, en la necesidad de derribar todas aquellas caretas que levantamos para ser aceptados en uno u otro entorno. Habla también de salir de la zona de comodidad, de arriesgar, de soñar, y de liberarse de las ataduras convencionales. Como buena fábula, nos entrega un mensaje de fondo, sustantivo e inequívoco. Lo intenciona, además, transitando por numerosos subtextos presentes en la historia y que hacen referencia a temáticas muy actuales.
Encantadora de comienzo a fin, esta aventura es para reír, conversar y disfrutarla en familia. Además, permite de forma lúdica, abordar varios temas de discusión que son ideales para propiciar ambientes formativos y de sano debate. Esto último constituye una ventaja de las películas animadas actuales, que no son solo un “producto infantil” sino que van más allá, pues incorporan ejes transversales donde los adultos también nos sentimos parte y naturalmente interpelados.
Ficha técnica
Título original: Luca
Año: 2021
Duración: 95 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Pixar Animation Studios, Walt Disney Pictures. Distribuidora: Disney+
Género: Animación. Infantil. Comedia. Fantástico | Infancia. Amistad. Años 50. Cine familiar. Pixar
Guion: Jesse Andrews, Mike Jones
Música: Dan Romer
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Dirección: Enrico Casarosa
lunes, 12 de julio de 2021
Judas y el Mesías Negro
Disponible en Apple TV y www.cinepolisklic.cl
Viene saliendo de la cárcel y le esperan con ansias. Sus seguidores colman el lugar y el líder de las “Panteras Negras” de Illinois hace su entrada. Fred Hampton -Daniel Kaluuya-, está de regreso; es aclamado y vitoreado. Su alocución tiene todos los componentes indispensables; es vibrante, intenso, motivador, imprime energía, vitalidad y además moviliza. Ya estamos en la mitad de la película y la figura de Hampton cobra una altura insospechada.
“Judas y el Mesías Negro”, inspirada en hechos reales, relata la historia de William "Bill" O'Neal -Lakeith Stanfield-, un ladrón de autos al que, tras ser detenido, el agente del FBI Roy Mitchell -Jesse Plemons-, le propone liberar sus cargos si se infiltra en el partido de las “Panteras Negras”. Bill arriesga cárcel por sus delitos por lo que la oferta es tan ventajosa como peligrosa. Se trata de jugar con fuego, poner a prueba su temple, introducirse en un mundo desconocido y aventurar un resultado.
Ya termina la década de 1960 y el activismo por la defensa de los derechos humanos está en ebullición. La persecución y el racismo han cobrado innumerables víctimas y la polarización se percibe cada vez más extrema. Ese es el ambiente que rodea al partido, sueños e ilusiones que emergen vigorosos, confrontaciones no solo ideológicas sino que también físicas, de mediciones de fuerza, ataques violentos, aniquilaciones y destrucción.
Esta cinta dirigida por Shaka King tiene como figura excluyente a Daniel Kaluuya. Recientemente ganador del Óscar al mejor rol de soporte por esta actuación, cabe preguntarse cuál es la diferencia entre el protagonista y el actor secundario. Es tan fuerte la construcción que hace Kaluuya y tan vasta su presencia en pantalla, que es una situación que genera dudas. Formalmente es un rol secundario, no cabe duda, pero en la práctica es él quien soporta gran parte de la tensión que construye el guion de Shaka King y Will Berson.
Los méritos de Daniel Kaluuya saltan a la vista. Él es Fred Hampton, no hay ninguna duda al respecto. Su transformación es absoluta, en cuerpo, voz y alma. Cuesta vislumbrar la cinta sin su presencia. Exuda tanto coraje, aplomo y emoción que parece que dejara la vida en cada secuencia. Se trata de una actuación brillante y sólida, con un vigor que logra, sin ser exagerado -y eso que es muy intenso-, un equilibrio perfecto entre la actuación y la vida del personaje representado.
La película se interna en mundos complejos donde está en juego la lealtad y la traición, la amistad, el interés personal, la conveniencia individual, la pasión activista y también el amor. No es sencillo combinar tantos elementos en un poco más de dos horas. El metraje, siempre con un hilo de tensión intenso, ofrece perspectivas diferentes y sitúa muy cerca a sus protagonistas.
Asimismo, “Judas and the Black Messiah” cuestiona formas y procedimientos. Da cuenta de abusos, aprovechamientos y extorsiones intolerables. ¿Cuál es el fin de la infiltración? ¿Qué se persigue? Tener un informante dentro de la organización puede ser algo deseable pero hay demasiado en juego. ¿Qué hay de la vida de esa persona, el riesgo al que se le somete, las presiones y su absoluta falta de libertad? ¿El fin -dudoso, cuestionable- justifica los medios?
Los planos que abre este relato son diversos. Al final conoceremos más de la historia de Bill y también acerca del legado de Fred Hampton. En ese sentido, este testimonio resulta convincente y también apropiado, porque impulsa a conocer más de cerca la historia. Nos recuerda, una vez más, que el tema sigue presente mientras se mantenga la discriminación, la persecución y el racismo.
Ficha técnica
Título original: Judas and the Black Messiah
Año: 2021
Duración: 126 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Bron Creative, MACRO, Participant Media. Distribuidora: Warner Bros. Brazil, HBO Max
Género: Drama. Thriller | Biográfico. Racismo. Crimen. Años 60. Basado en hechos reales
Guion: Shaka King, Will Berson. Historia: Keith Lucas, Kenneth Lucas, Shaka King, Will Berson
Música: Craig Harris, Mark Isham
Fotografía: Sean Bobbitt
Reparto: Daniel Kaluuya, Lakeith Stanfield, Jesse Plemons, Martin Sheen, Ashton Sanders, Lil Rel Howery, Algee Smith, Jermaine Fowler, Robert Longstreet, Terayle Hill, Dominique Fishback, Nick Fink, Darrell Britt-Gibson
Dirección: Shaka King
Viene saliendo de la cárcel y le esperan con ansias. Sus seguidores colman el lugar y el líder de las “Panteras Negras” de Illinois hace su entrada. Fred Hampton -Daniel Kaluuya-, está de regreso; es aclamado y vitoreado. Su alocución tiene todos los componentes indispensables; es vibrante, intenso, motivador, imprime energía, vitalidad y además moviliza. Ya estamos en la mitad de la película y la figura de Hampton cobra una altura insospechada.
“Judas y el Mesías Negro”, inspirada en hechos reales, relata la historia de William "Bill" O'Neal -Lakeith Stanfield-, un ladrón de autos al que, tras ser detenido, el agente del FBI Roy Mitchell -Jesse Plemons-, le propone liberar sus cargos si se infiltra en el partido de las “Panteras Negras”. Bill arriesga cárcel por sus delitos por lo que la oferta es tan ventajosa como peligrosa. Se trata de jugar con fuego, poner a prueba su temple, introducirse en un mundo desconocido y aventurar un resultado.
Ya termina la década de 1960 y el activismo por la defensa de los derechos humanos está en ebullición. La persecución y el racismo han cobrado innumerables víctimas y la polarización se percibe cada vez más extrema. Ese es el ambiente que rodea al partido, sueños e ilusiones que emergen vigorosos, confrontaciones no solo ideológicas sino que también físicas, de mediciones de fuerza, ataques violentos, aniquilaciones y destrucción.
Esta cinta dirigida por Shaka King tiene como figura excluyente a Daniel Kaluuya. Recientemente ganador del Óscar al mejor rol de soporte por esta actuación, cabe preguntarse cuál es la diferencia entre el protagonista y el actor secundario. Es tan fuerte la construcción que hace Kaluuya y tan vasta su presencia en pantalla, que es una situación que genera dudas. Formalmente es un rol secundario, no cabe duda, pero en la práctica es él quien soporta gran parte de la tensión que construye el guion de Shaka King y Will Berson.
Los méritos de Daniel Kaluuya saltan a la vista. Él es Fred Hampton, no hay ninguna duda al respecto. Su transformación es absoluta, en cuerpo, voz y alma. Cuesta vislumbrar la cinta sin su presencia. Exuda tanto coraje, aplomo y emoción que parece que dejara la vida en cada secuencia. Se trata de una actuación brillante y sólida, con un vigor que logra, sin ser exagerado -y eso que es muy intenso-, un equilibrio perfecto entre la actuación y la vida del personaje representado.
La película se interna en mundos complejos donde está en juego la lealtad y la traición, la amistad, el interés personal, la conveniencia individual, la pasión activista y también el amor. No es sencillo combinar tantos elementos en un poco más de dos horas. El metraje, siempre con un hilo de tensión intenso, ofrece perspectivas diferentes y sitúa muy cerca a sus protagonistas.
Asimismo, “Judas and the Black Messiah” cuestiona formas y procedimientos. Da cuenta de abusos, aprovechamientos y extorsiones intolerables. ¿Cuál es el fin de la infiltración? ¿Qué se persigue? Tener un informante dentro de la organización puede ser algo deseable pero hay demasiado en juego. ¿Qué hay de la vida de esa persona, el riesgo al que se le somete, las presiones y su absoluta falta de libertad? ¿El fin -dudoso, cuestionable- justifica los medios?
Los planos que abre este relato son diversos. Al final conoceremos más de la historia de Bill y también acerca del legado de Fred Hampton. En ese sentido, este testimonio resulta convincente y también apropiado, porque impulsa a conocer más de cerca la historia. Nos recuerda, una vez más, que el tema sigue presente mientras se mantenga la discriminación, la persecución y el racismo.
Ficha técnica
Título original: Judas and the Black Messiah
Año: 2021
Duración: 126 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Bron Creative, MACRO, Participant Media. Distribuidora: Warner Bros. Brazil, HBO Max
Género: Drama. Thriller | Biográfico. Racismo. Crimen. Años 60. Basado en hechos reales
Guion: Shaka King, Will Berson. Historia: Keith Lucas, Kenneth Lucas, Shaka King, Will Berson
Música: Craig Harris, Mark Isham
Fotografía: Sean Bobbitt
Reparto: Daniel Kaluuya, Lakeith Stanfield, Jesse Plemons, Martin Sheen, Ashton Sanders, Lil Rel Howery, Algee Smith, Jermaine Fowler, Robert Longstreet, Terayle Hill, Dominique Fishback, Nick Fink, Darrell Britt-Gibson
Dirección: Shaka King
viernes, 9 de julio de 2021
Ni un paso en falso
Disponible en HBO Max.
Comencemos con algunos datos acerca de la trama. En Detroit, USA, el año 1954, vemos a Curt Goynes -Don Cheadle-, buscando una posibilidad de trabajo. Necesita el dinero porque quiere irse de la ciudad, pero lo que logra encontrar no es algo formal ni refinado, sino que es requerido para llevar a cabo un plan de chantaje que en apariencias se ve sencillo. La misión es robar un documento desde una empresa, acción que pasa por llegar hasta el contador, Matt Wertz -David Harbour-, amenazar a su familia, obligarlo para que abra la caja fuerte, hurtar el sobre, entregarlo, y asunto terminado. Para concretar la maniobra, se le suman otros dos mafiosos de poca monta llamados Ronald Russo -Benicio del Toro-, y Charley -Kieran Culkin-. Los tres van preparados, tienen todo muy claro, pero las cosas, obviamente, no resultan de acuerdo a lo que habían planeado.
¿Qué pasa? Bueno, varias cosas. La caja fuerte está vacía, los papeles que obtienen son falsos, y cada uno recibe diferentes instrucciones respecto de cómo seguir adelante. Curt y Ronald toman conciencia, hay algo raro, los están engañando, por lo que deben, ahora, valerse por sí mismos. Deciden concurrir por su cuenta a recuperar el documento para venderlo al mejor postor. Ronald va con Frank Capelli -Ray Liotta-, el jefe de la mafia que ideó el plan, pero la pirámide no termina con él y tampoco la recompensa ofrecida es el precio real que tiene la información contenida. Deducen que hay gente más arriba y, naturalmente, el valor de lo que poseen es muchísimo más alto.
Convencidos de poder conseguir un mejor postor, siguen adelante y descubren que lo que tienen entre sus manos son los planos de un invento que pondrá de cabeza a la industria automotriz. Mientras las complicaciones aumentan y la escalada de responsables parece infinita, ambos personajes se sumergen en una maraña de líos que resulta ser tan compleja como peligrosa.
Esta nueva película de Steven Soderbergh va de la mano con su estilo. Lo apreciamos, desde las primeras tomas, con desenfoques de fondos y una fotografía con gran angular que distorsiona una parte de cada escena. No es nada de sencilla esta forma de capturar las acciones pero es un detalle que les entrega algo especial. Además, tonos azules y otros amarillos, junto a composiciones anguladas, precisos seguimientos de cámara y ubicaciones desde diferentes planos, dan cuenta de secuencias que atrapan visualmente y en las que nos preguntamos hacia dónde mirar para no perdernos ningún detalle.
Con una forma clásica, la exposición de la cinta -un poco menos del primer tercio- compone el escenario requerido sin apuro alguno. Presenta los personajes principales, prepara cuidadosamente el plan, ejecuta la acción y concluye con un temprano punto de inflexión. Cuando todo va mal, comienza el desarrollo, que se caracteriza por una creciente complejidad en la trama y la aparición de nuevas caras. En esta sección, se van uniendo los pasos y se buscan explicaciones, mientras el metraje avanza raudamente hacia una esperada conclusión -los últimos 30 minutos-, que es abordada con brío y constituye el momento en que el director nos devela algunas sorpresas y el cierre de los temas.
El texto de Ed Solomon compone, sustancialmente, un thriller de mafiosos que nunca pierde intriga, a pesar de lo complejo que puedan resultar sus enredos argumentales. La prestancia de la cinta se encuentra en las actuaciones, con un elenco de lujo que se luce con interpretaciones carismáticas y comprometidas. Don Cheadle y Benicio del Toro logran puntos altos con sus protagónicos, seguidos muy de cerca por resto del equipo, en un trabajo conjunto sólido y afiatado.
“No Sudden Move” es dinámica, tanto en su forma como en su fondo. Cada detalle es captado prolijamente, la filmación es hermosa, la música resulta apropiada y todo se enmarca dentro de una elegante producción. Visualmente placentera, esta película no solo entretiene sino que tiene algunas capas más profundas más allá de su enrevesada superficie. Podemos entrar en ellas o no, aceptar la invitación está en nosotros. Steven Soderbergh lo sabe y nos deja la puerta abierta, con una narrativa interesante, una excelente composición y naturalmente con la reconocida firma de su autor.
Ficha técnica
Título original: No Sudden Move
Año: 2021
Duración: 115 minutos
País: Estados Unidos
Productora: HBO Max, Warner Max. Distribuidora: HBO Max
Género: Thriller. Drama | Crimen. Años 50. Robos & Atracos
Guion: Ed Solomon
Música: David Holmes
Reparto: Don Cheadle, Benicio del Toro, Matt Damon, Jon Hamm, David Harbour, Brendan Fraser, Ray Liotta, Kieran Culkin, Noah Jupe, Julia Fox, Amy Seimetz, Frankie Shaw, Bill Duke, Wayne E. Brown, Roger Petan
Dirección: Steven Soderbergh
Comencemos con algunos datos acerca de la trama. En Detroit, USA, el año 1954, vemos a Curt Goynes -Don Cheadle-, buscando una posibilidad de trabajo. Necesita el dinero porque quiere irse de la ciudad, pero lo que logra encontrar no es algo formal ni refinado, sino que es requerido para llevar a cabo un plan de chantaje que en apariencias se ve sencillo. La misión es robar un documento desde una empresa, acción que pasa por llegar hasta el contador, Matt Wertz -David Harbour-, amenazar a su familia, obligarlo para que abra la caja fuerte, hurtar el sobre, entregarlo, y asunto terminado. Para concretar la maniobra, se le suman otros dos mafiosos de poca monta llamados Ronald Russo -Benicio del Toro-, y Charley -Kieran Culkin-. Los tres van preparados, tienen todo muy claro, pero las cosas, obviamente, no resultan de acuerdo a lo que habían planeado.
¿Qué pasa? Bueno, varias cosas. La caja fuerte está vacía, los papeles que obtienen son falsos, y cada uno recibe diferentes instrucciones respecto de cómo seguir adelante. Curt y Ronald toman conciencia, hay algo raro, los están engañando, por lo que deben, ahora, valerse por sí mismos. Deciden concurrir por su cuenta a recuperar el documento para venderlo al mejor postor. Ronald va con Frank Capelli -Ray Liotta-, el jefe de la mafia que ideó el plan, pero la pirámide no termina con él y tampoco la recompensa ofrecida es el precio real que tiene la información contenida. Deducen que hay gente más arriba y, naturalmente, el valor de lo que poseen es muchísimo más alto.
Convencidos de poder conseguir un mejor postor, siguen adelante y descubren que lo que tienen entre sus manos son los planos de un invento que pondrá de cabeza a la industria automotriz. Mientras las complicaciones aumentan y la escalada de responsables parece infinita, ambos personajes se sumergen en una maraña de líos que resulta ser tan compleja como peligrosa.
Esta nueva película de Steven Soderbergh va de la mano con su estilo. Lo apreciamos, desde las primeras tomas, con desenfoques de fondos y una fotografía con gran angular que distorsiona una parte de cada escena. No es nada de sencilla esta forma de capturar las acciones pero es un detalle que les entrega algo especial. Además, tonos azules y otros amarillos, junto a composiciones anguladas, precisos seguimientos de cámara y ubicaciones desde diferentes planos, dan cuenta de secuencias que atrapan visualmente y en las que nos preguntamos hacia dónde mirar para no perdernos ningún detalle.
Con una forma clásica, la exposición de la cinta -un poco menos del primer tercio- compone el escenario requerido sin apuro alguno. Presenta los personajes principales, prepara cuidadosamente el plan, ejecuta la acción y concluye con un temprano punto de inflexión. Cuando todo va mal, comienza el desarrollo, que se caracteriza por una creciente complejidad en la trama y la aparición de nuevas caras. En esta sección, se van uniendo los pasos y se buscan explicaciones, mientras el metraje avanza raudamente hacia una esperada conclusión -los últimos 30 minutos-, que es abordada con brío y constituye el momento en que el director nos devela algunas sorpresas y el cierre de los temas.
El texto de Ed Solomon compone, sustancialmente, un thriller de mafiosos que nunca pierde intriga, a pesar de lo complejo que puedan resultar sus enredos argumentales. La prestancia de la cinta se encuentra en las actuaciones, con un elenco de lujo que se luce con interpretaciones carismáticas y comprometidas. Don Cheadle y Benicio del Toro logran puntos altos con sus protagónicos, seguidos muy de cerca por resto del equipo, en un trabajo conjunto sólido y afiatado.
“No Sudden Move” es dinámica, tanto en su forma como en su fondo. Cada detalle es captado prolijamente, la filmación es hermosa, la música resulta apropiada y todo se enmarca dentro de una elegante producción. Visualmente placentera, esta película no solo entretiene sino que tiene algunas capas más profundas más allá de su enrevesada superficie. Podemos entrar en ellas o no, aceptar la invitación está en nosotros. Steven Soderbergh lo sabe y nos deja la puerta abierta, con una narrativa interesante, una excelente composición y naturalmente con la reconocida firma de su autor.
Ficha técnica
Título original: No Sudden Move
Año: 2021
Duración: 115 minutos
País: Estados Unidos
Productora: HBO Max, Warner Max. Distribuidora: HBO Max
Género: Thriller. Drama | Crimen. Años 50. Robos & Atracos
Guion: Ed Solomon
Música: David Holmes
Reparto: Don Cheadle, Benicio del Toro, Matt Damon, Jon Hamm, David Harbour, Brendan Fraser, Ray Liotta, Kieran Culkin, Noah Jupe, Julia Fox, Amy Seimetz, Frankie Shaw, Bill Duke, Wayne E. Brown, Roger Petan
Dirección: Steven Soderbergh
miércoles, 7 de julio de 2021
Noches Mágicas
Disponible en Cinemark.cl
Corre el año 1990 y nos encontramos en las fases decisivas del Mundial de Fútbol de Italia. Esa noche, 3 de Julio, es la semifinal entre los locales y Argentina, por lo que el partido concentra toda la atención deportiva y también social. El hecho es que un accidente automovilístico ocurre justo cuando termina la tanda de penales, en el mismo momento en que Italia es eliminada y Argentina accede a la final. Un auto se desbarranca y cae al Río Tiber, algo curioso, además, porque encuentran muerto al afamado productor de cine Leandro Saponaro -Giancarlo Giannini-, quien no sabe manejar.
Tres son los sospechosos del asesinato y la acción se remonta un mes antes para, desde allí, comenzar a armar el puzzle. Entonces conoceremos a Eugenia Malaspina -Irene Vetere-, Antonino Scordia -Mauro Lamantia-, y Luciano Ambrogi -Giovanni Toscano-, tres finalistas de un concurso de guionistas, quienes poco tienen en común salvo su pasión por las letras. De pronto entraremos al interior del mundo del cine, con todos sus vericuetos, dado que los tres jóvenes permanecerán unidos por las circunstancias.
Las promesas de éxito que recibirá Antonino, las frustraciones de Eugenia y la arrebatadora vitalidad de Luciano, llenarán la pantalla de situaciones que alternarán el drama con la comedia. Los tres aspirarán a destacarse, cada uno con sus herramientas, pero de muy diferentes maneras. Veremos su acelerado deambular, la ilusión, juventud y ambición, que chocará de frente con la vejez, el ocaso y el derrumbe de la época dorada del cine italiano.
Esta nueva apuesta del director Paolo Virzì resulta interesante. A través de la construcción de una sátira acerca de personajes y ambientes, junto a una pulcra descripción de costumbres y vida social, Virzì homenajea una época añorada. Hay muchísimas referencias, indirectas y también directas, a grandes figuras, a grandes nombres del cine y también a muchos que han permanecido ocultos o en un sigiloso segundo plano.
El guion de Francesco Piccolo, Francesca Archibugi, y del mismo Virzì, avanza intrépido, con buen ritmo y sin pausa, para hacernos parte del submundo de la creación de historias, de la realización cinematográfica, de las relaciones de poder, los abusos, contactos, amistades y contratos, un espacio que pocas veces se explora en pantalla porque se encuentra en la intimidad de la misma producción. Y lo hace con cierta delicadeza, siempre en modo lúdico, con abundantes guiños dentro de los que se destacan el rodaje de la última escena de “La voz de la luna”, de Federico Fellini, un entre sombras de Marcelo Mastroianni llorando por el abandono de la Deneuve, y un cameo de Ornella Muti, tan burdo como innecesario.
El cine es así, realidad, invento, producción y ambiente; magia pura. Paolo Virzì lo entiende como pocos, porque en sus películas todos estos los elementos se mezclan hasta confundirse. “Noches Mágicas” tampoco lo rehuye, porque en casi dos horas nos pasea por diferentes emociones robándonos más de una sonrisa y nos distrae con una historia brava, de hilos complejos, cuerdas tensas y profunda humanidad, en la que no podemos pestañear por miedo a perdernos un detalle, a través de una realización que imprime vértigo y se sostiene permanentemente al borde de su propia cornisa.
Ficha técnica
Título original: Notti magiche
Año: 2018
Duración: 110 minutos
País: Italia
Productora: Lotus Productions, RAI, 3 Marys Entertainment
Género: Comedia. Intriga | Años 90. Comedia negra
Guion: Francesco Piccolo, Francesca Archibugi, Paolo Virzì
Música: Carlo Virzì
Fotografía: Vladan Radovic
Reparto: Mauro Lamantia, Giovanni Toscano, Irene Vetere, Giancarlo Giannini, Roberto Herlitzka, Paolo Bonacelli, Ornella Muti, Marina Rocco, Andrea Roncato, Giulio Scarpati, Emanuele Salce, Giulio Berruti, Ludovica Modugno
Dirección: Paolo Virzì
Corre el año 1990 y nos encontramos en las fases decisivas del Mundial de Fútbol de Italia. Esa noche, 3 de Julio, es la semifinal entre los locales y Argentina, por lo que el partido concentra toda la atención deportiva y también social. El hecho es que un accidente automovilístico ocurre justo cuando termina la tanda de penales, en el mismo momento en que Italia es eliminada y Argentina accede a la final. Un auto se desbarranca y cae al Río Tiber, algo curioso, además, porque encuentran muerto al afamado productor de cine Leandro Saponaro -Giancarlo Giannini-, quien no sabe manejar.
Tres son los sospechosos del asesinato y la acción se remonta un mes antes para, desde allí, comenzar a armar el puzzle. Entonces conoceremos a Eugenia Malaspina -Irene Vetere-, Antonino Scordia -Mauro Lamantia-, y Luciano Ambrogi -Giovanni Toscano-, tres finalistas de un concurso de guionistas, quienes poco tienen en común salvo su pasión por las letras. De pronto entraremos al interior del mundo del cine, con todos sus vericuetos, dado que los tres jóvenes permanecerán unidos por las circunstancias.
Las promesas de éxito que recibirá Antonino, las frustraciones de Eugenia y la arrebatadora vitalidad de Luciano, llenarán la pantalla de situaciones que alternarán el drama con la comedia. Los tres aspirarán a destacarse, cada uno con sus herramientas, pero de muy diferentes maneras. Veremos su acelerado deambular, la ilusión, juventud y ambición, que chocará de frente con la vejez, el ocaso y el derrumbe de la época dorada del cine italiano.
Esta nueva apuesta del director Paolo Virzì resulta interesante. A través de la construcción de una sátira acerca de personajes y ambientes, junto a una pulcra descripción de costumbres y vida social, Virzì homenajea una época añorada. Hay muchísimas referencias, indirectas y también directas, a grandes figuras, a grandes nombres del cine y también a muchos que han permanecido ocultos o en un sigiloso segundo plano.
El guion de Francesco Piccolo, Francesca Archibugi, y del mismo Virzì, avanza intrépido, con buen ritmo y sin pausa, para hacernos parte del submundo de la creación de historias, de la realización cinematográfica, de las relaciones de poder, los abusos, contactos, amistades y contratos, un espacio que pocas veces se explora en pantalla porque se encuentra en la intimidad de la misma producción. Y lo hace con cierta delicadeza, siempre en modo lúdico, con abundantes guiños dentro de los que se destacan el rodaje de la última escena de “La voz de la luna”, de Federico Fellini, un entre sombras de Marcelo Mastroianni llorando por el abandono de la Deneuve, y un cameo de Ornella Muti, tan burdo como innecesario.
El cine es así, realidad, invento, producción y ambiente; magia pura. Paolo Virzì lo entiende como pocos, porque en sus películas todos estos los elementos se mezclan hasta confundirse. “Noches Mágicas” tampoco lo rehuye, porque en casi dos horas nos pasea por diferentes emociones robándonos más de una sonrisa y nos distrae con una historia brava, de hilos complejos, cuerdas tensas y profunda humanidad, en la que no podemos pestañear por miedo a perdernos un detalle, a través de una realización que imprime vértigo y se sostiene permanentemente al borde de su propia cornisa.
Ficha técnica
Título original: Notti magiche
Año: 2018
Duración: 110 minutos
País: Italia
Productora: Lotus Productions, RAI, 3 Marys Entertainment
Género: Comedia. Intriga | Años 90. Comedia negra
Guion: Francesco Piccolo, Francesca Archibugi, Paolo Virzì
Música: Carlo Virzì
Fotografía: Vladan Radovic
Reparto: Mauro Lamantia, Giovanni Toscano, Irene Vetere, Giancarlo Giannini, Roberto Herlitzka, Paolo Bonacelli, Ornella Muti, Marina Rocco, Andrea Roncato, Giulio Scarpati, Emanuele Salce, Giulio Berruti, Ludovica Modugno
Dirección: Paolo Virzì
lunes, 5 de julio de 2021
Xtremo
Disponible en Netflix.
Esta película nace de una idea de Teo García, actor y especialista de artes marciales, quien interpreta a Max, sicario que trabaja para Ricardo -Juan Diego-, jefe de la mafia local. Junto a los hijos del veterano líder, Lucero -Óscar Jaenada-, y María -Andrea Duro-, se encargan de los trabajos sucios que requiere el negocio, pero Max quiere retirarse de esta vida para irse con su hijo Ander -Joel Bramona-, lejos de Barcelona.
Un último trabajo antes de un robusto Cónclave criminal en la ciudad catalana, devela los verdaderos planes de Lucero que significan borrar del mapa al jefe colombiano, pero también a su padre y a su familia, con la colaboración de dos de sus más cercanos secuaces, Finito -Sergio Peris-Mencheta-, y Chul Moo -Alberto Jo Lee-.
Por supuesto, los planes parecen resultar pero algo no sale según lo previsto. Esto permite que Max siga vivo y junto a María -que resulta ser hija adoptiva de Ricardo-, se oculten por dos años y construyan un plan minucioso para cobrar venganza.
Cuando está por llegar el momento tan ansiado, aparece en escena Leo -Óscar Casas-, un joven que trafica drogas y que por su impulsividad se mete en problemas. Max decide protegerlo, aún cuando pone en riesgo el objetivo final, tal vez porque le recuerda a su hijo o bien como signo de su propia debilidad.
Dirigida por Daniel Benmayor y con guion de Iván Ledesma, esta película me recuerda una vieja sentencia de la televisión local que señala que lo que en realidad vemos es publicidad intercalada con breves minutos del programa en cuestión. Y hace sentido, porque en esta cinta lo que vemos son amplias escenas de acción y violencia intercaladas con breves momentos de diálogo o atisbos lejanos de emoción. El relato es claro, prima la habilidad en las artes marciales, las peleas, los disparos, los azotes y la cadena interminable de muertos tras un copioso regado de sangre.
Lo que hace interesante a este trabajo es que es honesto en su premisa. No pretende ser una historia profunda, menos conmover y menos interpelar. Su objetivo es entretener y que sus casi dos horas de duración nos desconecten de todo. Y vaya que lo logra, porque las coreografías son muy buenas y las escenas violentas tienen un realismo que impacta sin llegar a ser chocante.
Siempre me he preguntado en este género el por qué a los protagonistas los atacan de a uno en uno, en secuencia. Es decir, la masa nunca se les tira encima, sino que cada uno espera su turno para atacar y ser liquidado por el protagonista de la película. Es una fórmula clásica que no tiene fundamento real pero funciona, a tal punto que en esta oportunidad, y en más de una ocasión, arrebata escuetas risas por la forma en que terminan algunos de los impulsivos desafiantes.
Volviendo al relato, Benmayor hace un buen trabajo, de oficio. Los actores se lucen en las luchas cuerpo a cuerpo y el ritmo es frenético, siempre que la acción esté presente en la pantalla. Teo García es una rara mezcla de Bruce Lee, con Terminator, Rocky, y muchos otros, pero sale airoso del desafío porque imprime a su personaje algunos rasgos particulares, básicamente referidos a la interacción con María y especialmente en lo que emerge en su relación con Leo. Y ojo con este último, su soltura y desparpajo alivianan las escenas en que participa con frescura y simpatía.
Para el final solo una mención. Sugiero mirar con detenimiento a dos actores que logran desprenderse de sus roles de otras cintas, Óscar Jaenada -de la serie “Luis Miguel”- y Luis Zahera -“Vivir sin permiso”-. Sus papeles en esta película hablan muy bien de sus dotes actorales y de una capacidad de mutación admirable, algo que lamentablemente vemos cada vez menos en los tiempos actuales.
Ficha técnica
Título original: Xtremo
Año: 2021
Duración: 111 minutos
País: España
Productora: Showrunner Films. Distribuidora: Netflix
Género: Thriller. Acción | Artes marciales. Venganza
Guion: Iván Ledesma. Historia: Teo García, Genaro Rodríguez
Música: Lucas Vidal
Fotografía: Juan Miguel Azpiroz
Reparto: Teo García, Óscar Jaenada, Óscar Casas, Andrea Duro, Juan Diego, Alberto Jo Lee, Sergio Peris-Mencheta, Luis Zahera, Nao Albet, Jose Álvarez-Boze, Isa Montalbán, Iván Valentín, César Bandera
Dirección: Daniel Benmayor
Esta película nace de una idea de Teo García, actor y especialista de artes marciales, quien interpreta a Max, sicario que trabaja para Ricardo -Juan Diego-, jefe de la mafia local. Junto a los hijos del veterano líder, Lucero -Óscar Jaenada-, y María -Andrea Duro-, se encargan de los trabajos sucios que requiere el negocio, pero Max quiere retirarse de esta vida para irse con su hijo Ander -Joel Bramona-, lejos de Barcelona.
Un último trabajo antes de un robusto Cónclave criminal en la ciudad catalana, devela los verdaderos planes de Lucero que significan borrar del mapa al jefe colombiano, pero también a su padre y a su familia, con la colaboración de dos de sus más cercanos secuaces, Finito -Sergio Peris-Mencheta-, y Chul Moo -Alberto Jo Lee-.
Por supuesto, los planes parecen resultar pero algo no sale según lo previsto. Esto permite que Max siga vivo y junto a María -que resulta ser hija adoptiva de Ricardo-, se oculten por dos años y construyan un plan minucioso para cobrar venganza.
Cuando está por llegar el momento tan ansiado, aparece en escena Leo -Óscar Casas-, un joven que trafica drogas y que por su impulsividad se mete en problemas. Max decide protegerlo, aún cuando pone en riesgo el objetivo final, tal vez porque le recuerda a su hijo o bien como signo de su propia debilidad.
Dirigida por Daniel Benmayor y con guion de Iván Ledesma, esta película me recuerda una vieja sentencia de la televisión local que señala que lo que en realidad vemos es publicidad intercalada con breves minutos del programa en cuestión. Y hace sentido, porque en esta cinta lo que vemos son amplias escenas de acción y violencia intercaladas con breves momentos de diálogo o atisbos lejanos de emoción. El relato es claro, prima la habilidad en las artes marciales, las peleas, los disparos, los azotes y la cadena interminable de muertos tras un copioso regado de sangre.
Lo que hace interesante a este trabajo es que es honesto en su premisa. No pretende ser una historia profunda, menos conmover y menos interpelar. Su objetivo es entretener y que sus casi dos horas de duración nos desconecten de todo. Y vaya que lo logra, porque las coreografías son muy buenas y las escenas violentas tienen un realismo que impacta sin llegar a ser chocante.
Siempre me he preguntado en este género el por qué a los protagonistas los atacan de a uno en uno, en secuencia. Es decir, la masa nunca se les tira encima, sino que cada uno espera su turno para atacar y ser liquidado por el protagonista de la película. Es una fórmula clásica que no tiene fundamento real pero funciona, a tal punto que en esta oportunidad, y en más de una ocasión, arrebata escuetas risas por la forma en que terminan algunos de los impulsivos desafiantes.
Volviendo al relato, Benmayor hace un buen trabajo, de oficio. Los actores se lucen en las luchas cuerpo a cuerpo y el ritmo es frenético, siempre que la acción esté presente en la pantalla. Teo García es una rara mezcla de Bruce Lee, con Terminator, Rocky, y muchos otros, pero sale airoso del desafío porque imprime a su personaje algunos rasgos particulares, básicamente referidos a la interacción con María y especialmente en lo que emerge en su relación con Leo. Y ojo con este último, su soltura y desparpajo alivianan las escenas en que participa con frescura y simpatía.
Para el final solo una mención. Sugiero mirar con detenimiento a dos actores que logran desprenderse de sus roles de otras cintas, Óscar Jaenada -de la serie “Luis Miguel”- y Luis Zahera -“Vivir sin permiso”-. Sus papeles en esta película hablan muy bien de sus dotes actorales y de una capacidad de mutación admirable, algo que lamentablemente vemos cada vez menos en los tiempos actuales.
Ficha técnica
Título original: Xtremo
Año: 2021
Duración: 111 minutos
País: España
Productora: Showrunner Films. Distribuidora: Netflix
Género: Thriller. Acción | Artes marciales. Venganza
Guion: Iván Ledesma. Historia: Teo García, Genaro Rodríguez
Música: Lucas Vidal
Fotografía: Juan Miguel Azpiroz
Reparto: Teo García, Óscar Jaenada, Óscar Casas, Andrea Duro, Juan Diego, Alberto Jo Lee, Sergio Peris-Mencheta, Luis Zahera, Nao Albet, Jose Álvarez-Boze, Isa Montalbán, Iván Valentín, César Bandera
Dirección: Daniel Benmayor
viernes, 2 de julio de 2021
El Protector
Disponible en Cinemark.cl
La acción transcurre en la frontera. Rosa y su hijo Miguel -Jacob Perez-, huyen desde México escapando de un cartel de drogas, luchan desesperadamente por salvar sus vidas y el cruce representa su inminente salvación. Al otro lado, en Estados Unidos, Jim Hanson -Liam Neeson-, un granjero veterano de Vietnam, angustiado por la pérdida reciente de su esposa y agobiado por las deudas bancarias que amenazan con el remate de sus terrenos, mantiene a duras penas su propiedad.
Hanson recorre el perímetro y ayuda a denunciar los pasos de ilegales, sin embargo cuando se encuentra con Rosa y Miguel, al borde de la reja divisoria, se produce un enfrentamiento con los narcos. Su líder, Mauricio -Juan Pablo Raba-, ve a su hermano abatido y logra herir gravemente a la mujer inmigrante. Ante esas circunstancias, y sabiendo que pronto va a morir, Rosa le ruega a Jim que lleve a su hijo a Chicago a la casa de unos parientes.
Nuestro protagonista no quiere más problemas de los que ya tiene por lo que entrega a Miguel a la patrulla fronteriza, sin embargo observa que el cartel sigue de cerca todos sus pasos. Entonces, decide cambiar de estrategia; se lleva a Miguel y emprende con él la ruta hacia Chicago por un camino tortuoso, lleno de inconvenientes.
Esta película dirigida por Robert Lorenz es lineal y completamente anticipable. Se cocina a fuego lento y no aporta mayores sorpresas. Quizás la interrogante que adquiere más fuerza se refiere a la razón que tiene Hanson para cumplir con el encargo de Rosa. ¿Por qué? No es solo porque se lo pide esta madre moribunda: él no se lo promete y tampoco lo acepta; entonces, ¿por qué lo hace?
Jim Hanson es viudo, está afligido y devastado. No tiene esperanzas y tampoco perspectivas, solo tiene recuerdos y es incapaz de ver un futuro, sin embargo como ex marine, es leal y es un hombre de palabra. Ha sufrido mucho y conoce el rigor, por lo que cuando toma una decisión, no claudica hasta conseguir lo que se propone. Tal vez allí hay una pista, pero no es solo eso.
La primera decisión que toma Hanson es seguir el proceso normal de las cosas. No en vano, la agente de la patrulla fronteriza Sarah Pennington -Katheryn Winnick-, su hijastra, le pide que no interfiera en el asunto. Pero el tema no es tan simple, porque Miguel está en peligro, tanto si lo deportan como si permiten que se quede en la frontera. El cambio de planes, entonces, es para defender a este menor que le despierta compasión. Tenemos otra pista, pero aún así, no se completa la oración.
El tercer elemento que incide en el comportamiento del protagonista, y tal vez el más importante, tiene que ver con la relación que surge entre ambos; se van acercando, se van conociendo y respetando lentamente. Emerge esa figura paterna que vela por el cuidado y protección, esa guía donde el cariño se transforma en donación. Entonces hay un punto en el que Jim toma la decisión de ayudar a Miguel aunque sacrifique lo poco y nada que aún le queda.
Esta aventura -semi de acción, porque su recorrer es lento, pausado y solo al final se apura un poco-, reviste una implacable persecución y presenta situaciones tan extrañas como inverosímiles. No importa, podemos otorgarle el favor. Además, Neeson ya no es el héroe de acción robusto de los últimos años, algo que él parece comprender. Sus papeles están en plena mutación hacia un estilo diferente, más humano, más comprensivo y que de a poco deja en el recuerdo la vitalidad de antaño.
A pesar de sí misma, “The Marksman”, supera obstáculos y logra entretener pese a su carencia de tensión en numerosos pasajes. Claramente no es una cinta destinada al recuerdo ni tampoco para renovar la buena estrella de su protagonista. Tal vez es solo una más, pero al menos le alcanza para cumplir su objetivo, mirar el tema de la inmigración desde otra perspectiva y entregar un producto compacto y correctamente desarrollado.
Ficha técnica
Título original: The Marksman
Año: 2021
Duración: 108 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Voltage Pictures, Sculptor Media, Zero Gravity Management.
La acción transcurre en la frontera. Rosa y su hijo Miguel -Jacob Perez-, huyen desde México escapando de un cartel de drogas, luchan desesperadamente por salvar sus vidas y el cruce representa su inminente salvación. Al otro lado, en Estados Unidos, Jim Hanson -Liam Neeson-, un granjero veterano de Vietnam, angustiado por la pérdida reciente de su esposa y agobiado por las deudas bancarias que amenazan con el remate de sus terrenos, mantiene a duras penas su propiedad.
Hanson recorre el perímetro y ayuda a denunciar los pasos de ilegales, sin embargo cuando se encuentra con Rosa y Miguel, al borde de la reja divisoria, se produce un enfrentamiento con los narcos. Su líder, Mauricio -Juan Pablo Raba-, ve a su hermano abatido y logra herir gravemente a la mujer inmigrante. Ante esas circunstancias, y sabiendo que pronto va a morir, Rosa le ruega a Jim que lleve a su hijo a Chicago a la casa de unos parientes.
Nuestro protagonista no quiere más problemas de los que ya tiene por lo que entrega a Miguel a la patrulla fronteriza, sin embargo observa que el cartel sigue de cerca todos sus pasos. Entonces, decide cambiar de estrategia; se lleva a Miguel y emprende con él la ruta hacia Chicago por un camino tortuoso, lleno de inconvenientes.
Esta película dirigida por Robert Lorenz es lineal y completamente anticipable. Se cocina a fuego lento y no aporta mayores sorpresas. Quizás la interrogante que adquiere más fuerza se refiere a la razón que tiene Hanson para cumplir con el encargo de Rosa. ¿Por qué? No es solo porque se lo pide esta madre moribunda: él no se lo promete y tampoco lo acepta; entonces, ¿por qué lo hace?
Jim Hanson es viudo, está afligido y devastado. No tiene esperanzas y tampoco perspectivas, solo tiene recuerdos y es incapaz de ver un futuro, sin embargo como ex marine, es leal y es un hombre de palabra. Ha sufrido mucho y conoce el rigor, por lo que cuando toma una decisión, no claudica hasta conseguir lo que se propone. Tal vez allí hay una pista, pero no es solo eso.
La primera decisión que toma Hanson es seguir el proceso normal de las cosas. No en vano, la agente de la patrulla fronteriza Sarah Pennington -Katheryn Winnick-, su hijastra, le pide que no interfiera en el asunto. Pero el tema no es tan simple, porque Miguel está en peligro, tanto si lo deportan como si permiten que se quede en la frontera. El cambio de planes, entonces, es para defender a este menor que le despierta compasión. Tenemos otra pista, pero aún así, no se completa la oración.
El tercer elemento que incide en el comportamiento del protagonista, y tal vez el más importante, tiene que ver con la relación que surge entre ambos; se van acercando, se van conociendo y respetando lentamente. Emerge esa figura paterna que vela por el cuidado y protección, esa guía donde el cariño se transforma en donación. Entonces hay un punto en el que Jim toma la decisión de ayudar a Miguel aunque sacrifique lo poco y nada que aún le queda.
Esta aventura -semi de acción, porque su recorrer es lento, pausado y solo al final se apura un poco-, reviste una implacable persecución y presenta situaciones tan extrañas como inverosímiles. No importa, podemos otorgarle el favor. Además, Neeson ya no es el héroe de acción robusto de los últimos años, algo que él parece comprender. Sus papeles están en plena mutación hacia un estilo diferente, más humano, más comprensivo y que de a poco deja en el recuerdo la vitalidad de antaño.
A pesar de sí misma, “The Marksman”, supera obstáculos y logra entretener pese a su carencia de tensión en numerosos pasajes. Claramente no es una cinta destinada al recuerdo ni tampoco para renovar la buena estrella de su protagonista. Tal vez es solo una más, pero al menos le alcanza para cumplir su objetivo, mirar el tema de la inmigración desde otra perspectiva y entregar un producto compacto y correctamente desarrollado.
Ficha técnica
Título original: The Marksman
Año: 2021
Duración: 108 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Voltage Pictures, Sculptor Media, Zero Gravity Management.
Distribuidora: GEM Entertainment, Open Road Films
Género: Thriller. Acción
Guion: Chris Charles, Danny Kravitz, Robert Lorenz
Música: Sean Callery
Fotografía: Mark Patten
Reparto: Liam Neeson, Katheryn Winnick, Teresa Ruiz, Juan Pablo Raba, Dylan Kenin, Luce Rains, Jacob Perez, Dominic Cancelliere, Chase Mullins, Alex Knight, Ming Wang, Grayson Berry, Kellen Boyle, ver 15 más
Dirección: Robert Lorenz
Género: Thriller. Acción
Guion: Chris Charles, Danny Kravitz, Robert Lorenz
Música: Sean Callery
Fotografía: Mark Patten
Reparto: Liam Neeson, Katheryn Winnick, Teresa Ruiz, Juan Pablo Raba, Dylan Kenin, Luce Rains, Jacob Perez, Dominic Cancelliere, Chase Mullins, Alex Knight, Ming Wang, Grayson Berry, Kellen Boyle, ver 15 más
Dirección: Robert Lorenz
jueves, 1 de julio de 2021
Blind Date
Disponible en Netflix.
Machine -Mélanie Bernier-, se prepara sin muchas ganas para un prominente concurso de piano. Machin -Clovis Cornillac-, se aísla para poder inventar juegos y acertijos con la minuciosidad de un relojero. Ambos se encuentran separados por una pared. Ella no soporta los ruidos, él necesita silencio; ella debe practicar muchas horas al piano, él requiere concentración. El tabique que divide sus departamentos no cumple su función de evitar los ruidos y todo lo que ocurre en un lado se siente, y con lujo de detalles, en el otro. ¿Qué se puede hacer?
Primero, tratan de anularse mutuamente y, por supuesto, fracasan. Los decibeles suben pero no hay caso, sin ganadores ni vencidos. Entonces surge la tregua, un intento por coordinar períodos de uso del espacio sonoro. Algo mejora la relación entre estos vecinos pero no del todo, aunque surge algo mágico y encantador ya que se descubren “viviendo juntos” sin jamás haberse visto. Ni Charlotte, la hermana de Machine, ni Artus, el mejor amigo de Machin, dan crédito a lo que sucede al interior de esos dos departamentos, pero que esto es real, es real.
Dirigida por el propio Clovis Cornillac, esta cinta envuelve una premisa interesante que es desarrollada en forma ágil y sin demasiados aspavientos. Predecible en todos sus aspectos, “Un poco, mucho, a ciegas” -la traducción de su título original- funciona gracias a la simpatía de sus actores y a una composición más cercana al teatro que a la gran pantalla. Es justamente por esa sencillez que se deja ver y porque, además, nos entrega una sensación de frescura en 90 minutos honestos, livianos, sin muchas aspiraciones y mayormente entretenidos.
Ficha técnica
Título original: Un peu, beaucoup, aveuglément!
Año: 2015
Duración: 90 minutos
País: Francia
Productora: Cine Nomine, Fait Play, Vamonos Films, Fait Play, Vamonos Films, Canal+, Chaocorp production, Monkey Pack Films, TMC, Orange Studio, Sofica Manon 5, Indéfilms 3, SofiTVciné 2
Género: Comedia
Guion: Lilou Fogli, Clovis Cornillac, Tristan Schulmann, Mathieu Oullion
Música: Guillaume Roussel
Fotografía: Thierry Pouget
Reparto: Mélanie Bernier, Clovis Cornillac, Lilou Fogli, Philippe Duquesne, Gregoire Oestermann, Oscar Copp, Boris Terral, Manu Payet, Arnaud Lechien, Stefan Godin, Harrison Arevalo, Olivier Bouana, Rudy Milstein, Claude Evrard, Sophie Le Tellier
Dirección: Clovis Cornillac
Machine -Mélanie Bernier-, se prepara sin muchas ganas para un prominente concurso de piano. Machin -Clovis Cornillac-, se aísla para poder inventar juegos y acertijos con la minuciosidad de un relojero. Ambos se encuentran separados por una pared. Ella no soporta los ruidos, él necesita silencio; ella debe practicar muchas horas al piano, él requiere concentración. El tabique que divide sus departamentos no cumple su función de evitar los ruidos y todo lo que ocurre en un lado se siente, y con lujo de detalles, en el otro. ¿Qué se puede hacer?
Primero, tratan de anularse mutuamente y, por supuesto, fracasan. Los decibeles suben pero no hay caso, sin ganadores ni vencidos. Entonces surge la tregua, un intento por coordinar períodos de uso del espacio sonoro. Algo mejora la relación entre estos vecinos pero no del todo, aunque surge algo mágico y encantador ya que se descubren “viviendo juntos” sin jamás haberse visto. Ni Charlotte, la hermana de Machine, ni Artus, el mejor amigo de Machin, dan crédito a lo que sucede al interior de esos dos departamentos, pero que esto es real, es real.
Dirigida por el propio Clovis Cornillac, esta cinta envuelve una premisa interesante que es desarrollada en forma ágil y sin demasiados aspavientos. Predecible en todos sus aspectos, “Un poco, mucho, a ciegas” -la traducción de su título original- funciona gracias a la simpatía de sus actores y a una composición más cercana al teatro que a la gran pantalla. Es justamente por esa sencillez que se deja ver y porque, además, nos entrega una sensación de frescura en 90 minutos honestos, livianos, sin muchas aspiraciones y mayormente entretenidos.
Ficha técnica
Título original: Un peu, beaucoup, aveuglément!
Año: 2015
Duración: 90 minutos
País: Francia
Productora: Cine Nomine, Fait Play, Vamonos Films, Fait Play, Vamonos Films, Canal+, Chaocorp production, Monkey Pack Films, TMC, Orange Studio, Sofica Manon 5, Indéfilms 3, SofiTVciné 2
Género: Comedia
Guion: Lilou Fogli, Clovis Cornillac, Tristan Schulmann, Mathieu Oullion
Música: Guillaume Roussel
Fotografía: Thierry Pouget
Reparto: Mélanie Bernier, Clovis Cornillac, Lilou Fogli, Philippe Duquesne, Gregoire Oestermann, Oscar Copp, Boris Terral, Manu Payet, Arnaud Lechien, Stefan Godin, Harrison Arevalo, Olivier Bouana, Rudy Milstein, Claude Evrard, Sophie Le Tellier
Dirección: Clovis Cornillac
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