Disponible en Cinemark.cl
Se anuncia un diluvio para nochebuena. La recomendación es no salir de casa y resguardarse, para así evitar contratiempos y accidentes. Pero para Chen, un médico forense, y su asistente Lynn, dichas precauciones no sirven de mucho pues aun se encuentran en la morgue realizando su trabajo cotidiano: hacer autopsias.
La sorpresa de la noche no se produce por el agua que cae a cántaros, o por el cierre del trabajo, o la pizza compartida, sino que está dada por el intempestivo ingreso al lugar de tres sujetos enmascarados y fuertemente armados, que exigen extraer una bala de un cuerpo femenino que se encuentra en el depósito de cadáveres. Chen deduce de inmediato sus intenciones, eliminar rastros y deshacerse de pruebas que los inculpen, por lo que estratégicamente intenta convencerlos de que la bala no está alojada en el cuerpo de la mujer. Parece resultar, pero las cosas se complican cuando los hombres regresan, piden explicaciones y obviamente actúan con más violencia. La noche avanza y lo de “buena” queda totalmente en el olvido.
Renny Harlin dirige con oficio un thriller de acción que imprime un ritmo vertiginoso de comienzo a fin. No hay pausas, y si las hay, los respiros solo son momentáneos. Como es lógico, hay demasiadas cosas inverosímiles, pero qué importa, se disculpan entre los tiroteos, los golpes y la progresiva destrucción del lugar.
La película funciona y la verdad es que uno no le pide mucho más. ¿Qué es lo que vale? Que siga su línea, que respete el género, que no decaiga en tensión y que llegue al final entera, sin grandes tropiezos o desencajes. Lo consigue en cortos 94 minutos, donde vemos cosas archiconocidas, peleas de todo tipo y situaciones absurdas que, a pesar de todo, nos mantienen alerta esperando el desenlace.
“Testigos silenciosos”, nombre en español para “Chen mo de zheng ren” y también titulada en inglés como “Bodies at Rest”, genera adrenalina. Con actores y locaciones diferentes para una plantilla conocida pero que de igual forma se debe ejecutar correctamente, Renny Harlin no tiene inconvenientes para unir las piezas de forma adecuada e imprimirle un estilo ágil, para un producto de consumo que resulta bien armado y articulado, y que cumple con la premisa de entretener sin mayores pretensiones.
Ficha técnica
Título original: Chen mo de zheng ren
Año: 2019
Duración: 94 minutos
País: Hong Kong
Productora: Media Asia Films, Wanda Media
Género: Acción. Thriller
Guion: David Lesser
Música: Lasse Enersen
Fotografía: Perry Ho
Reparto: Nick Cheung, Richie Ren, Yang Zi, Feng Jiayi, Carlos Chan, Ron Ng, Clara Lee, Sonija Kwok, Shu-liang Ma, Jin Auyeung, Roger Kwok
Dirección: Renny Harlin
jueves, 30 de septiembre de 2021
lunes, 27 de septiembre de 2021
Cry Macho
Disponible en Cines.
Fines de los años 70, Texas, Estados Unidos. Mike Milo -Clint Eastwood-, es despedido del puesto que desempeñó por años como criador de caballos por su jefe y amigo Howard Polk -Dwight Yoakam-, quien se hartó de su creciente displicencia e indolencia, dejando como un lindo recuerdo aquellos años de estrella rutilante del rodeo tejano.
No obstante, las vueltas de la vida siempre traen alguna sorpresa. Al cabo de un año, Howard regresa para pedirle un favor: necesita que viaje a México y que traiga de regreso a su hijo adolescente para darle una mejor vida, lejos de su conflictiva madre. Sin convicción, pero con espíritu solidario y consciente de su deuda por todas las ayudas brindadas en el pasado por su amigo, Mike emprende un viaje que no comienza de la mejor forma.
Leta -Fernanda Urrejola-, no quiere dar su brazo a torcer, a pesar de que su hijo “Rafo” -Eduardo Minett-, pasa su vida cotidiana en la calle participando en peleas de gallos, tal vez la única actividad que le permite tener un espacio propio, algo de identidad y quizás algún arraigo. Inseparable de su gallo “Macho”, Rafo resulta ser un joven escurridizo, sin embargo Mike da con él con prontitud para exponerle los motivos de su encargo y pese a encontrar las obvias reticencias del muchacho, logra convencerle de regresar a la casa de su padre, lo que seguramente le podría entregar mejores horizontes.
Clint Eastwood, como actor y director, nos trae una película íntima, muy íntima, tal vez de las más personales a su haber. Y es que a sus 91 años no solo sigue vigente como productor y cineasta, sino que aun logra conmover y sorprender. En la cinta también pueden verse ciertas contradicciones, por el uso de formas y elementos que su autor declara. Ver en pantalla el cuerpo delgado y frágil de Eastwood, y a la vez observar la robustez de su dirección, puede ser un claro ejemplo. Este eje debilidad-fortaleza también se expresa a través de otros marcados contrapuntos, como presente-pasado, vejez-juventud y desdicha-amor.
“Cry Macho” puede ser visto como un relato sobre el ocaso de la vida. ¿Qué viene cuando se pierde el sentido? ¿Se vive del pasado o existe algún futuro? Las preguntas en esta realización son más profundas que las respuestas. La filmación es hermosa, hay detalles muy cuidados en varias de sus escenas que, junto con una particular iluminación, entregan algunas pistas acerca del fuero más íntimo del protagonista. Eastwood también filma con la calma que dan los años, con esa sabiduría que solo entrega la edad y la experiencia junto con kilómetros de rodaje.
Basada en la novela de N. Richard Nash, el guion es continuo, no tiene grandes sorpresas y tampoco presenta muchos desafíos. El ingrediente especial, entonces, es la forma de llevar la historia, es decir, todos esos condimentos que Clint Eastwood sabe combinar muy bien. Aunque hay algunas secuencias que carecen de un correlato, las podemos disculpar porque priman otros aspectos que resultan fundamentales como la búsqueda de paz interior, la reconciliación, la pausa necesaria y el amor.
El viaje por el desierto es también simbólico, otra metáfora unida por polos opuestos: uno de ellos se dirige hacia una nueva oportunidad, el otro, hacia su parada final. Acá, el blanco y negro no es literal, está en las capas más profundas, esas capas que descubrimos una vez que logramos sortear la inocencia juvenil de Rafo, las verdaderas intenciones de sus padres y las decisiones que Mike toma en su camino.
Una mención para dos actuaciones femeninas, también con un contrapunto marcado. Fernanda Urrejola logra, en pocos minutos, componer un personaje complejo y del que nos imaginamos claramente su esencia. Por otra parte, Natalia Traven da vida a Marta, una viuda que acoge a los viajeros con una hospitalidad que evoca generosidad y entrega, algo que se transforma en un punto de inicio o tal vez de llegada, una estación cercana, acogedora e inspiradora.
“Cry Macho” esconde bastante tras su aparente simpleza. Miramos a través de los ojos de sus protagonistas y podemos atisbar así el interior de nuestras propias historias. Tal como en muchas oportunidades, completamos el relato en la medida que nos comprometemos con él. Y de la mano de Clint Eastwood no oponemos resistencia, porque nos cautiva con pequeños detalles, nos guía amablemente con una mirada penetrante y una leve sonrisa. Sabemos que allí hay profundidad, lo vemos a través de sus ojos transparentes y lo confirmamos al percibir las debilidades de su cuerpo. Sin embargo, lo que hay allí es un roble, un árbol maduro, un pilar indiscutido, que sigue haciendo lo que más le gusta hacer que es componer buen cine.
Ficha técnica
Título original: Cry Macho
Año: 2021
Duración: 104 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Malpaso Productions, Albert S. Ruddy Productions, Daniel Grodnik Productions, QED International. Distribuidora: Warner Bros., HBO Max
Género: Drama | Road Movie. Vejez / Madurez. Años 70. Años 80
Guion: N. Richard Nash, Nick Schenk. Novela: N. Richard Nash
Música: Mark Mancina
Fotografía: Ben Davis
Reparto: Clint Eastwood, Eduardo Minett, Natalia Traven, Dwight Yoakam, Fernanda Urrejola, Sebestien Soliz, Horacio García Rojas, Daniel V. Graulau, Ana Rey, Brytnee Ratledge, Paul Lincoln Alayo, Alexandra Ruddy, Amber Lynn Ashley
Dirección: Clint Eastwood
Fines de los años 70, Texas, Estados Unidos. Mike Milo -Clint Eastwood-, es despedido del puesto que desempeñó por años como criador de caballos por su jefe y amigo Howard Polk -Dwight Yoakam-, quien se hartó de su creciente displicencia e indolencia, dejando como un lindo recuerdo aquellos años de estrella rutilante del rodeo tejano.
No obstante, las vueltas de la vida siempre traen alguna sorpresa. Al cabo de un año, Howard regresa para pedirle un favor: necesita que viaje a México y que traiga de regreso a su hijo adolescente para darle una mejor vida, lejos de su conflictiva madre. Sin convicción, pero con espíritu solidario y consciente de su deuda por todas las ayudas brindadas en el pasado por su amigo, Mike emprende un viaje que no comienza de la mejor forma.
Leta -Fernanda Urrejola-, no quiere dar su brazo a torcer, a pesar de que su hijo “Rafo” -Eduardo Minett-, pasa su vida cotidiana en la calle participando en peleas de gallos, tal vez la única actividad que le permite tener un espacio propio, algo de identidad y quizás algún arraigo. Inseparable de su gallo “Macho”, Rafo resulta ser un joven escurridizo, sin embargo Mike da con él con prontitud para exponerle los motivos de su encargo y pese a encontrar las obvias reticencias del muchacho, logra convencerle de regresar a la casa de su padre, lo que seguramente le podría entregar mejores horizontes.
Clint Eastwood, como actor y director, nos trae una película íntima, muy íntima, tal vez de las más personales a su haber. Y es que a sus 91 años no solo sigue vigente como productor y cineasta, sino que aun logra conmover y sorprender. En la cinta también pueden verse ciertas contradicciones, por el uso de formas y elementos que su autor declara. Ver en pantalla el cuerpo delgado y frágil de Eastwood, y a la vez observar la robustez de su dirección, puede ser un claro ejemplo. Este eje debilidad-fortaleza también se expresa a través de otros marcados contrapuntos, como presente-pasado, vejez-juventud y desdicha-amor.
“Cry Macho” puede ser visto como un relato sobre el ocaso de la vida. ¿Qué viene cuando se pierde el sentido? ¿Se vive del pasado o existe algún futuro? Las preguntas en esta realización son más profundas que las respuestas. La filmación es hermosa, hay detalles muy cuidados en varias de sus escenas que, junto con una particular iluminación, entregan algunas pistas acerca del fuero más íntimo del protagonista. Eastwood también filma con la calma que dan los años, con esa sabiduría que solo entrega la edad y la experiencia junto con kilómetros de rodaje.
Basada en la novela de N. Richard Nash, el guion es continuo, no tiene grandes sorpresas y tampoco presenta muchos desafíos. El ingrediente especial, entonces, es la forma de llevar la historia, es decir, todos esos condimentos que Clint Eastwood sabe combinar muy bien. Aunque hay algunas secuencias que carecen de un correlato, las podemos disculpar porque priman otros aspectos que resultan fundamentales como la búsqueda de paz interior, la reconciliación, la pausa necesaria y el amor.
El viaje por el desierto es también simbólico, otra metáfora unida por polos opuestos: uno de ellos se dirige hacia una nueva oportunidad, el otro, hacia su parada final. Acá, el blanco y negro no es literal, está en las capas más profundas, esas capas que descubrimos una vez que logramos sortear la inocencia juvenil de Rafo, las verdaderas intenciones de sus padres y las decisiones que Mike toma en su camino.
Una mención para dos actuaciones femeninas, también con un contrapunto marcado. Fernanda Urrejola logra, en pocos minutos, componer un personaje complejo y del que nos imaginamos claramente su esencia. Por otra parte, Natalia Traven da vida a Marta, una viuda que acoge a los viajeros con una hospitalidad que evoca generosidad y entrega, algo que se transforma en un punto de inicio o tal vez de llegada, una estación cercana, acogedora e inspiradora.
“Cry Macho” esconde bastante tras su aparente simpleza. Miramos a través de los ojos de sus protagonistas y podemos atisbar así el interior de nuestras propias historias. Tal como en muchas oportunidades, completamos el relato en la medida que nos comprometemos con él. Y de la mano de Clint Eastwood no oponemos resistencia, porque nos cautiva con pequeños detalles, nos guía amablemente con una mirada penetrante y una leve sonrisa. Sabemos que allí hay profundidad, lo vemos a través de sus ojos transparentes y lo confirmamos al percibir las debilidades de su cuerpo. Sin embargo, lo que hay allí es un roble, un árbol maduro, un pilar indiscutido, que sigue haciendo lo que más le gusta hacer que es componer buen cine.
Ficha técnica
Título original: Cry Macho
Año: 2021
Duración: 104 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Malpaso Productions, Albert S. Ruddy Productions, Daniel Grodnik Productions, QED International. Distribuidora: Warner Bros., HBO Max
Género: Drama | Road Movie. Vejez / Madurez. Años 70. Años 80
Guion: N. Richard Nash, Nick Schenk. Novela: N. Richard Nash
Música: Mark Mancina
Fotografía: Ben Davis
Reparto: Clint Eastwood, Eduardo Minett, Natalia Traven, Dwight Yoakam, Fernanda Urrejola, Sebestien Soliz, Horacio García Rojas, Daniel V. Graulau, Ana Rey, Brytnee Ratledge, Paul Lincoln Alayo, Alexandra Ruddy, Amber Lynn Ashley
Dirección: Clint Eastwood
jueves, 23 de septiembre de 2021
Viejos
Disponible en Cines.
Una familia llega de vacaciones a un Resort paradisiaco sin sospechar lo que vendrá a continuación. Guy -Gael García Bernal- y Prisca -Vicky Krieps-, solo quieren tener un espacio de descanso, desconectarse de sus problemas y brindar a sus dos hijos pequeños, Maddox y Trent, una experiencia inolvidable.
La pareja pasa por momentos estresantes por lo que esta escapada la visualizan como una oportunidad ideal. Sin embargo, y a poco andar, nos damos cuenta de que el matrimonio se encuentra en serias dificultades y que la decisión de concurrir a este lujoso hotel es producto de otras razones.
El lugar es hermoso, el entorno es ideal y la hospitalidad de quienes están allí para facilitar sus días destaca por amabilidad, simpatía y disposición. Es por ello que, cuando el gerente les ofrece visitar una playa exclusiva a la que solo algunos de los huéspedes son invitados, la oferta se enmarca perfectamente dentro de un cuadro que resulta imposible de rechazar.
La excursión los sorprende en compañía de otras personas: Charles -Rufus Sewell-, un médico cirujano acompañado por su madre Agnes, su esposa Chrystal -Abbey Lee- y su hija Kara; Jarin -Ken Leung-, un enfermero casado con Patricia -Nikki Amuka-Bird-, de profesión psicóloga; y Mid-Sized Sedan -Aaron Pierre-, un conocido y famoso rapero.
La verdad sea dicha, el lugar es un paraíso en la tierra, o bien, como dicen sus anfitriones, “su propia versión del paraíso”. No obstante tanta maravilla, surge una gran preocupación: en la playa comienzan a suceder varias situaciones extrañas que no tienen explicación razonable. La sorpresa es aún mayor ante descubrimientos que parecen imposibles referidos a una situación que comienza poco a poco a desesperarles: se dan cuenta que el tiempo transcurre muchísimo, pero muchísimo más rápido de lo habitual, envejecen aceleradamente y, además, se ven imposibilitados de abandonar el lugar.
M. Night Shyamalan, con su imaginación y oficio, nos brinda un baño teñido de aspectos que comenzamos a dilucidar lentamente en la medida que avanza el metraje. Basada en la novela gráfica “Sandcastle”, escrita por Pierre Oscar Levy y Frederik Peeters, el director compone un guion que nos sumerge en el misterio de este envejecimiento repentino. La premisa es interesantísima, porque reduce el espacio-tiempo, lo comprime al máximo y además le entrega elementos de suspenso que capturan nuestra atención de manera consistente.
Quienes están en la playa deben resolver la ecuación que se les presenta. Desconocen lo que sucede sin embargo deben intentar despejar los términos correspondientes. ¿Cómo actuamos ante lo desconocido?¿Cómo cambiamos nuestro actuar ante aquello que no logramos entender? Hay acá, una reflexión sobre estar atrapados, con múltiples variables pero una constante que es inexorable: el vertiginoso avance del tiempo. En la playa todo pasa extremadamente rápido, no hay espacio para comprender aquello, no hay forma de detenerse y reflexionar; es una bola de nueve que amenaza con pasarles por encima en fracción de minutos.
Como el núcleo central es el tiempo, Shyamalan retrata con sus personajes lo que podríamos asimilar a la angustia por la falta de tiempo sumada al agobio de un encierro forzado. Claro, la pandemia mundial ha provocado un cambio de paradigma y de percepciones: parece que el tiempo se hubiese detenido, o bien no observamos claramente su avance; o tal vez todo ha sucedido tan rápido en estos últimos casi dos años que nos perdemos totalmente, o quizá es como si se tratara de una dimensión que nunca hubiera existido. Este juego abstracto -qué es real, qué no es real, qué percibo, qué no percibo-, es la esencia de un relato que no da tregua en sus 108 minutos de duración.
Shyamalan nos llena de preguntas sin respuestas a través de los diálogos y las acciones de sus protagonistas. Observamos el vacío, la infinitud, la desesperación y la calma, tanto en forma contradictoria como complementaria. Asimismo, y en una reflexión sobre la vida, se presenta un conflicto humano, moral, ético y científico de insospechadas proporciones.
¿Y si la vida fuera así de corta? ¿Nos reconciliaríamos con el paso del tiempo? ¿Alcanzaríamos la anhelada paz ? La película entrega un sinnúmero de sensaciones y se transforma por ello en una experiencia. Estamos viendo algo diferente y podemos dejarnos envolver para disfrutarlo al máximo. Además, Shyamalan filma todo al detalle, con un estilo particular, con enfoques especiales, vivos colores y una edición que destaca por su natural continuidad. Sumemos a esto que las actuaciones resultan convincentes para terminar de configurar una producción que asoma impetuosa gracias a su buena ambientación y a una banda sonora precisa para generar tensión y reacción.
En pocas palabras, “Old” se inscribe en la lista del director de “Sexto Sentido” y “Fragmentados”, como un relato sólido, tal vez no para todo público, pero que a quienes seguimos a este realizador no nos defrauda en absoluto. 108 minutos que pasan tan rápido como lo que la película recrea, tal vez en una asociación sublineal con su esencia. Una nueva experiencia, otra dimensión del paso del tiempo, tan reflexiva y profunda como el punto al que queramos llegar.
Ficha técnica
Título original: Old
Año: 2021
Duración: 108 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Blinding Edge Pictures, Universal Pictures. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Intriga. Fantástico. Thriller. Drama | Familia. Sobrenatural. Cómic
Guion: M. Night Shyamalan. Novela gráfica: Pierre-Oscar Lévy, Frederick Peeters
Música: Trevor Gureckis
Fotografía: Mike Gioulakis
Reparto: Gael García Bernal, Vicky Krieps, Rufus Sewell, Thomasin McKenzie, Alex Wolff, Nikki Amuka-Bird, Abbey Lee, Ken Leung, Aaron Pierre, Eliza Scanlen, Emun Elliott, Embeth Davidtz, Alexa Swinton
Dirección: M. Night Shyamalan
Una familia llega de vacaciones a un Resort paradisiaco sin sospechar lo que vendrá a continuación. Guy -Gael García Bernal- y Prisca -Vicky Krieps-, solo quieren tener un espacio de descanso, desconectarse de sus problemas y brindar a sus dos hijos pequeños, Maddox y Trent, una experiencia inolvidable.
La pareja pasa por momentos estresantes por lo que esta escapada la visualizan como una oportunidad ideal. Sin embargo, y a poco andar, nos damos cuenta de que el matrimonio se encuentra en serias dificultades y que la decisión de concurrir a este lujoso hotel es producto de otras razones.
El lugar es hermoso, el entorno es ideal y la hospitalidad de quienes están allí para facilitar sus días destaca por amabilidad, simpatía y disposición. Es por ello que, cuando el gerente les ofrece visitar una playa exclusiva a la que solo algunos de los huéspedes son invitados, la oferta se enmarca perfectamente dentro de un cuadro que resulta imposible de rechazar.
La excursión los sorprende en compañía de otras personas: Charles -Rufus Sewell-, un médico cirujano acompañado por su madre Agnes, su esposa Chrystal -Abbey Lee- y su hija Kara; Jarin -Ken Leung-, un enfermero casado con Patricia -Nikki Amuka-Bird-, de profesión psicóloga; y Mid-Sized Sedan -Aaron Pierre-, un conocido y famoso rapero.
La verdad sea dicha, el lugar es un paraíso en la tierra, o bien, como dicen sus anfitriones, “su propia versión del paraíso”. No obstante tanta maravilla, surge una gran preocupación: en la playa comienzan a suceder varias situaciones extrañas que no tienen explicación razonable. La sorpresa es aún mayor ante descubrimientos que parecen imposibles referidos a una situación que comienza poco a poco a desesperarles: se dan cuenta que el tiempo transcurre muchísimo, pero muchísimo más rápido de lo habitual, envejecen aceleradamente y, además, se ven imposibilitados de abandonar el lugar.
M. Night Shyamalan, con su imaginación y oficio, nos brinda un baño teñido de aspectos que comenzamos a dilucidar lentamente en la medida que avanza el metraje. Basada en la novela gráfica “Sandcastle”, escrita por Pierre Oscar Levy y Frederik Peeters, el director compone un guion que nos sumerge en el misterio de este envejecimiento repentino. La premisa es interesantísima, porque reduce el espacio-tiempo, lo comprime al máximo y además le entrega elementos de suspenso que capturan nuestra atención de manera consistente.
Quienes están en la playa deben resolver la ecuación que se les presenta. Desconocen lo que sucede sin embargo deben intentar despejar los términos correspondientes. ¿Cómo actuamos ante lo desconocido?¿Cómo cambiamos nuestro actuar ante aquello que no logramos entender? Hay acá, una reflexión sobre estar atrapados, con múltiples variables pero una constante que es inexorable: el vertiginoso avance del tiempo. En la playa todo pasa extremadamente rápido, no hay espacio para comprender aquello, no hay forma de detenerse y reflexionar; es una bola de nueve que amenaza con pasarles por encima en fracción de minutos.
Como el núcleo central es el tiempo, Shyamalan retrata con sus personajes lo que podríamos asimilar a la angustia por la falta de tiempo sumada al agobio de un encierro forzado. Claro, la pandemia mundial ha provocado un cambio de paradigma y de percepciones: parece que el tiempo se hubiese detenido, o bien no observamos claramente su avance; o tal vez todo ha sucedido tan rápido en estos últimos casi dos años que nos perdemos totalmente, o quizá es como si se tratara de una dimensión que nunca hubiera existido. Este juego abstracto -qué es real, qué no es real, qué percibo, qué no percibo-, es la esencia de un relato que no da tregua en sus 108 minutos de duración.
Shyamalan nos llena de preguntas sin respuestas a través de los diálogos y las acciones de sus protagonistas. Observamos el vacío, la infinitud, la desesperación y la calma, tanto en forma contradictoria como complementaria. Asimismo, y en una reflexión sobre la vida, se presenta un conflicto humano, moral, ético y científico de insospechadas proporciones.
¿Y si la vida fuera así de corta? ¿Nos reconciliaríamos con el paso del tiempo? ¿Alcanzaríamos la anhelada paz ? La película entrega un sinnúmero de sensaciones y se transforma por ello en una experiencia. Estamos viendo algo diferente y podemos dejarnos envolver para disfrutarlo al máximo. Además, Shyamalan filma todo al detalle, con un estilo particular, con enfoques especiales, vivos colores y una edición que destaca por su natural continuidad. Sumemos a esto que las actuaciones resultan convincentes para terminar de configurar una producción que asoma impetuosa gracias a su buena ambientación y a una banda sonora precisa para generar tensión y reacción.
En pocas palabras, “Old” se inscribe en la lista del director de “Sexto Sentido” y “Fragmentados”, como un relato sólido, tal vez no para todo público, pero que a quienes seguimos a este realizador no nos defrauda en absoluto. 108 minutos que pasan tan rápido como lo que la película recrea, tal vez en una asociación sublineal con su esencia. Una nueva experiencia, otra dimensión del paso del tiempo, tan reflexiva y profunda como el punto al que queramos llegar.
Ficha técnica
Título original: Old
Año: 2021
Duración: 108 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Blinding Edge Pictures, Universal Pictures. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Intriga. Fantástico. Thriller. Drama | Familia. Sobrenatural. Cómic
Guion: M. Night Shyamalan. Novela gráfica: Pierre-Oscar Lévy, Frederick Peeters
Música: Trevor Gureckis
Fotografía: Mike Gioulakis
Reparto: Gael García Bernal, Vicky Krieps, Rufus Sewell, Thomasin McKenzie, Alex Wolff, Nikki Amuka-Bird, Abbey Lee, Ken Leung, Aaron Pierre, Eliza Scanlen, Emun Elliott, Embeth Davidtz, Alexa Swinton
Dirección: M. Night Shyamalan
lunes, 20 de septiembre de 2021
Locked Down
Disponible en HBO Max.
Londres, Marzo de 2020. Una pareja vive el confinamiento producto de la pandemia de COVID-19. Ella, Linda -Anne Hathaway-, es directora ejecutiva de una empresa multinacional y desarrolla teletrabajo. Él, Paxton -Chiwetel Ejiofor-, oficia de conductor de camiones de reparto. Ambos llevan un buen tiempo juntos pero están pasando por malos momentos, agravados por el encierro y las escasas perspectivas con que ven su relación para el futuro.
Sin embargo, surge una luz. Producto del cierre de inventarios en los almacenes Harrods, Linda debe gestionar el envío de un oneroso diamante a Estados Unidos, pieza avaluada en más de 3 millones de dólares. Y como en la tienda existe una réplica, una idea resulta prometedora: enviar la copia al comprador anónimo, conservar el original y después que todo pase, venderlo al mejor postor.
Paxton y Linda deciden aplazar sus decisiones radicales de separación por el atractivo de este inusual atraco, para el que deberán coordinar todos los detalles en forma precisa, en una ciudad prácticamente vacía, con controles de seguridad estrictos aunque siempre con espacios sensibles y vulnerables.
Doug Liman dirige un guion de Steven Knight que sitúa la acción mayormente en locaciones cerradas. Es obvio, remite a la necesidad de evitar al máximo la circulación por la amenaza global del coronavirus. Y dado el contexto, gran parte del metraje juega con las ya conocidas reuniones virtuales, espacios caseros, rutinas aprendidas a la fuerza y muy pocos exteriores, solo los indispensables para dar cuenta de un ambiente que se percibe absolutamente anormal, algo que para todos nosotros es revivir los peores momentos del confinamiento personal y familiar.
La cinta fluye a pesar de sus ripios. El ritmo es cansino y solo por momentos pisa un poquito el acelerador. La filmación se mantiene gracias al ángel y carisma de Anne Hathaway y Chiwetel Ejiofor, y solo ellos, porque resulta muy curioso el poco desarrollo y configuración de los personajes secundarios que les acompañan en esta oportunidad.
La historia, a pesar de su aparente simpleza, tiene otros elementos de los que pudo haber obtenido un mejor partido. Por ejemplo, en los nutridos diálogos de la pareja se dejan entrever temáticas de su vida juntos y también sobre las decisiones acerca del futuro. Por eso resulta confuso que el texto desaproveche la oportunidad de profundizar, máxime si tampoco se enfoca en una acción que, supuestamente, los mantiene reunidos.
También se explora en dilemas morales, en hacer o no lo correcto a pesar de una evidente oportunidad. Acá, quizás, está un poco más extendido su desarrollo, pero aun así no alcanza a situarse como un tema sustantivo y de mayor reflexión. Otros esbozos corresponden a las disquisiciones individuales de Paxton y Linda: qué han hecho con sus vidas, cómo les afecta el pasado y qué quieren construir a futuro, ya sea juntos o cada cual por caminos individuales. Si bien surgen luces, tampoco es algo que el guion logre enrielar ni menos elaborar en forma apropiada.
En resumen, “Locked Down” -muy mal titulada en español como ”El amor en tiempos del Covid”-, algo entretiene y se deja ver, pero deja el sabor agridulce de haber perdido una oportunidad inmejorable, no obstante un elenco poderoso, para elaborar una película más inquietante sobre una realidad que a todos nos ha pasado por encima y que naturalmente tiene de antemano nuestra cercanía y empatía.
Ficha técnica
Título original: Locked Down
Año: 2021
Duración: 118 minutos
País: Reino Unido
Productora: Storyteller Productions. Distribuidora: Warner Bros., HBO Max, HBO
Género: Romance. Comedia | Robos & Atracos. Coronavirus (COVID-19)
Guion: Steven Knight
Música: John Powell
Fotografía: Remi Adefarasin
Reparto: Anne Hathaway, Chiwetel Ejiofor, Ben Stiller, Lucy Boynton, Ben Kingsley, Mindy Kaling, Stephen Merchant, Dulé Hill, Mark Gatiss, Jazmyn Simon, Bobby Schofield
Dirección: Doug Liman
Londres, Marzo de 2020. Una pareja vive el confinamiento producto de la pandemia de COVID-19. Ella, Linda -Anne Hathaway-, es directora ejecutiva de una empresa multinacional y desarrolla teletrabajo. Él, Paxton -Chiwetel Ejiofor-, oficia de conductor de camiones de reparto. Ambos llevan un buen tiempo juntos pero están pasando por malos momentos, agravados por el encierro y las escasas perspectivas con que ven su relación para el futuro.
Sin embargo, surge una luz. Producto del cierre de inventarios en los almacenes Harrods, Linda debe gestionar el envío de un oneroso diamante a Estados Unidos, pieza avaluada en más de 3 millones de dólares. Y como en la tienda existe una réplica, una idea resulta prometedora: enviar la copia al comprador anónimo, conservar el original y después que todo pase, venderlo al mejor postor.
Paxton y Linda deciden aplazar sus decisiones radicales de separación por el atractivo de este inusual atraco, para el que deberán coordinar todos los detalles en forma precisa, en una ciudad prácticamente vacía, con controles de seguridad estrictos aunque siempre con espacios sensibles y vulnerables.
Doug Liman dirige un guion de Steven Knight que sitúa la acción mayormente en locaciones cerradas. Es obvio, remite a la necesidad de evitar al máximo la circulación por la amenaza global del coronavirus. Y dado el contexto, gran parte del metraje juega con las ya conocidas reuniones virtuales, espacios caseros, rutinas aprendidas a la fuerza y muy pocos exteriores, solo los indispensables para dar cuenta de un ambiente que se percibe absolutamente anormal, algo que para todos nosotros es revivir los peores momentos del confinamiento personal y familiar.
La cinta fluye a pesar de sus ripios. El ritmo es cansino y solo por momentos pisa un poquito el acelerador. La filmación se mantiene gracias al ángel y carisma de Anne Hathaway y Chiwetel Ejiofor, y solo ellos, porque resulta muy curioso el poco desarrollo y configuración de los personajes secundarios que les acompañan en esta oportunidad.
La historia, a pesar de su aparente simpleza, tiene otros elementos de los que pudo haber obtenido un mejor partido. Por ejemplo, en los nutridos diálogos de la pareja se dejan entrever temáticas de su vida juntos y también sobre las decisiones acerca del futuro. Por eso resulta confuso que el texto desaproveche la oportunidad de profundizar, máxime si tampoco se enfoca en una acción que, supuestamente, los mantiene reunidos.
También se explora en dilemas morales, en hacer o no lo correcto a pesar de una evidente oportunidad. Acá, quizás, está un poco más extendido su desarrollo, pero aun así no alcanza a situarse como un tema sustantivo y de mayor reflexión. Otros esbozos corresponden a las disquisiciones individuales de Paxton y Linda: qué han hecho con sus vidas, cómo les afecta el pasado y qué quieren construir a futuro, ya sea juntos o cada cual por caminos individuales. Si bien surgen luces, tampoco es algo que el guion logre enrielar ni menos elaborar en forma apropiada.
En resumen, “Locked Down” -muy mal titulada en español como ”El amor en tiempos del Covid”-, algo entretiene y se deja ver, pero deja el sabor agridulce de haber perdido una oportunidad inmejorable, no obstante un elenco poderoso, para elaborar una película más inquietante sobre una realidad que a todos nos ha pasado por encima y que naturalmente tiene de antemano nuestra cercanía y empatía.
Ficha técnica
Título original: Locked Down
Año: 2021
Duración: 118 minutos
País: Reino Unido
Productora: Storyteller Productions. Distribuidora: Warner Bros., HBO Max, HBO
Género: Romance. Comedia | Robos & Atracos. Coronavirus (COVID-19)
Guion: Steven Knight
Música: John Powell
Fotografía: Remi Adefarasin
Reparto: Anne Hathaway, Chiwetel Ejiofor, Ben Stiller, Lucy Boynton, Ben Kingsley, Mindy Kaling, Stephen Merchant, Dulé Hill, Mark Gatiss, Jazmyn Simon, Bobby Schofield
Dirección: Doug Liman
jueves, 16 de septiembre de 2021
J’accuse
Disponible en Cines.
Un batallón de soldados marcha solemnemente. La extensión parece amplia y la cámara lentamente acompaña sus movimientos. El ambiente es tenso, algo importante sucederá. Se trata de una declaración, la lectura de una sentencia, un antes y un después en la vida del capitán francés Alfred Dreyfus -Louis Garrel-. Para este joven oficial judío el castigo por sus actos de espionaje para favorecer a Alemania consiste en cadena perpetua y relegación a la Isla del Diablo, en la Guyana Francesa. Dreyfus insiste que es un hombre inocente.
Posterior a su nombramiento como jefe de la sección de inteligencia del ejército, el coronel Georges Picquart -Jean Dujardin-, quien fuera parte en el juicio contra Dreyfus, observa nuevos antecedentes que le hacen dudar respecto del verdadero responsable de las filtraciones, debido a que el flujo de secretos aun continúa. Por eso, y ahora desde otra posición, comienza a investigar, y lo que encuentra es una red oscura de encubrimientos, mentiras y corrupción, en un grado difícil de imaginar y comprender.
Basada en la novela "An Oficial and a Spy”, escrita por Robert Harris, la esencia de la cinta es el verdadero caso Dreyfus, que adquiere una connotación especial desde que el escritor Èmile Zola publicara en 1898 en el diario L'Aurore la famosa carta J’accuse…!, dirigida al Presidente de la República, exponiendo inconsistencias y detalles precisos acerca de un hecho que conmocionó fuertemente a la sociedad de la época.
Roman Polanski dirige esta película con indudable maestría. Gracias a un pulso y un ritmo “in crescendo”, la narración compromete en la medida que entramos en su interior. La edición es notable, no hay detalle dejado al azar. Asimismo, la ambientación de cada uno de los lugares, su particular luminosidad y colores empleados, entregan al relato una dimensión que se complementa con encuadres estéticos y una banda sonora que está posicionada en momentos clave.
El guion resulta apasionante. Si bien se cocina a fuego lento y va de menos a más, su forma de construcción permite ir sumando poco a poco los antecedentes que permiten componer el cuadro general. Es hermosa la forma de introducir los recuerdos y también la manera de volver al presente. Son ventanas simbólicas, una transición artística y a la vez sicológica para un protagonista que se cuestiona, reflexiona y decide sus acciones, reflejando una interioridad que se expresa en forma gráfica y convincente.
La personificación de Picquart es excelente, coincidente con el trabajo actoral de un grupo que destaca en todas las secuencias. Resulta creíble que se desafíe la institucionalidad, adquiere peso la importancia de hacer lo correcto, de ir contra la corriente para destapar el oscurantismo de la corrupción. También se evidencian las falsas lealtades y la conveniencia de los actos que colisionan con principios rectores que no debieran ser vulnerados. Punto aparte para el vigor de la defensa que se lleva a cabo, la decidida lucha por demostrar la inocencia de una persona aun sin que existan vínculos de afecto o amistad.
Obviamente, no todo en Picquart es fortaleza, valores y principios. Tiene debilidades, como cualquier ser humano y también es vulnerable, sin embargo su impulso por descubrir la verdad, es lo que prima en su actuar. No es sencillo para él enfrentarse al poder militar y político. Implica un esfuerzo extenuante e incluso peligroso. Además, sus acciones se inscriben dentro de la manera de resolver los problemas de esa época, donde el honor está en juego y los duelos a muerte son habituales.
Una consideración adicional. La carta pública " J’accuse" destapa algo que se transforma en escándalo, da cuenta del poder de la prensa -el llamado cuarto poder-, el que, incluso con su influencia y notoriedad, no logra encausar el orden de las cosas, ni tampoco develar la verdad de los sucesos. Pero aun así hay consecuencias; exponer públicamente es algo que trae cola, puede resultar tan beneficioso como perjudicial y peligroso. Acá lo vemos, con un segundo juicio y una apelación, con el paso de años y años para conseguir que se aclarare todo.
Sin eludir la actual condición legal de Roman Polanski, esta cinta se podría perfectamente relacionar con su propia situación, lo que agrega discusión respeto de esta expresión artística. Y como todo elemento importante, se transforma en parte sustancial del debate, aunque sobrepase este trabajo puntual o se asocie a otras condiciones. No obstante lo anterior, “J’accuse” es interesante por sí misma, independiente su realizador, pero sin duda no es posible separarles del todo.
Como consideración final una ratificación: Polanski filma de una manera excelente, su relato es sólido y sus acentos son ya característicos. Ver su cine siempre es una experiencia y esta película no desentona en lo absoluto. Y por favor no se pierda los créditos finales, momento para el que Alexandre Desplat junto con el director, destinan, tal vez, la mejor partitura de la cinta.
Ficha técnica
Título original: J’accuse
Año: 2019
Duración: 126 minutos
País: Francia
Productora: Coproducción Francia-Italia; Gaumont, Légende Films, Canal+, Eliseo Cinema, France 2 Cinema, France 3 Cinéma, RAI Cinema
Género: Drama. Intriga | Biográfico. Histórico. Siglo XIX. Ejército. Años 1900 (circa)
Guion: Roman Polanski, Robert Harris. Novela: Robert Harris
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Pawel Edelman
Reparto: Jean Dujardin, Louis Garrel, Emmanuelle Seigner, Grégory Gadebois, Hervé Pierre, Wladimir Yordanoff, Didier Sandre, Melvil Poupaud, Mathieu Amalric, Laurent Stocker, Eric Ruf, Vincent Pérez, Michel Vuillermoz, ver 10 más
Dirección: Roman Polanski
Un batallón de soldados marcha solemnemente. La extensión parece amplia y la cámara lentamente acompaña sus movimientos. El ambiente es tenso, algo importante sucederá. Se trata de una declaración, la lectura de una sentencia, un antes y un después en la vida del capitán francés Alfred Dreyfus -Louis Garrel-. Para este joven oficial judío el castigo por sus actos de espionaje para favorecer a Alemania consiste en cadena perpetua y relegación a la Isla del Diablo, en la Guyana Francesa. Dreyfus insiste que es un hombre inocente.
Posterior a su nombramiento como jefe de la sección de inteligencia del ejército, el coronel Georges Picquart -Jean Dujardin-, quien fuera parte en el juicio contra Dreyfus, observa nuevos antecedentes que le hacen dudar respecto del verdadero responsable de las filtraciones, debido a que el flujo de secretos aun continúa. Por eso, y ahora desde otra posición, comienza a investigar, y lo que encuentra es una red oscura de encubrimientos, mentiras y corrupción, en un grado difícil de imaginar y comprender.
Basada en la novela "An Oficial and a Spy”, escrita por Robert Harris, la esencia de la cinta es el verdadero caso Dreyfus, que adquiere una connotación especial desde que el escritor Èmile Zola publicara en 1898 en el diario L'Aurore la famosa carta J’accuse…!, dirigida al Presidente de la República, exponiendo inconsistencias y detalles precisos acerca de un hecho que conmocionó fuertemente a la sociedad de la época.
Roman Polanski dirige esta película con indudable maestría. Gracias a un pulso y un ritmo “in crescendo”, la narración compromete en la medida que entramos en su interior. La edición es notable, no hay detalle dejado al azar. Asimismo, la ambientación de cada uno de los lugares, su particular luminosidad y colores empleados, entregan al relato una dimensión que se complementa con encuadres estéticos y una banda sonora que está posicionada en momentos clave.
El guion resulta apasionante. Si bien se cocina a fuego lento y va de menos a más, su forma de construcción permite ir sumando poco a poco los antecedentes que permiten componer el cuadro general. Es hermosa la forma de introducir los recuerdos y también la manera de volver al presente. Son ventanas simbólicas, una transición artística y a la vez sicológica para un protagonista que se cuestiona, reflexiona y decide sus acciones, reflejando una interioridad que se expresa en forma gráfica y convincente.
La personificación de Picquart es excelente, coincidente con el trabajo actoral de un grupo que destaca en todas las secuencias. Resulta creíble que se desafíe la institucionalidad, adquiere peso la importancia de hacer lo correcto, de ir contra la corriente para destapar el oscurantismo de la corrupción. También se evidencian las falsas lealtades y la conveniencia de los actos que colisionan con principios rectores que no debieran ser vulnerados. Punto aparte para el vigor de la defensa que se lleva a cabo, la decidida lucha por demostrar la inocencia de una persona aun sin que existan vínculos de afecto o amistad.
Obviamente, no todo en Picquart es fortaleza, valores y principios. Tiene debilidades, como cualquier ser humano y también es vulnerable, sin embargo su impulso por descubrir la verdad, es lo que prima en su actuar. No es sencillo para él enfrentarse al poder militar y político. Implica un esfuerzo extenuante e incluso peligroso. Además, sus acciones se inscriben dentro de la manera de resolver los problemas de esa época, donde el honor está en juego y los duelos a muerte son habituales.
Una consideración adicional. La carta pública " J’accuse" destapa algo que se transforma en escándalo, da cuenta del poder de la prensa -el llamado cuarto poder-, el que, incluso con su influencia y notoriedad, no logra encausar el orden de las cosas, ni tampoco develar la verdad de los sucesos. Pero aun así hay consecuencias; exponer públicamente es algo que trae cola, puede resultar tan beneficioso como perjudicial y peligroso. Acá lo vemos, con un segundo juicio y una apelación, con el paso de años y años para conseguir que se aclarare todo.
Sin eludir la actual condición legal de Roman Polanski, esta cinta se podría perfectamente relacionar con su propia situación, lo que agrega discusión respeto de esta expresión artística. Y como todo elemento importante, se transforma en parte sustancial del debate, aunque sobrepase este trabajo puntual o se asocie a otras condiciones. No obstante lo anterior, “J’accuse” es interesante por sí misma, independiente su realizador, pero sin duda no es posible separarles del todo.
Como consideración final una ratificación: Polanski filma de una manera excelente, su relato es sólido y sus acentos son ya característicos. Ver su cine siempre es una experiencia y esta película no desentona en lo absoluto. Y por favor no se pierda los créditos finales, momento para el que Alexandre Desplat junto con el director, destinan, tal vez, la mejor partitura de la cinta.
Ficha técnica
Título original: J’accuse
Año: 2019
Duración: 126 minutos
País: Francia
Productora: Coproducción Francia-Italia; Gaumont, Légende Films, Canal+, Eliseo Cinema, France 2 Cinema, France 3 Cinéma, RAI Cinema
Género: Drama. Intriga | Biográfico. Histórico. Siglo XIX. Ejército. Años 1900 (circa)
Guion: Roman Polanski, Robert Harris. Novela: Robert Harris
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Pawel Edelman
Reparto: Jean Dujardin, Louis Garrel, Emmanuelle Seigner, Grégory Gadebois, Hervé Pierre, Wladimir Yordanoff, Didier Sandre, Melvil Poupaud, Mathieu Amalric, Laurent Stocker, Eric Ruf, Vincent Pérez, Michel Vuillermoz, ver 10 más
Dirección: Roman Polanski
lunes, 13 de septiembre de 2021
Misha y los lobos
Disponible en Netflix.
Este documental narra la historia que está detrás del libro “Misha: una memoria de los años del Holocausto”. El trabajo se centra en la autora, quien en su escrito da cuenta de una impresionante historia sobre cómo sobrevivió desde los siete años caminando por países ocupados por las fuerzas nazi, en un recorrido de cientos de kilómetros acompañada solo por lobos, buscando a sus padres deportados.
El relato de Misha genera una tremenda oportunidad literaria. Los planes de un libro a gran escala toman forma e incluso se observan perspectivas de llegar a una audiencia aun mayor por el interés de Oprah, sin embargo todo aquello se frustra con una demanda y un millonario juicio que obliga, a quien publicaría el testimonio, el pago de 22.5 millones de dólares, como resultado de una sentencia abrumadora y lapidaria.
Jane Daniel, editora de Mt. Ivy Press, recibe el fuerte golpe y no da crédito a los acontecimientos. Algo no cuadra, esto no puede ser posible. Inicia, entonces, una investigación incierta. Contacta a Evelyne Haendel, genealogista belga y también sobreviviente del Holocausto, para buscar información, datos, fechas, nombres y circunstancias. Lo que parecía una increíble historia de supervivencia, a la luz de los nuevos antecedentes recabados, adquiere una perspectiva diferente, con infinitas aristas y muchísimos más protagonistas.
Este documental, escrito y dirigido por Sam Hobkinson, pasa de ser un testimonio pasivo a componer un verdadero thriller activo. Atrapa, aunque no de entrada, porque vamos por un camino y de improviso giramos hacia otro, nos devolvemos, giramos de nuevo y tomamos un rumbo diferente. Su composición lineal ayuda a presentar los elementos y así acompañar cada vertiente, con entrevistas que crecen en audacia y que sorprenden por sus aportes y giros. El tratamiento, como modelo, es clásico, sin embargo la acertada edición del documental genera inquietud: ansiamos conocer la resolución de sus diferentes ramificaciones.
Adelantar la trama haría un flaco favor. Yo, al menos, lo vi sin ningún antecedente salvo el título, por lo que me fui sorprendiendo de una forma que no me lo esperaba en absoluto. La madeja de la historia se va desenredando gradualmente y emergen temas trascendentes que tienen que ver con la verdad y su precio, el surgimiento de cuestionamientos, la verificación de fuentes, el contraste de opiniones, lo meticuloso que debe ser el trabajo periodístico y la labor fundamental de la validación editorial respecto de cualquier tipo de contenido que se quiera hacer público.
Si usted quiere descubrir por sí mismo el documental, le sugiero leer solo hasta acá, no por riesgo de spoiler, sino por algunas apreciaciones sobre aspectos que se ponen de relieve en este trabajo.
Una mención importante es que, en general, ante una tragedia mayor no parece existir ningún asomo de duda de parte de quienes reciben la información. ¿Cómo cuestionar a una persona que ha sufrido en extremo? Esa actitud, ¿es correcta o incorrecta? El documental no opina, solo expone, porque es un trauma de proporciones, y la confianza ante los hechos descritos no se pone en duda. Sin embargo, cuando se traiciona la credibilidad aparecen los problemas, porque alguien que es víctima puede, irreparablemente, pasar a ser un villano. ¿O puede, también, pertenecer a ambas categorías?
Sam Hobkinson presenta, además, otros puntos de inflexión en su trabajo, sin embargo nos deja a nosotros que hagamos la interpretación. ¿Son verdaderos esos puntos? ¿Están definidos o son difusos? ¿Existen límites, que en este caso, se han cruzado?
Finalmente, algunas preguntas adicionales en esta reflexión. ¿Hay, acá, mala intención? ¿Corresponde a un aprovechamiento? ¿El objetivo es la fama, o el dinero, o ambos? ¿O tan solo nos encontramos con un ser humano sufriente, que posee su propia verdad, que con su imaginación se protege de su vulnerabilidad y construye una historia que tiene características sanadoras y reparadoras? Los elementos están en la mesa para componer nuestro juicio de valor.
Ficha técnica
Título original: Misha and the Wolves
Año: 2021
Duración: 89 minutos
País: Reino Unido
Productora: Coproducción Reino Unido-Bélgica; APT Film and Television, Arts Alliance Productions, Bright Yellow Films, Las Belgas, Met Film Production, Take Five
Género: Documental | Holocausto
Guion: Sam Hobkinson
Música: Nick Foster
Fotografía: Will Pugh
Reparto: Documental
Dirección: Sam Hobkinson
Este documental narra la historia que está detrás del libro “Misha: una memoria de los años del Holocausto”. El trabajo se centra en la autora, quien en su escrito da cuenta de una impresionante historia sobre cómo sobrevivió desde los siete años caminando por países ocupados por las fuerzas nazi, en un recorrido de cientos de kilómetros acompañada solo por lobos, buscando a sus padres deportados.
El relato de Misha genera una tremenda oportunidad literaria. Los planes de un libro a gran escala toman forma e incluso se observan perspectivas de llegar a una audiencia aun mayor por el interés de Oprah, sin embargo todo aquello se frustra con una demanda y un millonario juicio que obliga, a quien publicaría el testimonio, el pago de 22.5 millones de dólares, como resultado de una sentencia abrumadora y lapidaria.
Jane Daniel, editora de Mt. Ivy Press, recibe el fuerte golpe y no da crédito a los acontecimientos. Algo no cuadra, esto no puede ser posible. Inicia, entonces, una investigación incierta. Contacta a Evelyne Haendel, genealogista belga y también sobreviviente del Holocausto, para buscar información, datos, fechas, nombres y circunstancias. Lo que parecía una increíble historia de supervivencia, a la luz de los nuevos antecedentes recabados, adquiere una perspectiva diferente, con infinitas aristas y muchísimos más protagonistas.
Este documental, escrito y dirigido por Sam Hobkinson, pasa de ser un testimonio pasivo a componer un verdadero thriller activo. Atrapa, aunque no de entrada, porque vamos por un camino y de improviso giramos hacia otro, nos devolvemos, giramos de nuevo y tomamos un rumbo diferente. Su composición lineal ayuda a presentar los elementos y así acompañar cada vertiente, con entrevistas que crecen en audacia y que sorprenden por sus aportes y giros. El tratamiento, como modelo, es clásico, sin embargo la acertada edición del documental genera inquietud: ansiamos conocer la resolución de sus diferentes ramificaciones.
Adelantar la trama haría un flaco favor. Yo, al menos, lo vi sin ningún antecedente salvo el título, por lo que me fui sorprendiendo de una forma que no me lo esperaba en absoluto. La madeja de la historia se va desenredando gradualmente y emergen temas trascendentes que tienen que ver con la verdad y su precio, el surgimiento de cuestionamientos, la verificación de fuentes, el contraste de opiniones, lo meticuloso que debe ser el trabajo periodístico y la labor fundamental de la validación editorial respecto de cualquier tipo de contenido que se quiera hacer público.
Si usted quiere descubrir por sí mismo el documental, le sugiero leer solo hasta acá, no por riesgo de spoiler, sino por algunas apreciaciones sobre aspectos que se ponen de relieve en este trabajo.
Una mención importante es que, en general, ante una tragedia mayor no parece existir ningún asomo de duda de parte de quienes reciben la información. ¿Cómo cuestionar a una persona que ha sufrido en extremo? Esa actitud, ¿es correcta o incorrecta? El documental no opina, solo expone, porque es un trauma de proporciones, y la confianza ante los hechos descritos no se pone en duda. Sin embargo, cuando se traiciona la credibilidad aparecen los problemas, porque alguien que es víctima puede, irreparablemente, pasar a ser un villano. ¿O puede, también, pertenecer a ambas categorías?
Sam Hobkinson presenta, además, otros puntos de inflexión en su trabajo, sin embargo nos deja a nosotros que hagamos la interpretación. ¿Son verdaderos esos puntos? ¿Están definidos o son difusos? ¿Existen límites, que en este caso, se han cruzado?
Finalmente, algunas preguntas adicionales en esta reflexión. ¿Hay, acá, mala intención? ¿Corresponde a un aprovechamiento? ¿El objetivo es la fama, o el dinero, o ambos? ¿O tan solo nos encontramos con un ser humano sufriente, que posee su propia verdad, que con su imaginación se protege de su vulnerabilidad y construye una historia que tiene características sanadoras y reparadoras? Los elementos están en la mesa para componer nuestro juicio de valor.
Ficha técnica
Título original: Misha and the Wolves
Año: 2021
Duración: 89 minutos
País: Reino Unido
Productora: Coproducción Reino Unido-Bélgica; APT Film and Television, Arts Alliance Productions, Bright Yellow Films, Las Belgas, Met Film Production, Take Five
Género: Documental | Holocausto
Guion: Sam Hobkinson
Música: Nick Foster
Fotografía: Will Pugh
Reparto: Documental
Dirección: Sam Hobkinson
jueves, 9 de septiembre de 2021
Venganza Implacable
Disponible en Cines.
Tom Carter, -Liam Neeson- es un escrupuloso ladrón que ya ha robado 12 bancos en 7 estados, tiene más de 9 millones de dólares en efectivo y nadie sabe quién es. La vida le sonríe en ese aspecto pero cuando busca una bodega para guardar su tesoro se encuentra con algo inesperado. Conoce a Annie Sumpter -Kate Walsh-, una estudiante de posgrado en psicología, encargada del lugar, con escasa suerte en el amor. Sin más, pasa un año y el compromiso entre ambos aumenta de grado por lo que Tom, sin consultarlo con su prometida, decide entregarse al FBI para obtener un acuerdo que implique pasar menos tiempo en la cárcel purgando sus delitos.
Su ofrecimiento no inicia bien. La policía no le cree -varios han llamado haciéndose pasar por el reconocido ladrón-, sin embargo, luego de varios intentos y casi a punto de claudicar, Tom logra que una pareja de agentes le visite. Son jóvenes y también incrédulos, sin embargo aceptan ir en busca del dinero como prueba de su culpabilidad. Cuando dan con el botín, todo cambia. La ambición de uno de ellos es desmedida, los planes se trastocan y ahora Tom y Annie corren peligro. Ante este grado de complicación, no hay más asunto que luchar y defender la vida para aclarar los hechos, limpiar su nombre y cumplir con el enunciado propósito.
Podríamos decir que “Honest Thief”, su título original, es una película que está realizada con apego absoluto a todos los moldes de su género y creo que no nos equivocamos con dicha sentencia. Naturalmente, esto no es ni bueno ni malo; es solo un hecho de la causa. El tema es que, a pesar de lo clásica que resulta su construcción, la cinta funciona y funciona bien.
No debe ser sencillo para Liam Neeson renunciar a los papeles de acción que le han dado tanto resultado en los últimos años. Pero claro, el paso del tiempo es tan implacable como el título otorgado en español a muchos de sus trabajos. ¿Por qué tan implacable todo? Qué lata, ojalá hubiera mejores títulos en beneficio de la sustancia y no solo del marketing. En fin.
Volviendo a la cinta, tener a Neeson en el protagónico entrega ventajas, las que en este caso junto a Kate Walsh, se potencian con una química sencilla, amable e incluso creíble. Gracias a esta particularidad, la película no solo discurre sobre la acción, sobre el escape o la cacería, sino que también agrega un telón de fondo que, si bien no es explorado con profundidad, se advierte interesante como núcleo motriz. Pero por sobre todo, observamos esa necesidad de redención que entrega una segunda oportunidad, claro que en este caso, las buenas intenciones deben esperar, porque la fuerza de la realidad que Tom enfrenta es avasalladora, aunque hay un contrapunto. El guion del mismo director junto a Steve Allrich, amarra algunos puntos transversales con las caracterizaciones de los policías de mayor rango, y aunque en segundo plano, están siempre presentes. Se crea un contrapeso pero no es suficiente. La balanza se encuentra desequilibrada y la película cede ante el peso de los acontecimientos.
¿Por qué nos identificamos con este ladrón? No queremos que lo encuentren, que lo apresen, es decir, queremos que pueda conseguir su objetivo, que rescate a su chica y que lleve a cabo su plan mayor. ¿Será porque los policías son aún más deshonestos? ¿O nos despierta comprensión un sujeto que ha robado bancos y acumulado un botín nada despreciable? Hipótesis, muchas, pero sí que empatizamos, no queda duda.
“Honest Thief” entretiene. Eso basta para darle una oportunidad, porque no decepciona como otras películas de su género. Sí, es un cine que algunos denominan como clase b, pero que no por ello carece de interés o de atención. ¿Pantalla grande o chica? Siempre será mejor en una sala de cine, y con este trabajo podemos aprovechar la oportunidad de verla en formato presencial. Son 99 minutos de acción, romance, arrepentimiento, búsqueda de la verdad y principalmente de amor. Y un amor que obliga a renunciar a todo, sin ambages y sin condiciones; sin letra chica, para recomenzar desde cero.
Ficha técnica
Título original: Honest Thief
Año: 2020
Duración: 99 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Dreadnought Films, Ingenious Media, Zero Gravity Management (Distribuidora: VVS Films)
Género: Acción. Drama | Crimen
Guion: Steve Allrich, Mark Williams
Música: Mark Isham
Fotografía: Shelly Johnson
Reparto: Liam Neeson, Robert Patrick, Jai Courtney, Kate Walsh, Jeffrey Donovan, Anthony Ramos, Jamie Ghazarian, Janelle Feigley, Devon Diep, Arthur Hiou, Adrian M. Mompoint, Birol Tarkan Yildiz, Kayla Caulfield, Jose Guns Alves, Marcela Jaramillo, Lewis D. Wheeler, Michael Malvesti, Patty O'Neil, Osmani Rodriguez, Ineke Garbacz, Guy Cooper, Adam Teper, David Palandjian, Tazzie, Rickland Powell
Dirección: Mark Williams
Tom Carter, -Liam Neeson- es un escrupuloso ladrón que ya ha robado 12 bancos en 7 estados, tiene más de 9 millones de dólares en efectivo y nadie sabe quién es. La vida le sonríe en ese aspecto pero cuando busca una bodega para guardar su tesoro se encuentra con algo inesperado. Conoce a Annie Sumpter -Kate Walsh-, una estudiante de posgrado en psicología, encargada del lugar, con escasa suerte en el amor. Sin más, pasa un año y el compromiso entre ambos aumenta de grado por lo que Tom, sin consultarlo con su prometida, decide entregarse al FBI para obtener un acuerdo que implique pasar menos tiempo en la cárcel purgando sus delitos.
Su ofrecimiento no inicia bien. La policía no le cree -varios han llamado haciéndose pasar por el reconocido ladrón-, sin embargo, luego de varios intentos y casi a punto de claudicar, Tom logra que una pareja de agentes le visite. Son jóvenes y también incrédulos, sin embargo aceptan ir en busca del dinero como prueba de su culpabilidad. Cuando dan con el botín, todo cambia. La ambición de uno de ellos es desmedida, los planes se trastocan y ahora Tom y Annie corren peligro. Ante este grado de complicación, no hay más asunto que luchar y defender la vida para aclarar los hechos, limpiar su nombre y cumplir con el enunciado propósito.
Podríamos decir que “Honest Thief”, su título original, es una película que está realizada con apego absoluto a todos los moldes de su género y creo que no nos equivocamos con dicha sentencia. Naturalmente, esto no es ni bueno ni malo; es solo un hecho de la causa. El tema es que, a pesar de lo clásica que resulta su construcción, la cinta funciona y funciona bien.
No debe ser sencillo para Liam Neeson renunciar a los papeles de acción que le han dado tanto resultado en los últimos años. Pero claro, el paso del tiempo es tan implacable como el título otorgado en español a muchos de sus trabajos. ¿Por qué tan implacable todo? Qué lata, ojalá hubiera mejores títulos en beneficio de la sustancia y no solo del marketing. En fin.
Volviendo a la cinta, tener a Neeson en el protagónico entrega ventajas, las que en este caso junto a Kate Walsh, se potencian con una química sencilla, amable e incluso creíble. Gracias a esta particularidad, la película no solo discurre sobre la acción, sobre el escape o la cacería, sino que también agrega un telón de fondo que, si bien no es explorado con profundidad, se advierte interesante como núcleo motriz. Pero por sobre todo, observamos esa necesidad de redención que entrega una segunda oportunidad, claro que en este caso, las buenas intenciones deben esperar, porque la fuerza de la realidad que Tom enfrenta es avasalladora, aunque hay un contrapunto. El guion del mismo director junto a Steve Allrich, amarra algunos puntos transversales con las caracterizaciones de los policías de mayor rango, y aunque en segundo plano, están siempre presentes. Se crea un contrapeso pero no es suficiente. La balanza se encuentra desequilibrada y la película cede ante el peso de los acontecimientos.
¿Por qué nos identificamos con este ladrón? No queremos que lo encuentren, que lo apresen, es decir, queremos que pueda conseguir su objetivo, que rescate a su chica y que lleve a cabo su plan mayor. ¿Será porque los policías son aún más deshonestos? ¿O nos despierta comprensión un sujeto que ha robado bancos y acumulado un botín nada despreciable? Hipótesis, muchas, pero sí que empatizamos, no queda duda.
“Honest Thief” entretiene. Eso basta para darle una oportunidad, porque no decepciona como otras películas de su género. Sí, es un cine que algunos denominan como clase b, pero que no por ello carece de interés o de atención. ¿Pantalla grande o chica? Siempre será mejor en una sala de cine, y con este trabajo podemos aprovechar la oportunidad de verla en formato presencial. Son 99 minutos de acción, romance, arrepentimiento, búsqueda de la verdad y principalmente de amor. Y un amor que obliga a renunciar a todo, sin ambages y sin condiciones; sin letra chica, para recomenzar desde cero.
Ficha técnica
Título original: Honest Thief
Año: 2020
Duración: 99 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Dreadnought Films, Ingenious Media, Zero Gravity Management (Distribuidora: VVS Films)
Género: Acción. Drama | Crimen
Guion: Steve Allrich, Mark Williams
Música: Mark Isham
Fotografía: Shelly Johnson
Reparto: Liam Neeson, Robert Patrick, Jai Courtney, Kate Walsh, Jeffrey Donovan, Anthony Ramos, Jamie Ghazarian, Janelle Feigley, Devon Diep, Arthur Hiou, Adrian M. Mompoint, Birol Tarkan Yildiz, Kayla Caulfield, Jose Guns Alves, Marcela Jaramillo, Lewis D. Wheeler, Michael Malvesti, Patty O'Neil, Osmani Rodriguez, Ineke Garbacz, Guy Cooper, Adam Teper, David Palandjian, Tazzie, Rickland Powell
Dirección: Mark Williams
lunes, 6 de septiembre de 2021
Lazos de Familia
Disponible en Cinemark.cl
Esta cinta escrita por Paul Laverty y dirigida por Ken Loach presenta la vida de la familia Turner. Ricky -Kris Hitchen-, y su mujer Abby -Debbie Honeywood-, han sido golpeados por la crisis financiera del año 2008 e intentan solventar una gran cantidad de deudas. Junto a sus hijos Sub -Rhys Stone- y Liza -Katie Proctor -, componen un hogar que tiene escasas oportunidades para salir adelante.
No obstante las mencionadas dificultades, a Ricky -que no tiene formación profesional ni estudios-, se le presenta una oportunidad para trabajar como repartidor autónomo en una franquicia manejada por un tipo inescrupuloso llamado Maloney -Ross Brewster-. Es la opción que tanto esperada, tal vez una luz de esperanza que le permita, por fin, progresar y surgir. Para iniciarse en el trabajo, Ricky requiere tener una camioneta propia por lo que debe convencer a Abbie de vender el automóvil que ella usa para trasladarse y cuidar a sus pacientes domiciliarios, lo que significará un importante sacrificio y esfuerzo que esperan compensar a futuro.
El nuevo trabajo es tan agobiante como extenuante. Maloney es duro, no tiene sentimientos y trata a sus colaboradores sin contemplación alguna. Si hay demoras en la entrega, multas; si llega tarde, multas; si tiene problemas urgentes y no puede trabajar, debe encontrar un reemplazo y también recibe una multa. Estrés al máximo, cansancio intolerable. Abby, por su parte, se frustra con sus pacientes. Tiene un horario exigente y sin el transporte que le ayudaba a enfrentar mejor las cosas es todo más difícil. ¿Qué le depara el destino a esta familia?
“Sorry We Missed You” -su título original- posee un sentido de urgencia que compromete al espectador. Pocas películas logran generar este sentimiento que se observa cuando la inquietud crece y queremos defender a los protagonistas, ayudarlos, interceder por ellos, tratar de evitarles sufrimientos y más problemas.
Las actuaciones son naturales y espontáneas. Por momentos parecen registros documentales, tomas íntimas que no se ven como ensayadas, algo que le agrega sentido de realidad al metraje. La opresión laboral que se muestra es francamente agobiante. Y sin anestesia. La familia intenta seguir unida pero la tensión aflora en cada grieta que sus relaciones dejan entrever. Seb, el hijo adolescente, resiente la ausencia de sus padres, se rebela en la escuela y se mete en una espiral problemas que crece día a día. Liza, la menor, observa un poquito más de lejos, anhela que todo vuelva a ser como antes, que regrese la calma y tranquilidad, y sobre todo aspira a ver a sus padres más relajados. Pero no hay descanso, no hay tregua; la rutina apremia, se pierden las perspectivas.
Naturalmente, la familia es el apoyo primario, pero acá vemos que falla la contención, el acompañamiento, la guía y también la enseñanza. Sin duda quieren recuperar lo que eran pero no tienen claro el cómo. La búsqueda es afanosa, sin embargo chocan de frente con la aplastante realidad.
El amor profundo que se tienen no pareciera suficiente para enmendar el rumbo de las cosas. Ricky y Abby hacen todo por sus hijos, pero a la vez, y sin quererlo, los dañan. Hay afecto, hay unión, pero la impotencia ante este yugo permanente no les permite discernir qué camino emprender.
Estamos ante una vida que extravía su sentido, donde aspectos fundamentales pierden relevancia y la rutina absorbente del día a día se impone como un mazazo. ¿Cuál debiera ser el rumbo? ¿Existe acaso algún horizonte? Se trata, entonces, de tomar decisiones y de actuar. Esto es algo ineludible y urgente para descubrir si hay esperanza. ¿Existirá?
Ficha técnica
Título original: Sorry We Missed You
Año: 2019
Duración: 101 minutos
País: Reino Unido
Productora: Coproducción Reino Unido-Francia-Bélgica; Sixteen Films, BBC Films, BFI Film Fund, Les Films du Fleuve, Why Not Productions, Wild Bunch. Distribuidora: Front Row Filmed Entertainment
Género: Drama | Drama social. Familia
Guion: Paul Laverty
Música: George Fenton
Fotografía: Robbie Ryan
Reparto: Kris Hitchen, Debbie Honeywood, Rhys Stone, Katie Proctor, Nikki Marshall, Harriet Ghost, Linda E Greenwood, Alfie Dobson, Mark Birch, Ross Brewster, Julian Ions, Charlie Richmond, Brad Hopper
Dirección: Ken Loach
Esta cinta escrita por Paul Laverty y dirigida por Ken Loach presenta la vida de la familia Turner. Ricky -Kris Hitchen-, y su mujer Abby -Debbie Honeywood-, han sido golpeados por la crisis financiera del año 2008 e intentan solventar una gran cantidad de deudas. Junto a sus hijos Sub -Rhys Stone- y Liza -Katie Proctor -, componen un hogar que tiene escasas oportunidades para salir adelante.
No obstante las mencionadas dificultades, a Ricky -que no tiene formación profesional ni estudios-, se le presenta una oportunidad para trabajar como repartidor autónomo en una franquicia manejada por un tipo inescrupuloso llamado Maloney -Ross Brewster-. Es la opción que tanto esperada, tal vez una luz de esperanza que le permita, por fin, progresar y surgir. Para iniciarse en el trabajo, Ricky requiere tener una camioneta propia por lo que debe convencer a Abbie de vender el automóvil que ella usa para trasladarse y cuidar a sus pacientes domiciliarios, lo que significará un importante sacrificio y esfuerzo que esperan compensar a futuro.
El nuevo trabajo es tan agobiante como extenuante. Maloney es duro, no tiene sentimientos y trata a sus colaboradores sin contemplación alguna. Si hay demoras en la entrega, multas; si llega tarde, multas; si tiene problemas urgentes y no puede trabajar, debe encontrar un reemplazo y también recibe una multa. Estrés al máximo, cansancio intolerable. Abby, por su parte, se frustra con sus pacientes. Tiene un horario exigente y sin el transporte que le ayudaba a enfrentar mejor las cosas es todo más difícil. ¿Qué le depara el destino a esta familia?
“Sorry We Missed You” -su título original- posee un sentido de urgencia que compromete al espectador. Pocas películas logran generar este sentimiento que se observa cuando la inquietud crece y queremos defender a los protagonistas, ayudarlos, interceder por ellos, tratar de evitarles sufrimientos y más problemas.
Las actuaciones son naturales y espontáneas. Por momentos parecen registros documentales, tomas íntimas que no se ven como ensayadas, algo que le agrega sentido de realidad al metraje. La opresión laboral que se muestra es francamente agobiante. Y sin anestesia. La familia intenta seguir unida pero la tensión aflora en cada grieta que sus relaciones dejan entrever. Seb, el hijo adolescente, resiente la ausencia de sus padres, se rebela en la escuela y se mete en una espiral problemas que crece día a día. Liza, la menor, observa un poquito más de lejos, anhela que todo vuelva a ser como antes, que regrese la calma y tranquilidad, y sobre todo aspira a ver a sus padres más relajados. Pero no hay descanso, no hay tregua; la rutina apremia, se pierden las perspectivas.
Naturalmente, la familia es el apoyo primario, pero acá vemos que falla la contención, el acompañamiento, la guía y también la enseñanza. Sin duda quieren recuperar lo que eran pero no tienen claro el cómo. La búsqueda es afanosa, sin embargo chocan de frente con la aplastante realidad.
El amor profundo que se tienen no pareciera suficiente para enmendar el rumbo de las cosas. Ricky y Abby hacen todo por sus hijos, pero a la vez, y sin quererlo, los dañan. Hay afecto, hay unión, pero la impotencia ante este yugo permanente no les permite discernir qué camino emprender.
Estamos ante una vida que extravía su sentido, donde aspectos fundamentales pierden relevancia y la rutina absorbente del día a día se impone como un mazazo. ¿Cuál debiera ser el rumbo? ¿Existe acaso algún horizonte? Se trata, entonces, de tomar decisiones y de actuar. Esto es algo ineludible y urgente para descubrir si hay esperanza. ¿Existirá?
Ficha técnica
Título original: Sorry We Missed You
Año: 2019
Duración: 101 minutos
País: Reino Unido
Productora: Coproducción Reino Unido-Francia-Bélgica; Sixteen Films, BBC Films, BFI Film Fund, Les Films du Fleuve, Why Not Productions, Wild Bunch. Distribuidora: Front Row Filmed Entertainment
Género: Drama | Drama social. Familia
Guion: Paul Laverty
Música: George Fenton
Fotografía: Robbie Ryan
Reparto: Kris Hitchen, Debbie Honeywood, Rhys Stone, Katie Proctor, Nikki Marshall, Harriet Ghost, Linda E Greenwood, Alfie Dobson, Mark Birch, Ross Brewster, Julian Ions, Charlie Richmond, Brad Hopper
Dirección: Ken Loach
jueves, 2 de septiembre de 2021
Sweet Girl
Disponible en Netflix.
Ante la muerte de su esposa producto de un cáncer poco común, Ray Cooper -Jason Momoa-, promete llegar hasta las últimas consecuencias para lograr justicia. Aunque debe proteger a su hija Rachel -Isabela Merced-, Ray no se detiene en su propósito de dejar al descubierto a Simon Keeley -Justin Bartha-, CEO del laboratorio responsable del retiro del medicamento que podría haber curado a su mujer.
Una investigación periodística sobre sobornos y conspiraciones representan el inicio de una serie de sucesos que se desencadenan precipitadamente luego de la muerte del periodista a cargo en un violento ataque en el metro que deja heridos e inconscientes a Rachel y Ray, quienes varios meses después ya no solo buscan justicia sino ahora venganza.
Esta cinta dirigida por Brian Andrew Mendoza posee un desarrollo irregular. No obstante tener una premisa interesante y que podría resultar incluso inquietante -el poder de los laboratorios farmacéuticos, los sobornos y la turbiedad política-, abandona muy pronto esas substancias para concentrarse en persecuciones, escapes, coreografías y golpes. Tanto es el sin sentido en que desemboca, que incluso los esfuerzos desplegados por Isabela Merced para transmitir emocionalidad y los de Jason Momoa por construir un personaje más sensible, son superados por la ineficacia de un guion que abusa de los lugares comunes, los estereotipos y las caricaturas.
“Sweet Girl” tiene mejor apariencia que fondo, porque cuando uno se acerca un poco más se perciben sus grietas, los vacíos se agigantan y los giros del relato -que deberían generar sorpresas-, no se condicen con su desarrollo y posterior conclusión. En síntesis, una película que se cae por su propio peso, que entretiene solo a medias y que olvidamos al minuto de haber abandonado la plataforma.
Ficha técnica
Título original: Sweet Girl
Año: 2021
Duración: 110 minutos
País: Estados Unidos
Productora: ASAP Entertainment, Pride of Gypsies, On The Roam. Distribuidora: Netflix
Género: Acción | Familia. Venganza
Guion: Philip Eisner, Gregg Hurwitz, Will Staples
Música: Steven Price
Fotografía: Barry Ackroyd
Reparto: Jason Momoa, Isabela Merced, Manuel García-Rulfo, Adria Arjona, Raza Jaffrey, Justin Bartha, Lex Scott Davis, Michael Raymond-James, Dominic Fumusa, Nelson Franklin, Reggie Lee, Brian Howe, Dale Pavinski
Dirección: Brian Andrew Mendoza
Ante la muerte de su esposa producto de un cáncer poco común, Ray Cooper -Jason Momoa-, promete llegar hasta las últimas consecuencias para lograr justicia. Aunque debe proteger a su hija Rachel -Isabela Merced-, Ray no se detiene en su propósito de dejar al descubierto a Simon Keeley -Justin Bartha-, CEO del laboratorio responsable del retiro del medicamento que podría haber curado a su mujer.
Una investigación periodística sobre sobornos y conspiraciones representan el inicio de una serie de sucesos que se desencadenan precipitadamente luego de la muerte del periodista a cargo en un violento ataque en el metro que deja heridos e inconscientes a Rachel y Ray, quienes varios meses después ya no solo buscan justicia sino ahora venganza.
Esta cinta dirigida por Brian Andrew Mendoza posee un desarrollo irregular. No obstante tener una premisa interesante y que podría resultar incluso inquietante -el poder de los laboratorios farmacéuticos, los sobornos y la turbiedad política-, abandona muy pronto esas substancias para concentrarse en persecuciones, escapes, coreografías y golpes. Tanto es el sin sentido en que desemboca, que incluso los esfuerzos desplegados por Isabela Merced para transmitir emocionalidad y los de Jason Momoa por construir un personaje más sensible, son superados por la ineficacia de un guion que abusa de los lugares comunes, los estereotipos y las caricaturas.
“Sweet Girl” tiene mejor apariencia que fondo, porque cuando uno se acerca un poco más se perciben sus grietas, los vacíos se agigantan y los giros del relato -que deberían generar sorpresas-, no se condicen con su desarrollo y posterior conclusión. En síntesis, una película que se cae por su propio peso, que entretiene solo a medias y que olvidamos al minuto de haber abandonado la plataforma.
Ficha técnica
Título original: Sweet Girl
Año: 2021
Duración: 110 minutos
País: Estados Unidos
Productora: ASAP Entertainment, Pride of Gypsies, On The Roam. Distribuidora: Netflix
Género: Acción | Familia. Venganza
Guion: Philip Eisner, Gregg Hurwitz, Will Staples
Música: Steven Price
Fotografía: Barry Ackroyd
Reparto: Jason Momoa, Isabela Merced, Manuel García-Rulfo, Adria Arjona, Raza Jaffrey, Justin Bartha, Lex Scott Davis, Michael Raymond-James, Dominic Fumusa, Nelson Franklin, Reggie Lee, Brian Howe, Dale Pavinski
Dirección: Brian Andrew Mendoza
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