martes, 30 de noviembre de 2021

Una serena pasión

Esta es la historia de Emily Dickinson, una poetisa norteamericana que permaneció la mayor parte de su vida en casa de sus padres en Amherst, Massachusetts. Emily, nacida en 1803, se retrajo muy tempranamente. Poco se sabe de su vida, sin embargo, desde muy joven fue afectada por traumas emocionales que influyeron en su comportamiento y delinearon su futuro. Alejada de cualquier tipo de vida social, la joven encontró refugio en las letras, en el arte de las palabras, en la expresión de sentimientos profundos a través de sentidos poemas que poco a poco fueron viendo la luz. 

“Una serena pasión” es una historia triste, un relato que muestra a una persona que se siente oprimida, que percibe que no encaja en el mundo, algo que le produce angustia y una serie de otros sentimientos que la hacen canalizar su alma a través de una poesía fina y aguda que a la postre le resultará liberadora. También, la película ejemplifica lo que significa la carencia, en este caso espiritual, lo que conduce a Emily a través de diferentes rumbos, muchas veces contradictorios, en una búsqueda incansable de certezas y encuentros personales a través de un arte especialmente complejo. 

Debo reconocer que me costó empatizar con Emily Dickinson a pesar de la actuación protagónica consistente que realiza Cynthia Nixon. Tal vez, en parte, es por la representación de su edad. Creo que la presentan muy mayor siendo aún joven con el fin de cubrir más años, situación que me parece un poco forzada y encasillada. Asimismo, percibo la construcción de los personajes secundarios bastante lejana, aunque caracterizados a través de contrapuntos clave; el padre y la madre, el hermano y la hermana, y por supuesto su mejor amiga. 

En un aspecto importante, el aislamiento se encuentra bien representado, describe certeramente ese mundo interior abyecto, por momentos insufrible, cuyo único escape se encuentra en la expresión de palabras que cobran sentido al unirse con exuberante belleza. Asimismo, me llama la atención la ausencia de música o banda sonora en grandes secciones del metraje. No comprendo la decisión, me hizo falta, sobre todo en largas escenas que, pienso, habrían ganado mucho con una apropiada sonoridad acompañante, no central, en un plano diferente, compuesto, orquestado, para destacar movimientos o declamaciones. 

Como no logré empatizar, me faltó más cercanía, más profundidad y más puntos de unión en esta historia. Estimo, también, que en ocasiones su poesía se hace difícil de seguir, debido a sus traducciones más literales que poéticas, algo que perturba y no permite apreciar el vuelo propio del idioma original. 

El director Terence Davies se arriesga con este trabajo. Su ritmo cansino y por momentos de muy baja tensión, tiende a caer en algunos baches narrativos de los que cuesta sobreponerse. Sin embargo, y aun así, logra entregar una ventana a la historia de esta reconocida poeta, a través de una perspectiva personal que posiblemente nos incentive a descubrirla en otros aspectos y a conocer más de su vida y obra. 

Ficha técnica

Título original: A Quiet Passion 
Año: 2016 
Duración: 125 minutos 
País: Reino Unido 
Productora: Hurricane Films, Potemkino 
Género: Drama | Biográfico. Literatura. Siglo XIX 
Guion: Terence Davies 
Fotografía: Florian Hoffmeister 
Reparto: Cynthia Nixon, Jennifer Ehle, Duncan Duff, Keith Carradine, Jodhi May, Joanna Bacon, Catherine Bailey, Emma Bell, Benjamin Wainwright, Annette Badland, Rose Williams, Noémie Schellens, Miles Richardson, Eric Loren 
Dirección: Terence Davies

viernes, 26 de noviembre de 2021

Eternals

En esta nueva fase del Marvel Cinematic Universe (MCU) -esta es la película número 26-, observamos a diez “Eternos” que llevan más de 7.000 años en la Tierra. Como seres inmortales, han sido enviados por el Celestial Arishem para exterminar a los Desviantes y ser custodios de la raza humana a través de los siglos. Aunque no han influido directamente en la historia de la humanidad, siempre han estado presentes en los grandes eventos protegiendo a los seres humanos ya que existe un fin último que incluso ellos mismos desconocen. 

Un incidente en el Londres actual, donde viven dos de ellos, Sersi y Sprite, desencadena la acción. Los Desviantes parecen haber regresado, esta vez con más poder aún, lo que representa una amenaza que no pueden enfrentar en forma separada. Ikaris, que se había alejado de Sersi hace más de 500 años, acude y les brinda auxilio, sin embargo sus temores se acrecientan y la necesidad de que el grupo se vuelva a reunir se torna apremiante. 

Esta mega producción de Marvel posee una propuesta diferente, arriesgada y por tanto controvertida. Los efectos especiales, las peleas, las batallas y toda su parafernalia, se encuadra dentro de lo que ya conocemos, sin embargo esta entrega tiene tiempo para profundizar en las relaciones entre sus protagonistas y también algo más en sus historias personales. 

La directora Chloé Zhao apuesta por desarrollar la intimidad de sus personajes más que sus emociones. Posee muchos momentos calmos y apacibles, donde incursiona en detalles y aspectos propios de cada personaje, entregando contexto al metraje y aportando datos fundamentales para comprender los súper poderes y el recorrido histórico de cada uno. 

La historia principal es la de Ikaris -Richard Madden-, y Sersi -Gemma Chan-, quienes fueron pareja sentimental por miles de años pero que ahora se encuentran separados hace ya bastante tiempo. En ellos se encuentra un núcleo argumental y emocional que es rodeado por todos los demás protagonistas. Progresivamente vamos descubriendo sus papeles y su ubicación en la trama, mientras que el guion se encarga de la elaboración del resto de los Eternos sin prisa y con bastante espacio para cada uno. 

La película incursiona en la mitología, en las religiones, en las costumbres, en la historia, y en la evolución humana. Presenta deidades -como Arishem- que dirigen los destinos del universo y somete a prueba los valores de la lealtad y la obediencia. También, pone en relieve la rebelión ante un destino indiscutido, y lo que significa un cambio de curso de los hechos (acción - reacción) que trae inesperadas consecuencias. El relato, además, se cuestiona sobre si la eternidad es algo positivo o bien una carga insalvable, algo que ronda permanentemente durante toda la extensión de la cinta. 

Con un ritmo frenético bien orquestado, cuando propone hacer pausas se perciben correctamente, a las que agrega toques de un humor especial que logra distender el ambiente en varias oportunidades. La película funciona bien, pasa rápido y es muy entretenida. Cumple con los códigos de Marvel y además aporta una mirada diferente. Como es un producto nuevo, una historia nueva, tal vez cueste un poco más de entrada. Necesita tiempo y desarrollo, no es todo automático y son muchos los personajes involucrados. Además, siendo una historia posterior a “End Game” plantea nuevos escenarios y enfrenta, con ello, nuevos desafíos. 

Por cierto es Marvel. Hay escenas post créditos y esta vez son dos. Y son importantes para enlazar y vislumbrar lo que vendrá, porque el MCU se sigue expandiendo y su entretenimiento a gran escala, en pantallas gigantes, con movimiento, efectos especiales y 3D crece cada día más. 

Ficha técnica 

Título original: Eternals 
Año: 2021 
Duración: 157 minutos 
País: Estados Unidos 
Productora: Marvel Studios, TSG Entertainment. Distribuidora: Walt Disney Pictures 
Género: Fantástico. Aventuras. Acción. Ciencia ficción | Cómic. Marvel Comics: Guion 
Chloé Zhao, Matthew K. Firpo, Ryan Firpo, Patrick Burleigh. Cómic: Jack Kirby 
Música: Ramin Djawadi 
Fotografía: Ben Davis 
Reparto: Angelina Jolie, Richard Madden, Gemma Chan, Kit Harington, Kumail Nanjiani, Salma Hayek, Barry Keoghan, Brian Tyree Henry, Ma Dong-seok, Lia McHugh, Lauren Ridloff, Haaz Sleiman, Lucia Efstathiou 
Dirección: Chloé Zhao

miércoles, 24 de noviembre de 2021

El misterio de Soho

El amor que tiene Eloise "Ellie" Turner -Thomasin McKenzie-, por todo lo que evoque la moda y la música de los años sesenta, la lleva a querer ser una diseñadora de alta costura. Es un sueño para ella. Con el fin de cumplir su propósito, se traslada, desde una localidad rural cerca de Redruth, a Londres para iniciar sus estudios en el “London College of Fashion”. 

De vivir sola con su abuela -su madre se suicidó cuando Ellie era pequeña-, a vivir con otros estudiantes, representa un mundo de diferencia, por lo que la cohabitación en departamentos compartidos no resulta grato en lo absoluto para esta joven, que tiene una personalidad más bien tímida e introvertida. Buscando tranquilidad e independencia, Ellie arrienda un viejo cuarto en Goodge Place, propiedad de una anciana llamada Alexandra Collins -Diana Rigg-. 

El lugar elegido tiene su historia. Es un edificio antiguo situado en lo que alguna vez fue el centro de atención del Londres añorado, algo que a Ellie le llama la atención desde un principio y con lo que ella conecta inmediatamente. Tanto es así que, literalmente, se transporta a esos años. Se ve ella misma como una joven rubia llamada Sandie -Anya Taylor-Joy-, que quiere ser estrella, cantante y figura central en un bar frecuentado por un exitoso gerente llamado Jack -Matt Smith-. 

Inspirada en Sandie, Ellie comienza a diseñar un vestido que le trae nuevas visiones. Mientras tanto, en las noches, la reconexión con ese pasado es cada vez más vívida y alucinante, al interior de un mundo que comienza a develar personajes que ocultan historias, en un ambiente cargado de misterios, secretos e historias de abuso. 

Edgar Wright dirige un thriller psicológico que atrapa, donde el juego de planos y de roles provoca un genuino desdoblamiento. La propuesta implica una inmersión profunda en mundos diferentes, superpuestos y enfrentados. Estéticamente luminosa y bien lograda, la película ofrece una muy buena recreación de ambientes, lo que junto a una edición vertiginosa y a coreografías atractivas, captura nuestra atención desde el primer minuto. El tratamiento audiovisual también es poderoso, impacta gracias al uso de luces intermitentes, a la utilización de variadas sombras y sonidos en alto volumen, reflejando gráficamente los permanentes contrastes que se quieren evidenciar. 

Las actuaciones protagónicas, tanto las finas y delicadas como las fuertes y decididas, resultan convincentes. Thomasin McKenzie y Anya Taylor-Joy brillan en sus roles, con amplios dominio de sus campos de acción, en una simetría y fusión que resulta única. Por otro lado, la configuración de los personajes secundarios si bien no destaca del todo, entrega sustento al metraje en el contexto de un escenario que por momentos se repleta de acciones que auscultan el ambiente de los 60, mostrando sus vicios, sus dobles estándares, su brillo externo y la podredumbre interna.  

La dirección de Wright avanza con mano firme, distintiva, con buen ritmo y elevada tensión. La filmación produce temor sin el uso de herramientas evidentes, ya que. sin caer en típicos clichés, deja sentir el horror que perciben sus protagonistas. 

Con un claro énfasis en lo femenino, en esa figura que se empodera y se revela ante el abuso y la adversidad, “Last Night in Soho” provee una trama sencilla, incluso no difícil de prever, ofreciendo novedad y frescura con giros y vueltas interesantes, en un estreno que resulta ser un verdadero aporte a la cartelera actual. 

Ficha técnica 

Título original: Last Night in Soho 
Año: 2021 
Duración: 118 minutos 
País: Reino Unido 
Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; Complete Fiction, Focus Features, Film4 Productions, Working Title Films 
Género: Thriller. Fantástico | Thriller psicológico. Viajes en el tiempo 
Guion: Krysty Wilson-Cairns, Edgar Wright 
Música: Steven Price 
Fotografía: Chung Chung-hoon 
Reparto: Thomasin McKenzie, Anya Taylor-Joy, Matt Smith, Terence Stamp, Diana Rigg, Rita Tushingham, Synnove Karlsen, Joakim Skarli, Andrew Bicknell, Colin Mace, Michael Ajao, Will Rogers, Will Rowlands 
Dirección: Edgar Wright

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Finch

Disponible en Apple TV+


Estamos ante una película sensible y humana, que pone énfasis en el valor de la enseñanza. 

“Finch” nos presenta a Finch Weinberg -Tom Hanks-, un ingeniero robótico que logra sobrevivir en un subterráneo de St. Louis. El mundo exterior es inhabitable producto de una explosión solar que destruyó la capa de ozono hace ya algunos años. Finch solo sale a buscar suministros, y evita la radiación ultravioleta extrema, cubierto con un traje protector que le aísla de temperaturas superiores a los 70 grados Celsius. 

En casa, vive su perro Goodyear junto a un pequeño ayudante robot llamado Dewey. Finch está preocupado pues está enfermo y sabe que tarde o temprano dejará a su perro solo. Por ello, desde hace ya un tiempo, se ha propuesto crear un avanzado robot humanoide para que pueda hacerse cargo de Goodyear cuando ya no esté para cuidarlo. El trabajo va bien, la información se va cargando progresivamente y el robot -Jeff- comienza a dar sus primeros pasos, sin embargo una gran tormenta, que amenaza con destruir todo a su paso, los obliga a abandonar el protegido refugio en busca de un sitio aún más seguro. De ese modo, Finch, Goodyear, Dewey y Jeff, emprenden viaje a bordo de una casa rodante rumbo a San Francisco, para huir del peligro con la esperanza de encontrar nuevos horizontes. 

El mundo que relata esta cinta dirigida por Miguel Sapochnik se encuentra desolado. No se puede estar al aire libre, el sol quema, la tierra es sencillamente inhabitable. Son tantas las películas que retratan un post-apocalipsis de manera similar que, la verdad, parece que tenemos bastante claro hacia dónde nos dirigimos si no hacemos nada para evitar el cataclismo. El punto es que parece que igual no entendemos nada, pese a las majaderas advertencias realizadas en todos los tonos y a través de diferentes mensajes en variados formatos. Finch es tal vez el último humano, no sabemos, pero sin duda transmite un cuestionamiento fundamental: ¿qué hacer en esa condición? Pues bien, Finch se preocupa por su perro, sabe que lo dejará solo y necesita encontrar una solución, es decir, alguien que lo cuide. 

La película muestra soledad, pero también explora acerca de las relaciones. La primera, la de Finch consigo mismo, en introspección y reflexión. Luego, la cercanía y cariño con Goodyear -que se roba la atención por sus tiernas escenas-, y también con la mascota robot Dewey. Finalmente, y en un desarrollo extenso, la cinta se centra en la creación de Jeff, sus primeras acciones, su incompleta formación y su necesidad inicial de apoyo. Jeff requiere guía a pesar de tener mucha información pues carece de ejemplos para tomar decisiones. En este sentido, observamos el traspaso de valores que realiza Finch, tanto en la teoría como en la práctica, lo que contribuye a que este nuevo robot aprenda lecciones fundamentales sobre el amor, la amistad, el significado de la vida y el comportamiento humano. 

De estos tres protagonistas, Hanks llena la pantalla con su despliegue emocional. Jeff lo complementa, desde su torpeza inicial, y luego con esos gestos humanos esenciales que comienza a descubrir y desarrollar durante el viaje. Goodyear -el perro Seamus-, aporta el componente de dulzura, mientras que la música de Gustavo Santaolalla llama a la calma y reflexión durante el metraje. 

¿Es pesimista u optimista está cinta? Resiste y también acepta miradas diversas. Apunta, por un lado, a la responsabilidad humana en la catástrofe ambiental, acusa inacción, cuestiona la forma de resolver algo que era anticipadle y evitable. Asimismo, por otro lado se pregunta si se puede seguir adelante pese a todo, es decir, encontrar sentido, o tal vez un nuevo sentido, quizás basado en pequeños detalles que marquen la diferencia. 

Llama la atención el comportamiento robótico de forma humana que tiene Jeff. Gran mérito del actor Caleb Landry Jones, que es quien da vida a los movimientos del robot. Además de cercano, se siente su compañía, su condición de partner, y de criatura, en una relación simbólica hijo-padre, que se hace cada vez más real y emotiva con el correr de los minutos. 

¿Aniquilaremos nuestro hábitat? Es posible. ¿Habrá, pese a todo, una luz de esperanza? No lo sabemos, y la película tampoco lo responde, sin embargo su énfasis en la humanidad denota que podría existir un futuro, aunque del todo diferente y desconocido. Todo está por escribirse, pues aún somos los protagonistas de nuestra propia historia. 

Ficha técnica 

Título original: Finch 
Año: 2021 
Duración: 115 minutos 
País: Estados Unidos 
Productora: ImageMovers, Amblin Entertainment, Dutch Angle, Misher Films. Productor: Robert Zemeckis. Distribuidora: Apple TV+ 
Género: Ciencia ficción | Futuro postapocalíptico. Robots 
Guion: Craig Luck, Ivor Powell 
Música: Gustavo Santaolalla 
Fotografía: Jo Willems 
Reparto: Tom Hanks, Laura Harrier, Caleb Landry Jones, Samira Wiley, Skeet Ulrich, Lora Martinez, Alexis Raben, Jon Donahue, Oscar Avila, Christopher Farrar, Carma Harvey 
Dirección: Miguel Sapochnik

viernes, 12 de noviembre de 2021

Duna

El director Denis Villeneuve nos entrega una fascinante experiencia audiovisual con “Dune”, su última película, basada en la novela homónima escrita por Frank Herbert el año 1965. Rotulada como “Primera Parte”, comprende el inicio del libro, en una secuencia que cumple con un papel tanto introductorio como descriptivo de estos sucesos que acontecen en el año 10191. 

La acción se desarrolla en un árido planeta llamado Arrakis que es el principal reservorio de una sustancia denominada “especia”, fundamental para la vida humana y que además posibilita los viajes interestelares. Este inhóspito hábitat ha sido dominado por mucho tiempo por la Casa Harkonnen, sin embargo el emperador Padishah Shaddam IV ha decidido dar un giro y encargar su custodia a la Casa Atreides. Para ello encomienda al duque Leto I -Oscar Isaac-, que asuma el control del planeta. El duque se traslada al lugar junto a Lady Jessica -Rebecca Ferguson-, y al hijo en común, Paul -Timothée Chalamet-, con la esperanza de vincularse con los nativos Fremen, vislumbrando en ello la posibilidad de recuperar cierta calma y paz para todas las Casas. Sin embargo, como muchas veces sucede, las cosas no son como parecen y detrás de este importante encargo hay dobles intenciones. La jugada del emperador no es del todo honesta, y los Atreides se ven envueltos en una sucesión de engaños y traiciones que hacen peligrar su subsistencia. 

El guion de la cinta, firmado por Eric Roth, Jon Spaihts y el propio Villeneuve, desarrolla claramente los sucesos. Nos guía, paulatinamente, al interior del laberinto construido por Herbert para explicarnos en detalle cada uno de los elementos que están en juego. Sin prisa alguna, la atención se enfoca en los detalles, principalmente en la creación de atmósferas y en las sensaciones que experimentan los protagonistas. 

Villeneuve nos envuelve con una propuesta mucho más visual y sonora que de largos diálogos o argumentaciones. El relato es ciertamente sensorial, pretende sumergirnos en el mundo de Arrakis y en lo que viven y sienten quienes se encuentran allí. El polvo del desierto extremo, el viento constante, los amenazantes gusanos gigantes, el agudo e insoportable calor y una permanente sensación de vulnerabilidad, son llevados a la pantalla de manera colosal, en una producción que no deja duda alguna y nos sitúa al medio de la acción. 

El elenco, con actuaciones estupendas, agrega, además, connotados nombres, entre los que destacan Josh Brolin, Jason Momoa, Stellan Skarsgård, Zendaya y Javier Bardem, entre otros, completando un reparto que tiene un gran peso escénico y que se potencia bajo el liderazgo de Villeneuve. No obstante, el peso mayor, reitero, está en el ambiente, en lo que los rodea externamente y también en lo que experimentan internamente, por lo que el desafío actoral es aun mayor, pues deben lograr representar sensaciones por medio de movimientos y miradas, más que con sus diálogos. 

Mención aparte para la música escrita por Hans Zimmer. Es una banda sonora totalmente diferente a lo que acostumbramos recibir del compositor. No solo se propone encontrar sonidos nuevos sino que además, logra crear nuevos instrumentos especialmente para esta ocasión. El sonido es, así, un elemento trascendente, inseparable de la imagen, que hace vibrar el cine de extremo a extremo, agregando un gran número de sensaciones en perfecta armonía con lo que visualmente sucede en la pantalla. Técnicamente muy compleja, la partitura tiene gran densidad sonora, la que otorga cuerpo y bases sólidas a una composición visual estéticamente hermosa y que posee una fotografía -Greig Fraser-, tan precisa como envolvente. 

“Dune” es una propuesta diferente, arriesgada, jugada y llena de convicciones. Es posible que no deje a todos contentos y que genere -ya es una realidad- un importante debate. Para mí, este cine de autor, aunque dentro del mundo que conocemos de las grandes producciones o “blockbusters”, destaca por muchas razones. Primero: asume el riesgo de elaborar un visión particular de un libro, algo complejo y que siempre será subjetivo; segundo: encuentra en la gran pantalla, y con todas sus posibilidades y opciones, la oportunidad de crear un mundo completo al que nos invita a entrar en la medida que aceptemos la propuesta; tercero: sin dejar de lado el relato tradicional, sitúa sus mayores esfuerzos en la atmosferización, en la construcción visual y sonora experiencial, y en transmitirnos una grandeza que, lejos de apocarnos, nos obliga a estar a su altura; y cuarto: salimos del cine diferentes, transformados, sintiendo haber vivido algo único, especial y distintivo. 

Denis Villeneuve hace un buen tiempo nos viene brindando trabajos notables y su versión de “Dune” se inscribe en esa misma línea. Queda esperar la segunda parte y tal vez alguna sorpresa. Por ahora, solo aguardar, y disfrutar de las sensaciones que quedan tras los días, que se pueden volver a recordar escuchando la banda sonora, o bien dejando que vuelva a nosotros lo que experimentamos al estar frente a la gran pantalla.  

¡Imperdible! ¡Excelente! 

Ficha técnica 

Título original: Dune 
Año: 2021 
Duración: 155 minutos 
País: Estados Unidos 
Productora: Legendary Pictures, Villeneuve Films, Warner Bros.. Distribuidora: Warner Bros. 
Género: Ciencia ficción. Aventuras. Drama | Aventura espacial. Cine épico 
Guion: Eric Roth, Denis Villeneuve, Jon Spaihts. Novelas: Frank Herbert 
Música: Hans Zimmer 
Fotografía: Greig Fraser 
Reparto: Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson, Oscar Isaac, Josh Brolin, Jason Momoa, Stellan Skarsgård, Zendaya, Javier Bardem, Sharon Duncan-Brewster, Charlotte Rampling, Chang Chen, Stephen Henderson, Dave Bautista 
Dirección: Denis Villeneuve

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Schumacher

Disponible en Netflix.


Este testimonio de casi dos horas de duración se enfoca en la vida del expiloto de Fórmula Uno Michael Schumacher (Alemania, 1969), estrella del automovilismo y ganador de siete títulos mundiales en la máxima categoría. Con un tratamiento documental y a través de numerosas entrevistas, la película se sumerge en la intimidad de su familia, en la cercanía de sus amigos y en la trastienda al interior de los equipos en los que se desempeñó, abarcando desde sus primeros pasos hasta su consagración definitiva. 

La historia familiar de Schumacher comienza con el sacrificio realizado por sus padres y su inicio a temprana edad en las competiciones deportivas. Desde muy pequeño asoma su esfuerzo personal en las categorías infantiles, lo que le va dando forma a una preparación constante, desarrollada con tesón, enfoque y permanente trabajo duro. 

Una de las características que muestra este trabajo, con Schumacher ya adulto, es el permanente apoyo emocional brindado por su familia nuclear, es decir por su esposa y sus dos hijos. Michael lo retribuye con protección, con una contención desde afuera hacia adentro, blindando a sus seres queridos de toda la parafernalia de un deporte que, en términos públicos, no da tregua alguna. 

El documental muestra fracaso tras fracaso del joven piloto. Algunos éxitos, pero mayormente el difícil camino elegido, las permanentes dudas y el constante sacrificio. Pasaron muchos años para que alcanza el éxito en Ferrari, un desafío que le consumió muchísima energía pero que, en contraposición, tal vez le brindó los mejores años de su carrera deportiva. 

Esta película construida por Hans-Bruno Kammertöns, Vanessa Nöcker y Michael Wech es sencilla y está bien construida. Comprende un testimonio preciso que disfrutarán los fans del campeón del mundo pero que también tocará al público que no está tan involucrado, porque les permitirá enterarse de la humanidad que está detrás de ese gran deportista, de esa figura alabada y admirada -también criticada- por tantas personas alrededor del mundo. 

La capacidad de Schumacher de bloquear emociones sin duda favoreció su desarrollo deportivo, sin embargo, y a la vez, el piloto pudo desarrollar lazos y vínculos estrechos, con extrema dedicación, que sirvieron de base para la construcción de sus éxitos profesionales.  

La vida cambia de un instante a otro. Un accidente en esquí modificó la vida de Michael Schumacher. No sabemos de su condición ni tampoco más antecedentes de lo ocurrido. Ahora la contención es inversa; es la familia quien protege al esposo y al padre.  

Estamos ante un sensible homenaje a un grande del automovilismo, un ejemplo para generaciones futuras. El éxito no llega solo, se debe trabajar duro y los sacrificios son extenuantes; Schumacher lo comprendió y lo vivió a fondo, y este documental lo retrata de cuerpo entero de manera fehaciente. 

Ficha técnica 

Título original: Schumacher 
Año: 2021 
Duración: 112 minutos 
País: Alemania 
Productora: B 14 Film, DCM Productions, Rocket Science. Distribuidora: Netflix 
Género: Documental | Coches/Automovilismo. Biográfico 
Guion: Hans-Bruno Kammertöns, Vanessa Nöcker, Michael Wech 
Música: Peter Hinderthür, Christian Wilckens 
Reparto: Documental, intervenciones de: Michael Schumacher, Jean Todt, Sebastian Vettel, Mika Häkkinen, Bernie Ecclestone, David Coulthard, Flavio Briatore, Damon Hill, Mick Schumacher, Luca Cordero di Montezemolo 
Dirección: Hans-Bruno Kammertöns, Vanessa Nöcker, Michael Wech

lunes, 8 de noviembre de 2021

El Intérprete

Podríamos decir que este relato es especial. ¿Por qué? Tal vez hay algo en su tono, algo en su desarrollo, y el uso de elementos que se salen de lo acostumbrado y que nos vinculan fuertemente con los hechos sucedidos durante la Segunda Guerra Mundial. Entonces, ¿de qué trata “El Intérprete? Veamos. 

Ali Ungár -Jiří Menzel-, sospecha que un exoficial de las SS ejecutó a sus padres en Eslovaquia durante la guerra. A sus 80 años no está tranquilo, quiere venganza y decide buscarlo, pero en el lugar donde lo debiera encontrar solo halla a su hijo, Georg Graubner -Peter Simonischek-, un hombre jubilado que perdió contacto con su padre hace muchísimo tiempo. El encuentro entre ambos es desagradable, tosco, brusco, pero se transforma en el germen de algo que descubriremos más adelante. 

Pasa un tiempo y ahora es Georg quien busca a Ali. Se le ha despertado interés por su pasado y le ofrece que sea su intérprete en un viaje por Eslovaquia para recoger testimonios y reconstruir parte de la historia descrita en el libro escrito por su padre. Ambos hombres comienzan un camino que les llevará a descubrir secretos, revivir conflictos y compartir una rutina y cotidianidad que poco a poco los transforma en cómplices de una historia que tiene mucho más en común de lo que nunca imaginaron. 

El director Martin Sulík presenta un trabajo que tiene su principal fortaleza en el desarrollo de las personalidades de sus protagonistas y en la transformación que experimentan a través del camino que emprenden. Ambos no pueden ser más distintos. Ali siente la opresión de la guerra, por el destino de su familia, situación que marca su vida completamente, un capítulo crucial que no ha podido cerrar adecuadamente. Sus actos, impulsados por el sufrimiento experimentado, no alcanzan la comprensión ni el perdón, algo que Ali entiende pero que de ninguna forma logra superar. Georg, por su parte, ha tomado distancia física y emocional de su progenitor, huyendo de la realidad angustiosa que implica ser hijo de una persona causante de tantos sufrimientos y muertes, un peso tan agobiante que tal vez también moldea su carácter distendido y vividor de su presente actual. 

El recorrido emocional de ambos protagonistas se da durante el viaje. Con detalles sencillos y con todo el tiempo del mundo, el guion va aportando el contexto necesario para poder componer cada cuadro. Las actuaciones colaboran para que el retrato sea creíble y podamos, además, comprender estas dos realidades tan opuestas -y con tanta historia compartida-, desde ópticas totalmente diferentes. 

“Tlmocnik” es una cinta distinta. Cuando apuesta por dosis de humor, lo hace en forma sensata y sin degradar la temática abordada. Esboza sonrisas, puede ser incluso tragicómica, pero no pierde por un segundo la profundidad de la historia que quiere describir y mostrar. Esos toques aportan frescura, distraen y aflojan aquella tensión subterránea y permanente que se percibe como el hilo conductor del metraje. 

“El Intérprete” aporta otra mirada a la tragedia del Holocausto, una mirada desde un vértice diferente, con el rescate de su humanidad cuidada y presente. Estamos frente a una película que se sigue desarrollando después que la observamos, que permite ampliar la reflexión, cuyos personajes trascienden la pantalla y nos impulsan a reconocer su ubicación en la historia y a ponernos en su lugar. Mérito del director y también nuestro, si estamos dispuestos a aceptar su invitación. 

Ficha técnica 

Título original: Tlmocnik 
Año: 2018 
Duración: 113 minutos 
País: Eslovaquia 
Productora: Coproducción Eslovaquia-República Checa-Austria; Titanic s.r.o, In Film Praha, Ceská Televize, Coop 99, ORF Film/Fernseh-Abkommen, RTVS 
Género: Drama. Comedia | Comedia dramática. Road Movie. Vejez / Madurez. Nazismo. Holocausto 
Guion: Martin Sulík, Marek Lescák 
Música: Vladimír Godár 
Fotografía: Martín Strba 
Reparto: Peter Simonischek, Jiří Menzel, Zuzana Mauréry, Anna Rakovská, Anikó Varga, Karol Simon, Judita Hansman, Attila Mokos 
Dirección: Martin Sulík

viernes, 5 de noviembre de 2021

Asalto a la Casa de Moneda

Si existe un recinto seguro es el Banco de España, al menos en teoría. Es por eso que el grupo de salvataje liderado por Walter -Liam Cunningham-, no la tiene fácil. Su equipo es diverso: está Lorraine -Àstrid Bergès-Frisbey-, una carismática estafadora, James -Sam Riley-, un ex agente del MI6, Klaus -Axel Stein-, un hábil hacker, y el todo terreno llamado Simon -Luis Tosar-, un confiable productor de todo lo que se requiera para el trabajo. No obstante les falta la llave maestra para acceder al lugar, una mente que descifre y sortee una dificultad que parece insuperable. 

El elegido es Thom -Freddie Highmore-, un estudiante recién egresado de ingeniería en la Universidad de Cambridge, quien se les une a pesar de tener seductoras ofertas de compañías transnacionales y un padre poderoso que le cubre las espaldas. El resultado es la confección de un atraco a todas luces inviable, sobre el telón de fondo que entrega la participación de la selección de fútbol de España en la Copa del Mundo de Sudáfrica el año 2010. 

Esta cinta dirigida por el catalán Jaume Balagueró tiene un elenco de nombres importantes. A los ya mencionados se les une José Coronado y Famke Janssen, entre otros, quienes a pesar de sus roles secundarios, entregan carisma al relato. Si bien las actuaciones protagónicas no sobresalen, Highmore sortea el desafío a pesar de verse sonriente incluso en los momentos más inoportunos. Algo similar pasa con Àstrid Bergès-Frisbey, quien siempre se muestra seria y poco empática, salvo cuando desarrolla otros papeles dentro de su mismo rol. Mención aparte es ver a Coronado y Tosar juntos quienes, aunque en roles de soporte, sacan chispas y llenan la pantalla cada vez que aparecen. 

Sobre la historia, surge de inmediato la pregunta si plantear un asalto al Banco de España, o aquí llamado “Casa de Moneda”, teniendo como referencia la exitosa serie “La Casa de Papel”, se justifica. A primera vista parece que no, sin duda, pero en su favor podemos señalar que esta idea es anterior y su producción también. Obviamente tiene una intención diferente a la de la serie pero las similitudes saltan a la vista y son innegables. Tal vez si hubiese mantenido su título en inglés se habría enfocado más, “Way Down” (Muy abajo), pero claramente habría sido menos comercial y tal vez menos vendible que el título que nos ha llegado. 

Pero volvamos al thriller. Tener de fondo el Mundial de Fútbol de 2010 y la exitosa participación española es apostar a ganador. Punto a favor. Tener a un joven recién egresado, soñador, en busca de desafíos y una seguridad invulnerable se transforma en otro punto a favor, otro desafío, porque en el enigma a resolver no se conoce la solución pero tampoco se sabe cuál es el problema. 

El objetivo del grupo es un tesoro valioso, tanto como colección histórica como también por el dinero que está en juego. Pero Walter tiene bastante dinero, entonces ¿cuál es su motivación? Tal vez lo exclusivo y lo inaccesible de un botín oculto por Sir Francis Drake, porque no se trata de un robo cotidiano. Además, su mentalidad funciona como si de una familia se tratara, pues Lorraine es su protegida, la trata como su hija, la cuida y la protege como tal y el resto de la banda son más amigos que secuaces. 

Basar la acción en torno al Mundial de Fútbol, donde nada está dicho y se va definiendo de partido en partido, es otra apuesta arriesgada del equipo de asalto. Es cierto, tienen todo previsto y al menos 100 minutos si España accede a la final. ¿Sucederá así? Esto da pié a la construcción de otro personaje, esta vez colectivo, las calles llenas, las multitudes, la recreación de la efervescencia en la Plaza de Cibeles por cada juego de la armada española. 

Como elaboración, “Asalto a la Casa de Moneda” es de manual y responde a su género. Se prepara lentamente, se cocina a fuego lento para luego configurar y esperar el golpe final. Afortunadamente, el último tercio se hace ágil y genera intriga en los 40 minutos finales, por lo que esta cinta se deja ver cumpliendo su objetivo de entretener. 

Ficha técnica 

Título original: Way Down 
Año: 2021 
Duración: 118 minutos 
País: España 
Productora: Telecinco Cinema, Think Studio, Mediaset España, Movistar+. Distribuidora: Sony Pictures España 
Género: Thriller. Acción | Robos & Atracos 
Guion: Rowan Athale, Michel Gaztambide, Andrés Koppel, Rafa Martínez, Borja Glez. Santaolalla 
Música: Arnau Bataller 
Fotografía: Daniel Aranyo 
Reparto: Freddie Highmore, Astrid Bergès-Frisbey, José Coronado, Liam Cunningham, Luis Tosar, Famke Janssen, Sam Riley, Emilio Gutiérrez Caba, Axel Stein, Hunter Tremayne, Julius Cotter, James Giblin, Craig Stevenson, Daniel Holguín 
Dirección: Jaume Balagueró

jueves, 4 de noviembre de 2021

Mis hermanos sueñan despiertos

Esta película dirigida por Claudia Huaiquimilla muestra en forma gráfica el abandono, la distancia y la vulnerabilidad física -y mayormente emocional-, de un grupo de jóvenes al interior de un Centro de Detención del Servicio Nacional de Menores (SENAME) 

La cinta, que por momentos se hace desgarradora, muestra a Ángel -Iván Cáceres-, y a su hermano menor Franco -César Herrera-, quienes llevan un año esperando un juicio que no llega nunca. Surgen preguntas: ¿cuál es su historia de familia?, ¿qué hicieron para llegar allí?, ¿qué les depara el tiempo por venir? Se dejan entrever algunas posibles respuestas pero no hay detalles, tampoco profundización. El foco es mostrar su día a día, la relación con sus pares, con los familiares que les visitan y el trato que reciben de parte de sus custodios. 

Sobre el último punto, la cinta es explícita, es decir, respecto a la forma cómo son tratados. Primero por sus pares, existe mucho recelo y cuidado, y en general están todos a la ofensiva creando una estrategia de autodefensa. En segundo lugar por sus custodios. Vemos como una profesora -Paulina García-, trata de acercarse y entregarles herramientas -y algo de amistad-, y por otra parte a un abogado “neutral” -Claudio Arredondo-, simbolizando tal vez el desgano de una inagotable e inefectiva burocracia. Y en tercer término el trato de los gendarmes, que es abusivo en forma y fondo, indigno y prepotente, violento y sin sentido. No obstante lo descrito, estos adultos están distanciados del relato, casi fuera de la pantalla, como algo anexo pero que les condiciona absolutamente. 

Algo en la edición de la película no me deja tranquilo, en los cortes, en las uniones, en algunos planos diferentes dentro de una misma escena. Son detalles que afectan a la buena fotografía que posee este trabajo y al color que impregna su metraje. El guion, escrito por la misma directora junto a Pablo Greene, presenta el problema y genera con ello su propia denuncia. Se sumerge al interior del Centro y da cuenta de una realidad, con actuaciones convincentes y en su mayoría naturales. 

Estamos frente a un filme pesimista, que no ve salida alguna y donde no está claro qué es lo que se podría esperar en el futuro de estos jóvenes. Se inspira en hechos reales y es un homenaje a las víctimas que han sido abusadas y han fallecido en dependencias a cargo del Estado de Chile. Es muy distinto leerlo en una noticia o verlo en un reporta¡je de televisión. Acá lo vivimos, estamos dentro del problema, empatizamos con los jóvenes, nos cuestionamos nuestras propias acciones al observar un retrato crudo y verosímil de la realidad que apela a la responsabilidad social que todos debiéramos tener. 

La temática abordada excede la realización audiovisual, sin embargo si logra visibilizar todo lo que expresa es porque posee en ello un mérito intrínseco. Habla de sueños y frustraciones, de la ausencia de cariño y de afecto, de la necesidad imperiosa de una genuina acogida y del respeto de los derechos humanos. 

Ganadora de premios importantes en los Festivales de Cine de Guadalajara y Valdivia, junto a una nominación al Leopardo de Oro en la competencia oficial "Cineasti del presente" del 74º Festival Internacional de Cine de Locarno, “Mis hermanos sueñan despiertos”, segundo largometraje de Claudia Huaiquimilla, destaca como un trabajo maduro y honesto, una visión propia y un crecimiento importante luego de su debut con “Mala Junta”. Es una película necesaria, una cinta cuyo tratamiento valórico comienza desde el extremo opuesto, un trabajo que denuncia ausencias más que presencias y que nos impone más preguntas que respuestas. ¿Qué hacer ante una realidad angustiante y abrumadora? ¿Dónde podemos visualizar el amor y la esperanza? ¿Nos estamos haciendo cargo, como sociedad, de los derechos y de la dignidad de estos jóvenes vulnerados? Si hay algo que no puede esperar es justamente este tema y una película como esta -bien elaborada y bien ejecutada-, permite tenerlo presente, vivirlo intensamente y dimensionarlo de forma más cercana. 

Ficha técnica 


Título original: Mis hermanos sueñan despiertos 
Año: 2021 
Duración: 85 minutos 
País: Chile 
Productora: Inefable, Lanza Verde 
Género: Drama | Drama carcelario 
Guion: Pablo Greene, Claudia Huaiquimilla 
Música: Miranda y Tobar 
Fotografía: Mauro Veloso 
Reparto: Claudio Arredondo, Sebastián Ayala, Andrew Bargstead, Iván Cáceres, Paulina García, Belén Herrera, César Herrera, Luz Jiménez, Julia Lübbert, Ariel Mateluna, René Miranda 
Dirección: Claudia Huaiquimilla