Entrañable película para quienes queremos al personaje. Creo que está hecha para fans, porque resulta un poco larga debido a un guion que decae cuando extiende el segundo tercio de la cinta. Aun así, y aunque tal vez no sea tan recomendable para muy pequeños, esta animación marca el regreso de Pixar Animation Studios a la pantalla grande, y, ciertamente, verla en cines resulta imprescindible.
Buzz Lightyear, un joven astronauta, junto a su mejor amiga -y oficial al mando-, Alisha Hawthorne, exploran el planeta T'Kani Prime, encontrando formas de vida hostiles. Deben huir rápidamente, sin embargo, un error de cálculo de Buzz en la maniobra de escape, provoca daños en la nave y quedan varados en el lugar. Obligados a descender para hacer las reparaciones correspondientes, la tripulación construye en un año una floreciente colonia gracias a una sofisticada infraestructura.
Para poder continuar el viaje, la clave está en el combustible hiperespacial, una sustancia que es altamente voluble y que requiere realizar riesgosas pruebas hasta conseguir estabilizarlo. Lightyear, cómo no, se ofrece de voluntario para realizar un primer viaje de solo 4 minutos, pero el resultado no es satisfactorio. Apenas logra salvar la nave y más encima, al regresar se da cuenta que han pasado 4 años. ¿La explicación? Dilatación del tiempo producto de las hiper velocidades alcanzadas.
Los ensayos siguen y siguen. Mientras todos envejecen, Buzz no está solo en la aventura. Su principal compañía es Sox, un felino robótico que es mucho más que una simple mascota. Juntos deben encontrar una solución para hacer estable el combustible y con ello lograr el anhelado regreso a casa.
“Lightyear”, ya lo mencionaba al inicio, es para quienes somos fans del personaje. Dirigida por Angus MacLane, la película resulta correcta, “políticamente correcta” me arriesgaría a decir, bastante predecible y sin muchas sorpresas, pero para los seguidores de Buzz, esto eso solo “un pelo de la cola”.
Ya en los créditos iniciales encontramos su razón de ser: la conexión con “Toy Story”. El juguete originalmente regalado a Andy, “Buzz Lightyear”, proviene de una película, y, precisamente, “esta es esa película”.
Por cierto, “Lightyear” aborda muchos temas. Habla del no rendirse, de adaptarse a las circunstancias sin renunciar a los ideales. Muestra el infatigable camino que se debe recorrer para encontrar soluciones, y también emerge la culpa junto a la consiguiente búsqueda de reparación y redención.
Por otra parte, esta cinta animada explora sobre el liderazgo y el trabajo en equipo, el importante apoyo del grupo, los aprendizajes, los ejemplos tomados como enseñanzas, la motivación, la valoración de las diferencias y la camaradería, entre muchos otros tópicos.
No tenía muchas expectativas sobre “Lightyear” por todo lo que ya se ha escrito sobre esta cinta, sin embargo, debo reconocer que me gustó, la disfruté. Es posible que tal vez no esté a la altura de otras películas de Pixar, y quizá un poco más lejos de su mentora, sin embargo, ver a “Buzz Lightyear” me encanta, y escuchar la música de Michael Giacchino es presenciar un verdadero concierto. ¿Puedo pedir más? Por supuesto, siempre. Y por eso decimos juntos, a coro: ¡al infinito … y más allá!
Ficha técnica
Título original: Lightyear
Año: 2022
Duración: 100 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Pixar Animation Studios, Walt Disney Pictures. Distribuidora: Walt Disney Pictures
Género: Animación. Aventuras. Comedia. Fantástico | Cine familiar. Aventura espacial. Pixar. Spin-off
Guion: Jason Headley, Angus MacLane, Matthew Aldrich. Personaje: John Lasseter, Pete Docter, Andrew Stanton, Joe Ranft
Música: Michael Giacchino
Fotografía: Animación, Jeremy Lasky, Ian Megibben
Reparto: Animación
Dirección: Angus MacLane
miércoles, 29 de junio de 2022
jueves, 23 de junio de 2022
Todo en todas partes al mismo tiempo
Difícil resulta describir esta película, una propuesta hilarante, disruptiva, trepidante, osada y provocativa.
Evelyn Quan Wang -Michelle Yeoh-, una abrumada inmigrante china en Estados Unidos y dueña de una lavandería, no para de tener problemas. Además de ser auditada por el IRS, pasa por malos momentos con su esposo Waymond -Ke Huy Quan- quien está a punto de entregarle los papeles de divorcio. Para colmo, su anciano padre acaba de llegar de China y su hija Joy -Stephanie Hsu-, se encuentra distante porque no acepta a su novia Becky.
Con la descripción anterior observamos el complejo tejido que envuelve a la protagonista, sin embargo, como cada día puede ser peor, al ser entrevistada por la inspectora del IRS Deirdre Beaubeirdre -Jamie Lee Curtis-, Evelyn se ve sorprendida por “Alpha Waymond”, una versión de su esposo pero de un universo que llaman "Alphaverse", quien intenta explicarle que existen muchísimos de estos universos paralelos debido a que cada camino que se elige en la vida genera uno nuevo. Como el multiverso global está siendo amenazado por Jobu Tupaki, parece ser que solo Evelyn tiene la clave para detener el caos gracias a una tecnología que le permite "saltar de verso" y acceder a las habilidades, los recuerdos y el cuerpo de sus contrapartes paralelas, y así evitar que un gran agujero negro destruya todo el mundo.
En simple, y también en forma literal, es Evelyn contra el multiverso.
Esta película de Daniels -Dan Kwan, Daniel Scheinert-, sorprende bajo todo punto de vista. La imaginación es desbordante, los detalles son impresionantes y la cantidad de situaciones y exposiciones que se suceden no dan ninguna tregua en sus 139 minutos. El desarrollo técnico es alucinante, marcado por una edición que le entrega un ritmo tan trepidante que en algunos momentos podríamos exclamar “paren todo que me quiero bajar”.
Pero bajo las capas externas, el fondo de la película posee aspectos diametralmente opuestos al expresionismo visual y conceptual de su realización. Estamos en presencia de un drama que ocurre en una familia y también ante una difícil relación de pareja que se suaviza con ribetes de comedia. Observamos las crecientes dificultades de los inmigrantes, y principalmente mis involucramos en la densidad enorme de esta relación madre-hija, que constituye el eje central del relato y entrega firmeza emocional a una historia que parece descabellada pero que es mucho más profunda de lo que pudiera parecer a simple vista.
“Everything Everywhere All at Once” habla del sentido de la vida, del cariño, de la comprensión y del amor. Es cierto que estos temas fundamentales se adornan con una parafernalia impresionante, pero a pesar de ello no deja de presentarlos con humanidad y detalle, logrando, por momentos, una conexión de empatía con nosotros, los espectadores, quienes debemos, eso sí, resistir en cada momento la tentación de distraernos con las luces y los fuegos artificiales que se disparan por doquier.
Esta original propuesta tal vez no sea para todo público. Es densa y atribulada pero a la vez sencilla y profunda. Es un arte componer un relato y mostrarlo con el grado de inventiva que los directores le imprimen. Es, posiblemente, una de las propuestas más innovadoras del último tiempo -no tanto por el concepto de los multiversos sino por la forma de abordarlos-, y que merece reconocimiento, tanto por los riesgos que asume como por su resultado final.
Artes marciales, coreografías impactantes, violencia, espacios de diálogos, cambios de escenarios y un sin fin de cambios temporales, resultan ser un verdadero desafío para nuestra mente. De esta batidora de ideas, multiversos como fibras entrelazadas e interdependientes, obtenemos una película abstracta en todas sus dimensiones. Y no quedamos impávidos, nos obliga a pronunciarnos y a reflexionar tanto en su forma como en su fondo con igual profundidad. ¿Conclusión? El debate queda abierto ante un desafío ampuloso con ribetes de espectacularidad, en el amplio sentido de cada palabra.
Ficha técnica
Título original: Everything Everywhere All at Once
Año: 2022
Duración: 139 minutos
País: Estados Unidos
Productora: AGBO, Hotdog Hands, Ley Line Entertainment, Year of The Rat, IAC Films. Distribuidora: A24
Género: Comedia. Acción. Ciencia ficción. Aventuras. Fantástico | Viajes en el tiempo. Artes marciales. Familia
Guion: Dan Kwan, Daniel Scheinert
Música: Son Lux
Fotografía: Larkin Seiple
Reparto: Michelle Yeoh, Jamie Lee Curtis, Jonathan Ke Quan, James Hong, Anthony Molinari, Audrey Wasilewski, Stephanie Hsu, Peter Banifaz, Brian Le, Andy Le, Tallie Medel, Jenny Slate, Harry Shum Jr.,
Dirección: Dan Kwan, Daniel Scheinert
Evelyn Quan Wang -Michelle Yeoh-, una abrumada inmigrante china en Estados Unidos y dueña de una lavandería, no para de tener problemas. Además de ser auditada por el IRS, pasa por malos momentos con su esposo Waymond -Ke Huy Quan- quien está a punto de entregarle los papeles de divorcio. Para colmo, su anciano padre acaba de llegar de China y su hija Joy -Stephanie Hsu-, se encuentra distante porque no acepta a su novia Becky.
Con la descripción anterior observamos el complejo tejido que envuelve a la protagonista, sin embargo, como cada día puede ser peor, al ser entrevistada por la inspectora del IRS Deirdre Beaubeirdre -Jamie Lee Curtis-, Evelyn se ve sorprendida por “Alpha Waymond”, una versión de su esposo pero de un universo que llaman "Alphaverse", quien intenta explicarle que existen muchísimos de estos universos paralelos debido a que cada camino que se elige en la vida genera uno nuevo. Como el multiverso global está siendo amenazado por Jobu Tupaki, parece ser que solo Evelyn tiene la clave para detener el caos gracias a una tecnología que le permite "saltar de verso" y acceder a las habilidades, los recuerdos y el cuerpo de sus contrapartes paralelas, y así evitar que un gran agujero negro destruya todo el mundo.
En simple, y también en forma literal, es Evelyn contra el multiverso.
Esta película de Daniels -Dan Kwan, Daniel Scheinert-, sorprende bajo todo punto de vista. La imaginación es desbordante, los detalles son impresionantes y la cantidad de situaciones y exposiciones que se suceden no dan ninguna tregua en sus 139 minutos. El desarrollo técnico es alucinante, marcado por una edición que le entrega un ritmo tan trepidante que en algunos momentos podríamos exclamar “paren todo que me quiero bajar”.
Pero bajo las capas externas, el fondo de la película posee aspectos diametralmente opuestos al expresionismo visual y conceptual de su realización. Estamos en presencia de un drama que ocurre en una familia y también ante una difícil relación de pareja que se suaviza con ribetes de comedia. Observamos las crecientes dificultades de los inmigrantes, y principalmente mis involucramos en la densidad enorme de esta relación madre-hija, que constituye el eje central del relato y entrega firmeza emocional a una historia que parece descabellada pero que es mucho más profunda de lo que pudiera parecer a simple vista.
“Everything Everywhere All at Once” habla del sentido de la vida, del cariño, de la comprensión y del amor. Es cierto que estos temas fundamentales se adornan con una parafernalia impresionante, pero a pesar de ello no deja de presentarlos con humanidad y detalle, logrando, por momentos, una conexión de empatía con nosotros, los espectadores, quienes debemos, eso sí, resistir en cada momento la tentación de distraernos con las luces y los fuegos artificiales que se disparan por doquier.
Esta original propuesta tal vez no sea para todo público. Es densa y atribulada pero a la vez sencilla y profunda. Es un arte componer un relato y mostrarlo con el grado de inventiva que los directores le imprimen. Es, posiblemente, una de las propuestas más innovadoras del último tiempo -no tanto por el concepto de los multiversos sino por la forma de abordarlos-, y que merece reconocimiento, tanto por los riesgos que asume como por su resultado final.
Artes marciales, coreografías impactantes, violencia, espacios de diálogos, cambios de escenarios y un sin fin de cambios temporales, resultan ser un verdadero desafío para nuestra mente. De esta batidora de ideas, multiversos como fibras entrelazadas e interdependientes, obtenemos una película abstracta en todas sus dimensiones. Y no quedamos impávidos, nos obliga a pronunciarnos y a reflexionar tanto en su forma como en su fondo con igual profundidad. ¿Conclusión? El debate queda abierto ante un desafío ampuloso con ribetes de espectacularidad, en el amplio sentido de cada palabra.
Ficha técnica
Título original: Everything Everywhere All at Once
Año: 2022
Duración: 139 minutos
País: Estados Unidos
Productora: AGBO, Hotdog Hands, Ley Line Entertainment, Year of The Rat, IAC Films. Distribuidora: A24
Género: Comedia. Acción. Ciencia ficción. Aventuras. Fantástico | Viajes en el tiempo. Artes marciales. Familia
Guion: Dan Kwan, Daniel Scheinert
Música: Son Lux
Fotografía: Larkin Seiple
Reparto: Michelle Yeoh, Jamie Lee Curtis, Jonathan Ke Quan, James Hong, Anthony Molinari, Audrey Wasilewski, Stephanie Hsu, Peter Banifaz, Brian Le, Andy Le, Tallie Medel, Jenny Slate, Harry Shum Jr.,
Dirección: Dan Kwan, Daniel Scheinert
viernes, 17 de junio de 2022
El buen patrón
Esta película de Fernando León de Aranoa habla de apariencias y de cinismo. Crea una paradoja entre equilibrio, balance y justicia. Aborda la lealtad y la traición, la amistad, la benevolencia, la protección y también las falsas promesas y la inhumanidad. Marcando diferencias entre la forma y el fondo, entre lo que se predica y lo que se practica, León de Aranoa pone, literalmente, en la balanza la imagen y la declaración de intenciones versus la realidad de lo que en verdad se hace.
La historia es sencilla. Julio Blanco -Javier Bardem-, es el único dueño de una prestigiosa empresa que fabrica balanzas industriales. Ad portas de la definición de un importante premio para su compañía, Blanco intenta alinear a sus trabajadores tras el común objetivo, pero encuentra en el camino una seguidilla de dificultades que, en una semana, trastocan por completo al empresario desnudando su verdadero ser.
En un brillante desarrollo de personalidades, el guionista y director logra configurar excelentes personajes, con características específicas, con mucha profundidad, en una dimensión que, a pesar de resultar estereotipada, funciona de manera convincente.
Javier Bardem está realmente muy bien en su rol, se le ve a sus anchas. Creíble, sólido, suelto y seguro, despliega, con gestos y miradas, la esencia de su personaje. Blanco es un tipo frío e inescrutable. No sabemos lo que vemos, si bajo su aparente buenismo exterior hay comprensión, acogida, o tal vez todo lo contrario. Tampoco percibimos con claridad si sus acciones responden a una motivación intrínseca, son producto de especiales circunstancias, o bien son acomodaticias según la dirección del viento que sopla. Solo por momentos, nos asomamos con unos pequeños vistazos a su interior, una intimidad que resulta ser aún más indescifrable.
Los personajes secundarios son excelentes, todos ellos. En particular, me quedo con Fortuna. ¡Qué personaje! Casi no habla y en sus pocos minutos en pantalla logra retratar una historia amplia y una procesión que le carcome por dentro. Él vive un contrapunto extremo respecto al dueño, algo que visibiliza aún más el contraste que la obra quiere representar. También es notable la construcción de quien representa la mano derecha del empresario. Se trata de Miralles, el amigo y compañero leal que cae en doble desgracia por sus problemas familiares y laborales, lo que desata un temporal que lo tiene patas para arriba. Excelentes están además, José -Óscar de la Fuente-, el trabajador despedido que protesta afuera de la empresa y Liliana -Almudena Amor-, la joven practicante que se convierte en el nuevo objetivo amoroso del patrón.
Esta cinta es una tragicomedia con bastante humor negro. Expone heridas y vulnerabilidades sin anestesia. Representa un modo de vida, algo que podemos reconocer en muchos ámbitos y diversos sectores. Bajo una amable capa protectora -que son varias, naturalmente-, el relato presenta crudamente el reflejo de una realidad que resulta atemporal, es decir, que puede referirse tanto al pasado como al presente.
Aguda, inteligente y reflexiva, “El buen patrón”, cinta española ganadora de seis premios Goya, permite no solo pasar un buen momento sino que, además, deja una buena tarea para la casa.
Ficha técnica
Título original: El buen patrón
Año: 2021
Duración: 120 minutos
País: España
Productora: Reposado Producciones, Mediapro, RTVE, TV3, MK2 Films
Género: Comedia. Drama | Trabajo/empleo
Guion: Fernando León de Aranoa
Música: Zeltia Montes
Fotografía: Pau Esteve Birba
Reparto: Javier Bardem, Manolo Solo, Almudena Amor, Óscar de la Fuente, Sonia Almarcha, Fernando Albizu, Tarik Rmili, Rafa Castejón, Celso Bugallo, Yaël Belicha, Martín Páez, Daniel Chamorro, María de Nati, Mara Guil, Pilar Matas
Dirección: Fernando León de Aranoa
La historia es sencilla. Julio Blanco -Javier Bardem-, es el único dueño de una prestigiosa empresa que fabrica balanzas industriales. Ad portas de la definición de un importante premio para su compañía, Blanco intenta alinear a sus trabajadores tras el común objetivo, pero encuentra en el camino una seguidilla de dificultades que, en una semana, trastocan por completo al empresario desnudando su verdadero ser.
En un brillante desarrollo de personalidades, el guionista y director logra configurar excelentes personajes, con características específicas, con mucha profundidad, en una dimensión que, a pesar de resultar estereotipada, funciona de manera convincente.
Javier Bardem está realmente muy bien en su rol, se le ve a sus anchas. Creíble, sólido, suelto y seguro, despliega, con gestos y miradas, la esencia de su personaje. Blanco es un tipo frío e inescrutable. No sabemos lo que vemos, si bajo su aparente buenismo exterior hay comprensión, acogida, o tal vez todo lo contrario. Tampoco percibimos con claridad si sus acciones responden a una motivación intrínseca, son producto de especiales circunstancias, o bien son acomodaticias según la dirección del viento que sopla. Solo por momentos, nos asomamos con unos pequeños vistazos a su interior, una intimidad que resulta ser aún más indescifrable.
Los personajes secundarios son excelentes, todos ellos. En particular, me quedo con Fortuna. ¡Qué personaje! Casi no habla y en sus pocos minutos en pantalla logra retratar una historia amplia y una procesión que le carcome por dentro. Él vive un contrapunto extremo respecto al dueño, algo que visibiliza aún más el contraste que la obra quiere representar. También es notable la construcción de quien representa la mano derecha del empresario. Se trata de Miralles, el amigo y compañero leal que cae en doble desgracia por sus problemas familiares y laborales, lo que desata un temporal que lo tiene patas para arriba. Excelentes están además, José -Óscar de la Fuente-, el trabajador despedido que protesta afuera de la empresa y Liliana -Almudena Amor-, la joven practicante que se convierte en el nuevo objetivo amoroso del patrón.
Esta cinta es una tragicomedia con bastante humor negro. Expone heridas y vulnerabilidades sin anestesia. Representa un modo de vida, algo que podemos reconocer en muchos ámbitos y diversos sectores. Bajo una amable capa protectora -que son varias, naturalmente-, el relato presenta crudamente el reflejo de una realidad que resulta atemporal, es decir, que puede referirse tanto al pasado como al presente.
Aguda, inteligente y reflexiva, “El buen patrón”, cinta española ganadora de seis premios Goya, permite no solo pasar un buen momento sino que, además, deja una buena tarea para la casa.
Ficha técnica
Título original: El buen patrón
Año: 2021
Duración: 120 minutos
País: España
Productora: Reposado Producciones, Mediapro, RTVE, TV3, MK2 Films
Género: Comedia. Drama | Trabajo/empleo
Guion: Fernando León de Aranoa
Música: Zeltia Montes
Fotografía: Pau Esteve Birba
Reparto: Javier Bardem, Manolo Solo, Almudena Amor, Óscar de la Fuente, Sonia Almarcha, Fernando Albizu, Tarik Rmili, Rafa Castejón, Celso Bugallo, Yaël Belicha, Martín Páez, Daniel Chamorro, María de Nati, Mara Guil, Pilar Matas
Dirección: Fernando León de Aranoa
jueves, 16 de junio de 2022
Agentes 355
Disponible en Amazon Prime Video.
Podemos comenzar a ver esta película para saber qué hace Jessica Chastain aquí, y es probable que terminemos preguntándonos ¡qué hace Jessica Chastain aquí! En estas breves líneas intentaré explicarlo.
La trama se centra en un dispositivo electrónico capaz de intervenir cualquier sistema digital. Esta avanzada tecnología es comercializado por un narcotraficante en Sudamérica, específicamente en Colombia, pero el intercambio sale mal y un agente del DNI local, Luis Rojas -Édgar Ramírez-, se queda con el preciado aparato. Como el peligro es inminente, la CIA envía en una misión a Mason "Mace" Brown -Jessica Chastain-, junto a Nick Fowler -Sebastian Stan -, para recuperar el disco, algo que también hace el BND alemán destinando a la agente Marie Schmidt -Diane Kruger-, quien se logra interponer en la concertada operación.
Aparecen también en escena otras dos especialistas: la ex MI6 y experta informática Khadijah Adiyeme -Lupita Nyong'o-, y la psicóloga colombiana Graciela Rivera -Penélope Cruz-. Sin relación entre las mujeres, pronto se dan cuenta que la única forma de detener la amenaza es trabajar juntas, en una arriesgada aventura que implicará recuperar el arma que está en poder de un poderoso criminal llamado Elijah Clarke -Jason Flemyng-, con la vital ayuda de la agente del MSS Fan Bingbing -Lin Mi Sheng-.
La premisa de esta película dirigida por Simon Kinberg es buena, sin embargo esta idea original de Jessica Chastain queda corta en su ejecución. Tal vez producto del guion y debido a notarios problemas de edición, de continuidad y de configuración de personajes, observamos inconvenientes serios en el ensamblaje de la historia. Se ve desconectada e irregular, naturalmente inverosímil e improbable; incluso algo desprolija.
Al final solo queda una especie de maqueta o caricatura de estas atractivas agentes que deben luchar contra el crimen organizado desobedeciendo las instrucciones de sus respectivas agencias, lo que no resulta suficiente para dar forma a una película desafortunada que solo entretiene por momentos. Y en honor a la verdad, muy pocos momentos.
Ficha técnica
Título original: The 355
Año: 2022
Duración: 124 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Freckle Films, Genre Films, Universal Pictures, CAA Media Finance, Filmnation Entertainment, Huayi Brothers, Perfect World Pictures. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Thriller. Intriga. Acción | Espionaje. Crimen
Guion: Theresa Rebeck, Simon Kinberg. Idea: Jessica Chastain
Música: Junkie XL
Fotografía: Tim Maurice-Jones
Reparto: Jessica Chastain, Penélope Cruz, Diane Kruger, Lupita Nyong'o, Fan Bingbing, Sebastian Stan, Edgar Ramirez, Jason Wong, Waleed Elgadi, Leo Staar, Lea Mancarella, Raphael Acloque, Oleg Kricunoff
Dirección: Simon Kinberg
La trama se centra en un dispositivo electrónico capaz de intervenir cualquier sistema digital. Esta avanzada tecnología es comercializado por un narcotraficante en Sudamérica, específicamente en Colombia, pero el intercambio sale mal y un agente del DNI local, Luis Rojas -Édgar Ramírez-, se queda con el preciado aparato. Como el peligro es inminente, la CIA envía en una misión a Mason "Mace" Brown -Jessica Chastain-, junto a Nick Fowler -Sebastian Stan -, para recuperar el disco, algo que también hace el BND alemán destinando a la agente Marie Schmidt -Diane Kruger-, quien se logra interponer en la concertada operación.
Aparecen también en escena otras dos especialistas: la ex MI6 y experta informática Khadijah Adiyeme -Lupita Nyong'o-, y la psicóloga colombiana Graciela Rivera -Penélope Cruz-. Sin relación entre las mujeres, pronto se dan cuenta que la única forma de detener la amenaza es trabajar juntas, en una arriesgada aventura que implicará recuperar el arma que está en poder de un poderoso criminal llamado Elijah Clarke -Jason Flemyng-, con la vital ayuda de la agente del MSS Fan Bingbing -Lin Mi Sheng-.
La premisa de esta película dirigida por Simon Kinberg es buena, sin embargo esta idea original de Jessica Chastain queda corta en su ejecución. Tal vez producto del guion y debido a notarios problemas de edición, de continuidad y de configuración de personajes, observamos inconvenientes serios en el ensamblaje de la historia. Se ve desconectada e irregular, naturalmente inverosímil e improbable; incluso algo desprolija.
Al final solo queda una especie de maqueta o caricatura de estas atractivas agentes que deben luchar contra el crimen organizado desobedeciendo las instrucciones de sus respectivas agencias, lo que no resulta suficiente para dar forma a una película desafortunada que solo entretiene por momentos. Y en honor a la verdad, muy pocos momentos.
Ficha técnica
Título original: The 355
Año: 2022
Duración: 124 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Freckle Films, Genre Films, Universal Pictures, CAA Media Finance, Filmnation Entertainment, Huayi Brothers, Perfect World Pictures. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Thriller. Intriga. Acción | Espionaje. Crimen
Guion: Theresa Rebeck, Simon Kinberg. Idea: Jessica Chastain
Música: Junkie XL
Fotografía: Tim Maurice-Jones
Reparto: Jessica Chastain, Penélope Cruz, Diane Kruger, Lupita Nyong'o, Fan Bingbing, Sebastian Stan, Edgar Ramirez, Jason Wong, Waleed Elgadi, Leo Staar, Lea Mancarella, Raphael Acloque, Oleg Kricunoff
Dirección: Simon Kinberg
miércoles, 15 de junio de 2022
Competencia Oficial
Disponible en Star +.
La historia que se va a filmar requiere de peso actoral, por lo que contratan a los dos mejores actores del momento: el famoso actor de Hollywood Félix Rivero -Antonio Banderas- y el maestro y actor de teatro Iván Torres -Oscar Martínez. Ambos son dos extremos, bajo el punto que se les mire, y, bajo la conducción de Lola, deben desplegar sus mejores dotes artísticas e intentar mantener a raya sus impulsos radicales.
“Competencia oficial” configura, entonces, una película dentro de una película, porque lo que comenzamos a observar es el proceso de lectura y ensayos que anteceden un rodaje que se avizora arduo y tenso. Es tanto la exigencia de la directora como las almas de estos dos actores, aquello que va dibujando los conflictos y las pasiones presentes -en medio de los egos de cada uno y bajo una persistente presión- y que configuran, gracias al gran talento de los protagonistas, una caricatura que apuesta por exponer, al fin y al cabo, intimidad y humanidad.
Dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn, esta coproducción Española-Argentina se queda a medio camino en un viaje que, por momentos, tiende a perder el rumbo. Ni siquiera las histriónicas y sólidas actuaciones del trío principal, donde sobresale Penélope Cruz, logran que el relato fluya y no sea solo una secuencia de sketches. Tanto estereotipo cansa, y también, por momentos, nubla el tema más interesante del guion que es la personalidad de cada uno de los actores, sus conflictos internos y externos, junto a los vértices que quieren representar en ellos.
Si bien resulta entretenida, es difícil entrar en profundidad. Es una comedia, cierto, pero contiene crítica y análisis, con ejemplos vivos de personalidades extremas aunque extrapolables a la vida real. El asunto es que la exageración -propia del género-, puede no permitir conectar con el fondo. Entonces el esfuerzo que se requiere es mayor y no siempre estamos tan dispuestos a realizarlo.
“Competencia oficial” se deja ver, sí, pero promete más de lo que finalmente entrega. Siempre será agradable ver a actores de esta categoría en pantalla y, por supuesto, nos sacan más de una sonrisa. Sin embargo, se advierte que el fondo no es solo eso y allí se produce la desconexión de la obra y tal vez su mayor tropiezo: una serie de situaciones tragicómicas unidas en un metraje unitario no necesariamente configura una película, pues a veces aquello se queda en solo en el intento.
Ficha técnica
Título original: Competencia oficial
Año: 2021
Duración: 114 minutos
País: España
Productora: Coproducción España-Argentina; Mediapro
Género: Comedia | Cine dentro del cine
Guion: Gastón Duprat, Mariano Cohn, Andrés Duprat
Fotografía: Arnau Valls Colomer
Reparto: Antonio Banderas, Penélope Cruz, Oscar Martínez, Irene Escolar, José Luis Gómez, Manolo Solo, Nagore Aranburu, Pilar Castro, Juan Grandinetti, Koldo Olabarri, Melina Matthews, Ken Appledorn, Karina Kolokolchykova, Daniel Chamorro, Stephanie Figueira, Xana del Mar
Dirección: Gastón Duprat, Mariano Cohn
Un trío de actores de lujo para una cinta que no logra levantar el vuelo. ¿Experiencia fallida, exceso de realismo, carencia de lirismo? ¿Ambiciones desmedidas para una película que se transforma en una parodia de sí misma? Un poco de todo, tal vez. Vamos por parte.
El corazón del relato aborda a un multimillonario octogenario que siente no haber dejado nada trascendente en su vida. Como ve que el destino es inexorable y se aproxima la muerte, piensa en dos obras muy distintas: un puente que lleve su nombre o financiar la realización de una película que sea recordada por siempre. Abocado a la segunda tarea, compra los derechos de una exitosa novela y encarga a la reconocidísima cineasta Lola Cuevas -Penélope Cruz-, el guion y la producción del naciente proyecto cinematográfico.
El corazón del relato aborda a un multimillonario octogenario que siente no haber dejado nada trascendente en su vida. Como ve que el destino es inexorable y se aproxima la muerte, piensa en dos obras muy distintas: un puente que lleve su nombre o financiar la realización de una película que sea recordada por siempre. Abocado a la segunda tarea, compra los derechos de una exitosa novela y encarga a la reconocidísima cineasta Lola Cuevas -Penélope Cruz-, el guion y la producción del naciente proyecto cinematográfico.
La historia que se va a filmar requiere de peso actoral, por lo que contratan a los dos mejores actores del momento: el famoso actor de Hollywood Félix Rivero -Antonio Banderas- y el maestro y actor de teatro Iván Torres -Oscar Martínez. Ambos son dos extremos, bajo el punto que se les mire, y, bajo la conducción de Lola, deben desplegar sus mejores dotes artísticas e intentar mantener a raya sus impulsos radicales.
“Competencia oficial” configura, entonces, una película dentro de una película, porque lo que comenzamos a observar es el proceso de lectura y ensayos que anteceden un rodaje que se avizora arduo y tenso. Es tanto la exigencia de la directora como las almas de estos dos actores, aquello que va dibujando los conflictos y las pasiones presentes -en medio de los egos de cada uno y bajo una persistente presión- y que configuran, gracias al gran talento de los protagonistas, una caricatura que apuesta por exponer, al fin y al cabo, intimidad y humanidad.
Dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn, esta coproducción Española-Argentina se queda a medio camino en un viaje que, por momentos, tiende a perder el rumbo. Ni siquiera las histriónicas y sólidas actuaciones del trío principal, donde sobresale Penélope Cruz, logran que el relato fluya y no sea solo una secuencia de sketches. Tanto estereotipo cansa, y también, por momentos, nubla el tema más interesante del guion que es la personalidad de cada uno de los actores, sus conflictos internos y externos, junto a los vértices que quieren representar en ellos.
Si bien resulta entretenida, es difícil entrar en profundidad. Es una comedia, cierto, pero contiene crítica y análisis, con ejemplos vivos de personalidades extremas aunque extrapolables a la vida real. El asunto es que la exageración -propia del género-, puede no permitir conectar con el fondo. Entonces el esfuerzo que se requiere es mayor y no siempre estamos tan dispuestos a realizarlo.
“Competencia oficial” se deja ver, sí, pero promete más de lo que finalmente entrega. Siempre será agradable ver a actores de esta categoría en pantalla y, por supuesto, nos sacan más de una sonrisa. Sin embargo, se advierte que el fondo no es solo eso y allí se produce la desconexión de la obra y tal vez su mayor tropiezo: una serie de situaciones tragicómicas unidas en un metraje unitario no necesariamente configura una película, pues a veces aquello se queda en solo en el intento.
Ficha técnica
Título original: Competencia oficial
Año: 2021
Duración: 114 minutos
País: España
Productora: Coproducción España-Argentina; Mediapro
Género: Comedia | Cine dentro del cine
Guion: Gastón Duprat, Mariano Cohn, Andrés Duprat
Fotografía: Arnau Valls Colomer
Reparto: Antonio Banderas, Penélope Cruz, Oscar Martínez, Irene Escolar, José Luis Gómez, Manolo Solo, Nagore Aranburu, Pilar Castro, Juan Grandinetti, Koldo Olabarri, Melina Matthews, Ken Appledorn, Karina Kolokolchykova, Daniel Chamorro, Stephanie Figueira, Xana del Mar
Dirección: Gastón Duprat, Mariano Cohn
viernes, 10 de junio de 2022
Top Gun: Maverick
Estamos ante una película bien compuesta, casi de manual, con una historia simple y predecible pero bien narrada -que por lo demás es precisamente lo que esperamos-, y que logra que no nos cansemos del formato. Podríamos decir, incluso, que está hecha un poco a la antigua y que posee un toque entre retro y moderno. ¿De qué va “Top Gun: Maverick”?
El Capitán Pete "Maverick" Mitchell sigue volando como piloto de pruebas de la Marina de los Estados Unidos a más de 30 años de los eventos de la primera película sin ascender de grado. Al cometer una imprudencia provoca que el contralmirante Chester "Hammer" Cain -Ed Harris-, lo destine como instructor de TOPGUN en North Island, un salvavidas que es solicitado por su gran amigo, el almirante Tom "Iceman" Kazansky -Val Kilmer-, comandante de la Flota del Pacífico.
Maverick debe entrenar a un grupo de pilotos de élite comandados por el vicealmirante Beau "Cyclone" Simpson -Jon Hamm-, y el contralmirante Solomon "Warlock" Bates -Charles Parnell- para efectuar una operación urgente: destruir una planta no autorizada de uranio enriquecido de un país extranjero. La planta se ubica en un lugar de muy difícil acceso, está protegida por misiles tierra-aire, y es custodiada por aviones de última generación que están alertas, y a corta distancia, en una base aérea fortificada.
El Capitán Mitchell debe planear un operativo arriesgado que se debe llevar a cabo en un tiempo mínimo. Significa llevar dos pares de Super Hornets para que, en perfecta sincronía milimétrica, ataquen y destruyan la planta. La misión parece imposible. Los pilotos rechazan a su instructor y Maverick debe lidiar con una oposición férrea del teniente Jake "Hangman" Seresin -Glen Powell-, de ilimitada confianza en sí mismo, y principalmente la desconfianza del también teniente Bradley "Rooster" Bradshaw -Miles Teller-, hijo de del gran amigo de Pete, Nick "Ganso" Bradshaw, fallecido en la primera película.
Dirigida por Joseph Kosinski, esta película se asienta sobre valores fundamentales. El apoyo, la fuerza, la confianza y la unidad son vitales a la hora de conformar un grupo que pueda llevar a cabo una delicada operación militar. Es cierto que la cinta apela al sentimentalismo también, pero lo hace con cierta base, porque plantea reencuentros al interior de la historia y también un reencuentro para nosotros, los espectadores, con la película de 1986.
Es verdad que existe mucho individualismo en este grupo de élite. Cada uno parece ser autosuficiente y no necesitar a los demás. Son sarcásticos y desestiman a su carismático instructor. Se creen mucho más de lo que son, probablemente, y claro, la competencia es extrema, casi aplicando la ley del más fuerte. Sin embargo, surge un contrapunto al surgir la necesidad de formar equipo, de formar una comunidad; esa es, tal vez, la única manera de realmente sobrepasar los límites. ¿Lo entienden? Parece que no, porque aflora la envidia y la desconfianza, pero el impulso para superarse a sí mismos emerge al reconocer el trabajo de los demás. Eso les genera convicción, algo que se debe demostrar en la práctica, no solo con discursos o palabras.
Tom Cruise realmente está muy bien en su rol, sólido y compenetrado, jovial, activo, presente y vibrante a sus 59 años. Parece que el tiempo no pasa por él; es algo notable. El elenco coral acompañante rinde muy bien, y los pilotos -fruto de un excelente casting, en especial el de Rooster-, le entregan a Cruise un equipo con buenas bases para trabajar las secuencias aéreas para las que todos debieron tomar clases de vuelo. Sí, porque las escenas en el aire no son efectos digitales, son reales y eso es algo que se agradece de sobremanera porque es irremplazable la sensación que aquello produce.
En otros aspectos, la participación de Val Kilmer resulta tremendamente emotiva. Es un punto alto de la película, un homenaje y también una conexión enorme con la primera cinta y con la actual realidad del propio actor. Ed Harris y Jon Hamm en lo suyo, firmes rocas inquebrantables, y tal vez lo único con algún reparo es la historia romántica donde Penelope "Penny" Benjamin -Jennifer Connelly-, es un buen complemento para Maverick pero el reencuentro se ve un poco forzado y lamentablemente no convence del todo.
Con un nivel de producción notable y escenas aéreas impactantes, “Top Gun: Maverick” es para disfrutar de comienzo a fin en la pantalla más grande que dispongamos, ojalá la gran Sala Max. La música de Harold Faltermeyer, Hans Zimmer y Lorne Balfe es tan épica como la cinta, y es una muestra más de la envergadura que alcanza una película que bien podría llegar a convertirse, con el correr del tiempo, en otro clásico de acción.
Ficha técnica
Título original: Top Gun: Maverick
Año: 2022
Duración: 131 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Paramount Pictures, Jerry Bruckheimer Films, Skydance Productions. Distribuidora: Paramount Pictures
Género: Acción. Drama | Ejército. Aviones. Secuela
Guion: Ehren Kruger, Eric Singer, Christopher McQuarrie. Personajes: Jim Cash, Jack Epps Jr.. Historia: Peter Craig, Justin Marks
Música: Harold Faltermeyer, Hans Zimmer, Lorne Balfe
Fotografía: Claudio Miranda
Reparto: Tom Cruise, Miles Teller, Jennifer Connelly, Jon Hamm, Glen Powell, Ed Harris, Val Kilmer, Lewis Pullman, Charles Parnell, Bashir Salahuddin, Monica Barbaro, Jay Ellis, Danny Ramirez
Dirección: Joseph Kosinski
El Capitán Pete "Maverick" Mitchell sigue volando como piloto de pruebas de la Marina de los Estados Unidos a más de 30 años de los eventos de la primera película sin ascender de grado. Al cometer una imprudencia provoca que el contralmirante Chester "Hammer" Cain -Ed Harris-, lo destine como instructor de TOPGUN en North Island, un salvavidas que es solicitado por su gran amigo, el almirante Tom "Iceman" Kazansky -Val Kilmer-, comandante de la Flota del Pacífico.
Maverick debe entrenar a un grupo de pilotos de élite comandados por el vicealmirante Beau "Cyclone" Simpson -Jon Hamm-, y el contralmirante Solomon "Warlock" Bates -Charles Parnell- para efectuar una operación urgente: destruir una planta no autorizada de uranio enriquecido de un país extranjero. La planta se ubica en un lugar de muy difícil acceso, está protegida por misiles tierra-aire, y es custodiada por aviones de última generación que están alertas, y a corta distancia, en una base aérea fortificada.
El Capitán Mitchell debe planear un operativo arriesgado que se debe llevar a cabo en un tiempo mínimo. Significa llevar dos pares de Super Hornets para que, en perfecta sincronía milimétrica, ataquen y destruyan la planta. La misión parece imposible. Los pilotos rechazan a su instructor y Maverick debe lidiar con una oposición férrea del teniente Jake "Hangman" Seresin -Glen Powell-, de ilimitada confianza en sí mismo, y principalmente la desconfianza del también teniente Bradley "Rooster" Bradshaw -Miles Teller-, hijo de del gran amigo de Pete, Nick "Ganso" Bradshaw, fallecido en la primera película.
Dirigida por Joseph Kosinski, esta película se asienta sobre valores fundamentales. El apoyo, la fuerza, la confianza y la unidad son vitales a la hora de conformar un grupo que pueda llevar a cabo una delicada operación militar. Es cierto que la cinta apela al sentimentalismo también, pero lo hace con cierta base, porque plantea reencuentros al interior de la historia y también un reencuentro para nosotros, los espectadores, con la película de 1986.
Es verdad que existe mucho individualismo en este grupo de élite. Cada uno parece ser autosuficiente y no necesitar a los demás. Son sarcásticos y desestiman a su carismático instructor. Se creen mucho más de lo que son, probablemente, y claro, la competencia es extrema, casi aplicando la ley del más fuerte. Sin embargo, surge un contrapunto al surgir la necesidad de formar equipo, de formar una comunidad; esa es, tal vez, la única manera de realmente sobrepasar los límites. ¿Lo entienden? Parece que no, porque aflora la envidia y la desconfianza, pero el impulso para superarse a sí mismos emerge al reconocer el trabajo de los demás. Eso les genera convicción, algo que se debe demostrar en la práctica, no solo con discursos o palabras.
Tom Cruise realmente está muy bien en su rol, sólido y compenetrado, jovial, activo, presente y vibrante a sus 59 años. Parece que el tiempo no pasa por él; es algo notable. El elenco coral acompañante rinde muy bien, y los pilotos -fruto de un excelente casting, en especial el de Rooster-, le entregan a Cruise un equipo con buenas bases para trabajar las secuencias aéreas para las que todos debieron tomar clases de vuelo. Sí, porque las escenas en el aire no son efectos digitales, son reales y eso es algo que se agradece de sobremanera porque es irremplazable la sensación que aquello produce.
En otros aspectos, la participación de Val Kilmer resulta tremendamente emotiva. Es un punto alto de la película, un homenaje y también una conexión enorme con la primera cinta y con la actual realidad del propio actor. Ed Harris y Jon Hamm en lo suyo, firmes rocas inquebrantables, y tal vez lo único con algún reparo es la historia romántica donde Penelope "Penny" Benjamin -Jennifer Connelly-, es un buen complemento para Maverick pero el reencuentro se ve un poco forzado y lamentablemente no convence del todo.
Con un nivel de producción notable y escenas aéreas impactantes, “Top Gun: Maverick” es para disfrutar de comienzo a fin en la pantalla más grande que dispongamos, ojalá la gran Sala Max. La música de Harold Faltermeyer, Hans Zimmer y Lorne Balfe es tan épica como la cinta, y es una muestra más de la envergadura que alcanza una película que bien podría llegar a convertirse, con el correr del tiempo, en otro clásico de acción.
Ficha técnica
Título original: Top Gun: Maverick
Año: 2022
Duración: 131 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Paramount Pictures, Jerry Bruckheimer Films, Skydance Productions. Distribuidora: Paramount Pictures
Género: Acción. Drama | Ejército. Aviones. Secuela
Guion: Ehren Kruger, Eric Singer, Christopher McQuarrie. Personajes: Jim Cash, Jack Epps Jr.. Historia: Peter Craig, Justin Marks
Música: Harold Faltermeyer, Hans Zimmer, Lorne Balfe
Fotografía: Claudio Miranda
Reparto: Tom Cruise, Miles Teller, Jennifer Connelly, Jon Hamm, Glen Powell, Ed Harris, Val Kilmer, Lewis Pullman, Charles Parnell, Bashir Salahuddin, Monica Barbaro, Jay Ellis, Danny Ramirez
Dirección: Joseph Kosinski
martes, 7 de junio de 2022
Jurassic World: Dominion
Discúlpenme si no soy muy objetivo al escribir sobre esta película. Es que, como he mencionado en anteriores reseñas, la primera, la “original” de Steven Spielberg, la estrenada el año 1993, hace 29 años, me cautivó absolutamente. Tal vez es por aquella razón que puedo pasar por alto algunas cosas o ser permisivo con otras, porque es tan fascinante la historia de “Jurassic Park” -desde hace pocos años “Jurassic World”-, que podría escribir mucho al respecto, una tentación enorme que intentaré resistir.
Para los que conocen la trama, esta película es la tercera entrega de la segunda trilogía que comenzó el año 2015. Sucede cuatro años después de “El reino caído”, que significó la destrucción de Isla Nublar. En el presente, los dinosaurios comparten con los humanos en todas partes del mundo, un precario equilibrio que en cualquier momento se rompe y desata el caos.
En “Dominion”, curiosamente lo más amenazante no son los dinosaurios sino una empresa biotecnológica llamada BioSyn, que es liderada por su director ejecutivo, el Dr. Lewis Dodgson -Campbell Scott-. Emplazada en una lejana isla europea, su principal proyecto es modificar el ADN de una especia de langostas para que arrasen con cultivos de semillas que no provengan de la misma empresa. ¿El fin? Avances científicos para enriquecerse exponencialmente.
Por otra parte, Owen Grady -Chris Pratt-, vive con Claire Dearing -Bryce Dallas Howard-, en unas montañas apartadas, y ambos cuidan a Maisie Lockwood -Isabella Sermon-, una joven que posee un ADN especial y codiciado, por lo que debe permanecer lo más oculta posible. Ellos son los personajes de las dos entregas anteriores, pero ¿cómo llegan los protagonistas originales a sumarse a la saga? El eje lo constituye el Dr. Ian Malcolm -Jeff Goldblum-. Trabaja para BioSyn y conoce de primera fuente la mutación del ADN de las langostas y las dificultades extremas que sobrevendrán. Más que mal, esa es su especialidad: la “teoría del caos”. Por ese motivo pide ayuda a su amiga, la Dra. Ellie Sattler -Laura Dern-, quien concurre a la isla luego de convencer al Dr. Alan Grant -Sam Neill-, para que la acompañe en esta arriesgada aventura.
¿Y los dinosaurios? Bueno, BioSyn, secretamente, tiene muchísimos en la isla, ha creado nuevas especies y también ha logrado hacer mutaciones de ADN con ellos.
¿Y cómo arriban Owen y Claire? Maisie está en peligro porque es la clave genética de las mutaciones; ha sido raptada y llevada a BioSyn para su estudio en profundidad y ambos “padres” acuden inmediatamente en su auxilio. Variados caminos, diferentes vertientes y todos juntos, nuevamente, en otra isla repleta de dinosaurios.
Dirigida por Colin Trevorrow, “Jurassic World: Dominion” es para fanáticos y no tan fanáticos. Para los primeros, dentro de los que por cierto me cuento, nos permite enlazar con las anteriores narraciones, está llena de guiños y detalles, y nos hace disfrutar al máximo cada una de las secuencias que ofrece un guion que es casi siempre resulta inquieto. Para los menos fanáticos y para quienes se acercan un poco más desde lejos a la historia, la película ofrece una lectura fácil de comprender -no se necesita conocer las anteriores, ni siquiera el original, aunque sería deseable-, efectos especiales sorprendentes y una calidad técnica sobresaliente.
Como siempre una mención a la música. Michael Giacchino compone una banda sonora que resulta magistral, una vez más basada en temas y motivos de la primera partitura de John Williams del año 93. El trabajo de composición es notable, y el uso de los recursos temáticos está en perfecta sintonía con los puntos de inflexión del relato. El momento en que cada tema original se presenta, la forma de mostrarlo -un par de notas, un intervalo, un acorde-, tanto en extensión como en textura, resulta emocionante. La música de la película original es un clásico, y esta banda sonora le reconoce su sitial, la homenajea, y además explora nuevas posibilidades sin dejar de lado sus sólidas bases.
“Jurassic World: Dominion” constituye una experiencia cinematográfica, tal como sus predecesoras. Es para verla en pantalla grande, con sonido envolvente y todo aquello que permita realzar las características más arrebatadas que le exigimos a este tipo de “blockbuster”. Visualmente exuberante, entretenida, y nostálgica, diría yo, instala la duda si continuará o no la saga. Es que parece que no nos cansamos de los dinosaurios y tampoco de las aventuras entre los humanos y estas criaturas que se extinguieron hace 65 millones de años que hoy reviven gracias a la futurista biotecnología y a la magia del cine. Veremos cómo sigue, porque mientras exista imaginación, sin duda seguiremos disfrutando de esta creación del visionario Michael Crichton, a quien le debemos una historia tan creíble como improbable, pero que cada vez percibimos más cercana.
Ficha técnica
Título original: Jurassic World: Dominion
Año: 2022
Duración: 146 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Amblin Entertainment, Universal Pictures, Perfect World Pictures. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Ciencia ficción. Acción. Fantástico. Aventuras | Dinosaurios. Secuela
Guion: Emily Carmichael, Colin Trevorrow. Historia: Derek Connolly, Colin Trevorrow. Personajes: Michael Crichton
Música: Michael Giacchino
Fotografía: John Schwartzman
Reparto: Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Laura Dern, Jeff Goldblum, Sam Neill, Isabella Sermon, DeWanda Wise, Mamoudou Athie, Omar Sy, Campbell Scott, BD Wong, Justice Smith, Daniella Pineda
Dirección: Colin Trevorrow
Para los que conocen la trama, esta película es la tercera entrega de la segunda trilogía que comenzó el año 2015. Sucede cuatro años después de “El reino caído”, que significó la destrucción de Isla Nublar. En el presente, los dinosaurios comparten con los humanos en todas partes del mundo, un precario equilibrio que en cualquier momento se rompe y desata el caos.
En “Dominion”, curiosamente lo más amenazante no son los dinosaurios sino una empresa biotecnológica llamada BioSyn, que es liderada por su director ejecutivo, el Dr. Lewis Dodgson -Campbell Scott-. Emplazada en una lejana isla europea, su principal proyecto es modificar el ADN de una especia de langostas para que arrasen con cultivos de semillas que no provengan de la misma empresa. ¿El fin? Avances científicos para enriquecerse exponencialmente.
Por otra parte, Owen Grady -Chris Pratt-, vive con Claire Dearing -Bryce Dallas Howard-, en unas montañas apartadas, y ambos cuidan a Maisie Lockwood -Isabella Sermon-, una joven que posee un ADN especial y codiciado, por lo que debe permanecer lo más oculta posible. Ellos son los personajes de las dos entregas anteriores, pero ¿cómo llegan los protagonistas originales a sumarse a la saga? El eje lo constituye el Dr. Ian Malcolm -Jeff Goldblum-. Trabaja para BioSyn y conoce de primera fuente la mutación del ADN de las langostas y las dificultades extremas que sobrevendrán. Más que mal, esa es su especialidad: la “teoría del caos”. Por ese motivo pide ayuda a su amiga, la Dra. Ellie Sattler -Laura Dern-, quien concurre a la isla luego de convencer al Dr. Alan Grant -Sam Neill-, para que la acompañe en esta arriesgada aventura.
¿Y los dinosaurios? Bueno, BioSyn, secretamente, tiene muchísimos en la isla, ha creado nuevas especies y también ha logrado hacer mutaciones de ADN con ellos.
¿Y cómo arriban Owen y Claire? Maisie está en peligro porque es la clave genética de las mutaciones; ha sido raptada y llevada a BioSyn para su estudio en profundidad y ambos “padres” acuden inmediatamente en su auxilio. Variados caminos, diferentes vertientes y todos juntos, nuevamente, en otra isla repleta de dinosaurios.
Dirigida por Colin Trevorrow, “Jurassic World: Dominion” es para fanáticos y no tan fanáticos. Para los primeros, dentro de los que por cierto me cuento, nos permite enlazar con las anteriores narraciones, está llena de guiños y detalles, y nos hace disfrutar al máximo cada una de las secuencias que ofrece un guion que es casi siempre resulta inquieto. Para los menos fanáticos y para quienes se acercan un poco más desde lejos a la historia, la película ofrece una lectura fácil de comprender -no se necesita conocer las anteriores, ni siquiera el original, aunque sería deseable-, efectos especiales sorprendentes y una calidad técnica sobresaliente.
Como siempre una mención a la música. Michael Giacchino compone una banda sonora que resulta magistral, una vez más basada en temas y motivos de la primera partitura de John Williams del año 93. El trabajo de composición es notable, y el uso de los recursos temáticos está en perfecta sintonía con los puntos de inflexión del relato. El momento en que cada tema original se presenta, la forma de mostrarlo -un par de notas, un intervalo, un acorde-, tanto en extensión como en textura, resulta emocionante. La música de la película original es un clásico, y esta banda sonora le reconoce su sitial, la homenajea, y además explora nuevas posibilidades sin dejar de lado sus sólidas bases.
“Jurassic World: Dominion” constituye una experiencia cinematográfica, tal como sus predecesoras. Es para verla en pantalla grande, con sonido envolvente y todo aquello que permita realzar las características más arrebatadas que le exigimos a este tipo de “blockbuster”. Visualmente exuberante, entretenida, y nostálgica, diría yo, instala la duda si continuará o no la saga. Es que parece que no nos cansamos de los dinosaurios y tampoco de las aventuras entre los humanos y estas criaturas que se extinguieron hace 65 millones de años que hoy reviven gracias a la futurista biotecnología y a la magia del cine. Veremos cómo sigue, porque mientras exista imaginación, sin duda seguiremos disfrutando de esta creación del visionario Michael Crichton, a quien le debemos una historia tan creíble como improbable, pero que cada vez percibimos más cercana.
Ficha técnica
Título original: Jurassic World: Dominion
Año: 2022
Duración: 146 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Amblin Entertainment, Universal Pictures, Perfect World Pictures. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Ciencia ficción. Acción. Fantástico. Aventuras | Dinosaurios. Secuela
Guion: Emily Carmichael, Colin Trevorrow. Historia: Derek Connolly, Colin Trevorrow. Personajes: Michael Crichton
Música: Michael Giacchino
Fotografía: John Schwartzman
Reparto: Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Laura Dern, Jeff Goldblum, Sam Neill, Isabella Sermon, DeWanda Wise, Mamoudou Athie, Omar Sy, Campbell Scott, BD Wong, Justice Smith, Daniella Pineda
Dirección: Colin Trevorrow
viernes, 3 de junio de 2022
Riesgo bajo cero
Disponible en Netflix.
De las últimas películas de Liam Neeson esta es, quizá, la más flojita, aunque se salga un poco del molde típico al abordar una temática distinta a sus antecesoras. Esta vez, Neeson se transforma en Mike McCann, un rudo camionero que trabaja junto a su hermano Gurty -Marcus Thomas-, mecánico y veterano de la guerra de Irak que sufre de trastorno de estrés postraumático y afasia.
Al ser despedidos de su trabajo, responden una solicitud que busca choferes expertos en carreteras sobre hielo. El desafío no es menor, pues debido a una explosión en una mina subterránea en Manitoba, 26 mineros han quedado atrapados y la misión consiste en transportar equipamiento pesado para poder rescatarlos.
El líder de esta operación traslado es Jim Goldenrod -Laurence Fishburne-, un veterano conocedor de las pistas heladas que los contrata sumando a la joven Tantoo -Amber Midthunder-, para así conformar un equipo de tres camiones con similares características, cada uno independiente, para, de esa forma, prever y garantizar el éxito de la expedición. Las horas cuentan, la ventana de aire para la subsistencia de los mineros disminuye rápidamente y todo depende de la celeridad con que puedan llegar al destino.
Escrita y dirigida por Jonathan Hensleigh, “Ice Road” expone en sus 103 minutos una carrera contra el tiempo. Asimismo, la naturaleza no es el único obstáculo que estos arriesgados transportistas deberán encontrar en el camino. Es Abril, las carreteras heladas ya están cerradas porque se están descongelando y este permiso para usarlas es extraordinario en vista de la emergencia. Sin embargo, la verdad sea dicha, podríamos decir que lo anterior es solo el marco general de las dificultades, porque los mayores problemas provienen de una vertiente que no esperamos.
La película posee una tensión creciente. Los protagonistas salen de un problema para meterse en otro. Lo que parecía superado no es tal. Aquello que resulta fácilmente predecible se torna cierto, y solo gracias a giros argumentales casi sacados del fondo del sombrero, la película logra literalmente, mantenerse a flote y no sumergirse en un mar extenso y desaparecer completamente.
El atractivo de esta película es ver, una vez más, a Liam Neeson en un papel menor, y cómo se encarga de demostrarnos que, a pesar de todo, sigue vigente y puede sostener en sus hombros un relato que logra, al menos, mantener el interés. Y es que Neeson es magnético, irradia impronta, incluso cuando menos gestos realiza y cuando más le reducen su abanico actoral. Se transforma en el personaje, cualquiera que sea, e imprime su sello para mantenernos pendientes.
“Riesgo bajo cero” no resiste mucho más análisis. Es simple, casi básica me atrevería decir, pero funciona. Amplios entornos contrastan con la pequeñez expuesta en la arista más complicada del relato, que bien podría ser interesante de analizar pero sería un spoiler que, además, tampoco permitiría profundizar demasiado pues claramente no es la prioridad de esta cinta. Dejando pasar lo obvio, la película se deja ver y cumple con su función de entibiar una fría noche de streaming.
Ficha técnica
Título original: Ice Road
Año: 2021
Duración: 103 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Code Entertainment, Aperture Media Partners, Envision Media Arts, ShivHans Pictures, Solution Entertainment Group. Distribuidora: Netflix
Género: Acción. Thriller | Catástrofes. Supervivencia. Zonas frías/polares
Guion: Jonathan Hensleigh
Música: Max Aruj
Fotografía: Marcus James, Tom Stern
Reparto: Liam Neeson, Laurence Fishburne, Amber Midthunder, Holt McCallany, Matt McCoy, Martin Sensmeier, Matt Salinger, Paul Essiembre, Marcus Thomas, Lauren Cochrane, Gabriel Daniels, Bj Verot, Chad Bruce
Dirección: Jonathan Hensleigh
De las últimas películas de Liam Neeson esta es, quizá, la más flojita, aunque se salga un poco del molde típico al abordar una temática distinta a sus antecesoras. Esta vez, Neeson se transforma en Mike McCann, un rudo camionero que trabaja junto a su hermano Gurty -Marcus Thomas-, mecánico y veterano de la guerra de Irak que sufre de trastorno de estrés postraumático y afasia.
Al ser despedidos de su trabajo, responden una solicitud que busca choferes expertos en carreteras sobre hielo. El desafío no es menor, pues debido a una explosión en una mina subterránea en Manitoba, 26 mineros han quedado atrapados y la misión consiste en transportar equipamiento pesado para poder rescatarlos.
El líder de esta operación traslado es Jim Goldenrod -Laurence Fishburne-, un veterano conocedor de las pistas heladas que los contrata sumando a la joven Tantoo -Amber Midthunder-, para así conformar un equipo de tres camiones con similares características, cada uno independiente, para, de esa forma, prever y garantizar el éxito de la expedición. Las horas cuentan, la ventana de aire para la subsistencia de los mineros disminuye rápidamente y todo depende de la celeridad con que puedan llegar al destino.
Escrita y dirigida por Jonathan Hensleigh, “Ice Road” expone en sus 103 minutos una carrera contra el tiempo. Asimismo, la naturaleza no es el único obstáculo que estos arriesgados transportistas deberán encontrar en el camino. Es Abril, las carreteras heladas ya están cerradas porque se están descongelando y este permiso para usarlas es extraordinario en vista de la emergencia. Sin embargo, la verdad sea dicha, podríamos decir que lo anterior es solo el marco general de las dificultades, porque los mayores problemas provienen de una vertiente que no esperamos.
La película posee una tensión creciente. Los protagonistas salen de un problema para meterse en otro. Lo que parecía superado no es tal. Aquello que resulta fácilmente predecible se torna cierto, y solo gracias a giros argumentales casi sacados del fondo del sombrero, la película logra literalmente, mantenerse a flote y no sumergirse en un mar extenso y desaparecer completamente.
El atractivo de esta película es ver, una vez más, a Liam Neeson en un papel menor, y cómo se encarga de demostrarnos que, a pesar de todo, sigue vigente y puede sostener en sus hombros un relato que logra, al menos, mantener el interés. Y es que Neeson es magnético, irradia impronta, incluso cuando menos gestos realiza y cuando más le reducen su abanico actoral. Se transforma en el personaje, cualquiera que sea, e imprime su sello para mantenernos pendientes.
“Riesgo bajo cero” no resiste mucho más análisis. Es simple, casi básica me atrevería decir, pero funciona. Amplios entornos contrastan con la pequeñez expuesta en la arista más complicada del relato, que bien podría ser interesante de analizar pero sería un spoiler que, además, tampoco permitiría profundizar demasiado pues claramente no es la prioridad de esta cinta. Dejando pasar lo obvio, la película se deja ver y cumple con su función de entibiar una fría noche de streaming.
Ficha técnica
Título original: Ice Road
Año: 2021
Duración: 103 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Code Entertainment, Aperture Media Partners, Envision Media Arts, ShivHans Pictures, Solution Entertainment Group. Distribuidora: Netflix
Género: Acción. Thriller | Catástrofes. Supervivencia. Zonas frías/polares
Guion: Jonathan Hensleigh
Música: Max Aruj
Fotografía: Marcus James, Tom Stern
Reparto: Liam Neeson, Laurence Fishburne, Amber Midthunder, Holt McCallany, Matt McCoy, Martin Sensmeier, Matt Salinger, Paul Essiembre, Marcus Thomas, Lauren Cochrane, Gabriel Daniels, Bj Verot, Chad Bruce
Dirección: Jonathan Hensleigh
miércoles, 1 de junio de 2022
Mensajes Privados
Algunas palabras del director Matías Bize entregan luces sobre esta película: “Yo no quería hablar de la pandemia propiamente tal, eso fue algo que sabía desde el inicio, pero ese miedo y esa urgencia con que todos estábamos viviendo en ese tiempo, de alguna manera sabía que se iban a traspasar a la película. Quería hablar de temas profundos, de cosas importantes, dejar algo, algún mensaje, eso pasa cuando sentimos que nuestras vidas están amenazadas y eso se traspasó a la película. Esa verdad, esa profundidad, esa realidad, que aunque no quisiéramos hablar de la pandemia, igual de alguna manera iba a estar en la pantalla”.
Y Bize consigue lo expuesto a través de ocho testimonios, ocho relatos unipersonales, ocho actores frente a una cámara en su espacio de encierro producto del COVID-19. Bize señala que gran parte de la decisión de planos la tomaron los mismos actores. De hecho, los menciona como responsables de fotografía. También hay colaboración en la elaboración del guion en una obra que se propone abordar temas importantes, profundos, trascendentes.
En cuanto a la realización, resulta importante la elección de las ubicaciones, porque tenemos que tomar en cuenta que es solo una cámara y un actor, un mismo plano, sin movimiento, donde el encuadre es vital y la luz fundamental. Los detalles en este espacio mínimo de movimiento, junto a las distancias y los sonidos, juegan un papel trascendente, no solo en el decorado, sino que fundamentalmente en el aporte a la narrativa propiamente tal.
Esta cinta desafía la imaginación. Una vez más vemos el arte que significa contar una historia -en este caso varias historias-, para que podamos nosotros, espectadores, componer lo que nos están describiendo con palabras y gestos. Observamos diversos grados de profundidad en cada relato, grados importantes de dolor, de conmoción, de afectación. Y las emociones logran traspasar muchas barreras, algo que no es fácil cuando se hace través de reflexiones, y con mínimas herramientas y muy pocos detalles.
Indudablemente vemos diferentes niveles de logro en los relatos, diferentes niveles de empatía respecto a cada una de las temáticas expuestas, sin embargo existe una unidad, un hilo delgado, casi invisible, que une todo y que entrega cuerpo a un metraje que perfectamente podría resultar inconexo. La edición y el montaje juegan un rol central: cómo se decide intercalar las historias, el tiempo que se dedica a cada segmento, el orden de presentación; son tantas las variables que costaría bastante enumerarlas.
Al principio no sabemos dónde va esta película, y tampoco sabemos cómo llega. Casi mágicamente, con el correr de los minutos, se va armando, se va construyendo, va tomando forma, sin que nos demos cuenta. Porque ya estamos sumergidos en cada historia, ya conectamos, logramos sintonía, auscultamos, apreciamos, juzgamos, somos duros y complacientes, tomamos partido y nos afectamos. En síntesis, reflexionamos, sentimos, vivimos.
“Mensajes Privados” tiene el sello de Matías Bize. Me gusta su cine, me gusta que nos desafíe y nos cuestione, que sea incluso incómodo, como una provocación quizá, que confeccione un trabajo que no nos deje por ningún motivo indiferentes. La cinta consigue su objetivo, aunque debo reconocer que deben pasar algunas horas y tal vez días para ir fijando conceptos y analizando profundamente la experiencia. También pienso que podría ser un experimento, algo que nace de la necesidad de expresión y que se transforma con el tiempo en vigor artístico. Tal vez un hay un poco de todo esto o tal vez nada. Más que mal, esta es solo la reflexión de un espectador acerca de la propuesta de un artista. ¡Y vaya que es un artista Matías Bize!
Ficha técnica
Título original: Mensajes privados
Año: 2022
Duración: 77 minutos
País: Chile
Productora: Ceneca Producciones
Género: Drama | Coronavirus (COVID-19)
Guion: Matías Bize, Nicolás Poblete, Néstor Cantillana, Vicenta Ndongo, Verónica Intile, (Me llamo) Sebastián
Fotografía: Blanca Lewin, Nicolás Poblete, Antonia Zegers, Néstor Cantillana
Reparto: Blanca Lewin, Nicolás Poblete, Antonia Zegers, Néstor Cantillana, Vicenta Ndongo, Àlex Brendemühl, Verónica Intile, (Me llamo) Sebastián
Dirección: Matías Bize
Y Bize consigue lo expuesto a través de ocho testimonios, ocho relatos unipersonales, ocho actores frente a una cámara en su espacio de encierro producto del COVID-19. Bize señala que gran parte de la decisión de planos la tomaron los mismos actores. De hecho, los menciona como responsables de fotografía. También hay colaboración en la elaboración del guion en una obra que se propone abordar temas importantes, profundos, trascendentes.
En cuanto a la realización, resulta importante la elección de las ubicaciones, porque tenemos que tomar en cuenta que es solo una cámara y un actor, un mismo plano, sin movimiento, donde el encuadre es vital y la luz fundamental. Los detalles en este espacio mínimo de movimiento, junto a las distancias y los sonidos, juegan un papel trascendente, no solo en el decorado, sino que fundamentalmente en el aporte a la narrativa propiamente tal.
Esta cinta desafía la imaginación. Una vez más vemos el arte que significa contar una historia -en este caso varias historias-, para que podamos nosotros, espectadores, componer lo que nos están describiendo con palabras y gestos. Observamos diversos grados de profundidad en cada relato, grados importantes de dolor, de conmoción, de afectación. Y las emociones logran traspasar muchas barreras, algo que no es fácil cuando se hace través de reflexiones, y con mínimas herramientas y muy pocos detalles.
Indudablemente vemos diferentes niveles de logro en los relatos, diferentes niveles de empatía respecto a cada una de las temáticas expuestas, sin embargo existe una unidad, un hilo delgado, casi invisible, que une todo y que entrega cuerpo a un metraje que perfectamente podría resultar inconexo. La edición y el montaje juegan un rol central: cómo se decide intercalar las historias, el tiempo que se dedica a cada segmento, el orden de presentación; son tantas las variables que costaría bastante enumerarlas.
Al principio no sabemos dónde va esta película, y tampoco sabemos cómo llega. Casi mágicamente, con el correr de los minutos, se va armando, se va construyendo, va tomando forma, sin que nos demos cuenta. Porque ya estamos sumergidos en cada historia, ya conectamos, logramos sintonía, auscultamos, apreciamos, juzgamos, somos duros y complacientes, tomamos partido y nos afectamos. En síntesis, reflexionamos, sentimos, vivimos.
“Mensajes Privados” tiene el sello de Matías Bize. Me gusta su cine, me gusta que nos desafíe y nos cuestione, que sea incluso incómodo, como una provocación quizá, que confeccione un trabajo que no nos deje por ningún motivo indiferentes. La cinta consigue su objetivo, aunque debo reconocer que deben pasar algunas horas y tal vez días para ir fijando conceptos y analizando profundamente la experiencia. También pienso que podría ser un experimento, algo que nace de la necesidad de expresión y que se transforma con el tiempo en vigor artístico. Tal vez un hay un poco de todo esto o tal vez nada. Más que mal, esta es solo la reflexión de un espectador acerca de la propuesta de un artista. ¡Y vaya que es un artista Matías Bize!
Ficha técnica
Título original: Mensajes privados
Año: 2022
Duración: 77 minutos
País: Chile
Productora: Ceneca Producciones
Género: Drama | Coronavirus (COVID-19)
Guion: Matías Bize, Nicolás Poblete, Néstor Cantillana, Vicenta Ndongo, Verónica Intile, (Me llamo) Sebastián
Fotografía: Blanca Lewin, Nicolás Poblete, Antonia Zegers, Néstor Cantillana
Reparto: Blanca Lewin, Nicolás Poblete, Antonia Zegers, Néstor Cantillana, Vicenta Ndongo, Àlex Brendemühl, Verónica Intile, (Me llamo) Sebastián
Dirección: Matías Bize
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