Con esta película, la numero 31, se da comienzo a la fase 5 del MCU. Como secuela de Ant-Man (2015) y Ant-Man and the Wasp (2018), esta cinta presenta a Scott Lang -Paul Rudd-, y a Hope van Dyne -Evangeline Lilly-, enfrentándose a un villano súper poderoso llamado Kang, el Conquistador, interpretado por Jonathan Majors.
En este inesperado viaje, los héroes no están solos. Se suma su hija, Cassie Lang -Kathryn Newton-, y los padres de Hope, Janet van Dyne -Michelle Pfeiffer-, y Hank Pym -Michael Douglas-, conformando una especie de cruzada familiar que comienza cuando un dispositivo desarrollado por la inquieta joven Lang establece contacto con el llamado Reino Cuántico. Al ser vertiginosamente arrastrados hacia él, se separan sin saber qué sucede, salvo Janet, quien estuvo atrapada 30 años en ese universo y conoce perfectamente quién es Kang.
Las aventuras son incesantes, con combates, huidas, descubrimientos y sorpresas en cada rincón de este mundo poblado por nativos rebeldes y extrañas criaturas. Lamentablemente, la película dirigida por Peyton Reed, tiende a decaer en su sección central, justamente cuando quiere explicar y enlazar las historias, y prescinde de la acción. Estos baches narrativos se sienten bastante y dejan en evidencia la carencia de un desarrollo mayor en el guion de Jeff Loveness, pues varios personajes y temas quedan sueltos, no logran tomar cuerpo, y solo son visibles a través de chispazos.
El mensaje es claro: todos contra el tirano. Además, hay detrás una comunidad oprimida y está en riesgo la vida de muchísimas personas si se aniquilan líneas de tiempo de los multiversos. Pero, ¿realmente vale todo? ¿El fin justifica los medios? Otro punto delgado de un argumento que, al menos, resulta débil para sostener una historia que se presenta como el inicio de una nueva era, aquel pilar sobre el que se construirán las próximas entregas.
Eso sí, es un gusto ver a Michelle Pfeiffer y Michael Douglas llevar buena parte del metraje. De hecho, cuando salen de pantalla coincide con algunos de los bajones ya mencionados los que, si bien se superan cuando ellos regresan, también denotan irregularidad narrativa. La pequeña participación de Bill Murray agrega algo más de sazón, otro complemento para Evangeline Lilly y Paul Rudd, quienes a pesar de su simpatía y química natural, necesitan de todos esos condimentos adicionales entregados por los “viejos tercios”.
Entretenida en las secciones rápidas, esas con efectos especiales, fuegos artificiales y harta acción, “Ant-Man and The Wasp: Quantumania” es para verla en pantalla grande, aunque la verdad es que se hace un poquito larga. Agradezco que no abuse del humor, un recurso bastante utilizado al momento de intentar captar atención, y que tampoco complejice innecesariamente una trama que, si le sacamos toda la parafernalia, resulta comprensible, incluso, para quien no ha visto anteriores entregas. Ah!, por cierto es Marvel; tiene escenas post créditos, para que no las dejen pasar, aunque sí es necesario conocer algo más para comprenderlas.
Ficha técnica
Título original: Ant-Man and The Wasp: Quantumania
Año: 2023
Duración: 125 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Marvel Studios, Walt Disney Pictures, Truenorth Productions. Distribuidora: Walt Disney Pictures
Género: Ciencia ficción. Fantástico. Acción. Comedia | Superhéroes. Insectos. Secuela. Cómic. Marvel Comics. MCU
Guion: Jeff Loveness. Cómic: Stan Lee, Jack Kirby, Larry Lieber
Música: Christophe Beck
Fotografía: Bill Pope
Reparto: Paul Rudd, Evangeline Lilly, Michelle Pfeiffer, Michael Douglas, Jonathan Majors, Kathryn Newton, Bill Murray, William Jackson Harper, Katy M. O'Brian, Randall Park
Dirección: Peyton Reed
martes, 28 de febrero de 2023
lunes, 27 de febrero de 2023
Sinfonía de Pasión
Disponible en Amazon Prime Video.
"Un instante de la vida del compositor Antonín Dvořák"
La carta enviada en 1894 por Josefina -Soňa Norisová-, su cuñada y amor de juventud, informa que está muy enferma. A raíz de ello, Antonín -Hynek Čermák-, quien se desarrolla profesionalmente en Estados Unidos y goza de gran éxito, decide regresar, junto a su familia, a su natal Bohemia para pasar vacaciones. Su llegada es recibida con honores y variados reconocimientos, sin embargo la principal preocupación del compositor es quien ha sido su musa y fuente inspiradora de su música.
Esta película dirigida por Jaroslav Brabec propone algunos niveles paralelos, como, por ejemplo, las conversaciones de Dvořák con un erudito entrevistador, la relación de su hija Otýlie -Sabina Rojková-, con el discípulo del Maestro, Josef Suk -Petr Šmíd-, y la dinámica familiar liderada por su esposa Anna -Petra Špalková-. Encontramos también tensiones, que se manifiestan a nivel afectivo y práctico, sobre todo por dificultades económicas y las decisiones familiares sobre el futuro, es decir, quedarse en Bohemia o regresar a Norteamérica.
La construcción del relato intenta ser diferente. Gracias a una filmación diáfana y con filtros, la cinta logra transmitir, a través de algunas nebulosas, un sin fin de emociones. Palpamos el dolor y el abandono; también sentimos la pasión y el amor. El temperamento del compositor queda de manifiesto cuando observamos la gran carga emocional de una vida trágica (la muerte temprana de tres de sus hijos), y a la vez desafiante. Su post romanticismo musical tiene mucho de fe y de sentimientos de abandono, además de locura, soledad, tristeza, melancolía y desesperanza, lo que indudablemente influencia mayoritariamente sus obras.
La estabilidad alcanzada por Dvořák en Estados Unidos, la fama y consiguiente consolidación, no parece ser suficiente. En este breve regreso a su patria, las dudas y contradicciones dan paso a sentimientos de añoranza que son traspasados a sus composiciones como esencia de vida y de intimidad, de real conocimiento personal y de acercamiento espiritual.
De las piezas que escuchamos en la película, en excelentes versiones de intérpretes checos, la principal es su famosa Novena Sinfonía en mi menor, op. 95 , “Del Nuevo Mundo”; también algunas secciones de su Cuarteto en Fa Mayor, “Americano”; y su reconocido “Humoresque”, para piano, Op. 101, No 7, en Sol bemol Mayor. La partitura compuesta por Jan Jirásek, también resulta interesante, pues incorpora motivos de dichas obras y los trabaja como una especie de variaciones, entregando, así, cercanía y unidad estética a la banda sonora del filme.
“Americké dopisy” -Letras Americanas-, su título original, no es un viaje musical para representar a Antonín Dvořák. Tampoco es un homenaje o un tributo al gran compositor. Corresponde más bien a un acercamiento humano -aunque con varias situaciones ficcionadas-, hacia una figura fundamental del Siglo XIX, y cuya música ha alcanzado un nivel trascendente e inmortal.
Ficha técnica
Título original: Americké dopisy
Año: 2015
Duración: 101 minutos
País: República Checa
Compañías: Ceská Televize
Género: Drama | Biográfico. Siglo XIX. Música. Telefilm
Guion: Jan Otcenásek
Música: Jan Jirásek
Fotografía: Tomás Sysel
Reparto: Hynek Cermák, Petra Spalková, Sona Norisová, Igor Bares, Vladimír Javorský, Sabina Rojková, Petr Smíd, Tomás Havlínek, Oldrich Vlach, Jan Novotny
Dirección: Jaroslav Brabec
La carta enviada en 1894 por Josefina -Soňa Norisová-, su cuñada y amor de juventud, informa que está muy enferma. A raíz de ello, Antonín -Hynek Čermák-, quien se desarrolla profesionalmente en Estados Unidos y goza de gran éxito, decide regresar, junto a su familia, a su natal Bohemia para pasar vacaciones. Su llegada es recibida con honores y variados reconocimientos, sin embargo la principal preocupación del compositor es quien ha sido su musa y fuente inspiradora de su música.
Esta película dirigida por Jaroslav Brabec propone algunos niveles paralelos, como, por ejemplo, las conversaciones de Dvořák con un erudito entrevistador, la relación de su hija Otýlie -Sabina Rojková-, con el discípulo del Maestro, Josef Suk -Petr Šmíd-, y la dinámica familiar liderada por su esposa Anna -Petra Špalková-. Encontramos también tensiones, que se manifiestan a nivel afectivo y práctico, sobre todo por dificultades económicas y las decisiones familiares sobre el futuro, es decir, quedarse en Bohemia o regresar a Norteamérica.
La construcción del relato intenta ser diferente. Gracias a una filmación diáfana y con filtros, la cinta logra transmitir, a través de algunas nebulosas, un sin fin de emociones. Palpamos el dolor y el abandono; también sentimos la pasión y el amor. El temperamento del compositor queda de manifiesto cuando observamos la gran carga emocional de una vida trágica (la muerte temprana de tres de sus hijos), y a la vez desafiante. Su post romanticismo musical tiene mucho de fe y de sentimientos de abandono, además de locura, soledad, tristeza, melancolía y desesperanza, lo que indudablemente influencia mayoritariamente sus obras.
La estabilidad alcanzada por Dvořák en Estados Unidos, la fama y consiguiente consolidación, no parece ser suficiente. En este breve regreso a su patria, las dudas y contradicciones dan paso a sentimientos de añoranza que son traspasados a sus composiciones como esencia de vida y de intimidad, de real conocimiento personal y de acercamiento espiritual.
De las piezas que escuchamos en la película, en excelentes versiones de intérpretes checos, la principal es su famosa Novena Sinfonía en mi menor, op. 95 , “Del Nuevo Mundo”; también algunas secciones de su Cuarteto en Fa Mayor, “Americano”; y su reconocido “Humoresque”, para piano, Op. 101, No 7, en Sol bemol Mayor. La partitura compuesta por Jan Jirásek, también resulta interesante, pues incorpora motivos de dichas obras y los trabaja como una especie de variaciones, entregando, así, cercanía y unidad estética a la banda sonora del filme.
“Americké dopisy” -Letras Americanas-, su título original, no es un viaje musical para representar a Antonín Dvořák. Tampoco es un homenaje o un tributo al gran compositor. Corresponde más bien a un acercamiento humano -aunque con varias situaciones ficcionadas-, hacia una figura fundamental del Siglo XIX, y cuya música ha alcanzado un nivel trascendente e inmortal.
Ficha técnica
Título original: Americké dopisy
Año: 2015
Duración: 101 minutos
País: República Checa
Compañías: Ceská Televize
Género: Drama | Biográfico. Siglo XIX. Música. Telefilm
Guion: Jan Otcenásek
Música: Jan Jirásek
Fotografía: Tomás Sysel
Reparto: Hynek Cermák, Petra Spalková, Sona Norisová, Igor Bares, Vladimír Javorský, Sabina Rojková, Petr Smíd, Tomás Havlínek, Oldrich Vlach, Jan Novotny
Dirección: Jaroslav Brabec
domingo, 26 de febrero de 2023
Sharper
Disponible en Apple TV+.
Una madeja urdida, y bien urdida, es la esencia de esta película dirigida por Benjamin Caron, con guion de Brian Gatewood y Alessandro Tanaka. Dividida en cinco partes, cada una va presentando y develando antecedentes del personaje a la que está dedicada, lo que nos permite ir uniendo poco a poco los cabos desparramados en el camino.
La historia comienza con Tom -Justice Smith-, dueño de una pequeña librería de volúmenes usados en la ciudad de Nueva York. Cuando recibe la visita de Sandra -Briana Middleton-, ambos coquetean y comienzan un apasionado romance. Hasta ahí todo bien, pero de pronto ella desaparece. No diré más, porque ustedes tienen que descubrir lo que sucederá a continuación. Solo les puedo adelantar que vamos a conocer a Max -Sebastian Stan-, a Madeline -Julianne Moore-, y a Richard Hobbes -John Lithgow-, para, progresivamente, internarnos en el mundo “Sharper” -embaucador(a)-, en el que caras vemos y corazones no sabemos.
Un relato hilvanado de manera inteligente, junto a una ejecución bien hecha y buenas actuaciones, en especial de Julianne Moore y Sebastian Stan, entregan carácter a esta pieza coral sobre la siempre efectiva temática de la manipulación y el poder. Las casi dos horas de duración no se sienten para nada, pues todo fluye fácil. Además, cuando tomamos conciencia que nada es lo que parece, y que no podemos estar seguros de lo que observamos, es solo el comienzo de las sorpresas que nos depara un recorrido por diferentes laberintos y múltiples personalidades.
“Sharper” funciona por lo que es, una cinta correctamente ambientada, con elementos ya conocidos pero bien mezclados para crear un trago diferente. Y como sabemos, siempre hay que tener cuidado con la bebida, porque nos puede hacer ver cosas que no son, o bien crear nuestras propias realidades. Entonces, lo mejor es estar sobrios para dejarse llevar por esta propuesta. Mal que mal, la también productora Julianne Moore sabe lo que hace, ¿o no…?
Ficha técnica
Título original: Sharper
Año: 2023
Duración: 116 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Picturestart, A24, Apple TV+. Distribuidora: Apple TV+
Género: Thriller | Neo-noir
Guion: Brian Gatewood, Alessandro Tanaka
Fotografía: Charlotte Bruus Christensen
Reparto: Julianne Moore, Sebastian Stan, Justice Smith, Briana Middleton, John Lithgow, Darren Goldstein, Kerry Flanagan, Benjamin Caron, Quincy Dunn-Baker, Phillip Johnson Richardson
Dirección: Benjamin Caron
La historia comienza con Tom -Justice Smith-, dueño de una pequeña librería de volúmenes usados en la ciudad de Nueva York. Cuando recibe la visita de Sandra -Briana Middleton-, ambos coquetean y comienzan un apasionado romance. Hasta ahí todo bien, pero de pronto ella desaparece. No diré más, porque ustedes tienen que descubrir lo que sucederá a continuación. Solo les puedo adelantar que vamos a conocer a Max -Sebastian Stan-, a Madeline -Julianne Moore-, y a Richard Hobbes -John Lithgow-, para, progresivamente, internarnos en el mundo “Sharper” -embaucador(a)-, en el que caras vemos y corazones no sabemos.
Un relato hilvanado de manera inteligente, junto a una ejecución bien hecha y buenas actuaciones, en especial de Julianne Moore y Sebastian Stan, entregan carácter a esta pieza coral sobre la siempre efectiva temática de la manipulación y el poder. Las casi dos horas de duración no se sienten para nada, pues todo fluye fácil. Además, cuando tomamos conciencia que nada es lo que parece, y que no podemos estar seguros de lo que observamos, es solo el comienzo de las sorpresas que nos depara un recorrido por diferentes laberintos y múltiples personalidades.
“Sharper” funciona por lo que es, una cinta correctamente ambientada, con elementos ya conocidos pero bien mezclados para crear un trago diferente. Y como sabemos, siempre hay que tener cuidado con la bebida, porque nos puede hacer ver cosas que no son, o bien crear nuestras propias realidades. Entonces, lo mejor es estar sobrios para dejarse llevar por esta propuesta. Mal que mal, la también productora Julianne Moore sabe lo que hace, ¿o no…?
Ficha técnica
Título original: Sharper
Año: 2023
Duración: 116 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Picturestart, A24, Apple TV+. Distribuidora: Apple TV+
Género: Thriller | Neo-noir
Guion: Brian Gatewood, Alessandro Tanaka
Fotografía: Charlotte Bruus Christensen
Reparto: Julianne Moore, Sebastian Stan, Justice Smith, Briana Middleton, John Lithgow, Darren Goldstein, Kerry Flanagan, Benjamin Caron, Quincy Dunn-Baker, Phillip Johnson Richardson
Dirección: Benjamin Caron
sábado, 25 de febrero de 2023
Ellas Hablan
Tomando como base la novela de 2018 del mismo nombre, escrita por Miriam Toews, esta película se inspira en hechos de la vida real. Entre 2005 y 2009, más de 100 niñas y mujeres en Manitoba -una colonia religiosa al interior de Bolivia-, fueron violadas por la noche en sus hogares por un grupo de hombres que las sedaron con anestesia animal. Un veterinario vecino proporcionó el anestésico en forma de aerosol que los perpetradores rociaron a través de las ventanas abiertas. Abuso, violencia, y humillación. Denigrante. Brutal. Inimaginable.
La directora, Sarah Polley, centra su relato en el lapso de tiempo en que los hombres de la colonia han sido apresados como sospechosos del delito y se está a la espera de su inminente regreso luego de pagar sus fianzas. Durante esas tensas horas, un grupo de mujeres debate entre tres opciones posibles: quedarse y no hacer nada, quedarse y luchar, o irse definitivamente del lugar. Una ajustada votación las reduce solo a dos: mantenerse en el lugar y pelear o emigrar.
El metraje es intenso, sobre todo en su estructura subterránea. La presión que tienen las mujeres es mayúscula, y la tensión solo se visibiliza por sus reacciones. Los diálogos, precisos, directos e hirientes, dan cuenta de lo que no se ve en pantalla. No todas piensa igual, hay diferencias radicales y también matices, sin embargo siempre está presente ese sufrimiento indescriptible que solo imaginamos y percibimos a través de significativas luces que tanto el texto como la imagen nos proporcionan.
La discusión se desarrolla en muchas capas, en diferentes niveles, y el conflicto adquiere una profundidad enorme. La fe religiosa les obligaría a perdonar a sus agresores, sin embargo está en juego su integridad, su dignidad, su vida. Tanto o más importante es lo que no se dice explícitamente en estas discusiones, aquello que solo expresan con actitudes intensas y viscerales. ¿Luchar o perdonar? La ira es extrema, pero también lo es la comprensión. La necesidad de un castigo es de plena justicia, pero también la aceptación de una realidad que no necesariamente podría cambiar. ¿Cuáles son los pro y contra de las opciones en juego? ¿Huir hacia lo desconocido, quedarse, luchar, y cambiar las condiciones?
Para representar lo descrito resulta excelente el trabajo actoral de Rooney Mara como Ona, Claire Foy como Salomé, Jessie Buckley como Mariche, Judith Ivey como Ágata, y Frances McDormand como Janz, entre otras. También es notable la participación de Ben Whishaw como August, el único hombre presente, el maestro de los niños y quien se encarga de llevar las notas de las reuniones.
Con pulso narrativo firme, y un ritmo sostenido, Sarah Polley logra compenetrarnos en una disyuntiva vital y trascendente. Les corresponde enfrentar la situación, y decidir el camino a seguir. ¿Odiar lo conocido y tratar de cambiarlo? ¿Tener esperanza en lo desconocido, aquello por descubrir? ¿Qué es lo que prima al final? ¿Qué hacer, en definitiva?
“Women Talking”, nominada al Óscar como Mejor Película y Mejor Guion Adaptado, denota un pausado tránsito hacia la esperanza. Sensible y reflexiva, obliga a internarse en las sensaciones que nos quedan luego de verla. Y no resulta nada sencillo, porque se despiertan en nosotros, probablemente, muchas de las emociones que logran traspasar la pantalla. La cinta, en ese sentido, afecta, incide, influye, y deja huella. No es un relato pasivo, solo para contemplarlo, es absolutamente activo, un trabajo con muchísimos detalles que sin lugar a dudas nos interpela y compromete profundamente.
Ficha técnica
Título original: Women Talking
Año: 2022
Duración: 104 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Hear/Say Productions, Plan B Entertainment. Distribuidora: Orion Pictures, United Artists Releasing
Género: Drama | Abusos sexuales. Religión. Basado en hechos reales
Guion: Sarah Polley, Miriam Toews. Novela: Miriam Toews
Música: Hildur Guðnadóttir
Fotografía: Luc Montpellier
Reparto: Rooney Mara, Claire Foy, Ben Whishaw, Jessie Buckley, Frances McDormand, Judith Ivey, Sheila McCarthy, Michelle McLeod, Liv McNeil, Kate Hallett
Dirección: Sarah Polley
La directora, Sarah Polley, centra su relato en el lapso de tiempo en que los hombres de la colonia han sido apresados como sospechosos del delito y se está a la espera de su inminente regreso luego de pagar sus fianzas. Durante esas tensas horas, un grupo de mujeres debate entre tres opciones posibles: quedarse y no hacer nada, quedarse y luchar, o irse definitivamente del lugar. Una ajustada votación las reduce solo a dos: mantenerse en el lugar y pelear o emigrar.
El metraje es intenso, sobre todo en su estructura subterránea. La presión que tienen las mujeres es mayúscula, y la tensión solo se visibiliza por sus reacciones. Los diálogos, precisos, directos e hirientes, dan cuenta de lo que no se ve en pantalla. No todas piensa igual, hay diferencias radicales y también matices, sin embargo siempre está presente ese sufrimiento indescriptible que solo imaginamos y percibimos a través de significativas luces que tanto el texto como la imagen nos proporcionan.
La discusión se desarrolla en muchas capas, en diferentes niveles, y el conflicto adquiere una profundidad enorme. La fe religiosa les obligaría a perdonar a sus agresores, sin embargo está en juego su integridad, su dignidad, su vida. Tanto o más importante es lo que no se dice explícitamente en estas discusiones, aquello que solo expresan con actitudes intensas y viscerales. ¿Luchar o perdonar? La ira es extrema, pero también lo es la comprensión. La necesidad de un castigo es de plena justicia, pero también la aceptación de una realidad que no necesariamente podría cambiar. ¿Cuáles son los pro y contra de las opciones en juego? ¿Huir hacia lo desconocido, quedarse, luchar, y cambiar las condiciones?
Para representar lo descrito resulta excelente el trabajo actoral de Rooney Mara como Ona, Claire Foy como Salomé, Jessie Buckley como Mariche, Judith Ivey como Ágata, y Frances McDormand como Janz, entre otras. También es notable la participación de Ben Whishaw como August, el único hombre presente, el maestro de los niños y quien se encarga de llevar las notas de las reuniones.
Con pulso narrativo firme, y un ritmo sostenido, Sarah Polley logra compenetrarnos en una disyuntiva vital y trascendente. Les corresponde enfrentar la situación, y decidir el camino a seguir. ¿Odiar lo conocido y tratar de cambiarlo? ¿Tener esperanza en lo desconocido, aquello por descubrir? ¿Qué es lo que prima al final? ¿Qué hacer, en definitiva?
“Women Talking”, nominada al Óscar como Mejor Película y Mejor Guion Adaptado, denota un pausado tránsito hacia la esperanza. Sensible y reflexiva, obliga a internarse en las sensaciones que nos quedan luego de verla. Y no resulta nada sencillo, porque se despiertan en nosotros, probablemente, muchas de las emociones que logran traspasar la pantalla. La cinta, en ese sentido, afecta, incide, influye, y deja huella. No es un relato pasivo, solo para contemplarlo, es absolutamente activo, un trabajo con muchísimos detalles que sin lugar a dudas nos interpela y compromete profundamente.
Ficha técnica
Título original: Women Talking
Año: 2022
Duración: 104 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Hear/Say Productions, Plan B Entertainment. Distribuidora: Orion Pictures, United Artists Releasing
Género: Drama | Abusos sexuales. Religión. Basado en hechos reales
Guion: Sarah Polley, Miriam Toews. Novela: Miriam Toews
Música: Hildur Guðnadóttir
Fotografía: Luc Montpellier
Reparto: Rooney Mara, Claire Foy, Ben Whishaw, Jessie Buckley, Frances McDormand, Judith Ivey, Sheila McCarthy, Michelle McLeod, Liv McNeil, Kate Hallett
Dirección: Sarah Polley
viernes, 24 de febrero de 2023
Ennio, El Maestro
Documental imprescindible para los amantes de la música en el cine, y de culto para los seguidores de Ennio Morricone. Compositor de más de 500 bandas sonoras, “El Maestro” falleció el año 2020 a la edad de 91 años. Su música es inconfundible, y su variedad tan extensa que, sin temor a equivocarme, forma parte fundamental de la esencia del cine desde mediados del Siglo XX.
Giuseppe Tornatore, director de Cine y ganador de un Oscar por “Cinema Paradiso”, se arriesga con este documental al mostrarnos facetas diferentes de un músico que dedicó su vida a la creación, abarcando muchísimos ámbitos, varios de ellos desconocidos, desde su debut con Sergio Leone hasta el premio de la Academia por “The Hateful Eight”, en 2016. Las voces de directores de renombre y grandes músicos, se fusionan con grabaciones de aclamadas giras mundiales, trozos de icónicas películas, y videos exclusivos de su vida
Gracias a una formación docta -ingresó a estudiar trompeta al Conservatorio Santa Cecilia y concluyó sus estudios de composición con el maestro Goffredo Petrassi-, Morricone recoge muchísimas influencias de la música de su época. Incide fuerte en él la propuesta de la Segunda Escuela de Viena, el dodecafonismo, también los ejemplos impartidos por John Cage, pionero de la música aleatoria, de la música electrónica y del uso no estándar de instrumentos musicales. Claramente, Ennio, es un vanguardista, sin exclusión de género ni estilo.
Giuseppe Tornatore, director de Cine y ganador de un Oscar por “Cinema Paradiso”, se arriesga con este documental al mostrarnos facetas diferentes de un músico que dedicó su vida a la creación, abarcando muchísimos ámbitos, varios de ellos desconocidos, desde su debut con Sergio Leone hasta el premio de la Academia por “The Hateful Eight”, en 2016. Las voces de directores de renombre y grandes músicos, se fusionan con grabaciones de aclamadas giras mundiales, trozos de icónicas películas, y videos exclusivos de su vida
Gracias a una formación docta -ingresó a estudiar trompeta al Conservatorio Santa Cecilia y concluyó sus estudios de composición con el maestro Goffredo Petrassi-, Morricone recoge muchísimas influencias de la música de su época. Incide fuerte en él la propuesta de la Segunda Escuela de Viena, el dodecafonismo, también los ejemplos impartidos por John Cage, pionero de la música aleatoria, de la música electrónica y del uso no estándar de instrumentos musicales. Claramente, Ennio, es un vanguardista, sin exclusión de género ni estilo.
Sus primeros pasos, como arreglador musical, lo llevan por diferentes trabajos, hasta que llega contratado a RCA Victor, donde su promisoria carrera despega en un largo vuelo sin techo ni horizonte.
La extensa entrevista que realiza Tornatore es notable desde muchos puntos de vista. Quisiera destacar la sencillez y profundidad con la que “Ennio” explica ciertas técnicas de composición, con ejemplos prácticos y con aplicaciones clarísimas en sus composiciones, una verdadera clase magistral. Una de esas particularidades tiene que ver con la creación de dos o más temas, que luego se superponen en contrapunto, algo clave al momento de crear una estructura que luego se se vale por sí misma.
La extensa entrevista que realiza Tornatore es notable desde muchos puntos de vista. Quisiera destacar la sencillez y profundidad con la que “Ennio” explica ciertas técnicas de composición, con ejemplos prácticos y con aplicaciones clarísimas en sus composiciones, una verdadera clase magistral. Una de esas particularidades tiene que ver con la creación de dos o más temas, que luego se superponen en contrapunto, algo clave al momento de crear una estructura que luego se se vale por sí misma.
Muy interesante resulta el cruce de géneros que explora Morricone. La música para el cine, mirada en menos por los compositores llamados doctos, se situaba quizá en un inferior segundo o tercer nivel, sin embargo, el joven maestro va modificando, a través de los años, tan equívoca percepción. Es cierto, algunas partituras podrían caer en esa fallida nominación, pero no por el rol cumplido, sino más bien por su calidad artística. Morricone demuestra, concretamente y con un nivel sobresaliente, que la música para la escena puede trascender en el tiempo, tener, incluso, vida propia, y ser revisitada por varias generaciones.
En dos horas y media que fluyen de forma natural, observamos también parte de la intimidad de una persona excepcional. Su concepto de la originalidad, donde la belleza está por sobre cualquier consideración, resulta admirable. Nunca conforme con sus creaciones, muchas veces debía ceder en favor de la confección de los proyectos, aunque su personalidad, honesta y clara, también obligaba a los propios directores de cine a entregarle un mayor margen de acción y, con ello, la toma de decisiones fundamentales.
El relato, con su voz, es fascinante. Testimonios de admiración transversal de Quentin Tarantino, Clint Eastwood, Oliver Stone, Hans Zimmer, Terrence Malick, John Williams, Bernardo Bertolucci, Dario Argento, los hermanos Taviani, Roland Joffé, Bruce Springsteen, Nicola Piovani, y Pat Metheny, entre muchos otros, son conmovedores y también anecdóticos, fiel reflejo de la influencia de una persona vital y trascendente.
Giuseppe Tornatore rinde un precioso tributo al Maestro. De forma dinámica, y mezclando diálogos, música, películas, ensayos, giras de conciertos, y material inédito, es imposible no emocionarse más de una vez. La edición es de excelencia, pues además logra unir sonidos con descripciones, diálogos con sensaciones, escenas con musica, configurando un trabajo conmovedor.
Este viaje, este recorrido por la vida personal de Ennio Morricone, por sus obras, por aquellas películas emblemáticas, a través de su música y escenas inolvidables, resulta mágico y a la vez encantador. Dan ganas de que no termine nunca, que siga, que perdure este tiempo, tal como esta música que ya es parte de nuestra propia vida, de nuestra historia, una banda sonora personal que cada vez que la escuchamos, nos emociona tal como el primer día.
Ficha técnica
Título original: Ennio: The Maestro
Año: 2021
Duración: 156 minutos
País: Italia
Compañías: Coproducción Italia-Bélgica-Japón; Piano b Produzioni, Gaga, Potemkino, Fu Works, Blossoms Island Pictures, Eurimages
Género: Documental | Documental sobre música. Biográfico
Guion: Giuseppe Tornatore
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Giancarlo Leggeri, Fabio Zamarion
Reparto: Documental, Intervenciones de: Ennio Morricone, Quentin Tarantino, Clint Eastwood, Oliver Stone, Hans Zimmer, Terrence Malick, John Williams, Wong Kar-Wai, Barry Levinson
Dirección: Giuseppe Tornatore
En dos horas y media que fluyen de forma natural, observamos también parte de la intimidad de una persona excepcional. Su concepto de la originalidad, donde la belleza está por sobre cualquier consideración, resulta admirable. Nunca conforme con sus creaciones, muchas veces debía ceder en favor de la confección de los proyectos, aunque su personalidad, honesta y clara, también obligaba a los propios directores de cine a entregarle un mayor margen de acción y, con ello, la toma de decisiones fundamentales.
El relato, con su voz, es fascinante. Testimonios de admiración transversal de Quentin Tarantino, Clint Eastwood, Oliver Stone, Hans Zimmer, Terrence Malick, John Williams, Bernardo Bertolucci, Dario Argento, los hermanos Taviani, Roland Joffé, Bruce Springsteen, Nicola Piovani, y Pat Metheny, entre muchos otros, son conmovedores y también anecdóticos, fiel reflejo de la influencia de una persona vital y trascendente.
Giuseppe Tornatore rinde un precioso tributo al Maestro. De forma dinámica, y mezclando diálogos, música, películas, ensayos, giras de conciertos, y material inédito, es imposible no emocionarse más de una vez. La edición es de excelencia, pues además logra unir sonidos con descripciones, diálogos con sensaciones, escenas con musica, configurando un trabajo conmovedor.
Este viaje, este recorrido por la vida personal de Ennio Morricone, por sus obras, por aquellas películas emblemáticas, a través de su música y escenas inolvidables, resulta mágico y a la vez encantador. Dan ganas de que no termine nunca, que siga, que perdure este tiempo, tal como esta música que ya es parte de nuestra propia vida, de nuestra historia, una banda sonora personal que cada vez que la escuchamos, nos emociona tal como el primer día.
Ficha técnica
Título original: Ennio: The Maestro
Año: 2021
Duración: 156 minutos
País: Italia
Compañías: Coproducción Italia-Bélgica-Japón; Piano b Produzioni, Gaga, Potemkino, Fu Works, Blossoms Island Pictures, Eurimages
Género: Documental | Documental sobre música. Biográfico
Guion: Giuseppe Tornatore
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Giancarlo Leggeri, Fabio Zamarion
Reparto: Documental, Intervenciones de: Ennio Morricone, Quentin Tarantino, Clint Eastwood, Oliver Stone, Hans Zimmer, Terrence Malick, John Williams, Wong Kar-Wai, Barry Levinson
Dirección: Giuseppe Tornatore
jueves, 23 de febrero de 2023
El triángulo de la tristeza
Agria comedia negra -y muy negra-, que sin duda descoloca, una pieza que cuestiona y critica el modelo de sociedad, en especial a los super ricos y super poderosos. Con un elaborado formato de sátira, expone importantes dramas y los aborda en base a tres capítulos muy diferentes.
En el primero, conocemos a los dos protagonistas centrales, Carl -Harris Dickinson-, y Yaya -Charlbi Dean-, una joven pareja. Ambos son modelos y su relación no es tan mágica y sencilla como parece; discuten sobre quién invita la cena o quién gana más dinero, sin embargo, pese a sus marcadas diferencias, se mantienen juntos.
Como importantes influencers -tienen miles de seguidores en redes sociales-, son invitados a un crucero extraordinario en un yate de lujo a cambio de promocionar la experiencia. El segundo capítulo comienza, entonces, a bordo del barco, y conocemos a los otros acompañantes, todos sumamente adinerados: un oligarca ruso llamado Dimitry -Zlatko Buric-, y su esposa Vera -Sunnyi Melles-; una pareja mayor, Clementine -Amanda Walker-, y Winston -Oliver Ford Davies-, quienes fabricando armas han ganado millones; Therese -Iris Berben-, en silla de ruedas y que solo repite una frase en alemán luego de sufrir un derrame cerebral; y Jarmo -Henrik Dorsin-, un multimillonario del rubro tecnológico que viaja en solitario. En paralelo, observamos a la tripulación, entre quienes destaca la jefa de personal, Paula -Vicki Berlín-, y un extraño capitán, que inexplicablemente se resiste a salir de su camarote, y que es interpretado por Woody Harrelson.
Los contratiempos del viaje aumentan con el paso de las horas y de los días. Entre ellos se incluyen sofisticados lujos, disparatas solicitudes al personal de servicio, la celebración caótica de la tradicional “cena del capitán” mientras atraviesan una violenta tormenta, y un evento que cambiará completamente el curso de los hechos dando paso a la parte final.
Con guion y dirección de Ruben Östlund, “El triángulo de la tristeza” es una cinta enfática sobre las relaciones de poder. Aborda los equilibrios y desequilibrios, los diferentes roles, la opulencia y también el abuso. Significativamente devela abundantes contrastes, como la excesiva visibilidad de algunas personas y la invisibilidad de otras, esa nefasta separación entre quién es importante y quién descartable.
Bien sabemos que el poder es diferente dependiendo de qué lado uno esté. El ejemplo más obvio es el dinero. Quien lo tiene parece que puede comprar todo, incluso a las personas, pero ¿qué pasa cuando no hay dinero, o mejor dicho, las necesidades básicas y urgentes no se pueden satisfacer con dinero? Sin duda el eje cambia, y por cierto las motivaciones también. ¿Qué mueve entonces? ¿El interés, la conveniencia? ¿Dónde quedan los valores y principios? ¿Es posible mantener la integridad personal o también varía producto de las circunstancias?
Östlund trabaja muy bien los espacios para crear diferentes mundos. Las analogías son espontáneas. La brillante discusión del millonario ruso con el capitán sobre el comunismo y el capitalismo -que por sus dichos no resultan ser tan diferentes el uno del otro-, configura una caricatura que expresa con ironía que, independiente del modelo o del sistema, todo depende de quién manda, de quién es capaz de influir en otro, hasta el punto, incluso, de someterlo y hacerlo desaparecer por completo.
El cuestionamiento al sistema, no solo a un sistema sino a todos, es transversal, porque allí emergen los comportamientos de las personas, con esas caretas que provocan que la honestidad se desfigure y ya nadie sepa quién es quién, o cuál es la realidad. Por eso resulta transcendente el rol de Abigail -Dolly de León-, cuando su personaje adquiere protagonismo. En una oda a la inutilidad de ciertas personas bajo algunas condiciones, Ruben Östlund entrega otro enfoque, diametralmente opuesto, gracias a un giro argumental que modifica pesos y contrapesos
Ganadora de La Palma de Oro en Cannes, y nominada al Óscar como Mejor Película, Mejor Director, y Mejor Guion Original, “El triángulo de la tristeza” es una película interesante. In crescendo, sobre todo hasta su segunda parte -pues luego baja el ritmo y da paso a una sección en la que se unen los cabos sueltos y adquiere sentido-, la cinta configura una apuesta distinta, que no hace cálculos y por lo mismo se percibe muy honesta. Debo reconocer que saca bastantes risas, muchas nerviosas claro está, pero que permiten distender una temática de suyo compleja y difícil de abordar con originalidad. Östlund lo sabe bien, por ello maneja los tiempos de forma brillante ofreciendo un excelente ritmo de filmación.
Provocativa, como toda la obra de este director sueco, es para verla y reflexionarla con calma por varios días.
Ficha técnica
Título original: Triangle of Sadness
Año: 2022
Duración: 149 minutos
País: Suecia
Compañías: Coproducción Suecia-Francia-Reino Unido-Alemania; Plattform Produktion, SVT, Film I Väst, arte, Coproduction Office, arte France Cinéma, Eurimages, ZDF/Arte, Imperative Entertainment, BBC Films
Género: Comedia. Drama | Sátira. Supervivencia. Comedia negra. Comedia dramática
Guion: Ruben Östlund
Fotografía: Fredrik Wenzel
Reparto: Harris Dickinson, Charlbi Dean, Zlatko Buric, Dolly De Leon, Woody Harrelson, Vicki Berlin, Henrik Dorsin, Sunnyi Melles, Jean-Christophe Folly, Iris Berben
Dirección: Ruben Östlund
En el primero, conocemos a los dos protagonistas centrales, Carl -Harris Dickinson-, y Yaya -Charlbi Dean-, una joven pareja. Ambos son modelos y su relación no es tan mágica y sencilla como parece; discuten sobre quién invita la cena o quién gana más dinero, sin embargo, pese a sus marcadas diferencias, se mantienen juntos.
Como importantes influencers -tienen miles de seguidores en redes sociales-, son invitados a un crucero extraordinario en un yate de lujo a cambio de promocionar la experiencia. El segundo capítulo comienza, entonces, a bordo del barco, y conocemos a los otros acompañantes, todos sumamente adinerados: un oligarca ruso llamado Dimitry -Zlatko Buric-, y su esposa Vera -Sunnyi Melles-; una pareja mayor, Clementine -Amanda Walker-, y Winston -Oliver Ford Davies-, quienes fabricando armas han ganado millones; Therese -Iris Berben-, en silla de ruedas y que solo repite una frase en alemán luego de sufrir un derrame cerebral; y Jarmo -Henrik Dorsin-, un multimillonario del rubro tecnológico que viaja en solitario. En paralelo, observamos a la tripulación, entre quienes destaca la jefa de personal, Paula -Vicki Berlín-, y un extraño capitán, que inexplicablemente se resiste a salir de su camarote, y que es interpretado por Woody Harrelson.
Los contratiempos del viaje aumentan con el paso de las horas y de los días. Entre ellos se incluyen sofisticados lujos, disparatas solicitudes al personal de servicio, la celebración caótica de la tradicional “cena del capitán” mientras atraviesan una violenta tormenta, y un evento que cambiará completamente el curso de los hechos dando paso a la parte final.
Con guion y dirección de Ruben Östlund, “El triángulo de la tristeza” es una cinta enfática sobre las relaciones de poder. Aborda los equilibrios y desequilibrios, los diferentes roles, la opulencia y también el abuso. Significativamente devela abundantes contrastes, como la excesiva visibilidad de algunas personas y la invisibilidad de otras, esa nefasta separación entre quién es importante y quién descartable.
Bien sabemos que el poder es diferente dependiendo de qué lado uno esté. El ejemplo más obvio es el dinero. Quien lo tiene parece que puede comprar todo, incluso a las personas, pero ¿qué pasa cuando no hay dinero, o mejor dicho, las necesidades básicas y urgentes no se pueden satisfacer con dinero? Sin duda el eje cambia, y por cierto las motivaciones también. ¿Qué mueve entonces? ¿El interés, la conveniencia? ¿Dónde quedan los valores y principios? ¿Es posible mantener la integridad personal o también varía producto de las circunstancias?
Östlund trabaja muy bien los espacios para crear diferentes mundos. Las analogías son espontáneas. La brillante discusión del millonario ruso con el capitán sobre el comunismo y el capitalismo -que por sus dichos no resultan ser tan diferentes el uno del otro-, configura una caricatura que expresa con ironía que, independiente del modelo o del sistema, todo depende de quién manda, de quién es capaz de influir en otro, hasta el punto, incluso, de someterlo y hacerlo desaparecer por completo.
El cuestionamiento al sistema, no solo a un sistema sino a todos, es transversal, porque allí emergen los comportamientos de las personas, con esas caretas que provocan que la honestidad se desfigure y ya nadie sepa quién es quién, o cuál es la realidad. Por eso resulta transcendente el rol de Abigail -Dolly de León-, cuando su personaje adquiere protagonismo. En una oda a la inutilidad de ciertas personas bajo algunas condiciones, Ruben Östlund entrega otro enfoque, diametralmente opuesto, gracias a un giro argumental que modifica pesos y contrapesos
Ganadora de La Palma de Oro en Cannes, y nominada al Óscar como Mejor Película, Mejor Director, y Mejor Guion Original, “El triángulo de la tristeza” es una película interesante. In crescendo, sobre todo hasta su segunda parte -pues luego baja el ritmo y da paso a una sección en la que se unen los cabos sueltos y adquiere sentido-, la cinta configura una apuesta distinta, que no hace cálculos y por lo mismo se percibe muy honesta. Debo reconocer que saca bastantes risas, muchas nerviosas claro está, pero que permiten distender una temática de suyo compleja y difícil de abordar con originalidad. Östlund lo sabe bien, por ello maneja los tiempos de forma brillante ofreciendo un excelente ritmo de filmación.
Provocativa, como toda la obra de este director sueco, es para verla y reflexionarla con calma por varios días.
Ficha técnica
Título original: Triangle of Sadness
Año: 2022
Duración: 149 minutos
País: Suecia
Compañías: Coproducción Suecia-Francia-Reino Unido-Alemania; Plattform Produktion, SVT, Film I Väst, arte, Coproduction Office, arte France Cinéma, Eurimages, ZDF/Arte, Imperative Entertainment, BBC Films
Género: Comedia. Drama | Sátira. Supervivencia. Comedia negra. Comedia dramática
Guion: Ruben Östlund
Fotografía: Fredrik Wenzel
Reparto: Harris Dickinson, Charlbi Dean, Zlatko Buric, Dolly De Leon, Woody Harrelson, Vicki Berlin, Henrik Dorsin, Sunnyi Melles, Jean-Christophe Folly, Iris Berben
Dirección: Ruben Östlund
miércoles, 22 de febrero de 2023
Las Momias y el anillo perdido
En Egipto, profundamente escondida, se encuentra una ciudad de más de 3.000 años de antigüedad habitada por momias. Allí vive Thut, un corredor de carruajes de mucha fama, casi un héroe, todo un campeón. No obstante su formidable curriculum, se ha retirado joven debido a una experiencia que le ha provocado un miedo paralizante, incontrolable, insuperable. Los éxitos pasados son entonces su razón de ser; además, quiere ser buena persona y no tiene mayores aspiraciones.
Por otra parte, la princesa Nefer, heredera imperial ya está en edad de casarse, pero no quiere, tiene sus propios sueños, como por ejemplo cantar, pero no los puede llevar a cabo. Su anhelo es ser libre, sin embargo su vida está condicionada por los ritos y protocolos que obliga su linaje.
El villano de turno esta vez es un humano arqueólogo y explorador, Lord Silvester Carnaby, que busca reliquias, tesoros y piezas únicas. Es ambicioso y cegado por la codicia. Apoyado por torpes ayudantes, su interés es tener el mejor Museo del mundo solo para acrecentar su prestigio, y demostrarle a su insoportable madre su real valía.
Volviendo al tema del matrimonio de la princesa, el Faraón convoca a una particular Ave Fénix para encontrar al esposo adecuado, y fortuitamente la elección recae en Thut. Él es alérgico al matrimonio (y a cualquier compromiso, claro está), pero al Faraón nadie puede decirle que no, menos después de recibir en custodia el mismísimo anillo real de bodas.
El problema es que Carnaby, en una excavación, encuentra el anillo, y Thut debe recuperarlo para no recibir el castigo de perder los ojos y la lengua. La misión no se ve sencilla, pero aún así se embarca con su hermano menor Sekhem, y su mascota Croc, un bebé cocodrilo. ¡Ah!, y por cierto junto a la princesa Nefer.
Durante unas divertidas aventuras que los llevarán al Londres actual (el Imperio Romano para ellos) descubren muchos valores como el compañerismo, la ayuda desinteresada y la importancia del trabajo en equipo. Sobreponerse a la adversidad gracias al desarrollo de una fuerte amistad resulta fuente de energía para superar los propios miedos, recuperar la capacidad de elegir, tener la oportunidad de conocerse y valorar el compromiso.
Basada en una historia de Jordi Gasull y dirigida por Juan Jesús García Galocha, “Momias” es una película sencilla con buenas secuencias de acción. La combinación de estos mundos paralelos 8vivos y muertos), y que pasen de uno al otro, resulta acertado, aunque el ritmo en algunas partes decae bastante y esos bajones se notan. También da la impresión que se quedaran sin tiempo por el vértigo que imprimen en la conclusión de la historia: se siente atolondrada, con una resolución predecible, sin mucho desarrollo, y carente de contrapesos.
Simpáticos personajes dan vida a una hora y media agradable y liviana, sana entretención transversal para toda la familia.
Ficha técnica
Título original: Momias
Año: 2023
Duración: 88 minutos
País: España
Compañías: 4 Cats Pictures, Atresmedia Cine, Movistar Plus+, TV3, Warner Bros. España
Género: Animación. Aventuras. Comedia | Cine familiar. Antiguo Egipto
Guion: Jordi Gasull, Javier Barreira. Historia: Jordi Gasull
Música: Fernando Velázquez
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Dirección: Juan Jesús García Galocha
Por otra parte, la princesa Nefer, heredera imperial ya está en edad de casarse, pero no quiere, tiene sus propios sueños, como por ejemplo cantar, pero no los puede llevar a cabo. Su anhelo es ser libre, sin embargo su vida está condicionada por los ritos y protocolos que obliga su linaje.
El villano de turno esta vez es un humano arqueólogo y explorador, Lord Silvester Carnaby, que busca reliquias, tesoros y piezas únicas. Es ambicioso y cegado por la codicia. Apoyado por torpes ayudantes, su interés es tener el mejor Museo del mundo solo para acrecentar su prestigio, y demostrarle a su insoportable madre su real valía.
Volviendo al tema del matrimonio de la princesa, el Faraón convoca a una particular Ave Fénix para encontrar al esposo adecuado, y fortuitamente la elección recae en Thut. Él es alérgico al matrimonio (y a cualquier compromiso, claro está), pero al Faraón nadie puede decirle que no, menos después de recibir en custodia el mismísimo anillo real de bodas.
El problema es que Carnaby, en una excavación, encuentra el anillo, y Thut debe recuperarlo para no recibir el castigo de perder los ojos y la lengua. La misión no se ve sencilla, pero aún así se embarca con su hermano menor Sekhem, y su mascota Croc, un bebé cocodrilo. ¡Ah!, y por cierto junto a la princesa Nefer.
Durante unas divertidas aventuras que los llevarán al Londres actual (el Imperio Romano para ellos) descubren muchos valores como el compañerismo, la ayuda desinteresada y la importancia del trabajo en equipo. Sobreponerse a la adversidad gracias al desarrollo de una fuerte amistad resulta fuente de energía para superar los propios miedos, recuperar la capacidad de elegir, tener la oportunidad de conocerse y valorar el compromiso.
Basada en una historia de Jordi Gasull y dirigida por Juan Jesús García Galocha, “Momias” es una película sencilla con buenas secuencias de acción. La combinación de estos mundos paralelos 8vivos y muertos), y que pasen de uno al otro, resulta acertado, aunque el ritmo en algunas partes decae bastante y esos bajones se notan. También da la impresión que se quedaran sin tiempo por el vértigo que imprimen en la conclusión de la historia: se siente atolondrada, con una resolución predecible, sin mucho desarrollo, y carente de contrapesos.
Simpáticos personajes dan vida a una hora y media agradable y liviana, sana entretención transversal para toda la familia.
Ficha técnica
Título original: Momias
Año: 2023
Duración: 88 minutos
País: España
Compañías: 4 Cats Pictures, Atresmedia Cine, Movistar Plus+, TV3, Warner Bros. España
Género: Animación. Aventuras. Comedia | Cine familiar. Antiguo Egipto
Guion: Jordi Gasull, Javier Barreira. Historia: Jordi Gasull
Música: Fernando Velázquez
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Dirección: Juan Jesús García Galocha
martes, 21 de febrero de 2023
La chica más afortunada del mundo
Disponible en Netflix.
Basada en la exitosa novela de Jessica Knoll, ”Luckiest Girl Alive”, cuenta la historia de TifAni Fanelli, de 35 años, editora de una importante revista femenina de Nueva York. Corre el año 2015 y quedan solo seis semanas para su matrimonio con Luke Harrison -Finn Wittrock-, un exitoso profesional y pareja ideal.
La filmación de un documental sobre violentos sucesos acaecidos hace 16 años en la secundaria de TifAni enciende las alarmas. El director del trabajo se le acerca para poder entrevistarla confirmando que una pieza clave será el testimonio de un ex compañero de clase, Dean Barton -Alex Barone-, quién se ha convertido en un exitoso escritor y defensor del control de armas.
Lo que vemos a continuación es el íntimo proceso que vive "Any", en el que cuestiona el presente, vuelve a revivir los traumas y angustias del pasado, y pone en tela de juicio un futuro que, hasta ese momento, se vislumbraba tan esplendoroso como un cuento de hadas.
Con guion de Jessica Knoll y dirigida por Mike Barker, la película presenta desde un comienzo un relato confuso. Tal vez el tratamiento de la novela obliga una narración en primera persona, pero el recurso que utiliza no resulta del todo convincente. Esto de escuchar su pensamiento, mientras expresa verbalmente algo diferente, tiende a ser difuso, sobre todo al abusar de dicho elemento.
Los flashback abren las líneas de tiempo y aquello nos aporta el contexto necesario. De esa forma, vamos conociendo más a la protagonista, y, sobre todo, el porqué actúa como actúa. Resulta sintomática la analogía que "Any" hace sobre ser una muñeca con cuerda, que cuando es jalada, dice exactamente lo que otros quieren escuchar.
Profesionalmente TifAny quiere trascender, tiene mucho talento, pero está en temas que claramente no la satisfacen. Ha tomado decisiones en su vida pero estas postergan su esencia. Su futuro matrimonio y los conflictos que arrastra con su madre, la tienen un poco a la deriva, con rumbo poco claro, más ahora, cuando los fantasmas del pasado la acosan al punto de trastocar su vida. Tal vez es capaz de vislumbrar cierta conciencia que en realidad ha huido durante todo este tiempo y nunca ha logrado enfrentar el pasado, ni menos superarlo.
Es duro el aterrizaje para "Any". Mila Kunis retrata muy bien a esta mujer que sufre en silencio y que tiene una pesada carga emocional. También es convincente al mostrarnos cómo se ve obligada a dar un paso importante para poder seguir adelante, cuando decide confrontar sus traumas, quitar las pantallas que cubren sus heridas, e intentar ser auténtica.
En “Luckiest Girl Alive” resulta más interesante la historia que su tratamiento formal. Lo que en un inicio se presenta difuso se va aclarando con el correr del metraje y en especial en su tercio final. Sin duda que el mensaje que nos entrega es claro y contundente, sin embargo es una lástima que la construcción elegida le quite peso a una película que podría haber conseguido volar mucho más alto.
Ficha técnica
Título original: Luckiest Girl Alive
Año: 2022
Duración: 113 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Lionsgate, Made Up Stories, Orchard Farm Productions, Pacific Standard, Picturestart. Distribuidora: Netflix
Género: Intriga. Thriller. Drama | Abusos sexuales
Guion: Jessica Knoll. Novela: Jessica Knoll
Música: Linda Perry. Canción: Elle King
Fotografía: Colin Watkinson
Reparto: Mila Kunis, Scoot McNairy, Justine Lupe, Jennifer Beals, Connie Britton, Finn Wittrock, Chiara Aurelia, Carson MacCormac, Thomas Barbusca, Leah Pinsent
Dirección: Mike Barker
La filmación de un documental sobre violentos sucesos acaecidos hace 16 años en la secundaria de TifAni enciende las alarmas. El director del trabajo se le acerca para poder entrevistarla confirmando que una pieza clave será el testimonio de un ex compañero de clase, Dean Barton -Alex Barone-, quién se ha convertido en un exitoso escritor y defensor del control de armas.
Lo que vemos a continuación es el íntimo proceso que vive "Any", en el que cuestiona el presente, vuelve a revivir los traumas y angustias del pasado, y pone en tela de juicio un futuro que, hasta ese momento, se vislumbraba tan esplendoroso como un cuento de hadas.
Con guion de Jessica Knoll y dirigida por Mike Barker, la película presenta desde un comienzo un relato confuso. Tal vez el tratamiento de la novela obliga una narración en primera persona, pero el recurso que utiliza no resulta del todo convincente. Esto de escuchar su pensamiento, mientras expresa verbalmente algo diferente, tiende a ser difuso, sobre todo al abusar de dicho elemento.
Los flashback abren las líneas de tiempo y aquello nos aporta el contexto necesario. De esa forma, vamos conociendo más a la protagonista, y, sobre todo, el porqué actúa como actúa. Resulta sintomática la analogía que "Any" hace sobre ser una muñeca con cuerda, que cuando es jalada, dice exactamente lo que otros quieren escuchar.
Profesionalmente TifAny quiere trascender, tiene mucho talento, pero está en temas que claramente no la satisfacen. Ha tomado decisiones en su vida pero estas postergan su esencia. Su futuro matrimonio y los conflictos que arrastra con su madre, la tienen un poco a la deriva, con rumbo poco claro, más ahora, cuando los fantasmas del pasado la acosan al punto de trastocar su vida. Tal vez es capaz de vislumbrar cierta conciencia que en realidad ha huido durante todo este tiempo y nunca ha logrado enfrentar el pasado, ni menos superarlo.
Es duro el aterrizaje para "Any". Mila Kunis retrata muy bien a esta mujer que sufre en silencio y que tiene una pesada carga emocional. También es convincente al mostrarnos cómo se ve obligada a dar un paso importante para poder seguir adelante, cuando decide confrontar sus traumas, quitar las pantallas que cubren sus heridas, e intentar ser auténtica.
En “Luckiest Girl Alive” resulta más interesante la historia que su tratamiento formal. Lo que en un inicio se presenta difuso se va aclarando con el correr del metraje y en especial en su tercio final. Sin duda que el mensaje que nos entrega es claro y contundente, sin embargo es una lástima que la construcción elegida le quite peso a una película que podría haber conseguido volar mucho más alto.
Ficha técnica
Título original: Luckiest Girl Alive
Año: 2022
Duración: 113 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Lionsgate, Made Up Stories, Orchard Farm Productions, Pacific Standard, Picturestart. Distribuidora: Netflix
Género: Intriga. Thriller. Drama | Abusos sexuales
Guion: Jessica Knoll. Novela: Jessica Knoll
Música: Linda Perry. Canción: Elle King
Fotografía: Colin Watkinson
Reparto: Mila Kunis, Scoot McNairy, Justine Lupe, Jennifer Beals, Connie Britton, Finn Wittrock, Chiara Aurelia, Carson MacCormac, Thomas Barbusca, Leah Pinsent
Dirección: Mike Barker
lunes, 20 de febrero de 2023
Enola Holmes 2
Disponible en Netflix.
Gracias al éxito de sus primeras investigaciones, Enola Holmes -Millie Bobby Brown-, decide abrir su propia agencia de detectives. Pero la realidad no es auspiciosa,; no consigue clientes y se encuentra muy lejos de la popularidad ya alcanzada por su famoso hermano Sherlock -Henry Cavill-.
Una pequeña llamada Bessie -Serrana Su-Ling Bliss-, le pide a Enola que le ayude a buscar a su hermana Sarah Chapman -Hannah Dodd-. Bessie, al igual que Sarah, trabajan en una fábrica de fósforos que se enfrenta a una epidemia mortal de tifus, y que es una de las tantas aristas en un caso que pronto comienza a escaparse de sus manos. Con la ayuda de Sherlock, del ahora político Tewkesbury -Louis Partridge-, e incluso de su madre -Helena Bonham Carter-, Enola debe sortear múltiples peripecias para intentar resolver una compleja e intrincada trama.
La historia escrita por Jack Thorne y Harry Bradbeer, da vida a la secuela de un personaje que descubrimos hace poco, el año 2020. En esta oportunidad, el factor sorpresa ha desaparecido, y el relato se hace bastante cansino, sobre todo en su primera mitad. Afortunadamente, logra remontar, ir de menos a más, y gana bastante con el aporte de Sherlock, en especial gracias a esas alambicadas deducciones y a esos descubrimientos inteligentes que parecen ser el sello característico de la familia Holmes.
A los dos casos paralelos que llevan los hermanos, la trama agrega un tercero que no tiene la parafernalia de los visibles pero sin duda es el tema de fondo, el más importante, y es mejor no adelantarlo para que su descubrimiento sea parte del proceso. La cinta se despliega en su tercio final, la acción imprime vértigo, y la resolución de las historias constituye el momento cumbre del relato, el que, naturalmente, todos estamos esperando.
En las actuaciones destaca la buena química de los protagonistas. Ya conocemos las dotes de Millie Bobby Brown, Henry Cavill, y Helena Bonham Carter, cualidades que les permiten sobreponerse a la natural pérdida de frescura de esta segunda parte. Es tal vez por ello, que esta continuación apela más a la cercanía y conocimiento de sus personajes que a alguna que otra sorpresa. ¿Es algo flojo el relato? Sí. ¿Entretiene? Sí. ¿Funciona? Menos que la primera, pero sí, funciona.
Puntos altos son la producción y el diseño, junto a una edición ágil -aunque abuse de los diálogos con la cámara-, y una música más que interesante de Daniel Pemberton. Claramente es una película glamorosa, muy “polite”, que refleja aquellos aires de majestuosidad de los salones de la época. Pero también representa esos lugares más oscuros, la corrupción, y el abuso sin escrúpulos de cierta clase que no perdona una oportunidad para enriquecerse de forma vil y sin respeto alguno por los derechos de otras personas.
El resultado de “Enola Holmes 2” está lejos de las legendarias aventuras de Sherlock Holmes, sin embargo es una entretención que bebe desde otra vertiente, quizá más libre y juvenil. Si vienen nuevas entregas dependerá solo de la creatividad de los argumentos, porque personajes tenemos y actores también.
Ficha técnica
Título original: Enola Holmes 2
Año: 2022
Duración: 129 minutos
País: Reino Unido
Compañías: Legendary Pictures, Netflix, PCMA Productions, Warner Bros.. Distribuidora: Netflix
Género: Intriga. Comedia. Acción | Secuela. Siglo XIX. Sherlock Holmes. Feminismo
Guion: Jack Thorne. Novela: Nancy Springer. Historia: Jack Thorne, Harry Bradbeer
Música: Daniel Pemberton
Fotografía: Giles Nuttgens
Reparto: Millie Bobby Brown, Henry Cavill, Helena Bonham Carter, Sharon Duncan-Brewster, David Thewlis, Louis Partridge, Adeel Akhtar, Susan Wokoma, Hannah Dodd, Gabriel Tierney
Dirección: Harry Bradbeer
Una pequeña llamada Bessie -Serrana Su-Ling Bliss-, le pide a Enola que le ayude a buscar a su hermana Sarah Chapman -Hannah Dodd-. Bessie, al igual que Sarah, trabajan en una fábrica de fósforos que se enfrenta a una epidemia mortal de tifus, y que es una de las tantas aristas en un caso que pronto comienza a escaparse de sus manos. Con la ayuda de Sherlock, del ahora político Tewkesbury -Louis Partridge-, e incluso de su madre -Helena Bonham Carter-, Enola debe sortear múltiples peripecias para intentar resolver una compleja e intrincada trama.
La historia escrita por Jack Thorne y Harry Bradbeer, da vida a la secuela de un personaje que descubrimos hace poco, el año 2020. En esta oportunidad, el factor sorpresa ha desaparecido, y el relato se hace bastante cansino, sobre todo en su primera mitad. Afortunadamente, logra remontar, ir de menos a más, y gana bastante con el aporte de Sherlock, en especial gracias a esas alambicadas deducciones y a esos descubrimientos inteligentes que parecen ser el sello característico de la familia Holmes.
A los dos casos paralelos que llevan los hermanos, la trama agrega un tercero que no tiene la parafernalia de los visibles pero sin duda es el tema de fondo, el más importante, y es mejor no adelantarlo para que su descubrimiento sea parte del proceso. La cinta se despliega en su tercio final, la acción imprime vértigo, y la resolución de las historias constituye el momento cumbre del relato, el que, naturalmente, todos estamos esperando.
En las actuaciones destaca la buena química de los protagonistas. Ya conocemos las dotes de Millie Bobby Brown, Henry Cavill, y Helena Bonham Carter, cualidades que les permiten sobreponerse a la natural pérdida de frescura de esta segunda parte. Es tal vez por ello, que esta continuación apela más a la cercanía y conocimiento de sus personajes que a alguna que otra sorpresa. ¿Es algo flojo el relato? Sí. ¿Entretiene? Sí. ¿Funciona? Menos que la primera, pero sí, funciona.
Puntos altos son la producción y el diseño, junto a una edición ágil -aunque abuse de los diálogos con la cámara-, y una música más que interesante de Daniel Pemberton. Claramente es una película glamorosa, muy “polite”, que refleja aquellos aires de majestuosidad de los salones de la época. Pero también representa esos lugares más oscuros, la corrupción, y el abuso sin escrúpulos de cierta clase que no perdona una oportunidad para enriquecerse de forma vil y sin respeto alguno por los derechos de otras personas.
El resultado de “Enola Holmes 2” está lejos de las legendarias aventuras de Sherlock Holmes, sin embargo es una entretención que bebe desde otra vertiente, quizá más libre y juvenil. Si vienen nuevas entregas dependerá solo de la creatividad de los argumentos, porque personajes tenemos y actores también.
Ficha técnica
Título original: Enola Holmes 2
Año: 2022
Duración: 129 minutos
País: Reino Unido
Compañías: Legendary Pictures, Netflix, PCMA Productions, Warner Bros.. Distribuidora: Netflix
Género: Intriga. Comedia. Acción | Secuela. Siglo XIX. Sherlock Holmes. Feminismo
Guion: Jack Thorne. Novela: Nancy Springer. Historia: Jack Thorne, Harry Bradbeer
Música: Daniel Pemberton
Fotografía: Giles Nuttgens
Reparto: Millie Bobby Brown, Henry Cavill, Helena Bonham Carter, Sharon Duncan-Brewster, David Thewlis, Louis Partridge, Adeel Akhtar, Susan Wokoma, Hannah Dodd, Gabriel Tierney
Dirección: Harry Bradbeer
sábado, 18 de febrero de 2023
Tres canciones para Benazir
Disponible en Netflix.
Sinopsis: La historia es de Shaista, un joven recién casado con Benazir y que vive en un campamento para personas desplazadas en Kabul, quien lucha por equilibrar su sueño de ser el primero de su tribu en unirse al Ejército Nacional Afgano con las responsabilidades de formar una familia. Aunque el amor de Shaista por Benazir es palpable, las decisiones que debe tomar para construir una vida con ella tienen consecuencias devastadoras.
Este cortometraje documental afgano-estadounidense del año 2021, y nominado al Premio Óscar a Mejor Documental, presenta con sencillez este relato sobre cómo es la vida en un enclave de Afganistán donde abunda la pobreza y la falta de apoyo, lo que sumado a una educación precaria, o mejor dicho a la carencia educativa, hace que la situación de quienes allí habitan sea aún más vulnerable.
¿De qué manera aflora la resiliencia, si la hay? ¿Cómo pueden reírse o jugar, casarse y formar familia en medio de tan extremas condiciones? Primeros planos de una cámara cercana nos muestra que esa fuerza interior gravitante se abre paso, y se encuentra ahí, representada por el joven matrimonio de Benazir y Shaista.
La brevedad de la cinta se contrapone a un proceso extenso. Entre los márgenes pasan cuatro años, desde el embarazo de Benazir hasta ver a sus hijos más grandes. No conocemos los detalles del interludio, solo los podemos inferir. Allí hubo sueños, responsabilidades, y también fracasos que pudieron haber minado confianzas y destruido por completo la familia.
Algunos puntos de referencia funcionan también como metáforas: el globo aerostático, la mirada permanente al cielo, un pajarito encerrado en una jaula, o esa mirada perdida hacia el vasto horizonte. Y también extremos, la tierra y el polvo en contrapunto el floreciente trabajo en el campo.
“Three Songs for Benazir” se convierte en sentido homenaje al pueblo afgano, tal como lo señalan sus autores en los créditos finales. Conmovedores 22 minutos de cruda belleza y honestidad documental.
Ficha técnica
Título original: Three Songs for Benazir
Año: 2021
Duración: 22 minutos
País: Afganistán
Género: Documental | Cortometraje
Música: Qais Essar
Fotografía: Elizabeth Mirzaei
Reparto: Documental, Intervenciones de: Shaista Khan, Benazir Khan, Shadi Khan
Dirección: Elizabeth Mirzaei, Gulistan Mirzaei
Este cortometraje documental afgano-estadounidense del año 2021, y nominado al Premio Óscar a Mejor Documental, presenta con sencillez este relato sobre cómo es la vida en un enclave de Afganistán donde abunda la pobreza y la falta de apoyo, lo que sumado a una educación precaria, o mejor dicho a la carencia educativa, hace que la situación de quienes allí habitan sea aún más vulnerable.
¿De qué manera aflora la resiliencia, si la hay? ¿Cómo pueden reírse o jugar, casarse y formar familia en medio de tan extremas condiciones? Primeros planos de una cámara cercana nos muestra que esa fuerza interior gravitante se abre paso, y se encuentra ahí, representada por el joven matrimonio de Benazir y Shaista.
La brevedad de la cinta se contrapone a un proceso extenso. Entre los márgenes pasan cuatro años, desde el embarazo de Benazir hasta ver a sus hijos más grandes. No conocemos los detalles del interludio, solo los podemos inferir. Allí hubo sueños, responsabilidades, y también fracasos que pudieron haber minado confianzas y destruido por completo la familia.
Algunos puntos de referencia funcionan también como metáforas: el globo aerostático, la mirada permanente al cielo, un pajarito encerrado en una jaula, o esa mirada perdida hacia el vasto horizonte. Y también extremos, la tierra y el polvo en contrapunto el floreciente trabajo en el campo.
“Three Songs for Benazir” se convierte en sentido homenaje al pueblo afgano, tal como lo señalan sus autores en los créditos finales. Conmovedores 22 minutos de cruda belleza y honestidad documental.
Ficha técnica
Título original: Three Songs for Benazir
Año: 2021
Duración: 22 minutos
País: Afganistán
Género: Documental | Cortometraje
Música: Qais Essar
Fotografía: Elizabeth Mirzaei
Reparto: Documental, Intervenciones de: Shaista Khan, Benazir Khan, Shadi Khan
Dirección: Elizabeth Mirzaei, Gulistan Mirzaei
jueves, 16 de febrero de 2023
Winnie the Pooh: Miel y Sangre
Escrita y dirigida por Rhys Frake-Waterfield, esta cinta da un giro brusco al famoso personaje infantil introducido por Alan Alexander Milne en 1926, después que el primero de sus libros pasara a dominio público en Enero de 2022. Gracias a una introducción basada en bosquejos, podemos conocer la historia. Muchos años atrás, el joven Christopher Robin se encuentra con un grupo de criaturas en el bosque, y a medida que crecen, conviven y se van haciendo amigos, pero Christopher los debe dejar para ingresar a la Universidad. Al quedarse solos, este grupo de seres antropomórficos, sufre un trauma tan fuerte que desarrollan un gran odio por los humanos, y por cierto, rencor absoluto hacia Christopher. Cuando él quiere reencontrarlos, ya no son los mismos, han cambiado radicalmente; se han convertido en unos criminales psicópatas.
Con un relato obvio e inocente (con inocente me refiero a su forma de construcción, no a su temática), la película no se sostiene. Sin sustancia en los diálogos, solo se basa en las reiteraciones; repite, repite y repite, sin mucho sentido. Primero vemos el regreso de Christopher con su novia y, por supuesto, no es adelanto saber lo que les pasa. Luego, cinco amigas toman unas pequeñas vacaciones en una casa de campo aledaña al bosque, y adivinen… claro, no es difícil anticipar qué les irá a suceder.
Gritos por doquier y numerosos ataques, son los recursos más usados en sus breves y sangrientos 84 minutos. Y sí, tengo muchos reparos con esta crudeza sin ninguna justificación, especialmente cuando es solo eso, violencia sin argumentos, como fin último, como centralidad absoluta.
¿Rescato algo? Sí, la música. La partitura de Andrew Scott Bell es brillante, y de excelencia, tal vez lo único que me permitió permanecer en la sala. Pensar que era un concierto resultó ser mi tabla de salvación. Película solo para seguidores de este tipo de géneros extremadamente sangrientos.
Ficha técnica
Título original: Winnie the Pooh: Blood and Honey
Año: 2023
Duración: 84 minutos
País: Reino Unido
Compañías: Jagged Edge Productions. Distribuidora: ITN Distribution, Premiere Entertainment
Género: Terror | Slasher
Guion: Rhys Frake-Waterfield. Personaje: A.A. Milne
Música: Andrew Scott Bell
Fotografía: Vince Knight
Reparto: Amber Doig-Thorne, Danielle Scott, Maria Taylor, Danielle Ronald, Bao Tieu, May Kelly, Chris Cordell, Natasha Tosini, Marcus Massey, Gillian Broderick
Dirección: Rhys Frake-Waterfield
Con un relato obvio e inocente (con inocente me refiero a su forma de construcción, no a su temática), la película no se sostiene. Sin sustancia en los diálogos, solo se basa en las reiteraciones; repite, repite y repite, sin mucho sentido. Primero vemos el regreso de Christopher con su novia y, por supuesto, no es adelanto saber lo que les pasa. Luego, cinco amigas toman unas pequeñas vacaciones en una casa de campo aledaña al bosque, y adivinen… claro, no es difícil anticipar qué les irá a suceder.
Gritos por doquier y numerosos ataques, son los recursos más usados en sus breves y sangrientos 84 minutos. Y sí, tengo muchos reparos con esta crudeza sin ninguna justificación, especialmente cuando es solo eso, violencia sin argumentos, como fin último, como centralidad absoluta.
¿Rescato algo? Sí, la música. La partitura de Andrew Scott Bell es brillante, y de excelencia, tal vez lo único que me permitió permanecer en la sala. Pensar que era un concierto resultó ser mi tabla de salvación. Película solo para seguidores de este tipo de géneros extremadamente sangrientos.
Ficha técnica
Título original: Winnie the Pooh: Blood and Honey
Año: 2023
Duración: 84 minutos
País: Reino Unido
Compañías: Jagged Edge Productions. Distribuidora: ITN Distribution, Premiere Entertainment
Género: Terror | Slasher
Guion: Rhys Frake-Waterfield. Personaje: A.A. Milne
Música: Andrew Scott Bell
Fotografía: Vince Knight
Reparto: Amber Doig-Thorne, Danielle Scott, Maria Taylor, Danielle Ronald, Bao Tieu, May Kelly, Chris Cordell, Natasha Tosini, Marcus Massey, Gillian Broderick
Dirección: Rhys Frake-Waterfield
miércoles, 15 de febrero de 2023
La familia perfecta
Disponible en Netflix.
Cargada de estereotipos y caricaturas, esta película de Arantxa Echevarria resulta bastante discursiva y camina siempre al borde del ridículo. Aún así, es una comedia interesante, veamos por qué.
Lucía -Belén Rueda-, representa a una mujer plena. Dedicada a sus quehaceres, su vida transcurre entre amistades, reuniones sociales, y eventos llenos de glamour. Desde que se casó con Ernesto -Gonzalo de Castro-, un reconocido científico, el foco siempre ha sido su familia, y en especial su hijo Pablo -Gonzalo Ramos-, quien ha crecido rodeado de los mejores ambientes y ha recibido la mejor educación que sus padres a¡han podido brindarle. Cuando Pablo comunica su intención de casarse con Sara -Carolina Yuste-, el mundo de Lucía queda descolocado, fuera de juego. La familia de la novia es del todo diferente a lo que ella desea, extrovertida, espontánea, y sin filtros, una situación que jamás pensó encontrar en el camino y completamente alejada del ideal de perfección que durante años ha querido construir.
“La familia perfecta” es sostenida por sus actores, indudablemente. Belén Rueda, José Coronado, Carolina Yuste, Pepa Aniorte, Gonzalo de Castro y Gonzalo Ramos, rebosan carisma, agilidad y simpatía para echarse al hombro una historia que es narrada a través de secuencias mayoritariamente graciosas que esconden, a menudo, más de alguna velada crítica. En este sentido, tal vez la escena del bus encerrando a un auto podría ser de las mejores, un rayo de empoderamiento femenino ante la adversidad y el machismo imperante.
La película alcanza a proponer algunos cuestionamientos sociales pero flaquea al desarrollarlos con un tratamiento tal vez demasiado obvio. Asimismo, intenta contraponer extremos para desarmar uno de ellos y construir un paradigma sobre el cómo reinventarse recurriendo a la propia esencia. Es cierto, lo consigue, pero a costa del abuso de elementos que pronto se tornan burdos con su consiguiente pérdida de peso específico.
Como raya para la suma, esta cinta de casi dos horas resulta más bien suave y ligera. Me reí con varios de sus detalles en algunas de sus escenas, y hacía tiempo que no me pasaba eso con una comedia. Por lo mismo, debo reconocer que vale la pena verla porque sus buenos actores lo merecen y se pasa un buen rato. ¡Muy bien por eso!
Ficha técnica
Título original: La familia perfecta
Año: 2021
Duración: 110 minutos
País: España
Compañías: Atresmedia Cine, Lazona Producciones, The Snake Films, Mogambo
Género: Comedia | Familia
Guion: Olatz Arroyo
Música :Pascal Gaigne
Fotografía: Pilar Sánchez Díaz
Reparto: Belén Rueda, José Coronado, Gonzalo de Castro, Carolina Yuste, Gonzalo Ramos, Jesús Vidal, Pepa Aniorte, Pepe Ocio, María Hervás
Dirección: Arantxa Echevarria
Lucía -Belén Rueda-, representa a una mujer plena. Dedicada a sus quehaceres, su vida transcurre entre amistades, reuniones sociales, y eventos llenos de glamour. Desde que se casó con Ernesto -Gonzalo de Castro-, un reconocido científico, el foco siempre ha sido su familia, y en especial su hijo Pablo -Gonzalo Ramos-, quien ha crecido rodeado de los mejores ambientes y ha recibido la mejor educación que sus padres a¡han podido brindarle. Cuando Pablo comunica su intención de casarse con Sara -Carolina Yuste-, el mundo de Lucía queda descolocado, fuera de juego. La familia de la novia es del todo diferente a lo que ella desea, extrovertida, espontánea, y sin filtros, una situación que jamás pensó encontrar en el camino y completamente alejada del ideal de perfección que durante años ha querido construir.
“La familia perfecta” es sostenida por sus actores, indudablemente. Belén Rueda, José Coronado, Carolina Yuste, Pepa Aniorte, Gonzalo de Castro y Gonzalo Ramos, rebosan carisma, agilidad y simpatía para echarse al hombro una historia que es narrada a través de secuencias mayoritariamente graciosas que esconden, a menudo, más de alguna velada crítica. En este sentido, tal vez la escena del bus encerrando a un auto podría ser de las mejores, un rayo de empoderamiento femenino ante la adversidad y el machismo imperante.
La película alcanza a proponer algunos cuestionamientos sociales pero flaquea al desarrollarlos con un tratamiento tal vez demasiado obvio. Asimismo, intenta contraponer extremos para desarmar uno de ellos y construir un paradigma sobre el cómo reinventarse recurriendo a la propia esencia. Es cierto, lo consigue, pero a costa del abuso de elementos que pronto se tornan burdos con su consiguiente pérdida de peso específico.
Como raya para la suma, esta cinta de casi dos horas resulta más bien suave y ligera. Me reí con varios de sus detalles en algunas de sus escenas, y hacía tiempo que no me pasaba eso con una comedia. Por lo mismo, debo reconocer que vale la pena verla porque sus buenos actores lo merecen y se pasa un buen rato. ¡Muy bien por eso!
Ficha técnica
Título original: La familia perfecta
Año: 2021
Duración: 110 minutos
País: España
Compañías: Atresmedia Cine, Lazona Producciones, The Snake Films, Mogambo
Género: Comedia | Familia
Guion: Olatz Arroyo
Música :Pascal Gaigne
Fotografía: Pilar Sánchez Díaz
Reparto: Belén Rueda, José Coronado, Gonzalo de Castro, Carolina Yuste, Gonzalo Ramos, Jesús Vidal, Pepa Aniorte, Pepe Ocio, María Hervás
Dirección: Arantxa Echevarria
martes, 14 de febrero de 2023
El niño, el topo, el zorro y el caballo
Disponible en Apple TV+.
Una tormenta de nieve. A lo lejos, un niño parece perdido. La cámara se acerca, vemos sus huellas. De pronto sale un topo y lo saluda. Comienzan a conversar. El niño busca un hogar. El topo le aconseja encontrar un río. Caminan juntos. El refugio es un árbol. Se les une un amenazante zorro. Siguen su marcha. Descubren un caballo. Cuatro personajes, cuatro historias diferentes… ¿un rumbo común?
Basado en el libro gráfico de Charlie Mackesy y dirigido por Peter Baynton y el propio autor, este metraje animado en sus breves 30 minutos contiene muchas reflexiones, preguntas y certeras afirmaciones. Una de ellas, por ejemplo, cuando el topo pregunta al niño qué quiere ser de mayor y el niño responde “amable”. O cuando reflexiona sobre lo que percibimos: vemos el exterior pero todo sucede realmente en nuestro interior. O también respecto a los miedos, la necesidad de tener más sueños que miedos, algo que se refrenda con una importante lección que me hizo recordar un viejo dicho de mi padre: “el miedo es natural en el prudente, saberlo vencer es ser valiente”
Con una cuidada animación, que intenta ser fiel a las acuarelas del libro original, esta fábula de metáforas nos habla del valor de la amistad, de la compañía, de la importancia de la bondad, de la necesidad de esperanza, y la contemplación de la belleza, todo esto expresada con gran ternura gracias a sutiles diálogos y finas imágenes.
Podemos ver a los personajes de esta historia de diferentes formas. El sabio, el paciente, el impulsivo, el inseguro, y tal vez muchos más, dispuestos a enseñar y a aprender. La confianza para esto es fundamental, y también ser capaces de pedir ayuda, lo que no es rendirse, sino demostrar realmente la valentía.
Realizado en tiempo de pandemia, y con diseñadores a distancia, el metraje remarca el sentido de protección. También, pone en relieve nuestra actitud respecto a aquello que no controlamos nosotros mismos, como, asimismo, el importante valor de la autoestima: “eres suficiente por lo que eres, tal cual eres”. El niño busca un hogar y sus inesperados compañeros de ruta lo ayudan sin pedir nada a cambio. Sin embargo, ¿cuál es el hogar? ¿Dónde está ese hogar? ¿Son cuatro paredes con un techo? Qué bien resuena esta respuesta: ¡amar y ser amado!
Debemos tomar estas películas como el regalo que son, una oportunidad única para detenernos y reflexionar. Con un lenguaje sencillo y profundo, esta pequeña fábula resulta sensible y emotiva porque apunta a lo esencial. Desprovisto de cualquier tipo de alarde, “El niño, el topo, el zorro y el caballo” relata, en un destello que recuerda a “El Principito”, el aprendizaje basado en valores y sólidos principios, una ventana de esperanza para los convulsos tiempos actuales. ¡Muy bueno!
Ficha técnica
Título original: The Boy, the Mole, the Fox and the Horse
Año: 2022
Duración: 34 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; Apple Original Films, BBC Films. Distribuidora: Apple TV+
Género: Animación. Aventuras. Infantil | Cine familiar. Mediometraje
Guion: Jon Croker, Charlie Mackesy. Libro: Charlie Mackesy
Música: Isobel Waller-Bridge
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Dirección: Peter Baynton, Charlie Mackesy
Basado en el libro gráfico de Charlie Mackesy y dirigido por Peter Baynton y el propio autor, este metraje animado en sus breves 30 minutos contiene muchas reflexiones, preguntas y certeras afirmaciones. Una de ellas, por ejemplo, cuando el topo pregunta al niño qué quiere ser de mayor y el niño responde “amable”. O cuando reflexiona sobre lo que percibimos: vemos el exterior pero todo sucede realmente en nuestro interior. O también respecto a los miedos, la necesidad de tener más sueños que miedos, algo que se refrenda con una importante lección que me hizo recordar un viejo dicho de mi padre: “el miedo es natural en el prudente, saberlo vencer es ser valiente”
Con una cuidada animación, que intenta ser fiel a las acuarelas del libro original, esta fábula de metáforas nos habla del valor de la amistad, de la compañía, de la importancia de la bondad, de la necesidad de esperanza, y la contemplación de la belleza, todo esto expresada con gran ternura gracias a sutiles diálogos y finas imágenes.
Podemos ver a los personajes de esta historia de diferentes formas. El sabio, el paciente, el impulsivo, el inseguro, y tal vez muchos más, dispuestos a enseñar y a aprender. La confianza para esto es fundamental, y también ser capaces de pedir ayuda, lo que no es rendirse, sino demostrar realmente la valentía.
Realizado en tiempo de pandemia, y con diseñadores a distancia, el metraje remarca el sentido de protección. También, pone en relieve nuestra actitud respecto a aquello que no controlamos nosotros mismos, como, asimismo, el importante valor de la autoestima: “eres suficiente por lo que eres, tal cual eres”. El niño busca un hogar y sus inesperados compañeros de ruta lo ayudan sin pedir nada a cambio. Sin embargo, ¿cuál es el hogar? ¿Dónde está ese hogar? ¿Son cuatro paredes con un techo? Qué bien resuena esta respuesta: ¡amar y ser amado!
Debemos tomar estas películas como el regalo que son, una oportunidad única para detenernos y reflexionar. Con un lenguaje sencillo y profundo, esta pequeña fábula resulta sensible y emotiva porque apunta a lo esencial. Desprovisto de cualquier tipo de alarde, “El niño, el topo, el zorro y el caballo” relata, en un destello que recuerda a “El Principito”, el aprendizaje basado en valores y sólidos principios, una ventana de esperanza para los convulsos tiempos actuales. ¡Muy bueno!
Ficha técnica
Título original: The Boy, the Mole, the Fox and the Horse
Año: 2022
Duración: 34 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; Apple Original Films, BBC Films. Distribuidora: Apple TV+
Género: Animación. Aventuras. Infantil | Cine familiar. Mediometraje
Guion: Jon Croker, Charlie Mackesy. Libro: Charlie Mackesy
Música: Isobel Waller-Bridge
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Dirección: Peter Baynton, Charlie Mackesy
lunes, 13 de febrero de 2023
Tu casa o la mía
Disponible en Netflix.
Luego de una intensa aventura amorosa de una sola noche, Debbie Dunn -Reese Witherspoon-, y Peter Coleman -Ashton Kutcher-, traban una amistad que lleva ya veinte años. ¡Y son tan distintos! Tal vez por eso han conseguido ser mejores amigos; comparten sus vidas, verdaderamente se cuentan todo, o casi todo…
Debbie vive en Los Ángeles dedicada a su hijo Jack -Wesley Kimmel-. Debe terminar sus estudios para aspirar a un puesto mejor remunerado. Necesita generar más dinero para costear los tratamientos de Jack, y un curso de una semana en Nueva York surge como una buena oportunidad para ello.
Peter, por su parte, es un itinerante en la vida. El día de su cumpleaños lo deja su novia porque no se proyecta en lo sentimental. Tampoco en lo laboral. Rechaza, sin más, una buena oferta de trabajo, pero aquello no es trascendente. Tiene dinero, es exitoso, y vive en un lujoso apartamento con una envidiable vista en la ciudad de Nueva York.
Debbie es un poco desordenada (o dispersa), pero sí es muy estricta en las rutinas con Jack. Parece ser menos libre. Peter, por su parte, es más ordenado, pero claramente tiene menos directrices de comportamiento, aunque dispone de mayor libertad de movimiento.
En donde ambos se juntan es en sus miedos. Peter huye de cualquier tipo de compromiso. No quiere sentir la vulnerabilidad que produce el ser sincero, y esconde sus debilidades; en síntesis, le teme a la vida. Para Debbie, su temor principal es indudablemente su hijo. Esta responsabilidad también le impide proyectar el futuro, sin embargo tal vez exagera un poco la nota con su sobreprotección. Así las cosas, pareciera que ninguno de estos dos entrañables amigos desarrollara su verdadera pasión.
Pues bien, la clave está en Jack. Como Debbie debe ir a Nueva York, tiene que dejarlo a cargo de una persona, y esta le falla. En el acto, Peter ofrece ayuda. Viaja a Los Ángeles a cuidar a su hijo mientras ella se hospeda en su departamento y realiza su curso. Y ahí están, prácticamente intercambiando vidas, en situaciones opuestas, dimensiones nuevas y roles diferentes.
Con guion y dirección de Aline Brosh McKenna, los protagonistas de esta película desbordan simpatía, sobre todo Reese Witherspoon, muy distendida y siempre sonriente. Ashton Kutcher no pierde pisada, aunque un poco más reservado, interpretando a un galán que se cubre de apariencias -el auto que arrienda y otros lujos-, da cuenta de su fama de mujeriego -y que no logra pasar la barrera de los seis meses- y de hombre exitoso -aunque con evidentes vacíos-.
La buena química de la pareja se nota a pesar de estar separados físicamente casi toda la película. Y esto funciona, con esta fórmula diferente, gracias a que representan a dos almas que conectan en esencia, pero les falta algo. Los personajes secundarios quedan bien, tanto Minka -Zoe Chao-, como Theo Martin -Jesse Williams-, en sus roles de soporte, en especial Zoe quien, por momentos, tiende a robarse varias escenas. Una mención al papel de la amiga de Debbie en Los Ángeles, Alicia -Tig Notaro-, porque podría ser un extraño cable a tierra, o bien solo un personaje que poco aporta aunque pareciera querer tener más protagonismo.
La contraposición de ciudades y sus respectivas estéticas también juega un papel. Las preciosas imágenes de Manhattan, y en especial de Brooklyn, contrastan con ese L.A. no masivo, un barrio bastante a escala humana. El título original, “Your Place or Mine”, creo que se refiere más a un lugar no necesariamente físico, sino que al papel o “lugar” a ocupar. Sin duda es mejor denominación que su traducción, aunque todo pueda decantar, finalmente, en un espacio concreto.
Si bien esta clásica comedia romántica resulta un poquito larga, lo suple con inteligencia. Este tipo de películas, sobre todo cuando reviven el género y lo hacen bien, siempre son bienvenidas, pues logran distender sin desentonar. En esta oportunidad, estas casi dos horas entretenidas y ligeras se disfrutan tanto por la historia, como por su formato, y, por cierto, por el especial carisma y encanto de sus protagonistas.
Ficha técnica
Título original: Your Place or Mine
Año: 2022
Duración: 109 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Aggregate Films, Hello Sunshine, Lean Machine. Distribuidora: Netflix
Género: Romance. Comedia | Comedia romántica
Guion: Aline Brosh McKenna
Música: Siddhartha Khosla
Fotografía: Florian Ballhaus
Reparto: Reese Witherspoon, Ashton Kutcher, Jessie Williams, Steve Zahn, Zoe Chao, Tig Notaro, Wesley Kimmel
Dirección: Aline Brosh McKenna
Luego de una intensa aventura amorosa de una sola noche, Debbie Dunn -Reese Witherspoon-, y Peter Coleman -Ashton Kutcher-, traban una amistad que lleva ya veinte años. ¡Y son tan distintos! Tal vez por eso han conseguido ser mejores amigos; comparten sus vidas, verdaderamente se cuentan todo, o casi todo…
Debbie vive en Los Ángeles dedicada a su hijo Jack -Wesley Kimmel-. Debe terminar sus estudios para aspirar a un puesto mejor remunerado. Necesita generar más dinero para costear los tratamientos de Jack, y un curso de una semana en Nueva York surge como una buena oportunidad para ello.
Peter, por su parte, es un itinerante en la vida. El día de su cumpleaños lo deja su novia porque no se proyecta en lo sentimental. Tampoco en lo laboral. Rechaza, sin más, una buena oferta de trabajo, pero aquello no es trascendente. Tiene dinero, es exitoso, y vive en un lujoso apartamento con una envidiable vista en la ciudad de Nueva York.
Debbie es un poco desordenada (o dispersa), pero sí es muy estricta en las rutinas con Jack. Parece ser menos libre. Peter, por su parte, es más ordenado, pero claramente tiene menos directrices de comportamiento, aunque dispone de mayor libertad de movimiento.
En donde ambos se juntan es en sus miedos. Peter huye de cualquier tipo de compromiso. No quiere sentir la vulnerabilidad que produce el ser sincero, y esconde sus debilidades; en síntesis, le teme a la vida. Para Debbie, su temor principal es indudablemente su hijo. Esta responsabilidad también le impide proyectar el futuro, sin embargo tal vez exagera un poco la nota con su sobreprotección. Así las cosas, pareciera que ninguno de estos dos entrañables amigos desarrollara su verdadera pasión.
Pues bien, la clave está en Jack. Como Debbie debe ir a Nueva York, tiene que dejarlo a cargo de una persona, y esta le falla. En el acto, Peter ofrece ayuda. Viaja a Los Ángeles a cuidar a su hijo mientras ella se hospeda en su departamento y realiza su curso. Y ahí están, prácticamente intercambiando vidas, en situaciones opuestas, dimensiones nuevas y roles diferentes.
Con guion y dirección de Aline Brosh McKenna, los protagonistas de esta película desbordan simpatía, sobre todo Reese Witherspoon, muy distendida y siempre sonriente. Ashton Kutcher no pierde pisada, aunque un poco más reservado, interpretando a un galán que se cubre de apariencias -el auto que arrienda y otros lujos-, da cuenta de su fama de mujeriego -y que no logra pasar la barrera de los seis meses- y de hombre exitoso -aunque con evidentes vacíos-.
La buena química de la pareja se nota a pesar de estar separados físicamente casi toda la película. Y esto funciona, con esta fórmula diferente, gracias a que representan a dos almas que conectan en esencia, pero les falta algo. Los personajes secundarios quedan bien, tanto Minka -Zoe Chao-, como Theo Martin -Jesse Williams-, en sus roles de soporte, en especial Zoe quien, por momentos, tiende a robarse varias escenas. Una mención al papel de la amiga de Debbie en Los Ángeles, Alicia -Tig Notaro-, porque podría ser un extraño cable a tierra, o bien solo un personaje que poco aporta aunque pareciera querer tener más protagonismo.
La contraposición de ciudades y sus respectivas estéticas también juega un papel. Las preciosas imágenes de Manhattan, y en especial de Brooklyn, contrastan con ese L.A. no masivo, un barrio bastante a escala humana. El título original, “Your Place or Mine”, creo que se refiere más a un lugar no necesariamente físico, sino que al papel o “lugar” a ocupar. Sin duda es mejor denominación que su traducción, aunque todo pueda decantar, finalmente, en un espacio concreto.
Si bien esta clásica comedia romántica resulta un poquito larga, lo suple con inteligencia. Este tipo de películas, sobre todo cuando reviven el género y lo hacen bien, siempre son bienvenidas, pues logran distender sin desentonar. En esta oportunidad, estas casi dos horas entretenidas y ligeras se disfrutan tanto por la historia, como por su formato, y, por cierto, por el especial carisma y encanto de sus protagonistas.
Ficha técnica
Título original: Your Place or Mine
Año: 2022
Duración: 109 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Aggregate Films, Hello Sunshine, Lean Machine. Distribuidora: Netflix
Género: Romance. Comedia | Comedia romántica
Guion: Aline Brosh McKenna
Música: Siddhartha Khosla
Fotografía: Florian Ballhaus
Reparto: Reese Witherspoon, Ashton Kutcher, Jessie Williams, Steve Zahn, Zoe Chao, Tig Notaro, Wesley Kimmel
Dirección: Aline Brosh McKenna
sábado, 11 de febrero de 2023
Infiesto
Disponible en Netflix.
Una joven corre casi desnuda, se detiene y grita. Se trata de Saioa Blanco, desaparecida hace tres meses y dada por muerta. Está en malas condiciones. Su recuperación será difícil por el prolongado encierro pero la noticia devuelve esperanzas a su madre. La investigación del caso la asumen el inspector jefe Samuel García -Isak Férriz-, y la subinspectora Castro -Iria del Río-.
Avanza Marzo de 2020. Acaba de entrar en vigor el Estado de Alarma por el COVID-19 y la zona comprende el concejo asturiano de Piloña, en el norte de España. Los detectives comienzan sin mayores antecedentes. El autor del secuestro podría ser alguien que habita en un cruce rural, o también el expadrastro de Saioa -Luis Zahera-. Una pista lleva a la otra. “Esto es solo el principio”, “la sociedad está enferma, mira lo que pasa afuera”, dice con vehemencia uno de los sospechosos. ¿Responsables? No todavía, pero todo parece apuntar a una red mayor. Muchos jóvenes desaparecidos, con indicios de ritos y sacrificios; nada en concreto.
Oscuro e inquietante resulta este thriller policial escrito y dirigido por Patxi Amezcua. Unos filtros especiales crean una luminosidad cercana al sepia que se traspasa a una historia que mezcla la pandemia con una investigación policial convencional. No sé si funciona del todo esta combinación, pero al menos entrega un contexto de realidad.
El metraje se torna irregular en la medida que avanza. No se decide si ir por la acción o por el suspenso, y al alternar pierde un poco de fuerza. Asimismo, los giros no terminan de dar puntada, se sienten incompletos. Avanzamos en los días de confinamiento, y las personas cercanas a los protagonistas se ven afectadas por el coronavirus. Mascarillas más, mascarillas menos, los descubrimientos de la investigación se tornan cada vez más escabrosos y se condicen con los efectos que comienza a provocar el COVID. “Parece el fin del mundo” … “a lo mejor sí lo es”
Este thriller, de duración acotada, cumple. Sin pretensiones mayores, tampoco defrauda. Pudo ser más, pero aun así es suficientemente entretenido para una tarde de domingo.
Ficha técnica
Título original: Infiesto
Año: 2023
País: España
Compañías: Vaca Films. Distribuidora: Netflix
Género: Thriller. Drama. Intriga | Policíaco. Vida rural. Coronavirus (COVID-19)
Guion: Patxi Amezcua
Música: Sergio Moure De Oteyza
Reparto: Isak Férriz, Iria del Río, José Manuel Poga, Luis Zahera, Patricia Defrán
Dirección: Patxi Amezcua
Avanza Marzo de 2020. Acaba de entrar en vigor el Estado de Alarma por el COVID-19 y la zona comprende el concejo asturiano de Piloña, en el norte de España. Los detectives comienzan sin mayores antecedentes. El autor del secuestro podría ser alguien que habita en un cruce rural, o también el expadrastro de Saioa -Luis Zahera-. Una pista lleva a la otra. “Esto es solo el principio”, “la sociedad está enferma, mira lo que pasa afuera”, dice con vehemencia uno de los sospechosos. ¿Responsables? No todavía, pero todo parece apuntar a una red mayor. Muchos jóvenes desaparecidos, con indicios de ritos y sacrificios; nada en concreto.
Oscuro e inquietante resulta este thriller policial escrito y dirigido por Patxi Amezcua. Unos filtros especiales crean una luminosidad cercana al sepia que se traspasa a una historia que mezcla la pandemia con una investigación policial convencional. No sé si funciona del todo esta combinación, pero al menos entrega un contexto de realidad.
El metraje se torna irregular en la medida que avanza. No se decide si ir por la acción o por el suspenso, y al alternar pierde un poco de fuerza. Asimismo, los giros no terminan de dar puntada, se sienten incompletos. Avanzamos en los días de confinamiento, y las personas cercanas a los protagonistas se ven afectadas por el coronavirus. Mascarillas más, mascarillas menos, los descubrimientos de la investigación se tornan cada vez más escabrosos y se condicen con los efectos que comienza a provocar el COVID. “Parece el fin del mundo” … “a lo mejor sí lo es”
Este thriller, de duración acotada, cumple. Sin pretensiones mayores, tampoco defrauda. Pudo ser más, pero aun así es suficientemente entretenido para una tarde de domingo.
Ficha técnica
Título original: Infiesto
Año: 2023
País: España
Compañías: Vaca Films. Distribuidora: Netflix
Género: Thriller. Drama. Intriga | Policíaco. Vida rural. Coronavirus (COVID-19)
Guion: Patxi Amezcua
Música: Sergio Moure De Oteyza
Reparto: Isak Férriz, Iria del Río, José Manuel Poga, Luis Zahera, Patricia Defrán
Dirección: Patxi Amezcua
viernes, 10 de febrero de 2023
El Hijo
Difícil abordar una película donde confluyen tantas vertientes. Podría enfocarme en aspectos técnicos, o en la construcción de la historia, o en las actuaciones, o tal vez muchas otras opciones. Sin embargo, en esta oportunidad me centraré en las sensaciones y emociones que transmite esta desgarradora obra de Florian Zeller, adaptada por él mismo -junto a Christopher Hampton-, desde teatro a la gran pantalla.
Para tener contexto, el matrimonio de Peter Miller -un carismático Hugh Jackman-, y Beth -Vanessa Kirby-, acaban de tener un bebé. Para Peter es su segunda relación, pues ya lleva un tiempo separado. Su ex esposa Kate -Laura Dern-, recurre a él angustiada pues su hijo en común, Nicholas -sensible actuación de Zen McGrath-, de 17 años, ha dejado de ir a la escuela y su comportamiento se está tornando extremadamente difícil.
Nicholas es un joven que se siente incómodo, y no sabe qué le sucede. Cuando logra abrirse un poco con su padre le dice que es por la vida, siente una pesada carga que le supera. Por eso le pide vivir con él, porque cree que un cambio de ambiente le puede ayudar, ya que la relación con su madre lo abruma aún más.
Peter y Beth lo acogen en su casa, sin embargo Nicholas mantiene un rumbo contra corriente, tal como lo describe una señera escena donde se le ve en sentido contrario al tránsito de la calle. En ese momento, la película plantea diversos escenarios claros: mundos individuales; trabajos, espacios y rutinas muy diferentes, es decir, pequeñas burbujas. Observamos el camino del éxito por un lado, y el del fracaso por otro; la añoranza de un pasado que no fue y también, tanto las visibles como invisibles consecuencias que ha provocado una traumática separación.
El cambio parece no surtir los efectos esperados. ¿Qué hacer? El nudo es casi ciego. Tal vez recurrir a herramientas, como una terapia, o quizá recrear una nueva “vida normal”, pero Nicholas sigue su marcha irregular. Parece estar mejor pero sigue sufriendo, siente dolor, necesidad de escapar. Peter decide ir a ver a su padre Anthony -Anthony Hopkins-, y en un punto alto (y muy breve) podemos observar una perspectiva más amplia y dimensionar aquellas profundas cicatrices que arrastra a través de su historia.
Florian Zeller enfatiza en su relato el peso que implican las expectativas y las exigencias. Lo hace sentir. También transmite lo importante que puede ser el reconocimiento de una debilidad y la posibilidad de poder expresarla. Nicholas se reconoce débil, y señala que lucha con fuerza, día a día, pero sencillamente no puede.
El director también logra involucrarnos, a través de espacios y compartimentos cerrados, en cómo es esto de no encontrar una salida. Qué hacer, parece ser la principal pregunta, para la que no existe una sola respuesta. Y acá algo especial. Zeller nos compromete con la toma de decisiones, con esas mínimas opciones disponibles, nos hace jugarnos y tomar partido; no somos meros espectadores, somos parte de las relaciones que estamos observando. Las podemos asociar a nuestras propias relaciones porque empatizamos; en ese momento las sentimos y las vivimos.
Las excelentes actuaciones de cada uno de los partícipes del relato consiguen el tono dramático que la historia necesita para calar profundo en nosotros. La música de Hans Zimmer, esos acordes que nacen desde un punto común y luego se abren en intensidad sonora, es directa y esencial para afectar nuestra percepción y emoción en importantes secuencias. Si bien es cierto que parte de la conclusión se puede prever, el mérito del director, si es que hemos logrado conectar con la propuesta, es que nos suma a una montaña rusa de emociones contradictorias, que suben y bajan en nosotros, y que ciertamente no concluyen al terminar la cinta.
“El Hijo” merece verse con calma. La reflexión que surja puede ser incluso más trascendente que la película misma, pues cada uno completará su propia historia. Obras de este tipo, personales, íntimas y profundas, quedan resonando, y, por supuesto, a cada uno nos interpelará de manera diferente. Eso es lo que más valoro de esta película: las emociones que transmite y que genera, y que van más allá de la técnica, la composición y la actuación.
Ficha técnica
Título original: The Son
Año: 2022
Duración: 123 minutos
País: Reino Unido
Compañías: Coproducción Reino Unido-Francia; Embankment Films, Film4 Productions, See-Saw Films, Ciné@, Ingenious Media, Orange Studio
Género: Drama | Familia
Guion: Christopher Hampton, Florian Zeller. Obra: Florian Zeller
Música: Hans Zimmer
Fotografía: Ben Smithard
Reparto: Hugh Jackman, Laura Dern, Vanessa Kirby, Anthony Hopkins, Zen McGrath, William Hope, Akie Kotabe, Danielle Lewis, Nancy Baldwin, Reza Diako
Dirección: Florian Zeller
Para tener contexto, el matrimonio de Peter Miller -un carismático Hugh Jackman-, y Beth -Vanessa Kirby-, acaban de tener un bebé. Para Peter es su segunda relación, pues ya lleva un tiempo separado. Su ex esposa Kate -Laura Dern-, recurre a él angustiada pues su hijo en común, Nicholas -sensible actuación de Zen McGrath-, de 17 años, ha dejado de ir a la escuela y su comportamiento se está tornando extremadamente difícil.
Nicholas es un joven que se siente incómodo, y no sabe qué le sucede. Cuando logra abrirse un poco con su padre le dice que es por la vida, siente una pesada carga que le supera. Por eso le pide vivir con él, porque cree que un cambio de ambiente le puede ayudar, ya que la relación con su madre lo abruma aún más.
Peter y Beth lo acogen en su casa, sin embargo Nicholas mantiene un rumbo contra corriente, tal como lo describe una señera escena donde se le ve en sentido contrario al tránsito de la calle. En ese momento, la película plantea diversos escenarios claros: mundos individuales; trabajos, espacios y rutinas muy diferentes, es decir, pequeñas burbujas. Observamos el camino del éxito por un lado, y el del fracaso por otro; la añoranza de un pasado que no fue y también, tanto las visibles como invisibles consecuencias que ha provocado una traumática separación.
El cambio parece no surtir los efectos esperados. ¿Qué hacer? El nudo es casi ciego. Tal vez recurrir a herramientas, como una terapia, o quizá recrear una nueva “vida normal”, pero Nicholas sigue su marcha irregular. Parece estar mejor pero sigue sufriendo, siente dolor, necesidad de escapar. Peter decide ir a ver a su padre Anthony -Anthony Hopkins-, y en un punto alto (y muy breve) podemos observar una perspectiva más amplia y dimensionar aquellas profundas cicatrices que arrastra a través de su historia.
Florian Zeller enfatiza en su relato el peso que implican las expectativas y las exigencias. Lo hace sentir. También transmite lo importante que puede ser el reconocimiento de una debilidad y la posibilidad de poder expresarla. Nicholas se reconoce débil, y señala que lucha con fuerza, día a día, pero sencillamente no puede.
El director también logra involucrarnos, a través de espacios y compartimentos cerrados, en cómo es esto de no encontrar una salida. Qué hacer, parece ser la principal pregunta, para la que no existe una sola respuesta. Y acá algo especial. Zeller nos compromete con la toma de decisiones, con esas mínimas opciones disponibles, nos hace jugarnos y tomar partido; no somos meros espectadores, somos parte de las relaciones que estamos observando. Las podemos asociar a nuestras propias relaciones porque empatizamos; en ese momento las sentimos y las vivimos.
Las excelentes actuaciones de cada uno de los partícipes del relato consiguen el tono dramático que la historia necesita para calar profundo en nosotros. La música de Hans Zimmer, esos acordes que nacen desde un punto común y luego se abren en intensidad sonora, es directa y esencial para afectar nuestra percepción y emoción en importantes secuencias. Si bien es cierto que parte de la conclusión se puede prever, el mérito del director, si es que hemos logrado conectar con la propuesta, es que nos suma a una montaña rusa de emociones contradictorias, que suben y bajan en nosotros, y que ciertamente no concluyen al terminar la cinta.
“El Hijo” merece verse con calma. La reflexión que surja puede ser incluso más trascendente que la película misma, pues cada uno completará su propia historia. Obras de este tipo, personales, íntimas y profundas, quedan resonando, y, por supuesto, a cada uno nos interpelará de manera diferente. Eso es lo que más valoro de esta película: las emociones que transmite y que genera, y que van más allá de la técnica, la composición y la actuación.
Ficha técnica
Título original: The Son
Año: 2022
Duración: 123 minutos
País: Reino Unido
Compañías: Coproducción Reino Unido-Francia; Embankment Films, Film4 Productions, See-Saw Films, Ciné@, Ingenious Media, Orange Studio
Género: Drama | Familia
Guion: Christopher Hampton, Florian Zeller. Obra: Florian Zeller
Música: Hans Zimmer
Fotografía: Ben Smithard
Reparto: Hugh Jackman, Laura Dern, Vanessa Kirby, Anthony Hopkins, Zen McGrath, William Hope, Akie Kotabe, Danielle Lewis, Nancy Baldwin, Reza Diako
Dirección: Florian Zeller
jueves, 9 de febrero de 2023
Los Fabelmans
¡Cuánta fascinación puede provocar una película! Esa noche del 10 de enero de 1952, en Haddon Township, Nueva Jersey , Sammy -Mateo Zoryan Francis-DeFord- alucina cuando sus padres Mitzi -Michelle Williams- y Burt Fabelman -Paul Dano- lo llevan a ver “The Greatest Show on Earth”, de Cecil B. DeMille. Y no es para menos. La escena que involucra el choque de un tren es tan espectacular que lo deja absolutamente embobado.
La vida en casa es ajetreada pero sencilla. Entre el piano interpretada por su madre, los temas de ingeniería de su padre, y las travesuras con sus hermanas, cobra vida en Sammy una idea fija: reproducir en casa esa escena que no le deja dormir por la noche. Y lo consigue, pero para no destruir las preciosas réplicas, su madre pone en sus manos su primera cámara, una de 8 milímetros de su papá, sin sospechar que estos incipientes juegos marcarán la vida de su hijo.
Siguiendo una mejor oferta laboral, la familia se traslada a Arizona y les acompaña el mejor amigo, partner, y casi socio de Burt, Bennie -Seth Rogen-. A esas alturas, los acercamientos de Sam -ahora interpretado por Gabriel LaBelle-, con las filmaciones son cada vez más frecuentes y audaces. Incluso, padre e hijo conversan sobre la similitud que existe entre el director de una película y un gerente, es decir, sobre la motivación y la supervisión de equipos de trabajo, aunque para Burt lo que hace su hijo sigue siendo un hobby, no algo útil y concreto.
El tono suave, sutil y hasta tierno del metraje, cambia cuando muere la madre de Mitzi. El duelo por dicha pérdida y una corta pero intensa visita del hermano de la abuela, dejan huella en el joven Sam. Comienza lentamente a percibir su vida sujeta a esa dicotomía entre arte y ciencia, y más profundamente, esa bifurcación que comienza a emerger entre la familia y sus sueños. El descubrimiento de algunas imágenes de su madre junto a Bennie, más un nuevo traslado familiar, esta vez a California, hace que Sam quiera cortar de raíz con su pasión. Pero las cosas no son definitivas y una serie de hechos claves, lograrán que este inquieto aspirante a cineasta se refugie en su vocación y retome su ubicación detrás de la cámara.
Steven Spielberg nos trae tal vez su película más personal, un vibrante relato biográfico de su niñez y adolescencia, con esos primeros acercamientos al mundo cinematográfico. La cinta se advierte muy honesta y sincera, igual que las relaciones que existen en este especial ambiente familiar, con sus problemas y conflictos, con sus luces y sombras en cada uno de los rincones que explora.
Es notable cómo el director transmite a través de lo que enfoca. No necesitamos ver, solo requerimos captar esas emociones para saber de qué se trata una escena o una secuencia. Micro películas dentro de la película dan cuenta de numerosos detalles, una delicia para cinéfilos, toda una aventura para los amantes del cine, como aquellos primeros rodajes artesanales con todos ayudando en los efectos especiales; o los primeros pasos en la dirección de actores; o la película para el fin del año escolar, que hace estragos, tanto por su intención como por las reacciones que provoca en los involucrados.
Spielberg se filma a sí mismo y resulta convincente. En un ejercicio de reducción, corresponde al tránsito desde el asombro que deviene en fascinación juvenil, para luego dar paso al refugio adolescente y al descubrimiento de un camino que permite conectar con el mundo. Es notable cuando tomamos conciencia que el cineasta empieza a ver su entorno como una película, un cristal especial, artístico y delicado.
“The Fabelmans” es encantadora, nostálgica y sentimental, una apuesta personalísima que resulta entrañable. Excelentes actuaciones individuales y grupales no hacen más que refrendar el gran oficio de su director, coautor, también, del guion junto a Tony Kushner. Una sobria partitura de John Williams -su partner durante décadas- aporta cuotas de dulzura, y soportes clave para ilustrar cada segmento, al tiempo que la fotografía y edición fluyen como ráfagas, raudamente. El encuentro final de Sam con el famoso director John Ford es una conclusión tan sabrosa como notable, no solo por quien lo interpreta sino por lo breve y esencial de su contenido. Es un cierre que no es un cierre; es la apertura a un mundo por descubrir y soñar, justamente todo lo que el cine puede ofrecer en gloria y majestad, esta vez de la mano de uno de sus más ilustres realizadores.
Ficha técnica
Título original: The Fabelmans
Año: 2022
Duración: 151 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Amblin Partners, Universal Pictures, Amblin Entertainment. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Drama | Biográfico. Familia. Infancia. Adolescencia. Cine dentro del cine. Años 50. Años 60
Guion: Tony Kushner, Steven Spielberg
Música: John Williams
Fotografía: Janusz Kaminski
Reparto: Michelle Williams, Paul Dano, Gabriel LaBelle, Seth Rogen, Judd Hirsch, Mateo Zoryon Francis-DeFord, Julia Butters, Jeannie Berlin, Oakes Fegley, David Lynch
La vida en casa es ajetreada pero sencilla. Entre el piano interpretada por su madre, los temas de ingeniería de su padre, y las travesuras con sus hermanas, cobra vida en Sammy una idea fija: reproducir en casa esa escena que no le deja dormir por la noche. Y lo consigue, pero para no destruir las preciosas réplicas, su madre pone en sus manos su primera cámara, una de 8 milímetros de su papá, sin sospechar que estos incipientes juegos marcarán la vida de su hijo.
Siguiendo una mejor oferta laboral, la familia se traslada a Arizona y les acompaña el mejor amigo, partner, y casi socio de Burt, Bennie -Seth Rogen-. A esas alturas, los acercamientos de Sam -ahora interpretado por Gabriel LaBelle-, con las filmaciones son cada vez más frecuentes y audaces. Incluso, padre e hijo conversan sobre la similitud que existe entre el director de una película y un gerente, es decir, sobre la motivación y la supervisión de equipos de trabajo, aunque para Burt lo que hace su hijo sigue siendo un hobby, no algo útil y concreto.
El tono suave, sutil y hasta tierno del metraje, cambia cuando muere la madre de Mitzi. El duelo por dicha pérdida y una corta pero intensa visita del hermano de la abuela, dejan huella en el joven Sam. Comienza lentamente a percibir su vida sujeta a esa dicotomía entre arte y ciencia, y más profundamente, esa bifurcación que comienza a emerger entre la familia y sus sueños. El descubrimiento de algunas imágenes de su madre junto a Bennie, más un nuevo traslado familiar, esta vez a California, hace que Sam quiera cortar de raíz con su pasión. Pero las cosas no son definitivas y una serie de hechos claves, lograrán que este inquieto aspirante a cineasta se refugie en su vocación y retome su ubicación detrás de la cámara.
Steven Spielberg nos trae tal vez su película más personal, un vibrante relato biográfico de su niñez y adolescencia, con esos primeros acercamientos al mundo cinematográfico. La cinta se advierte muy honesta y sincera, igual que las relaciones que existen en este especial ambiente familiar, con sus problemas y conflictos, con sus luces y sombras en cada uno de los rincones que explora.
Es notable cómo el director transmite a través de lo que enfoca. No necesitamos ver, solo requerimos captar esas emociones para saber de qué se trata una escena o una secuencia. Micro películas dentro de la película dan cuenta de numerosos detalles, una delicia para cinéfilos, toda una aventura para los amantes del cine, como aquellos primeros rodajes artesanales con todos ayudando en los efectos especiales; o los primeros pasos en la dirección de actores; o la película para el fin del año escolar, que hace estragos, tanto por su intención como por las reacciones que provoca en los involucrados.
Spielberg se filma a sí mismo y resulta convincente. En un ejercicio de reducción, corresponde al tránsito desde el asombro que deviene en fascinación juvenil, para luego dar paso al refugio adolescente y al descubrimiento de un camino que permite conectar con el mundo. Es notable cuando tomamos conciencia que el cineasta empieza a ver su entorno como una película, un cristal especial, artístico y delicado.
“The Fabelmans” es encantadora, nostálgica y sentimental, una apuesta personalísima que resulta entrañable. Excelentes actuaciones individuales y grupales no hacen más que refrendar el gran oficio de su director, coautor, también, del guion junto a Tony Kushner. Una sobria partitura de John Williams -su partner durante décadas- aporta cuotas de dulzura, y soportes clave para ilustrar cada segmento, al tiempo que la fotografía y edición fluyen como ráfagas, raudamente. El encuentro final de Sam con el famoso director John Ford es una conclusión tan sabrosa como notable, no solo por quien lo interpreta sino por lo breve y esencial de su contenido. Es un cierre que no es un cierre; es la apertura a un mundo por descubrir y soñar, justamente todo lo que el cine puede ofrecer en gloria y majestad, esta vez de la mano de uno de sus más ilustres realizadores.
Ficha técnica
Título original: The Fabelmans
Año: 2022
Duración: 151 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Amblin Partners, Universal Pictures, Amblin Entertainment. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Drama | Biográfico. Familia. Infancia. Adolescencia. Cine dentro del cine. Años 50. Años 60
Guion: Tony Kushner, Steven Spielberg
Música: John Williams
Fotografía: Janusz Kaminski
Reparto: Michelle Williams, Paul Dano, Gabriel LaBelle, Seth Rogen, Judd Hirsch, Mateo Zoryon Francis-DeFord, Julia Butters, Jeannie Berlin, Oakes Fegley, David Lynch
Dirección: Steven Spielberg
miércoles, 8 de febrero de 2023
El Aro 4: El Despertar
En esta nueva versión de la ya famosa leyenda de terror vemos a la perspicaz Ayaka Ichijo -Fuka Koshiba-, una joven brillante y escéptica de cualquier mito o evento paranormal, enfrentándose a la maldición que ya conocemos: personas que mueren luego de ver una fantasmal y aterradora cinta de video. Lo más preocupante, eso sí, es que hoy en día esto se transforma en algo viral gracias a la redes sociales, por lo tanto la curiosidad y el pánico global que produce es infinitamente mayor.
Ayaka le baja el perfil a lo que está sucediendo y lo desmitifica, incluso por televisión, sin embargo, cuando su hermana Futaba -Yuki Yagi- ve una copia del video, descubre que la muerte no será en siete días, sino en breves 24 horas. Entonces, toma cartas para combatir a Sadako y salvar a Futaba con la ayuda de Oji Maeda -Kazuma Kawamura-, y del popular psíquico y adivino, el Maestro Kenshin -Hiroyuki Ikeuchi-.
Ya son ocho las películas sobre esta temática en el período que comprende desde 1998 hasta 2022, aunque esta vez, esta entrega corresponde a la cuarta parte de la secuencia que recomenzó el 2012 con “Sadako 3D”. “El Aro 4: El Despertar” está dirigida por Hisashi Kimura y se distingue por el uso -y abuso por momentos- del tono de comedia. El protagonismo principal naturalmente recae en Ayaka, y deja a Oji como un exagerado compañero a cargo de las muecas y chistes, además de esos pequeños golpes sonoros que pretenden hacernos saltar.
Otra característica de esta secuela es el uso intenso de las redes sociales, no obstante el original VHS mantiene su dominio escénico. ¿Cuántas personas no sabrán qué es esa cajita de bordes negros? ¿O quedarán sin entender eso del rebobinado de la cinta? Creo que al menos preguntarán y podrán enterarse cómo era el mundo antes de la irrupción digital.
Sin tomarse nada en serio, “Sadako” se conduce por terreno conocido. No pretende innovar ni impactar, solo darle fuelle a una franquicia que parece haber consumido todo su combustible. ¿Por qué seguimos, entonces? Tal vez porque las leyendas se mantienen y necesitamos rescatar esos mitos, o quizá recordarlos cada cierto tiempo. No en vano, su supervivencia depende justamente de la cantidad de personas que vean estas películas, algo directamente proporcional a la premisa de la historia. ¿Será que una vez que la observamos, no podemos dejar de verla?
Ficha técnica
Título original: Sadako
Año: 2022
Duración: 100 minutos
País: Japón
Compañías: Kadokawa Pictures. Distribuidora: Kadokawa
Género: Terror | J-Horror. Sobrenatural
Guion: Yuya Takahashi. Novela: Kôji Suzuki
Música: Kôji Endô
Fotografía: Kasai Takahito
Reparto: Hiroyuki Watanabe, Hiroyuki Ikeuchi, Koshiba Fuka, Kazuma Kawamura, Naomi Nishida, Mario Kuroba, Yuki Yagi
Dirección: Hisashi Kimura
Ayaka le baja el perfil a lo que está sucediendo y lo desmitifica, incluso por televisión, sin embargo, cuando su hermana Futaba -Yuki Yagi- ve una copia del video, descubre que la muerte no será en siete días, sino en breves 24 horas. Entonces, toma cartas para combatir a Sadako y salvar a Futaba con la ayuda de Oji Maeda -Kazuma Kawamura-, y del popular psíquico y adivino, el Maestro Kenshin -Hiroyuki Ikeuchi-.
Ya son ocho las películas sobre esta temática en el período que comprende desde 1998 hasta 2022, aunque esta vez, esta entrega corresponde a la cuarta parte de la secuencia que recomenzó el 2012 con “Sadako 3D”. “El Aro 4: El Despertar” está dirigida por Hisashi Kimura y se distingue por el uso -y abuso por momentos- del tono de comedia. El protagonismo principal naturalmente recae en Ayaka, y deja a Oji como un exagerado compañero a cargo de las muecas y chistes, además de esos pequeños golpes sonoros que pretenden hacernos saltar.
Otra característica de esta secuela es el uso intenso de las redes sociales, no obstante el original VHS mantiene su dominio escénico. ¿Cuántas personas no sabrán qué es esa cajita de bordes negros? ¿O quedarán sin entender eso del rebobinado de la cinta? Creo que al menos preguntarán y podrán enterarse cómo era el mundo antes de la irrupción digital.
Sin tomarse nada en serio, “Sadako” se conduce por terreno conocido. No pretende innovar ni impactar, solo darle fuelle a una franquicia que parece haber consumido todo su combustible. ¿Por qué seguimos, entonces? Tal vez porque las leyendas se mantienen y necesitamos rescatar esos mitos, o quizá recordarlos cada cierto tiempo. No en vano, su supervivencia depende justamente de la cantidad de personas que vean estas películas, algo directamente proporcional a la premisa de la historia. ¿Será que una vez que la observamos, no podemos dejar de verla?
Ficha técnica
Título original: Sadako
Año: 2022
Duración: 100 minutos
País: Japón
Compañías: Kadokawa Pictures. Distribuidora: Kadokawa
Género: Terror | J-Horror. Sobrenatural
Guion: Yuya Takahashi. Novela: Kôji Suzuki
Música: Kôji Endô
Fotografía: Kasai Takahito
Reparto: Hiroyuki Watanabe, Hiroyuki Ikeuchi, Koshiba Fuka, Kazuma Kawamura, Naomi Nishida, Mario Kuroba, Yuki Yagi
Dirección: Hisashi Kimura
martes, 7 de febrero de 2023
Quiero bailar con alguien
Esta biografía musical sobre Whitney Houston, muy bien caracterizada por la actriz Naomi Ackie, constituye un lindo homenaje a su figura. La verdad, no tenía mucha expectativa y la película me gustó; me emocioné al escuchar su voz y conocer detalles de su vida.
El guion de Anthony McCarten cobra vigor de la mano del director Kasi Lemmons, y recorre desde los inicios de la cantante, actuando como solista en el coro de la Iglesia junto a madre Cissy -Tamara Tunie-. Pronto viene su primer contrato discográfico con Arista Records, impulsado por Clive Davis -Stanley Tucci-, un reconocido productor discográfico de fulgurantes éxitos. Más adelante observaremos sus primeros hits y la primera actuación importante en vivo, en “The Merv Griffin Show”, cantando "Home".
Al poco andar, se consolida su firma, Nippy Inc., dirigida por su padre y gerente, John Houston -Clarke Peters-, florece su amistad con Robyn Crawford -Nafessa Williams-, y la vemos interpretar el Himno Nacional de Estados Unidos en el Super Bowl. Su matrimonio con Bobby Brown -Ashton Sanders-, debe esperar un poco debido a la filmación de la película “The Bodyguard”, junto a Kevin Costner, donde la canción "I Will Always Love You" de Dolly Parton cobra gran fuerza y notoriedad internacional. El nacimiento de su hija Bobbi Kristina Brown, tal vez marca el comienzo de las mayores dificultades, una sucesión de problemas y presiones que minan las confianzas personales y anuncian un progresivo declive emocional y profesional.
La cinta pierde tensión en el tercio final. Asimismo, sus personajes no logran mantener una misma línea -como que van a desarrollar un peso mayor pero se quedan en la intención-, salvo Stanley Tucci, quien no solo se aprecia en su rol de productor, sino que constantemente aparece como una figura cercana, casi como la de un amigo y guía.
Naomi Ackie actúa muy bien para no ser ella quien realmente canta, pues escuchamos a lo largo de la película la voz original de Whitney Houston. Aún así, Ackie logra dar cuenta de la personalidad de esta notable intérprete, de su gusto, decisión, talento, fuerza y expresividad. Los conciertos y actuaciones están muy bien filmadas, no abusa de “El Guardaespaldas” -una evidente tentación-, y las elecciones del repertorio resultan muy apropiadas.
Una bella secuencia del año 1994, en los "American Music Awards", corona este honesto repaso de la vida de una figura excluyente de la música pop que marcó una época, y que sin lugar a dudas se encuentra en la banda sonora de muchísimas personas.
Ficha técnica
Título original: I Wanna Dance with Somebody
Año: 2022
Duración: 146 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; TriStar Pictures, Compelling Pictures, Muse of Fire, Primary Wave Entertainment, West Madison Entertainment, Black Label Media. Distribuidora: Sony Pictures Entertainment (SPE)
Género: Drama | Biográfico. Música. Años 80. Años 90
Guion: Anthony McCarten
Música: Chanda Dancy
Fotografía: Barry Ackroyd
Reparto: Naomi Ackie, Ashton Sanders, Stanley Tucci, Clarke Peters, Nafessa Williams, Tamara Tunie, Lance A. Williams, Bria D. Singleton, Kris Sidberry, Alana Monteiro
Dirección: Kasi Lemmons
El guion de Anthony McCarten cobra vigor de la mano del director Kasi Lemmons, y recorre desde los inicios de la cantante, actuando como solista en el coro de la Iglesia junto a madre Cissy -Tamara Tunie-. Pronto viene su primer contrato discográfico con Arista Records, impulsado por Clive Davis -Stanley Tucci-, un reconocido productor discográfico de fulgurantes éxitos. Más adelante observaremos sus primeros hits y la primera actuación importante en vivo, en “The Merv Griffin Show”, cantando "Home".
Al poco andar, se consolida su firma, Nippy Inc., dirigida por su padre y gerente, John Houston -Clarke Peters-, florece su amistad con Robyn Crawford -Nafessa Williams-, y la vemos interpretar el Himno Nacional de Estados Unidos en el Super Bowl. Su matrimonio con Bobby Brown -Ashton Sanders-, debe esperar un poco debido a la filmación de la película “The Bodyguard”, junto a Kevin Costner, donde la canción "I Will Always Love You" de Dolly Parton cobra gran fuerza y notoriedad internacional. El nacimiento de su hija Bobbi Kristina Brown, tal vez marca el comienzo de las mayores dificultades, una sucesión de problemas y presiones que minan las confianzas personales y anuncian un progresivo declive emocional y profesional.
La cinta pierde tensión en el tercio final. Asimismo, sus personajes no logran mantener una misma línea -como que van a desarrollar un peso mayor pero se quedan en la intención-, salvo Stanley Tucci, quien no solo se aprecia en su rol de productor, sino que constantemente aparece como una figura cercana, casi como la de un amigo y guía.
Naomi Ackie actúa muy bien para no ser ella quien realmente canta, pues escuchamos a lo largo de la película la voz original de Whitney Houston. Aún así, Ackie logra dar cuenta de la personalidad de esta notable intérprete, de su gusto, decisión, talento, fuerza y expresividad. Los conciertos y actuaciones están muy bien filmadas, no abusa de “El Guardaespaldas” -una evidente tentación-, y las elecciones del repertorio resultan muy apropiadas.
Una bella secuencia del año 1994, en los "American Music Awards", corona este honesto repaso de la vida de una figura excluyente de la música pop que marcó una época, y que sin lugar a dudas se encuentra en la banda sonora de muchísimas personas.
Ficha técnica
Título original: I Wanna Dance with Somebody
Año: 2022
Duración: 146 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; TriStar Pictures, Compelling Pictures, Muse of Fire, Primary Wave Entertainment, West Madison Entertainment, Black Label Media. Distribuidora: Sony Pictures Entertainment (SPE)
Género: Drama | Biográfico. Música. Años 80. Años 90
Guion: Anthony McCarten
Música: Chanda Dancy
Fotografía: Barry Ackroyd
Reparto: Naomi Ackie, Ashton Sanders, Stanley Tucci, Clarke Peters, Nafessa Williams, Tamara Tunie, Lance A. Williams, Bria D. Singleton, Kris Sidberry, Alana Monteiro
Dirección: Kasi Lemmons
lunes, 6 de febrero de 2023
Los espíritus de la Isla
La película comienza cuando Pádraic -Colin Farrell-, pasa por la casa de su amigo Colm -Brendan Gleeson-, para ir juntos a tomar cerveza, esas tradicionales “pintas” que les han acompañado por años. Al verse solo, Pádraic se encamina al pub de Inisherin, una isla ficticia ubicada en la costa oeste de Irlanda-, esperando encontrar a su amigo, sin embargo lo que viene a continuación es una sorpresa mayúscula para él, y por supuesto también para nosotros. Colm, músico, violinista y creador de piezas folklóricas, ha tomado una determinación radical: no quiere estar más con Pádraic ni conversar con él nunca más, ni un solo momento, y que ni siquiera le dirija la palabra; nada.
Es Abril de 1923, la etapa final de la Guerra Civil Irlandesa cuyos embates aún se perciben, a lo lejos, en la isla grande. Colm vive solo en compañía de su fiel perro. Pádraic, por su parte, comparte casa con su hermana Siobhán -Kerry Condon-, mujer amante de la lectura y con variadas inquietudes, y desarrolla mayormente labores de pastoreo de animales. La vida en la isla es sencilla, apacible, realmente alejada de todo. El centro es el pub del lugar, allí se reúnen los parroquianos, se desarrollan actividades, se hace vida social y se comparte la vida.
Sorprendido por este abrupto rechazo, Pádraic no entiende razones, solo le afloran sentimientos. Si son amigos, y de toda la vida, ¿qué pasó? ¿Le habré dicho algo sin querer? ¿Algo le habrá ofendido? Como no recuerda nada especial, se decide a enfrentarlo para saber cuál es el motivo de tal sin sabor. Colm, provisto de gran honestidad, le señala que es demasiado aburrido. No desea pasar el resto de vida que le queda perdiendo el tiempo con conversaciones simples, superfluas y limitadas. Necesita paz en su corazón, y además quiere hacer algo que trascienda, algo por lo que sea recordado. La amabilidad está bien, pero nadie recuerda a las personas amables, por eso estima que componiendo música podrá dejar un legado.
Pádraic, menos sorprendido pero más desconsolado todavía, comparte lo que sucede con Dominic -Barry Keoghan-, un joven maltratado por su padre Garda -Gary Lydon-, referente policial en la isla. Dominic es inocente y descuidado en su actuar, sin duda vulnerable, tanto así que los hermanos Súilleabháin deben acogerlo temporalmente cuando luego de una pelea con su progenitor es lanzado de su hogar. Mientras tanto, la situación sigue escalando. Pádraic insiste en recomponer la relación, en cambio Colm, se rehusa vehementemente, señalando que es él quien cambió y por eso no quiere saber más nada. Su ultimátum se transforma en algo perentorio, y no cabe ninguna duda de su determinación. A partir de ese momento, ambos deberán transitar por un callejón sin salida, sobre una madeja compleja de acciones, emociones y sentimientos.
Escrita y dirigida por Martin McDonagh, “The Banshees of Inisherin” -Almas en pena en Inisherin-, es una película profunda y conmovedora, un drama intenso y potente, que gracias a un sutil tapiz de comedia negra, se abre paso a través de las fibras íntimas de sus protagonistas. Filmada principalmente en Achill Island y en Inishmore, la cinta destaca gracias a su bella fotografía -con particulares colores y texturas-, una cuidada edición, y una partitura compuesta por Carter Burwell que acompaña muy bien cada uno de sus movimientos.
McDonagh, hábilmente, pone sus piezas en posiciones estratégicas. El ambiente de “pueblo chico, infierno grande” es particularmente decidor. También lo son quienes interceden para tratar de recomponer los lazos de los protagonistas, como por ejemplo el sacerdote en el confesionario. El director también da pie a señales contradictorias. Por ejemplo la golpiza que recibe Pádraic por parte del policía -rescatado y recogido en silencio por Colm-, y luego esos arrebatos borrachos del mismo Pádraic donde expresa sin filtro lo que siente, recibidos con cierto beneplácito por su contraparte.
Colin Farrell -ganador del premio a mejor actor en el Festival de Venecia recién pasado y nominado al Óscar por este papel- hace un trabajo de excepción. No solo entrega credibilidad a Pádraic sino que también, y a través de una expresiva gestualidad corporal, es capaz de representar a este hombre de pensamiento simple -sencillo, bonachón y amigo de todos-, que se desarma -física y emocionalmente-, cuando se rompe su gran amistad. Brendan Gleeson también está notable en su configuración. Sólido y centrado, incluso inamovible racionalmente hablando, reafirma con actos concretos la decisión que ha tomado. Kerry Condon y Barry Keoghan, muy cercanos a los protagonistas, acompañan muy bien, especialmente este último, quien, con su infantil torpeza, provoca algunas dosis de ternura. Una mención especial para Sheila Flitton como la Sra. McCormick, esa mujer añosa y misteriosa -cubierta por un halo indescifrable, una imagen similar a la bruja del pueblo-, que presagia aquellos males que podrían estar por venir.
Como un verdadero estudio de personalidades y de personajes, la sustancia principal de esta cinta refiere al término de una relación afectiva, en este caso de amistad, pero extrapolable a cualquier tipo de vínculo. No conocemos la historia anterior, solo observamos desde el quiebre. Por eso no sabemos si la amistad era genuina o solo una pantalla, o si había una acumulación de situaciones que llevaran hasta el hastío. Las preguntas surgen de inmediato y la búsqueda de explicaciones también. La película, en esencia, no ofrece respuestas, porque se centra en describir el duelo de quienes están involucrados, con sus diferentes etapas en las que afloran variados sentimientos y reacciones. Tristeza, rabia, euforia, resentimiento, pavor, angustia, dolor y soledad, reflejan una sensible caída a un pozo profundo de total oscuridad. El trabajo de Martin McDonagh se hace cargo de las fases, y también de los acontecimientos que marcan cada momento, planteando incógnitas y dejando muchos cabos sueltos sujetos a nuestra interpretación. ¿Existirá algún camino de salida cuando sucede algo como lo retratado aquí en forma cruda y ruda? Pareciera que el tiempo, solo el tiempo, podría tener la última palabra.
Ficha técnica
Título original: The Banshees of Inisherin
Año: 2022
Duración: 114 minutos
País: Reino Unido
Compañías: Coproducción Reino Unido-Irlanda-Estados Unidos; Blueprint Pictures, Film 4, Fox Searchlight, Metropolitan Films International. Distribuidora: Fox Searchlight, Walt Disney Pictures
Género: Drama. Comedia | Amistad
Guion: Martin McDonagh
Música: Carter Burwell
Fotografía: Ben Davis
Reparto: Colin Farrell, Brendan Gleeson, Kerry Condon, Barry Keoghan, Pat Shortt, David Pearse, Gary Lydon, Jon Kenny
Dirección: Martin McDonagh
Es Abril de 1923, la etapa final de la Guerra Civil Irlandesa cuyos embates aún se perciben, a lo lejos, en la isla grande. Colm vive solo en compañía de su fiel perro. Pádraic, por su parte, comparte casa con su hermana Siobhán -Kerry Condon-, mujer amante de la lectura y con variadas inquietudes, y desarrolla mayormente labores de pastoreo de animales. La vida en la isla es sencilla, apacible, realmente alejada de todo. El centro es el pub del lugar, allí se reúnen los parroquianos, se desarrollan actividades, se hace vida social y se comparte la vida.
Sorprendido por este abrupto rechazo, Pádraic no entiende razones, solo le afloran sentimientos. Si son amigos, y de toda la vida, ¿qué pasó? ¿Le habré dicho algo sin querer? ¿Algo le habrá ofendido? Como no recuerda nada especial, se decide a enfrentarlo para saber cuál es el motivo de tal sin sabor. Colm, provisto de gran honestidad, le señala que es demasiado aburrido. No desea pasar el resto de vida que le queda perdiendo el tiempo con conversaciones simples, superfluas y limitadas. Necesita paz en su corazón, y además quiere hacer algo que trascienda, algo por lo que sea recordado. La amabilidad está bien, pero nadie recuerda a las personas amables, por eso estima que componiendo música podrá dejar un legado.
Pádraic, menos sorprendido pero más desconsolado todavía, comparte lo que sucede con Dominic -Barry Keoghan-, un joven maltratado por su padre Garda -Gary Lydon-, referente policial en la isla. Dominic es inocente y descuidado en su actuar, sin duda vulnerable, tanto así que los hermanos Súilleabháin deben acogerlo temporalmente cuando luego de una pelea con su progenitor es lanzado de su hogar. Mientras tanto, la situación sigue escalando. Pádraic insiste en recomponer la relación, en cambio Colm, se rehusa vehementemente, señalando que es él quien cambió y por eso no quiere saber más nada. Su ultimátum se transforma en algo perentorio, y no cabe ninguna duda de su determinación. A partir de ese momento, ambos deberán transitar por un callejón sin salida, sobre una madeja compleja de acciones, emociones y sentimientos.
Escrita y dirigida por Martin McDonagh, “The Banshees of Inisherin” -Almas en pena en Inisherin-, es una película profunda y conmovedora, un drama intenso y potente, que gracias a un sutil tapiz de comedia negra, se abre paso a través de las fibras íntimas de sus protagonistas. Filmada principalmente en Achill Island y en Inishmore, la cinta destaca gracias a su bella fotografía -con particulares colores y texturas-, una cuidada edición, y una partitura compuesta por Carter Burwell que acompaña muy bien cada uno de sus movimientos.
McDonagh, hábilmente, pone sus piezas en posiciones estratégicas. El ambiente de “pueblo chico, infierno grande” es particularmente decidor. También lo son quienes interceden para tratar de recomponer los lazos de los protagonistas, como por ejemplo el sacerdote en el confesionario. El director también da pie a señales contradictorias. Por ejemplo la golpiza que recibe Pádraic por parte del policía -rescatado y recogido en silencio por Colm-, y luego esos arrebatos borrachos del mismo Pádraic donde expresa sin filtro lo que siente, recibidos con cierto beneplácito por su contraparte.
Colin Farrell -ganador del premio a mejor actor en el Festival de Venecia recién pasado y nominado al Óscar por este papel- hace un trabajo de excepción. No solo entrega credibilidad a Pádraic sino que también, y a través de una expresiva gestualidad corporal, es capaz de representar a este hombre de pensamiento simple -sencillo, bonachón y amigo de todos-, que se desarma -física y emocionalmente-, cuando se rompe su gran amistad. Brendan Gleeson también está notable en su configuración. Sólido y centrado, incluso inamovible racionalmente hablando, reafirma con actos concretos la decisión que ha tomado. Kerry Condon y Barry Keoghan, muy cercanos a los protagonistas, acompañan muy bien, especialmente este último, quien, con su infantil torpeza, provoca algunas dosis de ternura. Una mención especial para Sheila Flitton como la Sra. McCormick, esa mujer añosa y misteriosa -cubierta por un halo indescifrable, una imagen similar a la bruja del pueblo-, que presagia aquellos males que podrían estar por venir.
Como un verdadero estudio de personalidades y de personajes, la sustancia principal de esta cinta refiere al término de una relación afectiva, en este caso de amistad, pero extrapolable a cualquier tipo de vínculo. No conocemos la historia anterior, solo observamos desde el quiebre. Por eso no sabemos si la amistad era genuina o solo una pantalla, o si había una acumulación de situaciones que llevaran hasta el hastío. Las preguntas surgen de inmediato y la búsqueda de explicaciones también. La película, en esencia, no ofrece respuestas, porque se centra en describir el duelo de quienes están involucrados, con sus diferentes etapas en las que afloran variados sentimientos y reacciones. Tristeza, rabia, euforia, resentimiento, pavor, angustia, dolor y soledad, reflejan una sensible caída a un pozo profundo de total oscuridad. El trabajo de Martin McDonagh se hace cargo de las fases, y también de los acontecimientos que marcan cada momento, planteando incógnitas y dejando muchos cabos sueltos sujetos a nuestra interpretación. ¿Existirá algún camino de salida cuando sucede algo como lo retratado aquí en forma cruda y ruda? Pareciera que el tiempo, solo el tiempo, podría tener la última palabra.
Ficha técnica
Título original: The Banshees of Inisherin
Año: 2022
Duración: 114 minutos
País: Reino Unido
Compañías: Coproducción Reino Unido-Irlanda-Estados Unidos; Blueprint Pictures, Film 4, Fox Searchlight, Metropolitan Films International. Distribuidora: Fox Searchlight, Walt Disney Pictures
Género: Drama. Comedia | Amistad
Guion: Martin McDonagh
Música: Carter Burwell
Fotografía: Ben Davis
Reparto: Colin Farrell, Brendan Gleeson, Kerry Condon, Barry Keoghan, Pat Shortt, David Pearse, Gary Lydon, Jon Kenny
Dirección: Martin McDonagh
sábado, 4 de febrero de 2023
El secreto de Adaline
Disponible en HBO Max.
Adaline Bowman -Blake Lively-, nació en 1908, el primera del día de Año Nuevo de ese año, en San Francisco. Creció, se casó y tuvo una hija, sin embargo enviudó tempranamente cuando su esposo murió en un accidente durante la construcción del puente Golden Gate en 1937. Aún devastada, y al poco tiempo, la muerte llamó nuevamente a su puerta. Luego de morir en un accidente de tránsito, un rayo le devolvió a la vida pero la dejó con una condición tan anormal como difícil de creer. Es por eso que desde sus 29 años, Adaline, no envejece, se mantiene exactamente igual, década tras década. El tiempo pasa para los demás pero en ella se ha detenido para siempre.
Debido a dichas circunstancias, la vida de Adaline ha sido de cambios constantes. Ante la imposibilidad de permanecer en un mismo lugar, cada cierto tiempo debe renunciar al entorno construido para mudarse a otro sitio, donde no le conozcan. Asimismo, debe velar para que no le tomen fotos, y así evitar cualquier pista que pudiera llegar a identificarle. El tiempo sigue pasando, su hija envejece, pero su rutina no cambia.
Luego de casi ocho décadas, cuando por casualidad conoce a Ellis Jones -Michiel Huisman-, de plano lo rechaza, sin embargo algo le remueve su interior. Ellis es busquillas e insiste. Jenny -su nombre actual, pues dentro de sus habituales acciones se encuentra el constante cambio de identidades-, sabe que no puede flaquear, pero hay algo en ese muchacho que le atrae y que le hace bajar la guardia. Al conocer a la familia de Ellis se devela el nudo mayor del conflicto, aquello que marcará la vida futura de los protagonistas.
“The Age of Adaline” se siente un poco delgada debido a la ausencia de puntos de inflexión en al menos la mitad de su metraje. Demora bastante en llegar ese momento de confrontación, el que, aún resultando sorpresivo, parece también detener el tiempo, pero esta vez el de la película.
La búsqueda de la eterna juventud puede ser un bien deseado, pero esto de no poder envejecer, sencillamente se hace insostenible para Adaline. Además, mantener oculto su secreto, una condición que a ojos de cualquier tiempo es propia de un extraño espécimen, la obliga a huir siempre, a escapar y no quedarse en ningún lugar. No puede establecerse, no puede echar raíces, algo triste y melancólico, angustiante y a la vez desesperanzador, tal como le dice un emocionado Harrison Ford, que interpreta al padre de Ellis: “puedes haber vivido días, meses, años, pero no has podido vivir una vida”
Dirigida por Lee Toland Krieger, “El secreto de Adaline” presenta un drama romántico, de esos que podríamos catalogar como clásicos, no tanto por la construcción del filme, sino más bien por las emociones que envuelven a los protagonistas. Esta amable película, suave y por momentos incluso tierna, no esconde temas como la pérdida, la contención, la frustración y la imposibilidad de una vida normal, lo que sumado a las carencias afectivas -de pareja, familiares y de amistades-, configuran un escenario que podría resultar desolador para cualquiera. Adaline lo vive en carne propia y no le queda otra posibilidad que continuar su camino, surcando aquellos laberintos de una vida en la que, al menos hasta ese momento, nunca ha podido verdaderamente elegir.
Ficha técnica
Título original: The Age of Adaline
Año: 2015
Duración: 112 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Lakeshore Entertainment, Sidney Kimmel
Género: Romance. Drama. Fantástico | Drama romántico. Nochevieja / Año nuevo
Guion: Salvador Paskowitz, J. Mills Goodloe
Música: Rob Simonsen
Fotografía: David Lanzenberg
Reparto: Blake Lively, Michiel Huisman, Harrison Ford, Ellen Burstyn, Kathy Baker, Amanda Crew, Richard Harmon, Anjali Jay, Lynda Boyd, Peter J. Gray
Dirección: Lee Toland Krieger
Debido a dichas circunstancias, la vida de Adaline ha sido de cambios constantes. Ante la imposibilidad de permanecer en un mismo lugar, cada cierto tiempo debe renunciar al entorno construido para mudarse a otro sitio, donde no le conozcan. Asimismo, debe velar para que no le tomen fotos, y así evitar cualquier pista que pudiera llegar a identificarle. El tiempo sigue pasando, su hija envejece, pero su rutina no cambia.
Luego de casi ocho décadas, cuando por casualidad conoce a Ellis Jones -Michiel Huisman-, de plano lo rechaza, sin embargo algo le remueve su interior. Ellis es busquillas e insiste. Jenny -su nombre actual, pues dentro de sus habituales acciones se encuentra el constante cambio de identidades-, sabe que no puede flaquear, pero hay algo en ese muchacho que le atrae y que le hace bajar la guardia. Al conocer a la familia de Ellis se devela el nudo mayor del conflicto, aquello que marcará la vida futura de los protagonistas.
“The Age of Adaline” se siente un poco delgada debido a la ausencia de puntos de inflexión en al menos la mitad de su metraje. Demora bastante en llegar ese momento de confrontación, el que, aún resultando sorpresivo, parece también detener el tiempo, pero esta vez el de la película.
La búsqueda de la eterna juventud puede ser un bien deseado, pero esto de no poder envejecer, sencillamente se hace insostenible para Adaline. Además, mantener oculto su secreto, una condición que a ojos de cualquier tiempo es propia de un extraño espécimen, la obliga a huir siempre, a escapar y no quedarse en ningún lugar. No puede establecerse, no puede echar raíces, algo triste y melancólico, angustiante y a la vez desesperanzador, tal como le dice un emocionado Harrison Ford, que interpreta al padre de Ellis: “puedes haber vivido días, meses, años, pero no has podido vivir una vida”
Dirigida por Lee Toland Krieger, “El secreto de Adaline” presenta un drama romántico, de esos que podríamos catalogar como clásicos, no tanto por la construcción del filme, sino más bien por las emociones que envuelven a los protagonistas. Esta amable película, suave y por momentos incluso tierna, no esconde temas como la pérdida, la contención, la frustración y la imposibilidad de una vida normal, lo que sumado a las carencias afectivas -de pareja, familiares y de amistades-, configuran un escenario que podría resultar desolador para cualquiera. Adaline lo vive en carne propia y no le queda otra posibilidad que continuar su camino, surcando aquellos laberintos de una vida en la que, al menos hasta ese momento, nunca ha podido verdaderamente elegir.
Ficha técnica
Título original: The Age of Adaline
Año: 2015
Duración: 112 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Lakeshore Entertainment, Sidney Kimmel
Género: Romance. Drama. Fantástico | Drama romántico. Nochevieja / Año nuevo
Guion: Salvador Paskowitz, J. Mills Goodloe
Música: Rob Simonsen
Fotografía: David Lanzenberg
Reparto: Blake Lively, Michiel Huisman, Harrison Ford, Ellen Burstyn, Kathy Baker, Amanda Crew, Richard Harmon, Anjali Jay, Lynda Boyd, Peter J. Gray
Dirección: Lee Toland Krieger
viernes, 3 de febrero de 2023
Llaman a la puerta
Luego de un inicio inquietante, gracias a una muy buena partitura que acompaña la apertura, M. Night Shyamalan deja claro que sabe muy bien qué es lo que quiere filmar. Destaca la composición ambiental, los sonidos, los cuadros, la fotografía y los ángulos, todo acompañado de movimientos de cámara que, no por ser ya una marca registrada pierden un ápice de valor.
En la escena inicial vemos a Wen -Kristen Cui-, de ocho años, y a Leonard -Dave Bautista-, de bastantes más. Ella pequeña, él un grandulón; dos extremos que, al menos en un comienzo, congenian amablemente. Wen pasa sus vacaciones en una cabaña del bosque junto a sus dos padres y Leonard viene acompañado por tres amigos fuertemente armados. Mientras Wen corre a avisar a sus padres, los forasteros se acercan a la cabaña. Sorpresa, miedo, terror. ¿Qué sucede? ¿Un ataque?, ¿por qué?
Siete golpes a la puerta. Imposible oponerse. Los extraños ingresan a la fuerza. Se trata del mencionado Leonard, junto a Sabrina -Nikki Amuka-Bird-, Adriane -Abby Quinn-, y Redmond -Rupert Grint-, quienes exponen a Wen, y a sus padres Eric -Jonathan Groff-, y Andrew -Ben Aldridge-, la gravedad de lo que está ocurriendo. No se conocen, se reunieron allí producto de visiones que les revelaron el apocalipsis, el fin de la historia; un evento inminente que solo es posible detener con el sacrificio de alguien de su familia que, a esas alturas, ya son rehenes de sus captores.
La decisión que se les pide es una locura. Imagínense, sacrificar a un ser querido para salvar la humanidad. Mientras corren los minutos, el cataclismo va cobrando fuerza. Se ven imágenes en televisión, reportajes y despachos en vivo. ¿Qué está pasando en el mundo? Lo previsto, lo anunciado, se hace real, y mientras la familia no tome la decisión, solo es posible retrasar un poco el final con la inmolación progresiva de los anunciantes. Las dudas se acrecientan. ¿Es verdad o mentira lo que señalan estos inesperados visitantes? ¿Y si fuera cierto? El metraje avanza entre recuerdos que arman el arco emocional de la familia y las cada vez más brutales imágenes de televisión.
M. Night Shyamalan adapta la novela “La cabaña del fin del mundo”, de Paul Tremblay, junto a Steve Desmond y Michael Sherman, y la hace diferente, notoriamente distinta respecto al destino de sus personajes. El mérito de Shyamalan es innegable, especialmente respecto a la generación de la experiencia que produce el visualizar esta cinta. Podríamos, incluso, señalar que la historia es el primer peldaño de una construcción mayor, donde lo más importante no es la trama sino la atmósfera y las sensaciones, el misterio y el suspenso. Eso lo consigue muy bien Shyamalan, por su manera de filmar el encierro -no solo físico, también interior y conceptual-, utilizando una fotografía “a la antigua” -con lentes noventeros y el uso de 35 milímetros-, muy cercana, con pocos exteriores, y cuyo único nexo con el exterior es una pantalla de TV.
Shyamalan logra que empaticemos con sus personajes ante este caos, esta avalancha de muerte y destrucción. Si nos vemos enfrentados a algo así, y ante la eventualidad de tener en nuestras manos la decisión de salvar a la humanidad sacrificando un ser querido, ¿qué haríamos? Disyuntiva improbable, pero que sirve perfectamente como ejemplo de la permanente lucha entre el bien particular y el bien común, entre el individualismo y la comunidad, entre el personalismo y la pertenencia a una sociedad.
Interesante película, a la que podemos sacarle punta y buscarle más significados. Están más adentro, sí, pero es posible llegar a ellos, incluso tomando en cuenta que se trata de una película destinada a que sintamos más que analicemos. Por cierto, y fiel a su estilo, Shyamalan se las arregla para aparecer en pantalla. No es difícil reconocerlo, pero lo más interesante es dónde aparece y qué es lo que hace y dice. Lo menciono para que, ojalá, no pase inadvertido.
Ficha técnica
Título original: Knock at the Cabin
Año: 2023
Duración: 100 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Universal Pictures, Blinding Edge Pictures, Filmnation Entertainment, Perfect World Pictures, Wishbone Entertainment Inc. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Terror. Intriga. Thriller | Supervivencia
Guion: M. Night Shyamalan, Steve Desmond, Michael Sherman. Novela: Paul Tremblay
Música: Herdís Stefánsdóttir
Fotografía: Jarin Blaschke, Lowell A. Meyer
Reparto: Dave Bautista, Jonathan Groff, Rupert Grint, Ben Aldridge, Nikki Amuka-Bird, Abby Quinn, William Ragsdale, Kristen Cui, Satomi Hofmann, Kat Murphy
Dirección: M. Night Shyamalan
En la escena inicial vemos a Wen -Kristen Cui-, de ocho años, y a Leonard -Dave Bautista-, de bastantes más. Ella pequeña, él un grandulón; dos extremos que, al menos en un comienzo, congenian amablemente. Wen pasa sus vacaciones en una cabaña del bosque junto a sus dos padres y Leonard viene acompañado por tres amigos fuertemente armados. Mientras Wen corre a avisar a sus padres, los forasteros se acercan a la cabaña. Sorpresa, miedo, terror. ¿Qué sucede? ¿Un ataque?, ¿por qué?
Siete golpes a la puerta. Imposible oponerse. Los extraños ingresan a la fuerza. Se trata del mencionado Leonard, junto a Sabrina -Nikki Amuka-Bird-, Adriane -Abby Quinn-, y Redmond -Rupert Grint-, quienes exponen a Wen, y a sus padres Eric -Jonathan Groff-, y Andrew -Ben Aldridge-, la gravedad de lo que está ocurriendo. No se conocen, se reunieron allí producto de visiones que les revelaron el apocalipsis, el fin de la historia; un evento inminente que solo es posible detener con el sacrificio de alguien de su familia que, a esas alturas, ya son rehenes de sus captores.
La decisión que se les pide es una locura. Imagínense, sacrificar a un ser querido para salvar la humanidad. Mientras corren los minutos, el cataclismo va cobrando fuerza. Se ven imágenes en televisión, reportajes y despachos en vivo. ¿Qué está pasando en el mundo? Lo previsto, lo anunciado, se hace real, y mientras la familia no tome la decisión, solo es posible retrasar un poco el final con la inmolación progresiva de los anunciantes. Las dudas se acrecientan. ¿Es verdad o mentira lo que señalan estos inesperados visitantes? ¿Y si fuera cierto? El metraje avanza entre recuerdos que arman el arco emocional de la familia y las cada vez más brutales imágenes de televisión.
M. Night Shyamalan adapta la novela “La cabaña del fin del mundo”, de Paul Tremblay, junto a Steve Desmond y Michael Sherman, y la hace diferente, notoriamente distinta respecto al destino de sus personajes. El mérito de Shyamalan es innegable, especialmente respecto a la generación de la experiencia que produce el visualizar esta cinta. Podríamos, incluso, señalar que la historia es el primer peldaño de una construcción mayor, donde lo más importante no es la trama sino la atmósfera y las sensaciones, el misterio y el suspenso. Eso lo consigue muy bien Shyamalan, por su manera de filmar el encierro -no solo físico, también interior y conceptual-, utilizando una fotografía “a la antigua” -con lentes noventeros y el uso de 35 milímetros-, muy cercana, con pocos exteriores, y cuyo único nexo con el exterior es una pantalla de TV.
Shyamalan logra que empaticemos con sus personajes ante este caos, esta avalancha de muerte y destrucción. Si nos vemos enfrentados a algo así, y ante la eventualidad de tener en nuestras manos la decisión de salvar a la humanidad sacrificando un ser querido, ¿qué haríamos? Disyuntiva improbable, pero que sirve perfectamente como ejemplo de la permanente lucha entre el bien particular y el bien común, entre el individualismo y la comunidad, entre el personalismo y la pertenencia a una sociedad.
Interesante película, a la que podemos sacarle punta y buscarle más significados. Están más adentro, sí, pero es posible llegar a ellos, incluso tomando en cuenta que se trata de una película destinada a que sintamos más que analicemos. Por cierto, y fiel a su estilo, Shyamalan se las arregla para aparecer en pantalla. No es difícil reconocerlo, pero lo más interesante es dónde aparece y qué es lo que hace y dice. Lo menciono para que, ojalá, no pase inadvertido.
Ficha técnica
Título original: Knock at the Cabin
Año: 2023
Duración: 100 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Universal Pictures, Blinding Edge Pictures, Filmnation Entertainment, Perfect World Pictures, Wishbone Entertainment Inc. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Terror. Intriga. Thriller | Supervivencia
Guion: M. Night Shyamalan, Steve Desmond, Michael Sherman. Novela: Paul Tremblay
Música: Herdís Stefánsdóttir
Fotografía: Jarin Blaschke, Lowell A. Meyer
Reparto: Dave Bautista, Jonathan Groff, Rupert Grint, Ben Aldridge, Nikki Amuka-Bird, Abby Quinn, William Ragsdale, Kristen Cui, Satomi Hofmann, Kat Murphy
Dirección: M. Night Shyamalan
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