miércoles, 30 de agosto de 2023

Sonido de Libertad

Inspirada en la historia de un ex Agente de Seguridad Nacional de Estados Unidos que dejó su trabajo para dedicar su vida para sumergirse en el combate del submundo del tráfico de personas a lo largo de Latinoamérica, esta película puede resultar impactante por la cruda temática que aborda.

La cinta comienza mostrando a un padre que lleva a sus dos hijos a una promisoria sesión de fotografías, en Tegucigalpa, Honduras, sin embargo, cuando vuelve por ellos, el departamento donde los ha dejado está completamente vacío. La desesperación es total; la angustia, el abandono y la soledad traspasa la pantalla.

En forma paralela, en California, Tim Ballard -Jim Caviezel-, experimentado agente a cargo de combatir la distribución de pornografía infantil, se encuentra en medio de un operativo de campo para conseguir encarcelar a un nuevo depredador. Para ello usa diversas estrategias, desde un particular interrogatorio hasta hacerse pasar por un pedófilo más para generar empatía y lograr su misión.

Sin duda, Tim está tocado en su fuero interno. Con una familia numerosa y muy unida, el tema no le resulta para nada indiferente, y siente que tal vez no está haciendo los esfuerzos suficientes. Es por eso que, cuando conoce de primera fuente el caso de Miguel y su hermana, los niños secuestrados en Honduras, se involucra decididamente con el objetivo de rescatar a la pequeña Rocío de las garras de una mafia cuya extensión parece abarcarlo todo.

El guion, escrito por Rod Barr junto al director Alejandro Monteverde, logra generar un alto grado de incertidumbre en cada una de las acciones. Los casos que se presentan son desoladores, y la persecución debe hacerse de forma estratégica. El tráfico de personas, y en este caso de niños, es generalizado, y los abusadores representados en esta cinta consiguen despertar asco, una sensación que va en aumento en la medida que avanzamos y conocemos más detalles, lo que perfectamente podría transformarse posteriormente en odio y repulsión.

Cuando Tim va tras el paradero de Rocío y viaja a Colombia, su carrera se va, literalmente, al tacho, pues se sumerge a tal punto que debe ir por las suyas renunciando a su trabajo, además de dispuesto a asumir un desafío que implica riesgos que podrían resultar ser una trampa mortal. Brindar ayuda y buscar justicia es el valor supremo que lo lleva, incluso, a postergar a su familia, aún contando con el soporte emocional de su esposa, apoyo de vital trascendencia para un gigantesco esfuerzo y obsesión personal.

El desarrollo de la película toma vida en Cartagena, Colombia, junto a “Vampiro” -Bill Camp-, un ex contador del cártel que ahora trabaja para salvar a niños del tráfico sexual. La conexión entre ambos protagonistas es inmediata y comienzan juntos las planificaciones para lograr emboscadas que puedan poner a salvo a niños atrapados, aunque siempre con el objetivo de encontrar a Rocío entre quienes resulten liberados. Sin embargo, el paradero de la menor se encuentra oculto en la selva, al interior de las FARC, y allí es otra cosa: es un riesgo mayor que pocos aceptarían asumir, pero Tim no lo duda: va con todo.

Dirigida por Alejandro Monteverde, “Sound of Freedom” posee una edición destacada y unos planos de filmación muy bien realizados. Desde un comienzo, observamos muy buenos enfoques y desenfoques, junto a cámaras que proporcionan diferentes ángulos en una acción que se siente fluida y que nos atrapa como espectadores. La música, a cargo de Javier Navarrete, y que también incorpora canciones muy apropiadas para diferentes momentos, se transforma en un eje conductor del relato dadas las múltiples conexiones logradas gracias al desarrollo de un motivo -una quinta ascendente, que luego decae lentamente- que elabora variaciones que aumentan y disminuyen en extensión de acuerdo a la necesaria intensidad dramática de cada escena.

Jim Caviezel se compromete con su papel, resulta auténtico y creíble, tanto en su dupla con el experimentado Bill Camp como en su relación con los menores Cristal Paricio y Lucás Ávila, Rocío y Miguel, respectivamente. Al poner en relieve el tema del tráfico y explotación sexual de infantes, esta película logra conmover. Además asume un importante rol de difusión y de enseñanza respecto a una materia que, si bien ya la hemos visto desde varios ángulos, esta vez profundiza sobre una persona que emprende una decidida persecución y que además funda una organización especializada para luchar contra este crimen, la Operation Underground Railroad (O.U.R.).

No exenta de polémica, por sus financistas y grupos ligados a las teorías de la conspiración “QAnon”, este trabajo independiente es una voz que clama por la abolición de la esclavitud presente, en especial la de miles de niños inocentes que caen capturados en redes de prostitución infantil, un negocio tremendamente lucrativo y en exponencial aumento. Es por ello que el mensaje final, muy importante aunque algo discutible respecto a su formato, es un llamado de atención para todos nosotros. No podemos ser solo espectadores de un tema como este, debemos hacer algo, estar informados, difundirlo y apoyar las iniciativas que contribuyen a derrotar este flagelo. Es una tarea titánica, sin duda, pero mientras más personas nos involucremos desde nuestras propias posiciones, más fuerza habrá para poder combatirlo. Este es el mensaje de la película y también su apuesta, cuando se propone difundir una historia que no nos puede dejar indiferentes y que por lo mismo nos toca profundamente.

Ficha técnica

Título original: Sound of Freedom
Año: 2023
Duración: 131 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Santa Fé Films
Género: Thriller. Drama | Biográfico. Basado en hechos reales. Secuestros / Desapariciones
Guion: Rod Barr, Alejandro Monteverde
Música: Javier Navarrete
Fotografía: Gorka Gómez Andreu
Reparto: Jim Caviezel, Mira Sorvino, Bill Camp
Dirección: Alejandro Monteverde 

viernes, 25 de agosto de 2023

La memoria infinita

Este trabajo documental tiene un inicio conmovedor, dan ganas de aplaudir en el momento en que aparecen los créditos iniciales. Puede parecer contradictorio el conmoverse y querer aplaudir al mismo tiempo, pero es una buena síntesis de lo que provoca la naturalidad de este relato a través de sus 85 minutos de duración.

Dos protagonistas: Augusto y Paulina. Él, con diagnóstico de Alzheimer, como un niño, varias veces, repite lo que le preguntan, sin embargo en otras ocasiones da cuenta de una claridad inusitada para su condición. Ella, lo cuida con esmero, con paciencia y dedicación, con amor inconmensurable. Augusto fue un periodista jugado por la verdad en los difíciles años de la dictadura militar chilena, en terreno y tomando riesgos al participar en noticiarios opositores al régimen y que buscaban dar a conocer lo que sucedía en la cruda realidad. Ella, actriz de toda la vida, de larga y reconocida trayectoria, también incursionó en política como Ministra de Cultura en el primer gobierno de Michelle Bachelet. Ya llevan 25 años juntos, y el momento en que él ya no la reconozca se acerca inexorablemente, a pasos agigantados.

Maite Alberdi nos toca nuevamente la fibra más íntima con una filmación prístina, que denota la ternura, nobleza y paciencia en la vivencia y acompañamiento de una enfermedad que consume todo a su paso: pacientes, cuidadores, entornos, y familias completas. Inmensos valores observamos minuto a minuto, fundamentales para no decaer en esos momentos de flaqueza y permitir que afloren, como esperanza, esos visos estabilidad que parecieran diluirse lentamente en las tinieblas oscuras de la mente.

Este documental es un viaje, un camino donde vemos la condición actual y también observamos imágenes de archivo de Augusto y de Paulina, juntos y por separado, en un contexto que se completa gracias a la reconstrucción de una memoria histórica a la que el periodista dedicó gran parte de su vida profesional.

La montaña rusa de emociones no da tregua. La simpatía y la alegría conviven con la tristeza y la melancolía. Las crisis son terribles, impactantes. La desesperación es tan profunda que no logra aplacarse con esos breves momentos de luminosidad y tranquilidad que de improviso se presentan. Observar tal grado de intimidad provoca algo de pudor, porque la emoción allí presente, traspasa a raudales la pantalla y se recibe así, tal cual, pura y cristalina; nos mueve, nos zarandea, nos conmociona, nos derriba, y al mismo tiempo nos alimenta y nos da fuerza e ilusión para creer en el amor genuino.

Somos parte del día a día de la pareja, observamos los cambios que se producen en lo cotidiano, sus momentos buenos y también sus dificultades. Es pesada esa rutina y la carga duele, porque arrecia la desesperanza; la pérdida de la memoria es brutal. La analogía respecto a la memoria de Chile es crítica, dado el trabajo firmemente desarrollado por Augusto. El futuro no se construye sin los cimientos del pasado; no podemos olvidar, tenemos la necesidad de recordar, la obligación de recuperar y declarar lo vivido, y eso es justamente lo que fusiona las imágenes actuales y los videos de años anteriores, un equilibrio construido delicadamente, con belleza y arte, con hilos finos y extrema sutileza.

Técnicamente, el trabajo de Maite Alberdi es de excelencia. La ubicación de la cámara y los ambientes captados hacen que nosotros seamos ese ojo que pasa inadvertido en medio de la cotidianeidad. Lo que vemos en pantalla se devela sin filtros, constituye una apertura, una gran ventana que deja que los gestos, las decisiones y hasta el más mínimo detalle sea leído y comprendido en su máxima expresión. Solo el audio, por momentos confuso, se aleja del alto nivel que alcanza la producción, algo tal vez compresible por las condiciones del entorno y que, por cierto, no resta ningún mérito a un resultado general sobresaliente.

“La memoria infinita” es un poema audiovisual, una historia de amor llena de espíritu. Es, en esencia, un testimonio fundamental de identidad y humanidad, donde todos los elementos están enfocados en relevar el amor de una pareja que, pese a cualquier circunstancia, tienen sus almas unidas en una conexión que va más allá de lo descriptible, y que apreciamos en plenitud gracias a la oportunidad que nos entrega la realizadora -y por supuesto los protagonistas al autorizar ser filmados-, de ser espectadores privilegiados de un relato que probablemente nos acompañará, de aquí en adelante, como parte importante en nuestra historia personal.

Ficha técnica

Título original: La memoria infinita
Año: 2023
Duración: 85 minutos
País: Chile
Guion: Maite Alberdi
Género: Documental. Romance | Alzheimer. Enfermedad. Vejez / Madurez
Música: José Miguel Tobar, Miguel Miranda
Fotografía: Pablo Valdés
Reparto: Paulina Urrutia, Augusto Góngora
Dirección: Maite Alberdi 

martes, 22 de agosto de 2023

Toc Toc Toc

La ejecución en dos niveles que presenta esta cinta puede resultar interesante. El superior, o la capa externa, es la historia de Peter -Woody Norman-, un niño de 8 años que en las noches se despierta producto de unos misteriosos golpes que siente en la muralla de su dormitorio. Aparentemente no hay nada, porque le cuenta a sus padres y ellos desestiman cualquier situación extraña; deben ser solo producto de su imaginación. La segunda capa es interna, subterránea, pero no por ello menos visible: Peter lo pasa mal en su vida; en su casa, sus padres son distantes y no le brindan el afecto ni la seguridad que necesita, en el colegio sufre buylling, y eso trae consecuencias.

La vulnerabilidad de Peter es evidente, y es tal vez por ello que su maestra sustituta, Miss Devine -Cleopatra Coleman-, se preocupa por él, en especial luego de ver que dibuja una habitación lúgubre donde un niño pide ayuda. Además, todo esto ocurre la semana previa a Halloween, y con la adición de un hecho significativo: hace algunos años, una niña que habitaba su cuadra desapareció misteriosamente y nunca más fue hallada, razón por la cual sus padres le tienen prohibido participar en la ya clásica actividad.

Dirigida por Samuel Bodin y con guion de Chris Thomas Devlin, “Cobweb” es una película que tiene un inicio lento y un formato clásico que establece un contexto que poco a poco se hace sumamente predecible. No obstante este calculado paso a paso, la película logra inquietar hacia su medianía, principalmente gracias a que no abusa de los elementos convencionales del género, y a una banda sonora que se impone en numerosas secuencias.

Lo que llama la atención es que el material más interesante queda tal vez demasiado escondido. Ya hablamos del buylling, pero el temor y la soledad que siente Peter es prácticamente paralizante. Por eso, quizá, esos golpes en su pieza, y posteriormente las conversaciones con esa misteriosa voz femenina, calan tan profundo y le hacen tomar acciones que jamás habría emprendido en otras circunstancias. También ayuda mucho al suspenso un estilo de filmación que pone énfasis en las luces y sombras de la fotografía, uno de los puntos altos del filme, a cargo de Philip Lozano.

El suspenso que produce el visionado de esta cinta es innegable, aunque no depare mayores sorpresas. Peter se defiende atacando, pero ¿es algo que le nace, o solo está impulsado por esta entidad que trata de convencerlo de algunas dudosas verdades? ¿Todo esto es real, o solo está en la imaginación de Peter? El castigo en el sótano es totalmente extemporáneo, como sacado de otros tiempos; no cuadra ni cuaja, y solo es entendido como ingrediente para un relato que quiere que mantengamos a sus padres como los principales sospechosos. La participación de la maestra podría haber sido mucho más interesante, sin embargo la decisión fue tenerla presente pero a una distancia más que prudente.

Dejo para el final una reflexión más personal. Peter es hijo único, y es posible que uno de sus sueños más importantes haya sido tener hermanos. Por ello, cuando descubre que la entidad con la que ha entablado una incipiente relación podría ser su hermana, afloran gran parte de sus frustraciones y deseos incumplidos. Ese matiz, la necesidad de compañía ante un vacío que me carcome por dentro, es un combustible poderoso para superar el miedo con acciones temerarias y poco conscientes.

“Toc Toc Toc”, título en español que no tiene ninguna relación con el original “Telaraña”, no es un gran aporte al género, sin embargo es un debut más que prometedor de Samuel Bodin, sobre todo por el manejo de elementos que salen de lo común. Si bien aún son pocos, plantea una visión diferente que esperamos aumente y progrese, para sumarse así a un estilo de películas que parece no decaer, una industria que convoca y convoca espectadores, porque no hay mejor experiencia que ver una película de suspenso o de terror en la pantalla grande.

Ficha técnica

Título original: Cobweb
Año: 2023
Duración: 88 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Lionsgate, Vertigo Entertainment, Point Grey Pictures. Distribuidora: Lionsgate
Género: Terror. Thriller. Intriga | Casas encantadas
Guion: Chris Thomas Devlin
Música: Sofia Hultquist
Fotografía: Philip Lozano
Reparto: Lizzy Caplan, Antony Starr, Woody Norman, Cleopatra Coleman, Steffanie Busey
Dirección: Samuel Bodin 

martes, 15 de agosto de 2023

Bird Box Barcelona

No está claro el por qué del estado de las cosas, pero lo concreto es que Barcelona está desierta. Todo parte nueve meses antes, con una ola de suicidios inexplicables, aparentemente impulsados por el hecho de mirar directamente una misteriosa entidad. El panorama es devastador. Sebastian -Mario Casas- y su pequeña hija Anna -Alejandra Howard-, deben luchar por sobrevivir y la única manera es taparse la vista al estar en exteriores, a la luz del sol.

Esta odisea de padre e hija se complica aún más cuando se encuentran con otros sobrevivientes. En un comienzo prima la desconfianza, sin embargo también es claro que formar alianzas constituye una clara posibilidad para salvarse. Así conocen a Claire -Georgina Campbell-, una psiquiatra inglesa cuya misión es proteger a Sofía -Naila Schuberth-, una huérfana alemana de 8 años, separada de su madre apenas iniciado el caos. Al abandonar la ciudad intentando escapar, poco a poco se dan cuenta que el evento apocalíptico es mucho mayor de lo que imaginan, y ante el surgimiento de una nueva amenaza letal, adquieren la convicción de que sus días están contados.

Esta suerte de secuela o derivado de la película “Bird Box”, del 2018, resulta críptica y confusa. Como conocemos la esencia de la trama (el no mirar para no ser infectados), pierde un punto importante en el aura de suspenso que quiere proyectar. Tal vez por lo mismo, este thriller sobre supervivencia, con elementos de ciencia ficción y terror, no logra posicionarse claramente en un espacio que genere algún tipo de empatía, como sí sucedía con la cinta original.

Escrita y dirigida por Alex Pastor y David Pastor, y basada en la novela de Josh Malerman, “Bird Box Barcelona”, se ahoga en sus mismos sucesos y pareciera sucumbir a la fuerza sobrenatural de un relato que no termina de cuajar. Ni siquiera la prestancia y solidez de Mario Casas en el rol principal, logra sacarla de una modorra argumental que incluye mucho de onírico, irreal e imaginativo.

Si bien se trata de una película sobre el “no mirar”, el guion intenta buscar y hacer evidentes sus signos, algo así como mensajes que sean interpretables y que puedan entregar una cierta fundamentación a los eventos que suceden en el camino que recorren sus protagonistas, lo que parece ser una contradicción. Tampoco resulta, y es curioso, contar la historia en forma no estrictamente lineal, cuando habitualmente este recurso técnico ayuda bastante cuando la planicie narrativa no tiene muchas aristas desde las cuales sostenerse.

En resumen, una lástima; tenía muchas más expectativas en varios sentidos. Al pretender más de lo que en realidad es, justamente por la descrita falta de sustento, la película resulta frustrante al poco andar, y sus 110 minutos de duración se hacen extensos. Un paso en falso que no funciona, a pesar de haber tenido mucho a su favor para construir una sólida historia que permitiera el lucimiento de su estrella protagónica.

Ficha técnica

Título original: Bird Box Barcelona
Año: 2023
Duración: 110 minutos
País: España
Compañías: Nostromo Pictures, Dylan Clark Productions, Chris Morgan Productions, Netflix. Distribuidora: Netflix
Género: Terror. Ciencia ficción. Thriller | Pandemias. Futuro postapocalíptico. Thriller psicológico. Supervivencia. Sobrenatural
Guion: Alex Pastor, David Pastor. Novela: Josh Malerman
Música: Zeltia Montes
Fotografía: Daniel Aranyó
Reparto: Mario Casas, Alejandra Howard, Georgina Campbell, Naila Schuberth, Diego Calva, Leonardo Sbaraglia, Lola Dueñas, Patrick Criado, Gonzalo de Castro
Dirección: Álex Pastor, David Pastor 

jueves, 10 de agosto de 2023

El libro de los deseos

Sinopsis: La vida de Thelma da un giro trágico cuando un accidente deja en coma a su hijo Louis, de 12 años. Decidida a despertarlo por todos los medios, acepta el alocado reto de completar una a una las "10 cosas que hay que hacer antes del fin del mundo", que el niño había escrito en su diario, para mostrarle todas las cosas maravillosas que ofrece la vida. Este viaje a través de los sueños de su hijo preadolescente la llevará mucho más lejos de lo que nunca había imaginado, llegando a reavivar sus propias ganas de vivir.


Un hecho inesperado trastoca absolutamente la vida. Y aún más si se trata del accidente que afecta a un hijo y lo deja en estado de coma durante semanas. ¿Qué hacer? Parece que las esperanzas se diluyen como agua entre los dedos. El deseo -lo único, tal vez, porque no hay nada más importante-, es su recuperación, incluso a costa de la propia vida. Esto es exactamente lo que le sucede a Thelma -Alexandra Lamy-, cuando Louis -Hugo Questel-, queda postrado en cama luego de un grave atropello; solo espera que ocurra un milagro.

Es posible que la primera reacción sea de rebelión, junto con una mezcla de tristeza y decepción absoluta. Continuar la vida así parece algo inconcebible, y es lo que esta película dirigida por Lisa Azuelos logra transmitir en sus primeros 15 minutos. La secuencia inicial es ágil, salta de lo cotidiano a lo profundo sin mediar demasiada elaboración, y aunque sepamos lo que está por venir, igualmente nos toma por sorpresa.

Basada en la novela “La cámara de las maravillas”, escrita por Julien Sandrel y publicada el año 2018, la historia pronto se convierte en un testimonio de tesón y complicidad, donde el deseo de realizar aquellas cosas pendientes declaradas por Louis, apela a una sensibilidad y humanidad que va más allá de cualquier frontera, limitación o simple compromiso.

Es cierto que estamos frente a un drama que es tratado en forma convencional, carente de sorpresas o giros que desvíen nuestra atención hacia algo diferente a la médula del relato. Es por ello, quizá, que el metraje resulte evidente, y que cada ciertos minutos tengamos la sensación de estar viendo algo que ya hemos visto en numerosas oportunidades. Aún así, gracias a su prolija estética y una manera cercana y suave de filmar, la directora nos conduce en forma suave hacia una empatía natural con esta madre desesperada y su carrera contra el tiempo por conseguir sus objetivos.

Hay preguntas de contexto que limitan un poco la magia que presenta este filme, y que tienen más que ver con situaciones prácticas que con los sueños y esperanzas depositadas en cumplir la lista de deseos. Por ejemplo, el trabajo de Thelma, o los recursos económicos involucrados, la afectividad de un par de personajes secundarios, y una incógnita mayor que refiere al padre del adolescente. Aún así, el guion elaborado por Juliette Sales y Fabien Suarez se las arregla para transitar rápido y evitar cuestionamientos más de fondo, en una muestra palpable que una buena escritura es capaz de salvar tropiezos narrativos y carencias argumentales.

“La chambre des merveilles”, que primero es percibida como una historia centrada en el menor accidentado, se revela como una película que apunta a la realización personal de la protagonista y que trasciende a su hijo. Finalmente, aquella lista del joven se transforma en “su lista”, algo que comienza a ejecutar “por ella” y también “para ella”, inseparable por cierto de la condición y futuro de Louis, pero que en un punto clave se funde y luego se separa de aquello en carriles que exigen tomar opciones. Ante decisiones importantes, convicción; en el momento en que la vida se nos enfrenta, y que puede sacar lo peor o lo mejor de cada uno, el camino a elegir es una decisión íntima y personal. De ello depende el futuro, porque hay situaciones que no podemos controlar pero sí nuestras reacciones y acciones. Probablemente aquello permita acercarnos a una aceptación más madura y consciente de la realidad, un punto de inflexión que con deseo de salir adelante, construya el porvenir.

Ficha técnica

Título original: La chambre des merveilles
Año: 2023
Duración: 98 minutos
País: Francia
Compañías: M6 Films, Jerico, SND Films, Orange Cinéma Séries, Ciné+
Género: Drama | Familia. Maternidad. Enfermedad
Guion: Juliette Sales, Fabien Suarez. Novela: Julien Sandrel
Reparto: Alexandra Lamy, Muriel Robin, Hugo Questel, Xavier Lacaille, Martine Schambacher, Camira Amourache, Eye Haidara, Rafi Pitts
Dirección: Lisa Azuelos

lunes, 7 de agosto de 2023

Megalodón 2: El gran abismo

Qué difícil resulta comentar esta película; por dónde partir, qué aspectos analizar, cuál foco priorizar. Y no es debido a que haya mucho que decir, sino más bien lo contrario, por eso intentaré un ejercicio formal diferente esta vez.

Realización: Tal vez es el mejor aspecto del filme, una fotografía amplia de paisajes en superficie y al interior de un oscuro mundo submarino, lo que marca un fuerte contraste. Los efectos especiales no molestan, no son groseros, se dejan ver y fluyen, aunque los hayamos observado mil veces.

Trama: Lo más débil es el relato, sin sentido ni sustento que logre soportar un guion que no está al servicio de la historia sino que se encuentra totalmente capturado por la acción.

Actuaciones: Destaca el imbatible Jason Statham, sin embargo el resto del coro es un poquito más que arroz graneado, con escaso desarrollo y en ocasiones, incluso, sobrante en ciertas escenas.

Música: Ubicada en un muy segundo plano, y eso que la partitura es un interesante acompañamiento para varias secuencias, pero se pierde inexorablemente en las profundidades.

Acrobacias: Acá tenemos de todo, algunas funcionan harto bien pero otras se caen totalmente porque no tienen ninguna posibilidad de ser creíbles.

Terror: Poco y nada, salvo las mandíbulas batientes en primer plano de los magalodones ávidos de comerse todo lo que encuentran a su paso.

Monstruos: Aparte de los tiburones gigantes tenemos un pulpo a escala mayor que hace verse pequeño a cualquier otro espécimen, por más letal que sea; interesante.

Entretención: Irregular, mediana, incluso algo pobre diría yo, sobre todo en sus primeros dos tercios. El conflicto entre buenos y malos se come bastante rato al Megalodón, y aunque no profundiza, intenta ser complicado para tener un grado de relevancia que no logra conseguir.

En resumen, “Meg 2: The Trench”, correctamente dirigida por Ben Wheatley -tampoco tenía en sus manos un gran material con el que construir una mejor historia-, apenas flota, y queda a merced de sus propias vulnerabilidades. Acá, cualquier valoración estética o argumental poco vale, lo que prima es la taquilla y la recaudación, asunto que dará o no lugar a una siguiente parte si las cifras son lo suficientemente azules como para apostar nuevamente algunas fichas a estos portentosos escualos que, de cuando en vez, son sacados de las profundidades del mar para ser protagonistas de una nueva historia de sangre y destrucción.

Ficha técnica

Título original: Meg 2: The Trench
Año: 2023
Duración: 116 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Coproducción Estados Unidos-China; Apelles Entertainment, China Media Capital, Flagship Entertainment Group, Gravity Pictures, Maeday Productions. Distribuidora: Warner Bros.
Género: Ciencia ficción. Terror | Secuela. Tiburones. Monstruos
Guion: Dean Georgaris, Erich Hoeber, Jon Hoeber. Personaje: Steve Alten
Fotografía: Haris Zambarloukos
Reparto: Jason Statham, Wu Jing, Sophia Cai, Page Kennedy, Sergio Peris-Mencheta, Skyler Samuels, Cliff Curtis.
Dirección: Ben Wheatley

jueves, 3 de agosto de 2023

La vaca que cantó una canción hacia el futuro

Una preciosa fotografía del sur de Chile enmarca la historia. Mientras observamos el daño ecológico, señales claras de destrucción y muerte, emerge desde el fondo del Río Cruces una mujer. Pronto sabremos que se trata de Magdalena -Mía Maestro-, quién está como en estado de trance. No habla pero comunica, mientras deambula. Cuando llega al pueblo, incide en los aparatos electrónicos; y un hombre mayor, al verla a través de una ventana, cae súbitamente al suelo.

El paralelo es la ciudad, Santiago. La doctora Cecilia -Leonor Varela-, absorta en su profesión, poco espacio comparte con sus dos hijos, sin embargo ante una llamada de su hermano Bernardo -Marcial Tagle-, viaja con ellos al sur pues su padre se encuentra internado. Ha sufrido un infarto.

No demoramos en armar la historia. Enrique -Alfredo Castro-, es el hombre mayor que vimos desplomarse. ¿La causa? Ver a su esposa fallecida -Magdalena-, aparecer de pronto. La perdió hace años, en forma trágica, y ahora vuelve convertida en un fantasma, o un espíritu, un alma en pena que regresa sin pedir ni hacer nada, pero que hace que este hombre implore perdón.

El negocio familiar es el “cuidado” de vacas. Lo pongo entre paréntesis porque se trata de una factoría de leche, y vemos lo cruel que puede resultar -incluso a escala no industrial-, esa dinámica. Y se nota que hay temas pendientes. La partida de esta esposa y mamá no es clara. Vemos la prensa. Una mujer desapareció en el río y su cuerpo nunca fue encontrado. ¿Suicidio? ¿Causas? ¿Otros motivos? La pérdida familiar habla de deudas emocionales, hay también rechazo por parte de Cecilia; el tema, aparentemente no es tema, pero sigue latente, vigente.

Con una fotografía de lujo a cargo de Inti Briones y una interesante partitura compuesta por Pierre Desprats, el debut de Francisca Alegría resulta interesante. El guion, compuesto por ella misma junto a Manuela Infante y Fernanda Urrejola posee un movimiento lento, cadencioso, y genera bastante intriga. ¿Estamos ante algo sobrenatural o imaginario? ¿O hay algo místico, con mensajes en clave que claman ser descifrados? Lo que sí está claro es que presenciamos una apuesta arriesgada, experimental, y en extremo sensitiva.

Lo paranormal y mágico lo provoca esta visita del pasado a un presente donde la muerte y el arrepentimiento conviven llenos de dudas y secretos. Asimismo, el desastre natural que produce la contaminación y envenenamiento sobre el río, cruza la esencia del relato con una denuncia concreta, un urgente grito de alarma y alerta respecto al daño infringido a la naturaleza y a nosotros mismos.

Hay en esta cinta una búsqueda de reencuentro, o tal vez una fusión, la necesidad de rescatar y al mismo tiempo renacer. El pasado debe ser enfrentado con decisión para así arreglar cuentas. Eso puede conducir a un futuro reconciliado, siempre y cuando la búsqueda de perdón sea noble y genuina.

Dentro de lo interesante que resulta esta película, hay una irregularidad que es difícil de describir y que tiene que ver con el desarrollo de sus personajes. Cada uno es un propio mundo y aquello lo observamos y podemos diferenciarlo bien. El tema es que algo pasa cuando interactúan. Allí no funcionan tan bien como cuando son entidades individuales. Algo sucede con lo colectivo, en la unión, en las relaciones. Además, es evidente la diferente profundidad que consigue cada actor con las herramientas dramáticas con las que cuenta. En eso se separa, por ejemplo, el papel de Leonor Varela -que tiene bastante tiempo en pantalla-, del rol de Marcial Tagle, o del mismo Alfredo Castro, quienes logran en lapsos bastante breves, caracterizar con mayor detalle a sus personajes. En esto, también se escapan los hijos de Cecilia, sobre todo el mayor, con su propia búsqueda de identidad que funciona mucho mejor en solitario que en la relación con su entrono.

“La vaca que cantó una canción hacia el futuro” es una fábula y también una metáfora. La duda que queda es sobre su sentido más profundo, o dicho de otro modo, sobre qué nos quiere sugerir y comunicar. Al ser una cinta de plano subjetiva, se transforma al mismo tiempo en indescifrable. Sus múltiples lecturas -y capas-, constituyen un gran mérito, sin embargo la hacen una obra eminentemente interpretativa. Es posible que luego de verla, tengamos tantas versiones como personas la observemos, y eso sin duda es valioso. No obstante, también sería interesante tener más pistas, no necesariamente explícitas, para orientar tanto el sentido como la virtud del relato.

Buen debut de Francisca Alegría, decidido y valiente, una voz nueva que desafía lo tradicional, capaz de incursionar en un ámbito complejo debido a su alto grado de abstracción.

Ficha técnica

Título original: La vaca que cantó una canción hacia el futuro
Año: 2022
Duración: 98 minutos
País: Chile
Compañías: Coproducción Chile-Francia-Estados Unidos-Alemania; Bord Cadre Films, Dialectic, Jirafa, Sovereign Films, Wood Producciones
Género: Drama | Vida rural. Familia
Guion: Francisca Alegría, Manuela Infante, Fernanda Urrejola
Música: Pierre Desprats
Fotografía: Inti Briones
Reparto: Reparto: Leonor Varela, Mía Maestro, Alfredo Castro, Luis Dubó, Marcial Tagle, Laura Del Rio Rios, Enzo Ferrada Rosati
Dirección: Francisca Alegría