Han pasado tres años desde los eventos de la primera película y Moana parece estar más feliz que nunca al lado de su familia y de su gente, aunque persiste en ella una inquietud que no la deja tranquila. Moana quiere ir más allá y explorar. Intuye que hay un mundo desconocido que la espera y que es vital para el desafío de liderar a su comunidad.
Cuando se hacen presentes los antepasados, su llamado es clave. ¿La misión? Romper el maleficio del dios Nalo y conectar a la gente del océano a través de la isla oculta de Motufetu. El camino no es sencillo. Debe armarse de valor, formar su propio equipo y embarcarse hacia los lejanos mares de Oceanía. Pero no está sola. En esta aventura la acompañan sus inseparables amigos y, por supuesto, el semidios Maui, con quienes deberá enfrentar a viejos y nuevos enemigos, incluidos los Kakamoras y la diosa del inframundo Matangi.
Visualmente, esta segunda película de Disney resulta tan deslumbrante como la primera. Desde un comienzo existe preocupación máxima por infinitos detalles. Como muestra un botón: la composición del pelo de Moana y la forma ondulante cómo este se mueve. La música es arrebatadora. Colabora enormemente para marcar los caracteres de personajes que transitan por animaciones veloces que, en general, casi no dan tregua. ¡Qué decir del colorido! Exuberante, con una paleta vibrante que queda impresa en la retina, con verdes y azules intensos combinados con colores pasteles que brillan también dentro de un conjunto estético perfectamente organizado.
La trama aborda temáticas profundas de manera sencilla y lúdica. Destaca la presencia de los ancestros, estos valorados antepasados que sirven de guía y de compañía, y respetados debido a su conexión con la historia. Asimismo, el sentido de comunidad está presente siempre, al igual que el valor de la familia como vínculo fundamental, bellamente retratado en su relación con Simea, su pequeña hermanita. La diversidad es otro mensaje importante de la cinta, reflejado en las cualidades únicas de cada personaje, como también por lo que representan algunos otros secundarios que por momentos se roban la película.
En “Moana 2” la entretención está garantizada. Esta esperada segunda parte, llena de aventuras continuas y mucho humor, resulta graciosa, amable y tremendamente positiva. La forma de presentar la naturaleza y sus diversas criaturas es muy atractiva, y la relación que se da entre todos, a todo nivel, abre una ventana de esperanza para el mundo actual. Es cierto que es una película destinada a un público infantil; sin embargo es mucho más transversal de lo que parece. Los que somos niños de corazón también podemos disfrutar de esta fábula animada, pues abriga mensajes que pueden quedar resonando fuertemente, y que son ideales para conversar con los más pequeños después de verla.
“¿Quién dijo que todo está perdido?”, preguntaba Fito Páez en su canción. Moana nos enseña con su carácter, decisión y entrega, que hay mucho por hacer y que efectivamente no está todo perdido cuando se persigue honestamente el bien común. “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, responde Fito, y Moana lo hace realidad con una generosidad a toda prueba, y literalmente, contra viento y marea.
Ficha técnica
Título original: Moana 2
Año: 2024
Duración: 99 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Walt Disney Animation Studios. Distribuidora: Walt Disney Pictures
Género: Animación. Aventuras. Fantástico | Secuela
Guion: Jared Bush, Dana Ledoux Miller. Historia: Jared Bush, Dana Ledoux Miller, Rebekah F. Smith
Música: Opetaia Foa'i, Mark Mancina, Abigail Barlow, Emily Bear
Fotografía: Animación
Reparto: Auliʻi Cravalho, Dwayne Johnson, Temuera Morrison, Nicole Scherzinger, Rachel House y Alan Tudyk
Dirección: David G. Derrick Jr., Jason Hand, Dana Ledoux Miller
viernes, 29 de noviembre de 2024
miércoles, 27 de noviembre de 2024
Los Hiperbóreos
Sinopsis: La actriz y psicóloga Antonia Giesen decide filmar un guión revelado por una voz dentro de la mente de uno de sus pacientes. Buscando la colaboración del dúo de cineastas León & Cociña, elaboran un cruce de teatro, ciencia ficción, animación y biopic fabulado, poblado de mundos paralelos y perseguido por la sombra de un escritor nazi chileno, Miguel Serrano, como figura demoníaca.
Esta película lleva el sello de los directores Joaquín Cociña y Cristóbal León. Y tal vez eso es bastante más que un sello, porque estamos ante un estilo particular que mezcla varios géneros y se propone innovar en cada uno de ellos. Si vamos por parte, el argumento es bastante claro, hasta clásico podríamos decir, cuando reconstruye los pasos del mencionado escritor chileno. Pero esa es solo una línea, porque varias más se entrelazan a partir de la historia central presentada por la actriz principal en su faceta de psicóloga profesional, cuyas vertientes se funden con el protagonismo de los mismos directores.
En este trabajo prima la forma por sobre el fondo, al menos en mi percepción, y esta opción distrae y tiende a desenfocar, nublando el verdadero hilo conductor del relato. No resulta fácil comprender las secuencias, sobre todo porque constantemente se está moviendo el eje central. Pasamos de una arista a otra sin cerrar completamente, mientras se abren nuevas puertas hacia satélites que empiezan a brillar poco a poco.
Uno de los aspectos más interesantes es el montaje que propone esta obra audiovisual. No podemos anticipar ninguna jugada, porque todo va y viene con rapidez y frescura. Debemos estar atentos, porque la estructura se va llenando de símbolos y figuras etéreas. Todo esto se da, en parte, por la mezcla de acción en vivo, stop-motion, títeres y otros recursos artísticos que sirven para ilustrar una biografía poco convencional del poeta Serrano, reconocido por su cercanía con las filosofías neonazis.
“Los hiperbóreos” es una obra abstracta, propia de un surrealismo que desafía la imaginación y que puede transformarse en algo complejo e incluso desagradable. Por momentos, todos los elementos parecen estar en una batidora de la que no sabemos qué podría salir. Sin embargo, los realizadores logran sortear con éxito algunos nudos que podrían frenar en seco cualquier intento de avance multilineal.
En algo en que tal vez podemos estar de acuerdo con los cineastas es que lo que observamos se trata de un viaje. En ese sentido, surgen de inmediato algunas preguntas: ¿es un viaje interno, tiene algún destino, o está radicado en el mundo interior de sus personajes, enraizado como una búsqueda propia y vital? Aflora allí la temporalidad; el pasado, con los padres de Antonia -Chile, Alemania, el Nazismo-; el presente, con la recreación del momento; y el futuro, con la definición de diferentes avatares.
El que el guion remita a una película ya filmada, robada desde las oficinas de la producción, entrega el piso para construir una recreación de la misma en 360 grados, y que no distingue entre cuadros principales o accesorios complementarios. En la escena todo se funde, al igual que los elementos artísticos, la vida, la política, la historia de nuestro país y la llegada a esa “tierra hueca” que tal vez represente el vacío absoluto o la mayor de las esperanzas.
León & Cociña nos presentan un desafío. Se trata de cine experimental, un laboratorio que requiere ser analizado e interpretado. Sigue la línea de películas complejas de ver y ricas en elementos para debatir posteriormente. Es, sin duda, una apuesta que juega cartas altas con el riesgo de quedarse con el naipe en la mano, sin poder descartarse. Acaso este sería su mayor mérito; apostar a ganador con una propuesta diferente y enrevesada, una madeja llena de enlaces que debemos ser capaces de unir para intentar llegar a la esencia del mensaje a transmitir. ¿Podremos hacerlo?
Ficha técnica
Título original: Los hiperbóreos
Año: 2024
Duración: 71 minutos
País: Chile
Compañías: León & Cociña Films, Globo Rojo Films
Género: Animación | Surrealismo. Histórico
Guion: Joaquín Cociña, Cristóbal León, Alejandra Moffat
Música: Valo Sonoro
Fotografía: Animación, Natalia Medina Leiva
Reparto: Antonia Giesen, Francisco Visceral, Jaime Vadell, Marcelo Liápiz, Álvaro Morales.
Dirección: Joaquín Cociña, Cristóbal León
Esta película lleva el sello de los directores Joaquín Cociña y Cristóbal León. Y tal vez eso es bastante más que un sello, porque estamos ante un estilo particular que mezcla varios géneros y se propone innovar en cada uno de ellos. Si vamos por parte, el argumento es bastante claro, hasta clásico podríamos decir, cuando reconstruye los pasos del mencionado escritor chileno. Pero esa es solo una línea, porque varias más se entrelazan a partir de la historia central presentada por la actriz principal en su faceta de psicóloga profesional, cuyas vertientes se funden con el protagonismo de los mismos directores.
En este trabajo prima la forma por sobre el fondo, al menos en mi percepción, y esta opción distrae y tiende a desenfocar, nublando el verdadero hilo conductor del relato. No resulta fácil comprender las secuencias, sobre todo porque constantemente se está moviendo el eje central. Pasamos de una arista a otra sin cerrar completamente, mientras se abren nuevas puertas hacia satélites que empiezan a brillar poco a poco.
Uno de los aspectos más interesantes es el montaje que propone esta obra audiovisual. No podemos anticipar ninguna jugada, porque todo va y viene con rapidez y frescura. Debemos estar atentos, porque la estructura se va llenando de símbolos y figuras etéreas. Todo esto se da, en parte, por la mezcla de acción en vivo, stop-motion, títeres y otros recursos artísticos que sirven para ilustrar una biografía poco convencional del poeta Serrano, reconocido por su cercanía con las filosofías neonazis.
“Los hiperbóreos” es una obra abstracta, propia de un surrealismo que desafía la imaginación y que puede transformarse en algo complejo e incluso desagradable. Por momentos, todos los elementos parecen estar en una batidora de la que no sabemos qué podría salir. Sin embargo, los realizadores logran sortear con éxito algunos nudos que podrían frenar en seco cualquier intento de avance multilineal.
En algo en que tal vez podemos estar de acuerdo con los cineastas es que lo que observamos se trata de un viaje. En ese sentido, surgen de inmediato algunas preguntas: ¿es un viaje interno, tiene algún destino, o está radicado en el mundo interior de sus personajes, enraizado como una búsqueda propia y vital? Aflora allí la temporalidad; el pasado, con los padres de Antonia -Chile, Alemania, el Nazismo-; el presente, con la recreación del momento; y el futuro, con la definición de diferentes avatares.
El que el guion remita a una película ya filmada, robada desde las oficinas de la producción, entrega el piso para construir una recreación de la misma en 360 grados, y que no distingue entre cuadros principales o accesorios complementarios. En la escena todo se funde, al igual que los elementos artísticos, la vida, la política, la historia de nuestro país y la llegada a esa “tierra hueca” que tal vez represente el vacío absoluto o la mayor de las esperanzas.
León & Cociña nos presentan un desafío. Se trata de cine experimental, un laboratorio que requiere ser analizado e interpretado. Sigue la línea de películas complejas de ver y ricas en elementos para debatir posteriormente. Es, sin duda, una apuesta que juega cartas altas con el riesgo de quedarse con el naipe en la mano, sin poder descartarse. Acaso este sería su mayor mérito; apostar a ganador con una propuesta diferente y enrevesada, una madeja llena de enlaces que debemos ser capaces de unir para intentar llegar a la esencia del mensaje a transmitir. ¿Podremos hacerlo?
Ficha técnica
Título original: Los hiperbóreos
Año: 2024
Duración: 71 minutos
País: Chile
Compañías: León & Cociña Films, Globo Rojo Films
Género: Animación | Surrealismo. Histórico
Guion: Joaquín Cociña, Cristóbal León, Alejandra Moffat
Música: Valo Sonoro
Fotografía: Animación, Natalia Medina Leiva
Reparto: Antonia Giesen, Francisco Visceral, Jaime Vadell, Marcelo Liápiz, Álvaro Morales.
Dirección: Joaquín Cociña, Cristóbal León
lunes, 25 de noviembre de 2024
Un muñeco de nieve para derretirse
¿Quieren desconectarse un poco en estos días? Tenemos aquí una opción liviana con un toque navideño, algo de comedia, y también uno que otro guiño reflexivo. ¿De qué se trata? Veamos.
Kathy Barrett -Lacey Chabert-, es dueña del Kathy's Kafe en pleno centro de Hope Springs, Nueva York. Recientemente ha perdido a su esposo por lo que se encuentra triste y deprimida. Además, problemas domésticos la agobian, tiene averiada la calefacción en su casa, el techo que gotea y una tabla de su escalera en pésimo estado. Al llevarle una colación a sus amigos de la tienda de ropa "Reclaimed Rags”, amorosamente le regalan una bufanda roja "destinada" para ella. La animan, con esto, a buscar felicidad después del duelo. Pero al regresar a casa, Kathy observa varias esculturas de nieve, pone la bufanda en un musculoso muñeco y le toma una foto. Sin que ella siquiera lo sospeche, el muñeco cobra vida, y sus aventuras comienzan a transitar entre el frío polar ambiente y el calor de hogar.
No resulta sencillo, sobre todo en estos tiempos, crear algo nuevo sobre las fiestas de fin de año. O son temas derechamente románticos y familiares, o bien aventuras en tono fantasioso que se escapan del ámbito de lo material y concreto. No obstante, en esta película, el guion escrito por Russell Hainline emprende camino hacia una arista que la hace un poquito distinta, aunque ya hayamos visto temáticas similares.
La idea de dar vida a un muñeco es de larga data, pero en este caso, la figura de nieve se transforma en la gran atracción para un pequeño pueblo que vive fuertemente el sentido de comunidad. Como un ángel caído del cielo, no solo para nuestra protagonista, Jack se las arregla para solucionar cada uno de los problemas con los que se encuentra en el camino. Dueño de una simpatía deslumbrante y un físico hecho a mano, el actor Dustin Milligan da vida a un personaje sencillo, ingenuo y libre de cualquier contaminación terrena.
“Hot Frosty” no desperdicia tiempo en detalles innecesarios y tampoco es necesario ser avezado para pronosticar lo que sucederá en el camino. La idea es disfrutar de esta entretención y dejarse llevar por un halo de misterio improbable que solo puede ser posible gracias a la magia que nos trae el tiempo de Navidad. Las formas de superar un duelo pueden ser muchas y diversas, pero tal vez la forma presentada sea una de las más reconfortantes.
Recibir un regalo de Navidad de esta naturaleza puede ayudar, y mucho. Pero también, aunque bastante oculto, podríamos encontrar el valor de dar vida que aún posee una persona que ha perdido lo más preciado para ella en el mundo. ¿Con cuál de estas dos hipótesis se quedan ustedes? A mí me gusta la segunda, pero solo si queremos ir un poco más allá en este filme grato y simpático, ideal para pasarlo bien una tranquila tarde de domingo.
Ficha técnica
Título original: Hot Frosty
Año: 2024
Duración: 90 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Coproducción Estados Unidos-Canadá; Muse Entertainment, Muse Entertainment LLC. Distribuidora: Netflix
Género: Comedia. Romance. Fantástico | Comedia romántica. Navidad
Guion: Russell Hainline
Música: Ari Posner
Fotografía: Eric Cayla
Reparto: Lacey Chabert, Dustin Milligan, Katy Mixon Greer, Lauren Holly, Chrishell Stause, Joe Lo Truglio, and Craig Robinson
Dirección: Jerry Ciccoritti
Kathy Barrett -Lacey Chabert-, es dueña del Kathy's Kafe en pleno centro de Hope Springs, Nueva York. Recientemente ha perdido a su esposo por lo que se encuentra triste y deprimida. Además, problemas domésticos la agobian, tiene averiada la calefacción en su casa, el techo que gotea y una tabla de su escalera en pésimo estado. Al llevarle una colación a sus amigos de la tienda de ropa "Reclaimed Rags”, amorosamente le regalan una bufanda roja "destinada" para ella. La animan, con esto, a buscar felicidad después del duelo. Pero al regresar a casa, Kathy observa varias esculturas de nieve, pone la bufanda en un musculoso muñeco y le toma una foto. Sin que ella siquiera lo sospeche, el muñeco cobra vida, y sus aventuras comienzan a transitar entre el frío polar ambiente y el calor de hogar.
No resulta sencillo, sobre todo en estos tiempos, crear algo nuevo sobre las fiestas de fin de año. O son temas derechamente románticos y familiares, o bien aventuras en tono fantasioso que se escapan del ámbito de lo material y concreto. No obstante, en esta película, el guion escrito por Russell Hainline emprende camino hacia una arista que la hace un poquito distinta, aunque ya hayamos visto temáticas similares.
La idea de dar vida a un muñeco es de larga data, pero en este caso, la figura de nieve se transforma en la gran atracción para un pequeño pueblo que vive fuertemente el sentido de comunidad. Como un ángel caído del cielo, no solo para nuestra protagonista, Jack se las arregla para solucionar cada uno de los problemas con los que se encuentra en el camino. Dueño de una simpatía deslumbrante y un físico hecho a mano, el actor Dustin Milligan da vida a un personaje sencillo, ingenuo y libre de cualquier contaminación terrena.
“Hot Frosty” no desperdicia tiempo en detalles innecesarios y tampoco es necesario ser avezado para pronosticar lo que sucederá en el camino. La idea es disfrutar de esta entretención y dejarse llevar por un halo de misterio improbable que solo puede ser posible gracias a la magia que nos trae el tiempo de Navidad. Las formas de superar un duelo pueden ser muchas y diversas, pero tal vez la forma presentada sea una de las más reconfortantes.
Recibir un regalo de Navidad de esta naturaleza puede ayudar, y mucho. Pero también, aunque bastante oculto, podríamos encontrar el valor de dar vida que aún posee una persona que ha perdido lo más preciado para ella en el mundo. ¿Con cuál de estas dos hipótesis se quedan ustedes? A mí me gusta la segunda, pero solo si queremos ir un poco más allá en este filme grato y simpático, ideal para pasarlo bien una tranquila tarde de domingo.
Ficha técnica
Título original: Hot Frosty
Año: 2024
Duración: 90 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Coproducción Estados Unidos-Canadá; Muse Entertainment, Muse Entertainment LLC. Distribuidora: Netflix
Género: Comedia. Romance. Fantástico | Comedia romántica. Navidad
Guion: Russell Hainline
Música: Ari Posner
Fotografía: Eric Cayla
Reparto: Lacey Chabert, Dustin Milligan, Katy Mixon Greer, Lauren Holly, Chrishell Stause, Joe Lo Truglio, and Craig Robinson
Dirección: Jerry Ciccoritti
viernes, 22 de noviembre de 2024
Deepfaked
Una cautivante premisa presenta esta cinta escrita y dirigida por Iñaki Velásquez. En solo 31 minutos, despliega una buena cantidad de elementos que actualmente se encuentran en el ojo del huracán. Veamos.
Los antecedentes señalan que estamos en medio de una campaña presidencial en la que deepfakes con contenido generado por inteligencia artificial se han vuelto un dolor de cabeza para la jefa del comando de la candidata Danka Marull -Katty Kowaleczko. Priscilla Ebers -Tamara Acosta-, sospecha que ha sido alguien de su misma oficina quien ha falseado contenido de su contrincante.
Primero surge lo más evidente. Una elección presidencial en Chile que enfrenta a dos candidatas mujeres. ¿Pasado? ¿Futuro? Aunque no es tan trascendente, porque el segundo punto es que la campaña ha traspasado varios límites. La película comienza con un video de la contrincante de Danka, el que puede otorgarle dividendos políticos, pero resulta que es falso. Dos temas acá. Uno, el logrado truco que hace parecer reales las declaraciones de la candidata; y dos, que la procedencia del video sea del comando opositor a ella.
Vamos un poco más adentro entonces. La pregunta que emerge es qué hacer con todo esto. Priscilla, asumiendo valientemente su responsabilidad, comienza a investigar, pide ayuda, consulta, pregunta, y lo que recibe de vuelta es una bofetada. Todo apunta a su comando, pero nadie asume nada. El encargado de Redes Sociales está “en llamas” con los últimos acontecimientos de la campaña. Solo importan los números, los “likes”, el impacto en la opinión pública. Y todo aquello va en alza sostenida. Entonces, Priscilla recurre directamente a la candidata, y es la misma Danka la que termina por sepultar toda posibilidad de esperanza. Priscilla se queda sola, sin piso, y en ese momento se hace evidente lo más trascendente: cuál es su convicción moral, aquellos principios intransables que pueden poner en riesgo el ganar una elección.
Dos subtramas se tejen en paralelo a la historia principal. El tema familiar de Priscilla, y su relación con Danka. Sin profundizar, el director deja claras las piezas para que armemos rápidamente el mapa y entendamos mejor las acciones que lleva a cabo la jefa de campaña. No es necesario ahondar más, los quiebres son tan claros como el agua, y el daño, profundo como un océano.
Excelentes actuaciones de Tamara Acosta y Katty Kowaleczko, sensibles, emotivas, y al mismo tiempo violentas, fuertes y sinceras. Es una lástima que los personajes secundarios no estén a la misma altura, porque la diferencia es demasiado grande, no solo en sus diálogos, sino que también en posturas corporales, miradas y actitudes.
El tema de la inteligencia artificial captura el debate actual. ¿Usarla, no usarla? Beneficios y ventajas, versus falencias y pérdida de autenticidad. La película no toma una opción, pero sí nos hace ver, al menos, algunos de sus peligros. Y no están en la tecnología, sino en la manera cómo la utilizamos. Hace mucho tiempo que la falsedad se ha tomado los espacios públicos digitales con audios falsos y videos falsos. No es de ahora, esto lleva años. El tema es que actualmente las herramientas para crearlos están disponibles casi para todo el mundo y de forma prácticamente gratuita, y tal vez por ello el riesgo es aún mayor.
Quizás sin proponérselo, esta apuesta de Iñaki Velásquez se decanta por sensibilizar acerca de este tema que está en boga aportando una mirada lúcida respecto a las prioridades que están en juego. Primero, la verdad, segundo, la convicción moral en el actuar, y tercero, firmes principios que hagan frente a potentes efectos desestabilizadores. ¿Cómo se consigue todo esto? No hay recetas, sin embargo intuyo que la respuesta va por el camino de la educación y el discernimiento en valores. Y esto ha sido y sigue siendo fundamental, con o sin inteligencia artificial.
Disponible en YouTube.
Ficha técnica
Título original (Español): Deepfaked_
Título en Inglés: Deepfaked_
Formato: Cortometraje
Género: Ficción
Sub-género: Drama / Thriller
Duración: 31 minutos
Año: 2024
Productora: Prismático Cine / Mags Films
Los antecedentes señalan que estamos en medio de una campaña presidencial en la que deepfakes con contenido generado por inteligencia artificial se han vuelto un dolor de cabeza para la jefa del comando de la candidata Danka Marull -Katty Kowaleczko. Priscilla Ebers -Tamara Acosta-, sospecha que ha sido alguien de su misma oficina quien ha falseado contenido de su contrincante.
Primero surge lo más evidente. Una elección presidencial en Chile que enfrenta a dos candidatas mujeres. ¿Pasado? ¿Futuro? Aunque no es tan trascendente, porque el segundo punto es que la campaña ha traspasado varios límites. La película comienza con un video de la contrincante de Danka, el que puede otorgarle dividendos políticos, pero resulta que es falso. Dos temas acá. Uno, el logrado truco que hace parecer reales las declaraciones de la candidata; y dos, que la procedencia del video sea del comando opositor a ella.
Vamos un poco más adentro entonces. La pregunta que emerge es qué hacer con todo esto. Priscilla, asumiendo valientemente su responsabilidad, comienza a investigar, pide ayuda, consulta, pregunta, y lo que recibe de vuelta es una bofetada. Todo apunta a su comando, pero nadie asume nada. El encargado de Redes Sociales está “en llamas” con los últimos acontecimientos de la campaña. Solo importan los números, los “likes”, el impacto en la opinión pública. Y todo aquello va en alza sostenida. Entonces, Priscilla recurre directamente a la candidata, y es la misma Danka la que termina por sepultar toda posibilidad de esperanza. Priscilla se queda sola, sin piso, y en ese momento se hace evidente lo más trascendente: cuál es su convicción moral, aquellos principios intransables que pueden poner en riesgo el ganar una elección.
Dos subtramas se tejen en paralelo a la historia principal. El tema familiar de Priscilla, y su relación con Danka. Sin profundizar, el director deja claras las piezas para que armemos rápidamente el mapa y entendamos mejor las acciones que lleva a cabo la jefa de campaña. No es necesario ahondar más, los quiebres son tan claros como el agua, y el daño, profundo como un océano.
Excelentes actuaciones de Tamara Acosta y Katty Kowaleczko, sensibles, emotivas, y al mismo tiempo violentas, fuertes y sinceras. Es una lástima que los personajes secundarios no estén a la misma altura, porque la diferencia es demasiado grande, no solo en sus diálogos, sino que también en posturas corporales, miradas y actitudes.
El tema de la inteligencia artificial captura el debate actual. ¿Usarla, no usarla? Beneficios y ventajas, versus falencias y pérdida de autenticidad. La película no toma una opción, pero sí nos hace ver, al menos, algunos de sus peligros. Y no están en la tecnología, sino en la manera cómo la utilizamos. Hace mucho tiempo que la falsedad se ha tomado los espacios públicos digitales con audios falsos y videos falsos. No es de ahora, esto lleva años. El tema es que actualmente las herramientas para crearlos están disponibles casi para todo el mundo y de forma prácticamente gratuita, y tal vez por ello el riesgo es aún mayor.
Quizás sin proponérselo, esta apuesta de Iñaki Velásquez se decanta por sensibilizar acerca de este tema que está en boga aportando una mirada lúcida respecto a las prioridades que están en juego. Primero, la verdad, segundo, la convicción moral en el actuar, y tercero, firmes principios que hagan frente a potentes efectos desestabilizadores. ¿Cómo se consigue todo esto? No hay recetas, sin embargo intuyo que la respuesta va por el camino de la educación y el discernimiento en valores. Y esto ha sido y sigue siendo fundamental, con o sin inteligencia artificial.
Disponible en YouTube.
Ficha técnica
Título original (Español): Deepfaked_
Título en Inglés: Deepfaked_
Formato: Cortometraje
Género: Ficción
Sub-género: Drama / Thriller
Duración: 31 minutos
Año: 2024
Productora: Prismático Cine / Mags Films
miércoles, 20 de noviembre de 2024
Wicked
Una pregunta detona todo: ¿eran amigas? Hablamos de la Bruja Buena del Norte y la Bruja Mala del Oeste, las dos protagonistas de “Wicked”, compuesto por Stephen Schwartz, y que se convirtió en un verdadero fenómeno de taquilla luego de ser estrenado el año 2023. Broadway marca la pauta; era solo cuestión de tiempo para que este musical, el segundo más exitoso de la historia y uno de los “top 3” en superar el millón de dólares en recaudación, llegara a la pantalla grande.
Pasaron 21 años y ya tenemos el producto terminado, o al menos en su fase uno, pues esta película de 2024 se limita solo al primer acto de la exitosa obra. En un escenario anterior a los hechos narrados por Baum en la historia original, vemos a Galinda -Ariana Grande-, y a Elphaba -Cynthia Erivo-, cuando llegan a la Universidad Shiz para formarse como hechiceras. Es decir, esta primera entrega describe con lujo de detalles la juventud de las que serán futuras enemigas.
Elphaba, de piel verde y tímidos comportamientos, asiste principalmente para acompañar y cuidar a su hermana Nessarose -Marissa Bode-, pero destaca de inmediato debido a poderes que llaman la atención de Madame Morrible -Michelle Yeoh-, la directora de la institución. Elphaba y Galinda hacen cortocircuito, no se llevan por nada, marcando un inicio en el que son como agua y aceite, y que, con el correr de los minutos, va mutando hacia una gran amistad que les llevará a ubicarse en primera línea y emprender un viaje alucinante para conocer, nada más y nada menos, que al renombrado y misterioso Mago de Oz -Jeff Goldblum-.
Lo primero que destaca de esta mega producción es su sonido y filmación. La partitura de Stephen Schwartz es vibrante, y responde casi al cien por ciento de la esencia de este trabajo. Representa muy bien el ensueño, un mundo mágico muy bien llevado a la pantalla que combina coreografías y cantos, con un amplio despliegue escénico propio del mundo de las maravillas.
Si bien no es mucho lo que en acontecimientos sucede, la película se da todo el tiempo del mundo para explorar en las características de sus protagonistas, casi como si se tratara de un estudio acabado de personalidades. Y aquí, al menos, tenemos dos estereotipos básicos. Galinda, que representa la corrección absoluta, el deber ser, y el camino trazado con mucha anticipación; y el de Elphaba, en las antípodas, muy diferente y en extremo conflictuado, lleno de temores que provienen de un sinnúmero de situaciones no resueltas.
Aparecen dos conceptos clave a la hora de mostrar los caminos que finalmente emprenden ambas jóvenes. Uno, lo que implica ser popular; y dos, el enorme valor de la amistad. Galinda es popular, lo sabe y además lo usa. Tiene todo a su favor, sin embargo algo le dice que no puede dejar atrás a Elphaba. Es interesante cómo se va desarrollando este acercamiento, desde una enemistad odiosa, hasta una cercanía como si fueran hermanas de sangre.
A pesar de no ser fan de los musicales, “Wicked” me parece que está bien logrado. Si bien no me cautivó, reconozco sus méritos y percibo que tendrá un gran éxito, tal como su obra homónima. Los 160 minutos de duración, eso sí, se sienten, no pasan rápido, pero la música aliviana muchas escenas argumentalmente débiles gracias al desplante de los roles protagónicos. Dentro de los números, uno de los más logrados es “No soy esa chica”, un solo de Elphaba que corresponde a un momento de inflexión tanto dentro de la historia como también respecto a la propuesta vocal y musical.
“Wicked: Part One”, también tiene un par de cartas bajo la manga con las que quiero finalizar mi reflexión. La estrategia de lograr la unión en base a un enemigo común es tan vieja como el hilo negro, tanto como la premisa “divide para gobernar”. En este caso, aplican al cien por ciento, y su dureza se hace sentir. Aunque la historia parte con los hechos recientes y luego se remonta al pasado, parece que en miles de años el mundo no ha cambiado un ápice. La segunda carta se refiere al proteccionismo animal y sus consecuencias, algo que daría para otro comentario pero no es menester profundizar en estas líneas. Y como tercera, lo que representa la figura del Mago de Oz: ese gran poder de liberación que encarna y que logra cambiar el rumbo de la historia y, por supuesto, de sus protagonistas.
En un año más tendremos la segunda parte y se cerrará el ciclo. Solo 365 días de espera, nada más. Vamos por ello.
Ficha técnica
Título original: Wicked: Part One
Año: 2024
Duración: 160 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Universal Pictures, Marc Platt Productions. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Fantástico. Aventuras. Musical | Tornados / Huracanes
Guion: Winnie Holzman, Stephen Schwartz. Musical: Winnie Holzman. Novela: Gregory Maguire. Personaje: L. Frank Baum
Música: Stephen Schwartz
Fotografía: Alice Brooks
Reparto: Cynthia Erivo, Ariana Grande, Jonathan Bailey, Ethan Slater, Bowen Yang, Marissa Bode, Peter Dinklage, Michelle Yeoh, and Jeff Goldblum
Dirección: Jon M. Chu
Pasaron 21 años y ya tenemos el producto terminado, o al menos en su fase uno, pues esta película de 2024 se limita solo al primer acto de la exitosa obra. En un escenario anterior a los hechos narrados por Baum en la historia original, vemos a Galinda -Ariana Grande-, y a Elphaba -Cynthia Erivo-, cuando llegan a la Universidad Shiz para formarse como hechiceras. Es decir, esta primera entrega describe con lujo de detalles la juventud de las que serán futuras enemigas.
Elphaba, de piel verde y tímidos comportamientos, asiste principalmente para acompañar y cuidar a su hermana Nessarose -Marissa Bode-, pero destaca de inmediato debido a poderes que llaman la atención de Madame Morrible -Michelle Yeoh-, la directora de la institución. Elphaba y Galinda hacen cortocircuito, no se llevan por nada, marcando un inicio en el que son como agua y aceite, y que, con el correr de los minutos, va mutando hacia una gran amistad que les llevará a ubicarse en primera línea y emprender un viaje alucinante para conocer, nada más y nada menos, que al renombrado y misterioso Mago de Oz -Jeff Goldblum-.
Lo primero que destaca de esta mega producción es su sonido y filmación. La partitura de Stephen Schwartz es vibrante, y responde casi al cien por ciento de la esencia de este trabajo. Representa muy bien el ensueño, un mundo mágico muy bien llevado a la pantalla que combina coreografías y cantos, con un amplio despliegue escénico propio del mundo de las maravillas.
Si bien no es mucho lo que en acontecimientos sucede, la película se da todo el tiempo del mundo para explorar en las características de sus protagonistas, casi como si se tratara de un estudio acabado de personalidades. Y aquí, al menos, tenemos dos estereotipos básicos. Galinda, que representa la corrección absoluta, el deber ser, y el camino trazado con mucha anticipación; y el de Elphaba, en las antípodas, muy diferente y en extremo conflictuado, lleno de temores que provienen de un sinnúmero de situaciones no resueltas.
Aparecen dos conceptos clave a la hora de mostrar los caminos que finalmente emprenden ambas jóvenes. Uno, lo que implica ser popular; y dos, el enorme valor de la amistad. Galinda es popular, lo sabe y además lo usa. Tiene todo a su favor, sin embargo algo le dice que no puede dejar atrás a Elphaba. Es interesante cómo se va desarrollando este acercamiento, desde una enemistad odiosa, hasta una cercanía como si fueran hermanas de sangre.
A pesar de no ser fan de los musicales, “Wicked” me parece que está bien logrado. Si bien no me cautivó, reconozco sus méritos y percibo que tendrá un gran éxito, tal como su obra homónima. Los 160 minutos de duración, eso sí, se sienten, no pasan rápido, pero la música aliviana muchas escenas argumentalmente débiles gracias al desplante de los roles protagónicos. Dentro de los números, uno de los más logrados es “No soy esa chica”, un solo de Elphaba que corresponde a un momento de inflexión tanto dentro de la historia como también respecto a la propuesta vocal y musical.
“Wicked: Part One”, también tiene un par de cartas bajo la manga con las que quiero finalizar mi reflexión. La estrategia de lograr la unión en base a un enemigo común es tan vieja como el hilo negro, tanto como la premisa “divide para gobernar”. En este caso, aplican al cien por ciento, y su dureza se hace sentir. Aunque la historia parte con los hechos recientes y luego se remonta al pasado, parece que en miles de años el mundo no ha cambiado un ápice. La segunda carta se refiere al proteccionismo animal y sus consecuencias, algo que daría para otro comentario pero no es menester profundizar en estas líneas. Y como tercera, lo que representa la figura del Mago de Oz: ese gran poder de liberación que encarna y que logra cambiar el rumbo de la historia y, por supuesto, de sus protagonistas.
En un año más tendremos la segunda parte y se cerrará el ciclo. Solo 365 días de espera, nada más. Vamos por ello.
Ficha técnica
Título original: Wicked: Part One
Año: 2024
Duración: 160 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Universal Pictures, Marc Platt Productions. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Fantástico. Aventuras. Musical | Tornados / Huracanes
Guion: Winnie Holzman, Stephen Schwartz. Musical: Winnie Holzman. Novela: Gregory Maguire. Personaje: L. Frank Baum
Música: Stephen Schwartz
Fotografía: Alice Brooks
Reparto: Cynthia Erivo, Ariana Grande, Jonathan Bailey, Ethan Slater, Bowen Yang, Marissa Bode, Peter Dinklage, Michelle Yeoh, and Jeff Goldblum
Dirección: Jon M. Chu
lunes, 18 de noviembre de 2024
Aullido de Invierno
Sinopsis: Una pareja de adultos mayores, que sobrevivieron décadas de esclavitud dentro de un poderoso enclave en el sur de Chile, ahora vive aislada en la Patagonia. Su único propósito es vivir, en el presente, el pasado que nunca tuvieron, mientras luchan contra su mayor miedo: el olvido de la sociedad. Esta historia documental se combina con una historia de ficción, en la que una mujer, ante la inminente pérdida de su memoria, decide adentrarse en un bosque para desenterrar un secreto, y así intentar pedir perdón por una culpa que ha cargado toda su vida, que se vincula con el capítulo más oscuro de la historia reciente de Chile.
Tres partes, dos historias. Un documental y una ficción que se enlazan para narrar temas aparentemente muy distintos pero que tienen mucho en común. El director Matías Rojas Valencia dibuja el vértice entre ambas uniendo en un solo lamento la memoria y el olvido.
De Colonia Dignidad hemos conocido bastante, pero tal como en otros sucesos desgarradores y traumáticos, parece que nunca es suficiente. Esta vez, y desde una perspectiva íntima, el relato en primera persona de Ingrid Zsurgelis y Franz Bäa, resulta ser un testimonio vivo de años de sufrimientos y postergaciones que, a pesar de su extrema dureza, fortalecieron una relación de pareja que en el presente es más firme que una roca.
En cambio, la ficción corre por un camino opuesto. Vemos a una mujer que no quiere perder su recuerdo y que necesita redención por sus actos. Teme olvidar, cuando lo más sencillo tal vez sería hacerlo, para así desligarse de un pasado que le carcome y que tiene el peso de una mochila de acero.
“Aullido de invierno” es una historia de amor. La de los colonos, claro, pero también la de esa mujer que busca expiar su culpa. Puede parecer extraño, incluso una paradoja, sin embargo es necesario escarbar capas adentro para encontrar aquella significación. En Ingrid y Franz eso es clara como el agua, un amor que pudo ser destruido por las circunstancias que lo rodearon pero que sobrevivió y se concretó en forma sólida. En el otro caso, y esa es mi hipótesis, hubo una historia de amor que fue interrumpida bruscamente y lo que busca esa mujer es rescatarla, reconstruirla y recomponerla, esperando que no sea demasiado tarde.
“Aullido de Invierno”, ganadora del Sanfic 20, “ex aqueo”, quiere plantearse como un poema lleno de signos y melancolía. Si el invierno se pudiera asociar a la vida, lo podríamos plasmar en la historia presente de los colonos. Y si lo asociáramos a nuestra mente, bien podría corresponder al deterioro de la memoria de esta mujer que que deambula en busca de la luz. En ambos casos, invierno podría entonces ser sinónimo de frío y ocaso, una progresión hacia un final tan desconocido como inevitable, al que solo la fortaleza del amor y el perdón podría hacerle frente sin condiciones.
Tal vez la elección del Minuetto en sol menor de Handel representa figurativamente el invierno, y la Pasacaglia sobre un tema del mismo compositor inglés (de la Suite no.7, HWV 432), y arreglada como tema con variaciones por Johan Halvorsen, represente la redención y un paso más allá. ¿Qué piensan ustedes?
Ficha técnica
Título original: Aullido de invierno
Año: 2023
Duración: 98 minutos
País: Chile
Compañías: A Simple Vista Producciones, Clara Films, MaravillaCine. Distribuidora: Storyboard Media
Género: Documental. Drama
Guion: Matías Rojas Valencia
Fotografía: Andrés Cárdenas
Reparto: Ingrid Zsurgelis, Franz Bäar, Paulina García, Amalia Kassai, Patricia Cuyul y Clara Larraín
Dirección: Matías Rojas Valencia
Tres partes, dos historias. Un documental y una ficción que se enlazan para narrar temas aparentemente muy distintos pero que tienen mucho en común. El director Matías Rojas Valencia dibuja el vértice entre ambas uniendo en un solo lamento la memoria y el olvido.
De Colonia Dignidad hemos conocido bastante, pero tal como en otros sucesos desgarradores y traumáticos, parece que nunca es suficiente. Esta vez, y desde una perspectiva íntima, el relato en primera persona de Ingrid Zsurgelis y Franz Bäa, resulta ser un testimonio vivo de años de sufrimientos y postergaciones que, a pesar de su extrema dureza, fortalecieron una relación de pareja que en el presente es más firme que una roca.
En cambio, la ficción corre por un camino opuesto. Vemos a una mujer que no quiere perder su recuerdo y que necesita redención por sus actos. Teme olvidar, cuando lo más sencillo tal vez sería hacerlo, para así desligarse de un pasado que le carcome y que tiene el peso de una mochila de acero.
“Aullido de invierno” es una historia de amor. La de los colonos, claro, pero también la de esa mujer que busca expiar su culpa. Puede parecer extraño, incluso una paradoja, sin embargo es necesario escarbar capas adentro para encontrar aquella significación. En Ingrid y Franz eso es clara como el agua, un amor que pudo ser destruido por las circunstancias que lo rodearon pero que sobrevivió y se concretó en forma sólida. En el otro caso, y esa es mi hipótesis, hubo una historia de amor que fue interrumpida bruscamente y lo que busca esa mujer es rescatarla, reconstruirla y recomponerla, esperando que no sea demasiado tarde.
“Aullido de Invierno”, ganadora del Sanfic 20, “ex aqueo”, quiere plantearse como un poema lleno de signos y melancolía. Si el invierno se pudiera asociar a la vida, lo podríamos plasmar en la historia presente de los colonos. Y si lo asociáramos a nuestra mente, bien podría corresponder al deterioro de la memoria de esta mujer que que deambula en busca de la luz. En ambos casos, invierno podría entonces ser sinónimo de frío y ocaso, una progresión hacia un final tan desconocido como inevitable, al que solo la fortaleza del amor y el perdón podría hacerle frente sin condiciones.
Tal vez la elección del Minuetto en sol menor de Handel representa figurativamente el invierno, y la Pasacaglia sobre un tema del mismo compositor inglés (de la Suite no.7, HWV 432), y arreglada como tema con variaciones por Johan Halvorsen, represente la redención y un paso más allá. ¿Qué piensan ustedes?
Ficha técnica
Título original: Aullido de invierno
Año: 2023
Duración: 98 minutos
País: Chile
Compañías: A Simple Vista Producciones, Clara Films, MaravillaCine. Distribuidora: Storyboard Media
Género: Documental. Drama
Guion: Matías Rojas Valencia
Fotografía: Andrés Cárdenas
Reparto: Ingrid Zsurgelis, Franz Bäar, Paulina García, Amalia Kassai, Patricia Cuyul y Clara Larraín
Dirección: Matías Rojas Valencia
viernes, 15 de noviembre de 2024
Mi vecino Adolf
Sinopsis: En mayo de 1960, el Sr. Polsky, un judío polaco, anciano y gruñón, sobreviviente del Holocausto, vive solo en un remoto campo de Colombia, pasando su tiempo haciendo jardinería y jugando al ajedrez. Un día, poco después del secuestro del criminal nazi Adolf Eichmann por agentes del Mossad en Argentina, un misterioso anciano alemán, Herzog, se muda a la casa de al lado. Polsky comienza a sospechar que el hombre no es otro que el propio Adolf Hitler, creyendo que Hitler fingió su propio suicidio, cambió su apariencia y huyó a América del Sur. A pesar de que nadie le cree, Polsky está decidido a demostrar su punto de vista, por lo que decide acercarse a Herzog para reunir pruebas.
El director Leonid Prudovsky, un poco en broma, un poco en serio, se sumerge en un estudio de personalidades con esta pieza íntima de corte teatral. Después de los primeros cinco minutos, un brusco salto temporal, de 1934 a 1960, nos sitúa directamente en el escenario en el que se desenvuelve la trama. Polsky -David Hayman-, como se ha mencionado, es un hombre solitario golpeado por la crudeza de la vida. De pocos amigos, nada le cae en gracia, menos aún cuando llega este nuevo vecino a revolucionar la tranquilidad de su entorno.
El rosal que Marek Polsky cuida con esmero resulta ser el mayor punto de conflicto, pues la cerca que separa ambas viviendas debería ir justo al medio de la plantación. Pero el rosal no se puede trasplantar; las flores morirían. Por eso, en un acto de desprendimiento, eso sí con condiciones impuestas al nuevo vecino, Polsky cede para que el conjunto quede ahora en la propiedad contigua. Pero el significado de las rosas es más trascendente, por lo que no puede dejar de cuidarlas de la noche a la mañana, hasta que… lo sabemos, Marek Polsky se convence de que su vecino es el mismísimo Adolf Hitler.
La película fluye con altos y bajos y con ritmo oscilante entre la comedia, el drama y los juegos. La banda sonora, compuesta especialmente por Łukasz Targosz, es interesante, especialmente al comienzo; sin embargo, pronto se torna repetitiva en sus motivos y pierde frescura al transformarse en un protagonista que se roba la escena. Y no está mal, por momentos es un verdadero concierto, pero desvía el foco hacia algo distinto provocando más una distracción que un natural acompañamiento.
Volvamos a la trama, porque es el acusado de ser Hitler quien da el primer paso para un posible acercamiento. Y es en torno al ajedrez, un tema que queda en el aire luego de un breve primer encuentro entre ambos. Y aquí un detalle. En medio de una de las partidas, escuchamos Bruckner de fondo. ¿Algún significado? ¿Algo más profundo? Bueno, sigamos, porque el punto de inflexión llega con la inesperada muerte del perro de Hermann Herzog. No entraré en detalles, pero este evento propicia la unión entre estos dos hombres. Lo que ocurre a continuación es predecible, ya que la película no busca innovar sino mostrar una intensa historia de amistad desde otra perspectiva.
“My Neighbor Adolf”, en una hora y media, habla sobre temores y pérdidas. También reflexiona sobre la soledad y una vida carente de motivaciones significativas. Cuando están juntos, estos dos hombres se reconocen en sus carencias, descubren que pueden complementar sus diferencias para finalmente abrirse a la posibilidad de interpretar las cosas de un modo diferente al convencional y establecido.
Ficha técnica
Título original: My Neighbor Adolf
Año: 2022
Duración: 96 minutos
País: Israel
Compañías: Coproducción Israel-Polonia-Colombia; 2-Team Productions, Film Produkcja, Tango Films, United King Films, Reisdor Productions
Género: Comedia | Años 60. Nazismo. Comedia dramática
Guion: Dmitry Malinsky, Leonid Prudovsky
Fotografía: Radosław Ładczuk
Reparto: David Hayman, Udo Kier, Olivia Silhavy, Kineret Peled
Dirección: Leonid Prudovsky
El director Leonid Prudovsky, un poco en broma, un poco en serio, se sumerge en un estudio de personalidades con esta pieza íntima de corte teatral. Después de los primeros cinco minutos, un brusco salto temporal, de 1934 a 1960, nos sitúa directamente en el escenario en el que se desenvuelve la trama. Polsky -David Hayman-, como se ha mencionado, es un hombre solitario golpeado por la crudeza de la vida. De pocos amigos, nada le cae en gracia, menos aún cuando llega este nuevo vecino a revolucionar la tranquilidad de su entorno.
El rosal que Marek Polsky cuida con esmero resulta ser el mayor punto de conflicto, pues la cerca que separa ambas viviendas debería ir justo al medio de la plantación. Pero el rosal no se puede trasplantar; las flores morirían. Por eso, en un acto de desprendimiento, eso sí con condiciones impuestas al nuevo vecino, Polsky cede para que el conjunto quede ahora en la propiedad contigua. Pero el significado de las rosas es más trascendente, por lo que no puede dejar de cuidarlas de la noche a la mañana, hasta que… lo sabemos, Marek Polsky se convence de que su vecino es el mismísimo Adolf Hitler.
La película fluye con altos y bajos y con ritmo oscilante entre la comedia, el drama y los juegos. La banda sonora, compuesta especialmente por Łukasz Targosz, es interesante, especialmente al comienzo; sin embargo, pronto se torna repetitiva en sus motivos y pierde frescura al transformarse en un protagonista que se roba la escena. Y no está mal, por momentos es un verdadero concierto, pero desvía el foco hacia algo distinto provocando más una distracción que un natural acompañamiento.
Volvamos a la trama, porque es el acusado de ser Hitler quien da el primer paso para un posible acercamiento. Y es en torno al ajedrez, un tema que queda en el aire luego de un breve primer encuentro entre ambos. Y aquí un detalle. En medio de una de las partidas, escuchamos Bruckner de fondo. ¿Algún significado? ¿Algo más profundo? Bueno, sigamos, porque el punto de inflexión llega con la inesperada muerte del perro de Hermann Herzog. No entraré en detalles, pero este evento propicia la unión entre estos dos hombres. Lo que ocurre a continuación es predecible, ya que la película no busca innovar sino mostrar una intensa historia de amistad desde otra perspectiva.
“My Neighbor Adolf”, en una hora y media, habla sobre temores y pérdidas. También reflexiona sobre la soledad y una vida carente de motivaciones significativas. Cuando están juntos, estos dos hombres se reconocen en sus carencias, descubren que pueden complementar sus diferencias para finalmente abrirse a la posibilidad de interpretar las cosas de un modo diferente al convencional y establecido.
Ficha técnica
Título original: My Neighbor Adolf
Año: 2022
Duración: 96 minutos
País: Israel
Compañías: Coproducción Israel-Polonia-Colombia; 2-Team Productions, Film Produkcja, Tango Films, United King Films, Reisdor Productions
Género: Comedia | Años 60. Nazismo. Comedia dramática
Guion: Dmitry Malinsky, Leonid Prudovsky
Fotografía: Radosław Ładczuk
Reparto: David Hayman, Udo Kier, Olivia Silhavy, Kineret Peled
Dirección: Leonid Prudovsky
jueves, 14 de noviembre de 2024
Niko: La aventura de las narices frías
Procedente de Finlandia llega esta simpática animación dirigida por Kari Juusonen y Jørgen Lerdam. Con trazos sencillos, la película deja muy claros sus propósitos al ver cómo un joven reno volador sueña con ser parte del equipo del trineo de Santa Claus. Niko quiere ser grande. Desea salir de casa, enfrentar nuevos desafíos, desprenderse de la guía de sus padres y superar sus temores.
Cumplir su sueño no es sencillo. Pese a ser el principal candidato, debe competir por el puesto con una joven llamada Stella. Las pruebas se suceden una tras otra y se transforman en verdaderas aventuras en el aire y en el hielo. Solo hay un cupo, y ambos jóvenes dan lo mejor de sí para ganarlo.
Niko es amable y, en un acto de generosidad, le muestra el trineo de Santa a Stella. Sin embargo, ocurre algo inesperado: el vehículo de Papá Noel desaparece y el desconcierto es generalizado. ¿Qué pasó? ¿Quién lo robó? Con mucha alegría, la cinta comienza a avanzar para responder estas preguntas centrándose en la búsqueda del preciado trineo, y en el transcurso de su desarrollo descubrimos que hay otro bando, liderado por el padre de Stella, quien tiene una historia pasada que arrastra un fracaso aún no superado.
Con pocos elementos, esta película destaca temas importantes como la confianza y la traición. Casi como si se tratara de una fábula, la cinta no duda en plantear una interrogante profunda sobre qué es lo más valioso, si la misión o la familia. La relación padres-hijos, los lazos familiares, la fidelidad y la honestidad se ponen a prueba frente a numerosas dificultades, logrando que prevalezcan siempre los valores positivos.
“Niko: Beyond the Northern Lights” habla de la necesidad de la amistad, de reconciliarse y de trabajar por el bien común. El mejor ejemplo de esto lo ofrecen los Lemmings, esas adorables criaturas que pueden ser muy pequeñas, pero que todas juntas, enfocadas en un mismo propósito, pueden mover montañas.
Especialmente diseñada para los más pequeños, esta cinta de solo una hora y media de duración nos hace pasar un rato agradable entregando enseñanzas universales de forma lúdica y entretenida.
Ficha técnica
Título original: Niko: Beyond the Northern Lights
Año: 2024
Duración: 86 minutos
País: Finlandia
Compañías: Coproducción Finlandia-Alemania-Dinamarca-Irlanda; Distribuidora: Leonine Distribution, Bac Films, Bir Film, Bluelabel Pictures, Flins & Pinículas, Kino Swiat, Nos Lusomundo Audiovisuais, Pro Film, Svoe Kino, Vertigo
Género: Animación. Aventuras. Infantil | Cine familiar. Navidad. Secuela
Guion: Kari Juusonen, Marteinn Thorisson, Hannu Tuomainen
Música: Craig Stuart, Eimear Noone
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Dirección: Kari Juusonen, Jørgen Lerdam
Cumplir su sueño no es sencillo. Pese a ser el principal candidato, debe competir por el puesto con una joven llamada Stella. Las pruebas se suceden una tras otra y se transforman en verdaderas aventuras en el aire y en el hielo. Solo hay un cupo, y ambos jóvenes dan lo mejor de sí para ganarlo.
Niko es amable y, en un acto de generosidad, le muestra el trineo de Santa a Stella. Sin embargo, ocurre algo inesperado: el vehículo de Papá Noel desaparece y el desconcierto es generalizado. ¿Qué pasó? ¿Quién lo robó? Con mucha alegría, la cinta comienza a avanzar para responder estas preguntas centrándose en la búsqueda del preciado trineo, y en el transcurso de su desarrollo descubrimos que hay otro bando, liderado por el padre de Stella, quien tiene una historia pasada que arrastra un fracaso aún no superado.
Con pocos elementos, esta película destaca temas importantes como la confianza y la traición. Casi como si se tratara de una fábula, la cinta no duda en plantear una interrogante profunda sobre qué es lo más valioso, si la misión o la familia. La relación padres-hijos, los lazos familiares, la fidelidad y la honestidad se ponen a prueba frente a numerosas dificultades, logrando que prevalezcan siempre los valores positivos.
“Niko: Beyond the Northern Lights” habla de la necesidad de la amistad, de reconciliarse y de trabajar por el bien común. El mejor ejemplo de esto lo ofrecen los Lemmings, esas adorables criaturas que pueden ser muy pequeñas, pero que todas juntas, enfocadas en un mismo propósito, pueden mover montañas.
Especialmente diseñada para los más pequeños, esta cinta de solo una hora y media de duración nos hace pasar un rato agradable entregando enseñanzas universales de forma lúdica y entretenida.
Ficha técnica
Título original: Niko: Beyond the Northern Lights
Año: 2024
Duración: 86 minutos
País: Finlandia
Compañías: Coproducción Finlandia-Alemania-Dinamarca-Irlanda; Distribuidora: Leonine Distribution, Bac Films, Bir Film, Bluelabel Pictures, Flins & Pinículas, Kino Swiat, Nos Lusomundo Audiovisuais, Pro Film, Svoe Kino, Vertigo
Género: Animación. Aventuras. Infantil | Cine familiar. Navidad. Secuela
Guion: Kari Juusonen, Marteinn Thorisson, Hannu Tuomainen
Música: Craig Stuart, Eimear Noone
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Dirección: Kari Juusonen, Jørgen Lerdam
miércoles, 13 de noviembre de 2024
Gladiador II
La película comienza con una imagen sencilla. Granos de maíz tomados y revueltos por una mano con movimientos lentos. Puede tener muchas referencias, pero solo hacia el final entenderemos el significado de esta apertura. Al alejarse la cámara, vemos a Hanno -Paul Mescal-, quien vive tranquilo con su esposa e hijo en Numidia hasta que los soldados romanos, liderados por el general Marcus Acacius -Pedro Pascal-, asaltan la ciudad, causando muerte, desolación y destrucción.
Ya transformado en esclavo, Hanno es cedido a Macrinus -Denzel Washington-, un traficante y conspirador que maneja un ejército de gladiadores que participan frecuentemente en juegos de lucha. Hanno destaca por sobre sus pares. Fortaleza, rapidez y entereza le permiten salir airoso de duros combates a muerte. Gracias a eso se forja un nombre. Quiere su libertad, pero más quiere vengarse del hombre que mandó matar a su esposa, el victorioso general Acacius, adorado y respetado en el foro romano, y además, marido de Lucilla -Connie Nielsen-, descendiente de Marco Aurelio, una mujer poderosa y muy bien posicionada en la cúspide de la pirámide social.
Dos jóvenes emperadores gobiernan Roma en ese momento: Caracalla -Joseph Quinn-, y Geta -Fred Hechinger-, que parecen no tener nada mejor que hacer que invadir pueblos y divertirse a costa de espectáculos macabros y del sufrimiento de un pueblo reprimido. El Senado está pintado, con papeles decorativos que solo sirven para entregar su anuencia a los caprichos de los dictadorzuelos junto con soñar con una que otra idea suelta para intentar derrocarlos.
Así las cosas, el escenario es un cuadrilátero: Hanno y su sed de venganza; Caracalla y Geta, imponiendo la fuerza a sus anchas; Acacius y Lucilla preocupados por el bien de Roma; y Macrinus al acecho, moviéndose como pez en el agua, tratando de quedar bien con todos, y manejando los hilos, siendo el verdadero poder detrás del trono.
Ridley Scott vuelve en gloria y majestad a la arena que mejor resultado le ha dado en su exitosa carrera. Filmando un guion de David Scarpa, el octogenario director nos entrega una vibrante continuación de su gran éxito del 2000, sin dejar ningún detalle al azar. Esta nueva superproducción es grandiosa, tanto por los escenarios que presenta, como por los efectos especiales que contiene a lo largo de sus casi dos horas y media de duración. Es cierto, hay algunos CGI que son burdos, pero no importa. La recreación de los barcos de la época navegando las aguas y unos tiburones postizos, no le quitan muchos puntos a una cinematografía deslumbrante y que es acompañada por una partitura contundente y vigorosa escrita por Harry Gregson-Williams.
Mescal y Pascal brillan en sus roles. Si bien la interacción entre ambos es menor a lo esperado, sabemos de antemano que ahí está el punto mayor de choque, sin embargo, la historia contiene algunos giros inesperados que la hacen menos predecible de lo que suponíamos. Las caricaturas de los emperadores, muy desagradablemente interpretadas por Quinn y Hechinger, y consiguiendo plenamente su objetivo, no son más que distractores para ocultar el verdadero hilo narrativo de esta cinta. Y no es spoiler, porque sabemos desde antes que Hanno es en realidad Lucius Verus, el antiguo heredero del Imperio Romano e hijo de Maximus, el personaje principal de la película anterior. Por eso, cuando él ve a Lucilla, comienza su transformación. Y, por supuesto, también sucede en ella. Su hijo, a quien envió lejos para protegerlo, está vivo, y aquello pasa a ser lo más importante y, desde ese momento, su razón de ser.
Mención aparte para Denzel Washington y su interpretación de Macrinus. De menos a más, desarrollando un arco amplio, el actor se convierte en el eje de la película y realmente lo hace muy bien. Crece en importancia en la medida que avanza el metraje, y su comportamiento es, finalmente, el que depara las mayores sorpresas en un relato que, aunque tiene una construcción extraída de un manual, está muy bien ejecutada, y por cierto, cumple de sobra con las expectativas que su larga espera ha generado.
“Gladiator II” funciona muy bien. Aunque es extensa, pasa muy rápido. Es entretenida y elocuente, cruda y también sensible. Algunas escenas violentas son impactantes, y no las adelantaré para no privarles de la magia de descubrirlas. No se sorprendan si saltan en el asiento, miran para el lado, o se tapan los ojos. Les puede pasar, sobre todo con algunas secuencias que parecen muy reales y cuyos efectos están dentro de los mejores logrados.
Un mensaje final. Si bien, estamos ante una película que es entretención pura, que no refleja al pie de la letra la historia real, y que ficciona la mayoría de los sucesos, no es difícil advertir lo poco que ha cambiado el mundo en veinte siglos. Las intrigas de palacio, las ansias de poder, la venganza como motor de vida, parecen ganar la batalla, sin embargo hay algo más que puede ser más fuerte. El amor filial, la inspiración en valores que lleven al bien común, y el sacrificio rendido por ellos, parecen tener siempre la oportunidad de reivindicar la bondad por sobre el mal. Evitar enfrentamientos sangrientos, y luchar por ello aunque se corra peligro, podría ser la moraleja de esta segunda parte. ¿Podemos pensar que, como humanidad, aún tenemos esperanzas?
Ficha técnica
Título original: Gladiator II
Año: 2024
Duración: 148 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; Scott Free Productions, Red Wagon Productions, Paramount Pictures. Distribuidora: Paramount Pictures
Género: Acción. Aventuras. Drama | Secuela. Antigua Roma. Cine épico
Guion: David Scarpa. Personajes: David Franzoni
Música: Harry Gregson-Williams
Fotografía: John Mathieson
Reparto: Paul Mescal, Pedro Pascal, Joseph Quinn, Fred Hechinger, Lior Raz, Derek Jacobi, Connie Nielsen, Denzel Washington
Dirección: Ridley Scott
Ya transformado en esclavo, Hanno es cedido a Macrinus -Denzel Washington-, un traficante y conspirador que maneja un ejército de gladiadores que participan frecuentemente en juegos de lucha. Hanno destaca por sobre sus pares. Fortaleza, rapidez y entereza le permiten salir airoso de duros combates a muerte. Gracias a eso se forja un nombre. Quiere su libertad, pero más quiere vengarse del hombre que mandó matar a su esposa, el victorioso general Acacius, adorado y respetado en el foro romano, y además, marido de Lucilla -Connie Nielsen-, descendiente de Marco Aurelio, una mujer poderosa y muy bien posicionada en la cúspide de la pirámide social.
Dos jóvenes emperadores gobiernan Roma en ese momento: Caracalla -Joseph Quinn-, y Geta -Fred Hechinger-, que parecen no tener nada mejor que hacer que invadir pueblos y divertirse a costa de espectáculos macabros y del sufrimiento de un pueblo reprimido. El Senado está pintado, con papeles decorativos que solo sirven para entregar su anuencia a los caprichos de los dictadorzuelos junto con soñar con una que otra idea suelta para intentar derrocarlos.
Así las cosas, el escenario es un cuadrilátero: Hanno y su sed de venganza; Caracalla y Geta, imponiendo la fuerza a sus anchas; Acacius y Lucilla preocupados por el bien de Roma; y Macrinus al acecho, moviéndose como pez en el agua, tratando de quedar bien con todos, y manejando los hilos, siendo el verdadero poder detrás del trono.
Ridley Scott vuelve en gloria y majestad a la arena que mejor resultado le ha dado en su exitosa carrera. Filmando un guion de David Scarpa, el octogenario director nos entrega una vibrante continuación de su gran éxito del 2000, sin dejar ningún detalle al azar. Esta nueva superproducción es grandiosa, tanto por los escenarios que presenta, como por los efectos especiales que contiene a lo largo de sus casi dos horas y media de duración. Es cierto, hay algunos CGI que son burdos, pero no importa. La recreación de los barcos de la época navegando las aguas y unos tiburones postizos, no le quitan muchos puntos a una cinematografía deslumbrante y que es acompañada por una partitura contundente y vigorosa escrita por Harry Gregson-Williams.
Mescal y Pascal brillan en sus roles. Si bien la interacción entre ambos es menor a lo esperado, sabemos de antemano que ahí está el punto mayor de choque, sin embargo, la historia contiene algunos giros inesperados que la hacen menos predecible de lo que suponíamos. Las caricaturas de los emperadores, muy desagradablemente interpretadas por Quinn y Hechinger, y consiguiendo plenamente su objetivo, no son más que distractores para ocultar el verdadero hilo narrativo de esta cinta. Y no es spoiler, porque sabemos desde antes que Hanno es en realidad Lucius Verus, el antiguo heredero del Imperio Romano e hijo de Maximus, el personaje principal de la película anterior. Por eso, cuando él ve a Lucilla, comienza su transformación. Y, por supuesto, también sucede en ella. Su hijo, a quien envió lejos para protegerlo, está vivo, y aquello pasa a ser lo más importante y, desde ese momento, su razón de ser.
Mención aparte para Denzel Washington y su interpretación de Macrinus. De menos a más, desarrollando un arco amplio, el actor se convierte en el eje de la película y realmente lo hace muy bien. Crece en importancia en la medida que avanza el metraje, y su comportamiento es, finalmente, el que depara las mayores sorpresas en un relato que, aunque tiene una construcción extraída de un manual, está muy bien ejecutada, y por cierto, cumple de sobra con las expectativas que su larga espera ha generado.
“Gladiator II” funciona muy bien. Aunque es extensa, pasa muy rápido. Es entretenida y elocuente, cruda y también sensible. Algunas escenas violentas son impactantes, y no las adelantaré para no privarles de la magia de descubrirlas. No se sorprendan si saltan en el asiento, miran para el lado, o se tapan los ojos. Les puede pasar, sobre todo con algunas secuencias que parecen muy reales y cuyos efectos están dentro de los mejores logrados.
Un mensaje final. Si bien, estamos ante una película que es entretención pura, que no refleja al pie de la letra la historia real, y que ficciona la mayoría de los sucesos, no es difícil advertir lo poco que ha cambiado el mundo en veinte siglos. Las intrigas de palacio, las ansias de poder, la venganza como motor de vida, parecen ganar la batalla, sin embargo hay algo más que puede ser más fuerte. El amor filial, la inspiración en valores que lleven al bien común, y el sacrificio rendido por ellos, parecen tener siempre la oportunidad de reivindicar la bondad por sobre el mal. Evitar enfrentamientos sangrientos, y luchar por ello aunque se corra peligro, podría ser la moraleja de esta segunda parte. ¿Podemos pensar que, como humanidad, aún tenemos esperanzas?
Ficha técnica
Título original: Gladiator II
Año: 2024
Duración: 148 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; Scott Free Productions, Red Wagon Productions, Paramount Pictures. Distribuidora: Paramount Pictures
Género: Acción. Aventuras. Drama | Secuela. Antigua Roma. Cine épico
Guion: David Scarpa. Personajes: David Franzoni
Música: Harry Gregson-Williams
Fotografía: John Mathieson
Reparto: Paul Mescal, Pedro Pascal, Joseph Quinn, Fred Hechinger, Lior Raz, Derek Jacobi, Connie Nielsen, Denzel Washington
Dirección: Ridley Scott
martes, 12 de noviembre de 2024
Operación Zombie: Resurrección
Ambientada en el sur de Tailandia durante la Segunda Guerra Mundial, Mok -Awat Ratanapintha-, junto a un escuadrón de jóvenes soldados, se lanza contra las fuerzas invasoras japonesas. Lo que él desconoce es que el enemigo carga consigo una horrorosa arma biológica capaz de borrarlos del mapa en cosa de segundos. Por otro lado, el suboficial Mek -Chanon Santinatornkul-, hermano mayor de Mok, recibe la orden de unir fuerzas con los japoneses cuando estos pierden el control del nuevo armamento, descubriendo que estas órdenes podrían significar hasta la muerte de su propio hermano.
En películas de zombies siempre asalta la pregunta respecto al momento en que veremos las primeras apariciones. En este caso, la duda se despeja pronto, a los 16 minutos, momento en el que hacen su entrada con toda propiedad. Y desde ese instante no paran más. Tal vez la única pausa del filme, lo más tranquilo y mesurado, está en los primeros minutos, en ese breve preámbulo que nos muestra la vida cotidiana de los soldados en un campamento sin que podamos siquiera advertir lo que acontecerá posteriormente.
En palabras del director, Kongkiat Khomsiri, “la película habla sobre la hermandad y los lazos fragmentados, con los zombies actuando como catalizadores de este quiebre. Siguen siendo los zombies que conocemos, pero les damos una razón creíble y plausible para su existencia. Siempre he creído que el terror no solo debe asustar, sino también reflexionar sobre las relaciones humanas”.
“Operation Undead” intenta tener una base de sustento diferente para contar una nueva historia sobre muertos vivientes. Lo consigue a medias, trastabillando, rozando lo grotesco, pero con espacio para intercalar algunos elementos de la cultura oriental. Lo que decepciona es que, a pesar de tener una plausible razón de ser, la película se refugia en lo conocido y no logra salir de su zona de confort. Y es que resulta muy difícil resistir la tentación de mostrar imágenes caníbales y secuencias enteras de enfrentamientos. Y hay que tener estómago para poder terminar de verla, porque si en algo destaca este trabajo es en sus espeluznantes efectos especiales.
Solo para fanáticos del género y que ademas tengan la piel muy gruesa.
Ficha técnica
Título original: Operation Undead
Año: 2024
Duración: 110 minutos
País: Tailandia
Compañías: IFA Media Productions, Threesixzero Productions, Kongkiat Production
Género: Terror. Drama. Bélico | Zombis. Años 40
Guion: Narit Pachoei, Kongkiat Khomsiri, Pass Patthanakumjon, Suebpong Srihatri
Música: Giant Wave
Fotografía: Pramett Chankrasse
Reparto: Seigi Ozeki, Awat Ratanapintha, Supicha Sangkhachinda, Chanon Santinatornkul, Nobu T Watanabe
En películas de zombies siempre asalta la pregunta respecto al momento en que veremos las primeras apariciones. En este caso, la duda se despeja pronto, a los 16 minutos, momento en el que hacen su entrada con toda propiedad. Y desde ese instante no paran más. Tal vez la única pausa del filme, lo más tranquilo y mesurado, está en los primeros minutos, en ese breve preámbulo que nos muestra la vida cotidiana de los soldados en un campamento sin que podamos siquiera advertir lo que acontecerá posteriormente.
En palabras del director, Kongkiat Khomsiri, “la película habla sobre la hermandad y los lazos fragmentados, con los zombies actuando como catalizadores de este quiebre. Siguen siendo los zombies que conocemos, pero les damos una razón creíble y plausible para su existencia. Siempre he creído que el terror no solo debe asustar, sino también reflexionar sobre las relaciones humanas”.
“Operation Undead” intenta tener una base de sustento diferente para contar una nueva historia sobre muertos vivientes. Lo consigue a medias, trastabillando, rozando lo grotesco, pero con espacio para intercalar algunos elementos de la cultura oriental. Lo que decepciona es que, a pesar de tener una plausible razón de ser, la película se refugia en lo conocido y no logra salir de su zona de confort. Y es que resulta muy difícil resistir la tentación de mostrar imágenes caníbales y secuencias enteras de enfrentamientos. Y hay que tener estómago para poder terminar de verla, porque si en algo destaca este trabajo es en sus espeluznantes efectos especiales.
Solo para fanáticos del género y que ademas tengan la piel muy gruesa.
Ficha técnica
Título original: Operation Undead
Año: 2024
Duración: 110 minutos
País: Tailandia
Compañías: IFA Media Productions, Threesixzero Productions, Kongkiat Production
Género: Terror. Drama. Bélico | Zombis. Años 40
Guion: Narit Pachoei, Kongkiat Khomsiri, Pass Patthanakumjon, Suebpong Srihatri
Música: Giant Wave
Fotografía: Pramett Chankrasse
Reparto: Seigi Ozeki, Awat Ratanapintha, Supicha Sangkhachinda, Chanon Santinatornkul, Nobu T Watanabe
Dirección: Kongkiat Khomsiri
lunes, 11 de noviembre de 2024
Código Traje Rojo
Santa Claus es secuestrado. Conmoción en el Polo Norte. Se activan las alarmas. Faltan menos de dos días para la Navidad. Callum Drift -Dwayne Johnson-, el poderoso jefe de seguridad, inicia un operativo gigante para dar con los captores.
Pero la historia no parte así. Se remonta 30 años antes en uno de los mejores inicios para una película navideña: la anti Navidad. En ese momento conocemos a Jack O'Malley -Chris Evans-, un niño que no tiene ningún problema en plantar cara y decir todo lo que piensa y sin filtro. Un infante contra la Navidad y contra Santa. ¡Qué contradicción! Pero en el presente, Jack no ha variado mucho su forma de ser. Por el contrario, ha acrecentado sus características, y podríamos decir que es todo un antisistema, un tipo que, oportunidad que ve, la usa para provocar o causar algún daño o algún problema. No en vano es un afamado hacker y, además, un reconocido cazarrecompensas.
Entonces, ¿cómo se juntan Callum con Jack? La necesidad tiene cara de hereje, se ha dicho por años, por lo que ante circunstancias acuciantes, todo vale. La misión de recuperar al señor Claus bien vale la pena. La Navidad no está en peligro pero sí la repartición de los regalos y todos los niños que ansiosamente los esperan. ¿Lograrán su objetivo, contra harto más que viento y marea?
Luego de una premisa y un comienzo prometedor, esta película dirigida por Jake Kasdan, y basada en una historia original de Hiram Garcia, va perdiendo fuelle con el paso de los minutos, desconfigurándose poco a poco. ¿Qué significa esto? El inicio elocuente y hasta la secuencia del rapto, la cinta funciona muy bien, pero, desde ese momento, las lagunas se van haciendo cada vez más grandes. La acción va decayendo, al tiempo que los momentos pausados y de diálogo no logran compensar un ritmo en declive que no logra ser sorteado ni siquiera por el reconocido carisma de sus protagonistas.
Y en esto quisiera detenerme un poco. Ambos, Dwayne Johnson y Chris Evans, no son unos aparecidos. No. Saben de qué se trata esto y muchas veces han debido soportar sobre sus hombros el peso de mantener películas enteras. Incluso, ya han trabajado juntos con éxito. Pero algo sucede en esta entrega. Es extraño, pero no hay mucha química entre ellos cuando están juntos en pantalla. Evans, solo, se las arregla para hacer un rol distinto a sus últimos papeles y realizarlo en forma convincente. Por otra parte, Johnson apaga un poco su habitual carisma para ser un frío jefe y despertar solo a goteras cuando las situaciones lo ameritan. Sin embargo, cuando los dos se reúnen, parecen imanes que no se juntan, como que se anulan en vez de aprovechar el potencial de una dupla que podría fácilmente encenderlo todo. Extraño. Como para darle más de alguna vuelta.
“Red One” no pasa de ser una película más que tiene la Navidad como excusa. Interesante en su concepto, pero con muy poco desarrollo. Y el problema, tal vez, son las expectativas que genera, porque lo que promete no lo alcanza a cumplir. ¿Entretiene? Sí, pero a medias. Se hace larga, sobre todo en su parte central, y su conclusión es tan evidente que ni siquiera guarda una sorpresa bajo la manga. Ni siquiera la mezcla de géneros ayuda mucho, porque lo fantástico se combina con temas familiares, y las demás tramas de la historia pasan a pérdida cuando no se mantiene un foco y un punto de llegada que resulte más preciso.
Bueno, no pidamos tanto. Tenemos una película para pasar el rato y luego olvidarla inmediatamente. Y aquello no es malo, es lo que hay, y nada más.
Ficha técnica
Título original: Red One
Año: 2024
Duración: 123 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Seven Bucks Productions, Chris Morgan Productions, Detective Agency, The, Amazon MGM Studios
Género: Fantástico. Acción. Aventuras. Comedia | Navidad
Guion: Chris Morgan. Historia: Hiram Garcia
Música: Henry Jackman
Fotografía: Daniel Mindel
Reparto: Dwayne Johnson, Chris Evans, Lucy Liu, Kiernan Shipka, Bonnie Hunt, Nick Kroll, Kristofer Hivju, Wesley Kimmel, J. K. Simmons
Dirección: Jake Kasdan
Pero la historia no parte así. Se remonta 30 años antes en uno de los mejores inicios para una película navideña: la anti Navidad. En ese momento conocemos a Jack O'Malley -Chris Evans-, un niño que no tiene ningún problema en plantar cara y decir todo lo que piensa y sin filtro. Un infante contra la Navidad y contra Santa. ¡Qué contradicción! Pero en el presente, Jack no ha variado mucho su forma de ser. Por el contrario, ha acrecentado sus características, y podríamos decir que es todo un antisistema, un tipo que, oportunidad que ve, la usa para provocar o causar algún daño o algún problema. No en vano es un afamado hacker y, además, un reconocido cazarrecompensas.
Entonces, ¿cómo se juntan Callum con Jack? La necesidad tiene cara de hereje, se ha dicho por años, por lo que ante circunstancias acuciantes, todo vale. La misión de recuperar al señor Claus bien vale la pena. La Navidad no está en peligro pero sí la repartición de los regalos y todos los niños que ansiosamente los esperan. ¿Lograrán su objetivo, contra harto más que viento y marea?
Luego de una premisa y un comienzo prometedor, esta película dirigida por Jake Kasdan, y basada en una historia original de Hiram Garcia, va perdiendo fuelle con el paso de los minutos, desconfigurándose poco a poco. ¿Qué significa esto? El inicio elocuente y hasta la secuencia del rapto, la cinta funciona muy bien, pero, desde ese momento, las lagunas se van haciendo cada vez más grandes. La acción va decayendo, al tiempo que los momentos pausados y de diálogo no logran compensar un ritmo en declive que no logra ser sorteado ni siquiera por el reconocido carisma de sus protagonistas.
Y en esto quisiera detenerme un poco. Ambos, Dwayne Johnson y Chris Evans, no son unos aparecidos. No. Saben de qué se trata esto y muchas veces han debido soportar sobre sus hombros el peso de mantener películas enteras. Incluso, ya han trabajado juntos con éxito. Pero algo sucede en esta entrega. Es extraño, pero no hay mucha química entre ellos cuando están juntos en pantalla. Evans, solo, se las arregla para hacer un rol distinto a sus últimos papeles y realizarlo en forma convincente. Por otra parte, Johnson apaga un poco su habitual carisma para ser un frío jefe y despertar solo a goteras cuando las situaciones lo ameritan. Sin embargo, cuando los dos se reúnen, parecen imanes que no se juntan, como que se anulan en vez de aprovechar el potencial de una dupla que podría fácilmente encenderlo todo. Extraño. Como para darle más de alguna vuelta.
“Red One” no pasa de ser una película más que tiene la Navidad como excusa. Interesante en su concepto, pero con muy poco desarrollo. Y el problema, tal vez, son las expectativas que genera, porque lo que promete no lo alcanza a cumplir. ¿Entretiene? Sí, pero a medias. Se hace larga, sobre todo en su parte central, y su conclusión es tan evidente que ni siquiera guarda una sorpresa bajo la manga. Ni siquiera la mezcla de géneros ayuda mucho, porque lo fantástico se combina con temas familiares, y las demás tramas de la historia pasan a pérdida cuando no se mantiene un foco y un punto de llegada que resulte más preciso.
Bueno, no pidamos tanto. Tenemos una película para pasar el rato y luego olvidarla inmediatamente. Y aquello no es malo, es lo que hay, y nada más.
Ficha técnica
Título original: Red One
Año: 2024
Duración: 123 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Seven Bucks Productions, Chris Morgan Productions, Detective Agency, The, Amazon MGM Studios
Género: Fantástico. Acción. Aventuras. Comedia | Navidad
Guion: Chris Morgan. Historia: Hiram Garcia
Música: Henry Jackman
Fotografía: Daniel Mindel
Reparto: Dwayne Johnson, Chris Evans, Lucy Liu, Kiernan Shipka, Bonnie Hunt, Nick Kroll, Kristofer Hivju, Wesley Kimmel, J. K. Simmons
Dirección: Jake Kasdan
sábado, 9 de noviembre de 2024
La Matriarca
Nueva Zelanda, plena década de los 90. Sam -George Ferrier-, estudia en un internado y su padre lo busca para llevarlo a casa por un fin de semana. Como buen adolescente, Sam no quiere nada y apenas accede a viajar con él. Motivos hay muchos, pero se agrega uno muy poderoso para no querer ir. Su abuela paterna estará de visita pues necesita recuperarse de una intervención a sus piernas.
Así comienza “Juniper”, una película que lentamente va mostrando sus cartas y que captura nuestra atención desde el primero momento. Hay muchas cosas que no sabemos pero que vamos conociendo cuadro a cuadro. Hay un duelo, una pérdida que tiene a Sam en extremo deprimido.
Para pesar del joven, la abuela llega a ocupar la pieza de su madre, y, aunque trata de evadirla, el temido encuentro con ella ocurre más temprano que tarde. Y no es afortunado ni grato. Por el contrario, se trata de un enfrentamiento declarado, una confrontación que no se guarda nada, ni en la forma, ni en el fondo.
El guionista y director Matthew J. Saville, muestra su talento desde la entrada. Con pocos elementos, es capaz de delinear perfectamente los perfiles de cada uno de sus personajes. Basta un encuadre, un diálogo corto y preciso, o bien un pequeño gesto, para comprender perfectamente el papel que tiene cada uno, incluso con sus rasgos característicos potenciados sin la necesidad de entregar mayores explicaciones.
Después del primer round abuela-nieto, el segundo llega muy pronto. El padre de Sam debe viajar a Inglaterra y su madre no puede quedarse sola al cuidado de su enfermera personal. Es imprescindible que el joven participe en el cuidado y pueda auxiliar a la anciana cuando la asistente no pueda estar presente. La necesidad es clara pero Sam no quiere asumirla. Es totalmente obligado a cumplir la instrucción de su padre.
A esta altura ya conocemos un poco más. Ruth -Charlotte Rampling-, requiere mucha atención, ya que no puede valerse por sí misma ni siquiera para ir al baño. Sin asistencia, no puede hacer nada. La situación no solo es ingrata, sino que se hace insoportable pues el carácter de la señora, además, es del terror. Autoritario es poco decir. En verdad es una persona complicada con letras mayúsculas, pero lo que no sabemos es por qué es así. Un encuentro con un sacerdote anglicano entrega un par de luces al respecto, cuando ella se niega a recibir ayuda espiritual. En sus propias palabras, ella “ya está en el infierno”.
Desde el momento en que el joven nieto y la anciana abuela se quedan solos, la brutalidad y los maltratos, por parte de Ruth, aumentan. Sam se desespera, no ve ninguna salida, su vida se torna todavía más frágil; debe tomar una decisión.
El director sabe llevarnos de la mano a través de una historia que va creciendo en intensidad en la medida que conocemos más detalles que no es bueno adelantar. Sí podemos decir que se trata de una película sobre relaciones madre - hijo, padre - hijo, y abuela - nieto, tres generaciones marcadas por eventos que han dejado cicatrices en cada uno de ellos.
Estamos también en presencia de un cuidadoso estudio de personalidades que ocultan o niegan emociones y sentimientos en presencia de sus seres más queridos. los conflictos son subterráneos y persistentes, revelándose en las capas profundas de la narrativa que se vuelve más interesante con cada minuto que transcurre.
La lista de problemas no resueltos es grande. La ausencia y la posibilidad de otra pérdida gatilla aún más temores. La soledad emerge como la principal amenaza. Ante la dificultad para sentir, el antídoto parece ser no quedarse solo, la necesidad de estar acompañado.
Soberbia actuación de Charlotte Rampling encarnando a Ruth, muy bien secundada por George Ferrier quien da vida a su nieto Sam. La tensa relación entre ambos y los paulatinos cambios de comportamiento, se sienten naturales. En ningún momento se nota algo que haga forzadas sus caracterizaciones. Al contrario, la frescura de las actuaciones permite pensar que, incluso, algunas escenas pudieron hasta ser improvisadas.
Cocinada a fuego lento, Juniper (traducida como La Matriarca, título en español que no le hace justicia), es una película reflexiva que contiene un importante mensaje en el interior. Hablamos de la necesidad de la reconciliación para aceptar y sanar heridas, un proceso vital para enfrentar la pérdida de los seres queridos, y preparar el corazón para poder seguir adelante. Cuando eso no está, la vida resulta imposible y no hay forma de ver alguna luz. La posibilidad de transformarnos internamente pareciera ser la respuesta, la que generalmente proviene desde donde menos lo esperamos.
Ficha técnica
Título original: Juniper
Año: 2021
Duración: 94 minutos
País: Nueva Zelanda
Compañías: Distribuidora: Transmission Films
Género: Drama | Vejez / Madurez. Alcoholismo
Guion: Matthew J. Saville
Música: Marlon Williams, Mark Perkins
Fotografía: Martyn Williams
Reparto: Charlotte Rampling, George Ferrier, Marton Csokas, Edith Poor
Dirección: Matthew J. Saville
Así comienza “Juniper”, una película que lentamente va mostrando sus cartas y que captura nuestra atención desde el primero momento. Hay muchas cosas que no sabemos pero que vamos conociendo cuadro a cuadro. Hay un duelo, una pérdida que tiene a Sam en extremo deprimido.
Para pesar del joven, la abuela llega a ocupar la pieza de su madre, y, aunque trata de evadirla, el temido encuentro con ella ocurre más temprano que tarde. Y no es afortunado ni grato. Por el contrario, se trata de un enfrentamiento declarado, una confrontación que no se guarda nada, ni en la forma, ni en el fondo.
El guionista y director Matthew J. Saville, muestra su talento desde la entrada. Con pocos elementos, es capaz de delinear perfectamente los perfiles de cada uno de sus personajes. Basta un encuadre, un diálogo corto y preciso, o bien un pequeño gesto, para comprender perfectamente el papel que tiene cada uno, incluso con sus rasgos característicos potenciados sin la necesidad de entregar mayores explicaciones.
Después del primer round abuela-nieto, el segundo llega muy pronto. El padre de Sam debe viajar a Inglaterra y su madre no puede quedarse sola al cuidado de su enfermera personal. Es imprescindible que el joven participe en el cuidado y pueda auxiliar a la anciana cuando la asistente no pueda estar presente. La necesidad es clara pero Sam no quiere asumirla. Es totalmente obligado a cumplir la instrucción de su padre.
A esta altura ya conocemos un poco más. Ruth -Charlotte Rampling-, requiere mucha atención, ya que no puede valerse por sí misma ni siquiera para ir al baño. Sin asistencia, no puede hacer nada. La situación no solo es ingrata, sino que se hace insoportable pues el carácter de la señora, además, es del terror. Autoritario es poco decir. En verdad es una persona complicada con letras mayúsculas, pero lo que no sabemos es por qué es así. Un encuentro con un sacerdote anglicano entrega un par de luces al respecto, cuando ella se niega a recibir ayuda espiritual. En sus propias palabras, ella “ya está en el infierno”.
Desde el momento en que el joven nieto y la anciana abuela se quedan solos, la brutalidad y los maltratos, por parte de Ruth, aumentan. Sam se desespera, no ve ninguna salida, su vida se torna todavía más frágil; debe tomar una decisión.
El director sabe llevarnos de la mano a través de una historia que va creciendo en intensidad en la medida que conocemos más detalles que no es bueno adelantar. Sí podemos decir que se trata de una película sobre relaciones madre - hijo, padre - hijo, y abuela - nieto, tres generaciones marcadas por eventos que han dejado cicatrices en cada uno de ellos.
Estamos también en presencia de un cuidadoso estudio de personalidades que ocultan o niegan emociones y sentimientos en presencia de sus seres más queridos. los conflictos son subterráneos y persistentes, revelándose en las capas profundas de la narrativa que se vuelve más interesante con cada minuto que transcurre.
La lista de problemas no resueltos es grande. La ausencia y la posibilidad de otra pérdida gatilla aún más temores. La soledad emerge como la principal amenaza. Ante la dificultad para sentir, el antídoto parece ser no quedarse solo, la necesidad de estar acompañado.
Soberbia actuación de Charlotte Rampling encarnando a Ruth, muy bien secundada por George Ferrier quien da vida a su nieto Sam. La tensa relación entre ambos y los paulatinos cambios de comportamiento, se sienten naturales. En ningún momento se nota algo que haga forzadas sus caracterizaciones. Al contrario, la frescura de las actuaciones permite pensar que, incluso, algunas escenas pudieron hasta ser improvisadas.
Cocinada a fuego lento, Juniper (traducida como La Matriarca, título en español que no le hace justicia), es una película reflexiva que contiene un importante mensaje en el interior. Hablamos de la necesidad de la reconciliación para aceptar y sanar heridas, un proceso vital para enfrentar la pérdida de los seres queridos, y preparar el corazón para poder seguir adelante. Cuando eso no está, la vida resulta imposible y no hay forma de ver alguna luz. La posibilidad de transformarnos internamente pareciera ser la respuesta, la que generalmente proviene desde donde menos lo esperamos.
Ficha técnica
Título original: Juniper
Año: 2021
Duración: 94 minutos
País: Nueva Zelanda
Compañías: Distribuidora: Transmission Films
Género: Drama | Vejez / Madurez. Alcoholismo
Guion: Matthew J. Saville
Música: Marlon Williams, Mark Perkins
Fotografía: Martyn Williams
Reparto: Charlotte Rampling, George Ferrier, Marton Csokas, Edith Poor
Dirección: Matthew J. Saville
jueves, 7 de noviembre de 2024
Oasis
Sinopsis: Una crisis social sin precedentes estalla en Chile. Una parte de la sociedad se organiza contra un sistema desigual redactando una nueva constitución, mientras que otra parte boicotea silenciosamente el proceso. Oasis es una película colectiva que sigue el proceso constituyente más importante de la historia de Chile, observando las cicatrices entre sociedad y naturaleza.
Con registros capturados mediante cámara fija, este trabajo dirigido por Tamara Uribe y Felipe Morgado, y realizado por el Colectivo MAFI (Mapa Fílmico de un país), se encarga, en palabras de sus propios autores, de “desvelar lo que no se vio del proceso constituyente más importante en la historia de Chile”.
Como primera consideración, cuesta identificar aquello que se anuncia como novedad, pues gran parte de las imágenes corresponden a mucho de lo que, durante todo ese tiempo, también estuvo presente en los principales medios de comunicación. Ahora se ofrece desde otros ángulos u otras perspectivas y desde luego contiene aportes, secuencias inéditas junto con ciertos testimonios que resultan sugerentes para completar el puzzle. No obstante, el nuevo material no resulta ser tan abundante como para que se transforme en el principal eje del relato.
Por otra parte, un documental de esta naturaleza debe analizarse desde su postura editorial para comprender cuál es su objetivo. Acá, la premisa es absolutamente clara, sin ambigüedades. Señala que “parte de la sociedad se organiza contra un sistema desigual redactando una nueva constitución, mientras que otra parte boicotea silenciosamente el proceso”. Es tanta la transparencia que se visualiza en este trabajo que lo que se observa en sus 85 minutos es justamente una ratificación de lo escrito, al presentar un grupo que quiere avanzar y otro que no quiere dejar que se avance. ¿Es tan así?
Desde luego, cuando la posición política y editorial es explicita, lo primero que se pide es que exista coherencia, y este trabajo la tiene de principio a fin, pero si buscamos una mayor objetividad en la narración, probablemente no la tengamos, pues se trata de un testimonio de lo sucedido expresado desde una óptica particular. Ahora, bien, podemos estar más o menos de acuerdo con las decisiones de sus realizadores, pero es indiscutible que el valor intrínseco de los caminos elegidos es que son fieles a su planteamiento inicial.
Desde el punto de vista audiovisual, resulta interesante la forma de capturar las imágenes, partiendo por los contextos que estas ofrecen. Al tener un gran número de personas registrando videos, el material al que se puede acceder posteriormente es enorme. Surge allí la necesidad de darle forma al relato, según expresa la cineasta Tamara Uribe: “el desafío es encontrar las imágenes donde se narra alguna fractura, contraste o momento irrepetible”, lo que complementa Felipe Morgado, co-director del proyecto, quien señala que “hay que sumarle que no era solo un equipo de grabación, sino que 17 realizadores desplazados a lo largo de Chile filmando de manera colectiva. Estamos hablando de horas y horas de material, y había que verlo todo, y en algunos casos, más de una vez”.
“Oasis”, título que hace referencia a una frase del ex Presidente Piñera refiriéndose a Chile, pocos días antes del denominado estallido social, es una película que se siente incompleta. Desafortunadamente no logra traducir en lo concreto toda la diversidad que anuncia contener. Tampoco logra capturar la atención con puntos nuevos, o con un conflicto creciente que nazca desde el mismo material que se presenta. Si bien es cierto que no se detiene en hechos particulares, y logra recorrer con agilidad los meses y los años, cuesta entender finalmente, cuál es el norte de este estudio.
Interesante mas no imprescindible. Otro testimonio gráfico de sucesos trascendentes en la historia de Chile, bajo una mirada más complaciente que crítica, más estética que argumental, más de piel que desde sus entrañas.
Ficha técnica
Año: 2024
País: Chile
Duración: 85 minutos
Casa productora: Fundación MAFI
Producción: Alba Gaviraghi y Diego Pino Anguita
Sonido: Juan Pablo Garreton y David Pacheco
Dirección de fotografía: Adolfo Mesías
Montaje: Tamara Uribe, Felipe Morgado, Andrea Chignoli y Christopher Murray.
Realizadores: Adolfo Mesías, Alba Gaviraghi, Andy Rodríguez, Aníbal Jofré, Antonio Luco, Catalina Alarcón, Christopher Murray, Daniela Camino, David Belmar, Felipe Morgado, Flavia Contreras, Francina Carbonell, Isabel Baeza, Israel Pimentel, Josefina Buschmann, Josie Muñoz, Tamara Uribe, Thomas Woodroffe, y Valeria Hoffman.
Dirección: Tamara Uribe y Felipe Morgado
Con registros capturados mediante cámara fija, este trabajo dirigido por Tamara Uribe y Felipe Morgado, y realizado por el Colectivo MAFI (Mapa Fílmico de un país), se encarga, en palabras de sus propios autores, de “desvelar lo que no se vio del proceso constituyente más importante en la historia de Chile”.
Como primera consideración, cuesta identificar aquello que se anuncia como novedad, pues gran parte de las imágenes corresponden a mucho de lo que, durante todo ese tiempo, también estuvo presente en los principales medios de comunicación. Ahora se ofrece desde otros ángulos u otras perspectivas y desde luego contiene aportes, secuencias inéditas junto con ciertos testimonios que resultan sugerentes para completar el puzzle. No obstante, el nuevo material no resulta ser tan abundante como para que se transforme en el principal eje del relato.
Por otra parte, un documental de esta naturaleza debe analizarse desde su postura editorial para comprender cuál es su objetivo. Acá, la premisa es absolutamente clara, sin ambigüedades. Señala que “parte de la sociedad se organiza contra un sistema desigual redactando una nueva constitución, mientras que otra parte boicotea silenciosamente el proceso”. Es tanta la transparencia que se visualiza en este trabajo que lo que se observa en sus 85 minutos es justamente una ratificación de lo escrito, al presentar un grupo que quiere avanzar y otro que no quiere dejar que se avance. ¿Es tan así?
Desde luego, cuando la posición política y editorial es explicita, lo primero que se pide es que exista coherencia, y este trabajo la tiene de principio a fin, pero si buscamos una mayor objetividad en la narración, probablemente no la tengamos, pues se trata de un testimonio de lo sucedido expresado desde una óptica particular. Ahora, bien, podemos estar más o menos de acuerdo con las decisiones de sus realizadores, pero es indiscutible que el valor intrínseco de los caminos elegidos es que son fieles a su planteamiento inicial.
Desde el punto de vista audiovisual, resulta interesante la forma de capturar las imágenes, partiendo por los contextos que estas ofrecen. Al tener un gran número de personas registrando videos, el material al que se puede acceder posteriormente es enorme. Surge allí la necesidad de darle forma al relato, según expresa la cineasta Tamara Uribe: “el desafío es encontrar las imágenes donde se narra alguna fractura, contraste o momento irrepetible”, lo que complementa Felipe Morgado, co-director del proyecto, quien señala que “hay que sumarle que no era solo un equipo de grabación, sino que 17 realizadores desplazados a lo largo de Chile filmando de manera colectiva. Estamos hablando de horas y horas de material, y había que verlo todo, y en algunos casos, más de una vez”.
“Oasis”, título que hace referencia a una frase del ex Presidente Piñera refiriéndose a Chile, pocos días antes del denominado estallido social, es una película que se siente incompleta. Desafortunadamente no logra traducir en lo concreto toda la diversidad que anuncia contener. Tampoco logra capturar la atención con puntos nuevos, o con un conflicto creciente que nazca desde el mismo material que se presenta. Si bien es cierto que no se detiene en hechos particulares, y logra recorrer con agilidad los meses y los años, cuesta entender finalmente, cuál es el norte de este estudio.
Interesante mas no imprescindible. Otro testimonio gráfico de sucesos trascendentes en la historia de Chile, bajo una mirada más complaciente que crítica, más estética que argumental, más de piel que desde sus entrañas.
Ficha técnica
Año: 2024
País: Chile
Duración: 85 minutos
Casa productora: Fundación MAFI
Producción: Alba Gaviraghi y Diego Pino Anguita
Sonido: Juan Pablo Garreton y David Pacheco
Dirección de fotografía: Adolfo Mesías
Montaje: Tamara Uribe, Felipe Morgado, Andrea Chignoli y Christopher Murray.
Realizadores: Adolfo Mesías, Alba Gaviraghi, Andy Rodríguez, Aníbal Jofré, Antonio Luco, Catalina Alarcón, Christopher Murray, Daniela Camino, David Belmar, Felipe Morgado, Flavia Contreras, Francina Carbonell, Isabel Baeza, Israel Pimentel, Josefina Buschmann, Josie Muñoz, Tamara Uribe, Thomas Woodroffe, y Valeria Hoffman.
Dirección: Tamara Uribe y Felipe Morgado
miércoles, 6 de noviembre de 2024
La Contadora de Películas
Sinopsis: Años 60, desierto de Atacama, Chile. María Magnolia es una mujer que, a pesar de vivir en condiciones difíciles, trata de transmitir a su hija, María Margarita, su pasión por el arte. María Margarita se convertirá en la contadora de historias del pueblo, donde la mayoría de sus habitantes no pueden permitirse una entrada de cine.
Bella propuesta fílmica de la directora Lone Scherfig. Destacan sus paisajes y entornos realistas, configurando una lograda recreación de época. Abundan los detalles finos y delicados. La estética se convierte en el aspecto más relevante de una producción cuyo tratamiento del paso del tiempo llama la atención. En teoría, es poco el lapso, pero en la práctica pareciera ser mucho más.
La historia es emotiva, ya que resulta imposible sustraerse al homenaje que rinde al cine. Basada en la novela homónima de Hernán Rivera Letelier, publicada en 2009, esta adaptación a la pantalla grande captura la esencia del trabajo del escritor nortino. El aporte visual lo entrega la ternura con la que se trata la trama, especialmente las relaciones dentro de la familia protagonista, provocando sensaciones y evocaciones que calan profundamente en la audiencia.
Desde luego, lo que ocurre en este pequeño campamento minero es previsible. El trabajo es duro para los hombres que llevan el sustento a sus hogares, y además está lleno de riesgos debido a las precarias condiciones laborales. En casa, básicamente se les espera y se les concede descanso de cualquier otra tarea, aguardando pacientemente el día de esparcimiento familiar: el domingo, día marcado por la gran entretención que ofrece la comunidad: ver una película en el magnífico cine del pueblo.
Para una familia numerosa, este lujo dominical no tiene financiamiento asegurado. Es caro el que todos puedan asistir cada semana. La economía doméstica flaquea, pero ante la adversidad surge una opción: un concurso para ver quién de ellos puede ver una película y luego transmitirla de la mejor manera. María Margarita gana por lejos, porque su don incluye una expresividad que evidencia un talento nato para no solo retratar lo observado, sino también dotar al relato de gran sensibilidad gracias a su natural histrionismo, configurando una interpretación digna de las mejores producciones.
La historia es preciosa. Esta “contadora” se convierte en el alma viva de un pueblo que poco a poco es devorado por fantasmas. Aunque tiene muchos aspectos positivos, el desarrollo argumental del filme resulta escaso, lo que lo vuelve un tanto plano en términos narrativos. Tal vez el exceso de lo contemplativo le juega un poco en contra, ya que si bien el centro es María Margarita, lo que pasa a su alrededor pierde tensión paulatinamente.
En general, los personajes carecen de arcos pronunciados, lo que resta profundidad al metraje. Ciertas lagunas de contenido, producto de la adaptación del texto escrito y la necesidad de priorizar ciertos elementos, interrumpen la unidad narrativa por momentos, acrecentado por algunas inconsistencias en los detalles temporales de los años en que transcurre la historia. Por ejemplo, aparecen muy cercanos la elección de Salvador Allende como presidente de Chile en 1970 y el Golpe de Estado de 1973 que da paso a la dictadura militar.
“La Contadora de Películas” deja una sensación grata que va aumentando en la medida en que nos alejamos de su visualización. Al olvidar algunos detalles, podemos centrarnos en lo fundamental de un relato que retrata no solo uno, sino varios posibles momentos de la historia del norte de nuestro país. En muy poco tiempo y con una gran dosis de emotividad, nos sumergimos en temas importantes como el trabajo, la familia y la política, todo dentro de un pequeño mundo que también es extrapolable a comunidades de mayor tamaño.
Vívido retrato social, sensible y delicado, desarrollado con cuidada estética y esmero en cada uno de sus detalles. ¡Recomendada!
Bella propuesta fílmica de la directora Lone Scherfig. Destacan sus paisajes y entornos realistas, configurando una lograda recreación de época. Abundan los detalles finos y delicados. La estética se convierte en el aspecto más relevante de una producción cuyo tratamiento del paso del tiempo llama la atención. En teoría, es poco el lapso, pero en la práctica pareciera ser mucho más.
La historia es emotiva, ya que resulta imposible sustraerse al homenaje que rinde al cine. Basada en la novela homónima de Hernán Rivera Letelier, publicada en 2009, esta adaptación a la pantalla grande captura la esencia del trabajo del escritor nortino. El aporte visual lo entrega la ternura con la que se trata la trama, especialmente las relaciones dentro de la familia protagonista, provocando sensaciones y evocaciones que calan profundamente en la audiencia.
Desde luego, lo que ocurre en este pequeño campamento minero es previsible. El trabajo es duro para los hombres que llevan el sustento a sus hogares, y además está lleno de riesgos debido a las precarias condiciones laborales. En casa, básicamente se les espera y se les concede descanso de cualquier otra tarea, aguardando pacientemente el día de esparcimiento familiar: el domingo, día marcado por la gran entretención que ofrece la comunidad: ver una película en el magnífico cine del pueblo.
Para una familia numerosa, este lujo dominical no tiene financiamiento asegurado. Es caro el que todos puedan asistir cada semana. La economía doméstica flaquea, pero ante la adversidad surge una opción: un concurso para ver quién de ellos puede ver una película y luego transmitirla de la mejor manera. María Margarita gana por lejos, porque su don incluye una expresividad que evidencia un talento nato para no solo retratar lo observado, sino también dotar al relato de gran sensibilidad gracias a su natural histrionismo, configurando una interpretación digna de las mejores producciones.
La historia es preciosa. Esta “contadora” se convierte en el alma viva de un pueblo que poco a poco es devorado por fantasmas. Aunque tiene muchos aspectos positivos, el desarrollo argumental del filme resulta escaso, lo que lo vuelve un tanto plano en términos narrativos. Tal vez el exceso de lo contemplativo le juega un poco en contra, ya que si bien el centro es María Margarita, lo que pasa a su alrededor pierde tensión paulatinamente.
En general, los personajes carecen de arcos pronunciados, lo que resta profundidad al metraje. Ciertas lagunas de contenido, producto de la adaptación del texto escrito y la necesidad de priorizar ciertos elementos, interrumpen la unidad narrativa por momentos, acrecentado por algunas inconsistencias en los detalles temporales de los años en que transcurre la historia. Por ejemplo, aparecen muy cercanos la elección de Salvador Allende como presidente de Chile en 1970 y el Golpe de Estado de 1973 que da paso a la dictadura militar.
“La Contadora de Películas” deja una sensación grata que va aumentando en la medida en que nos alejamos de su visualización. Al olvidar algunos detalles, podemos centrarnos en lo fundamental de un relato que retrata no solo uno, sino varios posibles momentos de la historia del norte de nuestro país. En muy poco tiempo y con una gran dosis de emotividad, nos sumergimos en temas importantes como el trabajo, la familia y la política, todo dentro de un pequeño mundo que también es extrapolable a comunidades de mayor tamaño.
Vívido retrato social, sensible y delicado, desarrollado con cuidada estética y esmero en cada uno de sus detalles. ¡Recomendada!
Ficha técnica
Título original: La contadora de películas
Año: 2023
Duración: 111 minutos
País: Chile
Compañías: Coproducción Chile-España-Francia; A Contracorriente Films, Selenium Films, Altiro Films
Género: Drama | Años 60. Familia
Guion: Walter Salles, Rafa Russo, Isabel Coixet. Novela: Hernán Rivera Letelier
Música: Fernando Velázquez
Fotografía: Daniel Aranyó
Reparto: Bérénice Bejo, Antonio de la Torre, Daniel Brühl, Sara Becker, Alondra Valenzuela.
Dirección: Lone Scherfig
Dirección: Lone Scherfig
martes, 5 de noviembre de 2024
La Caída del Vuelo 811
Sinopsis: El 24 de agosto de 1981, Larisa y Vladimir, recién casados, tomaron el vuelo Komsomolsk-on-Amur - Blagoveshchensk. 30 minutos antes del aterrizaje, la aeronave civil AN-24 colisionó con otra aeronave y se partió en pedazos a una altura de más de 5 kilómetros sobre el suelo. Se suponía que nadie sobreviviría... pero sucedió un milagro. Larisa Savitskaya se despertó en medio de los restos del avión en la impenetrable taiga siberiana. Desde ese momento, ella misma debe concretar su propio milagro, algo que solo puede llevar a cabo una persona de mente fuerte y sólidas convicciones.
Basada en hechos reales, esta película rusa estrenada el año 2022 construye un llamativo relato. El accidente aéreo, impactante tanto por su secuencia como por sus posteriores consecuencias, es el punto de partida de una historia cuya protagonista demuestra una fortaleza pocas veces vista. Sobrevivir a la destrucción de un avión en pleno vuelo ya es algo absolutamente inusual. Ella es la única sobreviviente, y su sorpresa es enorme. Pero una cosa es salvarse del impacto y otra, muy distinta, es lo que desde ese momento comienza. La taiga, una zona espesa de bosque boreal compuesta por pinos, abetos y arces, no solo tiene dificultades de acceso, sino que también esconde peligros inherentes al lugar. La habitan variados animales salvajes que no están acostumbrados a convivir con humanos en esa vasta región.
Larisa -Nadezhda Kaleganova-, magullada y herida, solo tiene dos opciones. Puede quedarse en el lugar del accidente esperando un improbable rescate, o se pone de pie, en marcha, para buscar un claro desde donde enviar una señal y tener mejores posibilidades de ser avistada por patrullas de rescate. Optar por la segunda no es sencillo. Es ir directo hacia el peligro, pero tal vez la única forma de conseguir al menos una gota de esperanza.
Luego de un inicio veloz que concluye con la recreación vívida del choque a 5400 metros de altura, la película retrocede el tiempo en un año. Se remonta a los recuerdos de la joven pareja, sus aventuras y complicidades. La narración no lineal aporta novedad, pero el ritmo decae y la cinta tiende a transitar hacia una zona gris, plana e incierta. El contexto es necesario, claro está, pero nuestra atención se concentra, casi en exclusiva, en la mujer sobreviviente. Larisa está físicamente sola pero la observamos espiritualmente acompañada por su joven marido Vladimir -Maksim Ivanov-. Y aquí sí vale la historia pasada, porque de aquellos recuerdos surgen herramientas clave: algunas pistas de autocuidado, y una brújula artesanal. En ese instante se mezcla la realidad con la ficción, los hechos actuales con la ensoñación, en una permanente búsqueda cuyo principal eje es mantenerse con vida.
“Odna”, su título original y que se traduce como “Sola”, es una tragedia que tiene un final feliz. Y no es spoiler porque sabemos de antemano que es rescatada. Pero ojo, es una odisea particular y su felicidad, finalmente, es solo hasta cierto punto, porque aunque impresione la fuerza anímica de la protagonista, tampoco se oculta su desesperanza y tristeza extrema. Tal vez, y gracias a ello, es que podemos descubrir un punto importante para destacar, porque a la resiliencia, adaptabilidad, coraje y deseo de superación personal, la cinta ofrece el amor como principal fundamento para mantener viva la esperanza.
Película extrema que se hace aún más interesante con las imágenes finales que muestran a la propia protagonista junto con fotografías y recuerdos de la época. La emoción contenida se desborda rápidamente. Se cierra un relato que no se cuenta dos veces. Los milagros existen, y este es uno de ellos, y con letras mayúsculas.
Ficha técnica
Título original: Odna
Año: 2022
Duración: 108 minutos
País: Rusia
Compañías: SSB Films
Género: Drama. Thriller | Años 80
Guion: Nazarov Andrey, Anton Belov, Leonid Derbenyov, Yuriy Parkaev, Dmitriy Suvorov, Vasiliy Vakulenko, Alla Zokhina
Música original: Vadim Karpenko
Fotografía: Mikhail Kelim
Reparto: Nadezhda Kaleganova, Maksim Ivanov, Viktor Dobronravov, Yan Tsapnik, Anna Dubrovskaya, Vladimir Vinogradov, Mariya Sokova, Vladislav Vetrov
Dirección: Dmitriy Suvorov
Basada en hechos reales, esta película rusa estrenada el año 2022 construye un llamativo relato. El accidente aéreo, impactante tanto por su secuencia como por sus posteriores consecuencias, es el punto de partida de una historia cuya protagonista demuestra una fortaleza pocas veces vista. Sobrevivir a la destrucción de un avión en pleno vuelo ya es algo absolutamente inusual. Ella es la única sobreviviente, y su sorpresa es enorme. Pero una cosa es salvarse del impacto y otra, muy distinta, es lo que desde ese momento comienza. La taiga, una zona espesa de bosque boreal compuesta por pinos, abetos y arces, no solo tiene dificultades de acceso, sino que también esconde peligros inherentes al lugar. La habitan variados animales salvajes que no están acostumbrados a convivir con humanos en esa vasta región.
Larisa -Nadezhda Kaleganova-, magullada y herida, solo tiene dos opciones. Puede quedarse en el lugar del accidente esperando un improbable rescate, o se pone de pie, en marcha, para buscar un claro desde donde enviar una señal y tener mejores posibilidades de ser avistada por patrullas de rescate. Optar por la segunda no es sencillo. Es ir directo hacia el peligro, pero tal vez la única forma de conseguir al menos una gota de esperanza.
Luego de un inicio veloz que concluye con la recreación vívida del choque a 5400 metros de altura, la película retrocede el tiempo en un año. Se remonta a los recuerdos de la joven pareja, sus aventuras y complicidades. La narración no lineal aporta novedad, pero el ritmo decae y la cinta tiende a transitar hacia una zona gris, plana e incierta. El contexto es necesario, claro está, pero nuestra atención se concentra, casi en exclusiva, en la mujer sobreviviente. Larisa está físicamente sola pero la observamos espiritualmente acompañada por su joven marido Vladimir -Maksim Ivanov-. Y aquí sí vale la historia pasada, porque de aquellos recuerdos surgen herramientas clave: algunas pistas de autocuidado, y una brújula artesanal. En ese instante se mezcla la realidad con la ficción, los hechos actuales con la ensoñación, en una permanente búsqueda cuyo principal eje es mantenerse con vida.
“Odna”, su título original y que se traduce como “Sola”, es una tragedia que tiene un final feliz. Y no es spoiler porque sabemos de antemano que es rescatada. Pero ojo, es una odisea particular y su felicidad, finalmente, es solo hasta cierto punto, porque aunque impresione la fuerza anímica de la protagonista, tampoco se oculta su desesperanza y tristeza extrema. Tal vez, y gracias a ello, es que podemos descubrir un punto importante para destacar, porque a la resiliencia, adaptabilidad, coraje y deseo de superación personal, la cinta ofrece el amor como principal fundamento para mantener viva la esperanza.
Película extrema que se hace aún más interesante con las imágenes finales que muestran a la propia protagonista junto con fotografías y recuerdos de la época. La emoción contenida se desborda rápidamente. Se cierra un relato que no se cuenta dos veces. Los milagros existen, y este es uno de ellos, y con letras mayúsculas.
Ficha técnica
Título original: Odna
Año: 2022
Duración: 108 minutos
País: Rusia
Compañías: SSB Films
Género: Drama. Thriller | Años 80
Guion: Nazarov Andrey, Anton Belov, Leonid Derbenyov, Yuriy Parkaev, Dmitriy Suvorov, Vasiliy Vakulenko, Alla Zokhina
Música original: Vadim Karpenko
Fotografía: Mikhail Kelim
Reparto: Nadezhda Kaleganova, Maksim Ivanov, Viktor Dobronravov, Yan Tsapnik, Anna Dubrovskaya, Vladimir Vinogradov, Mariya Sokova, Vladislav Vetrov
Dirección: Dmitriy Suvorov
lunes, 4 de noviembre de 2024
Anora
Una verdadera sorpresa. La premisa apenas esboza el fondo que impulsa esta nueva película del realizador Sean Baker. Bajo ropajes que van desde la comedia al desenfrenado humor negro, “Anora” esconde, al interior de sus múltiples capas, un drama crudo e íntimo que obliga a la reflexión al presentar, con ángulos diferentes, problemáticas tan humanas como actuales.
La historia nos muestra a Anora -Mikey Madison-, una joven bailarina stripper de Brooklyn, quien es arrastrada hacia una vida de fantasía con el hijo de un adinerado oligarca ruso. Todo comienza bajo cuerda, porque Ani vive en un sector de inmigrantes soviéticos y trabaja en el Club Nocturno del lugar. Por eso, cuando un cliente importante aparece, es natural que ella sea la encargada de atenderlo, más que mal entiende perfecto el idioma, y si no lo habla fluidamente, al menos se da a entender de forma correcta.
Lo que comienza como un juego o una diversión pasajera, adquiere otro ribete por la fascinación que Ani genera en el joven Ivan "Vanya" Zakharov, interpretado por Mark Eydelshteyn. Del encanto a la locura hay solo un paso, y esa línea es rápidamente traspasada cuando este niño mimado le propone que se transforme en su novia y pase con él una semana. Ani, siempre contenida, imprevistamente cede, y no solo por dinero. En ella también hay una fascinación, al menos material, por vivir una vida que había estado solo en el libro de sus sueños.
Las cosas se salen de control en el preciso momento en que ambos jóvenes cruzan todos los límites. Deciden casarse, impulsados por el deseo de Iván de obtener una “green card” para escapar de sus padres, y de Ani, quien ve la posibilidad de salir del lugar en el que ha vivido postergada por años. Sueños diferentes, motivaciones distintas, pero un eje común: un paso más hacia la propia identidad y la propia independencia.
Lo que viene a continuación, después de los primeros 45 minutos de metraje donde todo es color de rosa, es una secuencia de errores, equivocaciones, discriminaciones, y persecuciones dignas de la mejor película de la mafia rusa. Las caricaturas abundan, por cierto, sin embargo todas tienen sentido y cada personaje posee un umbral de desarrollo capaz de configurar en forma precisa su personalidad.
“Anora”, ganadora de la Palma de Oro en Cannes 2024, es una película triste, amarga, dura y cruel por momentos, que no cede a la tentación de mejorar la situación de vida de sus protagonistas. Son muchos los sentimientos y emociones que están cubiertos por imágenes complicadas de digerir, una visualización que no escatima escenas sexuales y que, sin embargo, no se ven groseras, ni menos pornográficas.
El guion y la dirección de Sean Baker saca mucho partido de sus actores principales. Mikey Madison realmente hace un papel fantástico representando a esta joven cauta pero también ilusa, que de pronto descubre un mundo impensado. Su repertorio es muy completo y transita desde las luces de la pista de baile, con sus caños y bailes privados, hacia secuencias que muestran la paulatina transformación de su personaje. La química con Mark Eydelshteyn es adrenalina pura. Desde que se miran sacan chispas, y aquello va creciendo en la medida que los encuentros se repiten hasta llegar al punto de inflexión.
El elenco se completa con personajes secundarios que hacen un trabajo notable. Ninguno está de más ni es menos representado que otro. Cada cual en su justa medida, todos aportan para que el relato nunca decaiga en intensidad, a pesar de ser soportado casi en su totalidad por el trabajo maduro y fino de su protagonista.
La abrupta conclusión y la ausencia de sonido en los créditos finales de la película no son detalles dejados al azar. Se trata de un efecto importante, brutal, casi devastador, diría yo. Es la conclusión más dura al enfrentarse a la realidad, cuando nos quedamos en silencio y reflexionamos sobre lo que pudo ser y no fue, sobre tal o cual ilusión que se desvanece y nos aterriza, es decir, nos frena de golpe y porrazo.
“Anora” perdura en el recuerdo tanto como el nombre y el aura de Mikey Madison. La oscura soledad, disfrazada por las luces de neón y otros menesteres, es tanto el punto de partida como de llegada para una película profundamente humana que grita desde las entrañas por las nuevas oportunidades. No todo lo que brilla es oro, bien lo sabemos, pero no es difícil saltarse las luces naranjas y rojas cuando la vida pasa en blanco y negro delante de los ojos de muchas personas. Y este no es un problema menor, porque luego de vivir experiencias límites, y no tan lejanas a la utopía que presenta esta película, la caída es tan fuerte y el golpe tan duro, que solo la experiencia puede llegar a mitigar, al menos en parte, sus complejas consecuencias. ¡Muy recomendable!
Ficha técnica
Título original: Anora
Año: 2024
Duración: 138 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Cre Film, Filmnation Entertainment. Distribuidora: Neon
Género: Comedia. Drama | Comedia dramática. Prostitución
Guion: Sean Baker
Música: Matthew Hearon-Smith
Fotografía: Drew Daniels
Reparto: Mikey Madison, Mark Eydelshteyn, Yura Borisov, Karren Karagulian, Vache Tovmasyan, Aleksei Serebryakov
Dirección: Sean Baker
La historia nos muestra a Anora -Mikey Madison-, una joven bailarina stripper de Brooklyn, quien es arrastrada hacia una vida de fantasía con el hijo de un adinerado oligarca ruso. Todo comienza bajo cuerda, porque Ani vive en un sector de inmigrantes soviéticos y trabaja en el Club Nocturno del lugar. Por eso, cuando un cliente importante aparece, es natural que ella sea la encargada de atenderlo, más que mal entiende perfecto el idioma, y si no lo habla fluidamente, al menos se da a entender de forma correcta.
Lo que comienza como un juego o una diversión pasajera, adquiere otro ribete por la fascinación que Ani genera en el joven Ivan "Vanya" Zakharov, interpretado por Mark Eydelshteyn. Del encanto a la locura hay solo un paso, y esa línea es rápidamente traspasada cuando este niño mimado le propone que se transforme en su novia y pase con él una semana. Ani, siempre contenida, imprevistamente cede, y no solo por dinero. En ella también hay una fascinación, al menos material, por vivir una vida que había estado solo en el libro de sus sueños.
Las cosas se salen de control en el preciso momento en que ambos jóvenes cruzan todos los límites. Deciden casarse, impulsados por el deseo de Iván de obtener una “green card” para escapar de sus padres, y de Ani, quien ve la posibilidad de salir del lugar en el que ha vivido postergada por años. Sueños diferentes, motivaciones distintas, pero un eje común: un paso más hacia la propia identidad y la propia independencia.
Lo que viene a continuación, después de los primeros 45 minutos de metraje donde todo es color de rosa, es una secuencia de errores, equivocaciones, discriminaciones, y persecuciones dignas de la mejor película de la mafia rusa. Las caricaturas abundan, por cierto, sin embargo todas tienen sentido y cada personaje posee un umbral de desarrollo capaz de configurar en forma precisa su personalidad.
“Anora”, ganadora de la Palma de Oro en Cannes 2024, es una película triste, amarga, dura y cruel por momentos, que no cede a la tentación de mejorar la situación de vida de sus protagonistas. Son muchos los sentimientos y emociones que están cubiertos por imágenes complicadas de digerir, una visualización que no escatima escenas sexuales y que, sin embargo, no se ven groseras, ni menos pornográficas.
El guion y la dirección de Sean Baker saca mucho partido de sus actores principales. Mikey Madison realmente hace un papel fantástico representando a esta joven cauta pero también ilusa, que de pronto descubre un mundo impensado. Su repertorio es muy completo y transita desde las luces de la pista de baile, con sus caños y bailes privados, hacia secuencias que muestran la paulatina transformación de su personaje. La química con Mark Eydelshteyn es adrenalina pura. Desde que se miran sacan chispas, y aquello va creciendo en la medida que los encuentros se repiten hasta llegar al punto de inflexión.
El elenco se completa con personajes secundarios que hacen un trabajo notable. Ninguno está de más ni es menos representado que otro. Cada cual en su justa medida, todos aportan para que el relato nunca decaiga en intensidad, a pesar de ser soportado casi en su totalidad por el trabajo maduro y fino de su protagonista.
La abrupta conclusión y la ausencia de sonido en los créditos finales de la película no son detalles dejados al azar. Se trata de un efecto importante, brutal, casi devastador, diría yo. Es la conclusión más dura al enfrentarse a la realidad, cuando nos quedamos en silencio y reflexionamos sobre lo que pudo ser y no fue, sobre tal o cual ilusión que se desvanece y nos aterriza, es decir, nos frena de golpe y porrazo.
“Anora” perdura en el recuerdo tanto como el nombre y el aura de Mikey Madison. La oscura soledad, disfrazada por las luces de neón y otros menesteres, es tanto el punto de partida como de llegada para una película profundamente humana que grita desde las entrañas por las nuevas oportunidades. No todo lo que brilla es oro, bien lo sabemos, pero no es difícil saltarse las luces naranjas y rojas cuando la vida pasa en blanco y negro delante de los ojos de muchas personas. Y este no es un problema menor, porque luego de vivir experiencias límites, y no tan lejanas a la utopía que presenta esta película, la caída es tan fuerte y el golpe tan duro, que solo la experiencia puede llegar a mitigar, al menos en parte, sus complejas consecuencias. ¡Muy recomendable!
Ficha técnica
Título original: Anora
Año: 2024
Duración: 138 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Cre Film, Filmnation Entertainment. Distribuidora: Neon
Género: Comedia. Drama | Comedia dramática. Prostitución
Guion: Sean Baker
Música: Matthew Hearon-Smith
Fotografía: Drew Daniels
Reparto: Mikey Madison, Mark Eydelshteyn, Yura Borisov, Karren Karagulian, Vache Tovmasyan, Aleksei Serebryakov
Dirección: Sean Baker
viernes, 1 de noviembre de 2024
Aventuras Caninas
Nueva York 1909. Varios perros callejeros huyen de sus cazadores y se refugian en la Ópera Metropolitana. El encuentro fortuito entre Samson, el líder canino, y Margot, la mascota de Anastasia, solista del cuerpo de baile, saca inmediatas chispas. Coincidentemente, en plena presentación del ballet “Carmen”, una lujosa joya desaparece del camarín de la bailarina. Es una corona que perteneció a la reina de Gran Bretaña y que Anastasia debe lucir en el cuarto acto. Resulta urgente recuperar la preciada corona para que el espectáculo pueda continuar. ¿Lograrán Anastasia, Samson, y sus amigos, encontrar al ladrón y así salvar la función?
Simple y directa es esta cinta procedente de Rusia, escrita y dirigida por Vasiliy Rovenskiy. Si bien la animación no resulta deslumbrante, su tratamiento es colorido y denota frescura, elementos que la hacen atractiva especialmente para los más pequeños del hogar.
Aunque totalmente predecible, la película está llena de valores positivos. Destacan la amistad y el trabajo en equipo de los perros, que acogen sin prejuicios a Margot. También vemos valentía y determinación en cada una de sus acciones, siempre administrando dosis de humor que hacen liviana la trama. El valor artístico que se suma gracias a la música de Georges Bizet, es otro punto a destacar, al ser una ambientación poco usual para este tipo de animaciones infantiles.
En términos generales, el filme no alcanza a despegar, tal vez por varias razones, como el ritmo irregular y la falta de tensión, También juega en contra la poca profundidad de los personajes, los que solo logran destacar gracias al carisma que despliegan.
Fuera de algunas inconsistencias geográficas y musicales, esta fábula animada pone de relieve aspectos sociales importantes como gran moraleja de fondo. Por una parte, la ayuda que los perros callejeros prestan a los más desposeídos es digna de admiración. Que deban delinquir para concretar sus fines, es un buen tema a discutir con los más chicos, ya que hacer el bien no justifica cometer delitos de ningún tipo. La película también incursiona en el encuentro entre dos mundos muy separados, los ricos y los pobres, representados por una pandilla callejera y por una amorosa perrita de alta alcurnia. Es cierto, son detalles, pero sin duda, puntos de partida para conversar con hijos, sobrinos y nietos.
“Aventuras Caninas”, de 75 minutos de duración, es graciosa y amable, una película liviana que transcurre rápido al ritmo de los acordes de la famosa “Carmen”, y que deja un grato sabor por la simpatía de todos sus personajes.
Ficha técnica
Título original: Velikolepnaya pyaterka
Año: 2023
Duración: 75 minutos
País: Rusia
Compañías: Kinofirma, Nashe Kino. Distribuidora: Nashe Kino
Género: Animación. Comedia | Animales. Cine familiar
Guion: Vasiliy Rovenskiy
Música: Anton Gryzlov
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Dirección: Vasiliy Rovenskiy
Simple y directa es esta cinta procedente de Rusia, escrita y dirigida por Vasiliy Rovenskiy. Si bien la animación no resulta deslumbrante, su tratamiento es colorido y denota frescura, elementos que la hacen atractiva especialmente para los más pequeños del hogar.
Aunque totalmente predecible, la película está llena de valores positivos. Destacan la amistad y el trabajo en equipo de los perros, que acogen sin prejuicios a Margot. También vemos valentía y determinación en cada una de sus acciones, siempre administrando dosis de humor que hacen liviana la trama. El valor artístico que se suma gracias a la música de Georges Bizet, es otro punto a destacar, al ser una ambientación poco usual para este tipo de animaciones infantiles.
En términos generales, el filme no alcanza a despegar, tal vez por varias razones, como el ritmo irregular y la falta de tensión, También juega en contra la poca profundidad de los personajes, los que solo logran destacar gracias al carisma que despliegan.
Fuera de algunas inconsistencias geográficas y musicales, esta fábula animada pone de relieve aspectos sociales importantes como gran moraleja de fondo. Por una parte, la ayuda que los perros callejeros prestan a los más desposeídos es digna de admiración. Que deban delinquir para concretar sus fines, es un buen tema a discutir con los más chicos, ya que hacer el bien no justifica cometer delitos de ningún tipo. La película también incursiona en el encuentro entre dos mundos muy separados, los ricos y los pobres, representados por una pandilla callejera y por una amorosa perrita de alta alcurnia. Es cierto, son detalles, pero sin duda, puntos de partida para conversar con hijos, sobrinos y nietos.
“Aventuras Caninas”, de 75 minutos de duración, es graciosa y amable, una película liviana que transcurre rápido al ritmo de los acordes de la famosa “Carmen”, y que deja un grato sabor por la simpatía de todos sus personajes.
Ficha técnica
Título original: Velikolepnaya pyaterka
Año: 2023
Duración: 75 minutos
País: Rusia
Compañías: Kinofirma, Nashe Kino. Distribuidora: Nashe Kino
Género: Animación. Comedia | Animales. Cine familiar
Guion: Vasiliy Rovenskiy
Música: Anton Gryzlov
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Dirección: Vasiliy Rovenskiy
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