martes, 28 de febrero de 2017

Moonlight

Escrita y dirigida por Barry Jenkins, esta cinta ganadora del Oscar 2017 a la mejor película, está basada en la obra “In Moonlight Black Boys Look Blue” de Tarell Alvin McCraney. “Luz de luna” narra la complicada infancia, adolescencia y madurez de un afroamericano que crece en un barrio carenciado y conflictivo de Miami. La película se divide en tres espacios de tiempo donde su protagonista Chiron -interpretado por Alex Hibbert, cuando niño; Ashton Sanders, adolescente y Trevante Rhodes, ya adulto- va descubriendo su propia identidad recorriendo un camino lleno de dificultades e inconvenientes propios de una vida difícil.

Moonlight es una película extremadamente íntima. En la primera parte -Little- los elementos puestos en escena son minimalistas y reflejan muy bien la personalidad del protagonista. Hay una serie de situaciones que condicionan la vida y el actuar de Chiron y su enorme timidez. Su madre Paula -Naomie Harris- es drogadicta, violenta y lo tiene bastante abandonado. Chiron sufre por ello, en silencio y hacia su interior. Chiron, perseguido y objeto de burlas por parte de otros niños de su edad, solo puede refugiarse y es cuando aparece Juan -excelente Mahershala Ali, ganador del Oscar a mejor actor de reparto- y Teresa -Janelle Monáe- quienes acogen al pequeño en su hogar aunque en un ambiente también complejo: Juan es traficante de drogas y vive en un entorno que tampoco contribuye demasiado al desarrollo de la personalidad de Chiron.

En las dos siguientes partes, Chiron y Black, vemos el crecimiento y maduración del protagonista y cómo aquellos rasgos dibujados al comienzo de la historia empiezan a tomar forma y acentuarse configurando su manera de ser y de enfrentar al mundo: bajo la apariencia de dureza extrema y convertido en traficante, ahora en Atlanta, Chiron sigue siendo una persona frágil, introvertida e insegura.

El director Barry Jenkins realiza un notable trabajo de composición para describir un recorrido interior marcado por el abandono, la ausencia de referentes, la falta de cariño y el acoso. El camino interior de Chiron es muy duro y cruel. Su sexualidad tampoco está definida. Solo Kevin -André Holland- con quien comparte algo más de intimidad, logra abrir en parte el corazón de Chiron, pero ello es solo una pequeña apertura en un mundo cerrado que parece no tener salida.

Con un guión pausado, con mucho tiempo para poder apreciar gestos, actitudes, reacciones en planos que estremecen, el director logra transmitir las emociones de una forma directa, honesta y real. Y este es el mayor valor de “Moonlight”, ser una cinta especial, diferente, que llama a la reflexión sobre las circunstancias y entornos que marcan la personalidad de las personas y su desarrollo. “Luz de luna” es triste y muy dura, sin embargo bien vale la pena observarla con detención y cuidado pues la ausencia de valores que afecta al protagonista debido a su entorno nos revela la importancia de mucho de aquello que creemos natural y que por ello estaría asegurado.

Ficha técnica

Título Original: Moonlight
Drama social
EE.UU. 
111 minutos
Actores: Alex Hibbert, Ashton Sanders, Trevante Rhodes, Mahershala Ali, Shariff Earp, Duan Sanderson
Director y Guionista: Barry Jenkins

sábado, 25 de febrero de 2017

Jackie

Días después del fatal 22 de noviembre de 1963, Jacqueline Kennedy -una excelente y brillante Natalie Portman- concede una larga entrevista a la Revista Life. En esta entrevista, totalmente controlada por Jackie, revela la intimidad de uno de los capítulos más tristes y a la vez más esperanzadores de la historia de Estados Unidos: John F. Kennedy había sido asesinado y el sueño de un mundo mejor, brutalmente detenido. Jackie -hasta ese momento considerada solo como una “literalmente” decorativa Primera Dama- se encarga con coraje, entereza, dignidad y serenidad de escribir la historia sobre el Presidente número treinta y cinco de los Estados Unidos, un mandato breve pero que quedó impreso con sangre en la historia del Siglo XX.

Pablo Larraín, director chileno de gran trayectoria, emprende este desafío con la base de un excelente guión de Noah Oppenheim, lo que le permite explorar en las zonas más personales de la protagonista, sin dedicarse a narrar hechos -que todos conocemos, hemos visto u oido- sino a mostrarnos sentimientos profundos en base a gestos, palabras, primeros planos consistentes y diálogos tremendamente incómodos y provocativos. Larraín no escatima en desnudar la emoción de Jackie. Todo gira en torno a su semblante, sus desplazamientos, sus palabras, sus dudas, discusiones y pretensiones. Y Natalie Portman responde al desafío en el que podría ser su mejor interpretación a la fecha. Una construcción dramática de alto vuelo, sencilla y compleja a la vez, donde ella no representa a Jacqueline Kennedy sino realmente se transforma en ella.

Una de las grandes virtudes del cineasta es la forma y el ángulo desde el cual se cuenta la historia. Por más que conozcamos detalles, sepamos el final, el comienzo o su desarrollo, estos elementos carecen de importancia cuando presenciamos una composición que no es lineal, que no concede pausa aunque su ritmo tiene una cadencia y lentitud enorme. Larraín ya lo incorpora como marca registrada. Su manejo de los tiempos y los planos de sus cámaras incomodan y bastante. Sabe sacar un partido único a una mirada, a un pequeño gesto y es capaz de transformar un diálogo sutil en un párrafo lleno de sentido.

“Jackie” es una gran película, no solo sustentada por la notable protagonista y por uno de los hechos mediáticos más impactantes de la segunda mitad del siglo pasado, sino porque justamente no intenta describir los hechos y mostrarnos sucesos. Esta cinta nos invita a acompañar el sentir de quien acaba de quedar viuda, a quien le han arrebatado de sus manos al amor de su vida, a quien le han paralizado de pronto y no encuentra ninguna explicación humana ni divina a lo que le ha sucedido. Y este retrato de emoción está perfecto, ingresa profundamente en nuestros propios sentimientos produciendo una cercanía y empatía asombrosa. Gran mérito de sus realizadores y de una producción madura, honesta, siempre al servicio del fondo argumental y que a la vez no descuida nunca ninguno de los detalles de forma que una cinta de este tipo debe guardar celosamente.

Ficha técnica

Título original: Jackie
País: Chile, EE.UU
Año: 2016
Duración: 95 minutos
TE+7
Género: Drama, Biografía, Historia
Guión: Noah Oppenheim
Música: Mica Levi
Actores: Natalie Portman, Peter Sarsgaard, Greta Gerwig, Billy Crudup, John Hurt, Gaspar Phillipson
Director: Pablo Larraín

Lion

Basada en el libro autobiográfico de Saroo Brierley, el director Garth Davis narra la historia de un pequeño niño de cinco años -Saroo, interpretado de manera magnífica por Sunny Pawar- quien junto a su hermano mayor Gaddú ayudan a su madre recolectando rocas y robando carbón para poder subsistir en un pequeño poblado de la India. Un día Saroo insiste en acompañar a su hermano a un trabajo pero llega tan cansado que se duerme en la estación de trenes a la que habían llegado. Al despertar, está solo y sin su hermano mayor. Se vuelve a dormir en un tren vacío y al despertar, con el tren ya en movimiento, se da cuenta que está encerrado y camino a lo desconocido, hacia la gigante Calcuta, donde Saroo se verá enfrentado a peligros, abandono y soledad que aparecen como insuperables. 

Esta primera parte del filme -la mejor desarrollada- nos muestra una miseria inconmensurable, tan grande como los paisajes que la hermosa fotografía inicial nos quiere transmitir. El contraste que se muestra no nos deja indiferente. Por una parte la belleza de los campos y vistas aéreas y por otra la precariedad en que miles y millones viven en su entorno es difícil de dimensionar. Por otra parte, un niño perdido en un ambiente hostil, una selva de cemento, donde se puede dudar de todo gesto de cariño y cada uno está abandonado a su propia suerte, transmite una tristeza indescriptible.

Sin embargo los milagros existen. Saroo es adoptado por una pareja australiana -Nicole Kidman, su madre adoptiva, en un excelente rol de soporte- y junto a ellos tiene una nueva oportunidad de vida en Hobart (Tasmania). Luego de un salto temporal de 20 años, Saroo -ahora interpretado por Dev Patel- necesita encontrar sus raíces y reencontrarse con su madre y su familia. Ello lo lleva a usar Google Earth para intentar buscar su hogar -que es literalmente una aguja en un pajar- y así tener la oportunidad de encontrarse a si mismo.

La cinta prosigue en forma bastante previsible al igual que su historia. Garth Davis no incorpora mayores novedades a un relato lineal con algunos recuerdos intercalados, lo que hace de su desarrollo algo extenso, obvio y en lo que tampoco ayuda mucho la personificación realizada por Dev Patel, a pesar de su nominación al Óscar. El ritmo va de más a menos, decae y lo que pierde en interés lo gana en emocionalidad intencionada e ineludible.

La sustancia de esta bellísima historia -porque su mayor valor es ser un retrato fiel de una historia real, de hace muy pocos años y donde podemos ver al final de los créditos a los reales protagonistas de este verdadero milagro de amor- es poder realizar una síntesis entre extremos: pobreza, miseria, condiciones inhumanas, abandono, abuso; familia, cariño, hogar, cuidado, amor infinito. Esta síntesis en la que podríamos encerrar los mayores valores y las peores intenciones y maldades humanas, es en realidad nuestra propia vida en la que -mediando todas las diferencias que podamos encontrar- vemos cotidianamente lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Es un viaje, un retorno largo y cansador hacia el interior de cada uno de nosotros que nos invita a descubrir quienes somos, nuestras raíces y nuestra pertenencia.

Ficha técnica

Título original: "Lion"
Calificación: TE+7
Duración: 120 minutos
Género: Drama
Año: 2016
País: Australia
Elenco: Dev Patel, Sunny Pawar, Nicole Kidman, Rooney Mara, David Wenham, Nawazuddin Siddiqui, Tannishtha Chatterjee, Deepti Naval, Priyanka Bose, Divian Ladwa
Director: Garth Davis

miércoles, 1 de febrero de 2017

Hacksaw Ridge

Mel Gibson regresa con una cinta que es fiel a su estilo. Violencia -mucha violencia- crudeza, realismo y un estilo que no quiere ocultar nada al espectador. Su cámara se mueve entre tormentosas escenas de una guerra que es un infierno; imágenes que muestran el sin sentido del conflicto armado y que con dureza extrema nos hacen reflexionar sobre algo que carece de humanidad y es sencillamente exterminación. Destrucción, muerte, aniquilamiento, no solo físico sino sicológicamente brutal, con odio y vehemencia, sin compasión alguna y carente de sentimientos; solo instinto de supervivencia sabiendo que un paso más puede significar el comienzo o el final de todo.

Desmond Doss -Andrew Garfield- decide formar parte de ejército para poder colaborar y salvar vidas como asistente médico. Sus compañeros ya se han unido y él, con un ánimo y conducta patriota y fraterna no puede ser menos. Su padre -ex combatiente y ahora alcohólico- es una figura controvertida para Desmond. Quiere huir de él pues representa un icono del que se quiere separar lo más posible. Desmond, sin embargo, no pasa por la milicia como cualquiera: se niega a portar armas, menos a usarlas, es objeto de burlas de sus compañeros y de ridículas acusaciones por parte de los altos mandos que incluso lo llevan ante la Corte Marcial. No obstante todo lo anterior, Desmond Doss va a la guerra y se transforma en el primer objetor de conciencia en la historia de Estados Unidos en recibir la Medalla de Honor del Congreso. ¿Qué sucedió? Mel Gibson filma esta historia real a su modo, retratando cada etapa y cada suceso de forma clara y concreta, extremadamente concreta.

La amplísima variedad de películas sobre héroes y batallas de la Segunda guerra mundial parecen no tener tregua. Necesitamos historias humanas, ver ideales de carne y hueso luchando contra la adversidad del medio y superando barreras para lograr lo imposible. Incluso, necesitamos de aquello que no es solo material, aquello que es parte del misterio de la fe, de una creencia superior y que está sobre el bien y el mal. Algo de ello existe en esta cinta, sin embargo es la historia real la que se impone por sobre todas las cosas. La historia de un hombre que asumiendo sus limitaciones se pone al servicio de los demás, confía ciegamente en ello y logra algo que a todas luces aparece como inimaginable. Las escenas finales -con testimonios de los propios testigos- coronan un trabajo que si bien se nota ausente de una caracterización más profunda y creíble de su protagonista, deja en claro que Mel Gibson no transa y tampoco está dispuesto a pasar inadvertido.

Ficha técnica

Título original: "Hacksaw Ridge"
Duración: 139 minutos
Calificación: +14
Género: Drama, Biográfica, Antibélica
Año: 2016
País: Estados Unidos
Elenco: Andrew Garfield, Sam Worthington, Hugo Weaving, Vince Vaughn, Teresa Palmer
Director: Mel Gibson