La estrella que concentra la atención de esta película del director Santiago Mitre es Ricardo Darín. Si a esto le sumamos una historia enmarcada en una cumbre de gobernantes latinoamericanos y un escenario natural imponente- la mismísima cordillera- lo que proyecta el trailer resulta muy tentador. Y comienza así, misterios, preocupaciones, intrigas de Palacio y varios elementos que estando sueltos, podemos prever que podremos unir en la medida que avance el metraje.
Hernán Blanco -Ricardo Darin- el presidente argentino, lleva pocos meses de gobierno y este viaje es su primera cita continental. De bajo perfil público y cuestionado por ello, Blanco tiene claro que no quiere ocuparse en desmentir aquello que se le adjudica. Cree que puede sacar adelante su gobierno trabajando sin prestarse para disputas, controversias o públicos enfrentamientos. Una apuesta arriesgada, sobre todo cuando es ninguneada en todos los medios y ya lo llaman el presidente invisible.
La cumbre es importante porque allí se decidirá una alianza en torno a una gran empresa pretrolera que lidera la estrella sudamericana, el presidente de Brasil. Hay divisiones, intereses cruzados, verdades a medias y negociaciones de último minuto que pueden cambiar el desarrollo de las decisiones que los presidentes deben tomar. Pero no todo es solo política. La hija de Blanco, Martina, ha viajado a la cumbre por expresa petición de su padre para escapar del escándalo que acaba de hacerse público y que involucra a su exmarido quien aparece acusando a la actual administración de manejos turbios.
Tal cantidad de opciones y de elementos en vez de ir calzando se van sumando a otros que caen en el sin sentido hacen que la cinta extravíe el rumbo y se convierta en una suma de partes y fragmentos con mayor o menor tensión que simplemente no convencen. Además, con un ritmo inusualmente lento para un thriller político, que da más para pensar en el primer capítulo de una serie de TV más que en una película, el foco se ausenta constantemente. Esta falta de consistencia argumental y de desarrollo dramático se manifiesta a tal punto que actores como Paulina García y Alfredo Castro parecen venir de otras historias paralelas y no terminan de insertarse en algo que les resulta incómodo desde el comienzo.
Santiago Mitre construye un filme plano, poco emotivo, de rasgos confusos, seco y por momentos vacío. Tal vez nos obliga a suponer todo aquello que no está presente, lo que sería un tremendo desafío pues ello es bastante. Tal vez solo nos incentive a imaginarnos lo que pudo ser o no pudo ser, pero no sé si es ese el objetivo de una cinta de esta naturaleza. La verdad, y para ser honesto, no me queda claro el propósito del autor, sin embargo lo que si me queda claro es que no es suficiente. Ni con Ricardo Darín, ni con Paulina García, ni con Alfredo Castro, ni con Érica Rivas. Y si con ese elenco no alcanza, "Huston, We have a problem!"
Ficha técnica
Título original: La cordillera
Año: 2017
Duración: 114 minutos
País: Argentina
Productora: Coproducción Argentina-Francia-España; Kramer, Sigman Films / La Unión de los Ríos / Telefé / Telefonica Studios / Maneki Films / Mod Producciones
Género: Intriga. Drama | Política
Guión: Santiago Mitre
Música: Alberto Iglesias
Fotografía: Javier Juliá
Reparto: Ricardo Darín, Dolores Fonzi, Érica Rivas, Gerardo Romano, Paulina García, Alfredo Castro, Daniel Giménez Cacho, Elena Anaya, Leonardo Franco, Christian Slater
Director: Santiago Mitre
jueves, 31 de agosto de 2017
La puerta del guerrero
Esta cinta escrita por Luc Besson y Robert Mark Kamen tiene una combinada estética de videojuego y de artes marciales de los años setenta. Y resulta interesante, pues el joven fanático de un juego on line, Jack Bronson -Dave Bautista-, recibe un regalo de su instructor que resulta no ser solo ornamental sino que es una puerta “mágica” que conecta directamente varios milenios atrás, en China, donde justamente se reproduce el entorno que el juego recrea. Un guerrero llamado Zhou lo ha venido a buscar para que proteja y rescate a la princesa Sulin de manos del perverso "Arún el Cruel", que quiere casarse a la fuerza con ella.
El director Matthias Hoene conduce este relato de acción y aventura de manera correcta. La historia es simple, por lo que las bases sobre las que construye son también sencillas. La timidez del protagonista y el bullying adolescente que sufre Jack son indicadores claros de la contraparte que debe desarrollar, es decir, hacer realidad todas esas habilidades que le han llevado a ser un “ganador” en la virtualidad. La precariedad de su hogar, la falta de trabajo de su madre y su extrema bondad para con ella, quieren hacer otro contrapunto con la maldad de los personajes contra los que deberá luchar para rescatar a la princesa y salvar sus vidas.
Sin sorpresas y sin novedad, la cinta transcurre con un buen ritmo. Finos detalles enmarcados en un gran trabajo de producción, excelente fotografía y recreación de escenarios y varios diálogos divertidos hacen amena la trama, que va decantando en el naturalmente predecible final de la historia. Como otras cintas, esta podría ser una más entre muchas, sin embargo tiene un punto a favor que hace una diferencia y es que se sostiene en gran parte por la gracia de Sulin y Jack cuya química se percibe desde el primer encuentro, algo que no siempre es posible garantizar y que cuando se logra, es muy bien recibido.
Ficha técnica
Título original: The Warrior's Gate
Año: 2016
Duración: 107 minutos
País: Francia
Productora: EuropaCorp / Fundamental Films
Género: Fantástico. Acción | Artes marciales. Viajes en el tiempo
Guión: Luc Besson, Robert Mark Kamen
Música: Klaus Badelt
Fotografía: Maxime Alexandre
Reparto: Dave Bautista, Sienna Guillory, Uriah Shelton, Ni Ni, Ron Smoorenburg, Dakota Daulby, Byron Gibson, Eva Day, Mark Chao, Joel Adrian, Francis Ng, David Torok, Henry Mah, Svitlana Zavialova
Director: Matthias Hoene
El director Matthias Hoene conduce este relato de acción y aventura de manera correcta. La historia es simple, por lo que las bases sobre las que construye son también sencillas. La timidez del protagonista y el bullying adolescente que sufre Jack son indicadores claros de la contraparte que debe desarrollar, es decir, hacer realidad todas esas habilidades que le han llevado a ser un “ganador” en la virtualidad. La precariedad de su hogar, la falta de trabajo de su madre y su extrema bondad para con ella, quieren hacer otro contrapunto con la maldad de los personajes contra los que deberá luchar para rescatar a la princesa y salvar sus vidas.
Sin sorpresas y sin novedad, la cinta transcurre con un buen ritmo. Finos detalles enmarcados en un gran trabajo de producción, excelente fotografía y recreación de escenarios y varios diálogos divertidos hacen amena la trama, que va decantando en el naturalmente predecible final de la historia. Como otras cintas, esta podría ser una más entre muchas, sin embargo tiene un punto a favor que hace una diferencia y es que se sostiene en gran parte por la gracia de Sulin y Jack cuya química se percibe desde el primer encuentro, algo que no siempre es posible garantizar y que cuando se logra, es muy bien recibido.
Ficha técnica
Título original: The Warrior's Gate
Año: 2016
Duración: 107 minutos
País: Francia
Productora: EuropaCorp / Fundamental Films
Género: Fantástico. Acción | Artes marciales. Viajes en el tiempo
Guión: Luc Besson, Robert Mark Kamen
Música: Klaus Badelt
Fotografía: Maxime Alexandre
Reparto: Dave Bautista, Sienna Guillory, Uriah Shelton, Ni Ni, Ron Smoorenburg, Dakota Daulby, Byron Gibson, Eva Day, Mark Chao, Joel Adrian, Francis Ng, David Torok, Henry Mah, Svitlana Zavialova
Director: Matthias Hoene
miércoles, 30 de agosto de 2017
Johnny 100 pesos - Capítulos dos
Fue un hecho policial que marcó la década de los noventa en Santiago. Probablemente muchos lo recordamos por haberlo visto en la televisión, en los diarios y por la película que Gustavo Graef Marino realizó pocos años después de sucedido. Hoy, después de 20 años, Johnny es liberado luego de cumplir su pena y sale a un mundo irreconocible para él. Todo ha cambiado y es completamente diferente a lo que conocía. La idea de hacer una secuela ficcionada a partir de un hecho real es muy interesante. Permite dimensionar la distancia temporal, relevar los cambios, mostrar las transformaciones materiales, las físicas, las distintas costumbres y los avances vertiginosos de la tecnología. También debería ser capaz de visualizar la evolución o involución de las personas y sus entornos. Todo aquello se transforma en un buen desafío y genera muchas expectativas las que, lamentablemente, quedan a mitad de camino.
Johnny -Armando Araiza- tiene 38 años. Nadie lo espera al salir del penal. Toma un rumbo incierto hasta que por sorpresa su hijo Juan García -Lucas Bolvarán- logra reunirse con él alcanzando un bus para contarle de su existencia. Juan vive en la casa de Bárbara -Luciana Echeverría-, una casa grande y moderna ubicada en el sector más acomodado de la ciudad, con lujos y comodidades desconocidas para Johnny. A poco andar el protagonista descubre que su hijo incursiona en el negocio de la droga y por cierto quiere evitar a toda costa que sea atrapado por una historia similar a la vivida por él mismo en el pasado. Sin embargo, este reencuentro familiar no es gratuito. Hay mucho dinero en juego, deudas y desarreglos por lo que Johnny es obligado a cometer un nuevo delito para poder destrabar una situación que podría escaparse de las manos y terminar verdaderamente mal. Debe secuestrar a la hija de un reconocido hombre público lo que lo aleja completamente del oficio aprendido en la cárcel como restaurador de libros antiguos, lo devuelve de bruces a la escena criminal y lo pone en la mira de la policía.
El relato construido por el guionista Patricio Lynch tiene elementos muy interesantes. Hay una mezcla de temporalidad, una historia con múltiples conexiones, personajes variados y bastante acción. La filmación de Graef Marino es acorde a la trama y posee un alto nivel de producción. ¿Qué sucede entonces? ¿Es la forma de narrar o hay otros elementos que hacen que la cinta no despegue? A mi modo de ver, la respuesta recae en las actuaciones. Partiendo por el protagonista, Araiza no logra transmitir la esencia de su personaje. Se observa fragmentado, sin vuelo, fingido e incómodo, no por el papel representado sino tal vez por ser demasiado rudimentario, sin herramientas. Lucas Bolvarán, quien brillara con luz propia en la serie “Los 80”, está lejos de su potencial y salvo pequeñas gotas, también se diluye con el correr del metraje. Francisca Gavilán, la excelente “Violeta se fue a los cielos”, queda en inferioridad de recursos en su rol de Comisario, donde es más que nada una caricatura que no alcanza relevancia ni profundidad. Y algo similar pasa con todo el elenco. Se siente la incomodidad, se percibe algo forzado, los diálogos no fluyen y las escenas tampoco. Existe fragmentación de la línea, no se logra construir una atmósfera “ad hoc” y todos esos elementos confluyen en un resultado que no se percibe logrado. Solo la resolución de la trama mantiene algo de tensión, sin embargo tampoco es suficiente.
Sin duda es valorable el esfuerzo de recrear un personaje que para muchos pudiera haber sido “de culto”. No obstante la sensación es que Gustavo Graef Marino pudo haber hecho algo mejor. Es posible que exijamos más a lo largo de los años. Es posible también que, a la distancia, el primer “Johnny”, se vea más grande de lo que en su momento fue. Tal vez el nivel de la trama -un guión más de serie televisiva que cinematográfico- no esté a la altura de su desarrollo y producción. Puede ser alguna de estas variables o la suma de un conjunto mayor. Por ello, me quedo con otro aspecto sustantivo de una realización: si el elenco no logra vivir realmente la representación, ni el relato, ni la historia, ni la forma por si sola, pueden elevar el resultado final. Y en este caso, parece suceder aquello, quitando sustento, base y fuerza a un proyecto que pudo ser pero que falló en el intento. Así y todo, las cartas se lanzan para una nueva historia. Veremos si se materializa o solo queda esbozado.
Ficha técnica
Título original: Johnny 100 pesos - Capítulos dos
Productores: Gustavo Graef Marino y Patricio Lynch
Productores Ejecutivo: Marcos de Aguirre, Peter Bandera, Fernando Bandera, Óscar Zenteno, Isabel Chávez, Luis Manuel Aguirre, Francisco Inostroza, Óscar Zenteno, Alex Pérez.
Guionista: Patricio Lynch
Fotografía y cámara: Vitoco Uribe
Dirección de Arte: Hugo Urtubey
Montaje: Camilo Campi
Música: Andrés Pollak
Vestuario: Loreto Vuskovic
Efectos visuales 3D: Eduardo Squella
Actores: Armando Araiza , Lucas Bolvarán, Luciana Echeverría, Francisca Gavilán, Valentina Vargas, Juan Pablo Bastidas, Ignacia González, Alberto Ellena, María Elena Duvauchelle, Víctor Montero y Daniel Antivilo.
Director: Gustavo Graef Marino
Johnny -Armando Araiza- tiene 38 años. Nadie lo espera al salir del penal. Toma un rumbo incierto hasta que por sorpresa su hijo Juan García -Lucas Bolvarán- logra reunirse con él alcanzando un bus para contarle de su existencia. Juan vive en la casa de Bárbara -Luciana Echeverría-, una casa grande y moderna ubicada en el sector más acomodado de la ciudad, con lujos y comodidades desconocidas para Johnny. A poco andar el protagonista descubre que su hijo incursiona en el negocio de la droga y por cierto quiere evitar a toda costa que sea atrapado por una historia similar a la vivida por él mismo en el pasado. Sin embargo, este reencuentro familiar no es gratuito. Hay mucho dinero en juego, deudas y desarreglos por lo que Johnny es obligado a cometer un nuevo delito para poder destrabar una situación que podría escaparse de las manos y terminar verdaderamente mal. Debe secuestrar a la hija de un reconocido hombre público lo que lo aleja completamente del oficio aprendido en la cárcel como restaurador de libros antiguos, lo devuelve de bruces a la escena criminal y lo pone en la mira de la policía.
El relato construido por el guionista Patricio Lynch tiene elementos muy interesantes. Hay una mezcla de temporalidad, una historia con múltiples conexiones, personajes variados y bastante acción. La filmación de Graef Marino es acorde a la trama y posee un alto nivel de producción. ¿Qué sucede entonces? ¿Es la forma de narrar o hay otros elementos que hacen que la cinta no despegue? A mi modo de ver, la respuesta recae en las actuaciones. Partiendo por el protagonista, Araiza no logra transmitir la esencia de su personaje. Se observa fragmentado, sin vuelo, fingido e incómodo, no por el papel representado sino tal vez por ser demasiado rudimentario, sin herramientas. Lucas Bolvarán, quien brillara con luz propia en la serie “Los 80”, está lejos de su potencial y salvo pequeñas gotas, también se diluye con el correr del metraje. Francisca Gavilán, la excelente “Violeta se fue a los cielos”, queda en inferioridad de recursos en su rol de Comisario, donde es más que nada una caricatura que no alcanza relevancia ni profundidad. Y algo similar pasa con todo el elenco. Se siente la incomodidad, se percibe algo forzado, los diálogos no fluyen y las escenas tampoco. Existe fragmentación de la línea, no se logra construir una atmósfera “ad hoc” y todos esos elementos confluyen en un resultado que no se percibe logrado. Solo la resolución de la trama mantiene algo de tensión, sin embargo tampoco es suficiente.
Sin duda es valorable el esfuerzo de recrear un personaje que para muchos pudiera haber sido “de culto”. No obstante la sensación es que Gustavo Graef Marino pudo haber hecho algo mejor. Es posible que exijamos más a lo largo de los años. Es posible también que, a la distancia, el primer “Johnny”, se vea más grande de lo que en su momento fue. Tal vez el nivel de la trama -un guión más de serie televisiva que cinematográfico- no esté a la altura de su desarrollo y producción. Puede ser alguna de estas variables o la suma de un conjunto mayor. Por ello, me quedo con otro aspecto sustantivo de una realización: si el elenco no logra vivir realmente la representación, ni el relato, ni la historia, ni la forma por si sola, pueden elevar el resultado final. Y en este caso, parece suceder aquello, quitando sustento, base y fuerza a un proyecto que pudo ser pero que falló en el intento. Así y todo, las cartas se lanzan para una nueva historia. Veremos si se materializa o solo queda esbozado.
Ficha técnica
Título original: Johnny 100 pesos - Capítulos dos
Productores: Gustavo Graef Marino y Patricio Lynch
Productores Ejecutivo: Marcos de Aguirre, Peter Bandera, Fernando Bandera, Óscar Zenteno, Isabel Chávez, Luis Manuel Aguirre, Francisco Inostroza, Óscar Zenteno, Alex Pérez.
Guionista: Patricio Lynch
Fotografía y cámara: Vitoco Uribe
Dirección de Arte: Hugo Urtubey
Montaje: Camilo Campi
Música: Andrés Pollak
Vestuario: Loreto Vuskovic
Efectos visuales 3D: Eduardo Squella
Actores: Armando Araiza , Lucas Bolvarán, Luciana Echeverría, Francisca Gavilán, Valentina Vargas, Juan Pablo Bastidas, Ignacia González, Alberto Ellena, María Elena Duvauchelle, Víctor Montero y Daniel Antivilo.
Director: Gustavo Graef Marino
Locos por las nueces 2
La secuela de la cinta de 2014 ya llega a nuestras pantallas. Surly y sus amigos llevan ahora una verdadera “vida fácil” en la tienda de nueces que queda al frente de su hogar, el “Liberty Park”. Allí descansan, juegan, se divierten y comen, comen y comen nueces… pero esto no dura para siempre. La tienda explota inexplicablemente, Surly debe buscar comida en la ciudad -y pese a sus esfuerzos e imaginación no le resulta por ningún lado-, Andie quiere que todos vuelvan a vivir en el parque, pero… el Alcalde Muldoon tiene otros planes: el parque de Oakton no es rentable, no le da dinero, por lo que “Liberty Park” debe ser destruido y reemplazado por “Libertyland”, un enorme parque de diversiones.
La cinta es bien básica, tanto en sus personajes, como en el desarrollo del relato. Los estereotipos están tremendamente marcados y siguen un patrón de comportamiento muy obvio. Esta simpleza, sin embargo, no quita que la película sea entretenida por varios momentos. El trailer contiene las mejores partes, y ¡ojo! concentradas en solo dos minutos y medio. "Locos por..." contiene, eso sí, algunos esbozos de temas que sin duda son mucho más de fondo. Por ejemplo, la dicotomía entre la vida fácil en la tienda de nueces cuyo icono es Surly, versus la recolección natural de alimentos en forma comunitaria que propone retomar Andie. Otros ejemplos: el trabajo en equipo que puede sobreponerse a intereses particulares; la corrupción y el poder de una autoridad que quiere pasar por alto el medio ambiente y el cuidado de los animales en un hermoso parque de la ciudad. Todos ellos temas actuales, modernos y desafiantes -y con algo de lugar común también-, que contados a modo de fábula podrían ayudar a ilustrar valores positivos a los pequeños espectadores, aunque en este caso queda a medio camino.
Como producción, la cinta funciona bien. Hay acción continua, personajes adorables, algunos malos muy malos, los menos inocentes y otros buenos, muy buenos. Tal vez por ser tan simple que es que fluye tan poco la imaginación. Las risas abundan más por los “gags” que por bromas que llamen verdaderamente la atención. El tema del liderazgo, algo que cada vez se observa más explícito en estas películas infantiles, agrega un interesante contrapunto masculino, femenino -Surly y Andie- sin embargo se va diluyendo por la renuncia de ella y la liviandad de él. Personajes negativos, como Heather, la odiosa hija del alcalde, o el malvado exterminador Gunther, tienen su contraparte con la presencia de la mascota Frankie quien cae rendido ante Preciosa, y sobretodo por la comunidad de animales que no dudan en ser “uno para todos y todos para uno” cuando se sienten amenazados.
Simple y clásica película "de manual”, “Locos por las Nueces 2” entretiene por 91 minutos pero no deja mucho más. Es solo una historia que pudo ser una fábula. Tal vez no tiene pretensiones mayores y queremos forzosamente ver algo más debajo del agua, sin embargo no deja de ser preocupante que con buenas ideas y mejores herramientas no surja algo de mayor solidez. Liviana entretención; pasemos a la siguiente por favor.
Ficha Técnica
Título Original: The Nut Job 2: Nutty by Nature
Duración: 91 minutos
Música: Heitor Pereira
Elenco (voces en Inglés): Jackie Chan, Will Arnett, Katherine Heigl, Maya Rudolph
Director: Cal Brunker
Como producción, la cinta funciona bien. Hay acción continua, personajes adorables, algunos malos muy malos, los menos inocentes y otros buenos, muy buenos. Tal vez por ser tan simple que es que fluye tan poco la imaginación. Las risas abundan más por los “gags” que por bromas que llamen verdaderamente la atención. El tema del liderazgo, algo que cada vez se observa más explícito en estas películas infantiles, agrega un interesante contrapunto masculino, femenino -Surly y Andie- sin embargo se va diluyendo por la renuncia de ella y la liviandad de él. Personajes negativos, como Heather, la odiosa hija del alcalde, o el malvado exterminador Gunther, tienen su contraparte con la presencia de la mascota Frankie quien cae rendido ante Preciosa, y sobretodo por la comunidad de animales que no dudan en ser “uno para todos y todos para uno” cuando se sienten amenazados.
Simple y clásica película "de manual”, “Locos por las Nueces 2” entretiene por 91 minutos pero no deja mucho más. Es solo una historia que pudo ser una fábula. Tal vez no tiene pretensiones mayores y queremos forzosamente ver algo más debajo del agua, sin embargo no deja de ser preocupante que con buenas ideas y mejores herramientas no surja algo de mayor solidez. Liviana entretención; pasemos a la siguiente por favor.
Ficha Técnica
Título Original: The Nut Job 2: Nutty by Nature
Duración: 91 minutos
Música: Heitor Pereira
Elenco (voces en Inglés): Jackie Chan, Will Arnett, Katherine Heigl, Maya Rudolph
Director: Cal Brunker
jueves, 17 de agosto de 2017
Baby: el aprendiz del crimen
El director Edgar Wright escribe y dirige esta cinta de acción que se centra en la historia de Baby -Ansel Elgort- un audaz conductor, especialista en huir de la policía luego de cometer atracos con una banda liderada por el carismático Doc -Kevin Spacey-. El relato no es muy distinto a varias películas del género de persecuciones, robos y carreras de autos, sin embargo la dinámica que Wright suma al guión, en cuyo rol central destaca la banda sonora, le da a la cinta una dimensión diferente.
Baby tiene una dificultad crónica en su audición que solo supera escuchando permanentemente canciones de sus diferentes iPods. Tanto es así que tiene una pista para cada momento, situación u oportunidad. Incluso hace sus propias mezclas usando grabaciones de voz, así es que también es un DJ en veloz movimiento. Baby vive con su padrastro -tiene una historia familiar tremenda- y naturalmente en el camino conoce a la chica de sus sueños lo que le alienta a dejar el mundo criminal para poder realizar una vida normal.
Difícil aburrirse con tanta acción. Si bien no está dosificada y es permanente, los pocos momentos de calma, solo son puentes para nuevas escenas y fugaces carreras. En ese sentido, la cinta no se afirma y tampoco caracteriza más a sus personajes. Y hay bastantes: ladrones de poca monta, otros experimentados y un asesino, todos mezclados y siempre cambiando roles, que es la táctica usada por un característico Kevin Spacey, esta vez personificando al director del mal tras las sombras.
La película es bastante correcta no obstante aportar poco a su género. Las actuaciones, en especial la de Elgort, están bien logradas y a pesar de no ser en ningún momento muy profundas, alcanzan para delinear la esencia de los personajes. El crimen organizado, tecnológico y con una cuota de humanidad, esta vez dada por “Baby Driver”, siempre generará historias y habrá quien esté dispuesto a filmarlas.
En esta ocasión si existe un detalle no menor al poner a la música como protagonista. Incluso podría ser esta película clasificada como un tipo de musical -hay muchas secuencias que si lo son claramente, con coreografías y sincronizaciones interesantes entre imagen y sonido- pero lamentablemente queda a medio camino -nunca fue su intención- porque para ello se necesita algo más que una buena idea. Interesante narración del director Edgar Wright, vale la pena verla. Tenemos entretenimiento garantizado, persecuciones reales y una banda sonora para todos los gustos.
Ficha técnica
Título original: Baby Driver
Año :2017
Duración: 115 minutos
País: Reino Unido
Género: Acción. Comedia | Crimen. Robos & Atracos. Coches / Automovilismo
Guión: Edgar Wright
Música: Steven Price
Fotografía: Bill Pope
Reparto: Ansel Elgort, Lily James, Jamie Foxx, Jon Hamm, Kevin Spacey, Eiza González, Jon Bernthal, Ben VanderMey, Thurman Sewell, Allison King, Lance Palmer, Keith Hudson, Patrick R. Walker, Hudson Meek, Troy Faruk
Director: Edgar Wright
Baby tiene una dificultad crónica en su audición que solo supera escuchando permanentemente canciones de sus diferentes iPods. Tanto es así que tiene una pista para cada momento, situación u oportunidad. Incluso hace sus propias mezclas usando grabaciones de voz, así es que también es un DJ en veloz movimiento. Baby vive con su padrastro -tiene una historia familiar tremenda- y naturalmente en el camino conoce a la chica de sus sueños lo que le alienta a dejar el mundo criminal para poder realizar una vida normal.
Difícil aburrirse con tanta acción. Si bien no está dosificada y es permanente, los pocos momentos de calma, solo son puentes para nuevas escenas y fugaces carreras. En ese sentido, la cinta no se afirma y tampoco caracteriza más a sus personajes. Y hay bastantes: ladrones de poca monta, otros experimentados y un asesino, todos mezclados y siempre cambiando roles, que es la táctica usada por un característico Kevin Spacey, esta vez personificando al director del mal tras las sombras.
La película es bastante correcta no obstante aportar poco a su género. Las actuaciones, en especial la de Elgort, están bien logradas y a pesar de no ser en ningún momento muy profundas, alcanzan para delinear la esencia de los personajes. El crimen organizado, tecnológico y con una cuota de humanidad, esta vez dada por “Baby Driver”, siempre generará historias y habrá quien esté dispuesto a filmarlas.
En esta ocasión si existe un detalle no menor al poner a la música como protagonista. Incluso podría ser esta película clasificada como un tipo de musical -hay muchas secuencias que si lo son claramente, con coreografías y sincronizaciones interesantes entre imagen y sonido- pero lamentablemente queda a medio camino -nunca fue su intención- porque para ello se necesita algo más que una buena idea. Interesante narración del director Edgar Wright, vale la pena verla. Tenemos entretenimiento garantizado, persecuciones reales y una banda sonora para todos los gustos.
Ficha técnica
Título original: Baby Driver
Año :2017
Duración: 115 minutos
País: Reino Unido
Género: Acción. Comedia | Crimen. Robos & Atracos. Coches / Automovilismo
Guión: Edgar Wright
Música: Steven Price
Fotografía: Bill Pope
Reparto: Ansel Elgort, Lily James, Jamie Foxx, Jon Hamm, Kevin Spacey, Eiza González, Jon Bernthal, Ben VanderMey, Thurman Sewell, Allison King, Lance Palmer, Keith Hudson, Patrick R. Walker, Hudson Meek, Troy Faruk
Director: Edgar Wright
miércoles, 9 de agosto de 2017
El bar
Centro de Madrid como primer tema. Caos y desorden generalizado en un pequeño bar, como contrapunto. Álex de la Iglesia es su director. ¿Resultado? Difícil de explicar, más bien debemos dejarnos llevar para descubrirlo.
Varias personas desayunan en un pequeño y céntrico local, cada cual en lo suyo, hasta que al salir por la puerta uno de ellos recibe un disparo mortal. Nadie sale, no saben que pasa. Otro se aventura a socorrer al caído y también es alcanzado por un certero balazo. Desesperación total, un infierno desatado. ¿Terrorismo, francotiradores, algo al interior, uno de ellos mismos? La tensión crece con el correr de los minutos. El miedo avanza, los instintos dominan a los protagonistas y todo se torna primario y violento. ¿Qué está sucediendo? No lo sabemos nosotros y tampoco quienes están en la pantalla. Contar más de la historia no se puede porque arruinaría el proyecto que está rodeado de incertidumbre desde el trailer inicial.
Una vez más, este director español hace de las suyas. Con un comienzo trepidante, con secuencias perfectas, introduce graciosamente a los personajes con los que conviviremos encerrados los siguientes 100 minutos. El humor negro, lo absurdo y grotesco es solo formal. Aumenta la provocación, incomoda y provoca rígidas sonrisas en la medida que los personajes van mostrando su lado más oscuro con el correr del relato.
No es nuevo, en el formato del director, comenzar a todo ritmo e ir dosificando hacia el tercio final. Es parte de su estilo y el es fiel a ello. Sin embargo en esta producción el metraje decae completamente en su desenlace. Es una lástima, pero una tensión como la provocada no tiene cómo desarrollarse. Es como correr desesperadamente 60 minutos y que en los últimos 30 te goleen de contragolpe porque ya las fuerzas no dan. Hay un evidente desequilibrio que conociendo al bilbaíno es sin duda intencional. Y ese desequilibrio quiere ser parte de la tensión, pero esta vez no resulta. Al contrario, le juega en contra a pesar de las secuencias estructuradas que tiene cada sección del relato.
Alex de la Iglesia tiene un talento formidable para filmar en espacios mínimos. Sus locaciones son restringidas y esa falta de espacio provoca gran angustia. Agreguemos una buena dosis de paranoia y personajes caricaturizados y todo debería funcionar. Y por largos momentos lo hace y es realmente reconocible en facetas, tiempos, colores y texturas. Esta teatralidad de la filmación es lo más logrado de esta cinta y justamente cuando la abandona, la película va decreciendo lentamente, aunque la tensión muta de propósito. Ahora queremos que todo acabe pronto.
De la Iglesia es provocador y fiel a ese estilo nos propone una historia en varias capas, donde la crítica social está siempre presente. También critica las apariencias, nuestras relaciones y formas de ser, prejuicios, valores y la difícil tolerancia existente en nuestros días. Su forma es muy original y puede tener férreos opositores cuyos anticuerpos se generan de forma espontánea. Sin embargo, una lectura más global nos puede permitir darle la oportunidad al director de mostrar la faceta más profunda de sus personajes. Una realidad que solo se aprecia en situaciones límite y donde no sabemos a qué seremos conducidos. La idea es brillante. ¿Y entonces, el resultado? Insisto que debemos descubrirlo.
Ficha técnica
Título original: El bar
Año: 2017
Duración: 102 minutos
País: España
Productora: Pokeepsie Films / Nadie es perfecto PC
Guión: Álex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría
Género: Thriller. Intriga
Música: Carlos Riera, Joan Valent
Fotografía: Ángel Amorós
Reparto: Blanca Suárez, Mario Casas, Secun de la Rosa, Carmen Machi, Jaime Ordóñez, Terele Pávez, Joaquín Climent, Alejandro Awada, Jordi Aguilar, Diego Braguinsky, Mamen García
Director: Álex de la Iglesia
No es nuevo, en el formato del director, comenzar a todo ritmo e ir dosificando hacia el tercio final. Es parte de su estilo y el es fiel a ello. Sin embargo en esta producción el metraje decae completamente en su desenlace. Es una lástima, pero una tensión como la provocada no tiene cómo desarrollarse. Es como correr desesperadamente 60 minutos y que en los últimos 30 te goleen de contragolpe porque ya las fuerzas no dan. Hay un evidente desequilibrio que conociendo al bilbaíno es sin duda intencional. Y ese desequilibrio quiere ser parte de la tensión, pero esta vez no resulta. Al contrario, le juega en contra a pesar de las secuencias estructuradas que tiene cada sección del relato.
Alex de la Iglesia tiene un talento formidable para filmar en espacios mínimos. Sus locaciones son restringidas y esa falta de espacio provoca gran angustia. Agreguemos una buena dosis de paranoia y personajes caricaturizados y todo debería funcionar. Y por largos momentos lo hace y es realmente reconocible en facetas, tiempos, colores y texturas. Esta teatralidad de la filmación es lo más logrado de esta cinta y justamente cuando la abandona, la película va decreciendo lentamente, aunque la tensión muta de propósito. Ahora queremos que todo acabe pronto.
De la Iglesia es provocador y fiel a ese estilo nos propone una historia en varias capas, donde la crítica social está siempre presente. También critica las apariencias, nuestras relaciones y formas de ser, prejuicios, valores y la difícil tolerancia existente en nuestros días. Su forma es muy original y puede tener férreos opositores cuyos anticuerpos se generan de forma espontánea. Sin embargo, una lectura más global nos puede permitir darle la oportunidad al director de mostrar la faceta más profunda de sus personajes. Una realidad que solo se aprecia en situaciones límite y donde no sabemos a qué seremos conducidos. La idea es brillante. ¿Y entonces, el resultado? Insisto que debemos descubrirlo.
Ficha técnica
Título original: El bar
Año: 2017
Duración: 102 minutos
País: España
Productora: Pokeepsie Films / Nadie es perfecto PC
Guión: Álex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría
Género: Thriller. Intriga
Música: Carlos Riera, Joan Valent
Fotografía: Ángel Amorós
Reparto: Blanca Suárez, Mario Casas, Secun de la Rosa, Carmen Machi, Jaime Ordóñez, Terele Pávez, Joaquín Climent, Alejandro Awada, Jordi Aguilar, Diego Braguinsky, Mamen García
Director: Álex de la Iglesia
Valerian
Basada en la serie francesa de ciencia ficción “Valérian y Laureline” publicada por primera vez en 1967, escrita por Pierre Christin e ilustrada por Jean-Claude Mézières esta cinta del director Luc Besson está protagonizada por Dane DeHaan -Valerian- y Cara Delevingne -Laureline-. Además participan Clive Owen, Rihanna, Ethan Hawke, Herbie Hancock, Kris Wu y Rutger Hauer en los papeles secundarios, dando al elenco atractivos nombres. Sin embargo, la cinta queda a medio camino. Es cierto que el género del director de “El quinto elemento” y “Lucy” entre otras exitosas películas es llamado por algunos como “Ópera Espacial”. También es reconocida su estética y su tratamiento de la narración en la ciencia ficción. Pues bien, esta cinta no toma ninguno de los dos caminos. Es más, el guión es difuso y lleno de recovecos y la estética juega en contra de una lectura más fluida del relato.
El escenario es sencillo. En el siglo XXVIII, Valerian y Laureline son dos agentes espaciales que están a cargo de mantener el orden en los territorios humanos del universo. Se embarcan en una misión a la alucinante Alpha, la famosa Ciudad de los Mil Planetas donde, en permanente evolución, diversas especies han compartido conocimientos y culturas durante siglos. ¿Objetivo de la misión? Bastante obvio: una amenaza desconocida altera la paz y aquello podría repercutir en todo el universo.
Como vemos, estos dos agentes no se andan con temas pequeños y el director tampoco. La construcción del escenario, de los mundos y de las especies es asombroso. Puede gustarnos o no, pero hay una estética jugada, clara y futurista. En contraposición a un brillante juego de colores, sombras y lujo de detalles, tenemos una historia que lamentablemente no está a la altura. Por ello la cinta queda al debe y su natural provocación queda evidentemente sin sustento.
Sin duda una película así de ambiciosa -Besson estaba en la pre-producción de “Valerian” cuando vio “Avatar” y decidió por ello darle más tiempo a su nuevo proyecto- no es sencilla de componer pues los riesgos son enormes. ¿Es para adolescentes? La pareja protagónica está sin duda seleccionada para dicho público. ¿La ciencia ficción captura a los fans? El mundo de la historieta original llevado a la pantalla grande tiene múltiples opciones que no dejarán contentos a todos. ¿Los amantes de los Cómics, la adorarán o la olvidarán? Difícil respuesta cuando se abarcan tantos objetivos en un poco más de dos horas.
“Valerian” es de todas formas una cinta interesante. Alabarla o criticarla dependerá mucho de lo cercano o lejano a la estética y a la forma que propone, porque en cuanto al guión, tal vez logremos un mayor acuerdo en torno a su delgada construcción. No obstante lo anterior y estar claramente en el terreno contrario a la alabanza, rescato el estilo y honestidad del director francés. Podemos diferir, y eso finalmente es lo más significativo de las propuestas de autor.
Ficha técnica
Título original: Valerian and the City of a Thousand Planets
Año: 2017
Duración: 137 minutos
País: Francia
Productora: EuropaCorp / Fundamental Films / Grive Productions
Género: Ciencia ficción - Acción - Romance | Aventura espacial - Cómic
Guión: Luc Besson (Cómic: Pierre Christin, Jean-Claude Mézières)
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Thierry Arbogast
Reparto: Dane DeHaan, Cara Delevingne, Clive Owen, Rihanna, Ethan Hawke, Herbie Hancock, John Goodman, Rutger Hauer, Kris Wu, Emilie Livingston, Aurelien Gaya
Director: Luc Besson
El escenario es sencillo. En el siglo XXVIII, Valerian y Laureline son dos agentes espaciales que están a cargo de mantener el orden en los territorios humanos del universo. Se embarcan en una misión a la alucinante Alpha, la famosa Ciudad de los Mil Planetas donde, en permanente evolución, diversas especies han compartido conocimientos y culturas durante siglos. ¿Objetivo de la misión? Bastante obvio: una amenaza desconocida altera la paz y aquello podría repercutir en todo el universo.
Como vemos, estos dos agentes no se andan con temas pequeños y el director tampoco. La construcción del escenario, de los mundos y de las especies es asombroso. Puede gustarnos o no, pero hay una estética jugada, clara y futurista. En contraposición a un brillante juego de colores, sombras y lujo de detalles, tenemos una historia que lamentablemente no está a la altura. Por ello la cinta queda al debe y su natural provocación queda evidentemente sin sustento.
Sin duda una película así de ambiciosa -Besson estaba en la pre-producción de “Valerian” cuando vio “Avatar” y decidió por ello darle más tiempo a su nuevo proyecto- no es sencilla de componer pues los riesgos son enormes. ¿Es para adolescentes? La pareja protagónica está sin duda seleccionada para dicho público. ¿La ciencia ficción captura a los fans? El mundo de la historieta original llevado a la pantalla grande tiene múltiples opciones que no dejarán contentos a todos. ¿Los amantes de los Cómics, la adorarán o la olvidarán? Difícil respuesta cuando se abarcan tantos objetivos en un poco más de dos horas.
“Valerian” es de todas formas una cinta interesante. Alabarla o criticarla dependerá mucho de lo cercano o lejano a la estética y a la forma que propone, porque en cuanto al guión, tal vez logremos un mayor acuerdo en torno a su delgada construcción. No obstante lo anterior y estar claramente en el terreno contrario a la alabanza, rescato el estilo y honestidad del director francés. Podemos diferir, y eso finalmente es lo más significativo de las propuestas de autor.
Ficha técnica
Título original: Valerian and the City of a Thousand Planets
Año: 2017
Duración: 137 minutos
País: Francia
Productora: EuropaCorp / Fundamental Films / Grive Productions
Género: Ciencia ficción - Acción - Romance | Aventura espacial - Cómic
Guión: Luc Besson (Cómic: Pierre Christin, Jean-Claude Mézières)
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Thierry Arbogast
Reparto: Dane DeHaan, Cara Delevingne, Clive Owen, Rihanna, Ethan Hawke, Herbie Hancock, John Goodman, Rutger Hauer, Kris Wu, Emilie Livingston, Aurelien Gaya
Director: Luc Besson
miércoles, 2 de agosto de 2017
La ciudad perdida de Z
La búsqueda de una legendaria ciudad perdida en el Amazonas es el centro de esta película del director James Gray, basada en el libro del mismo título publicado en 2009 por David Grann. El explorador británico Percy Fawcett -Charlie Hunnam- es quien lidera expedición tras expedición para encontrar esta ciudad que ha cobrado la vida de cientos de personas. Es un misterio, una obsesión y acaso también la ilusión de un aventurero que también busca reconocimiento y ocupar un lugar en la historia.
La cinta desarrolla en forma magnífica los entornos selváticos y las dificultades esperadas e inesperadas de cada incursión. Es un territorio hostil, en parte nunca visitado por un ser humano y en otras habitado por tribus de diferentes culturas y formas de ser, desde nómadas y luchadores hasta recolectores y canibales.
La película relata los hechos reales con una perspectiva histórica fascinante. Es una poesía audiovisual, un cine clásico, en cuanto a forma y a despliegue. Un guión pausado, cuyo mayor mérito es la expansión de cada escena, permite que la cámara retrate significativamente los detalles y la composición de cada cuadro. Esto último es una verdadera proeza en tiempos donde la síntesis y la acción se sobreponen a la contemplación y la emoción.
La recreación de la época de los años 20, en especial lo que rodea a la última expedición de Fawcett, está perfectamente lograda, diríamos británicamente resuelta. Las luchas de poder, la búsqueda de reconocimiento, las envidias, la figuración en la alta sociedad y muchas otras temáticas sociales no son ajenas a la producción. También encontramos relaciones familiares poco comprensibles en nuestro siglo XXI, sin embargo ese contexto es desarrollado de forma clara y precisa.
Sin duda que esta es una cinta ambiciosa. Afloran los recuerdos de las clásicas -“Fitzcarraldo” entre muchas otras-, e inevitablemente las comparaciones. Sin embargo, bien lo sabemos, no podemos lograr puntos de comparación. Por momentos parecemos observar un reportaje en extenso de “National Geographic” y en otros una intrincada política londinense. Hay un gran mérito en unir ámbitos tan distintos, no obstante el ritmo del relato decae a menudo y no logra levantar un vuelo dramático que la lleve a un claro desarrollo y un punto de inflexión.
"La ciudad perdida de Z" aparece mucho más monumental de lo que es. Las expectativas son mayores y la ilusión también. Es posible que se disfrute y entienda mejor pasado unos días, cuando lentamente aparecen recuerdos fugaces, personajes, situaciones y sueños. Así, a la distancia, logra transportarnos todo aquello que durante su exhibición nos contuvo y nos frenó, y eso la hace más interesante en la medida que tomamos distancia del material cinematográfico y vamos decantando la poesía, la belleza y los sueños que envuelve en sus plano más íntimos.
Ficha técnica
La cinta desarrolla en forma magnífica los entornos selváticos y las dificultades esperadas e inesperadas de cada incursión. Es un territorio hostil, en parte nunca visitado por un ser humano y en otras habitado por tribus de diferentes culturas y formas de ser, desde nómadas y luchadores hasta recolectores y canibales.
La película relata los hechos reales con una perspectiva histórica fascinante. Es una poesía audiovisual, un cine clásico, en cuanto a forma y a despliegue. Un guión pausado, cuyo mayor mérito es la expansión de cada escena, permite que la cámara retrate significativamente los detalles y la composición de cada cuadro. Esto último es una verdadera proeza en tiempos donde la síntesis y la acción se sobreponen a la contemplación y la emoción.
La recreación de la época de los años 20, en especial lo que rodea a la última expedición de Fawcett, está perfectamente lograda, diríamos británicamente resuelta. Las luchas de poder, la búsqueda de reconocimiento, las envidias, la figuración en la alta sociedad y muchas otras temáticas sociales no son ajenas a la producción. También encontramos relaciones familiares poco comprensibles en nuestro siglo XXI, sin embargo ese contexto es desarrollado de forma clara y precisa.
Sin duda que esta es una cinta ambiciosa. Afloran los recuerdos de las clásicas -“Fitzcarraldo” entre muchas otras-, e inevitablemente las comparaciones. Sin embargo, bien lo sabemos, no podemos lograr puntos de comparación. Por momentos parecemos observar un reportaje en extenso de “National Geographic” y en otros una intrincada política londinense. Hay un gran mérito en unir ámbitos tan distintos, no obstante el ritmo del relato decae a menudo y no logra levantar un vuelo dramático que la lleve a un claro desarrollo y un punto de inflexión.
"La ciudad perdida de Z" aparece mucho más monumental de lo que es. Las expectativas son mayores y la ilusión también. Es posible que se disfrute y entienda mejor pasado unos días, cuando lentamente aparecen recuerdos fugaces, personajes, situaciones y sueños. Así, a la distancia, logra transportarnos todo aquello que durante su exhibición nos contuvo y nos frenó, y eso la hace más interesante en la medida que tomamos distancia del material cinematográfico y vamos decantando la poesía, la belleza y los sueños que envuelve en sus plano más íntimos.
Ficha técnica
Año: 2016
País: Estados Unidos
Género: Aventuras. Drama | Biográfico. Años 20
Duración: 141 minutos
Reparto: Charlie Hunnam, Sienna Miller, Tom Holland, Robert Pattinson, Angus Macfadyen, Bobby Smalldridge
Director:James Gray
País: Estados Unidos
Género: Aventuras. Drama | Biográfico. Años 20
Duración: 141 minutos
Reparto: Charlie Hunnam, Sienna Miller, Tom Holland, Robert Pattinson, Angus Macfadyen, Bobby Smalldridge
Director:James Gray
Suscribirse a:
Entradas (Atom)