“La forma del agua”, el último trabajo del director mexicano Guillermo del Toro, es una joya. Un original guión escrito por el mismo director junto a Vanessa Taylor nos seduce con una fábula mágica y envolvente. La madurez narrativa alcanzada en el relato es delicada y fina. La fotografía de Dan Laustsen es un verdadero acierto y la música de Alexandre Desplat, preciosa y refinada. Todos los personajes están excelentemente delineados y el reparto los interpreta con un nivel altísimo. No observamos puntos débiles y el resultado de ello es una obra de arte; CINE con mayúsculas.
Elisa -estupenda personificación y caracterización de Sally Hawkins- trabaja en el aseo nocturno de un laboratorio de investigación en Baltimore, a comienzos de la década de los sesenta. Ella es muda, sin embargo puede escuchar todo perfectamente y se comunica con los demás a través del lenguaje de señas. Zelda Fuller -Octavia Spencer- es su amiga y compañera de trabajo. Ella es afroamericana, de carácter fuerte, por lo que la protege y además le permite conectar con el mundo.
Con bastante revuelo llega al laboratorio un nuevo “objeto” de estudio. Se trata de una criatura extraña -recreada por Doug Jones- una especie de humanoide anfibio, recogido en un río sudamericano por el mismo Coronel Richard Strickland -Michael Shannon-, el autoritario y temido jefe de seguridad del lugar. Para el científico Robert Hoffstetler -Michael Stuhlbarg- un infiltrado espía soviético, este “activo” es inteligente, capaz de comprender el lenguaje y de sentir emociones. Sin embargo Strickland tiene órdenes de matar y diseccionar esta “cosa que parece humana” para estudiarlo a fondo y sacar ventajas en plena guerra fría.
Elisa vive sola en un departamento encima de una sala de cine. Su vecino Giles -Richard Jenkins-, un artista gay que trata de sobrevivir con sus obras en un mundo que está adoptando rápidamente la fotografía, la acompaña y la acoge. Juntos conversan, escuchan música y ven programas de televisión. Giles se entera de la criatura por las palabras emocionadas de Elisa, “cuando me ve, no sabe qué tan incompleta estoy. Él me ve como soy”. También se transforma en cómplice cuando ella le suplica “si no hacemos nada, nosotros somos nada”, al relatarle el plan para rescatar a la criatura de una muerte segura.
La cinta va más allá de las palabras. Esta historia de la “princesa sin voz” es empática y emotiva, parece dibujada a mano, tiene dosis precisas de humor y basa su centro en la especial conexión entre Elisa y la criatura. Florece el amor, los sueños, la imaginación y la convicción de que todo es posible. Hay varias capas con múltiples detalles. Quisiera contar más, analizar más, pero para no hacer “spoilers” debo contenerme.
Hay dos escenas filmadas en el agua que son maravillosas. La composición gráfica de las imágenes, los ángulos usados y los planos de cámara son transversales en todo el metraje. La textura de la cinta es delicadísima, y el color logrado es gracias al aporte de un gran trabajo de iluminación.
La belleza de esta cinta es extraordinaria. “La forma del agua” es un encantador despliegue audiovisual basado en una íntima y tierna historia de amor. Una fantasía que deslumbra y que logra que atesoremos de manera profunda en nuestro corazón lo que sentimos al verla.
Ficha técnica
Título original: The Shape of Water
Año: 2017
Duración: 119 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Bull Productions / Fox Searchlight
Género: Fantástico. Drama. Romance. Thriller | Años 60
Guión: Guillermo del Toro, Vanessa Taylor
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Dan Laustsen
Reparto: Sally Hawkins, Doug Jones, Michael Shannon, Octavia Spencer, Richard Jenkins, Michael Stuhlbarg, Lauren Lee Smith, David Hewlett, Nick Searcy, Morgan Kelly, Dru Viergever, Maxine Grossman, Amanda Smith, Cyndy Day, Dave Reachill
Dirección: Guillermo del Toro
miércoles, 31 de enero de 2018
The Post
En junio de 1971 se destapa una bomba periodística. The New York Times publica los primeros documentos secretos del Pentágono sobre la Guerra de Vietnam y que detallan que la Casa Blanca ha mentido al respecto durante 30 años. Son más de 7.000 páginas con información ultraclasificada que comienzan a ver la luz y la reacción del Gobierno de turno -encabezado por Nixon- no se hace esperar. Decreta prohibir cualquier información basada en esos archivos.
The Washington Post que está a cargo de Katherine Graham -Meryl Streep- quién se había transformado en la primera mujer en dirigir este periódico familiar, y el jefe editorial, Ben Bradlee -Tom Hanks- están en una lucha menor con la Casa Blanca por el matrimonio de la hija del presidente, al que no le otorgan acceso a su cobertura. Además, Katherine está en pleno proceso de sumar recursos para potenciar los contenidos del diario con una arriesgada salida a la bolsa que tiene a todos los accionistas nerviosos y preocupados porque piensan que una mujer no es capaz de tomar decisiones difíciles, con lo que intentan disminuir y discriminar a Graham.
El director Steven Spielberg conduce este apasionante guión de Liz Hannah y Josh Singer con maestría. Sus cámaras nos llevan desde un inicio bélico que se remonta a la década anterior, con un corresponsal en plena guerra junto a los altos mandos militares, a los pasillos íntimos de la redacción del Post, encuentros secretos con fuentes de información, improvisadas oficinas de trabajo en terreno, reuniones sociales en momentos inoportunos, en horarios muy poco comunes y muchos otros elementos propios del periodismo de investigación.
La actuación de Meryl Streep es notable. Interpreta de forma magistral a esta mujer delicada y fina que debe tener el coraje de tomar oportunamente decisiones valientes y complejas. Hanks hace un contrapeso muy efectivo describiendo a un profesional directo, fuerte y decidido que, en un clima de máxima tensión, está convencido que su misión es dejar al descubierto la falta moral de este poder ejecutivo que ha conducido al país a una irresponsable guerra.
Al conocerse esta información, el centro neurálgico es el valor de la libertad y de la verdad, contra el poder político y militar que se encierra entre cuatro paredes y usa la censura como barrera de protección. La lucha contra el ocultamiento se transforma en un liderazgo que abre y construye el camino. Existe un cuestionamiento ético y moral de la información obtenida para tener el cuidado de no poner en peligro a personas particulares. Katherine tiene muy claro que arriesga su fortuna y la compañía de su vida. Por publicar esta información puede ir a prisión. Ben Bradlee tiene la convicción que las mentiras deben terminar, que si la prensa no exige cuentas al poder político nadie más lo hará y que si pierden esta lucha será la nación la que pierda finalmente.
Ante una historia tremendamente intensa, el humor es clave y la película lo tiene muy bien desarrollado. Rompe esquemas, interrumpe y relaja. Permite emprender rumbo hacia nuevas cumbres y hace que el relato fluya de forma muy natural. Los planos de Spielberg también son clave para mantener el suspenso y la atención en una historia de la que conocemos el final y que sin embargo nos mantiene atrapados y cautivados durante todo su metraje.
La cinta no oculta la natural competencia editorial entre los diarios, sin embargo muestra también el significativo consenso y la completa solidaridad en la defensa de la libertad de prensa por parte de los medios. Este clima está muy bien representado. Pone de relieve el trabajo profesional de periodistas y editores que incansablemente buscan revelar la verdad por un bien común mayor, con convicción, profesionalidad y una extraordinaria vocación de servicio público.
Ficha técnica
Título original: The Post
Año: 2017
Duración: 116 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Amblin Entertainment / DreamWorks SKG / Pascal Pictures / Participant Media.
Distribuida por 20th Century-Fox Film Corporation
Género: Drama | Años 70. Periodismo. Basado en hechos reales
Guión: Liz Hannah, Josh Singer
Música: John Williams
Fotografía: Janusz Kaminski
Reparto: Meryl Streep, Tom Hanks, Bruce Greenwood, Bob Odenkirk, Tracy Letts, Sarah Paulson, Matthew Rhys, Alison Brie, Carrie Coon, Jesse Plemons, Bradley Whitford, David Cross, Michael Stuhlbarg, Zack Woods, Pat Healy, Deirdre Lovejoy
Dirección: Steven Spielberg
The Washington Post que está a cargo de Katherine Graham -Meryl Streep- quién se había transformado en la primera mujer en dirigir este periódico familiar, y el jefe editorial, Ben Bradlee -Tom Hanks- están en una lucha menor con la Casa Blanca por el matrimonio de la hija del presidente, al que no le otorgan acceso a su cobertura. Además, Katherine está en pleno proceso de sumar recursos para potenciar los contenidos del diario con una arriesgada salida a la bolsa que tiene a todos los accionistas nerviosos y preocupados porque piensan que una mujer no es capaz de tomar decisiones difíciles, con lo que intentan disminuir y discriminar a Graham.
El director Steven Spielberg conduce este apasionante guión de Liz Hannah y Josh Singer con maestría. Sus cámaras nos llevan desde un inicio bélico que se remonta a la década anterior, con un corresponsal en plena guerra junto a los altos mandos militares, a los pasillos íntimos de la redacción del Post, encuentros secretos con fuentes de información, improvisadas oficinas de trabajo en terreno, reuniones sociales en momentos inoportunos, en horarios muy poco comunes y muchos otros elementos propios del periodismo de investigación.
La actuación de Meryl Streep es notable. Interpreta de forma magistral a esta mujer delicada y fina que debe tener el coraje de tomar oportunamente decisiones valientes y complejas. Hanks hace un contrapeso muy efectivo describiendo a un profesional directo, fuerte y decidido que, en un clima de máxima tensión, está convencido que su misión es dejar al descubierto la falta moral de este poder ejecutivo que ha conducido al país a una irresponsable guerra.
Al conocerse esta información, el centro neurálgico es el valor de la libertad y de la verdad, contra el poder político y militar que se encierra entre cuatro paredes y usa la censura como barrera de protección. La lucha contra el ocultamiento se transforma en un liderazgo que abre y construye el camino. Existe un cuestionamiento ético y moral de la información obtenida para tener el cuidado de no poner en peligro a personas particulares. Katherine tiene muy claro que arriesga su fortuna y la compañía de su vida. Por publicar esta información puede ir a prisión. Ben Bradlee tiene la convicción que las mentiras deben terminar, que si la prensa no exige cuentas al poder político nadie más lo hará y que si pierden esta lucha será la nación la que pierda finalmente.
Ante una historia tremendamente intensa, el humor es clave y la película lo tiene muy bien desarrollado. Rompe esquemas, interrumpe y relaja. Permite emprender rumbo hacia nuevas cumbres y hace que el relato fluya de forma muy natural. Los planos de Spielberg también son clave para mantener el suspenso y la atención en una historia de la que conocemos el final y que sin embargo nos mantiene atrapados y cautivados durante todo su metraje.
La cinta no oculta la natural competencia editorial entre los diarios, sin embargo muestra también el significativo consenso y la completa solidaridad en la defensa de la libertad de prensa por parte de los medios. Este clima está muy bien representado. Pone de relieve el trabajo profesional de periodistas y editores que incansablemente buscan revelar la verdad por un bien común mayor, con convicción, profesionalidad y una extraordinaria vocación de servicio público.
Ficha técnica
Título original: The Post
Año: 2017
Duración: 116 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Amblin Entertainment / DreamWorks SKG / Pascal Pictures / Participant Media.
Distribuida por 20th Century-Fox Film Corporation
Género: Drama | Años 70. Periodismo. Basado en hechos reales
Guión: Liz Hannah, Josh Singer
Música: John Williams
Fotografía: Janusz Kaminski
Reparto: Meryl Streep, Tom Hanks, Bruce Greenwood, Bob Odenkirk, Tracy Letts, Sarah Paulson, Matthew Rhys, Alison Brie, Carrie Coon, Jesse Plemons, Bradley Whitford, David Cross, Michael Stuhlbarg, Zack Woods, Pat Healy, Deirdre Lovejoy
Dirección: Steven Spielberg
Paddington 2
Películas como esta secuela de Paddington nos recuerdan que la bondad es un valor que siempre debería estar presente en nuestra vida. Hacer el bien, hacer lo que es correcto, ser amables y educados, sin duda puede lograr generar un círculo virtuoso. Y la cinta lo tiene muy presente a través de una historia simple y tierna que, a través de grandes contrastes, nos lleva a sentir que aún tenemos esperanza en nuestro ajetreado y alocado mundo moderno.
El oso Paddington vive con los Brown en la comunidad de Windsor Gardens, en Londres. Su integración familiar y a la vida del barrio ha sido total. Su espontánea simpatía es realmente encantadora y alegra la rutina diaria a todos quienes encuentra en su camino.
Tía Lucy está de cumpleaños y Paddington quiere hacerle un gran regalo. Y parece que la elección es clarita, un precioso libro “pop-up” que ha encontrado en la tienda de antigüedades de Mr. Gruber. Es sin duda un maravilloso regalo pero tremendamente costoso, por ello nuestro protagonista está dispuesto a juntar el dinero necesario para comprar esta obra de arte haciendo los más diversos oficios, naturalmente con dispares -y jocosos- resultados. Tía Lucy soñó siempre conocer Londres, por lo que este libro caería como un anillo a un dedo. Sin embargo el libro es robado y Paddington injustamente acusado de ser el ladrón.
La cinta tiene un guión -obra de Paul King y Simon Farnaby- que está repleto de pequeños detalles. La edición y el montaje es un lujo. Pasamos de una escena a otra fluidamente, usando múltiples elementos que abarcan, cada uno, infinidad de situaciones. Por momentos es de un vértigo alucinante y en otros detiene el tiempo para generar el clima y el ambiente necesario para reflexionar.
El elenco es de altísimo nivel. Hugh Bonneville como Henry Brown, Sally Hawkins como Mary Brown y Brendan Gleeson como “Dedos” están estupendos en sus personajes. Qué decir de Hugh Grant como Phoenix Buchanan, un actor narcisista y algo agotado. Su caracterización es sencillamente notable, con dinámicas, tonos y luces propias que lo hacen divertido e irresistible.
El director Paul King logra en esta película británico-francesa algo siempre difícil de conseguir. Hacer de una cinta familiar, dirigida a los niños, una película llena de matices, detalles y finuras que divierten, conmueven y además nos hacen reír de buena gana. ¡Encantadora e imperdible!
Ficha técnica
Título original: Paddington 2
Año: 2017
Duración: 105 minutos
País: Reino Unido
Productora
Amazon Prime Instant Video / ACE / Canal+ / Studiocanal / Ciné+ / Heyday Films / Marmalade Films Ltd.
Género
Comedia. Fantástico. Infantil | Cine familiar. Secuela
Guión: Michael Bond, Simon Farnaby, Paul King, Jon Croker
Música: Dario Marianelli
Fotografía: Erik Wilson
Reparto: Hugh Grant, Hugh Bonneville, Sally Hawkins, Brendan Gleeson, Jim Broadbent, Peter Capaldi, Julie Walters, Samuel Joslin, Daniel Stisen, Ben Miller, Sanjeev Bhaskar
Dirección: Paul King
El oso Paddington vive con los Brown en la comunidad de Windsor Gardens, en Londres. Su integración familiar y a la vida del barrio ha sido total. Su espontánea simpatía es realmente encantadora y alegra la rutina diaria a todos quienes encuentra en su camino.
Tía Lucy está de cumpleaños y Paddington quiere hacerle un gran regalo. Y parece que la elección es clarita, un precioso libro “pop-up” que ha encontrado en la tienda de antigüedades de Mr. Gruber. Es sin duda un maravilloso regalo pero tremendamente costoso, por ello nuestro protagonista está dispuesto a juntar el dinero necesario para comprar esta obra de arte haciendo los más diversos oficios, naturalmente con dispares -y jocosos- resultados. Tía Lucy soñó siempre conocer Londres, por lo que este libro caería como un anillo a un dedo. Sin embargo el libro es robado y Paddington injustamente acusado de ser el ladrón.
La cinta tiene un guión -obra de Paul King y Simon Farnaby- que está repleto de pequeños detalles. La edición y el montaje es un lujo. Pasamos de una escena a otra fluidamente, usando múltiples elementos que abarcan, cada uno, infinidad de situaciones. Por momentos es de un vértigo alucinante y en otros detiene el tiempo para generar el clima y el ambiente necesario para reflexionar.
El elenco es de altísimo nivel. Hugh Bonneville como Henry Brown, Sally Hawkins como Mary Brown y Brendan Gleeson como “Dedos” están estupendos en sus personajes. Qué decir de Hugh Grant como Phoenix Buchanan, un actor narcisista y algo agotado. Su caracterización es sencillamente notable, con dinámicas, tonos y luces propias que lo hacen divertido e irresistible.
El director Paul King logra en esta película británico-francesa algo siempre difícil de conseguir. Hacer de una cinta familiar, dirigida a los niños, una película llena de matices, detalles y finuras que divierten, conmueven y además nos hacen reír de buena gana. ¡Encantadora e imperdible!
Ficha técnica
Título original: Paddington 2
Año: 2017
Duración: 105 minutos
País: Reino Unido
Productora
Amazon Prime Instant Video / ACE / Canal+ / Studiocanal / Ciné+ / Heyday Films / Marmalade Films Ltd.
Género
Comedia. Fantástico. Infantil | Cine familiar. Secuela
Guión: Michael Bond, Simon Farnaby, Paul King, Jon Croker
Música: Dario Marianelli
Fotografía: Erik Wilson
Reparto: Hugh Grant, Hugh Bonneville, Sally Hawkins, Brendan Gleeson, Jim Broadbent, Peter Capaldi, Julie Walters, Samuel Joslin, Daniel Stisen, Ben Miller, Sanjeev Bhaskar
Dirección: Paul King
jueves, 25 de enero de 2018
Maze Runner, la cura mortal
Vaya el primer agradecimiento a los realizadores del filme por no extender la tercera entrega de esta saga con la irresistible moda de la separación en dos partes. Y es bastante comprensible esta decisión. La historia final promete, pero es bastante floja en cuanto a ideas y relato. Por ello, el director Wes Ball toma la acertada decisión de basar esta última parte en espectaculares escenas de acción que en una pantalla como la recién inaugurada “Xtreme Láser” de CinePlanet en Santiago, lucen sorprendentes gracias a sus 18 metros de alto, 10 de ancho, sonido envolvente de gran calidad y una proyección láser que hace ver los efectos especiales como juego de niños.
Volvamos a la historia. Los muchachos que habían logrado salir del laberinto en la primera parte, que habían deambulado sin un claro rumbo y se habían enfrentado a CRUEL, esta misteriosa organización que les borra los recuerdos, los encierra y luego los persigue afanosamente en la segunda, comienzan un épico final con el gran rescate de muchos de sus compañeros en una secuencia muy completa y vibrante. Thomas -Dylan O'Brien- lidera el grupo y es secundado por Brenda que es interpretada por Rosa Salazar. Teresa -Kaya Scodelario- trabaja en CRUEL buscando el suero que pueda controlar la peste de la Llamarada y uno de los sujetos de experimentación es Minho -Ki Hong Lee- quien no ha podido ser rescatado y se transforma en la principal razón de volver a entrar en la fortaleza y en sus laboratorios.
Mientras hay acción, la película resiste muy bien el ritmo y concentra la atención. Las naturales pausas, como ya sucedió sobre todo en la extraviada segunda entrega, se hacen largas y carecen de sentido y unidad. Hay mucho tiempo que no logra mantener la tensión, inmoviliza y solo alarga la llegada de una nueva secuencia que esperamos ansiosamente se acerque cuanto antes.
La trama interesante del comienzo de la historia, nos remontamos al 2013, este laberinto sin explicación, sin recuerdos, un espacio de comodidad que solo se rompe por la audacia de los protagonistas, va decayendo en la medida que la trilogía avanza. La parte central es mejor superarla rápido y aunque en este cierre repunta bastante, la ausencia de un guión que permita mantener un mayor interés en la narración se resiente y mucho.
Los efectos especiales del comienzo de la cinta se ven como de juguete, sin embargo con el correr de los minutos son mucho más complejos e interesantes. Y hay una diferencia, los primeros son en exteriores y los siguientes corresponden a una elaboración en diversos set, lo que marca una diferencia en favor de estos últimos. También, en esta oportunidad, los personajes aparecen bastante menos marcados, menos intensos y tal vez por ello se diluyen poco a poco. El metraje se hace extenso, sobre todo porque parece ir a la conclusión y se arrepiente en el camino, un efecto extraño que podríamos atribuir a la falta de nervio en su composición argumental.
A pesar de todas las consideraciones anteriores, “La Cura Mortal” logra cerrar correctamente la trilogía, aunque deja un poquito abierta la puerta como para eventualmente continuar. No lo sabemos, pero podemos suponer que dependiendo de la taquilla y su éxito comercial, podríamos ver en el futuro algo más de la evolución de este mundo distópico que tiene la oportunidad de un nuevo comienzo y también de explicar mejor sus escenarios y sobre todo el por qué llegaron a este apocalíptico, destruido y amenazante futuro.
Ficha técnica
Título original: Maze Runner: The Death Cure
Año: 2018
Duración: 142 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Gotham Group / Temple Hill / 20th Century-Fox Film Corporation
Género: Ciencia ficción. Acción | Futuro postapocalíptico. Supervivencia. Distopía. Young Adult. Secuela
Guión: T.S. Nowlin (Novela: James Dashner)
Música: John Paesano
Fotografía: Gyula Pados
Reparto: Dylan O'Brien, Kaya Scodelario, Katherine McNamara, Thomas Brodie-Sangster, Nathalie Emmanuel, Barry Pepper, Giancarlo Esposito, Rosa Salazar, Dexter Darden, Walton Goggins, Jacob Lofland
Dirección: Wes Ball
Volvamos a la historia. Los muchachos que habían logrado salir del laberinto en la primera parte, que habían deambulado sin un claro rumbo y se habían enfrentado a CRUEL, esta misteriosa organización que les borra los recuerdos, los encierra y luego los persigue afanosamente en la segunda, comienzan un épico final con el gran rescate de muchos de sus compañeros en una secuencia muy completa y vibrante. Thomas -Dylan O'Brien- lidera el grupo y es secundado por Brenda que es interpretada por Rosa Salazar. Teresa -Kaya Scodelario- trabaja en CRUEL buscando el suero que pueda controlar la peste de la Llamarada y uno de los sujetos de experimentación es Minho -Ki Hong Lee- quien no ha podido ser rescatado y se transforma en la principal razón de volver a entrar en la fortaleza y en sus laboratorios.
Mientras hay acción, la película resiste muy bien el ritmo y concentra la atención. Las naturales pausas, como ya sucedió sobre todo en la extraviada segunda entrega, se hacen largas y carecen de sentido y unidad. Hay mucho tiempo que no logra mantener la tensión, inmoviliza y solo alarga la llegada de una nueva secuencia que esperamos ansiosamente se acerque cuanto antes.
La trama interesante del comienzo de la historia, nos remontamos al 2013, este laberinto sin explicación, sin recuerdos, un espacio de comodidad que solo se rompe por la audacia de los protagonistas, va decayendo en la medida que la trilogía avanza. La parte central es mejor superarla rápido y aunque en este cierre repunta bastante, la ausencia de un guión que permita mantener un mayor interés en la narración se resiente y mucho.
Los efectos especiales del comienzo de la cinta se ven como de juguete, sin embargo con el correr de los minutos son mucho más complejos e interesantes. Y hay una diferencia, los primeros son en exteriores y los siguientes corresponden a una elaboración en diversos set, lo que marca una diferencia en favor de estos últimos. También, en esta oportunidad, los personajes aparecen bastante menos marcados, menos intensos y tal vez por ello se diluyen poco a poco. El metraje se hace extenso, sobre todo porque parece ir a la conclusión y se arrepiente en el camino, un efecto extraño que podríamos atribuir a la falta de nervio en su composición argumental.
A pesar de todas las consideraciones anteriores, “La Cura Mortal” logra cerrar correctamente la trilogía, aunque deja un poquito abierta la puerta como para eventualmente continuar. No lo sabemos, pero podemos suponer que dependiendo de la taquilla y su éxito comercial, podríamos ver en el futuro algo más de la evolución de este mundo distópico que tiene la oportunidad de un nuevo comienzo y también de explicar mejor sus escenarios y sobre todo el por qué llegaron a este apocalíptico, destruido y amenazante futuro.
Ficha técnica
Título original: Maze Runner: The Death Cure
Año: 2018
Duración: 142 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Gotham Group / Temple Hill / 20th Century-Fox Film Corporation
Género: Ciencia ficción. Acción | Futuro postapocalíptico. Supervivencia. Distopía. Young Adult. Secuela
Guión: T.S. Nowlin (Novela: James Dashner)
Música: John Paesano
Fotografía: Gyula Pados
Reparto: Dylan O'Brien, Kaya Scodelario, Katherine McNamara, Thomas Brodie-Sangster, Nathalie Emmanuel, Barry Pepper, Giancarlo Esposito, Rosa Salazar, Dexter Darden, Walton Goggins, Jacob Lofland
Dirección: Wes Ball
miércoles, 24 de enero de 2018
Apuesta maestra
Aaron Sorkin hace su debut como director con esta adaptación cinematográfica de la novela biográfica de Molly Bloom, la llamada “princesa del póker”, quien organizaba exclusivos juegos con estrellas de cine, directores, famosos atletas, millonarios hombres de negocios e incluso con algún miembro de la mafia rusa.
Con un guión vertiginoso y vibrante, Sorkin elabora un relato perfectamente tejido. Molly -Jessica Chastain- narra en primera persona la historia de su vida desde que se frustra su sueño deportivo al sufrir un grave accidente compitiendo en esquí lo que le impide llegar a los Juegos Olímpicos para representar a Estados Unidos en su equipo de elite. Utilizando recurrentes saltos temporales, la forma utilizada por Sorkin para construir la historia resulta interesante a lo largo de todo el metraje. Vemos a la protagonista como niña y joven adolescente, con la figura tenaz y autoritaria de su padre -un preciso Kevin Costner-, alternando con el presente maduro que la muestra junto a un incrédulo abogado -Idris Elba- intentando enfrentar las acusaciones luego de un exagerado arresto del FBI. Entre ambos extremos, podemos observar su proceso de reinvención desde el deporte al mundo de los juegos privados de póker, un ambiente principalmente masculino donde las apuestas son temerarias, las tentaciones enormes y el alcohol y las drogas, el pan de cada día.
Esta historia de vida resulta atractiva por varias razones. La primera salta a la vista porque es la historia real de una deportista de excepción que termina siendo millonaria antes de los 21 años pero no precisamente gracias a desarrollar aquello que soñó desde pequeña. La segunda corresponde al excelente trabajo de escritura en el que Sorkin sin lugar a dudas no defrauda. Es cierto que sus diálogos son extensos, están llenos de intercambios y de mucha información, sin embargo son necesarios para dotar al filme de todos los elementos que se deben tomar en cuenta para comprender el real contexto de la historia. Esta vez, además tomando el rol de director de la cinta, Aaron Sorkin no permite tregua en ningún momento. Si nos desconcentramos mínimamente podemos perder fácilmente el hilo, que ya por su propia naturaleza se torna complejo de seguir. Una tercera razón del atractivo de esta película es la excelente y sólida actuación de su protagonista, Jessica Chastain, y de cada uno de los personajes secundarios que están perfectamente construidos y son interpretados por un elenco de altísimo nivel.
“Molly's Game”, su título original, es mucho más certero que su traducción al español. La palabra juego aplica tanto al deporte como al mundo de las apuestas y también naturalmente es posible asociarla a lo que Molly debe hacer con su vida, haciendo, rehaciendo, inventando y reinventando su camino en todo momento. Aun internándose en un terreno de dudosa legalidad, ética y moralmente cuestionable, Molly siempre intenta ser fiel a si misma y no caer en la comisión de diversos delitos. Incluso pudiendo delatar a gran parte de quienes participaban en sus exclusivos juegos, decide mantener la mayoría de las identidades en secreto. El jugador X -encarnado por Michael Cera- representa de alguna manera todos aquellos nombres que en su libro y en su testimonio ante la corte, Bloom no quiso mencionar.
“Apuesta maestra” es realmente una jugada arriesgada de su director. Un relato largo -141 minutos- que sin embargo fluye de manera natural sobre todo tomando en consideración los tiempos actuales, donde historias de este tipo podrían tener una mayor libertad narrativa en formato de serie de televisión abierta o entrega por capítulos en servicios de streaming. Mayor logro entonces el de Aaron Sorkin, cuyo lenguaje resulta envolvente -y si, por momentos incluso agobiante- pues posee un contundente objetivo, claro y preciso, que logra a cabalidad.
Ficha técnica
Título original: Molly's Game
Año: 2017
Duración: 141 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Entertainment One / The Mark Gordon Company / Pascal Pictures
Género: Drama | Póker. Biográfico. Basado en hechos reales
Guión: Aaron Sorkin (Memorias: Molly Bloom)
Música: Daniel Pemberton
Fotografía: Charlotte Bruus Christensen
Reparto: Jessica Chastain, Idris Elba, Kevin Costner, Michael Cera, Samantha Isler, Chris O'Dowd, Graham Greene, Jeremy Strong, Bill Camp, Brian d'Arcy James, Claire Rankin, J.C. MacKenzie
Dirección: Aaron Sorkin
Con un guión vertiginoso y vibrante, Sorkin elabora un relato perfectamente tejido. Molly -Jessica Chastain- narra en primera persona la historia de su vida desde que se frustra su sueño deportivo al sufrir un grave accidente compitiendo en esquí lo que le impide llegar a los Juegos Olímpicos para representar a Estados Unidos en su equipo de elite. Utilizando recurrentes saltos temporales, la forma utilizada por Sorkin para construir la historia resulta interesante a lo largo de todo el metraje. Vemos a la protagonista como niña y joven adolescente, con la figura tenaz y autoritaria de su padre -un preciso Kevin Costner-, alternando con el presente maduro que la muestra junto a un incrédulo abogado -Idris Elba- intentando enfrentar las acusaciones luego de un exagerado arresto del FBI. Entre ambos extremos, podemos observar su proceso de reinvención desde el deporte al mundo de los juegos privados de póker, un ambiente principalmente masculino donde las apuestas son temerarias, las tentaciones enormes y el alcohol y las drogas, el pan de cada día.
Esta historia de vida resulta atractiva por varias razones. La primera salta a la vista porque es la historia real de una deportista de excepción que termina siendo millonaria antes de los 21 años pero no precisamente gracias a desarrollar aquello que soñó desde pequeña. La segunda corresponde al excelente trabajo de escritura en el que Sorkin sin lugar a dudas no defrauda. Es cierto que sus diálogos son extensos, están llenos de intercambios y de mucha información, sin embargo son necesarios para dotar al filme de todos los elementos que se deben tomar en cuenta para comprender el real contexto de la historia. Esta vez, además tomando el rol de director de la cinta, Aaron Sorkin no permite tregua en ningún momento. Si nos desconcentramos mínimamente podemos perder fácilmente el hilo, que ya por su propia naturaleza se torna complejo de seguir. Una tercera razón del atractivo de esta película es la excelente y sólida actuación de su protagonista, Jessica Chastain, y de cada uno de los personajes secundarios que están perfectamente construidos y son interpretados por un elenco de altísimo nivel.
“Molly's Game”, su título original, es mucho más certero que su traducción al español. La palabra juego aplica tanto al deporte como al mundo de las apuestas y también naturalmente es posible asociarla a lo que Molly debe hacer con su vida, haciendo, rehaciendo, inventando y reinventando su camino en todo momento. Aun internándose en un terreno de dudosa legalidad, ética y moralmente cuestionable, Molly siempre intenta ser fiel a si misma y no caer en la comisión de diversos delitos. Incluso pudiendo delatar a gran parte de quienes participaban en sus exclusivos juegos, decide mantener la mayoría de las identidades en secreto. El jugador X -encarnado por Michael Cera- representa de alguna manera todos aquellos nombres que en su libro y en su testimonio ante la corte, Bloom no quiso mencionar.
“Apuesta maestra” es realmente una jugada arriesgada de su director. Un relato largo -141 minutos- que sin embargo fluye de manera natural sobre todo tomando en consideración los tiempos actuales, donde historias de este tipo podrían tener una mayor libertad narrativa en formato de serie de televisión abierta o entrega por capítulos en servicios de streaming. Mayor logro entonces el de Aaron Sorkin, cuyo lenguaje resulta envolvente -y si, por momentos incluso agobiante- pues posee un contundente objetivo, claro y preciso, que logra a cabalidad.
Ficha técnica
Título original: Molly's Game
Año: 2017
Duración: 141 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Entertainment One / The Mark Gordon Company / Pascal Pictures
Género: Drama | Póker. Biográfico. Basado en hechos reales
Guión: Aaron Sorkin (Memorias: Molly Bloom)
Música: Daniel Pemberton
Fotografía: Charlotte Bruus Christensen
Reparto: Jessica Chastain, Idris Elba, Kevin Costner, Michael Cera, Samantha Isler, Chris O'Dowd, Graham Greene, Jeremy Strong, Bill Camp, Brian d'Arcy James, Claire Rankin, J.C. MacKenzie
Dirección: Aaron Sorkin
La rueda de la maravilla
La imaginación y tenacidad de Woody Allen parecen inagotables. Junto al mérito de conseguir su auto impuesta marca de generar una película por año, Allen se las arregla para, con naturales altos y bajos, entregarnos siempre alguna novedad dentro de su ya reconocida y característica filmografía.
Esta vez la historia se remonta a los años 50. Coney Island es el escenario de personajes disfuncionales y de relaciones dañadas. Humpty -Jim Belushi- encargado del carrusel del parque, y su esposa Ginny -Kate Winslet-, una frustrada actriz que trabaja atendiendo mesas en un frecuentado bar del lugar y que tiene un hijo de su primer matrimonio al que le fascina el fuego, reciben la inesperada visita de Carolina -Juno Temple-, la hija de Humpty y que no ve hace años. Ella viene de regreso de una situación terrible. Se casó con un gánster y ahora huye de las represalias por hablar más de la cuenta. Está marcada. Es pleno verano y la playa bulle. En la bahía siete trabaja como salvavidas Mickey Rubin -Justin Timberlake- un osado joven que aspira a ser escritor. La mesa está servida y podemos prever hacia dónde nos podría conducir el relato de Woody Allen.
Los elementos de sus películas y las características de sus personajes le son tan propios que sabemos conseguirá, en bastantes ocasiones, actuaciones potentes. Esta vez el turno es de Kate Winslet quien interpreta un papel de excelencia, lleno de matices, con una fuerza interior desgarradora y que además atrapa inmediatamente el foco de atención del relato. Bien conocemos los conceptos del director y “Wonder Wheel” no se aleja en absoluto. Las relaciones son el eje central, parece que nada logra encajar, todo es frustración y decadencia.
Sin embargo, Allen nos tiene reservada una sorpresa. Juega con nosotros, sus espectadores, y al menos nos va preparando para tres o cuatro posibles finales. Es impresionante lo que logra al hacernos imaginar de qué manera podría concluir la historia. Y sin adelantar nada, por supuesto que su firma es totalmente diferente a todo lo que pudiéramos pensar y en ello, su sello es inconfundible. Podremos entender el título, “Wonder Wheel” y también podremos seguir imaginando lo que viene a continuación. Y mientras nosotros nos quedamos divagando, seguramente Woody Allen debe estar pensando y probablemente ejecutando su siguiente trabajo.
Ficha técnica
Título original: Wonder Wheel
Año: 2017
Duración: 101 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Gravier Productions / Amazon Studios
Género: Drama | Años 50
Guión: Woody Allen
Fotografía: Vittorio Storaro
Reparto: Kate Winslet, Justin Timberlake, Juno Temple, James Belushi, Max Casella, Michael Zegarski, Tony Sirico, Marko Caka, Jack Gore, Dominic Albano, Evin Cross, Debi Mazar, Brittini Schreiber, Geneva Carr, Steve Schirripa, Matthew Maher
Dirección: Woody Allen
Los elementos de sus películas y las características de sus personajes le son tan propios que sabemos conseguirá, en bastantes ocasiones, actuaciones potentes. Esta vez el turno es de Kate Winslet quien interpreta un papel de excelencia, lleno de matices, con una fuerza interior desgarradora y que además atrapa inmediatamente el foco de atención del relato. Bien conocemos los conceptos del director y “Wonder Wheel” no se aleja en absoluto. Las relaciones son el eje central, parece que nada logra encajar, todo es frustración y decadencia.
Sin embargo, Allen nos tiene reservada una sorpresa. Juega con nosotros, sus espectadores, y al menos nos va preparando para tres o cuatro posibles finales. Es impresionante lo que logra al hacernos imaginar de qué manera podría concluir la historia. Y sin adelantar nada, por supuesto que su firma es totalmente diferente a todo lo que pudiéramos pensar y en ello, su sello es inconfundible. Podremos entender el título, “Wonder Wheel” y también podremos seguir imaginando lo que viene a continuación. Y mientras nosotros nos quedamos divagando, seguramente Woody Allen debe estar pensando y probablemente ejecutando su siguiente trabajo.
Ficha técnica
Título original: Wonder Wheel
Año: 2017
Duración: 101 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Gravier Productions / Amazon Studios
Género: Drama | Años 50
Guión: Woody Allen
Fotografía: Vittorio Storaro
Reparto: Kate Winslet, Justin Timberlake, Juno Temple, James Belushi, Max Casella, Michael Zegarski, Tony Sirico, Marko Caka, Jack Gore, Dominic Albano, Evin Cross, Debi Mazar, Brittini Schreiber, Geneva Carr, Steve Schirripa, Matthew Maher
Dirección: Woody Allen
Tres anuncios por un crimen
Esta es una película magnífica no solo por la deslumbrante actuación de Frances McDormand sino por una construcción extremadamente fina y delicada de sentimientos, humor negro, crimen y misterio en un pequeño pueblo del estado de Missouri, Estados Unidos.
Mildred Hayes -McDormand- ha sufrido la pérdida de su hija adolescente. Fue asesinada, quemada y violada brutalmente hace siete meses y la policía aún no ha podido hacer nada. No hay sospechosos, no hay arrestos, no hay acciones y todo hace pensar que el caso será uno más de tantos otros que se archivan por falta de pruebas, pistas, negligencia policial o simple desidia. Pero Mildred no lo acepta. Paga con sus ahorros tres avisos camineros, justo en las afueras de la ciudad, en una ruta que ya casi no es transitada, aprovechando viejas estructuras que alguna vez sirvieron de publicidad. Los avisos son sencillos -grandes letras negras sobre fondo rojo- y tienen una significación gigante. Interpelan fuertemente a la policía y específicamente al jefe Willoughby, en un papel sólido de Woody Harrelson.
Desde ese momento la trama adquiere ribetes inusitados. Aparece la pluma de Martin McDonagh para dibujarnos cada escena y cada diálogo con una sencillez y profundidad asombrosa. Hay primeros planos conmovedores, contrapuestos con grandes extensiones y amplios paisajes que nos llevan a vislumbrar la enorme tragedia que viven los protagonistas. Aflora la empatía, la rabia ante el abuso de autoridad, lo inexplicable que resulta el racismo y sobre todo la búsqueda implacable y angustiosa que impulsa a esta madre a hacer justicia. Es una verdadera guerra desatada. Totalmente desequilibrada y en condiciones tremendamente desiguales. Ella está sola contra el mundo. El apoyo por lo sucedido a su hija es total, sin embargo el rechazo a su acusación al jefe de la policía es también radical.
Impactante y conmovedora. Esta es una historia narrada con un ritmo especialmente cadencioso sostenido por el implacable rostro de Mildred, que sin lugar a dudas no nos puede dejar indiferentes. Hay otro policía, Dixon, algo torpe y desubicado, que parece no entender nada y que está totalmente fuera de foco, interpretado estupendamente por Sam Rockwell, y que se transforma en un personaje vital en la consecuencia del relato. Sus acciones violentas, su insólita dependencia de una madre omnipresente y un giro totalmente inesperado del guión, nutren a la cinta de las dosis justas de comedia negra que nos permiten digerir un drama que en otras circunstancias sería absolutamente y totalmente desolador. Diálogos de antología como el que se produce con la visita del sacerdote a la casa de Mildred, o escenas tremendamente crudas y emocionalmente intensas, hacen de “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri” una película extraordinaria en forma y fondo que se debe ver con calma y analizar en detalle, pues se va a quedar por mucho tiempo junto a nosotros.
Ficha técnica
Título original: Three Billboards Outside Ebbing, Missouri
Año: 2017
Duración: 112 minutos
País: Reino Unido
Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; Blueprint Pictures.
Distribuida por Fox Searchlight
Género: Thriller. Drama. Comedia | Comedia negra. Racismo
Guión: Martin McDonagh
Música: Carter Burwell
Fotografía: Ben Davis
Reparto: Frances McDormand, Woody Harrelson, Sam Rockwell, Caleb Landry Jones, Lucas Hedges, Peter Dinklage, John Hawkes, Abbie Cornish, Brendan Sexton III, Samara Weaving, Kerry Condon, Nick Searcy, Lawrence Turner, Amanda Warren, Michael Aaron Milligan, William J. Harrison, Sandy Martin, Christopher Berry, Zeljko Ivanek, Alejandro Barrios, Jason Redford, Darrell Britt-Gibson, Selah Atwood
Dirección: Martin McDonagh
Mildred Hayes -McDormand- ha sufrido la pérdida de su hija adolescente. Fue asesinada, quemada y violada brutalmente hace siete meses y la policía aún no ha podido hacer nada. No hay sospechosos, no hay arrestos, no hay acciones y todo hace pensar que el caso será uno más de tantos otros que se archivan por falta de pruebas, pistas, negligencia policial o simple desidia. Pero Mildred no lo acepta. Paga con sus ahorros tres avisos camineros, justo en las afueras de la ciudad, en una ruta que ya casi no es transitada, aprovechando viejas estructuras que alguna vez sirvieron de publicidad. Los avisos son sencillos -grandes letras negras sobre fondo rojo- y tienen una significación gigante. Interpelan fuertemente a la policía y específicamente al jefe Willoughby, en un papel sólido de Woody Harrelson.
Desde ese momento la trama adquiere ribetes inusitados. Aparece la pluma de Martin McDonagh para dibujarnos cada escena y cada diálogo con una sencillez y profundidad asombrosa. Hay primeros planos conmovedores, contrapuestos con grandes extensiones y amplios paisajes que nos llevan a vislumbrar la enorme tragedia que viven los protagonistas. Aflora la empatía, la rabia ante el abuso de autoridad, lo inexplicable que resulta el racismo y sobre todo la búsqueda implacable y angustiosa que impulsa a esta madre a hacer justicia. Es una verdadera guerra desatada. Totalmente desequilibrada y en condiciones tremendamente desiguales. Ella está sola contra el mundo. El apoyo por lo sucedido a su hija es total, sin embargo el rechazo a su acusación al jefe de la policía es también radical.
Impactante y conmovedora. Esta es una historia narrada con un ritmo especialmente cadencioso sostenido por el implacable rostro de Mildred, que sin lugar a dudas no nos puede dejar indiferentes. Hay otro policía, Dixon, algo torpe y desubicado, que parece no entender nada y que está totalmente fuera de foco, interpretado estupendamente por Sam Rockwell, y que se transforma en un personaje vital en la consecuencia del relato. Sus acciones violentas, su insólita dependencia de una madre omnipresente y un giro totalmente inesperado del guión, nutren a la cinta de las dosis justas de comedia negra que nos permiten digerir un drama que en otras circunstancias sería absolutamente y totalmente desolador. Diálogos de antología como el que se produce con la visita del sacerdote a la casa de Mildred, o escenas tremendamente crudas y emocionalmente intensas, hacen de “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri” una película extraordinaria en forma y fondo que se debe ver con calma y analizar en detalle, pues se va a quedar por mucho tiempo junto a nosotros.
Ficha técnica
Título original: Three Billboards Outside Ebbing, Missouri
Año: 2017
Duración: 112 minutos
País: Reino Unido
Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; Blueprint Pictures.
Distribuida por Fox Searchlight
Género: Thriller. Drama. Comedia | Comedia negra. Racismo
Guión: Martin McDonagh
Música: Carter Burwell
Fotografía: Ben Davis
Reparto: Frances McDormand, Woody Harrelson, Sam Rockwell, Caleb Landry Jones, Lucas Hedges, Peter Dinklage, John Hawkes, Abbie Cornish, Brendan Sexton III, Samara Weaving, Kerry Condon, Nick Searcy, Lawrence Turner, Amanda Warren, Michael Aaron Milligan, William J. Harrison, Sandy Martin, Christopher Berry, Zeljko Ivanek, Alejandro Barrios, Jason Redford, Darrell Britt-Gibson, Selah Atwood
Dirección: Martin McDonagh
domingo, 21 de enero de 2018
Las horas más oscuras
Winston Churchill sin duda fue crucial en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Un personaje histórico sin igual y que ha marcado a generaciones y generaciones. El director Joe Wright se propone para este nuevo trabajo no contar nuevamente la historia que conocemos sino poner el foco en el proceso que llevó al parlamentario británico a asumir como Primer Ministro y los primeros desafíos que tuvo que enfrentar en un escenario tremendamente complejo, hostil y de mínimas opciones y esperanzas por el avance despiadado de Hitler invadiendo el continente europeo.
El actor elegido para representar a Churchill es Gary Oldman. Y a la luz del resultado, la elección es simplemente magnífica. Bajo capas de prótesis y maquillaje -un trabajo excepcional de Kazuhiro Tsuji- Oldman personifica magistralmente a este líder político no solo en gestos y acciones, sino bastante más allá, mostrando su faceta más humana, sus debilidades, su mal humor, sus extrañas costumbres y por sobre todo aquellas virtudes que lograron guiar a una nación a través de un camino que estaba prácticamente perdido, con las fuerzas alemanas a punto de aniquilar la resistencia y con la amenaza cierta de una inminente invasión a Inglaterra.
Oldman da vida a quien en ese preciso momento tenía “al mundo sobre sus hombros”. La guerra avanzaba, resistirse parece imposible y ante este crudo escenario todo hace prever que negociar la paz es la única salida. Sin embargo, Churchill tiene una convicción profunda, por cierto no exenta de dudas, que el camino no es otro que luchar por los ideales británicos y por la liberación de Europa. Oldman deja de ser un actor. Oldman se convierte en Winston Churchill, no lo interpreta, se transforma en él. La tensión del guión entrega a esta cinta los elementos propios de un drama de proporciones épicas. La caracterización del premier saliente, de los adversarios, del clima bélico, de los momentos más inciertos y del clima político imperante en mayo de 1040, están tan bien logrados que por momentos la cinta transcurre casi a modo de documental. Pero es ficción, aunque por momentos se nos olvide por completo si realmente nos dejamos seducir.
Tal es el nerviosismo y la gran cantidad de signos negativos, que el punto de inflexión de la película se produce en un extraño encuentro del Rey Jorge VI con Churchill. En esa escena clave, es vital la empatía que se produce entre ambos. Gracias a ello la cinta se encamina a sus momentos más logrados.
“Darkest Hour” -la hora más oscura, su título original- es perfectamente asimilable a lo sucedido la noche previa a la operación “Dínamo” que tiene como fin la evacuación marítima de Dunkerque (cerca de 300.000 tropas británicas, francesas y belgas que están acorraladas y probablemente perdidas) gracias a la participación no solo de la flota británica sino también de barcos mercantes y de pasajeros. Del resultado de esta operación secreta depende el futuro. Y aquí es donde apreciamos la estatura, el liderazgo, la valentía, el honor y el manejo político por el que Winston Churchill ha sido reconocido a nivel mundial, trascendiendo la historia. Y Gary Oldman, a la altura de las circunstancias, nos regala un trabajo que recordaremos por muchos años más.
Ficha técnica
Título original: Darkest Hour
Año: 2017
Duración: 125 minutos
País: Reino Unido
Productora: Working Title Films
Género: Bélico. Drama | II Guerra Mundial. Años 40. Histórico. Política
Guión: Anthony McCarten
Música: Dario Marianelli
Fotografía: Bruno Delbonnel
Reparto: Gary Oldman, Ben Mendelsohn, Kristin Scott Thomas, Lily James, Stephen Dillane, Richard Lumsden, Philip Martin Brown, Brian Pettifer, Tom Ashley, Jordan Waller, David Olawale Ayinde, Michael Bott, Danny Stewart, John Locke
Dirección: Joe Wright
El actor elegido para representar a Churchill es Gary Oldman. Y a la luz del resultado, la elección es simplemente magnífica. Bajo capas de prótesis y maquillaje -un trabajo excepcional de Kazuhiro Tsuji- Oldman personifica magistralmente a este líder político no solo en gestos y acciones, sino bastante más allá, mostrando su faceta más humana, sus debilidades, su mal humor, sus extrañas costumbres y por sobre todo aquellas virtudes que lograron guiar a una nación a través de un camino que estaba prácticamente perdido, con las fuerzas alemanas a punto de aniquilar la resistencia y con la amenaza cierta de una inminente invasión a Inglaterra.
Oldman da vida a quien en ese preciso momento tenía “al mundo sobre sus hombros”. La guerra avanzaba, resistirse parece imposible y ante este crudo escenario todo hace prever que negociar la paz es la única salida. Sin embargo, Churchill tiene una convicción profunda, por cierto no exenta de dudas, que el camino no es otro que luchar por los ideales británicos y por la liberación de Europa. Oldman deja de ser un actor. Oldman se convierte en Winston Churchill, no lo interpreta, se transforma en él. La tensión del guión entrega a esta cinta los elementos propios de un drama de proporciones épicas. La caracterización del premier saliente, de los adversarios, del clima bélico, de los momentos más inciertos y del clima político imperante en mayo de 1040, están tan bien logrados que por momentos la cinta transcurre casi a modo de documental. Pero es ficción, aunque por momentos se nos olvide por completo si realmente nos dejamos seducir.
Tal es el nerviosismo y la gran cantidad de signos negativos, que el punto de inflexión de la película se produce en un extraño encuentro del Rey Jorge VI con Churchill. En esa escena clave, es vital la empatía que se produce entre ambos. Gracias a ello la cinta se encamina a sus momentos más logrados.
“Darkest Hour” -la hora más oscura, su título original- es perfectamente asimilable a lo sucedido la noche previa a la operación “Dínamo” que tiene como fin la evacuación marítima de Dunkerque (cerca de 300.000 tropas británicas, francesas y belgas que están acorraladas y probablemente perdidas) gracias a la participación no solo de la flota británica sino también de barcos mercantes y de pasajeros. Del resultado de esta operación secreta depende el futuro. Y aquí es donde apreciamos la estatura, el liderazgo, la valentía, el honor y el manejo político por el que Winston Churchill ha sido reconocido a nivel mundial, trascendiendo la historia. Y Gary Oldman, a la altura de las circunstancias, nos regala un trabajo que recordaremos por muchos años más.
Ficha técnica
Título original: Darkest Hour
Año: 2017
Duración: 125 minutos
País: Reino Unido
Productora: Working Title Films
Género: Bélico. Drama | II Guerra Mundial. Años 40. Histórico. Política
Guión: Anthony McCarten
Música: Dario Marianelli
Fotografía: Bruno Delbonnel
Reparto: Gary Oldman, Ben Mendelsohn, Kristin Scott Thomas, Lily James, Stephen Dillane, Richard Lumsden, Philip Martin Brown, Brian Pettifer, Tom Ashley, Jordan Waller, David Olawale Ayinde, Michael Bott, Danny Stewart, John Locke
Dirección: Joe Wright
miércoles, 17 de enero de 2018
El Pasajero
Rutina. Así comienza esta película que una vez más tiene a Liam Neeson en un rol que pasa del anonimato absoluto al héroe máximo de toda la acción. Neeson ya ha anunciado que no quiere seguir interpretando estos papeles y de verdad podemos entenderlo y empatizar con él. Esta vez es un vendedor de seguros que tiene la misma rutina hace al menos 10 años. Michael regresa todos los días a su casa, en tren y a la misma hora, sin embargo este es un día especial. Una misteriosa mujer se le acerca abordo para ofrecerle un delicado trato que definirá qué tipo de persona es, si acepta o lo rechaza, o bien si participa o no. Sin embargo, el protagonista ya está envuelto en una conspiración en la que se juega la vida; la de sus seres queridos y la suya propia.
La cinta es literalmente “de manual”. Construida de forma clásica, genera un logrado y tenso suspenso desde el inicio. No sabemos mucho de qué se trata la historia, sus antecedentes, los involucrados ni hacia donde se desarrolla la trama, incluso en su comienzo, que muestra una rutina diaria y que es incómodamente especial. Neeson tiene oficio y el director Jaume Collet-Serra usa correctamente todos los recursos del género para lograr con ello puntos altos y entretenidos.
Tomando en cuenta que nunca es sencillo tener un escenario en movimiento, los efectos especiales y los detalles del guión hacen transitar los minutos por altos y bajos que nos mueven, nos hacen dudar y finalmente nos regresan a un nuevo punto de partida. Y así transcurre la mayor parte del metraje, con un destino incierto, con más dudas que certezas. Por eso, a quienes nos gustan este tipo de películas, podemos perfectamente denominarlas como nuestro placer culpable.
Ficha técnica
Título original: The Commuter
Año: 2018
Duración: 105 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Lionsgate / StudioCanal / Nvizage / Ombra Films
Género: Thriller | Trenes/Metros
Guión: Byron Willinger, Philip de Blasi
Música: Roque Baños
Fotografía: Paul Cameron
Reparto: Liam Neeson, Patrick Wilson, Vera Farmiga, Sam Neill, Jonathan Banks, Elizabeth McGovern, Dean-Charles Chapman, Clara Lago, Florence Pugh, Letitia Wright, Shazad Latif, Killian Scott, Andy Nyman, Roland Møller, Colin McFarlane, Dilyana Bouklieva, Adam Nagaitis, Kingsley Ben-Adir, Kobna Holdbrook-Smith
Dirección: Jaume Collet-Serra
La cinta es literalmente “de manual”. Construida de forma clásica, genera un logrado y tenso suspenso desde el inicio. No sabemos mucho de qué se trata la historia, sus antecedentes, los involucrados ni hacia donde se desarrolla la trama, incluso en su comienzo, que muestra una rutina diaria y que es incómodamente especial. Neeson tiene oficio y el director Jaume Collet-Serra usa correctamente todos los recursos del género para lograr con ello puntos altos y entretenidos.
Tomando en cuenta que nunca es sencillo tener un escenario en movimiento, los efectos especiales y los detalles del guión hacen transitar los minutos por altos y bajos que nos mueven, nos hacen dudar y finalmente nos regresan a un nuevo punto de partida. Y así transcurre la mayor parte del metraje, con un destino incierto, con más dudas que certezas. Por eso, a quienes nos gustan este tipo de películas, podemos perfectamente denominarlas como nuestro placer culpable.
Ficha técnica
Título original: The Commuter
Año: 2018
Duración: 105 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Lionsgate / StudioCanal / Nvizage / Ombra Films
Género: Thriller | Trenes/Metros
Guión: Byron Willinger, Philip de Blasi
Música: Roque Baños
Fotografía: Paul Cameron
Reparto: Liam Neeson, Patrick Wilson, Vera Farmiga, Sam Neill, Jonathan Banks, Elizabeth McGovern, Dean-Charles Chapman, Clara Lago, Florence Pugh, Letitia Wright, Shazad Latif, Killian Scott, Andy Nyman, Roland Møller, Colin McFarlane, Dilyana Bouklieva, Adam Nagaitis, Kingsley Ben-Adir, Kobna Holdbrook-Smith
Dirección: Jaume Collet-Serra
Los que aman odian
Esta cinta del director Alejandro Maci es una adaptación de la novela del año 1946 de Adolfo Bioy Casares y Victoria Ocampo. Enrique Hubermann -Guillermo Francella- es un homeópata que viaja de vacaciones a un hotel solitario y por esas cosas del destino se reencuentra con un viejo amor que desea olvidar. Mary -Luisana Lopilato- tiene un comportamiento extraño, sin rumbo claro y tremendamente manipulador. Enrique no sabe a qué atenerse con ella y mucho menos de qué manera actuar. También alojan en el hotel la hermana de Mary, Emilia -Justina Bustos- y su cuñado Atuel -Juan Minujín- quienes comparten con ella este pequeño tiempo de descanso familiar.
La película no define muy bien su género. Comienza como un drama que es más bien tratado como obra de teatro, con muchos interiores, escuchas indiscretas y encuentros ocultos. Hay que esperar casi una hora para que la cinta se transforme en un thriller, y es allí donde se desenvuelve bastante mejor. Agrega esa dosis de tensión que antes solo estaba en el ambiente y que ahora pasa a ser el motor del relato y lo que realmente anima el guión.
La música de Nicolás Sorin ayuda mucho a recrear cada uno de los ambientes, cuadros y escenas de la película. Las actuaciones funcionan bien, aunque varios diálogos y pasajes carecen de una convicción real que las haga más vigorosas e interesantes. La cinta logra nuestra atención recién en el último tercio del metraje, básicamente porque presenta un puzzle policial del que naturalmente queremos conocer su solución. Al activarse el relato dejamos atrás una suerte de vacío planteado en su extenso comienzo y así logra construir hacia el final los mejores minutos del filme.
Título original
La película no define muy bien su género. Comienza como un drama que es más bien tratado como obra de teatro, con muchos interiores, escuchas indiscretas y encuentros ocultos. Hay que esperar casi una hora para que la cinta se transforme en un thriller, y es allí donde se desenvuelve bastante mejor. Agrega esa dosis de tensión que antes solo estaba en el ambiente y que ahora pasa a ser el motor del relato y lo que realmente anima el guión.
La música de Nicolás Sorin ayuda mucho a recrear cada uno de los ambientes, cuadros y escenas de la película. Las actuaciones funcionan bien, aunque varios diálogos y pasajes carecen de una convicción real que las haga más vigorosas e interesantes. La cinta logra nuestra atención recién en el último tercio del metraje, básicamente porque presenta un puzzle policial del que naturalmente queremos conocer su solución. Al activarse el relato dejamos atrás una suerte de vacío planteado en su extenso comienzo y así logra construir hacia el final los mejores minutos del filme.
Título original
Los que aman, odian
Año: 2017
Duración: 101 minutos
País: Argentina
Productora: Patagonik Film Group / Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales
Género: Drama - Thriller
Guión: Alejandro Maci, Esther Feldma (Novela: Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo)
Música: Nicolás Sorin
Fotografía: Julián Apezteguia
Reparto: Guillermo Francella, Luisana Lopilato, Marilú Marini, Juan Minujín, Justina Bustos, Carlos Portaluppi, Mario Alarcón
Dirección: Alejandro Maci
Año: 2017
Duración: 101 minutos
País: Argentina
Productora: Patagonik Film Group / Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales
Género: Drama - Thriller
Guión: Alejandro Maci, Esther Feldma (Novela: Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo)
Música: Nicolás Sorin
Fotografía: Julián Apezteguia
Reparto: Guillermo Francella, Luisana Lopilato, Marilú Marini, Juan Minujín, Justina Bustos, Carlos Portaluppi, Mario Alarcón
Dirección: Alejandro Maci
miércoles, 10 de enero de 2018
Victoria y Abdul
Lo más interesante de esta cinta no es solo su historia sino todo aquello que la rodea. Hay un trabajo muy interesante de fotografía, los escenarios, los eventos y la música. Sin embargo el relato está lejos de la épica promesa y es bastante limitado en lenguaje y desarrollo.
La Reina Victoria -Judi Dench en un papel que interpreta deliciosamente- luce cansada y algo enferma. Se aproxima a sus últimos días y es retratada como una gobernante solitaria, aislada por quienes la rodean y totalmente manejada por las circunstancias y por todo el aburrido protocolo de la casa Real Británica. En una de las tantas recepciones oficiales, la Reina recibe un especial obsequio desde la India donde ella aún es su emperatriz. Quien se lo entrega, Abdul Karim, un humilde criado elegido para la ocasión, llama la atención de la monarca lo que se traduce en un nuevo encuentro que es el punto de partida a una relación de afecto y amistad que concluye con “el munshi” -así lo llamó la Reina, es decir en una palabra hindi-urdu un maestro real- de secretario personal, consejero y confidente de Victoria durante sus últimos años de vida.
La Reina Victoria -Judi Dench en un papel que interpreta deliciosamente- luce cansada y algo enferma. Se aproxima a sus últimos días y es retratada como una gobernante solitaria, aislada por quienes la rodean y totalmente manejada por las circunstancias y por todo el aburrido protocolo de la casa Real Británica. En una de las tantas recepciones oficiales, la Reina recibe un especial obsequio desde la India donde ella aún es su emperatriz. Quien se lo entrega, Abdul Karim, un humilde criado elegido para la ocasión, llama la atención de la monarca lo que se traduce en un nuevo encuentro que es el punto de partida a una relación de afecto y amistad que concluye con “el munshi” -así lo llamó la Reina, es decir en una palabra hindi-urdu un maestro real- de secretario personal, consejero y confidente de Victoria durante sus últimos años de vida.
La cinta, en todo caso, va de menos a más. Desde un comienzo bastante flojo, con un trato curioso y algo grotesco, comienza a desarrollar detalles que naturalmente llaman la atención. La vida privada de la Reina, los deseos de poder de Bertie, su hijo mayor y heredero, la distancia y desprecio de la corte hacia la figura de Abdul y este denominado “capricho” de Victoria van dando forma a una narración que no tiene un punto de llegada claro. En esto es clave el tratamiento que el director Stephen Frears entrega al relato pues no alcanza la credibilidad y fuerza necesaria, sino más bien lo nutre de varias caricaturas y actuaciones un poco exageradas.
“Victoria y Abdul” mantiene la expectativa hasta el final. No obstante aquello, el Palacio de Buckingham es bastante más de lo que nos muestran y la Corona, una Institución mucho más compleja. El mérito si está en que la película se encarga de dejar en claro que muchas veces basta una mirada a los ojos, profunda y honesta, para abrir la puerta a una estrecha relación. Y sin duda, podemos suponer que mientras más poder tiene una persona, menos miradas profundas y honradas tendrá, por lo que algo así se trata de una situación verdaderamente muy especial. El guionista Lee Hall basa la historia en el libro Victoria & Abdul de Shrabani Basu que se inspira en los escritos de Abdul. Resulta interesante su versión cinematográfica, y se percibe que la novela está dotada de una particularidad esencial que lamentable no se siente transmitida por el filme.
Ficha técnica
Título original: Victoria and Abdul
Año: 2017
Duración: 112 minutos
País: Reino Unido
Productora: BBC Films / Cross Street Films / Working Title Films / Perfect World Pictures
Género: Drama | Histórico. Siglo XIX. Amistad
Guión: Lee Hall (Novela: Shrabani Basu)
Música: Thomas Newman
Fotografía: Danny Cohen
Reparto: Judi Dench, Ali Fazal, Stephen Graham, Adeel Akhtar, Paul Higgins, Michael Gambon, Tim Pigott-Smith, Olivia Williams, Robin Soans, Jonathan Harden, Sukh Ojla, Kemaal Deen-Ellis
Dirección: Stephen Frears
“Victoria y Abdul” mantiene la expectativa hasta el final. No obstante aquello, el Palacio de Buckingham es bastante más de lo que nos muestran y la Corona, una Institución mucho más compleja. El mérito si está en que la película se encarga de dejar en claro que muchas veces basta una mirada a los ojos, profunda y honesta, para abrir la puerta a una estrecha relación. Y sin duda, podemos suponer que mientras más poder tiene una persona, menos miradas profundas y honradas tendrá, por lo que algo así se trata de una situación verdaderamente muy especial. El guionista Lee Hall basa la historia en el libro Victoria & Abdul de Shrabani Basu que se inspira en los escritos de Abdul. Resulta interesante su versión cinematográfica, y se percibe que la novela está dotada de una particularidad esencial que lamentable no se siente transmitida por el filme.
Ficha técnica
Título original: Victoria and Abdul
Año: 2017
Duración: 112 minutos
País: Reino Unido
Productora: BBC Films / Cross Street Films / Working Title Films / Perfect World Pictures
Género: Drama | Histórico. Siglo XIX. Amistad
Guión: Lee Hall (Novela: Shrabani Basu)
Música: Thomas Newman
Fotografía: Danny Cohen
Reparto: Judi Dench, Ali Fazal, Stephen Graham, Adeel Akhtar, Paul Higgins, Michael Gambon, Tim Pigott-Smith, Olivia Williams, Robin Soans, Jonathan Harden, Sukh Ojla, Kemaal Deen-Ellis
Dirección: Stephen Frears
miércoles, 3 de enero de 2018
El Pájaro Loco
Este personaje animado creado por Walter Lantz y diseñado originalmente por el dibujante Ben Hardaway, nos devuelve a la niñez. Recuerdo vivamente la presentación, en blanco y negro, que hacía Lantz en TV de estas aventuras del incomparable “Woody”. Y en esta cinta, el pájaro es más loco que nunca, porque un abogado recién despedido, divorciado, con su joven novia y su hijo adolescente decide construir un moderno proyecto inmobiliario justo en el bosque que es el espacio vital de nuestro protagonista. Y por supuesto comienza la diversión y se desencadenas todos aquellos eventos que podemos ya imaginar.
La película es entretenida y logra muy bien los efectos de combinar la animación del protagonista con los actores reales y sus entornos. El guión naturalmente es bastante simple y sin grandes aspiraciones. Nuestro “Woody” es simpático, animado y pasa a mil revoluciones por cada escena. Hay guiños a varios temas, pero pasan tan veloces que poco nos damos cuenta. Lo importante es tener la excusa para mostrar al protagonista en todo su esplendor.
El colorido de los paisajes, el hermoso entorno natural y la personalidad de “Woody” son suficientes para adornar y vestir esta animación. Y verlo en pantalla grande, luego de recordar las antiguas historias, hace un diferencia encantadora. Sin duda tiene más de nostalgia que de actualidad, sin embargo no dudo que los niños de hoy la disfrutarán y reirán de buena gana. Un acierto técnico y también una buena oportunidad para quienes aun gozamos con las películas para menores.
Ficha técnica
Título original: Woody Woodpecker
Año: 2017
Duración: 84 minutos
País: Brasil
Productora: Coproducción Brasil-Estados Unidos; Capital Arts Entertainment / Universal 1440 Entertainment / Universal Animation Studios
Género: Comedia | Cine familiar
Guión: Alex Zamm, William Robertson (Personaje: Walter Lantz, Ben Hardaway. Historia: Alex Zamm, William Robertson, Daniel Altiere, Steven Altiere)
Música: Chris Hajian
Fotografía: Barry Donlevy
Reparto: Thaila Ayala, Timothy Omundson, Graham Verchere, Jordana Largy, Scott McNeil, Adrian Glynn McMorran, Chelsea Miller, Jakob Davies, Sean Tyson, Patrick Lubczyk, Ty Consiglio, Emily Holmes, Kwesi Ameyaw, Eric Keenleyside, Karin Konoval, Keith Dallas, Shawn Macdonald (Voz: Eric Bauza)
Dirección: Alex Zamm
La película es entretenida y logra muy bien los efectos de combinar la animación del protagonista con los actores reales y sus entornos. El guión naturalmente es bastante simple y sin grandes aspiraciones. Nuestro “Woody” es simpático, animado y pasa a mil revoluciones por cada escena. Hay guiños a varios temas, pero pasan tan veloces que poco nos damos cuenta. Lo importante es tener la excusa para mostrar al protagonista en todo su esplendor.
El colorido de los paisajes, el hermoso entorno natural y la personalidad de “Woody” son suficientes para adornar y vestir esta animación. Y verlo en pantalla grande, luego de recordar las antiguas historias, hace un diferencia encantadora. Sin duda tiene más de nostalgia que de actualidad, sin embargo no dudo que los niños de hoy la disfrutarán y reirán de buena gana. Un acierto técnico y también una buena oportunidad para quienes aun gozamos con las películas para menores.
Ficha técnica
Título original: Woody Woodpecker
Año: 2017
Duración: 84 minutos
País: Brasil
Productora: Coproducción Brasil-Estados Unidos; Capital Arts Entertainment / Universal 1440 Entertainment / Universal Animation Studios
Género: Comedia | Cine familiar
Guión: Alex Zamm, William Robertson (Personaje: Walter Lantz, Ben Hardaway. Historia: Alex Zamm, William Robertson, Daniel Altiere, Steven Altiere)
Música: Chris Hajian
Fotografía: Barry Donlevy
Reparto: Thaila Ayala, Timothy Omundson, Graham Verchere, Jordana Largy, Scott McNeil, Adrian Glynn McMorran, Chelsea Miller, Jakob Davies, Sean Tyson, Patrick Lubczyk, Ty Consiglio, Emily Holmes, Kwesi Ameyaw, Eric Keenleyside, Karin Konoval, Keith Dallas, Shawn Macdonald (Voz: Eric Bauza)
Dirección: Alex Zamm
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