sábado, 31 de marzo de 2007

Tres nuevas peliculas: letra y musica, el descanso y escándalo

Letra y música En esta muy lograda comedia, vemos desde el comienzo una inducción a los 80s, con un hilarante video clip donde el grupo top que integraba Alex - un gran Hugh Grant - tiene todo el éxito imaginable. Han pasado los años y Alex vive del pasado, hasta que se le presenta una oportunidad de escribirle una canción a Cora ( una Shakira top ), una reconocidad admiradora quien lo invita a grabar con él. El detalle es el tiempo impuesto para el encargo. Componer en dos días la letra y música de una canción resulta un reto grande para Alex, dotado de talento musical pero sin demasiada creatividad lírica. Allí, en un fortuito encuentro, conoce a Sophie ( Drew Barrymore ) quien va a regar - como reemplazante - las plantas de su departamento. Alex descubre el talento letrístico de Sophie - quien se mete en su vida, desordena sus cosas y pone en riesgo su piano, entre otras cosas - y le propone trabajar juntos en la canción. De ahí en más, una comedia que con jocosas escenas - como el encuentro con un antiguo amor de Sophie o las actuaciones de Alex -, nos llevan a un romántico final. La actuación de Grant es excelente y muy bien apoyada por el personaje de Sophie. Lo planteado resulta creible. Las escenas musicales parecen reales y si bien el proceso de composición es más que lo presentado, representa muy bien el fin comercial de alguna música y las desventuras para lograr un éxito de ventas. El Descanso En este drama disfrazado de comedia podemos sentir aquello que tal vez nunca quisiéramos: aquella soledad interior reflejada desde dos opuestos. El primero, es aquella soledad que proviene del tenerlo todo ( o casi todo ). El éxito, la fama y el dinero, no alcanzan para poder lograr la felicidad y finalmente aisla a una convincente Cameron Díaz en el rol de Amanda. En el otro opuesto está Kate Winslet interpretando a Iris, una soñadora que aspira al amor soñado con un colega de profesión que no hace más que desilusionarla constantemente. Así las cosas se planean estas Holidays - nombre original - de Navidad donde intercambian sus casas gracias a un sitio de internet ( USA e Inglaterra ) Producto de este intercambio, cada una, en los zapatos de la otra, comienza a descubrirse internamente y por fortuna conocen dos hombres - Graham y Miles - que las sacuden interiormente y refuerzan su decisión de haber intercambiado lugares. Esta película sobre un tema recurrente - uno siempre quisiera lo que el otro tiene o hace - es finalmente una descripción de la búsqueda humana de la compañía, del descubrirse y descubrir; finalmente del poder asombrarse ante las aventuras de la vida. Escándalo Dura película. La historia nos presenta una profesora solterona - Bárbara - que ve llegar a Sheba, una joven docente, a su escuela queriendo transformarse en su amiga. Lo va logrando, sin embargo, en el camino se entera de un "escándalo" donde se ve involucrada la joven maestra al enredarse con un estudiante. La película transcurre a paso lento, dando cuenta de esta relación de complicidad de las dos maestras, donde los intereses son totalmente distintos. El de Sheba - casada con un marido mayor, con un hijo down y claramente en conflicto conyugal - es ocultar su enredo amoroso y el de Bárbara - con claros síntomas de lesbianismo - acercarse a esta joven hasta el punto de desear intimar como pareja. Las "Notas de un escándalo" nos entrega una buena dosis de dureza, de como una cosa lleva a la otra y donde aquellos intereses opuestos finalmente no logran seguir juntos, se separan y vuelven a recorrer un camino nuevo, dando cuenta de lo circular de la vida. Las actuaciones de Judi Dench como Bárbara y de Cate Blanchett como Sheba son excelentes, llenas de emoción y convincentes a la hora de demostrar la vida interior de cada una.

domingo, 18 de marzo de 2007

Primer Concierto 2007 Orquesta Filarmonica de Santiago

Con una ilusión muy grande esperé este primer concierto del año 2007 de la Orquesta Filarmónica, luego de la crisis de 2006 y la llegada de cerca de 40 instrumentistas extranjeros a completar las plazas vacantes.

El concierto a cargo del nuevo director titular de la agrupación, el Inglés Jan Latham-Koenig, abordó como primera pieza la Obertura El Príncipe Igor de A. Borodin. Tal vez producto del retraso en iniciarse el concierto ( cerca de 10 minutos pasadas las 19.00, cosa inusual para el Teatro Municipal ) la Obertura se sintió insegura, falta de carácter y muy nerviosa. Las secciones orquestales parecían por momentos pequeñas islas. Imperfecciones en los ataques - y afinación - de las maderas y bronces y un sonido extremadamente blando en las cuerdas dieron lugar a una interpretación modesta, sin brillo y con terminaciones algo bruscas.

Acto seguido nos aprestamos a deleitarnos con el Concierto para Piano Nº 2 en do menor Op. 18, de S. Rachmaninoff, a cargo de la solista Valentina Igoshina. En este Concierto la orquesta no juega sólo un papel de acompañante. Es un gran instrumento que en ocasiones compite codo a codo con el virtuoso piano solista. La versión que escuchamos fue correcta, ya que no contó con el brío y la pasión que acompaña la obra. La solista, dueña de una gran técnica, por momentos no lograba amalgamar el sonido con la orquesta y a la vez, pasaba rápidamente por cada una de las deliciosas cadencias que ofrece el primer movimiento. La orquesta, por su parte, siempre algo tarde en las reacciones, hacía grandes esfuerzos por no opacar el volumen del piano. El segundo movimiento, obra maestra para el lucimiento de la flauta y el clarinete solista, junto a las cuerdas, fue abordado con pulcritud, muy cuidadoso, entregando una sección central muy arrebatada, indicio que algo más de música aparecía desde los intérpretes. El tercer movimiento, explosión de júbilo y rítmo constante fue lo mejor de la entrega. Con cuidados tempos, que no se arrancaron de ninguna forma, el diálogo de la solista con la orquesta llegó a su mejor nivel. Los fugattos centrales se escucharon cristalinos y las sutiles intervenciones del tutti entregaron la preparación necesaria para el gran final. Luego de grandes aplausos para la solista, el director y la orquesta escuchamos, como encore, dos piezas que a mi gusto, luego de la majestuosa obra de Rachmaninoff, estuvieron de más. Un Chopin, veloz, virtuoso, pero sin detención y enfoque, dio paso a una pieza suave de naturaleza calma para poder cerrar la presentación.

Algo inquieto por el resultado de la primera parte, sabía que lo que vendría podía ser más de lo mismo o bien el punto culminante y lo mejor de la noche. Por suerte fue lo segundo: los Cuadros de una Exposición de M. Mussorgsky, - original para piano - en la genial e insuperable orquestación de Ravel fueron, sin duda, la guinda de la torta. Con todas las secciones luciendo al máximo, el director logó sacar a la luz esa bella paleta instrumental que Ravel le da a los Cuadros. Brillo, transparencia y una buena variedad de colores fueron mostrados en esta interpretación, que nos hace ver con muy buenos ojos los futuros conciertos de esta agrupación que se está afiatando recién y que esperamos sea cada vez mejor. Puedo señalar dos detalles algo bajos en esta versión. Alguna inseguridad en los bronces, especialmente en el sólo de corno del Promenade 2 y una entrada totalmente falsa - se adelantaron innecesariamente - del grupo de maderas en el Ballet Of The Chicks que puso un momento de mucho nerviosismo en dicho cuadro. Fuera de estas dos imperfecciones notorias, todo lo demás estuvo a gran nivel. Sin duda lo mejor del Concierto fue el sólo de trompeta en Samuel Goldenberg & Schmuyle, ya que parecía que estuvieramos en otro nivel de interpretación. Las cuerdas y maderas brillaron prístinas en The Marketplace At Limoges, finas y con un espíritu de unidad exquisito. El final coral de The Great Gate Of Kiev, fue solemne y brillante, pese a algún pequeño desequilibrio sonoro entre bronces y el resto de la orquesta pero que no opacó la merecida ovación que bajó desde las casi 1000 personas que asistimos. En resumen, una versión muy bien lograda y que ubica a nuestra Orquesta Filarmónica como una agrupación de excelencia.

lunes, 5 de marzo de 2007

Cine de verano

Algunas letras con mi visión sobre estas películas del verano

Cartas desde Iwo Jima

Esta segunda entrega de Eatswood es una película más íntima, si cabe este término en la cinta. La versión de los hechos mirada desde la visión de los japoneses que defendían la isla, añade una perspectiva mucho más humana y desoladora de la guerra. Dos militares con estudios en USA dan un marco antibélico que es imposible de sobrellevar por los acontecimientos y la destrucción que plantea la inevitable invasión.

Los errores tácticos - defender la playa o bien defender desde refugios - dan cuenta de la desesperación en que estaban los japoneses ante la inminente llegada de las tropas aliadas.

La película deja un sabor triste, una vez más señala lo ilógico de la guerra, destaca los sentimientos humanos más nobles e instintivos - como el abortar o desertar por tener ilusiones mayores - y también da cuenta del honor de la inmolación como recurso final ante lo inevitable.

Niños del hombre

A simple vista una trama muy particular. La no existencia de nuevos embarazos hace que la persona más joven de la tierra - con algo más de 17 años - muera agredido. Esto da pie a una cinta que plantea lo peor del futuro - es decir estamos igual que ahora, pero con agravantes mayores, destrucción, guerra, inmigración incontenida, defensa de las tierras y posesiones, etc... - con personajes algo alienados y sin saber que hacer. El descubrimiento de un embarazo de una niña, y la protección de ella hace el centro de la película. Refugiarse de todo, incluso de los protectores, se transforma en el fin. Escapar, un barco que los salvará, detona una seguidilla de pasos cada vez más angustiantes.

Sin duda lo más conmovedor del film es la detención del mundo al paso de esta niña - en el edificio bombardeado y defendido - por entre los militares, paramilitares y refugiados. Algo que resulta increible, dentro de un mundo totalmente enloquecido.

Diamante de sangre

La lucha por la sobrevivencia, podría ser el título alternativo de esta película. Por un lado la esclavitud de los trabajadores que buscan los diamantes, obligados y sometidos por sus tiranos jefes, y por otro los traficantes de estos preciados bienes, quienes deben sobrevivir en un mundo lleno de corrupción y de tensión permenante entre el poder y la guerrilla.

Di Caprio actúa de manera muy convincente, con un acento especial en un duro inglés, como un traficante que hará lo imposible por recuperar un diamante del que escucha hablar que sería de dimensiones extra normales.

La película transita por los conflictos sociales y culturales del lugar y entre contactos, engaños y salidas, da cuenta de una realidad cruda, verdadera y conducente a la mantención de los parámetros normales: los conflictos permanentes.

Historia aparte es la destrucción de las aldeas, el secuestro de niños para entrenamientos para-militares y todo ese mundo lúgubre del lavado de cerebro y la forma de iniciar desde muy jóvenes el cambio de principios producto del poder de las armas.

El último Rey de Escocia

Basado en una historia real, lo sobresaliente, sin duda , es la interpretación de Idi Amin por parte de Withtaker - ganador de un Oscar por el papel - quien de manera muy suelta y ágil da cuenta de uno de los mayores dictadores de la historia.

Bajo al cruda realidad de un país pobrísimo pero con grandes esperanzas, se produce una gran diferencia entre la ciudad principal - y la opulencia de sus gobernantes - y las condiciones paupérrimas en que vive el pueblo, sometido y mantenido al margen por la autoridad.

Contada bajo los ojos de un poco creíble colaborador cercano a Idi Amin, la película nos da la perspectiva de las buenas intenciones derribadas tal vez por la ambición o tal vez por las propias circunstancias. Quizá ya no hay vuelta atrás para ninguno de los principios iniciales. Probablemente es una cadena de hechos imparables: violaciones a los derechos humanos por doquier, defensa corporativa ante mínimas sospechas, una realidad tergiversada por los hechos y la prensa.

La película sólo se mantiene en la soberbia actuación de Withtaker, aportando una visión muy marcada de la realidad de la Uganda de los 70`

En busca de la felicidad

Esta historia verdadera conmueve de comienzo a fin. La sensación de injusticia, falta de oportunidades, desolación y amargura frente a un mundo hostil hace que se apele a lo más profundo del amor propio para revertir el destino que pareciera arrastrar al protagonista hacia un despeñadero infernal.

Con fuerza de voluntad - y mucho más que eso, tal vez con una resiliencia inusual - el protagonista lucha, creativamente, contra, literalmente, todo. Si algo puede ser malo, es doblemente malo. El abuso de confianza es tal, que pasa por encima en todo momento.

Tal vez hubiésemos querido gozar un poco más el exiguo final presentado. Aquella redención del "todo es posible con esfuerzo", aquello que sólo queda relegado a los créditos finales.