lunes, 29 de septiembre de 2025

Una Batalla tras Otra

Inspirada en la novela del año 1990, “Vineland”, de Thomas Pynchon, esta película escrita y dirigida por Paul Thomas Anderson no es sencilla de ver ni digerir. Al contrario, nos desafía a un análisis posterior más allá de su visualización, porque es una cinta que queda dando vuelta y vueltas para encontrar un lugar dentro de nuestra mente, al interior de nuestro propio mundo.

Podría escribir bastante sobre la trama y también sobre algunas situaciones que ocurren a lo largo del metraje, pero evitaré hacerlo dado que, a mi modo de ver, ese sería un camino fácil. Me remitiré solo a su breve premisa, que no dice casi nada, pero que en sus breves letras resume la sencillez de la propuesta central: “cuando un malvado enemigo resurge después de 16 años, una banda de exrevolucionarios se reúne para rescatar a la hija de uno de los suyos”. Simple, clara y directa. Esa es, en esencia, la descripción de esta película, pero obviamente hay bastante más. Veamos.

Haciendo una síntesis que puede resultar muy delgada, esta película es una gran historia de amor tanto de pareja como, especialmente, amor desplegado a través de los lazos filiales de un padre con su hija. Por cierto, también existe otra vertiente que corre en paralelo y que tiene que ver con las aspiraciones y la búsqueda de poder, algo que es transversal, pero que se transforma, por momentos, en un foco que podría amenazar radicalmente la profundidad del amor como motor principal.

Vamos por partes, hilvanando algunos de sus componentes. Tenemos desesperación en grandes dosis; también lucha y rebelión a manos de una resistencia revolucionaria que arremete contra todo sistema, ejecutando acciones con una ira implacable que se contrapone con aquellos íntimos gestos de bondad y cariño que se entregan entre ellos. Vemos también movimientos radicales, como evocación directa a los años 60, pero insertos al día de hoy, tal vez como reflejo de la actual polarización a nivel mundial. En pocas palabras, activismo auténtico y desenfrenado como contrapunto a un poder militar que intenta mantener el orden y el estado de las cosas, tal y como los círculos de poder necesitan que estén.

Ahora revisemos los personajes, quizás lo más potente de este filme. Primero, Bob Ferguson -Leonardo DiCaprio-, miembro de un grupo revolucionario conocido como los French 75. Bob es duro y sensible a la vez. Es el encargado de las acciones “pirotécnicas” del grupo, pero eso no quita que pueda transformarse en un elemento letal si se modifican las circunstancias. A su lado se encuentra la líder natural del grupo en terreno, Perfidia Beverly Hills -Teyana Taylor-, una mujer valiente y decidida que es capaz de enfrentar la adversidad con la fuerza de una montaña. Ambos son pareja y viven felices la vida, apasionados tanto por sus acciones como por su revolucionario romance.

En las antípodas se encuentra el coronel Steven J. Lockjaw -Sean Penn-, encargado de las fuerzas militares que deben combatir todo intento de insurrección. Némesis total, porque Lockjaw es un líder solitario que está más preocupado del deber ser y de su ascenso personal en la escala social, que de dotar de humanidad cualquiera de sus acciones.

Este es el trío que protagoniza la primera mitad de la película, donde se sientan las bases de lo que elaborará la sección final. Este triángulo inicial también da paso a un cuarteto cuando la cinta salta 16 años y surge Willa Ferguson -Chase Infiniti-, la hija de la pareja, quien de inmediato se roba las cámaras. Su protagonismo junto al de Benicio del Toro, quien interpreta a Sergio St. Carlos, el sensei líder de los 75 franceses, entrega nuevos aires al relato, el que poco a poco va haciéndose cada vez más fino para de esa forma entrar de lleno en lo esencial.

Decir algo del elenco es fundamental, porque cada una de las piezas está ubicada donde debe estar. La solidez de DiCaprio, la arrogancia audaz de Taylor y la notable personificación de Penn para, tal vez, el personaje más complejo, se complementan perfectamente con la frescura de Infiniti y la experiencia de Del Toro. Entre todos construyen un equipo sólido que en ningún momento pierde el foco, logrando mantener la tensión incluso en los momentos en que la cinta perfectamente podría caer y disolverse. La decisión estructural de incluir a Willa en la segunda parte es acertadísima, no solo por la novedad que conlleva, sino también porque gira el eje y con ello modifica todo el peso dramático. La presencia de sus clarísimos genes, con espíritu y liderazgo sorprendente, provoca que todo lo que propone este salto en el tiempo se sienta coherente y relacionado con lo anterior, no como continuación, sino más bien como una equilibrada construcción hacia lo que podríamos llamar el punto cúlmine del relato.

Desde el punto de vista de la dirección, vemos una película confusa, muy enrevesada en sus inicios, pero sencilla en su interior. Paul Thomas Anderson dirige siempre de manera muy cuidadosa, manteniendo firme la cámara en una cinta que resulta tremendamente difícil de actuar y de producir. Muchas escenas son largas tomas, no necesariamente en plano secuencia, pero sí escenas que requieren una milimétrica coreografía para que cada elemento encuentre su espacio. La maestría del director es justamente aquella, invitarnos a ser parte de un vasto entorno y a la vez ser espectadores privilegiados de lo más íntimo y desgarrador que sucede con cada personaje, adornado con gran parafernalia que se encuentra siempre bien ubicada.

“One Battle After Another” es un thriller adrenalínico, trepidante por momentos, mordaz y muy audaz. Con una compleja edición que construye fases y etapas, va de más a menos pero no en tensión sino en densidad, descartando aquello que no es indispensable para ir centrándose lentamente en su punto principal. Tanto es así que podemos predecir el final, pero no podemos adivinar el resultado, porque Anderson se guarda algunas cartas hasta el último momento, preparando el terreno para que cualquier resolución posible resulte inesperada.

Dos horas y cuarenta minutos difíciles de observar pero que nos conducen a un proceso extremadamente rico y desafiante. Justamente, este es el tipo de películas que esperamos ver, las que descolocan, las disruptivas, las que nos hacen salir de lo conocido y nos remueven, y que, finalmente, nos acompañan un buen rato con su recuerdo.

Ficha técnica

Título original: One Battle After Another
Año: 2025
Duración: 161 minutos
País: Estados Unidos Estados Unidos
Compañías: Warner Bros., Ghoulardi Film Company. Distribuidora: Warner Bros.
Género: Acción. Thriller. Drama. Comedia | Comedia negra. Sátira. Crimen
Guion: Paul Thomas Anderson. Novela: Thomas Pynchon
Música: Jonny Greenwood
Fotografía: Paul Thomas Anderson, Michael Bauman
Reparto: Leonardo DiCaprio, Sean Penn, Benicio del Toro, Salón Regina, Teyana Taylor
Dirección: Paul Thomas Anderson 

miércoles, 24 de septiembre de 2025

Rescate Implacable

Disponible en Prime Video.

Esta historia podría ser un relato sobre segundas oportunidades. Sin embargo, no lo es. La historia gira en torno a los García: Joe, su esposa Carla y su hija Jenny, quien dirige la empresa familiar de construcción. En el escenario se encuentra Levon Cade, un amable y leal jefe de obra, hombre viudo, de fuerte carácter y con un pasado marcado como excomando de la Marina Real.

Todo se quiebra con la misteriosa desaparición de Jenny. Ese es el punto de inflexión que gatilla todo, aunque no entendemos bien qué es lo que ocurre. El hecho concreto es que estaríamos en presencia de un secuestro, pero el móvil no es demasiado claro. ¿Por dinero? ¿Por venganza? ¿Por alguna otra razón? Lo cierto es que la afanosa búsqueda que emprende Levon lo enfrenta a la mafia de Chicago y lo sumerge directo en un mundo de drogas, corrupción y violencia, donde avanzar sin transar se convierte en la única forma de sobrevivir.

La empatía inicial es inevitable. ¿Cómo no ponerse de su lado cuando lo único que quiere es rescatar a la hija de su jefe? Asoma quizá la búsqueda de redención, sobre todo si pensamos en su hija pequeña, a la que, con dificultades, puede ver de vez en cuando. Pero en el camino, la historia se dispersa. El secuestro, que sigue siendo el centro, pasa a ser solo una excusa para encadenar persecuciones, tiroteos y peleas que, naturalmente, están muy bien coreografiadas.

Por supuesto, no tardan en aparecer las caricaturas de siempre: los villanos de manual, los matones pintorescos pero torpes y uno que otro informante…; todos reconocibles, pero sin mayor desarrollo, como piezas de utilidad solo para mover la trama. Y lo que podría ser contradictorio, un hombre con un rígido “deber ser”, pero que no duda en meterse a fondo en los negocios turbios, nunca termina de ser explotado. Pero bueno, es lo que hay y no podemos pedir más.

En lo técnico, la cinta está bien filmada por David Ayer, pero aquello no es suficiente para sostenerla. Jason Statham, una vez más, hace de sí mismo: imperturbable, eficiente, y siempre preparado para lanzar un golpe o apretar el gatillo sin mover un músculo de la cara. Sylvester Stallone firma también el guion, junto al director, aportando su nombre y quizás un poco de la valentía y la constancia que definen al protagonista, aunque sin llevarlo más allá de lo esperable.

“A Working Man” tiene varios momentos de trepidante acción, entretiene en sus casi dos horas, y funciona para ser vista un fin de semana sin mayores pretensiones. Pero, al final, no es más que una película de manual, en tono menor, más memorable por la cantidad de muertos por metro cuadrado que por la historia que pretende contar.

Ficha técnica

Título original: A Working Man
Año: 2025
Duración: 116 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; Black Bear, Block Films, CAT5, Ceder Park Entertainment, Punch Palace Productions, Balboa Productions. Distribuidora: Amazon MGM Studios
Género: Acción. Thriller. Intriga | Crimen. Secuestros / Desapariciones
Guion: Sylvester Stallone, David Ayer. Novela: Chuck Dixon
Música: Jared Michael Fry
Fotografía: Shawn White
Reparto: Jason Statham, Jason Flemyng, Michael Peña, David Harbour
Dirección: David Ayer

sábado, 20 de septiembre de 2025

Amores Compartidos

¡Qué difícil es hacer comedia! O resulta original, o cae en los clichés de siempre.

A mi parecer, lo segundo es lo que pasa con esta película escrita por Michael Angelo Covino y Kyle Marvin, donde abunda el chiste fácil y el doble sentido, bien al filo de lo vulgar y chabacano.

Es una lástima, porque el tema de fondo, que es una premisa más que interesante, queda escondido bajo una gruesa capa de superficialidad, tan anodino que ni siquiera permite el más mínimo de los esfuerzos.

Vamos a la trama.

Ashley -Adria Arjona-, le pide el divorcio a Carey -Kyle Marvin- en medio de la carretera y luego de ser parte de un insólito accidente. Carey, despavorido, acude a sus amigos, Julie -Dakota Johnson-, y Paul -Michael Angelo Covino-, en busca de soporte emocional y apoyo. Allí descubre que el secreto de la pareja para ser felices en su matrimonio es mantener una relación abierta. Sin embargo, no todo es color de rosa. Cuando los límites se cruzan o se ignoran, vienen las consecuencias, y en este caso, son bastante desastrosas.

La historia es contada en seis capítulos, seis fases para una problemática que no termina de cuajar. Se suceden los eventos ridículos, varios de ellas absolutamente inconcebibles (claro, de película), para ejemplificar situaciones que, de otro modo, serían un absoluto drama.

Enredos, buenas intenciones que devienen en malentendidos y otros tantos problemas bastante más complejos de resolver, dan paso a todo tipo de secuencias que, en la medida que el metraje avanza, resultan cada vez más insólitas, casi sacadas de un compendio de escenas estrambóticas.

Ni las actuaciones de Dakota Johnson, Adria Arjona, Kyle Marvin y Michael Angelo Covino logran hacer flotar esta película que finalmente hace agua por los cuatro costados. Ni graciosa ni entretenida, ni chicha ni limonada, quizá lo más cercano a la intrascendencia que se ha visto en la cartelera cinematográfica de los últimos tiempos.

A riesgo de ser muy duro y taxativo, si quiere salir de dudas sobre esta película, puede esperar a verla en streaming, especialmente hoy, cuando afortunadamente hay varias otras opciones que merecen muchísima más atención y que sí es recomendable ver en pantalla grande.

Ficha técnica

Título original: Splitsville
Año: 2025
Duración: 100 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Neon, Watch This Ready, TeaTime Pictures, First Look. Distribuidora: Neon
Género: Comedia. Romance | Amistad
Guion: Michael Angelo Covino, Kyle Marvin
Música: Dabney Morris, David Wingo
Fotografía: Adam Newport-Berra
Reparto: Dakota Johnson, Adria Arjona, Kyle Marvin, Michael Angelo Covino, Nicholas Braun, David Castañeda, O-T Fagbenle, Charlie Gillespie, Simon Webster

Dirección: Michael Angelo Covino 

miércoles, 17 de septiembre de 2025

Camina o Muere

Parece que se trata de un escritor consolidado. Es la segunda novela de Richard Bachman, el año 1979, y el éxito no se hace esperar. Eso sí, poco tiempo después se sabría que Bachman no era otro que Stephen King, quien, por las limitaciones de la época, decidió publicar bajo un seudónimo para no saturar a sus primeros y crecientes fans.

La maestría del relato se aprecia de inmediato en esta película dirigida por Francis Lawrence. Desde la carta de aceptación inicial, pasando por la dolorosa despedida de una desconsolada madre, vemos cómo Raymond "Ray" Garraty -Cooper Hoffman-, portando el número 47 y junto a un grupo de cincuenta muchachos, emprende una aventura sin igual. Se trata de una marcha que no tiene final, sujeta a férreas órdenes que marcan una sutil diferencia entre la vida y la muerte. ¿Quién ganará? El que llegue más lejos. Simplemente eso, nada puede ser más claro y preciso.

Desconocemos las motivaciones personales que llevan a estos jóvenes a desafiar los límites de la naturaleza humana. Se sabe, desde ya, que habrá caídos. Todos o prácticamente todos. No puede ser de otra manera. Caídos naturales y caídos en desgracia, pero caídos al fin y al cabo. Pese a las advertencias, simplemente a veces no se puede seguir adelante. Su participación se borra, abandonan el juego y son, literalmente, eliminados.

Pensar en una cinta que documente una marcha durante casi dos horas llama la atención. Pero claro, el mundo distópico que nos presenta el autor y la inusual competencia, resulta ser solo una excusa para entrar en problemas de fondo. Las conversaciones entre los participantes de este variopinto grupo dan paso a ejes claros y fundamentales: compañía, solidaridad y un, al menos “curioso”, ánimo colectivo. Las personalidades emergen rápidamente. Hay rasgos psicóticos presentes y también problemas físicos de salud. Si el trayecto va a ser siempre así, ¿dónde se producirá algún tipo de cambio o innovación?

Sigamos. Los estados de ánimo cambian permanentemente y el humor también. Las crisis sobrevienen cuando los participantes están al límite de la fuerza. ¿Locura? ¿Hay marcha atrás? Se juega con la sensibilidad y con la insensibilidad. ¿Cómo es posible animarse cuando el desafío se torna imposible? Llevan 230 kilómetros recorridos. ¿Se puede más? Surgen historias y emergen valores. Lealtad por sobre todo, pero también rebelión y, más adentro, las verdaderas motivaciones.

Ray tiene claro el porqué. Peter -David Jonsson-, el #23, está en contra. Opuestos pero amigos, sostenes ante la adversidad y las muertes brutales que por cierto los desgarran. Ya quedan solo seis en competencia y es recién en ese momento cuando conocemos a Peter, portador de una historia de profundo coraje, bondad y resiliencia. Se mantienen las sorpresas. La rebeldía parece imponerse pero pronto también es sometida. La humanidad se rescata con los tres últimos participantes que son recibidos por la multitud. ¿Quién -o qué- se impondrá finalmente?

Esta película es diferente a lo habitual. Brutal pero muy interesante, principalmente por una historia que traspasa y al mismo tiempo trasciende. Aunque posee una narrativa lineal y enfocada en una particular competencia, “The Long Walk” es mucho más profunda de lo que podría parecer a primera vista. Lo esencial, acá, se encuentra tras varias capas que debemos superar y algunas de ellas no son para nada fáciles.

Si logramos llegar al final, acompañando a los muchachos, el premio puede resultar más que satisfactorio, aunque ello encierre cierto egocentrismo. Se trata de cuestionar nuestros impulsos o darles rienda suelta. En situaciones límite, de poco sirve el control mental. ¿Se impone, entonces, la emoción o la razón?

Véanla para descubrir lo que King propone en una de sus primeras novelas, con su estilo particular, aunque algo diferente de lo que estamos acostumbrados de él. ¡Buena!

Ficha técnica

Título original: The Long Walk
Año: 2025
Duración: 108 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Lionsgate, Vertigo Entertainment
Género: Terror. Thriller | Distopía. Adolescencia
Guion: J.T. Mollner. Novela: Stephen King
Música: Jeremiah Fraites
Fotografía: Jo Willems
Reparto: Cooper Hoffman, David Jonsson, Garrett Wareing, Tut Nyuot, Charlie Plummer, Ben Wang, Roman Griffin Davis, Jordan Gonzalez, Josh Hamilton, Judy Greer, Mark Hamill
Dirección: Francis Lawrence

miércoles, 10 de septiembre de 2025

El Conjuro 4: Últimos Ritos

¿Fin de la saga? Difícil. Aunque se anuncie como el último capítulo, concluir una serie de películas tan exitosas en taquilla resulta complicado. Menos aún con el vistoso cartel de “basada en hechos reales”. Por eso, permítanme dudarlo y observar esta nueva historia como una bisagra, algo así como un puente hacia más derivadas que acrecienten el misterio y la fama de estos investigadores de fenómenos paranormales.

Corre el año 1986. Ed y Lorraine Warren, ya retirados, se dedican a dar conferencias sobre sus casos. Su hija Judy está de novia, a punto de casarse, cuando un evento los pilla desprevenidos. Una antigua presencia vuelve a rondar muy cerca. No directamente, claro, sino a través del sacerdote con el que los esposos han desarrollado la mayoría de los casos. Un trágico acontecimiento desencadena todo. Judy conecta el hecho con la familia Smurl y nos remontamos a los inicios, a 1964, cuando ella nació. Un espejo parece ser la clave. Entendemos el inicio de la cinta. La lucha contra el maligno promete una batalla sin cuartel.

Anunciada como “Los últimos ritos”, esta cuarta parte de “El Conjuro”, pero novena entrega de su universo, pone en pantalla a sus ya emblemáticos protagonistas. Vera Farmiga y Patrick Wilson conocen sus papeles a la perfección y los dotan de natural credibilidad, incluso en las secuencias más extrañas. La incorporación de nuevos personajes aporta frescura, sin embargo, el peso del relato siempre es llevado por los actores principales.

La dinámica de esta nueva cinta es similar a todas las anteriores. Dirigida por Michael Chaves, pocas sorpresas podemos esperar desde el punto de vista de la construcción formal. Es cierto que remontarse al nacimiento de Judy en el inicio es un acierto y tal vez descoloca un poco, pero muy pronto la película se enriela en aquello que maneja muy bien: hechos, situaciones, misteriosas apariciones, movimientos inesperados, confusiones, oscuridad y un buen número de golpes de efecto que quieren mantenernos siempre alerta.

Descontando su excelente calidad de producción, esta secuela no deslumbra pero tampoco defrauda. Termino medio, dirán algunos; ni fu ni fa, dirán otros. Por eso, tal vez, no se siente conclusiva. Además, ¿por qué matar la gallina de los huevos de oro si aún quedan historias y el fuego parece no extinguirse? Aunque queden unas pocas brasas, no importa. Vale la pena seguir, no solo porque los fans responden, sino que también la expectativa y la recaudación van en sintonía.

Hay “Conjuro” para rato, creo yo, tal vez en formatos diferentes y con otras caras juveniles. Más que mal, lo que se refiere a fenómenos paranormales es atractivo y adquiere un halo especial si las historias provienen de un pareja referente, como los Warren.

¡Ah! No se vayan al final. Hay una escena postcréditos. Yo salí antes y me la perdí, aunque tuve la suerte de que después me la contaron. Lo advierto para que no les pase, aunque la espera sea más inquietante que la propia escena.

Ficha técnica

Título original: The Conjuring: Last Rites
Año: 2025
Duración: 135 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: New Line Cinema, Atomic Monster, The Safran Company, Warner Bros.. Productor: James Wan. Distribuidora: Warner Bros.
Género: Terror. Thriller | Sobrenatural. Años 80. Secuela
Guion: Ian Goldberg, Richard Naing, David Johnson
Música: Benjamin Wallfisch
Fotografía: Eli Born
Reparto: Vera Farmiga, Patrick Wilson, Mia Tomlinson, Ben Hardy
Dirección: Michael Chaves 

domingo, 7 de septiembre de 2025

La vida de Chuck

Una película basada en un libro de Stephen King produce expectación por varios factores. El maestro del suspenso, prolífico como pocos, no deja de sorprender: a veces por el estilo con que aborda la mayoría de sus relatos y, en otras ocasiones, por giros radicales. Esta vez, estamos ante una historia que se aparta de lo que King suele entregar, una novela del mismo nombre incluida en su libro recopilatorio de 2020, “If It Bleeds”.

Desde la forma de narrar ya observamos diferencias. “La vida de Chuck” se cuenta en orden inverso -acto 3, acto 2, acto 1-, sorprendiendo de entrada a una audiencia que, de encontrarse algo desprevenida, podría llegar a confundirse. La entrada es lapidaria. Un terremoto de proporciones apocalípticas causa un caos generalizado, pero no solo eso. Desastres y sucesos sobrenaturales provocan un apagón mundial de internet y con ello la desconexión total. Cunde la desesperación. Mientras tanto, conocemos a dos personajes: el profesor de secundaria Marty Anderson -Chiwetel Ejiofor-, y su exesposa Felicia -Karen Gillan-, quienes, ante una incertidumbre generalizada, encuentran refugio para la inminente tragedia. El único denominador común ante la desolación total es un aviso publicitario que se repite en cada esquina y en diferentes formatos: "Charles Krantz: ¡39 grandes años! ¡Gracias, Chuck!"

El acto dos entrega unas pocas pistas más. Ya sabemos que Chuck, de solo 39 años, ha muerto producto de un agresivo tumor cerebral. Por eso, en esta sección intermedia, retrocedemos unos nueve meses para ver a este contador común y silvestre salir de una conferencia. En el recorrido, se encuentra con Taylor Franck -Taylor Gordon-, quien ha instalado una batería en la calle e interpreta secuencias rítmicas hipnóticas. Casi de la nada, Chuck comienza a bailar. La multitud los rodea. Pronto se les suma Janice Halliday -Annalise Basso-, una joven que acaba de sufrir una ruptura amorosa. El espectáculo es fenomenal y los improvisados artistas son aclamados por la multitud. Esta coincidente unión de tres almas rompe esquemas y nos deja preparados para la tercera parte.

En forma natural llega la conclusión del relato con los primeros años de la vida de Chuck, donde podremos conocer a sus abuelos, quienes lo criaron luego de la fatídica muerte de sus padres. Acá veremos la afición de Mia Sarah Krantz -Sara-, la "bubbe" de Chuck, quien le inspira el amor por la danza; a Albie Krantz -Mark Hamill-, el "zayde" o abuelo, que también es contador y quien le entrega a su nieto esa fascinación por los números. Y en la casa, signos importantes, muy propios de Stephen King: una cúpula cerrada con llave, lugar prohibido para todos los habitantes de la casa y, en especial, para el pequeño Chuck.

Los tres actos parecen tres historias diferentes a pesar de constituir una secuencia, inversamente ordenada, de la vida del protagonista. Claro, desde un punto de vista formal es así; sin embargo, lo que el relato contiene en su interior es una reflexión profunda sobre la vida entera, no solo de una persona en particular, sino algo que adquiere forma global. Por ejemplo, la asimilación de la historia del universo, desde el Big Bang a la actualidad, reducida a un año calendario, es notable. Situar los sucesos más importantes en los últimos meses de ese año y entender que la vida actual se reduce a los últimos milisegundos del 31 de diciembre es de una abstracción impresionante.

La metáfora respecto al fin de la existencia humana y el fin del universo es enorme. Las reflexiones que surgen ante el fin inminente no resultan indiferentes para nadie. Al quedarnos sin lo conocido, sin aquello que podemos llamar nuestro espacio de confort, emerge la incertidumbre. La conversación recupera su lugar cuando la tecnología se apaga. Hay un regreso a la esencia, una relación importante entre el final del universo y el final de la vida, una maravillosa reflexión sobre el verdadero sentido de la existencia.

Una frase llama a profundizar: “contengo multitudes”, del poema de Walt Whitman "Song of Myself". ¿Será la mente de Stephen King y su desbordante imaginación, producto de aquella sentencia? La inquietud por descubrir, abrirse a lo desconocido parece ser la premisa de Chuck, un reflejo perfecto de este autor retratado en el personaje. Vivir plenamente el presente, lo único real, se revela como premisa central ante cualquier inseguridad e incertidumbre. Esta es la única certeza: el minuto actual.

“La vida de Chuck” sorprende en sus casi dos horas de duración. Se trata de una veta distinta de Stephen King muy bien llevada a la pantalla a través del guion y dirección de Mike Flanagan y la certera interpretación de actores que ponen su talento al servicio del relato. Simple y directa, tiene muchas más capas de las que se ven a simple vista. Y ahí está el desafío.

¿Y si, de alguna u otra forma, todos fuéramos Chuck?

Ficha técnica

Título original: The Life of Chuck
Año: 2024
Duración: 110 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Intrepid Pictures, Red Room Pictures, QWGmire
Género: Drama. Fantástico. Ciencia ficción | Fin del mundo. Sobrenatural. Casas encantadas. Baile
Guion: Mike Flanagan. Historia: Stephen King
Música: The Newton Brothers
Fotografía: Eben Bolter
Reparto: Tom Hiddleston, Chiwetel Ejiofor, Karen Gillan, Mia Sara, Carl Lumbly, Benjamin Pajak, Jacob Tremblay, Mark Hamill
Dirección: Mike Flanagan