
La historia del príncipe Alberto de Reino Unido -Colin Firth- y su logopeda Lionel Logue -Geoffrey Rush- es la que nos presenta esta magnífica cinta del director Tom Hooper. Bertie -sobrenombre familiar del príncipe- tiene un serio problema de tartamudez que en años no ha podido corregir luego de muchos intentos, terapias y medicinas. Tras la muerte de su padre, el Rey Jorge V, y la abdicación de su hermano Eduardo VII debido a sus intenciones de matrimonio con una plebeya norteamericana dos veces divorciada, se transforma en el Rey Jorge VI. Su tartamudez amenaza seriamente el desempeño de su rol a pesar que algunos meses antes, su esposa Isabel -Helena Bonham Carter-, la futura reina madre, le ha puesto en contacto con Logue, un terapeuta aficionado, con mucha experiencia, con quien ha iniciado un tratamiento para superar su dificultad.
Si bien el centro del filme es la tartamudez del príncipe y la ayuda que el terapeuta pueda otorgarle, en el fondo del relato emerge una humanidad despojada de todo aquello que rodea a la realeza. Alberto ha vivido por décadas a la sombra de su padre y de su hermano siendo víctima silenciosa de sus burlas, lo que constituye una presión muy difícil de llevar. Esta opresión, que bien puede ser la causa de su tartamudeo, sin duda lo angustia y reprime enormemente. Por ello el descubrimiento de Lionel y la construcción de puentes con el mundo real -no el mundo "Real"- van liberando a Alberto de sus ataduras, miedos y prejuicios.
La actuación de Colin Firth es magistral. Logra dotar al personaje de una credibilidad a toda prueba, permitiendo que todo su mundo interior se exprese a través de cada gesto y cada facción de su rostro. Por otra parte, la actuación brillante de Geoffrey Rush con su simple y natural desplante, configura una dupla que adquiere una potencia y dinamismo muy especial. La figura de Isabel y junto a ello la notable caracterización lograda en su interpretación por Helena Bonham Carter, permite un equilibrio perfecto a la tensión dramática que ambos protagonistas infunden al relato con su continuo enfrentamiento humano e intelectual.
El centro de esta historia llevado a palabras actuales es el impresionante trabajo de "coaching" realizado entre el terapeuta y su paciente. El gran valor de la amistad que surge entre ambos, el tratamiento de igualdad y el dejar a un lado todo lo que no es verdaderamente esencial son las grandes enseñanzas del filme. Justamente es este gran trabajo conjunto el que le permite finalmente al Rey Jorge VI abandonar su pasado y adquirir la confianza necesaria para pronunciar su famoso discurso horas después de la declaración de guerra del Reino Unido a la Alemania de Hitler con lo que tomaba cuerpo los albores de la II Guerra Mundial.
La cinta es excelente en su producción. El guión es atractivo, la ambientación de época es preciosa y todas las actuaciones están a gran nivel. Las cámaras de Hooper fluyen, acompañan y desnudan, permitiendo llegar profundamente a cada escena. Su particular modo de filmar, sereno y elegante, hace que la película sea una joya. La hermosa banda sonora está elaborada con piezas de música clásica conjugadas con una partitura original de Alexandre Desplat. Impresiona la elección de la música que acompaña el discurso final. Es el Andante de la Séptima Sinfonía de L.V.Beethoven la que da el marco perfecto al discurso, poniendo el contrapunto y el contexto preciso a la altura de las palabras declamadas.
Ficha técnica
Titulo Original: The King’s Speech
Distribuidor: BFD
Calificación: TE
Duración: 120 Min.
Género: Drama
Año: 2010
País: Estados Unidos
Elenco: Colin Firth, Geoffrey Rush, Helena Bonham Carter
Director: Tom Hooper