domingo, 6 de abril de 2025

Pirópolis

Pompe France
, es la Quinta Compañía del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, y está al mando de su capitán, Héctor Casacuberta. El cineasta Nicolás Molina nos introduce al interior de este grupo humano para realizar “un homenaje a los bomberos voluntarios que con valentía y dedicación enfrentan el caos para proteger a su comunidad”.

A través de grabaciones obtenidas por el propio director, algunas de ellas bastante riesgosas, este trabajo comienza retratando a Baptista, un bombero francés que instruye al equipo sobre los incendios forestales mientras las emergencias nunca dan tregua. Algo singular se suma a lo anterior, y es el hecho de incluir mujeres dentro de un cuartel, un cambio radical de paradigma que revoluciona el día a día.

Un incendio filmado muy de cerca da comienzo al trabajo. Luego vemos entrenamiento específico y ensayos metodológicos, todo muy ordenado y sistemático, al tiempo que la camaradería se refleja en la convivencia interna de un equipo con verdadero espíritu de cuerpo.

El mayor mérito de este documental son las imágenes “in situ”, estar en la emergencia, vivirla, sentirla desde una óptica tan cercana que es como estar allí, a metros del humo y las llamas. La intimidad de lo cotidiano provoca el contrapunto, pero no es suficiente. Nicolás Molina parece no decidirse por el rumbo que debe tomar el relato. Percibo una cierta confusión que no permite que el hilo conductor mantenga una tensión adecuada. Tampoco la presencia femenina es disruptiva. Es cierto, rompe el molde de los voluntarios, pero se ve que es dentro de un proceso gradual y natural de acomodo.

Imágenes de protestas callejeras parecen como gotas de agua cayendo sobre el lago desde donde extraen el agua, elemento fundamental para los combates, que sin embargo parece no hacer cosquillas a unas llamas que avanzan y consumen todo a su paso. Al medio de la emergencia, otro tema destaca de sobremanera. Como todo se quema en segundos, las decisiones deben ser precisas y sin equívocos, pero vemos que las voces son múltiples. ¿Qué hacer? Es difícil ejercer liderazgo en circunstancias extremas.

La cámara de Molina es intrusa. ¿Afecta el desarrollo de los hechos? ¿Es neutral? ¿Acompaña, o es un factor distractivo? Por momentos el fuego se contempla. Largas tomas de brasas o llamas vivas quieren transmitir un mensaje, pero cuesta identificarlo. Pocas escenas muestran el escenario devastado luego del paso inclemente del incendio, o la destrucción material reflejada por construcciones convertidas en cenizas. ¿Cuánto es el tiempo que transcurre? Bastante, pero no dimensionable en forma exacta.

“Pirópolis” resulta interesante de ver, sin embargo, no está a la altura de la expectativa que genera. Creo que esto se produce por las indecisiones respecto al material y al foco del relato. Tampoco nos quedamos con el retrato de una persona o del grupo. Esto se diluye, se lo come la premisa que alimenta una ilusión que luego no llega a desarrollar el correlato respectivo. Incluso así, este trabajo de Nicolás Molina junto a la producción de Francisca Barraza, Joséphine Schroeder (Pequén Producciones) y Martín Duplaquet (Funky Films), logra poner en relieve la fundamental labor de los bomberos voluntarios que arriesgan sus vidas para ir en rescate de la comunidad. Solo eso ya es un aporte que se transforma en un activo importante y que debemos ser capaces de agradecer y valorar profundamente.

Ficha técnica

Dirección: Nicolás Molina
Guión: Nicolás Molina y Valentina Arango
Producción: Francisca Barraza, Joséphine Schroeder (Pequén Producciones) y Martín Duplaquet (Funky Films)
Producción general: Pascual Mena
Imagen: Nicolás Molina
Sonido Directo: Jorge Acevedo
Montaje: Mayra Morán
Postproducción de imagen: Kenzo Mijares
Postproducción de sonido: Sonamos
Casas productoras: Pequén Producciones y Funky Films
Ventas internacionales: Compañía de Cine
Distribución nacional: CCDOC - Miradoc
Producida en: Chile
Duración: 77 minutos

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