Una cámara fija, imágenes que parecen reales. Una mujer al interior de una cabaña observa una puerta. La abre, ingresa; se corta la grabación. Buen inicio, sombrío y sugerente, pero…
Esta película, escrita y dirigida por Chris Stuckmann, sigue a una mujer, Mia Brennan-Walker -Camille Sullivan-, que está decidida a encontrar a su hermana Riley -Sloane Burkett-, desaparecida hace años en la misteriosa ciudad abandonada de Shelby Oaks mientras se ocupaba de un caso en compañía de un grupo investigador llamado “Paranormal Paranoids”. Con el paso del tiempo, se encontraron los cuerpos de todos menos el de Riley, sin embargo, lo que sí se logró recuperar fue una de sus dos cámaras, aquella que contenía imágenes que muestran a la joven aterrorizada.
La trama se desarrolla doce años después de estos sucesos. Mia, entrevistada para un documental sobre la desaparición de su hermana, afirma que Riley todavía está viva, y cuenta que a menudo experimentaba terrores nocturnos cuando era niña, al creer que algo la estaba observando. Algo le dice que eso continúa y que el demonio imaginario de la infancia podría haber sido real. Por eso quiere encontrarla, dilucidar el misterio y así cerrar el caso.
Stuckmann compone esta película como si se tratara de un documental. Se llega a sentir real, como si fuera un trabajo periodístico, con un buen inicio potenciado por música aleatoria, notas graves largas (pedales), movimientos lentos de cámara y sonidos intrigantes. Las imágenes parecen artesanales, en algunos casos incluso descuidadas, entregando la perspectiva de una cámara en mano que se cruza siempre con más de alguna sorpresa.
Todo corre bien por unos 30 o 40 minutos, pero luego la cinta empieza a deccaer. La lentitud del relato pasa a ser la tónica y sentimos que ya no vamos a ninguna parte. Es como dar vueltas en círculo, una y otra vez, sin conducir hacia algún punto disonante. Este suspenso, que resulta demasiado obvio, se rompe más o menos a la hora de metraje, momento en que Mia decide emprender un viaje a Shelby Oaks. Lo que promete un cambio de escenario, pronto pasa a ser más de lo mismo, para solo agregar típicos elementos del género: imágenes nocturnas, oscuras, terror en una prisión abandonada, y una búsqueda en la espesura de un bosque que termina con el descubrimiento de una cabaña vacía y desolada.
“Shelby Oaks”, título original que sin la palabra “terror”, añadida en estas latitudes, resulta ser una interesante premisa que falla, producto de un flojo desarrollo. Tal vez, con menos minutos podría haber concentrado mejor el material y evitado los baches narrativos de su parte central, pero eso no sucedió. Entonces, lo que tenemos es un filme de un poco más de una hora y media, con moderado suspenso y un par de gotas de angustia que no alcanzan a producir adrenalina.
Ficha técnica
Título original: Shelby Oaks
Año: 2024
Duración: 99 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Paper Street Pictures, Intrepid Pictures, Title Media. Productor: Mike Flanagan
Género: Terror. Intriga | Secuestros / Desapariciones. Familia. Cine independiente USA
Guion: Chris Stuckmann. Historia: Sam Liz, Chris Stuckmann
Música: Aaron J. Morton
Fotografía: Andrew Scott Baird
Reparto: Camille Sullivan, Brendan Sexton III, Keith David, Sarah Durn, Derek Mears, Emily Bennett, Charlie Talbert, Robin Bartlett, Michael Beach
Dirección: Chris Stuckmann

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