sábado, 9 de agosto de 2008

Concierto Orquesta Sinfónica Juvenil de Munich-ODEON

Un Teatro Municipal lleno un domingo por la tarde recibió a la Orquesta Sinfónica Juvenil de Munich. Bajo la dirección del chileno Julio Doggenweiler, la novel orquesta interpretó obras de Beethoven y Tchaikowsky

Lo primero fue el Tercer Concierto para piano en do menor. Como solista actuó Alfredo Perl, gran pianista chileno radicado en Londres. En esta obra destaca por sobre todo el solista. Con una técnica sobresaliente y una musicalidad exquisita, Perl deslumbró al los presentes desde la primera nota. Las sonoridades de sus pianisimos, pefectamente secundados por la orquesta y la solidez interpretativa a lo largo de la obra generaron un aplauso de más de 5 minutos al final. Extrañamos, si, la falta de precisión rítmica, y de ataques simultáneos de la orquesta en lugares complejos. La sensación permanente de ir detrás del solista fue una constante durante los tres movimientos. De regalo, una pieza magistral de Brahms, nos enfatizó el altísimo nivel musical que Alfredo Perl ha alcanzado durante estos años.

En la segunda parte escuchamos la Sinfonía Número 5 de P. I. Tchaikowsky. La versión del maestro Doggenweiler destaca de manera notoria los soli de maderas y bronces, relegando a un plano secundario el trabajo de las cuerdas. En los tutti echamos de menos más volumen orquestal, especialmente cuerdas, para equilibrar la sonoridad de los instrumentos de viento. Las dinámicas logradas, en especial hacia los menores volúmenes permitieron distinguir líneas melódicas claves de la partitura.

Contando todo esto me parece que la versión de la sinfonía resultó algo plana, dejando sin explorar innumerables recursos que ofrece para la interpretación. Los cambios de tiempo y en especial aquellos pasajes de romanticismo intenso, no lograron su objetivo de conmover a la audiencia. Las imprecisiones de ataques y de afinación en ciertos casos, jugaron en contra del resultado musical. De todas maneras, sin perder de vista que se trata de una orquesta juvenil en la que sus integrantes no necesariamente son estudiantes de música o serán músicos profesionales, debemos destacar el alto nivel exhibido.

Gracias al los generosos aplausos de los asistentes, la orquesta incluyó como bis el "Malambo" de A. Ginastera, obra llena de ritmo y generosa en la sonoridad, fue el mejor plato final para coronar una excelente presentación del conjunto germano.

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