
Este film de ciencia ficción presenta una trama muy bien armada y un guión dispuesto de tal forma de no dejar muchos espacios vacíos. La historia se presenta en el año 1959 cuando un grupo de estudiantes entierran una cápsula del tiempo con sus dibujos de como ven el futuro para que sea abierta 50 años más tarde. Una enigmática alumna, Lucinda, no dibuja sino que escribe una secuencia de números que aparentan no tener relación ni lógica, lo que también es guardado en la cápsula.
En el año 2009, Caleb, un niño con problemas de audición e hijo del profesor de astronofísica viudo, John Koestler - Nicolas Cage - participa con sus compañeros en el desentierro de la cápsula y recibe el papel con la secuencia numérica. Su padre, al reparar en él, logra asociar la secuencia de números a una serie de grandes desastres ocurridos en el pasado, descomponiendo en fechas y cantidad de víctimas fatales la numérica secuencia. El problema es que hay tres eventos que no han sucedido y que según lo escrito están próximos a ocurrir y ello da origen a la mayor acción.
El metraje es vertiginoso a partir del descubrimiento de los números. Una impresionante tragedia aérea y luego un feroz accidente en el metro de Nueva York, ambos eventos descritos perfectamente en la secuencia y en los que John es testigo presencial, son el presagio de un futuro desastre de proporciones escalofriantes y aparentemente incontenible. Esta historia es también protagonizada por la única hija de Lucinda, Diana Wayland - Rose Byrne -, cuya hija Abby comparte con Caleb el escuchar susurros de personajes enigmáticos que se presentan cada cierto tiempo ( tal vez el único punto menos logrado en la historia ).
La película trata un tema muy profundo sobre una contraposición entre las teorías deterministas - hechos que acontecen pues está previamente definido así - y la teoría de la coincidencia o casualidad - aquello que sucede producto del azar, aleatoriamente -. John es un convencido de esta última teoría, sin embargo los hechos que comienza a presenciar van actuando sobre su forma de ver las cosas produciendo una importante variación. La Fe, la existencia de Dios y la ciencia vuelven a chocar justamente al confrontar estas teorías, involucrando además afectivamente al protagonista que es hijo de un Pastor Evangélico con el que no habla hace mucho tiempo. Es interesante el tratamiento que el guión hace de esta problemática y como la desarrolla en el relato, centrando un foco importante en la relación padre-hijo ( y madre-hija también ) que, si bien no profundiza demasiado, permite llenarnos de emociones.
El director Alex Proyas filma muy cuidadosamente los ambientes y se da tiempo para situar a los personajes en los contextos requeridos. Las secuencias de cada tragedia tienen un realismo muy conmovedor e impactante, el que se complementa con una excelente partitura que acompaña las escenas ( en especial la música que antecede y presagia el accidente del Metro ). Es más, largos pasajes del film son sólo imágenes y música, suficiente para retratar lo que acontece en la vida y las emociones de los protagonistas.
Ficha Técnica
Titulo Original: Knowing
Distribuidor: BFD
Calificación: 14
Duración: 121 Min.
Género: Ciencia Ficción
Año: 2009
País: EE.UU.
Elenco: Adrienne Pickering, Chandler Canterbury, Nicolas Cage y Rose Byrne
Director: Alex Proyas