
Esta cinta de Sebastián Silva propone una temática muy propia chilena. "La nana" viene a ser una institución dentro de la familia acomodada de nuestro país y como tal es una fuente casi inagotable de historias, confidencias, encuentros y desencuentros. En esta oportunidad, Silva construye a Raquel - gracias al talento extraordinario de Catalina Saavedra -, la protagonista central de esta historia y que se presenta como la huraña asesora puertas adentro de la familia Valdés, con quienes lleva trabajando por más de 20 años.
El primer tercio del metraje se dedica a retratar la vida cotidiana familiar y el rol que Raquel juega en ella. Silva filma rudamente al llenar de primeros planos la pantalla y con ello lograr capturar mínimos gestos, emociones, introspecciones y diálogos no verbales que dan continuidad al relato y entregan pequeños trozos de una historia que debemos ir construyendo.
Especial atención merece el desarrollo de los personajes, ya que a pesar de basarse en posibles estereotipos, son capaces de entregar su sello y carácter individual. Primero Raquel: oscura, llena de frustraciones, sin sueños ni proyecciones, viviendo una vida en absoluto grata y con un stress en aumento constante. La (dis)funcional familia compuesta por Mundo (Alejandro Goic) un padre huidizo, desconectado y preocupado de sus aficiones; Camila, la hija mayor en irregular transición adolescencia-adultez; un hijo adolescente en pleno desarrollo púber; dos hijos menores en la flor de la niñez y Pilar (Claudia Celedón) una madre que contiene toda la estructura anterior para flotar sin sucumbir en este océano familiar, da un marco justo para el desarrollo de la historia.
El metraje es sobre Raquel indudablemente, sobre su incógnito pasado, sobre sus dudas y temores y sobre la gran carencia que ella vislumbra pero no asume: la ausencia de afectos en sus relaciones personales. Todo el entorno ayuda, tiene vida propia pero no desvía la atención central. Por el contrario, ayuda a incrementar la tensión con los conflictos familiares y sociales junto a la tozudez de Raquel para no aceptar ayuda de las otras "nanas" haciéndoles la vida insufrible, al punto de lograr apartarlas del hogar (y por lo demás no aceptar a nadie que se atreva a traspasar su metro cuadrado de pseudo poder al interior de la casa).
No hay respuestas, sólo interrogantes, que sólo dejan entrever finos detalles cuando llega Lucy, la joven y sencilla nana sureña que logra conectarse con Raquel de forma espontánea, casi mágica, sin explicación y que con sencillez logra que la protagonista pueda ver la vida desde un rincón distinto. Entrar en mayores descripciones sería revelar la historia y su descenlace, sin embargo es preciso destacar que la tensión acumulada no alcanza a resolverse correctamente, ex profeso o bien debido a un manejo poco logrado de la cadencia final.
El film genera debate, acepta ángulos y enfoques múltiples y el guión explora interesantes ventanas tras la historia de cada integrante de la familia. Es un aporte indudable, con premios muy merecidos y por cierto un escalón adelante en la filmografía chilena de los últimos tiempos.
Ficha técnica
Titulo Original: La Nana
Distribuidor: ANDES
Calificación: TE
Duración: 96 Min.
Género: Drama
Año: 2009
País: Chile
Elenco: Catalina Saavedra, Claudia Celedón, Alejandro Goic, Mariana Loyola, Anita Reeves, Delfina Guzmán.
Director: Sebastián Silva
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