miércoles, 8 de septiembre de 2010

Regreso a la Mansión Brideshead


Esta cinta inglesa del director Julian Jarrold relata la vida de Charles Ryder (Mathew Goode), un joven de clase media que ha llegado a estudiar Historia a la Universidad de Oxford, y su relación con la aristocrática familia Marchmain producto de la particular amistad desarrollada con los hermanos Sebastián (Ben Whishaw) y Julia (Hayley Atwell). El filme es un reflejo de la vida en la Inglaterra del período entre guerras, donde la sociedad en declive se ve claramente separada en clases sociales, religiones, oportunidades y la incómoda llegada de la modernidad.

Basada en el libro de Arthur Evelyn Waugh, “Brideshead Revisited”, escrito en 1945 y hecho miniserie por la BBC en 1981, el relato tiene la mansión Brideshead -Castle Howard de Coneysthorpe, North Yorkshire- como telón de fondo, ubicado en una preciosa campiña inglesa perfectamente decorada por la dirección de arte, y respaldada por una hermosa fotografía, excelente ambientación, preciosa música y certera producción.

Sólidas actuaciones junto a personajes profundos y bien delineados, dan curso a una compleja historia de vida, de ambición y de frustración, contada con calma, respetando los tiempos y espacios reflexivos de cada temporalidad, lo que entrega el espacio suficiente para el desarrollo de cada protagonista. El amor, motor central del filme, es tratado a la manera romántica por excelencia: todos amores imposibles por diversas causas como la amistad, el engaño, la homosexualidad no compartida, una profunda religiosidad familiar y una rigurosidad moral que aún predomina fuertemente en la sociedad retratada.

Motivaciones, aspiraciones, el creciente doble estándar social, las diferencias culturales británico-italiana (Venecia es mostrada desde su interior, como ícono del libre romance en contraposición a la estructurada vida inglesa) enmarcan relaciones profundas y grandes cambios sociales, donde la religión católica se enfrenta al creciente ateísmo y agnosticismo, y el poder femenino, matriarcal -brillantemente representado por Lady Marchmain (Emma Thompson)- es tal vez lo único que va quedando de las viejas estructuras que ya se van cayendo a pedazos.

La cinta explora también con éxito las relaciones padre-hijo, aquellas marcas que Charles ha heredado de su rígido padre y que inciden en sus opciones de vida, variando su inicial vocación profesional de historiador al desarrollo artístico a través de la pintura. La culpa, declaración inicial del protagonista, nos revela como la opresión y los moldes imperantes son capaces de delinear la vida entera de Charles Ryder, quien no logra equilibrar su rumbo y sus sentimientos en un claro proyecto de vida, y en donde, al parecer, su única constante es la cautivadora, seductora y revisitada Mansión Brideshead.

Ficha técnica

Título Original: Brideshead Revisited
Género: Drama
Elenco: Mathew Goode (Charles Ryder); Ben Whishaw (Sebastian Flyte); Hayley Atwell (Julia Flyte); Emma Thompson (Lady Marchmain); Michael Gambon (Lord Marchmain)
Director: Julian Jarrold
Año: 2008
País: Inglaterra

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Veo que este blog no es parte del sitio de la Iglesia. Sin embargo, este comentario aparece en la portada de la página web iglesia.cl, y hago este comentario justamente por ello.

Si bien esta reseña de esta película basada en el libro Brideshead Revisited puede ser interesante, se hecha de menos que --a pesar de aparecer en Iglesia.cl-- no se haga ningún comentario sobre si es o no adecuada para ser vista en familia; si su visión sobre la religión católica es adecuada o no (o si es vista sólo como una "institución opresora"), ni sobre si es una película que muestre modelos positivos para un católico.

Sería muy bueno si en el futuro las reseñas que aparezcan en Iglesia.cl tengan un juicio de valor desde un punto de vista católico. Si no lo tienen, no tiene razón de ser el que se publiquen en el sitio web de la Iglesia.

Saludos.
Álvaro P.

Anónimo dijo...

Don Álvaro

Gracias por su comentario, muy válido y adecuado.

En este espacio -mi blog particular- puede usted dar su opinión sobre la película, sobre el comentario o la reseña y también su aporte sobre si le parece adecuada o no la cinta desde la perspectiva católica.

En el sitio Iglesia.cl, SIGNIS Chile, que es la agrupación que está a cargo editorialmente la sección "Comentarios de cine" se ha propuesto hacer de dicha sección un espacio de reflexión valórica y sociocultural de las películas reseñadas, más allá de un juicio de valor solo centrado en la religión. El análisis incluye todo tipo de películas, incluso cintas que no tienen nada de religión, y todas ellas se ven desde la perspectiva de sus valores, antivalores, recursos de narración y cinematográficos. Creemos que una mirada amplia desde varios aspectos ayudará a las personas que lean los comentarios a formarse su propio juicio de valor una vez visto el filme, sin ejercer una determinada influencia a favor o en contra de la película.

En este caso puntual de la cinta que usted comenta, hay dos párrafos referidos a valores y a la contraposición religiosa-atea de la época retratada:
Si bien no es un juicio de valor, se destaca el amor, como principal motor del filme (un valor central en la vida de un cristiano) y ello es puesto de relieve por las diferencias culturales inglesas-italianas, la rigurosidad moral y las viejas estructuras de la época, junto a la rigurosidad religiosa impuesta, el creciente ateismo y las ansias de poder del protagonista.

Me pemito citar el párrafo acontinuación

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"El amor, motor central del filme, es tratado a la manera romántica por excelencia: todos amores imposibles por diversas causas como la amistad, el engaño, la homosexualidad no compartida, una profunda religiosidad familiar y una rigurosidad moral que aún predomina fuertemente en la sociedad retratada.

Motivaciones, aspiraciones, el creciente doble estándar social, las diferencias culturales británico-italiana (Venecia es mostrada desde su interior, como ícono del libre romance en contraposición a la estructurada vida inglesa) enmarcan relaciones profundas y grandes cambios sociales, donde la religión católica se enfrenta al creciente ateísmo y agnosticismo, y el poder femenino, matriarcal -brillantemente representado por Lady Marchmain (Emma Thompson)- es tal vez lo único que va quedando de las viejas estructuras que ya se van cayendo a pedazos.

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Muchas gracias por su comentario una vez más, y le invito a debatir al respecto en este espacio.

Atte

Carlos Correa Acuña