viernes, 30 de diciembre de 2016

Elle

Esta premiada cinta del director Paul Verhoeven no nos deja indiferente. Es un thriller con todos sus componentes, sin embargo no está compuesto de la forma tradicional.

Michèle -Isabelle Huppert-, es la ejecutiva a cargo de una empresa de juegos de video, que luego de ser asaltada violentamente en su casa por un desconocido, no denuncia el hecho a la policía y busca descubrir a su atacante y vengarse por sus propios medios.

Verhoeven dota al relato de una fuerza perturbadora incesante. Todos buscamos al culpable y recorremos las posibilidades. Michèle no se hace querer ni en su trabajo ni en su vecindario. Solitaria y segura, es de aquellas mujeres casi inalcanzables para cualquier hombre, salvo que ella de el primer paso o decida algo diferente. Ese misterio, encarnado de forma brillante por Isabelle Huppert, es el centro de la tensión del filme: todo gira en torno a “ella”.

Difícil para mi resultaron ser aquellas dosis de comedia negra que están impresas en secciones de la película. Un drama retorcido y perturbador, no sobrevive sin toques de comedia, sin embargo no son fáciles de asimilar, descubrir y menos comentar en estas líneas. Lo sustantivo de “Elle” es la fuerza de su actuación y lo fuerte del relato. A medida que avanza el metraje todo se complejiza y se simplifica. Es contradictorio, aparentemente, pero acá está la pluma del guión de David Birke que no afloja ni por un momento y la madurez de Verhoeven que sin temor, enfrenta primeros planos tan provocadores como fascinantes.  

La cinta tiene grandes dosis de morbo, es enfermiza, las relaciones no son lo que parecen y todo puede ser diferente a lo que vemos en una primera capa. Y este tema es recurrente, si no pasamos la primera, lo más probable es que incluso nos genere rechazo, repulsión o simplemente no la comprendamos. ¿Quién podría buscar a su agresor con un cierto grado de atracción? o más aún, la búsqueda de una retorcida violencia como forma de dar rienda suelta a impulsos incontrolables e inclasificables.

Dentro de las mejores cintas del 2016, “Elle” solo estuvo en la cartelera del Cine Arte Normandie. Una lástima, pensando en una posibilidad mayor de acceso para películas de categoría a las que solo podemos llegar por recomendaciones e insistencias.

Ficha técnica

Título original: Elle
Año: 2016
Duración: 130 minutos
País: Francia
Género: Drama. Thriller | Thriller psicológico. Abusos sexuales. Venganza. Comedia negra
Guión: David Birke (Novela: Philippe Djian)
Productora: Coproducción Francia-Alemania-Bélgica; SBS Productions / Entre Chien et Loup
Música: Anne Dudley
Fotografía: Stéphane Fontaine
Reparto: Isabelle Huppert, Laurent Lafitte, Anne Consigny, Charles Berling, Virginie Efira, Judith Magre, Christian Berkel, Jonas Bloquet, Alice Isaaz, Vimala Pons, Raphaël Lenglet, Arthur Mazet, Lucas Prisor, Hugo Conzelmann, Stéphane Bak
Director: Paul Verhoeven

viernes, 16 de diciembre de 2016

Rara

Esta cinta de la directora chilena Pepa San Martín comienza con un plano secuencia que sigue a la protagonista -Sara, interpretada por Julia Lübbert-, al interior de su colegio. No sabemos qué busca, por qué transita, si es solo un recorrido rutinario o hay algo más en este movimiento. No obstante las dudas planteadas, esta secuencia inicial entrega una pista para comprender el peregrinar complejo y la temática profundamente difícil que plantea el guión de Alicia Scherson y Pepa San Martín.

Inspirada en el caso de una jueza chilena a quien le quitaron la custodia de sus hijas por ser lesbiana, el relato está contado desde el punto de vista de Sara (13 años) y su hermana menor Cata -Emilia Ossandón-. Su madre, Paula -Mariana Loyola- convive con su pareja Lía -Agustina Muñoz- y ambas cuidan a las dos menores en un hogar donde están presentes todos los naturales conflictos adolescentes, de pareja y de la habitual convivencia.

¿Qué es normal o qué es lo raro? Parece ser que esta es la pregunta de la cinta. ¿Sara se siente normal o rara en su colegio, en su hogar, o cuando está con su Papá Víctor -Daniel Muñoz-? Interrogante que no se responde y que a la luz del metraje deja todo a la interpretación del espectador.

Algo del ritmo, del guión o de la filmación no alcanza a cuadrar del todo. No estoy seguro que se persiga cuadrarlo o el sentido de fondo es plantear la apertura. Sin embargo, la fragmentación del relato incomoda -a veces más que el centro temático- lo que plantea una reflexión sin inclinarse por una valoración o desvalorización de los hechos. Hay mérito en ello, sin embargo, a mi modo de ver no alcanza a verse el hilo de una historia narrada parceladamente.

Julia Lübbert hace un papel muy sentido y efectivo, a pesar de su corta edad. Algunas escenas están realmente muy bien logradas, en especial aquella donde expresa lo profundo de sus sentimientos a su padre en un restaurante frente a la costa de Viña del Mar. Mariana Loyola, con la soltura y sencillez que la caracteriza, también alcanza momentos excelentes. El resto del elenco se pierde un poco en la fragmentación, a veces al borde de lo irreal (irreconocible Sigdrid Alegría como la esposa de Víctor).

“Rara” es más interesante por la temática que ofrece que por su desarrollo dramática. El conflicto es permanente, obliga a cuestionarse, y tal vez a tomar partido o juzgar. Sin embargo, deja la sensación de algo inconcluso, aun en desarrollo. Temáticas como esta -impensables hace algunos años- obligan a un esfuerzo mayor tanto en la construcción como en el tejido de la historia y no solo remitirse a ser una ventana a un mundo, diferente, real y por cierto discutible. Algo de ello está presente. Fragmentos, detalles, pero no un hilo conductor seguro y claro. Hay pistas, matices y ambientes, lo que ya es meritorio, no obstante insuficiente a estas alturas del desarrollo del cine chileno.

Ficha Técnica

Dilema familiar
Chile
2016
88 minutos
Fotografía: Enrique Stindt
Música: Ignacio Pérez Marín
Edición: Soledad Salfate
Guionistas: Alicia Scherson y Pepa San Martín
Actores: Julia Lübbert, Emilia Ossandon, Mariana Loyola, Agustina Muñoz, Daniel Muñoz, Coca Guazzini
Dirección: Pepa San Martín

domingo, 11 de diciembre de 2016

Sully

Hay dos momentos que resultan clave en la brillante actuación de Tom Hanks caracterizando al capitán Chesley “Sully” Sullenberger. El primero, tal vez su primera entrevista en televisión, donde señala que ha volado por 42 años, “mi vida… toda mi vida”… Y el segundo cuando es revisado médicamente en el hospital y le informan que el recuento que había solicitado con premura arroja 155 sobrevivientes, es decir, la totalidad de quienes estaban a bordo del vuelo 1549 de US Airways aquel recordado 15 de enero de 2009. Lo que sería un tranquilo y rutinario vuelo desde el aeropuerto “LaGuardia” en Nueva York con destino a Charlotte (Carolina del Norte), se transformó en una emergencia cuando a poco de despegar -solo seis minutos-, una bandada de aves se estrelló contra el avión y dañó ambos motores, dejando al Airbus 320 sin impulso y cayendo sobre una de las ciudades más pobladas del mundo.

Clint Eastwood, a sus 86 años, está tan preciso y claro como en sus mejores trabajos. Nos regala una obra perfectamente narrada, intensa, emocionante y sobrecogedora. Su estilo es perfectamente reconocible, sus cámaras están siempre bien ubicadas y su notable dirección de actores es ya una marca registrada. Además, como si esto fuera poco, colabora en la hermosa y sencilla banda sonora junto a Christian Jacob y The Tierney Sutton Band. 

Tom Hanks entrega tal vez su mejor actuación, principalmente por una excelente construcción dramática de un personaje que se debate entre las dudas, el reconocimiento heroico, y la serenidad de solo haber hecho correctamente su trabajo. La forma de la narración no lineal elegida por Eastwood favorece un metraje tenso en una historia en la que ya conocemos el final. ¡Qué difícil es pensar y desarrollar un guión cinematográfico sabiendo el final! Es como ver un partido de cualquier deporte sabiendo ya el resultado. Sin embargo acá es donde aparece el estilo y maestría del director que nos mantiene en suspenso durante los 95 minutos de duración del filme.

Chesley Sullenberger acaba de salvar a 155 personas acuatizando de emergencia sobre el Río Hudson, sin embargo es investigado por la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB, sus siglas en Inglés) pues las pruebas en simuladores computacionales y con pilotos humanos señalan que podría haber aterrizado sin daños en “LaGuardia” o en “Teterboro”, los dos aeropuertos más cercanos. Además, se suma un reporte que indica que el motor izquierdo aun habría funcionado, en "ralentí", por lo que la decisión del capitán podría haber puesto en riesgo la vida de los pasajeros. “Sully” tiene pesadillas -aun despierto- con al accidente. Ve estrellarse su avión contra los edificios de Manhattan e incluso sueña que dudan en Televisión si él es un “héroe o un fraude”, pues habría nuevos antecedentes sobre la emergencia declarada y sus decisiones. Toda esta tensión interna y externa es desarrollada con mano maestra por un inspirado Clint Eastwood junto a un gran elenco donde destacan el primer oficial Jeff Skiles -Aaron Eckhart- y Lorraine Sullenberger -Laura Linney-, la esposa de “Sully”.

Debemos agradecer una película como esta. Hacer de algo ordinario -realizar bien el trabajo y tomar decisiones oportunas- algo extraordinario, marca la diferencia entre la vida y la muerte. “Sully” no se cree héroe. Solo cumplió con su trabajo y no fue él solo, sino en equipo, con la tripulación, los pasajeros, los rescatistas, los equipos de emergencia y todos quienes participaron en un rescate que duró solo 24 minutos. Esta serenidad, experiencia, sabiduría y por sobre todo humanidad, es lo diferente, aquello que inclina la ecuación hacia el “factor humano” que ninguna computadora ni ningún simulador puede repetir. Hay que estar allí, vivir la situación, decidir y actuar. “Sully” hizo todo aquello y logró una hazaña que recordaremos para siempre.

Ficha Técnica

Título original: Sully
Drama
EE.UU.
95 minutos
Fotografía: Tom Stern
Efectos Especiales: Ryan Meinardus
Edición: Blu Murray
Guionista: Todd Komarnicki (Libro: Chelsey Sullenberg, Jeffrey Zaslow)
Actores: Tom Hanks, Aaron Eckhart, Laura Linney, Valerie Mahaffey, Mike O´Malley
Director: Clint Eastwood

martes, 22 de noviembre de 2016

La llegada

Esta cinta del director canadiense Denis Villeneuve -su primera incursión en el género de la ciencia ficción- es interesante, cautivadora y a la vez un desafío analítico. Su lenguaje, el modo de relatar y su construcción, se alejan de lo tradicional. Hay una propuesta, una búsqueda y un descubrimiento en esta entrega que es una invitación a dejar la superficie e introducirse en un mundo amplio, vasto y profundamente humano.

Basada en un cuento breve del escritor norteamericano Ted Chiang, “La llegada” comienza con la presencia de doce naves extraterrestres que se posan a metros de la tierra en lugares diferentes del planeta. Nada se sabe, todo se supone y por ello el gobierno de Estados Unidos contrata a la Dra. Louise Banks -Amy Adams-, una experta lingüista y a Ian Donnelly -Jeremy Renner- un destacado matemático, para liderar al equipo de científicos a cargo del Coronel Weber -Forest Whitaker- que tratará de contactarse con los recién llegados.

A esta altura tenemos ya muchos elementos que generan un clima especial. Comenzando con la enigmática introducción sostenida por las cuerdas de “On the Nature of Daylight” de Max Richter -la partitura de la cinta corresponde a Jóhann Jóhannsson es precisa-, imágenes difusas y un relato velado, Villeneuve plantea atmósferas que nos preparan para el encuentro de los científicos con las criaturas alienígenas. El desafío no es otro que intentar la comunicación, que incluso hablando las mismas lenguas o utilizando los mismos códigos se hace tan difícil entre los seres humanos. Acá no hay elementos comunes, no hay lenguajes, hay gestos, símbolos, percepciones, detalles íntimos y un permanente camino de convergencia.

Este relato de Villeneuve se inscribe como un aporte al género de ficción y además como un giro del mismo hacia lo íntimo. El universo que se describe, la amplitud de la mirada, la tensión emocional y lo pequeño del entendimiento humano son puestos aprueba durante todo el metraje. No es fácil superar las capas -yo diría más bien trampas- que el director interpone. Louise e Ian, Abbot y Costello son iconos, fragmentos, unidad e integralidad que representan una nueva concepción holística de la realidad que no solo supera a los protagonistas sino que también nos supera a los espectadores. Podemos renunciar a profundizar en ello y es válido. Sin duda no es fácil con relatos de este tipo, sin embargo podemos darle una oportunidad a esta explícita vocación humana que quiere ir más allá, que quiere mirar más allá y que sugiere visualizar de manera integral la humanidad, con sus pequeñeces y sus grandezas, sus altos y bajos, es decir todo aquello que es humano y sobre humano al mismo tiempo.

“La llegada” es de las mejores cintas del último tiempo, no solo por su aporte novedoso y diferente a lo tradicional, sino porque apuesta a un lenguaje audiovisual maduro, coherente, arriesgado y potente. Es de aquellas propuestas que no pueden dejar indiferente. Puede gustarnos o no, puede fascinarnos o bien provocarnos rechazo, pero no la podemos dejar pasar. Es una historia, una verdadera historia, contada a mi modo de ver de forma magistral, elegante y bella. Cine de calidad y del bueno, aquel que disfrutamos, con el que discutimos y también con el que nos comprometemos.

Ficha  técnica

Titulo Original: Arrival
Calificación: Todo Espectador +7
Duración: 116 minutos
Genero: Ciencia Ficción
Año: 2016
Pais: EE.UU.
Elenco: Amy Adams, Jeremy Renner, Forest Whitaker
Director: Dennis Villeneuve

domingo, 13 de noviembre de 2016

La chica del tren

Esta cinta del director Tate Taylor basada en la novela homónima de Paula Hawkins es de esas películas que dejan pensando que algo faltó o bien no se concretó correctamente. Desde el título de la obra literaria se da una imagen que no se condice con un thriller de suspenso, por ello el esfuerzo en el relato debe ser aún mayor y consistente.

Rachel -Emily Blunt- tiene dificultades. Acaba de separarse de Tom -Justin Theroux-, el alcohol le ha pasado la cuenta y no ve luz al final del túnel. Viaja en tren, en el mismo asiento y vagón día a día, observando e imaginando las vidas que ocurren a su paso. Pero no todo es imaginación. Una pareja le llama la atención. Les observa cada mañana y les envidia. Son muy felices, tienen todo aquello que ella no tuvo. Sin embargo, un día ve algo diferente que cambia totalmente su vida.

Desde el punto de vista del relato, la película es confusa. Advierte cambios temporales, fechas "antes de" que no se logran captar, narración en primera persona de Megan -Haley Bennett- y Anna -Rebecca Ferguson-, las otras dos mujeres protagonistas de la historia que agregan elementos que van sumándose a una trama que en lo sustantivo es predecible, aunque quiera parecer lo contrario. Y esto se produce por el escaso desarrollo de los personajes masculinos, Tom, Scott -Luke Evans- y el Dr. Kamal Abdic -Édgar Ramírez-, carentes de profundidad y empatía.

Sin conocer el Best Seller, la película deja la idea que desaprovecha la oportunidad de llevar el escrito adecuadamente a la pantalla grande. A juzgar por el revuelo y la publicidad obtenida, aquello se ratifica una vez más. La literatura y el cine son lenguajes tan diferentes que necesitan una mano inspirada para lograr su desarrollo complementario. Y acá se extraña esa mano, sin ninguna duda, pues a pesar de las buenas actuaciones, el ritmo y la construcción del relato no logra sostenerse a lo largo del metraje, decayendo con ello la tensión, el suspenso y por lo mismo el corazón de la historia.

Ficha Técnica

Título original: The Girl on the Train
Año: 2016
Duración: 112 minutos
País: Estados Unidos
Género: Thriller, intriga
Guión: Erin Cressida Wilson (Novela: Paula Hawkins)
Música: Danny Elfman
Fotografía: Charlotte Bruus Christensen
Productora: DreamWorks Studios / Amblin Entertainment / Marc Platt Productions
Reparto: Emily Blunt, Rebecca Ferguson, Haley Bennett, Luke Evans, Edgar Ramirez, Justin Theroux, Allison Janney, Lisa Kudrow, Laura Prepon, Lana Young, Nicole Bonifacio, Marko Caka, Danielle M. Williamson, Alexander Jameson, Sidney Beitz
Director: Tate Taylor

sábado, 12 de noviembre de 2016

El especialista

Arthur Bishop -Jason Statham- tiene fama de duro. Sin una mueca o gesto, pasa por la vida pareciendo no inmutarse, sin embargo su uno por ciento humano -y por tanto su debilidad- se ve afectada cuando luego de ser enganchado por una bella mujer -interpretada por Jessica Alba- ella es secuestrada. Bishop no cambia ni transa, pero se da cuenta que está de regreso en el mundo del que quería escapar. Uno de sus mayores enemigos ha diseñado el plan perfecto para hacerlo retornar y liquidar a tres poderosos jugadores, en asesinatos que deben parecer accidentes.

En cintas de este tipo la trama es lo de menos. Las actuaciones también y el relato pasa a planos secundarios. Lo importante es la acción y en ello se concentra el director Dennis Gansel que filma muy bien las secuencias de preparación de cada uno de los “accidentes”.

99 minutos entretenidos, livianos y sin mucho más contenido, donde tal vez la ficción supere a la realidad o bien sea al revés. Un género que no solo está de moda en el cine sino que se ha tomado la agenda pública. ¿Tendremos entonces que llamar a Bishop o al mismísimo Jack Bauer para que pongan orden? Esperemos que aquello solo sea fantasía.

Ficha técnica

Título original: Mechanic: Resurrectionaka 
Año: 2016
Duración: 99 minutos
País: Estados Unidos
Género: Acción. Thriller | Crimen. Secuela
Guión: Philip Shelby, Tony Mosher (Personajes: Lewis John Carlino)
Música: Mark Isham
Fotografía: Daniel Gottschalk
Actores: Jason Statham, Jessica Alba, Tommy Lee Jones, Michelle Yeoh, Natalie Burn, Yayaying Rhatha Phongam, Sam Hazeldine, Raicho Vasilev, John Cenatiempo, Aaron Brumfield, Tomer Oz, Eoin O'Brien, Geoffrey Giuliano, Anteo Quintavalle
Director: Dennis Gansel

lunes, 17 de octubre de 2016

Inferno

Ron Howard dirige una nueva adaptación al cine de un Best Seller de Dan Brown (El código Da Vinci; Ángeles y Demonios). Esta vez se trata de su libro  “Inferno”, donde el profesor Robert Langdon -Tom Hanks- debe descifrar un complejo enigma relacionado con el gran Dante. En este camino es ayudado por la Dra. Sienna Brooks -Felicity Jones-, quien ha atendido al protagonista en un hospital de Florencia, Italia, donde ha despertado sin memoria de lo sucedido en los últimos días.

Como es difícil explicar y comentar la cinta sin alguna de las bases que la sustentan, y sin miedo a contar demasiado de la trama, es importante saber al menos dos premisas que el relato descubre a poco comenzar. La primera tiene relación con el aumento de la población del mundo. Con cifras estadísticas reales, se visualiza que el crecimiento exponencial tiene en grave riesgo a la raza humana si no se toman medidas concretas que prevean una situación que se volvería inmanejable. La segunda es la que surge del control de la población a través de pandemias generadas por la propia humanidad, lo que de alguna manera permitiría controlar el crecimiento asumiendo costos importantes ahora, pero abriendo una ventana de esperanza para el futuro.

La cinta se desarrolla con un marcado acento en la segunda, cortando de plano el equilibrio que la novela de Dan Brown intenta reflejar. Y por cierto, “Inferno” es cine de acción, thriller emocional, ágil y vivo que pretende capturar al espectador de principio a fin, y no un “paper” sobre demografía ni políticas públicas asociadas al control del crecimiento poblacional.

El rodaje da cuenta de una excelente fotografía. Los lugares históricos -algo que marca a Brown y que Howard respeta y releva- son muy bien tratados, aunque pasen rápido, se destruyan o bien solo sirvan de introducción a los rincones internos donde se desarrollan gran parte de las escenas de mayor complejidad y tensión.

Es cierto que no podemos esperar más que entretención de una cinta de estas características. Y aquello está garantizado, a pesar que Hanks ofrece tal vez el papel menos convincente de sus tres participaciones. Su acompañante de turno, sin embargo, es bastante más interesante que sus anteriores partners, tal vez porque Brown delineó mejor este personaje y porque hay una historia detrás que no logramos comprender del todo hasta el último tercio del relato.

La música de Zimmer es siempre una luz y le entrega a la cinta una espectacular textura que se funde con el trabajo fotográfico de Salvatore Totino. Planos amplios, parajes hermosos y escenas de acción a tope, configuran dos horas que pasan volando y que cumplen con el objetivo fundamental de entretener y cautivar.

Ciertamente uno esperaría siempre un poco más. La presencia de la OMS, su papel en la crisis, las persecuciones políticas, todo lo que rodea la difusión mediática y este llanero solitario que lucha contra todo el mundo para “salvar al mundo” podría ser mucho mejor retratado y trabajado. Sin embargo, esto no es cine arte ni tampoco cine de investigación. Es solo entretención, efectos visuales, agilidad, ritmo y vértigo constante. Tanto es así que podemos marearnos, pero no podemos evitar sumergirnos en una fantasía de proporciones que resulta más atractiva de ver y disfrutar que el análisis que podamos hacer de ella.

Ficha técnica

Título: Inferno
País: Estados Unidos
Año: 2016
Género: Suspense
Duración: 121 minutos
Idioma: Inglés
Producción: Brian Grazer, Ron Howard, Michael De Luca, Andrea Giannetti
Guión: David Koepp
Música: Hans Zimmer
Fotografía: Salvatore Totino
Montaje: Tom Elkins, Dan Hanley
Protagonistas: Tom Hanks, Felicity Jones, Omar Sy, Sidse Babett Knudsen, Pierfrancesco Favino, Ben Foster, Irrfan Khan
Dirección: Ron Howard

Money Monster

Lee Gates -George Clooney-, presentador de un show de televisión sobre la inversión en Wall Street, se enfrenta a un problema serio cuando el joven Kyle Budwell -Jack O'Connell-, quien siguiendo sus consejos pierde todo el dinero de su familia, decide asaltar el estudio durante la emisión en directo del programa. 

De la mano de la directora Jodie Foster llega este thriller que gira en torno al mediático mundo de la TV y su incidencia en las masas independiente que pueda o no ser verídico. En este caso, Gates -curioso alcance de apellido con el fundador de Microsoft- recomienda compra y venta de acciones basado en datos que podrían ser una oportunidad, sin mayor análisis o bien que provienen de ciertos efectos que los mismos brokers quieren que se produzcan. Si en si mismo el mundo accionario es complejo, tratado en un programa masivo puede ser aun más riesgoso y difícil de entender.

Foster no arriesga nada. Al contrario, es bastante conservadora y ofrece algunas concesiones tanto televisivas como de la realidad a la que somete a sus actores. Julia Roberts es la directora del programa. Algo hay entre ella y Lee. Todo está cerca de la superficie, parece cubrir mantos de duda o estallar en una publicidad tan superficial como vaga.

“Money Monster” no es una cinta que recordaremos como otras del mercado financiero. Queda a mitad de camino de ser publicidad o denuncia. Pudo ser más intensa, tal vez más jugada, con una posición más firme, sin embargo no lo concreta. No obstante, permite reflexionar que no podemos hacer fe de las cosas solo porque salen en TV, porque las dice un supuesto “gurú” del ámbito que sea, sino que todo requiere mayor análisis y profundidad. Lo sencillo, las ganancias fáciles y las promesas alocadas en general son causa de frustración y de grandes pérdidas. Ojalá que con ejemplos de este tipo -y tantos de la vida real que hemos conocido en Chile en los últimos meses- podamos realmente pensar en serio y cuestionar las bases de lo que nos presenten como una oportunidad única de hacernos ricos.

Ficha Técnica

Año: 2016
Duración: 100 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Allegiance Theater / Smokehouse Pictures / Sony Pictures / TriStar Pictures
Género: Thriller. Drama | Secuestros / Desapariciones. Televisión
Guión: Alan DiFiore, Jim Kouf, Jamie Linden (Historia: Alan DiFiore, Jim Kouf)
Música: Dominic Lewis
Fotografía: Matthew Libatique
Reparto: George Clooney, Julia Roberts, Jack O'Connell, Caitriona Balfe, Dominic West, Giancarlo Esposito, Dennis Boutsikaris, Darri Ingolfsson, Christopher Denham, Anthony DeSando, Jennifer Dong, Ivan Martin, Cliff Moylan, Vernon Campbell, Joseph Oliveira, Chris Bauer
Director: Jodie Foster

A la sombra de las mujeres

Pierre -Stanislas Merhar- es documentalista y Manon -Clotilde Courau- su asistente. Son pareja y sin duda se aman. Trabajan juntos, comparten un oficio y están recogiendo el testimonio de un anciano que habría formado parte de la resistencia.

París, Francia, es el escenario. Un blanco y negro oscuro y de contrastes marcados, sitúa a esta cinta en un plano de intimidad especial, dominado y dirigido con maestría por Philippe Garre.

El centro del relato es la relación de pareja. El comportamiento masculino y femenino en esta íntima y siempre variable estructura. La aparición de Elisabeth -Lena Paugam- una joven y atractiva pasante, desestabiliza a Pierre, quien seducido por su juventud, comienza una aventura.

Lo inquietante del metraje es por una parte el análisis que su director hace del cuadro representado. Por una parte la visión machista. Pierre se siente con el derecho inconfesable de tener esta aventura. No quiere dejar a Manon, la ama, pero quiere lo mejor de los dos mundos. Elisabeth parece no tener opinión en esta decisión, y naturalmente Manon tampoco, al no saber nada. Sin embargo, la relación y el entorno cambia sustantivamente con un descubrimiento: Manon también tiene un affaire. Elizabeth lo ha descubierto, y en el afán de retener a Pierre, se lo confiesa. Allí, cambia todo y la cinta alcanza su mayor tono dramático y sus pasajes más elaborados.

Por otra parte tenemos la caracterización del pensamiento femenino. Si bien, como hombres, podemos sentirnos más o menos reflejado por Pierre -y hablo a nivel de carácter, no de acciones-, Manon al parecer si refleja mucho más aquel mundo interior femenino y sus diatribas relacionales. Es cierto, son caricaturas y estereotipos que pretenden explicar ciertos comportamientos, decisiones u opciones. Lo que es claro, es un intento por mostrar en compactos 72 minutos, un relato bien hecho, significativo y potente de nuestra frágil condición humana, nuestros sentimientos, pasión, amor y desnudez.

Esta pequeña obra de arte permite reflexionar a la distancia. Hace varias semanas que la vi y recién escribo estas líneas. La película no me ha dejado y yo tampoco la he abandonado. Las capas que tiene son muchas, aparecen y desaparecen. Y cuando ello sucede, significa que algo ha sucedido y que el arte a potreado y traspasado su frontera invadiendo la propia intimidad con preguntas, con observaciones, con inquietudes, que más allá de ser resueltas o respondidas, generan movimientos, pensamientos y sentimientos.

Ficha técnica

L'ombre des femmes, Francia/2015
Distribuidora: CDI Films
Duración: 72 minutos
Calificación: Mayores de 13 años
Guion: Jean-Claude Carrière, Caroline Deruas-Garrel, Arlette Langmann, Philippe Garrel
Fotografía: Renato Berta
Edición: François Gedigier
Música: Jean-Louis Aubert
Diseño de producción: Manu de Chauvigny
Elenco: Clotilde Courau, Stanislas Merhar, Lena Paugam, Vimala Pons, Antoinette Moya, Jean Pommier
Dirección: Philippe Garrel

miércoles, 21 de septiembre de 2016

La Bruja de Blair

Un grupo de estudiantes se aventura en un bosque de Maryland. ¿Qué los lleva allá? Investigar la misteriosa desaparición de Heather Donahue, la hermana de James -James Allen McCune- relacionada con la leyenda de La Bruja de Blair, y por cierto, tema central de la ya famosa primera parte de esta saga. Unos lugareños se ofrecen como guías. La noche avanza. ¿Ruidos, visitas extrañas, accidentes, presencias? ¿Verdad o mentira? ¿Sugestión o realidad?

El director Adam Wingard, usando un formato del tipo “reality”, es decir filmaciones más amateurs, desde celulares o cámaras aficionadas, imprime a esta cinta el sello de la original “El Proyecto de la Bruja Blair”. Hay mucho corte, movimiento permanente y una edición nerviosa que no da tregua visual. hay momentos que el formato cansa, sin embargo este “aire de realidad” es bienvenido hacia el punto de mayor tensión.

Sin ser muy explícito, el guión va internándose en misteriosas situaciones que parecen estar relacionadas con la leyenda. Los protagonistas no están solos en el bosque, aparentemente. Las dudas sobre los guías se dejan caer. Varias sospechas van configurando escenarios oscuros, tensos y en ocasiones inexplicables. Poco sucede, sin embargo la tensión crece. Acá el formato ayuda, sin duda, a generar esa incomprensible inestabilidad que nos permite asustarnos con efectos sencillos: golpes, caídas, sonidos extraños y angustiosos laberintos que conducen a lo desconocido.

La cinta es la historia de una persecución. La hermana de James es el objetivo. ¿O son finalmente los jóvenes los perseguidos? No lo sabemos. Pistas hay, pero son confusas. El relato es confuso y ello es parte de la magia y el suspenso. ¿Resolución? No podemos adelantar el final, ni tampoco el comienzo. Para quienes son fanáticos del género, cumplirá sus expectativas. Para los fans, tal vez no tanto. La original sigue siendo referencia. Sin embargo, en una temporada baja del cine de terror, vale la pena ver esta nueva secuela de “Blair Witch”. Tal vez tengamos la suerte de verla en el bosque o encontrarla dentro de una casa abandonada. Nunca se sabe.

Ficha técnica

Título original: Blair Witch
Año: 2016
País: Estados Unidos
Género: Terror, Thriller
Duración: 89 minutos
Elenco: Valorie Curry, Callie Hernandez, James Allen McCune
Director: Adam Wingard

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Satanic: el juego del demonio

Chloe y Elisa son primas. Ellas junto a sus novios David y Seth van rumbo al festival de Coachella con una parada en Los Ángeles para hacer un curioso turismo: se trata de visitar lugares donde décadas atrás han ocurrido rituales y crímenes que han atemorizado a los habitantes de las inmediaciones. Es más, su lugar de alojamiento es la habitación de un hotel donde años atrás se degolló una joven. Siguiendo esta “especial ruta turística”, encuentran una tienda de objetos de culto y siguiendo a los encargados descubren un rito en el que una joven está a punto de ser sacrificada.

Esta cinta del director Jeff Hunt y que viene con el cartel de los productores de “The Walking Dead”, no muestra nada nuevo, sin embargo se las arregla para cumplir una parte de su cometido. Basada en una filmación cuyo puntal es la fotografía, el metraje transcurre en forma bastante presumible. Los cuarto jóvenes responden a arquetipos de personalidades referenciales y sus discusiones tienen que ver con el riesgo o el miedo que cada uno siente y que finalmente es lo que naturalmente les impulsa o les condiciona, dependiendo del caso.

El género del terror generalmente no quiebra esquemas. Es más, parece que buscara repetir un poco más de lo mismo. Misterios sobrenaturales, posesiones, sectas, etc. están siempre presentes en mayor o menor medida. Se trata de simple entretención y no puede despreciarse a priori. Salvo honrosas excepciones, siempre más cerca del suspenso que del terror, estos filmes tampoco aspiran a ser mucho más que su propia esencia, y cuando lo hacen y no cumplen, ahí si la frustración es mayor. 

“Satanic” es honesta en ese sentido. No sabemos bien dónde nos conduce ni cuál es la finalmente el centro de la trama, lo que por supuesto no es relevante. Lo que si se destaca es una excelente producción y un giro argumental final que podría situarnos en universos paralelos, un espacio-tiempo circular que deja abierta la posibilidad de continuar la historia.

Ficha técnica

Título original: Satanic
Año: 2016
País: Estados Unidos
Género: Terror
Duración: 85 minutos
Guión: Anthony Jawinski
Fotografía: Mike Karasick
Elenco: Sarah Hyland, Justin Chon, Clara Mamet, Steven Krueger
Director: Jeff Hunt

Kubo y las dos cuerdas

El género de animación ha tenido un desarrollo exponencial en los últimos años. Esta nueva cinta de Laika Animation lo confirma con una excelencia visual que sobrecoge. La textura, la generación de imágenes y la fotografía hacen una conjunción mágica para dotar a esta fábula de muchísimos matices, variados elementos que juegan y se divierten durante sus 101 minutos.

Kubo es un jovencito que vive en un pequeño pueblo del antiguo Japón. Se reúne en la plaza a contar historias que nunca termina y que tienen a todos fascinados y comprometidos con sus relatos y con hermosas sus figuras de origami. Por cierto, su vida deja de ser normal cuando comienza una aventura en la que para salvar a su familia y tiene que encontrar una armadura mágica que perteneció a su padre, Hanzo, quien fue un excepcional guerrero samurái. 

La cinta destaca por la delicadeza de su tratamiento. Los detalles son infinitos, sobre todo los visuales. Es cierto que su ritmo es lento y que más de algún pequeño de la familia se podría aburrir, sin embargo como ya sabemos, estas películas abarcan no solo al público infantil sino que cada vez son más amplias. Historias humanas, relatos de vida, de soledad o de lucha ante la adversidad, son los argumentos preferidos cuando se trata de llevar a la pantalla grande una animación de este tipo.

“Kubo y las dos cuerdas” explora un mundo de fantasía diferente. La historia contiene una variada dinámica de personajes y relaciones que la hace muy interesante aunque por momentos algo densa. Ciertamente podría jugarle en contra, sin embargo la espectacular fotografía y el cuidado diseño hacen que se disfrute plenamente.

Ficha técnica

Título original: Kubo and the Two Strings
Género: Animación. Fantástico. Aventuras | Stop Motion. Japón feudal. 3-D
Productora: Laika Animation
Año: 2016
Duración: 101 minutos
País: Estados Unidos
Guión: Marc Haimes, Chris Butler (Historia: Shannon Tindle, Marc Haimes)
Fotografía: Frank Passingham
Música: Dario Marianella
Director: Travis Knight

El Club de las madres rebeldes

Titulada “Malas madres”, esta cinta de los guionistas-directores Jon Lucas y Scott Moore explora en varios cliché sobre los que está montada la vida de las madres modernas. Y no solo en ellas, sino también en sus familias, trabajos y amistades. Todo esto está reunido en esta comedia que tiene una buena idea original que va quedando atrás en la medida que avanza el relato.

Amy -Mila Kunis- las hace todas: esposa, madre, trabajadora; corre de un lado a otro, intenta llenar todos los espacios, quiere ser exitosa, perfecta e ideal. Resultado: un desastre, la vida de Amy es un literal desastre. Vive para los demás y por cierto se descuida totalmente. Varios hechos van consolidando la idea de renunciar al estilo de vida que parece no conducir a ninguna parte. Un marido con un affaire on line, hijos que no valoran nada su dedicación y un trabajo donde todos son menores que ella detonan un punto de inflexión que parece no tener vuelta atrás. Dos nuevas amigas la acompañan en esta aventura, dos caricaturas opuestas -una abnegada y otra liberal- conforman un trío que sencillamente tiran todo por la borda.

Varias veces sucede que estas películas resultan ser entretenidas, llenas de gags chistosos y sin un trasfondo más profundo. Esta lo cumple. Entretiene, los chistes y la suma de situaciones graciosas se suceden -algunas burdas y absurdas- y la profundidad por cierto no se alcanza. No destaca en general ni en particular, es casi de manual, previsible y adivinable de comienzo a fin. ¿Funciona? En parte. ¿Genera empatía? Es posible, sobre todo en las madres actuales superadas por la vida. ¿Deja moraleja? Tal vez, buscando podemos encontrarla.

No obstante lo anterior, el tema es importante y lo que pudo ser no deja de ser interesante. Todos, de alguna u otra forma, nos sentimos superados y podemos necesitar un escape o una renuncia. El tema es cómo resolverlo. ¿Extremos? Arriesgado. ¿Mantención de lo mismo? Aburrido. ¿Qué hacer entonces? Allí está el desafío que esta cinta no resuelve ni pretende hacerlo. Es interesante, si, el que ponga encima de la mesa situaciones cotidianas que nos podrían representar. Esto es en si mismo rescatable y es un mérito, aunque no complete finalmente el desafío de ir mucho más allá.

Ficha técnica

Título original: Bad Moms
Comedia
EE.UU.
100 minutos
Diamond Films
Actores: Mila Kunis,  Kristen Bell, Christina Applegate, Kathryn Hahn, Jada Pinkett Smith
Directores y Guionistas: Jon Lucas y Scott Moore

12 horas para sobrevivir: el año de la elección

En esta tercera parte, la normativa que una noche al año cualquier actividad criminal, incluido el asesinato, es permitida, comienza a tener serios detractores, al punto que una candidata a la presidencia de EEUU, Charlie Roan -Elizabeth Mitchell-, víctima de una noche sangrienta que eliminó a su familia hace 18 años, es quien lleva las banderas para eliminar de una vez por todas esta práctica. También, han pasado dos años desde que el ex policía Leo Barnes -Frank Grillo- decidió no cobrar venganza del hombre que mató a su hijo. Ahora Leo es el jefe de seguridad de la senadora Roan, los ánimos están exacerbados, los “nuevos padres de la patria” cuestionados y a punto de perder su poder y se acerca la fatídica noche de la expiación.

La idea original ha ido, con el correr de sus secuelas, tomando un cariz más político y económico. Es dramático ver representado cómo las personas con más dinero pueden disponer de los más pobres. Incluso, ya se explicita un discurso que señala que esta “purga” es para evitar a los más desposeídos y débiles, para que el estado no siga manteniéndolos, gastando en ellos. Inconcebible, desde todo punto de vista.

La acción es trepidante, cruda y sin pausa. Tanta violencia y crueldad se entrelaza con luchas de poder, racismo, inmigración y variadas temáticas. Todo en una ruleta rusa de personajes que son caricaturas y que en pocos casos logran tomar una linea clara y definida. sin embargo, dentro de las historias paralelas que naturalmente se cruzan, hay rasgos importantes de humanidad, ayuda desinteresada y signos de confianza que pueden verse como luces de esperanza.

James DeMonaco, quien es guionista y director, sabe su objetivo y lo lleva a cabo. En una representación moderna y actual de lucha de clases, poder político y económico, enfrenta el odio, la desconfianza y lo peor del ser humano dejado a su suerte y arbitrio. Por ello, algunas versiones hablan de la noche de las bestias. Es todo el instinto animal desatado en una ley de la selva, donde el más fuerte se impone al más débil sin discusión. No obstante, una luz de esperanza tenue aparece en el horizonte. Veremos si es así, si esta historia acaba acá o tendremos secuelas, precuelas o transformaciones. En todo caso, el año de la elección está vigente. Y si nos detenemos un poco más, también hay una candidata y un candidato. Hay extremos en uno y vacilaciones en otra. Definitivamente la realidad supera la ficción.

Ficha técnica

Título original: The Purge: Election Yearaka 
Año: 2016
Duración: 105 minutos
País: Estados Unidos
Guión: James DeMonaco
Género: Thriller. Terror. Ciencia ficción | Crimen. Distopía. Secuela
Música: Nathan Whitehead
Fotografía: Jacques Jouffret
Reparto: Elizabeth Mitchell, Frank Grillo, Mykelti Williamson, Edwin Hodge, Joseph Julian Soria, Kyle Secor, Betty Gabriel
Director: James DeMonaco

martes, 6 de septiembre de 2016

Aquí no ha pasado nada

Vicente Maldonado -Agustín Silva- pasa de “carrete en carrete” en un tiempo que parece ser de vacaciones soñadas en la costa central de Chile. Como para muchos otros muchachos y muchachas de su edad, las fiestas, el alcohol, las drogas y el sexo, son su rutina diaria y los “reventones y borrones” cada vez más frecuentes y extremos. En uno de ellos, casual, desconocido, improvisado, del que Vicente solo recuerda fragmentos, sucedió algo especial: un atropello, un muerto, un accidente causado por la imprudencia y un grupo de jóvenes involucrados, entre ellos Manuel Larrea, el hijo de un importante senador. Todos conocidos de Vicente, pero no amigos, o amigos desconocidos, o amigos circunstanciales. En fin, para el caso, da igual.

Inspirada en un hecho real -el mediático caso del hijo del ex senador chileno Carlos Larraín, quien fue absuelto de responsabilidad por un grave atropello con resultado de muerte-, “Aquí no ha pasado nada” del director chileno Alejandro Fernández Almendra, configura una cinta de categoría, donde el relato supera la historia que le dio origen.

AFA -así firma el director- se compromete con un lenguaje visual y textual realista y crudo. Su cámara inquieta sigue a los protagonistas. Los primeros planos abundan. La emoción está a flor de piel, tanto como las exuberantes hormonas juveniles que se desatan libremente. El director de “Matar a un hombre”, su premiada cinta del 2014, se introduce ahora en un mundo diametralmente opuesto al de sus trabajos anteriores. Su centro es aquel 5% de la población, lo que podríamos llamar una “elite”, que tiene recursos económicos suficientes como para cubrir todo con dinero, evitar castigos, conseguir impunidad y controlarlo todo. Esta visión, sin duda, es restringida. Se trata de un extremo, un estereotipo y una caricatura que, sin embargo, incomoda, pues refleja una realidad difícil de ocultar y menos contener.

Fernández Almendras es un director sólido, desafiante y empeñado en relevar la marginalidad. Si en sus trabajos anteriores, dicho extremo se situaba más cerca de la carencia de oportunidades y de la pobreza, ahora su foco se inclina al lado opuesto, y que por supuesto sigue siendo marginal. Claro, pero en otro sentido, pues los recursos económicos, las redes, los colegios, los viajes, las influencias y amistades son la muestra de un poder declarado y explícito, que confronta todo, que domina todo y aparentemente se sobrepone a todo. Sin embargo aquí hay una clave, pues nada es totalmente antagónico. Las realidades conviven, se cruzan, chocan, se rechazan y se atraen, y los extremos muchas veces se parecen mucho más de lo que alcanzamos a percibir.

“Aquí no ha pasado nada” es un excelente relato de ausencias, de desenfreno, de carencia de límites, de irresponsabilidad y a la vez de influencias, poder, dinero y clases sociales. Todo parece ser superado por el poder del dinero, sin embargo el movimiento constante -a estas alturas un sello del director- nos revela la búsqueda de un camino incierto, desconsolado, frágil y perdido hacia el interior más profundo de la persona humana. Un camino que está más cerca de lo íntimo del ser, de transformación y de crecimiento, aun cuando aquello signifique sufrimiento y dolor.

La presencia de estupendos actores le entregan a la cinta una excelente factura. Paulina García, Alejandro Goic y Luis Gnecco tienen papeles muy bien construidos y a la altura de su calidad. La edición, la fotografía y la banda sonora completan una producción excelentemente lograda, con un “look” moderno -mensajes de texto en pantalla con su códigos, tiempos y pausas incluidos- y eficaz.

Esta película no es una cinta sobre la verdad o la mentira. Tampoco es una cinta sobre víctimas y victimarios. Es una profunda reflexión sobre las ausencias, las carencias y -paradójicamente- la falta de profundidad de nuestro mundo moderno. De una forma provocadora, interesante y brillante, Fernández Almendras una vez más nos obliga a ir más allá, a transitar con el protagonista y a descubrir en nuestro fuero interno si es que acá efectivamente no ha pasado nada.

Ficha técnica

País: Chile
Año: 2016
Calificación: Mayores de 14 años
Duración: 94 minutos
Género: Drama
Elenco: Agustín Silva, Luis Gnecco, Paulina García, Alejandro Goic, Daniel Muñoz, Samuel Vicuña, Augusto Schuster, Li Friedman
Director: Alejandro Fernández Almendras

jueves, 1 de septiembre de 2016

Nerve: Un Juego sin Reglas

Esta adaptación cinematográfica de la novela del mismo nombre del año 2012 -de Jeanne Ryan- es una cinta que se apunta como provocadora e interesante. Vee Delmonico -Emma Roberts- es una tímida estudiante de secundaria quien, desafiada por su mejor amiga Sydney -Emily Meade-, decide ingresar a “Nerve”, un nuevo juego donde una audiencia (los observadores) pagan por ver todo on-line, votan y exigen cada vez nuevos y más audaces desafíos a los “jugadores”, quienes compiten por un premio mayor, acumulando dinero cada vez que pasan una etapa. 

En su primera experiencia, Vee conoce a Ian -Dave Franco- un desconocido a quien debe besar para pasar de nivel. Al principio todo bien. Éxito, adrenalina y disfrute, sin embargo a medida que transcurre el juego, “Nerve” se hace más complejo, evoluciona, los desafíos son mayores, casi imposibles o inalcanzables, haciendo que la pareja de protagonistas, ya siendo compañeros de equipo, intenten todo lo que está en sus manos -y mucho más- para conseguir avanzar.

La película tiene una factura de producción moderna. La “interfaz” es actual, con muchos mensajes de texto en pantalla, efectos visuales de juegos on line, bastante confusión entre realidad y virtualidad y un lenguaje visual, gestual y textual eminentemente juvenil, donde la competencia, el protagonismo y la búsqueda de popularidad tienen un papel central. Reconozco que me agrada el ritmo que Henry Joost y Ariel Schulman, los directores, le imprimen a la película. Es cierto que el guión no es muy elaborado, sin embargo los elementos contenidos están suficientemente desarrollados para entregar una idea clara de su propósito, y del por qué están allí.

“Nerve” es una clara advertencia. Quien conozca o juegue “Pokémon Go” puede sentirse, guardando por cierto todas las inmensas diferencias, bastante cerca de una experiencia de “realidad virtual” o “realidad aumentada”, donde el control no lo tiene el usuario sino su audiencia, que es finalmente quien determina lo que viene. La popularidad es lo importante, la cantidad de seguidores y los desafíos que ellos imponen -no en vano están pagando por ser observadores- pasan a dominar la escena, siendo éste otro elemento central de la cinta: la cultura de masas que impone, obliga, catapulta o sepulta.

Una idea tremendamente interesante es la que muestra “Nerve”, sin embargo en su desarrollo decae, sobre todo en la configuración de sus personajes, en las relaciones de amistad, sus lealtades y dificultades. Mucho se hace pasar como secundario, cuando en realidad es, al final del día, lo más importante. Con altos y bajos, la cinta cumple su expectativa y el mensaje está claro. Si usted está leyendo esto en un celular, el desafío es levantar la vista. Puede maravillarse con la realidad presente, descubrir el mundo real y salir un momento de la pantalla para ser un observador privilegiado. Y claro, todo esto sin seguir las indicaciones de una masa, a veces desconocida, que con más o menos “likes” va moldeando nuestra vida digital y que esperamos no haga lo mismo en nuestra vida presencial.

Ficha técnica

Título original: Nerve
Género: Crimen, Misterio, Thriller
País: USA
2016
96 minutos
Elenco: Dave Franco, Emma Roberts, Kimiko Glenn
Director: Henry Joost, Ariel Schulman

miércoles, 24 de agosto de 2016

El niño y la bestia

Esta película japonesa de animación viene a ser un refresco para la actual cartelera de nuestro cine local. Premiada por la Academia Japonesa como la Mejor Película de Animación del año 2015, el guionista y director Mamoru Hosoda narra la historia de Ren, un niño solitario que acaba de perder a su madre y que deambula en Shibuya, un barrio del oeste de Tokio, y Kumatetsu, una bestia que habita un mundo fantástico. La cinta, si bien puede ser predecible, posee todos los elementos descriptivos del cine animado, está elaborada con muchísimo cuidado y los detalles marcan diferencia respecto a lo que acostumbramos observar en otras cintas del género.

Hosoda no solo crea un mundo especial y fantástico, aquel habitado por las bestias donde podemos encontrar fácilmente bondad, cordura, respeto y atención, sino que lo sitúa en paralelo al mundo real de Tokio, una ciudad enorme, cosmopolita, saturada de personas, donde la individualidad se oculta en la masa y donde, a pesar de la convivencia entre miles, la soledad es un elemento central.

Luego viene la convivencia de ambos mundos. Se traspasan los límites, acaso inviolables. Kumatetsu libra una disputa con Lôzen para ser el próximo Venerable. Dos personalidades totalmente opuestas; dos polos que se enfrentan desde lo íntimo del ser. Lôzen es admirado por la mayoría, tiene cientos de discípulos y reúne todas las condiciones para ser el nuevo líder. Kumatetsu es fuerte pero tiene mal carácter y no consigue tener discípulos por lo que debe encontrar pronto al menos uno. Esto le lleva a traspasar los umbrales de su mundo y así encontrar a Ren, a quien invita a ser su aprendiz. Ren por supuesto se niega, sin embargo su curiosidad -y más que nada su forzada y especial soledad- lo lleva a traspasar el límite para entrar en el Reino de las Bestias. La relación entre ambos es como el agua y el aceite. Ya no se llama Ren sino Kyûta debido a su edad -9 años-, que es el nombre que le entrega este improvisado “maestro kendo”. 

Pasan los años en la síntesis de una evolución natural. Kyûta logra volver al mundo humano, busca a su padre y conoce a Kaede, una joven estudiante que le ayuda a entender el mundo. Su vacío interior se agiganta y en esta elaboración psicológica y emocional, debe tomar decisiones sobre su futuro, que parten por el autoconocimiento y control de sus actos.

La historia esencial es simple, sin embargo la pluma del guión relata una historia que no deja de ser maravillosa y compleja. Vemos las relaciones maestro-aprendiz, los múltiples temas familiares, los roles padre-hijo, la hermandad, la lealtad, el amor y una clara humanidad representada por extremos, donde la miseria y la bondad combaten permanentemente, tanto interna como externamente.

El niño y la bestia es una ventana de reposo y de reflexión. Aunque es algo extensa, funciona bien gracias a la dinámica de su composición y ritmo. Es una fábula visual que atrae por sus aventuras, por un relato fluido, por la magia de sus colores, por la energía que imprime a los dibujos, por una banda sonora sencilla y precisa y por una moraleja, que aunque bien sabemos repetida, es excelente que tome nuevas formas y nuevos bríos gracias a historias tan bien narradas y tan bien desarrolladas como la que disfrutamos en esta cinta.

Ficha técnica

Título original: Bakemono no Ko (The Boy and the Beast)
Año: 2015
Duración: 119 minutos
País: Japón
Guión: Mamoru Hosoda
Música: Masakatsu Takagi
Género: Animación. Fantástico | Amistad. Monstruos. Familia
Director: Mamoru Hosoda

Martirio Satánico

“Martyrs”, su título original, dirigida por los hermanos Kevin y Michael Goetz, es la versión del año 2015 del filme original del 2008 del director francés Pascal Laugier. ¿Es entonces un remake? En parte si y en parte no. Solo podemos dar cuenta de lo primero pues, de otra forma, contaríamos demasiado de la trama. Teniendo aproximadamente 10 años, Lucie -Troian Bellisario- escapa de un feroz y traumático encierro. Su única amiga en el orfanato donde reside es Anna -Bailey Noble-. Ellas se acompañan, confían mutuamente y en ocasiones sueñan juntas. Diez años después, Lucie logra dar con el paradero de la familia responsable de su sufrimiento y junto con Anna, busca venganza. Por supuesto, todo se sale de control y comienza una pesadilla literalmente del terror.

La cinta posee un elevado nivel de producción. La filmación es certera, hay varios planos, imágenes y escenas -sobre todo al inicio- muy bien logradas, con tomas en ángulos diferentes y desplazamientos lentos de la cámara. Esto es muy interesante de entrada, sin embargo no resulta suficiente pues la cinta se va enredando y perdiendo calidad en la medida que transcurren los minutos. No sabemos si vamos hacia momentos que asusten, hacia el suspenso de un thriller o definitivamente al terror. El género, en ese sentido, es desafiado en algunos momentos, pues se contradice con otros pasajes de la cinta que son prácticamente tomados de un “manual”.

Como sucede en la mayoría de estas cintas, adelantar detalles hace perder toda oportunidad de sorpresa. Verla sin antecedentes y también sin conocer la historia original puede ser de gran ayuda. Realizada esta advertencia, si usted continúa leyendo, puede ser que aumente su curiosidad o tal vez disminuya, dependiendo el grado de cercanía o lejanía con las temáticas expuestas en el desarrollo del filme.

El encierro inicial, la orfandad y la búsqueda de venganza -que incluye una sangrienta masacre a la familia descubierta- se contraponen con la amistad, el coraje y la valentía de enfrentar situaciones límite. Lucie es atormentada por una figura que no sabemos si es real o ficticia, si es un monstruo, un humano o un fantasma. Hay algo de paranormal en ello, sin embargo una visión concreta de Anna nos señala explícitamente que todo ocurre en la imaginación de Lucie. ¿Cuán trastornada puede quedar una víctima de tortura y encierro? ¿Una vez liberada, puede vivir con ello? Es una gruesa temática que por cierto la cinta no profundiza. Por otra parte, vemos una perversa maquinación por descubrir qué sucede cuando se está a punto de morir -con torturas desquiciadas- y poder traspasar esa visión a otra persona. Es de locos, si, de muy locos, ya que están presentes varios subgéneros como el “gore”, las sectas religiosas, el terror psicológico, y varios otros.

En síntesis, “Martyrs” es una película muy bien producida y correctamente filmada que, sin embargo, queda al debe en la construcción de la historia y en la forma en como configura a sus personajes. Si a usted, que ha seguido leyendo hasta acá a pesar de las advertencias, le gusta el terror, verla en el cine es la opción. Si solo le gusta a veces, puede esperar un poco y verla en televisión, cable o Netflix cuando llegue e dichas plataformas. Y si a usted definitivamente no le gusta el terror, puede tranquilamente dejarla pasar. Lo que es a mi, me provoca conocer la “Martyrs” original, así es que pondré manos a la obra para encontrarla.

Ficha técnica

Título original: “Martyrs”
Empresas Productoras: Blumhouse Productions / The Safran Company / Temple Hill Entertainment
Distribuye: Impacto Cine
Género: Terror - Thriller | Remake
Año: 2015
Guión: Mark L. Smith (Personajes: Pascal Laugier)
Fotografía: Sean O'Dea
Duración: 81 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Troian Bellisario, Bailey Noble, Romy Rosemont
Directores: Kevin Goetz, Michael Goetz

Niña Sombra

Este conmovedor documental de María Teresa Larraín narra su propia historia. Un duro camino, un viaje profundo hacia la perdida de la vista, hacia una temida ceguera que va nublando formas y colores, transformando sustancialmente su vida. Mientras ella se queda ciega, nos abre las puertas de su mundo interior para que podamos verlo en toda su dimensión. Las emociones son nítidas, los sentimientos están encontrados y a veces difusos. La cámara de María Teresa Larraín transmite la esencia, aquello que e palabras de El Principito es “invisible a los ojos”. Y esto, indudablemente, es el principal mérito de esta cinta. Su tratamiento es inquieto, la cámara está en permanente movimiento, juega con efectos, sensaciones, planos abiertos y cerrados, nítidos y difusos que logran hacernos parte de lo que podemos imaginar es su visión. La fotografía es preciosa, la composición de imagen bella, la música apropiada y el guión es también otro mundo por descubrir: íntimo y expuesto, delicado y fuerte; tal vez contradictorio.

¿Cómo una persona ciega o con una mínima visión puede filmar una película?, me preguntaba minutos después de salir de la función. La respuesta no se hacía esperar. Beethoven compuso sus últimas obras completamente sordo. Es una paradoja, pero es real. Es cierto, en ambos casos hay una pérdida, un duelo, pero existe la experiencia de haberlo tenido alguna vez. Es diferente a nacer con dicha condición, sin duda. Beethoven tenía la música en su mundo interior. Larraín tiene las imágenes en su propio universo y ha decidido compartirlas con nosotros como también lo hizo el genio musical.

En palabras de la directora “lo más difícil en esta película no ha sido el filmar con muy poca visión sino el encontrar mi punto de vista como directora, es decir, la mirada ciega”. Parece una contradicción, sin embargo su sentido es total. Se refiere a lo diferente que es la percepción del mundo desde una condición particular, cualquiera que esta sea. Esto, tal vez, la impulsa a “descubrir” esta película en la inspiración que le produce acercarse a la vida desconocida e invisible de los vendedores ambulantes ciegos de la Alameda, en Santiago de Chile. Allí comienza este viaje y nace el proyecto. Allí se produce un punto de inflexión luego que la muerte de su madre la trajera de retorno al país que hacía 30 años que la había visto partir a Toronto, Canadá.

María Teresa desnuda su alma en este documental autobiográfico. Su niñez, su extensa familia, sus pasiones, glorias y miserias. Todo está presente en un recorrido vital que inspira a reflexionar. “Acaso ¿solo podemos conocer a través de la mirada?, se pregunta. “Un ser humano es mucho más que sus ojos”, responde con certeza. “Esta será mi última película” dice la voz en off de la directora al comenzar el filme. Es fuerte y cruda dicha declaración. Sin embargo, permítanme dudarlo, María Teresa Larraín tiene aun mucho que aportarnos desde su “mirada ciega”. Es más, tiene el deber de hacerlo, pues con ello entrega dignidad a una condición con la que convivimos pero que sin embargo no sabemos dialogar o bien no sabemos “mirar”.

Ficha técnica 

Niña Sombra
Chile, Canadá, Costa Rica 
2016
75 minutos
Idioma: Castellano, Inglés
Producción ejecutiva: Ed Barreveld, Maria Teresa Larrain
Fotografía: Daniel Grant, Arnaldo Rodriguez
Edición: Ricardo Acosta, Ordan Kawai, Tim Wilson
Sonido: Daniel Pellerin
Producción: Maremoto Productions & Storylinentertainment
Web: shadowgirlfilm.com
Directora: Maria Teresa Larraín