
El joven Dre Parker -Jaden Smith- se traslada a vivir desde Detrot -Estados Unidos- a Beijing -China- debido a una cambio en la destinación del trabajo de su madre. El padre de Dre ha fallecido hace poco y su ausencia es un recuerdo aún muy triste para madre e hijo. Ya en la capital China, el cambio cultural -idioma, costumbres, estilo de vida- es un nuevo golpe para este muchacho de 12 años, lo que se acrecienta debido a un recibimiento muy hostil -por llamarlo generosamente así- de parte de un grupo de jóvenes de su nuevo entorno, en especial de Chen, el líder de la clase y aprendiz avanzado en artes marciales. Así las cosas, el escenario es desalentador. Rechazado por sus pares, en un ambiente desconocido e ingrato, Dre encuentra una luz al descubrir y fascinarse con el arte del Kung Fu. A ello se suma la oportunidad de conocer al señor Han -Jackie Chan- encargado de mantenimiento de su edificio y comenzar con él una amistad que irá, cada vez más, adquiriendo una mayor profundidad.
A diferencia de las entregas anteriores, esta cuarta secuela de Karate Kid no sólo cambia de país y de arte marcial, sino que además se introduce en la vida interior de ambos protagonistas. La inquietud, irreverencia y espontaneidad sin límite de Dre junto a la soledad interior, sabiduría y paciencia atormentada del señor Han, son presentadas dentro de complejas personalidades en extremo distintas entre aprendiz y maestro. El guión se da los tiempos necesarios en el metraje para destacar hechos y situaciones especiales. La dirección de Harald Zwart permite un equilibrio justo al mostrar la vida normal, el duro entrenamiento, los acrobáticos combates, los diálogos íntimos y la preciosa fotografía de lugares históricos.
Esta cinta es un gran aporte en varios aspectos. Nos entrega una visión particular de la China actual, donde conviven naturalmente la historia y el patrimonio con la modernidad, nos muestra estilos culturales (norteamericano-oriental) claramente contrapuestos y con dificultades de convivencia social y además nos entrega valores trascendentes que emanan de la relación de Dre con su mentor y de la profundidad y sentido del Kung Fu. El cultivo de la paciencia, el trabajo metódico y constante, la concentración, la bondad, las relaciones personales y el cariño son valores muy bien delineados por el filme. Impresiona que desde el simple hecho de colgar o descolgar una chaqueta pueda desprenderse tal profundidad de elementos positivos a desarrollar. En contrario, la ambición y la maldad son duramente tratados, sobre todo tomando en cuenta el vital aporte de la milenaria cultura oriental basada principalmente en el honor, el respeto y la palabra empeñada.
Karate Kid 4 es una grata sorpresa. Reconozco que no tenía cifradas muchas expectativas y estas fueron superadas con creces, por lo que la recomiendo sin dudas. La actuación de Jaden Smith es muy convincente y se desarrolla con natural frescura, Chang revela una faceta hasta ahora desconocida y la química entre ambos se explota muy bien en beneficio del ritmo del relato. En síntesis, una muy buena película, con enseñanzas y valores muy interesantes sobre el crecimiento y la madurez, ciertamente apropiada para los acelerados tiempos actuales.
Ficha técnica
Titulo Original: The Karate Kid
Distribuidor: Andes
Calificación: TE
Duración: 140 Min.
Género: Acción - Drama.
Año: 2010
País: Estados Unidos.
Elenco: Jaden Smith, Jackie Chan, Taraji P. Henson.
Director: Harald Zwart
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