Sinopsis: La Patogallina, emblemática compañía de teatro chilena con más de 25 años de trayectoria, espera el fin de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del COVID 19 para que se abran los teatros y las calles, y puedan realizar una nueva obra de manera presencial. Mientras eso sucede y como una manera de seguir adelante, la compañía acepta un desafiante encargo: realizar un clásico de Shakespeare, Romeo y Julieta, en versión audiovisual para la televisión.
Este documental, dirigido por Sebastián Pereira, no es más que una suma de imágenes. No posee más explicaciones que las descritas en la sinopsis y eso parece ser suficiente. Es que en realidad no hay mucho más que decir sobre un registro que pretende visibilizar un desafío importante a partir de la muestra de hechos simples y cotidianos.
Durante la visualización me nacen varias preguntas que luego se transforman en constantes. ¿Cuál es el valor agregado de este documental? ¿Cuál es su propuesta? ¿Qué se propone como objetivo? ¿Qué quiere mostrar o demostrar? No lo entiendo al verlo y tampoco después. Me cuesta mucho descubrir la línea narrativa, algo marcada también por las decisiones de edición que dejan escenas inconclusas o a medio hacer. ¿Es aporte un diálogo inocuo entre dos protagonistas consumiendo droga? Al menos para mí, no lo es.
Sobre el fondo de la historia, la pandemia arrasó con muchas expresiones artísticas y reinventarse fue una necesidad vital. Por eso, desarrollar un proyecto para la televisión era una tremenda oportunidad para este grupo de personas. Hacer un clásico al estilo de “La Patogallina” y filmarlo para obtener una distribución masiva se transformó en un desafío gigantesco. Sin embargo, parece que esto fuera un poco en contra del colectivo y eso se nota con el registro de cada día. ¿Se trató, entonces, de un proyecto “por cumplir”? ¿Fue realmente hacer teatro o bien pasó a ser un mero trámite? Claro, no podían hacer funciones presenciales y este era un trabajo diferente, pero quienes integraban la compañía, con sus dudas y cuestionamientos, parecían como “pollos en corral ajeno”.
Me hago otra pregunta. ¿Despierta realmente interés ver los procesos internos de una compañía de teatro como "La Patogallina"? Puede ser, para sus seguidores, pero eso es más de nicho que algo con un alcance más global.
Hay una afirmación que me llama la atención, dicha por uno de los protagonistas: “El teatro se va a acabar”. Así, tal cual, urgente y perentorio. ¿Resultado del momento en el que estaban inmersos o una conclusión más de fondo luego de muchos años de oficio? Este es uno de los tantos razonamientos que quedan inconclusos por cortes de edición que no permiten una mayor coherencia.
Sebastián Pereira filma bien. No se amilana cuando llega el director Vicente Sabatini a grabar los ensayos y la performance de este muy especial “Romeo y Julieta”. Pero la calidad audiovisual (más visual que auditiva) no es suficiente para sostener una hora de metraje que se hace eterna.
Además, y en mi opinión muy personal, no puede ser que el nudo de conflicto sea la desaparición de un actor en medio de las filmaciones. Y menos aún que, además, se le vea en paralelo, justo en el momento en que lo están buscando.
Claro, ante la ausencia de un conflicto mayor, es quizá lo más a mano a lo que se puede recurrir ya que antes se ha expuesto su historia personal. ¿Alcanza? Estimo que no, y tal vez por eso el relato se hunde por su propio peso, sin un final claro, algo sí como si se tratara de un paréntesis creativo: una pausa y ya volvemos.
Ficha técnica
Título original: Nada es como antes
Año: 2023
Duración: 63 minutos
País: Chile
Compañías: La Patogallina, La Copia Feliz, LaWarrior Films
Género: Documental | Teatro
Guion: Sebastián Pereira
Música: Alejandra Muñoz
Reparto: Documental, Intervenciones de: Martín Erazo, Matías Burgos, Ana Laura Maldonado, Francisca Artaza, Eduardo Moya, Sandra Figueroa, Pilar Salinas, Ariel Hermosilla, Antonio Sepúlveda, Ariel Sánchez
Dirección: Sebastián Pereira
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