En el teatro Municipal de Santiago se presentó, el pasado 8 de enero, una versión de la Novena Sinfonía de L. V. Beethoven con la participación de la Orquesta Filarmónica de Santiago, el coro del Teatro Municipal y cuatro importantes solistas, todos ellos bajo la dirección del maestro José Luis Domínguez.
El inicio de la Sinfonía marcó lo que sería el desarrollo del concierto. Ante velocidades de "tempi" algo rápidas, la música de Beethoven va siendo apurada y no genera la solidez necesaria para que el fluido fraseo permita una sensación plena de recogimiento. A mi parecer, las velocidades elegidas provocaron una "sólo lectura" de la partitura, descuidando detalles de forma y fondo que se extrañan en esta obra monumental.
El maestro Domínguez, quizás algo inquieto para que la Orquesta respondiera a cabalidad, constantemente impulsaba nuevos bríos y aceleramientos que, en mi caso personal, me intranquilizaron de forma permanente. Incluso, en el reposado tercer movimiento, la calma nunca fue tal, impidiendo con ello generar el clima apropiado para el deslumbrante final coral del cuarto tiempo. La sensación permanente de pasar por encima de la música me tuvo siempre en alerta, y nervioso.
En el cuarto movimiento dos consideraciones importantes para el coro y los solistas. El Coro sigue estando en un nivel supremo bajo la dirección de Jorge Klastornic y los solistas elegidos, algo irregulares en volumen sonoro, dieron cuenta de una excelente motivación musical en sus exigentes registros. Palabras aparte para la soprano Patricia Cifuentes, dueña de un color y personalidad apropiada a su rol. El bajo Homero Pérez Miranda careció de la fuerza y afinación necesaria para enfrentar su soli. el tenor Luis Olivares, con mucha fuerza pero sin mucho volumen sorteó bien su exigente solo y se amalgamó junto a sus colegas en los cuartetos solistas. De la contralto Evelyn Ramírez escuchamos poco su participación, aparentemente opacada por los caudales de sus colegas.
En síntesis, una Novena carente de solidez, de escasos detalles y muy pareja en sonoridad ( no se escucharon los "piannisimos" de atmósfera, tan necesarios en la construcción de grandes fraseos ) Fue muy ovacionada por un público que repletó el Municipal, lo que da cuenta que la música, al igual que el agua, se abre paso a pesar de todos los inconvenientes u obstáculos que se presenten.
Ficha técnica
Orquesta Filarmónica de Santiago
Coro del Teatro Municipal
Patricia Cifuentes, Soprano.
Evelyn Ramírez, Mezzo.
Luis Olivares, Tenor.
Homero Pérez Miranda, Bajo.
Director: José Luis Domínguez
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