miércoles, 8 de diciembre de 2010


El concierto VIII de la Temporada 2010 del Teatro Municipal presentó a la Orquesta Filarmónica de Santiago, dirigida por su titular, el maestro Rani Calderon, interpretando tres obras muy distintas. El programa comenzó con el "Andante Apasionato" Opus 2, del compositor chileno Enrique Soro (1884-1954) que fue compuesto a los 17 años, cuando era estudiante en Europa. Lo escribió originalmente para cello y órgano y fue interpretado por él mismo en 1901 en el Conservatorio de Milás. La versión que escuchamos fue correcta y expresiva. Sin embargo careció de mayor intensidad logrando balances sonoros solo en algunos momentos. La conducción del maestro Calderón fue distante, a pesar de tener un dominio cabal de la partitura.

A continuación fue el turno del "Concierto para piano n.º 22", en mi bemol mayor, K. 482, de W. A. Mozart, compuesto en 1785. En esta oportunidad, el maestro Rani Calderón fue solista y a la vez director, mostrando una faceta multidisciplinaria muy interesante. Su versión fue bastante angulada, con un sonido corto, poco amable y algo duro. Se pudieron observar detalles no logrados de fraseo y balance sonoro entre el piano y la orquesta, probablemente debido a poca oportunidad de ensayo. Tocar y dirigir en forma simultánea no es sencillo, lo que tal vez ocasionó algunos grados de desatención de ciertos detalles en variadas secciones de la obra. El solista mostró poca dicción, sobretodo en la mano derecha, junto a un fraseo cortado y a una notoria carencia de mayor volumen y sonoridad del instrumento. La expresividad controlada y limitada del segundo movimiento dio la impresión de una versión sin demasiado compromiso. El Allegro final resultó poco gracioso, distante y sin compromiso emocional. Logramos percibir un pulso inestable y con tendencia al apuro hacia el final de las frases, sobre todo en los pasajes solistas del grupo de maderas. Las cuerdas mostraron a lo largo de la pieza un sonido áspero, algo de falta de vibrato y de conexión sonora. En síntesis, una versión no muy lograda y de la que esperábamos mucho más entrega.

En la segunda parte escuchamos la Cantata "Alexander Nevsky" (Op. 78) de Sergei Prokofiev. Estrenada en Moscú el 17 de mayo de 1939 y dirigida por el mismo autor, es una obra para Mezzo-soprano, coro y orquesta, dividida en siete movimientos. La cantata representó un buen trabajo, bien ensamblado y estudiado por parte de todos los intérpretes conducidos por el maestro Calderón. Excelente estuvo el coro en sus intervenciones y también la solista, Anna Viktorova. Se alcanzaron grandes sonoridades y también hubo espacio para detalles prístinos, con conexiones interesantes en color y textura entre las familias instrumentales. Pequeñas imprecisiones en algunos ataques de bronces y falta de sonido de la cuerda en los tutti no opacaron una sólida versión del maestro Calderón, la que aún cuando el ritmo de la interpretación decayó en intensidad hacia las secciones centrales de la obra, retomó sus bríos para un final brillante.

El maestro Rani Calderón, titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago, mostró una batuta templada aunque sin anticipación. Ello pudo provocar cierta vacilación en los comienzos de secciones y un pulso que en general no logró afianzarse completamente a lo largo del concierto. Es extraña la constatación de una distancia emocional entre el gesto técnico de la conducción (movimiento de manos y expresión) respecto a los músicos y al resultado sonoro conseguido, lo que sin duda puede corresponder al estilo o la personalidad del director. Sin embargo muchas veces es esa conexión emocional la que diferencia un concierto correcto de uno excelente.

Ficha técnica

Orquesta Filarmónica de Santiago
Martes 7 de diciembre de 2010

Director: Rani Calderon
Director del Coro: J. Klastornick
Solistas: Rani Calderon y Anna Viktorova

Enrique Soro: Andante Apasionato
W. A. Mozart: Concierto para piano y orquesta N° 22 K. 482
S. Prokofiev: Cantata Alexander Nevski Op. 78
Con la participación del Coro del Teatro Municipal

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