Sinopsis: Desarrollada en un Chile melancólico que pasea por distintas décadas y territorios, que a veces parece otro planeta, hombres que vivieron un mundo que todavía escondía tesoros o, quizá, un tributo al mundo cuando todavía parecía desconocido. Narrada con desfachatez, llena de giros, pasando desde el Calypso de Jacques Cousteau, a la Polinesia y luego a la cima de un volcán en la mitad de un desierto. Pareciera que el verdadero tesoro del director es el material que tiene en sus manos y no el de su pirata Henri, el hipnótico protagonista.
Imágenes de archivo abren este trabajo documental liderado por Julián Fernández Prieto. Remiten al año 1975, cuando la expedición de Jacques Cousteau llegó a Rapa Nui a realizar investigaciones. Para quienes crecimos viendo los reportajes del ‘Calypso’, el emblemático barco del capitán francés, la nostalgia nos invade de inmediato. Pero esto no se trata de ‘El mundo submarino…’. Se trata de personas que venían con Cousteau, en específico una de ellas: Henri García, un explorador nato y experimentado buzo que se enamoró de la isla, dejó todo y se quedó.
Una bella toma aérea de la Isla de Pascua, que abarca casi toda su extensión, da paso al diálogo de un padre con su hijo mientras revisan fotos antiguas. Ya son 60 años los transcurridos y quien habla es el hijo de Henri. La historia se repite, señala, porque hoy día es él quien rescata el legado de su padre enseñando a su hijo los secretos de las aventuras al aire libre que aprendió de su progenitor.
Este documental busca retratar a un personaje. ¿Se trata de un documental de recuerdos o de un testimonio actual? Ante la ausencia de definiciones, el metraje se desordena, no están claros los roles, resulta confuso y finalmente no logra conectar con el personaje central, Henri García.
La cinta se abre hacia otras expediciones de su figura principal. Vuelve a él, un hombre versátil, con un espíritu inquebrantable y siempre ávido de conocimiento. El descubrimiento de una esfera de cristal en el cráter de un volcán, la laguna más alta en la que Henri ha podido bucear, parece un punto de llegada. Pero no. Cual “Rondó”, el tema principal regresa sin variaciones, ni de forma ni de fondo. Continuamos desde el mismo punto en el que comenzamos.
Imágenes bellas o una serie de recuerdos audiovisuales no resultan suficientes para contar una historia sin tener un foco definido, sin un hilo conductor que nos guíe al interior de un relato que finalmente es más anecdótico que profundo. Con lo que observamos en pantalla no alcanzamos a conocer al personaje. Tampoco logramos eso con otros, con sus hijos, o con los más cercanos. Algo falta para hacer la conexión, tal vez una mayor depuración del material o bien una mayor profundidad en quienes vivieron bajo la luminosidad de Henri.
90 minutos que se hacen extensos porque el rumbo parece extraviado. Es como si el “Calypso” hubiese partido solo, sin su capitán. Interesante, por cierto, pero finalmente se ve perdido, a la deriva: entre la añoración y el recuerdo, entre el hombre y lo que dejó su paso por Rapa Nui, entre el mito y la realidad.
Ficha técnica
Título original: Henri, el último pirata
Año: 2024
Duración: 90 minutos
País: Chile
Compañías: Productora -1 Cine
Género: Documental
Música: Loti García Haoa, Pablo Yovane
Fotografía: Tomás Yovane
Reparto: Documental
Dirección: Julián Fernández Prieto
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